VIERNES 17 DE MARZO | 20:00 H TEATRO PRiNCIPAL, GUANAJUATO
Vahan Mardirossian Director invitado
Bruno Mente Violonchelista
Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato
Roberto Beltrán Zavala director titularPrimera Temporada 2023 | PROGRAMA 4 “RETRATO DE UN LOCO”
Viernes 17 de marzo
20:00 horas ●| Teatro Principal ●| Guanajuato
Obertura Genoveva, Op. 81 (1847- 1848)
Robert SCHUMANN
1810 - 1856
9’
Concierto para violonchelo, en mi menor, Op. 85 (1919 )
Edward ELGAR
1857 - 1934
28’
I. Adagio – Moderato (attacca)
II. Lento – Allegro Molto
III. Adagio (attacca)
IV. Allegro – Moderato – Allegro, ma non troppo
INTERMEDIO
Sinfonía no. 4 en re menor, Op. 120 1841; Rev. 1851
Robert SCHUMANN 1810 - 1856
29’
I. Ziemlich langsam – Lebhaft (attacca)
II. Romanze: Ziemlich langsam (attacca)
III. Scherzo: Lebhaft (attacca)
IV. Langsam – Lebhaft
Vahan Mardirossian director invitado Bruno Mente violoncheloORQUESTA SINFÓNICA DE LA UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO
Tradición y vanguardia
La Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG) ocupa un lugar privilegiado en el panorama musical de México como uno de los ensambles orquestales de mayor prestigio en el país y con una sólida proyección internacional. Desde su fundación, importantes solistas y directores han participado en los programas de la orquesta, entre ellos Francesca Dego, Yuja Wang, Brodsky Quartet, Shlomo Mintz, Dmitri Hvorostovsky, Neeme Järvi, Cyprien Katsaris Christian Lindberg, Eduardo Mata, Jorge Federico Osorio, Leif Segerstam, y el Trío Altenberg.
En razón de su alta calidad interpretativa, la OSUG es la orquesta residente del Festival Internacional Cervantino, el festival dedicado a las artes escénicas más importante de América Latina, mismo en el que ha participado con programas de gran trascendencia como el estreno en México de la Sinfonía no. 4 de Lutoslawski, las Sinfonías no. 4 y 7 de Shostakovich, Das Lied von der Erde de Mahler y decenas de estrenos y ejecuciones de obras de compositores tales como Mario Lavista, Joaquín Gutiérrez Heras, Phillip Manoury, Igor Stravinsky, Anton Bruckner, Silvestre Revueltas. Gracias a su enorme repertorio, dinamismo y personalidad, la OSUG ha sido invitada a diversos festivales nacionales y ha realizado múltiples giras internacionales.
Esta orquesta es testimonio vivo de la larga tradición cultural del estado de Guanajuato y es la primera orquesta profesional permanente de una universidad mexicana. Su concierto inaugural ocurrió el 25 de abril de 1952 bajo la batuta del maestro José Rodríguez Frausto, quien estuvo al frente de ella por 34 años. En 1986 asumió la dirección el maestro Mario Rodríguez Taboada y para 1992 la OSUG se fusionó con la Filarmónica
del Bajío para crear un solo organismo, del cual asumió la titularidad Héctor Quintanar. Durante este periodo, la orquesta desarrolló un valioso proyecto de difusión de la música nacional con la grabación de seis discos compactos de la colección Compositores Mexicanos, integrada por 32 obras inéditas de 23 autores.
En 1997 José Luis Castillo asumió el cargo de director titular y expandió notablemente el repertorio de la orquesta, recorriendo todas las etapas del vasto espectro musical con un acento particular en lo contemporáneo. De 2005 a 2011 Enrique Bátiz asumió el cargo de director invitado y asesor musical, con quien la OSUG realizó giras por China y Egipto.
En 2012, año en que la OSUG cumplió sesenta años de existencia, se designó como director titular al maestro Juan Trigos, quien continuó la idea de difusión de la música nacional impulsada en la OSUG por Héctor Quintanar. Entre 2012 y 2014 se efectuaron giras por México, Estados Unidos e Italia.
En junio de 2015 Roberto Beltrán Zavala fue nombrado director titular de la OSUG. Con una sólida carrera internacional y una nutrida agenda de conciertos su enfoque en el sonido Orquestal y en el repertorio post-romántico ha dado a la OSUG una profunda personalidad como ente artístico..
En mayo y junio de 2017, con motivo de sus 65 años de fundación, la OSUG realiza exitosamente una gira por Europa, donde compartió escenario con, el Cuarteto Brodsky, Francesca Dego y Shlomo Mintz, en importantes salas de conciertos y teatros de España, Francia e Italia donde se culminó con un exitoso concierto en la prestigiada sala Verdi en Milán.
ROBERT SCHUMANN (1810-1856)
Obertura de la ópera Genoveva, op. 81
Elcaballero Sigfrido de Brabante parte hacia las cruzadas para luchar contra los sarracenos en compañía de Carlos Martel, y deja a su esposa Genoveva al cuidado de su fiel amigo Golo. Éste aprovecha la ausencia de Sigfrido para declarar su amor por Genoveva, quien lo rechaza. Entonces Golo acusa a Genoveva de infidelidad ante el sirviente Drago, quien se oculta en la recámara de la dama para espiarla. Cuando Genoveva se ha metido a la cama, Golo y otros sirvientes la convencen de permitirles revisar la habitación para probar su inocencia. Lo hacen y, claro, se descubre la presencia de Drago. Antes de poder defenderse, Drago es ejecutado y Genoveva es presa y encadenada. Mientras tanto, Sigfrido ha sido herido en una batalla en Estrasburgo, y está siendo envenenado por Margaretha, una bruja que se ha disfrazado de monja. Margaretha es cómplice de Golo, quien llega con noticias desde Brabante. Sigfrido queda convencido de la culpabilidad de Genoveva cuando Margaretha conjura visiones de Genoveva y Drago juntos. Así, parte hacia Brabante con la intención de hacer ejecutar a su esposa. Sin embargo, Margaretha es amenazada por el fantasma de Drago quien se apresura a tratar de impedir la ejecución. Golo amenaza con matar a Genoveva en caso de que la dama no ceda a sus deseos. Ella se niega, y Golo, antes de partir, ordena a dos soldados que la maten. Los presuntos verdugos dudan en cumplir la orden, lo que da tiempo para la aparición de Ángelo, un sirviente mudo, que interviene para salvar a Genoveva. Llega Sigfrido, quien ha sido informado de toda la conspiración por Margaretha. Al final, Genoveva perdona a Sigfrido el haber dudado de ella y el asunto se aclara para felicidad de todos. La
pareja reconciliada es bendecida por Hindulfo, el obispo de Treves.
Tal es el resumen del argumento de Genoveva, ópera en cuatro actos de Robert Schumann, compuesta a partir de un libreto de Robert Reinick, a su vez basado en sendas tragedias de Friedrich Hebbel y Ludwig Tieck. Durante el proceso de creación de la ópera, el compositor realizó varias adaptaciones al libreto original, dando mayor importancia a los elementos dramáticos de la tragedia de Hebbel que a los de la obra de Tieck. A pesar de ello, el libreto no es un texto particularmente sólido. Entre otros defectos presenta un exceso de escenas y episodios cuya aparente diversidad dramática no está reflejada en la música, que peca de cierta monotonía.
Para la obertura de su ópera Genoveva, Schumann siguió un camino plenamente tradicional, tanto en la forma como en la expresión. El inicio de la pieza es lento, oscuro y tiene un claro componente dramático, tanto en su planteamiento armónico como en su orquestación. No es sorprendente hallar aquí, en distintas proporciones, la influencia de Félix Mendelssohn (1809-1847) y de Johannes Brahms (1833-1897), músicos muy cercanos al espíritu de Schumann. Después de la extensa introducción lenta viene, a la manera tradicional, el cuerpo principal de la obertura, en un tempo más vivo. A pesar de este importante cambio, la obertura sigue su curso en el mismo espíritu dramático, ya que Schumann la mantiene deliberadamente anclada en la oscura tonalidad menor. Destacan en esta parte de la obertura un par de breves pero significativas apariciones de los cornos con una sonoridad bucólica típicamente romántica. Sólo al final de la obertura el drama se aligera un poco, cuando Schumann aclara la textura orquestal y se mueve hacia la tonalidad mayor para la conclusión.
Genoveva no sólo es la única ópera de Schumann, sino que es la única de sus partituras en ser concebida específicamente para el teatro, con la excepción de su música incidental para el Manfredo de Lord Byron. Este dato puede tomarse, quizá, como una prueba de
que la ópera y otras manifestaciones escénico-musicales similares no eran muy cercanas al temperamento artístico del compositor. De hecho, Schumann había intentado componer otra ópera antes de iniciar la creación de Genoveva: se trata de la ópera El corsario, con un libreto de Marbach basado también en Lord Byron. Esta ópera, sin embargo, quedó inconclusa y de ella sólo existe un coro de corsarios y el bosquejo de un aria. En cuanto a la música de Genoveva, algunos musicólogos han apuntado que en ella Schumann empleó una técnica de reminiscencias temáticas (especialmente en los diseños melódicos dedicados al villano Golo) que pudieran tomarse como una forma muy particular del uso del leitmotiv. Sin embargo, ahí donde Richard Wagner (1813-1883) enfatizaba enérgicamente la presencia de cada leitmotiv, Schumann trabajó esta idea en Genoveva de un modo bastante discreto. Por cierto, se ha dicho también que en lo que se refiere al diseño de melodías y al tratamiento de la armonía, Genoveva presenta un lenguaje muy similar al que Wagner estaba empleando en la década de 1850. Como referencia, se puede mencionar que el Lohengrin de Wagner se estrenó un par de meses después que la ópera de Schumann. Genoveva fue estrenada en el Teatro Municipal de Leipzig el 25 de junio de 1850, y la fría recepción que le dio el público motivó que la obra fuera retirada después de sólo tres representaciones.
EDWARD ELGAR (1857-1934)Concierto para violoncello y orquesta en mi menor, op. 85
Adagio-Moderato
Lento
Adagio Allegro
Apesar de que sus obras más conocidas e interpretadas son las famosas Variaciones Enigma, en donde utiliza la orquesta sinfónica como vehículo sonoro, la verdad es que Edward Elgar tuvo serias dudas antes de abordar la escritura orquestal. Según se puede deducir de su correspondencia con el gran director alemán de orquesta Hans Richter, Elgar tenía en mente la idea de componer una sinfonía, pero su hipersensibilidad le hacía dudar que su desarrollo musical fuera lo suficientemente sólido como para atreverse a realizar un ensayo en esa difícil área de la creación musical. Finalmente, Elgar se decidió y terminó su Primera sinfonía en 1908. Fue estrenada ese mismo año, bajo la batuta de Richter, primero en Manchester y después en Londres, con tanto éxito que en el lapso de un año fue interpretada cerca de 90 veces. El buen recibimiento que el público y la crítica dieron a esta obra abrió las puertas de la imaginación a Elgar, quien de pronto se llenó de ideas sinfónicas y abordó la creación de obras orquestales en repetidas ocasiones. Así, compuso su Concierto para violín, que fue estrenado por Fritz Kreisler en 1910; la Segunda sinfonía en 1911; el estudio sinfónico Falstaff en 1913; y finalmente, el Concierto para violoncello en 1919. Puede decirse que aun en esta última obra, considerada como su canto del cisne, Elgar se aproximó a la música de una manera humilde, quizá incluso tentati-
va, manteniendo hasta el final de su carrera la actitud que lo caracterizó desde sus primeras composiciones, una actitud formada en partes iguales de hipersensibilidad y autocrítica. Por otra parte, es también un hecho que no todos sus contemporáneos dieron buen recibimiento a su música. Como un ejemplo de ello, se encuentra entre la correspondencia de Elgar una carta dirigida a Frank Webb y fechada en Kensington el 29 de julio de 1890. Un fragmento de la carta dice así:
Mi Obertura está terminada, y no creo que guste, pero hay que hacer la prueba. Encuentro, por mi limitada experiencia, que los amigos son a quienes más hay que temer. Yo podría llenar un libro poco divertido con los juicios que se han hecho contra mis anteriores composiciones. Cuando he escrito algo lento, dicen que debió ser rápido; cuando era alto, dicen que debió ser bajo; cuando compuse algo caprichoso, debió ser solemne. En una palabra, siempre me he equivocado.
Al parecer, donde Elgar se equivocó fue al juzgar la obra a la que se refería en la carta como su obertura Froissart, que casualmente fue la primera de sus obras en llamar favorablemente la atención del público y la crítica. Y así como tantos otros compositores han pasado por períodos creativos claramente diferentes entre sí, la carrera musical de Elgar sufrió un cambio radical. Muchas de sus obras de lo que podría llamarse su “primera época” ostentaban una especie de porte gallardo, casi militar (recordemos que su esposa, Caroline Roberts, era hija de un general del ejército) que fue un sello característico de ese período. No obstante, al final de la Primera Guerra Mundial su sensibilidad lo hizo alejarse por completo de esa línea de pensamiento y comenzó a producir obras en una vena más lírica, más contemplativa y, finalmente, más sincera. A esta nueva época pertenece su Concierto para violoncello.
La composición de la obra fue iniciada en el invierno de 1918-1919, y la pieza estuvo terminada en agosto de 1919 en la cabaña Brinkwells que Elgar poseía cerca de Fittel-
worth, en el condado de Sussex. Alguien preguntó en una ocasión a Elgar sobre el significado interno de este Concierto para violoncello, a lo que el compositor contestó: “Es la actitud de un hombre ante la vida.” La señora Elgar, que siempre apoyó a su marido en su carrera musical y que era creyente convencida del talento del compositor, anotó esto en su diario, en la época de creación del Concierto para violoncello: “Edward está escribiendo música nueva y maravillosa, totalmente diferente a todo lo que ha escrito antes”. Con estas palabras, quizá sin saberlo, la señora Elgar confirmaba intuitivamente el cambio que la guerra había operado en el espíritu del compositor. De cualquier modo, el mismo Elgar pareció estar satisfecho con la obra desde el momento de su creación. El compositor dijo sobre su Concierto para violoncello: “Es una obra verdaderamente grande, y creo que es viva y buena”.
El Concierto para violoncello de Edward Elgar fue estrenado el 27 de octubre de 1919 en el Queen’s Hall de Londres, bajo la dirección del compositor, con Felix Salmond como solista y la Orquesta Sinfónica de Londres. Poco tiempo después, la carrera de Elgar sufriría otro cambio radical: en 1920 murió su esposa Caroline y el compositor perdió la chispa musical. Se retiró a la campiña y pasó el resto de su vida en semi-retiro, componiendo sólo algunas piezas de ocasión, ninguna de las cuales estuvo a la altura de su mejor música. Respecto a su cálido Concierto para violoncello, vale la pena mencionar que se trata de una de esas obras que están asociadas a una interpretación única, mágica, legendaria, que cualquier amante del violoncello debe escuchar. Se trata de la grabación que realizó la malograda violoncellista inglesa Jacqueline DuPré y que, según los enterados, es la mejor y más apasionada versión que se ha hecho de esta obra de Elgar.
ROBERT SCHUMANN (1810-1856)
Sinfonía No. 4 en re menor, Op. 120
Ziemlich langsam - Lebhaft
Romanze: Ziemlich langsam
Scherzo: Lebhaft
Langsam - Lebhaft
uno se da a la tarea de escribir sobre música, no puede menos que pensar en la deuda contraída automáticamente con todos aquellos que, en tiempos pasados, lo han hecho por un motivo u otro. Salvo raras excepciones, todo lo que sobre música escribimos nace de lo escrito por las plumas de otros, en un lenguaje u otro, en notas o en palabras: compositores, instrumentistas, directores de orquesta, cantantes, críticos musicales, ensayistas, musicólogos, educadores, historiadores, melómanos ilustrados, y tantos otros que con sus letras nos han abierto las puertas del mundo de la música. Sin embargo, al reconocer esa deuda, a veces olvidamos dar las gracias a un grupo de personas que, sin duda, han contribuido enormemente a nuestro conocimiento de la música de todos los tiempos: me refiero a todos aquellos que en una época u otra se han dado a la tarea de escribir un diario. Ese extraño impulso de terminar cada jornada consignando al papel lo más interesante del día es sin duda una de las más ricas e interesantes fuentes de información en torno al personaje que escribe, y en torno a cualquier actividad humana, y la música no es la excepción.
Cuando
En este caso particular, el agradecimiento va para la pianista y compositora Clara Wieck, quien en 1840 se convirtió en Clara Schumann (1819-1896) al casarse con el compositor alemán Robert Schumann. A los diarios de Clara debemos muchísima información sobre Schumann y su música, y sobre el ambiente
musical alemán del siglo XIX. Así pues, iniciemos la consulta del diario de Clara Schumann, en particular la entrada que corresponde al día 31 de mayo de 1841. Dice así:
Robert inició ayer otra sinfonía, que será en un movimiento, pero tendrá un adagio y un final. No he oído nada de la obra, pero oigo el constante ajetreo de Robert y escucho insistentemente el re menor en la distancia, por lo que sé que otra obra está tomando forma en el fondo de su alma.
Lo más interesante de este párrafo es, sin duda, la asociación directa que Clara Schumann hace entre la tonalidad de re menor y las profundidades del alma del compositor. Es especialmente significativo en este contexto el hecho de que el propio Schumann escribió un artículo en el que intentaba resolver (sin éxito) el curioso problema de la caracterización de las tonalidades. Afirmaba Schumann, con razón, que era igualmente inadmisible suponer que un sentimiento determinado sólo podía ser expresado musicalmente a través de una tonalidad específica, o sostener que cualquier sentimiento podía ser expresado en cualquier tonalidad. Aparentemente, nadie ha podido resolver esta cuestión, ni desde el punto de vista de la percepción subjetiva, ni desde el punto de vista de la acústica.
El caso es que la Cuarta sinfonía de Schumann, que según su mujer emergía desde el fondo de su alma, estuvo terminada en septiembre de 1841, y el compositor ofreció el manuscrito a su esposa el día en que bautizaron a su primer hijo. Suele considerarse a esta sinfonía como lo mejor de la producción de Schumann, y esta opinión fue establecida por sus contemporáneos. Treinta años después de la muerte de Schumann, el compositor Johannes Brahms (1833-1897) escribió lo siguiente sobre la Cuarta sinfonía:
La instrumentación original siempre me ha encantado. Es un verdadero placer ver algo tan
espontáneo y brillante expresado con tanta gracia y facilidad. Me recuerda a la Sinfonía en sol menor (la número 40) de Mozart, sin compararla en otros aspectos. Todo es tan natural que es imposible imaginarlo de modo diferente. No hay colores duros, no hay efectos forzados. Por otra parte, hay que reconocer que el disfrute de la versión revisada tiene también sus ventajas.
A lo que Brahms se refería respecto a lo original y lo revisado puede explicarse fácilmente. De hecho, esta sinfonía es la segunda escrita por Schumann, aunque hoy la conocemos como la cuarta de su catálogo. Sucedió que el compositor, insatisfecho con la obra después de su estreno, la retiró y la guardó hasta 1851, año en que la revisó, realizando modificaciones sustanciales en el manuscrito original. Para entonces, Schumann ya había escrito y publicado otras dos sinfonías. La versión revisada de la sinfonía en re menor fue estrenada en 1853 y publicada ese mismo año, y si bien consta de cuatro movimientos, siempre fue la intención de Schumann que se tocaran en forma continua, sin interrupciones. Uno de los cambios notables entre ambas versiones está en el hecho de que en la primera, Schumann designó los movimientos en italiano y, en la segunda y definitiva, en alemán. La sinfonía fue dedicada por Schumann al gran violinista Joseph Joachim (1831-1907) con estas palabras:
Cuando las primeras notas de esta sinfonía fueron despertadas, Joseph Joachim era aún un pequeñuelo; desde entonces, la sinfonía y el pequeñuelo han crecido, por lo que la dedico a él, aunque solamente en privado.
Para finalizar con una última referencia a la percepción de la tonalidad de esta sinfonía: en un curioso texto en el que se intenta analizar el carácter de cada tonalidad musical, nos enteramos de que re menor es considerada como una tonalidad contemplativa y apasionada, casi religiosa, de carácter devocional y tranquilo, y al mismo tiempo noble. ¿Serán estas, en verdad, las cualidades de la Cuarta sinfonía de Schumann?
Por cierto: Robert Schumann no fue el único en “intervenir”, como se dice en nuestro tiempo, el manuscrito de su Cuarta sinfonía. Años más tarde, el gran compositor y director de orquesta Gustav Mahler (1860-1911) hizo nuevas orquestaciones de las cuatro sinfonías de Schumann.
JUAN ARTURO BRENNAN
Vahan Mardirossian Director invitadoVahan Mardirossian nació en Armenia y se graduó con distinción en el Conservatorio de París en 1996. Disfruta de una floreciente carrera como director de orquesta y piano solista. Durante muchos años fue director titular de la Orquesta Sinfónica de Caen en Francia y director musical de la Orquesta Nacional de Cámara de Armenia (NCOA). A partir de la temporada 2019-2020 es el director titular de la Orquesta de Cámara de la Ciudad de Hong Kong. Desde 2021 se desempeña como director musical de la Orchestre Royal de Chambre de Wallonie.
Vahan Mardirossian es invitado con regularidad como director en Europa y Asia. Sus compromisos anteriores incluyen conciertos con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Praga, la Orquesta Nacional de la País de Loira. la Orquesta Filarmónica de Armenia, La Orquesta Filarmónica de Praga, la Orquesta Filarmónica de Líbano, la Orquesta “Amalgam” (que comprende músicos de la Orquesta Filarmónica de Estrasburgo y la Orquesta Sinfónica SWR Baden-Baden Freiburg), la Orquesta de la Ópera de Toulon, las orquestas de Douai y Cannes en Francia y la Orquesta Filarmónica de Cámara de Novosibirsk. Después de un debut de gran éxito con la Orquesta Filarmónica de Tokio en 2014, fue invitado a dirigir la Orquesta Sinfónica de NHK y la Orquesta Filarmónica de Japón en la temporada 2014-2015.
Durante la misma temporada dirigió la Orquesta Sinfónica de la Radio de Praga, la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, la Philharmonie Südwestfalen y la Orquesta Nacional de Bulgaria. En 2017 realizó un recital de piano en el Carnegie Hall de Nueva York, dirigió a la Sociedad Filarmónica Nacional de Ucrania en una gira por Japón interpretando la Sinfonía n.º 9 de Dvorak y volvió a dirigir la Orquesta Filarmónica de Tokio en el Suntory Hall. De 2016 a 2018 debutó como director con la Or-
questa Filarmónica de Kansai, la Orquesta Colonne, la Orquesta Filarmónica de Rusia, la Orquesta Sinfónica de Sanremo y la Orquesta de Cámara de Luxemburgo. En 2018 dirigió la Orquesta de Cámara de la Ciudad de Hong Kong en el Festival de las Artes Le French May y realizó una gira con la orquesta dando varios conciertos en el Festival Internacional de las Artes de Shanghái en China. En 2019 dirigió la Philharmonie Südwestfalen y el Verdi Concert Choir Japan en el Réquiem de Verdi en el Royal Concertgebouw de Ámsterdam y grabó un CD con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Praga.
Vahan Mardirossian ha tenido el privilegio de colaborar con muchos solistas de renombre internacional, incluidos Ivry Gitlis, Augustin Dumay, Lars Vogt, Richard Galliano, Sergei Babayan, Andreas Frölich, Giovanni Sollima, Alexander Hülshoff, Daishin Kashimoto, Teiko Maehashi, Boris Brovtzyn, Boris Andrianov, Alexander Markov, Pavel Vernikov, Vladimir Sverdlov-Ashkenazy, Diemut Poppen, Svetlin Roussev, Brigitte Engerer, Xavier Phillips, Kun Woo Paik, Viktoria Postnikova, Sergei Nakaryakov, Gary Hoffman, Alexander Chaushian, Alexandra Soumm, Alexander Ghindin, Igor Tchetuev, Jacques Rouvier , Jean-Marc Phillips-Varjabedian, Jean-Claude Pennetier, Marc Coppey, Nicolas Dautricourt, Stéphane Bechy, Guy Touvron, Roland Daugareil y André Cazalet.
Sus discos incluyen grabaciones con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Praga, la Württembergische Philharmonie Reutlingen, la Orquesta Real de Cámara de Valonia, la Orquesta Sinfónica de Caen y la Orquesta Nacional de Cámara de Armenia.
Conocido internacionalmente como solista de piano, Vahan Mardirossian a menudo se presenta tocando los conciertos de Bach, Haydn, Mozart, Beethoven, Grieg o Shostakovich mientras dirige simultáneamente la orquesta desde el teclado. Como solista de piano ha actuado bajo la dirección de Maestros como Kurt Masur, Paavo Järvi, Yutaka Sado, John Axelrod y Yuri Ahronovitch.
BRUNO MENTE Violonchelista
Es originario de Chastre (Bélgica), donde inició sus estudios de violonchelo a temprana edad con la maestra Myriam Bultinck. Posteriormente, fue alumno de Claude Giampellegrini en el Conservatorio Municipal de la Cuidad de Luxemburgo (Luxemburgo) y del Prof. Justus Grimm en el Conservatorio Real Flamenco de Amberes (Bélgica), donde obtuvo el grado académico de Master of Arts en el año de 2011. Paralelamente a sus estudios de música, se tituló de licenciado en Lenguas y Literaturas Romances por la Universidad Católica de Lovaina (UCL) y de Maestro en Letras Hispanoamericanas por la Universidad de Guanajuato (CONACYT-PNPC).
Actualmente, se desempeña como violonchelista de fila en la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato y profesor de violonchelo en el Departamento de Música de la misma institución. Además, ha sido invitado recientemente a formar parte de distintos grupos de música de cámara (Cuarteto internacional y Quinteto Bawuf) que han tenido presentaciones durante las temporadas de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato en el marco de los ciclos de “Solistas de la OSUG”, participó en la creación del ciclo de música y literatura que ocurrió en marzo 2018 y coordinó los trabajos académicos que se presentaron en el Beethoven Fest de la OSUG en agosto de 2021. También, presentó ponencias en coloquios especializados, principalmente sobre las obras narrativas del escritor Alejo Carpentier y del escritor mexicano Mario Bellatin.
PROGRAMA 4
Director titular
Roberto Beltrán Zavala
Violines Primeros
Dmitry Kiselev - Concertino
Héctor Hernández Pérez –
Asistente de concertino
Maksim Smakkev
Jorge Luis Torres Martinez
Luis Enrique Palomino
Katherine Giovanna Ramírez
Urpi Dainzú Holguin González
Yessica Melgar
David Jesús Viña
Pedro Zayas Aleman***
David Pérez Patlan***
Andrés Tovar Gómez***
Violines Segundos
Sergio Andrés González * (-)
Valeria Blanco Mota ** (-)
Elizabeth Martínez Ramírez
Maria Camila Florez
Andrés Idelfonso Gallegos
Rodríguez
Carlos Alberto López García
Moab Alberto González López
Fidel Berrones Goo
Oscar González
Abraham Quintanilla***
Christian Barajas ***
Violas
Alexander Applegate *
Lydia Bunn **
Augusto Antonio Mirón Pleitez
Betsabé Jiménez Valencia
Carlos Reyes Hernández
Anayantzi Oropeza Silva
Víctor Manuel Rufino Figueroa
Oscar Pinedo Nava
Violonchelos
Michael Severens *
Bruno Mente ** (-)
Luis Gerardo Barajas Bermejo
Fernando Melchor Ascencio
Fortunato Rojas Francisco
Omar Barrientos
Omar Sánchez ***
Isaac Quintanilla Melgar***
Contrabajos
Russell Brown *
Óscar Argumedo González *
Jorge Preza Garduño
Rodrigo Mata Álvarez
Pedro Álvarez Vigil
Guillermo Caminos López
Andrés Peredo Plascencia
Flautas
Cuauhtémoc Trejo *
Baltazar Diaz **
Laura Gracia
Oboes
Héctor Fernández *
Jorge Arturo García Villegas
Clarinetes
Hugo Manzanilla *
Heather Millette ** - Clarinete
Piccolo
Fagotes
Katherine Snelling *
Ariel Rodríguez Samaniego
Andres Félix Granados***
Cornos
Claire Hellweg *
Darío Bojórquez **
Michelle Pettit
Daniel Norman
Apolinar Alavez Salas
Daniel González***
Trompetas
Macedonio Pérez Matías *
Juan Cruz Torres Díaz **
José Cayetano Hernández Díaz
Bryan Prunetta***
Trombones
Louis Olenick *
Gil Martínez Herrera
Edgardo Jiménez ***
Trombón bajo
John Swadley
Tuba Salvador Pérez Galaviz *
Timbales
Óscar Samuel Esqueda Velázquez *
Percusiones
Mario Alonso Gómez Sosa **
Octavio Zapien González
Alan Sánchez Sánchez
Ulises Hernández
Arpa
Piano Iván Hugo Figueroa **
*Principal **Co-principal ***Invitado (-) Temporal
Personal Administrativo OSUG
Alejandro Guzmán Rojas Gerente
Carolina de la Luz Pérez Cortés Coordinadora de personal
Lilian Bello Suazo Coordinadora de producción Diseñadora
Juan Carlos Urdapilleta Muñoz Coordinador de Biblioteca
Atziri Joaquin Ramos Coordinadora de relaciones públicas
Zugehy Alejandra Soto Vázquez Administradora
Cuauhtémoc Vega
Gustavo Emilio Espinosa R.
Manuel Gutiérrez Auxiliares Técnicos
PROGRAMA DE MANO
Notas al programa:
Juan Arturo Brennan
Corrección de notas:
Jonathan Mirus
Fabiola Correa
DR. LUIS FELIPE GUERRERO AGRIPINO Rector General
DRA. CECILIA RAMOS ESTRADA Secretaria General
DR. SERGIO ANTONIO SILVA MUÑOZ Secretario Académico
DR. SALVADOR HERNÁNDEZ CASTRO Secretario de Gestión y Desarrollo
DR. JOSÉ OSVALDO CHÁVEZ RODRÍGUEZ Director de Extensión Cultural