ORQUESTA SINFÓNICA DE LA UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO Tradición y vanguardia La Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG) ocupa un lugar privilegiado en el panorama musical de México como uno de los ensambles orquestales de mayor prestigio en el país y con una sólida proyección internacional. Desde su fundación, importantes solistas y directores han participado en los programas de la orquesta, entre ellos Francesca Dego, Yuja Wang, Brodsky Quartet, Shlomo Mintz, Dmitri Hvorostovsky, Neeme Järvi, Cyprien Katsaris Christian Lindberg, Eduardo Mata, Jorge Federico Osorio, Leif Segerstam, y el Trío Altenberg. En razón de su alta calidad interpretativa, la OSUG es la orquesta residente del Festival Internacional Cervantino, el festival dedicado a las artes escénicas más importante de América Latina, mismo en el que ha participado con programas de gran trascendencia como el estreno en México de la Sinfonía no. 4 de Lutoslawski, las Sinfonías no. 4 y 7 de Shostakovich, Das Lied von der Erde de Mahler y decenas de estrenos y ejecuciones de obras de compositores tales como Mario Lavista, Joaquín Gutiérrez Heras, Phillip Manoury, Igor Stravinsky, Anton Bruckner, Silvestre Revueltas. Gracias a su enorme repertorio, dinamismo y personalidad, la OSUG ha sido invitada a diversos festivales nacionales y ha realizado múltiples giras internacionales. Esta orquesta es testimonio vivo de la larga tradición cultural del estado de Guanajuato y es la primera orquesta profesional permanente de una universidad mexicana. Su concierto inaugural ocurrió el 25 de abril de 1952 bajo la batuta del maestro José Rodríguez Frausto, quien estuvo al frente de ella por 34 años. En 1986 asumió la dirección el maestro Mario Rodríguez Taboada y para 1992 la OSUG se fusionó con la Filarmónica del Bajío para crear un solo organismo, del cual
asumió la titularidad Héctor Quintanar. Durante este periodo, la orquesta desarrolló un valioso proyecto de difusión de la música nacional con la grabación de seis discos compactos de la colección Compositores Mexicanos, integrada por 32 obras inéditas de 23 autores. En 1997 José Luis Castillo asumió el cargo de director titular y expandió notablemente el repertorio de la orquesta, recorriendo todas las etapas del vasto espectro musical con un acento particular en lo contemporáneo. De 2005 a 2011 Enrique Bátiz asumió el cargo de director invitado y asesor musical, con quien la OSUG realizó giras por China y Egipto. En 2012, año en que la OSUG cumplió sesenta años de existencia, se designó como director titular al maestro Juan Trigos, quien continuó la idea de difusión de la música nacional impulsada en la OSUG por Héctor Quintanar. Entre 2012 y 2014 se efectuaron giras por México, Estados Unidos e Italia. En junio de 2015 Roberto Beltrán Zavala fue nombrado director titular de la OSUG. Con una sólida carrera internacional y una nutrida agenda de conciertos su enfoque en el sonido Orquestal y en el repertorio post-romántico ha dado a la OSUG una profunda personalidad como ente artístico.. En mayo y junio de 2017, con motivo de sus 65 años de fundación, la OSUG realiza exitosamente una gira por Europa, donde compartió escenario con, el Cuarteto Brodsky, Francesca Dego y Shlomo Mintz, en importantes salas de conciertos y teatros de España, Francia e Italia donde se culminó con un exitoso concierto en la prestigiada sala Verdi en Milán.
FELIX MENDELSSOHN (1809-1847) Obertura Las Hébridas, o La gruta de Fingal, op. 26
Frente a la costa occidental de Escocia se encuentra un grupo de más de 500 islas de tamaño y configuración variada, conocidas colectivamente como las Islas Hébridas. Menos de la quinta parte de las islas se encuentra habitada, y la población de las Hébridas es variable debido a constantes fenómenos de migración. Hay en las islas un poco de agricultura, algo de ganadería, ciertas actividades pesqueras y, sobre todo, la confección de ese tipo de tela típicamente británica que se conoce como tweed. En algunas de las islas pueden verse monumentos prehistóricos y en otras, algunos restos arquitectónicos del cristianismo medieval. Debido a su distribución geográfica algunas de las islas pertenecen a un condado escocés, mientras que otras pertenecen a otro. Para efectos cartográficos las Hébridas han sido divididas en Hébridas Exteriores y Hébridas Interiores. Las más importantes entre las primeras son las islas de Lewis y Harris, Benbecu-
la, Uist Norte, Uist Sur, Barra, St. Kilda, las Islas Flannan y las Islas Shiants. Entre las más importantes de las Hébridas Interiores están Skye, Tiree, Lismore, Mull, Iona, Jura, Islay, Gigha, Ulva, Kerrera y Scarba. Ahí, en pleno mar de las Hébridas, flanqueada a oriente y occidente por las islas de Mull y Tiree, y al norte y al sur por las islas de Ulva y de Iona, se encuentra una pequeña isla, Staffa, que está en el origen de una bellísima partitura de Mendelssohn, una de sus mejores obras, y sin duda una de las piezas de música descriptiva más notables de todo el siglo XIX. En 1829, a los 20 años de edad, Mendelssohn realizó la primera de sus visitas a Inglaterra, país que habría de ser muy hospitalario para su música y su persona. Como viajero ilustrado que era, Mendelssohn solía escribir interesantes y evocativas cartas desde los lugares que visitaba, cartas que son una fuente invaluable de información sobre su pensamiento musical y sobre sus apreciaciones de la cultura y la naturaleza humana. En fin, que en ese año de 1829 Mendelssohn dirigió una sinfonía suya en la Sociedad Filarmónica de Londres con éxito apreciable. En el verano de ese año el compositor alemán viajó a Escocia, y de esa jornada son algunas de sus cartas más poéticas y evocativas. Como era de esperarse, el viaje lo llenó también de ideas musicales. En sus propias palabras, Mendelssohn afirmó que había ido a Escocia con el oído abierto a las canciones folklóricas, con el alma dispuesta a admirar la campiña y el corazón preparado para apreciar las piernas desnudas de las nativas. En la localidad de Abbotsford el compositor alemán se encontró con el gran escritor escocés sir Walter Scott, a
través de cuyas novelas el mundo conoció el agreste e impresionante paisaje de Escocia, incluyendo por supuesto a las Islas Hébridas. Para añadir contenido visual a la imagen puramente literaria, se encargó al pintor William Turner ilustrar una edición de textos de Scott. Como parte de su trabajo Turner visitó las Hébridas en 1831 y llegó hasta la isla de Staffa. En 1832 se exhibió en la Academia Real una pintura suya relativa a su visita a las Hébridas, titulada Staffa, la gruta de Fingal, que causó una gran impresión entre sus contemporáneos. La pintura en cuestión se refiere a una gruta de la isla, que mide cerca de 70 metros de largo y 20 de alto, y cuya bóveda está sustentada por altas paredes naturales de basalto. Fue esta gruta, y el sonido del mar entrando en ella, el origen de la obertura Las Hébridas de Mendelssohn, obra que también es conocida como La gruta de Fingal. Ahí mismo, parado ante el majestuoso paisaje costero de Escocia, Mendelssohn anotó la frase musical con la que inicia su obertura, que a la larga habría de resultar una de sus obras mejor logradas. Este logro, sin embargo, no fue fácil. Mendelssohn compuso y descartó dos versiones de la obertura, no quedando satisfecho sino hasta la tercera versión, que es la que se conoce en la actualidad. Más tarde, Mendelssohn mencionaría que ciertos materiales descartados de la primera versión le sonaban más a contrapunto que al mar y a las gaviotas. Finalmente, en 1833, Mendelssohn dirigió en Berlín el estreno de su obertura Las Hébridas o La gruta de Fingal, y desde ese día la obra ha ocupado un merecido lugar de privilegio en las salas de conciertos de todo el mundo. Un
gran equilibrio formal, un conciso y claro desarrollo de los temas principales, una orquestación vital pero no exhibicionista y, sobre todo, un gran poder de evocación, son las cualidades de esta pequeña joya musical del romanticismo. Como dato curioso, recuerdo que hace muchos años se transmitió por la televisión una serie de dibujos animados en la que un extraño pajarraco, flemático, estoico y displicente, daba pequeños saltos por todas partes acompañado por el tema inicial de la obertura Las Hébridas (Inki y el pájaro Minah, 1943). Más curioso aún, conozco a un buen número de melómanos que recuerdan claramente esos dibujos animados relativamente famosos gracias a la música de Mendelssohn. ¿O será que recuerdan a Mendelssohn gracias a los dibujos animados?
JEAN FRANÇAIX (1912-1997) Concierto para flauta y orquesta I. Presto. (Attacca) II. Andantino – Allegro moderato – Tempo I (Attacca) III. Scherzo (Attacca) IV. Allegro – Allegretto con spirito molto – Vivo subito
Hay ocasiones en que el mejor juez del talento de un compositor joven es un compositor maduro. Para muestra, una carta enviada por Maurice Ravel (18751937) al padre de Jean Françaix, el 10 de enero de 1923, en la que le decía lo siguiente:
Señor: Desde hace cinco meses, no he dejado de viajar y no he pasado en mi casa más de ocho horas seguidas. Estos desplazamientos continuos me han forzado a descuidar mi correspondencia. De ahí que me reprocho, desde hace tiempo, el no haber respondido aún a su amable carta y al muy interesante envío del manuscrito de su hijo. Entre los dones de este niño, hago énfasis sobre todo en el más fecundo que puede poseer un artista: el don de la curiosidad. Es importante no reprimir ese don precioso, a riesgo
de secar esta joven sensibilidad. Y desde ahora, puede usted recomendar a su hijo que se arme de valor para seguir la carrera en la cual se ha comprometido por su propio placer. Sírvase recibir, señor, la expresión de mi más distinguida consideración. Maurice Ravel.
Si se considera la estatura musical de Maurice Ravel y el hecho de que escribió esta carta cuando Jean Françaix tenía once años, es fácil suponer que, en efecto, Françaix era dueño de un talento poco común. ¿Cómo caracterizar entonces a Jean Françaix en el contexto de la música francesa y, de modo más importante, en el contexto de la música del siglo XX? Una posibilidad es acudir al ensayo que sobre el compositor originario de Le Mans escribió Arthur Hoérée, en el que se hace énfasis en la afinidad de Françaix con la música para la escena, a través de sus óperas, sus numerosos ballets y partituras para el cine. Hacia el final de su ensayo, Hoérée afirma lo siguiente:
Un brillante virtuoso del piano, Françaix realizó numerosas giras por Europa y los Estados Unidos; con su hijo Claude ofreció la primera audición de su vívido Concierto para dos pianos. La música de Françaix ha representado a Francia en numerosos festivales internacionales, incluyendo los Festivales de la ISCM en Viena (1932) y Palermo (1949). Su estilo evolucionó muy poco, ya que asimiló rápidamente todo lo que necesitaba aprender y, más importante, porque tenía un don innato para la invención y para expresar la maravilla y la frescura de la niñez. Ciertamente, Françaix no fue insensible al encanto de Ravel y Poulenc, ni a la novedad de La consagración de la primavera, pero tales lecciones han sido integradas en un arte muy individual, altamente pulido y de una reserva clásica.
En la producción de Françaix (que a pesar de ser variada y numerosa es relativamente poco conocida y difundida) hay una presencia notable de conciertos y de piezas concertantes para solistas y orquesta. En el rubro de los conciertos así designados por Françaix, los hay para piano, dos pianos, clavecín, violín, flauta, violoncello, contrabajo, clarinete, fagot, trombón, dos arpas, guitarra y acordeón. Además, Françaix compuso otras piezas concertantes, designadas con diversos títulos, para viola, oboe, corno y trompeta, así como algún concerto grosso, conciertos de cámara y conciertos para varios solistas. Como resultado de todo este trabajo, el catálogo de este industrioso compositor contiene música concertante para todos los instrumentos de la orquesta clásica. Entre todos estos conciertos y piezas concertantes, las obras dedicadas a los instrumentos de aliento son particularmente importantes, ya que Françaix es miembro distinguido del gran contingente de compositores franceses que, a lo largo de la historia, se han mostrado particularmente hábiles en la escritura de música para los alientos. (Por si el lector quiere saber qué tan industrioso fue Jean Françaix, está el dato de que su última obra, Nueve historietas, para barítono, saxofón tenor y piano, data de 1997, el año de su muerte). Además del Concierto para flauta de 1966, Françaix realizó otras dos contribuciones al repertorio concertante de la flauta, componiendo en 1974 un Impromptu y un Divertimento para flauta y orquesta de cámara (dedicado al gran flautista francés Jean-Pierre Rampal). Hay en su catálogo, además, algunas otras composiciones protagonizadas por
la flauta. Entre ellas, una es realmente curiosa: se trata del Coloquio de los dos pericos (1989), obra escrita para dos flautas. Su catálogo contiene también una Suite (1962) para flauta; un Divertimento (1953) para flauta y piano; Cinco pequeños duetos (1975) para flauta y arpa; Siete impromptus (1977) para flauta y fagot; la Sonata (1996) para flauta y piano, e incluso, una Sonata (1988) para flauta de pico y guitarra. Por si todo ello fuera poco, el catálogo de música de cámara de Françaix consigna también numerosas obras (tríos, cuartetos, quintetos, etc.) con importantes partes para la flauta. Jean Françaix compuso su Concierto para flauta en el año 1966.
FELIX MENDELSSOHN (1809-1847) Sinfonía no. 3 en la menor, op. 56, “Escocesa” I.Introducción (Andante con moto) – Allegro un poco agitato. (Attacca) II. Scherzo: Vivace non troppo. (Attacca) III. Adagio. (Attacca) IV. Finale: Allegro guerriero (Allegro vivacissimo) – Allegro maestoso assai
Si hemos de creer en el añejo adagio que dice que los viajes ilustran, sin duda entre los beneficiarios más notables de ello a lo largo de la historia están los músicos. Los catálogos de numerosos compositores de todas las épocas y todas las latitudes están llenos de obras inspiradas por el conocimiento (o imaginación) de tierras lejanas, exóticas y ajenas. En este sentido se impone repetir la referencia a la gran cantidad de música española escrita por compositores franceses que viajaron (real o figuradamente) al vecino país. Olvidemos, sin embargo, este lugar
común, y busquemos otras músicas que demuestran que, en efecto, los viajes ilustran. ¿Será suficiente una docena de ejemplos? Veamos...
· Johann Sebastian Bach (16851750), alemán: Concierto italiano · Franz Joseph Haydn (1732-1809), austríaco: Sinfonía Oxford · Vaclav Pichl (1741-1805), bohemio: Sinfonía Marte · Ludwig van Beethoven (17701827), alemán: Las ruinas de Atenas · François Adrien Boïeldieu (17751834), francés: El califa de Bagdad · Héctor Berlioz (1803-1869), francés: El carnaval romano · Mikhail Glinka (1804-1857), ruso: Jota aragonesa · Piotr Ilyich Tchaikovsky (18401893), ruso: Sinfonía polaca · Antonin Dvořák (1841-1904), bohemio: Cuarteto americano · Nikolai Rimski-Korsakov (18441908), ruso: Capricho español · Gustav Holst (1874-1934), inglés: Suite japonesa · Aaron Copland (1900-1990), estadounidense: El Salón México
Esta lista podría alargarse interminablemente, pero estas referencias son más que útiles para nuestros fines. Sólo falta aclarar que, en algunos de estos casos, los compositores viajaron al lugar en que se inspira la música, mientras que en
otros la inspiración fue indirecta o meramente fantasiosa. Cabe suponer, en todo caso, que el caballero Pichl no tuvo oportunidad de viajar a Marte para obtener la inspiración necesaria. En el caso particular de la sinfonía que hoy nos ocupa podemos decir que Felix Mendelssohn era bastante aficionado a los viajes; una breve mirada a su biografía nos habla de algunos de los lugares que conoció fuera de Alemania. Entre ellos: París, Londres, Escocia, Italia, Suiza. El impacto de estos viajes en su sensibilidad puede detectarse directamente en algunas de sus obras, entre las cuales pueden ser citadas la obertura Las Hébridas, también conocida como La gruta de Fingal, su Tercera sinfonía, “Escocesa”, y su Cuarta sinfonía, “Italiana”. Resulta que además de buen viajero, Mendelssohn era un buen corresponsal, y gracias a algunas de sus cartas nos hemos podido enterar del efecto que le produjo su viaje por Escocia. Desde Edimburgo, Mendelssohn escribía:
Todo aquí se ve muy austero y robusto, envuelto a medias en una capa de bruma o niebla. Muchos escoceses salieron de la iglesia con sus trajes tradicionales, guiando a sus novias vestidas de domingo, mirando al mundo con miradas magníficas e importantes. Con largas barbas rojas, sus faldas de tartán, sus boinas y plumas, con las rodillas al aire y sus gaitas en la mano, pasaron en silencio por el gris castillo en ruinas donde la reina María Estuardo vivió en el esplendor. ¿Qué más puedo decir? Tiempo y espacio se acaban, y todo debe terminar con este estribillo: ¡Qué amable es la gente de Edimburgo, y cuán generoso es el buen Dios!
Más generoso aún fue el mismo Mendelssohn, quien en su correspondencia no sólo nos dejó buenas descripciones de Escocia y otros lugares, sino que nos hizo el favor de darnos datos específicos sobre la creación de su Sinfonía “Escocesa”. El 30 de julio de 1829 el compositor escribió esto:
Fuimos, al atardecer, al palacio de Holyrood donde vivió y amó la reina María. Hay un pequeño cuarto al que se llega por una escalera de caracol. Por ahí es por donde subieron y hallaron a Rizzio en el cuartito, lo sacaron arrastrando y, tres habitaciones más allá, en un oscuro rincón, lo mataron. La capilla adjunta ya no tiene techo y la hierba y la hiedra crecen en ella. Ante su estropeado altar, María fue coronada reina de Escocia. Todo está arruinado y lleno de moho, y se filtra la luz del sol. Creo que hoy hallé aquí el inicio de mi sinfonía Escocesa.
A pesar de haber hallado en Holyrood la inspiración musical, Mendelssohn tardó un buen tiempo en terminar la sinfonía. El mismo día que escribió la carta citada, anotó los primeros compases del primer movimiento. Al año siguiente el compositor trabajó en la “Escocesa” durante el viaje a Italia que le inspiró la sinfonía “Italiana”. Sin embargo, habrían de pasar doce años antes de que la partitura estuviera terminada. El día 20 de enero de 1842 Mendelssohn puso el toque final a su Sinfonía no. 3 en Berlín, y seis semanas más tarde, el 3 de marzo, él mismo dirigió el estreno de la obra con la famosa Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig. En cuanto al posible contenido de material musical escocés de esta sinfonía, hay
que decir que es dudoso. Se sabe que Mendelssohn no tenía inclinaciones hacia la expresión nacional en la música, y aunque el segundo movimiento de esta sinfonía parece tener un tema derivado de una antigua pieza para gaita, la verdad es que esta obra es tan alemana como la sinfonía “Italiana”, compuesta por Mendelssohn en 1833. De hecho, al compositor Robert Schumann (1810-1856) le parecía que la “Escocesa” sonaba italiana, lo cual prueba que Mendelssohn no era un simple imitador de tonadas populares, sino un compositor con los ojos y los oídos bien abiertos a sus experiencias de viaje. La partitura de la Sinfonía no. 3 de Mendelssohn está dedicada a la reina Victoria de Inglaterra.
MARÍA ANTONIA GONZÁLEZ GÓMEZ Directora invitada Inició sus estudios musicales en la Facultad de Música y Artes “Manuel Barroso Ramírez” en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, es licenciada en Educación Artística, maestra en Interpretación de Música de Cámara y doctora en Desarrollo Educativo y Dirección Musical. Participó en los talleres de capacitación de directores con maestros Kurt Redel, Mark Laycock, Eduardo Díaz Muñoz, Francisco Savín, Enrique Bátiz, Guillermo Salvador, Enrique Barrios, Mario Benzecry y Ángel Luis Pérez Garrido, durante los cuales dirigió, entre otras, a la Orquesta Sinfónica del Conservatorio de Puebla, Orquesta Sinfónica de la BUAP, Orquesta Sinfónica de Carabobo (Venezuela), Orquesta Sinfónica Carlos Chávez, Orquesta Sinfónica del Estado de México, Orquesta Sinfónica Nacional de Panamá, Orquesta Filarmónica de El Salvador, Orquesta Sinfónica
de la Universidad Autónoma de Hidalgo, Orquesta Sinfónica Juvenil de Universidad Autónoma del Estado de México, Orquesta Sinfónica del Politécnico Nacional, Orquesta Típica de la CDMX y la Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla. Obtuvo el segundo lugar en el Concurso Nacional de Directores de Orquesta organizado por el Sistema Nacional de Fomento Musical teniendo como jurados a los maestros Francisco Savín y Enrique Bátiz, en ese mismo año fue nombrada director asistente de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT). Formó parte de la Orquesta Sinfónica de la UAT como principal de violas. Ha organizado el Festival de Música de Cámara en sus dos ediciones y diversos cursos de instrumento y dirección orquestal, además, es directora de la Orquesta Sinfónica de la Facultad de Música y Artes “Manuel Barroso Ramírez”. En 2011, es aceptada como alumna del maestro Mario Benzecry en Argentina y desde 2013 se encuentra bajo la tutela del doctor Ángel Luis Pérez Garrido, quien es catedrático en Dirección de Orquesta en el Real Conservatorio Superior “Victoria Eugenia” de Granada y profesor de la Universidad de Málaga, España. Es creadora y fundadora de la Orquesta de Cámara de Ciudad Madero y de la Orquesta Filarmónica del Espacio Cultural Metropolitano en Tampico, Tamaulipas; profesora de tiempo completo en la Facultad de Música y Artes y fue directora titular de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
LAURA GRACIA Flauta Originaria de Guadalajara, es piccolista y flautista de la Orquesta Filarmónica de Jalisco. Ha sido integrante de diferentes orquestas en la República Mexicana tales como, la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG), Orquesta Sinfónica de Oaxaca, Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (OSUAEH), Camerata de Mazatlán. Y en Italia, Orquesta de la Universidad de Bolonia y el ensamble de música contemporánea Zer0crediti en Bolonia. Consiguió el Diploma Académico de II Nivel en Flauta Transversal en el Conservatorio “G. B. Martini” de Bolonia, Italia, bajo la guía de la maestra Annamaria Morini. Es egresada de la Licenciatura y Profesional Medio en Música del Departamento de Música de la Universidad de Guadalajara en donde fue alumna de Nury Ulate y Andrzej Bozek. Destaca su participación en las clases magistrales como alumna efectiva con los maestros Erik Bosgraaf, Michael Martin Kofler, Pierre-Yves Artaud, Mario Caroli, Peter-Lukas Graf, Bartold Kuijken, Piotr Synowievsky,
Nora Lee García; y como oyente con Giampaolo Pretto y Chiara Tonelli. Además, frecuenta el Festival de Música de Cámara de Aguascalientes al lado de la guitarrista italiana Nicoletta Todesco —con quien toca desde el 2011—, en donde recibieron clases del Dorian Wind Quintet, Cuarteto José White, American String Quartet y Jorge Federico Osorio. Ha sido solista en las cinco ediciones del Guanajuato Bach Festival (2019-2023), tocando el Concierto de Brandemburgo no. 5 y la Suite no. 2. Asimismo, ha dedicado gran parte de su carrera a la enseñanza musical en cada una de las entidades en las que ha vivido, y esto la llevó a crear, junto con sus colegas de la OSUG el Encuentro de Flautistas de Guanajuato, que ya cuenta con dos ediciones 2019 y 2022, y el Festival Internacional de flauta TRAVERSA 2020.
DR. LUIS FELIPE GUERRERO AGRIPINO Rector General DRA. CECILIA RAMOS ESTRADA Secretaria General DR. SERGIO ANTONIO SILVA MUÑOZ Secretario Académico DR. SALVADOR HERNÁNDEZ CASTRO Secretario de Gestión y Desarrollo DR. JOSÉ OSVALDO CHÁVEZ RODRÍGUEZ Director de Extensión Cultural ORQUESTA SINFÓNICA DE LA UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO Director titular Roberto Beltrán Zavala Violines Primeros Dmitry Kiselev - Concertino Héctor Hernández Pérez – Asistente de concertino Maksim Smakkev Jorge Luis Torres Martinez Luis Enrique Palomino Katherine Giovanna Ramírez Urpi Dainzú Holguin González Yessica Melgar David Jesús Viña Pedro Zayas Aleman Alexander Applegate Violines Segundos Sergio Andrés González * (-) Claudia Valeria Blanco Mota ** (-) Elizabeth Martínez Ramírez Maria Camila Florez Andrés Idelfonso Gallegos Rodríguez Moab Alberto González López Fidel Berrones Goo Oscar González Violas Lydia Bunn ** (-) Augusto Antonio Mirón Pleitez Betsabé Jiménez Valencia Carlos Reyes Hernández Anayantzi Oropeza Silva Oscar Pinedo Nava David Gutiérrez Escalante*** Cecilia Melgar Azanza*** Violonchelos Michael Severens * Bruno Mente ** (-) Luis Gerardo Barajas Bermejo Fernando Melchor Ascencio Fortunato Rojas Francisco Omar Barrientos Andrés López Bermúdez Cintia Presa *** Contrabajos Russell Brown * Óscar Argumedo González * Jorge Preza Garduño Rodrigo Mata Álvarez Pedro Álvarez Vigil Guillermo Caminos López Andrés Peredo Plascencia
*Principal | **Co-principal | ***Invitado | (-) Temporal
Flautas Cuauhtémoc Trejo * Victor Frausto Zamora ** Oboes Marie Park* Héctor Fernández ** Jorge Arturo García Villegas Miguel Ángel Ramos Olvera*** Clarinetes Hugo Manzanilla * Heather Millette ** - Clarinete Piccolo Fagotes Katherine Snelling * Ariel Rodríguez Samaniego Cornos Claire Hellweg * Darío Bojórquez ** Michelle Pettit Daniel Norman Apolinar Alavez Salas
Trompetas Macedonio Pérez Matías * Juan Cruz Torres Díaz ** José Cayetano Hernández Díaz Mauro Delgado Díaz*** Trombones Louis Olenick * Gil Martínez Herrera Trombón bajo John Swadley Tuba Salvador Pérez Galaviz * Timbales Óscar Samuel Esqueda Velázquez * Percusiones Mario Alonso Gómez Sosa ** Alan Sánchez Sánchez Ulises Hernández Everardo Pérez Casasola*** Arpa Piano Iván Hugo Figueroa **
Personal Administrativo OSUG Alejandro Guzmán Rojas Gerente Carolina de la Luz Pérez Cortés Coordinadora de personal Lilian Bello Suazo Coordinadora de producción Diseñadora Juan Carlos Urdapilleta Muñoz Coordinador de Biblioteca Atziri Joaquin Ramos Coordinadora de relaciones públicas Zugehy Alejandra Soto Vázquez Administradora Cuauhtémoc Vega Gustavo Emilio Espinosa Manuel Gutiérrez Auxiliares técnicos
Fernanda Negrete Servicio social
Darío Sarmiento Saviñón Servicio social Programa de mano Notas al programa: Juan Arturo Brennan Corrección de notas: Jonathan Mirrus Fabiola Correa