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FRANZ SCHUBERT (1797-1828)

Sinfonía no. 4 en do menor, D. 417, Trágica

Adagio molto – Allegro vivace

Andante

Menuetto: Allegro vivace

Allegro

No hay duda de que la obra más popular de Franz Schubert es su Octava sinfonía, la famosa Inconclusa, que por complejas razones históricas y de catalogación recientemente se ha convertido en su Séptima. Esto no deja de ser interesante si se considera que la música sinfónica no fue la especialidad de este precoz y malogrado compositor. En efecto, una revisión del catálogo de sus obras permite confirmar que la música de cámara y las canciones ocupan, por mucho, los sitios preeminentes en su producción. He aquí una lista de las partituras que Schubert dedicó a la orquesta:

- Ocho sinfonías

- Un bosquejo para otra sinfonía

- Música incidental para Rosamunda

- Música incidental para La Clochette, una ópera de Ferdinand Hérold (1791-1833)

- Ocho oberturas

- Una pieza de concierto para violín y orquesta

- Una polonesa para violín y orquesta

- Un rondó para violín y cuerdas

- Cinco danzas alemanas, con coda, y siete tríos

- Seis minuetos

- Seis tríos

- Fragmentos y bosquejos de obras varias

En el año de 1816, año de la composición de su Cuarta sinfonía, Schubert dedicaba su talento a atender el puesto de maestro asistente en una escuela dirigida por su padre. Dos años de esta tediosa labor habían aburrido a Schubert, y el joven de 19 años buscaba alguna otra alternativa para su vida pro- fesional. Así, el compositor hizo una solicitud para obtener el puesto de director musical en una escuela de la ciudad de Laibach (que hoy es la ciudad de Ljubljana, Eslovenia, en lo que fue Yugoslavia), solicitud que le fue rechazada y el puesto fue a dar a manos de un músico local de nombre Franz Sokol. Para entonces, Schubert ya había compuesto un buen número de canciones, entre ellas algunas son consideradas hoy como obras maestras. Muchas habían sido escritas sobre textos de Johann Wolfgang von Goethe, cuyos poemas inspiraron las mejores canciones de Schubert. En ese mismo año de 1816, algunos amigos de Schubert trataron de que Goethe se interesara en el trabajo del compositor. En abril, le enviaron a Goethe, que por entonces se hallaba instalado en Weimar, un volumen con 16 canciones de Schubert compuestas sobre sus poemas. Contra lo que Schubert y sus amigos hubieran podido esperar, a Goethe no le importaron mucho las canciones. Así pues, al final de 1816, Franz von Schober, uno de los amigos más cercanos de Schubert, lo convenció de que pidiera una licencia en la escuela de su padre, y se lo llevó a vivir con él, para facilitarle su labor creativa.

De este período data la Cuarta sinfonía de Schubert, cuyo sobrenombre de Trágica le fue puesto por el propio compositor. ¿Por qué Trágica? Por la sencilla razón de que por aquellos tiempos era muy usual el tratar de asociar cierto tipo de música con ciertos estados de ánimo. Esa tendencia, por cierto, aún tiene cierta vigencia en nuestro tiempo. Como referencia a este estado de ánimo en particular, cabe recordar que Johannes Brahms (1833-1897) compuso una Obertura trágica, y que la Sexta sinfonía del compositor inglés Havergal Brian (18761972) lleva el mismo sobrenombre. De inicio, pudiera afirmarse que Schubert escuchó lo trágico de su sinfonía en la oscura tonalidad de do menor que eligió para la obra. Sin embargo, muchos musicólogos han negado que haya algo de realmente trágico en esta sinfonía. Percy Goetschius, por ejemplo, afir- maba que el sobrenombre de Trágica había sido un gran error de Schubert, ya que un adolescente de 19 años no podía tener ni la más remota idea de lo trágico y de la tragedia. Evidentemente, el señor Goetschius se equivocaba. ¿Quién dice que las tragedias ocurren sólo en la época madura de la vida de los hombres? De cualquier modo, si hay algo trágico que pueda detectarse en la Cuarta sinfonía de Schubert, al menos según los cánones de la tradición romántica, seguramente se encuentra en la introducción de la obra. Como preámbulo al tradicional allegro de sonata inicial de una sinfonía, Schubert propone un breve episodio introductorio lento, oscuro, melancólico... quizá trágico, un poco a la usanza de ciertas sinfonías de Joseph Haydn (1732-1809). De inmediato viene el Allegro, cuyo tema principal ha sido identificado con una melodía de la ópera Orfeo y Eurídice de Christoph Willibald Gluck (17141787). Lo trágico de esta sinfonía (si en verdad existe) vuelve a aparecer en el último movimiento, relacionado temáticamente con el primero. Para el final de la obra, sin embargo, lo trágico cede el paso a la brillantez y el optimismo, cuando Schubert decide concluir la Cuarta sinfonía en la radiante tonalidad de do mayor.

Al parecer, esta sinfonía no fue ejecutada en público en vida del compositor. Se menciona, cuando mucho, una posible interpretación privada realizada para beneficio del compositor y sus amigos. El estreno público de la Sinfonía Trágica de Schubert se realizó en Leipzig el 19 de noviembre de 1849, más de 20 años después de la muerte de Schubert. La ejecución estuvo a cargo de la Sociedad Euterpe, bajo la batuta de August Ferdinand Riccius.

Jorge Vázquez, DIRECTOR

Jorge Vázquez ha cautivado a músicos y audiencias de todo el mundo por ofrecer en sus conciertos una “interpretación dinámica” y por su capacidad para “recuperar el deseo ferviente de los compositores”. Actualmente es Director Artístico y Fundador de Filarmonía en México. Ha sido Director Asistente en la Ópera Nacional de Polonia y Director Artístico de la Miami Chamber Orchestra.

Calificado por la crítica como un “virtuoso director” Vázquez se ha establecido como uno de los directores líderes de su generación presentándose regularmente en países como Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Rusia, Francia, Italia, España, Polonia, República Checa, Argentina, Portugal, Rumania y México. Ganó el Primer Lugar en el concurso internacional “4X4 Prizes for Composers and Conductors” organizado por la Universidad de Oklahoma y el Primer Lugar en el concurso “Nuevos Talentos en Dirección de Orquesta” de la Orquesta Sinfónica de Xalapa. Fue ganador del concurso Sergey Kussewitzky en Italia y fue Laureado en el International Conducting Competition Bucharest en Rumania.

Jorge Vázquez ha dirigido orquestas como la City of Birmingham Symphony Orches- tra, Orchestre National d’Île de France, MDR Leipzig Radio Symphony, Rochester Philharmonic, Fort Worth Symphony Orchestra, Orquesta de la Ópera Nacional de Polonia, Orquesta Sinfónica Nacional de México, Orchestre de Picardie, Filarmónica George Enescu, Ensamble de la Orquesta de Cadaqués, Orquesta Filarmónica de Málaga, Kielce Philharmonic, Olsztyn Philharmonic, Hradec Kralove Philharmonic, Orquesta de la Academia del Teatro Colón, Berlin Sinfonietta, OFUNAM, Orquesta Sinfónica de Xalapa, University of Oklahoma Symphony Orchestra, Gwinnett Symphony Orchestra, Miami Music Festival Symphony Orchestra, Orquesta Sinfónica de Michoacán, Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla, Orquesta Sinfónica de Oaxaca, Orquesta Sinfónica de Tamaulipas, Orquesta Filarmónica de Querétaro, Orquesta Sinfónica de Hidalgo y la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes.

Estudió dirección bajo la invitación del afamado maestro Grzegorz Nowak, Director Permanente Asociado de la Royal Philharmonic de Londres y Director Titular de la Ópera Nacional de Polonia. Ha asistido a Nowak en ensayos, producciones operísticas, conciertos y grabaciones con la Royal Philharmonic de Londres, Ópera Nacional de Polonia, Orquesta Clásica Santa Cecilia en Madrid y Sinfonia Varsovia. Vázquez fue premiado con el primer Miami Symphony Conducting Fellowship en la historia de la orquesta asignado por su director titular Eduardo Marturet.

Ha tomado clases con directores de renombre internacional como José Serebrier, David Effron, Nicolás Pasquet, Johannes Schlaefli, Giancarlo Guerrero, Lior Shambadal, Manuel Hernandez Silva, Enrique Arturo Diemecke y Neil Varon. A la vez ha ganado invitaciones de una selección de directores de todo el mundo para dirigir en el Weimar Conducting Masterclasses organizado por la Hochshule für Musik Franz Liszt Weimar, Summer Conducting Institute en la Eastman School of Music y la International Masterclasses Berlin.

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