CÓMO CONSTRUIR AMBIENTES PEDAGOGICOS QUE APORTEN AL APRENDIZAJE DE LOS ESTUDIANTES Y LOS RETOS DE LOS DOCENTES, BASADOS EN TEORIAS CONSTRUCTIVISTAS Y EN CONTEXTOS FORMATIVOS, EDUCATIVOS Y COMPETENTES
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JUSTIFICACIÓN Por tradición hemos aprendido bajo un esquema conductista, en el cual se recibe un premio por el aprendizaje, siempre y cuando aprenda bien la lección impartida por el docente. Pero los tiempos cambian y con ellos vienen nuevas teorías, nuevos esquemas, nuevas formas de ver la vida y comprender el entorno, actualmente vivimos bombardeados de información facilitada por los medios de comunicación y las TIC, pero hay que enseñar a detectar lo pertinente e importante de lo puramente consumista. Hay que acercarse al mundo con el estudiante y construir la información, de manera significativa, solucionando problemas del contexto, la cultura y ver como ésta, afecta los procesos de aprendizaje. Un ambiente pedagógico aporta cuando la relación y rol estudiante docente son activos y promueven el desarrollo de su contexto. Cuando el aprendiz se siente protagonista y su conocimiento perdura a largo plazo producto de sus experiencias y protagonismo. La educación es altamente valorada por su poder de transformación del contexto, la enseñanza apunta a conocimientos que enriquezcan los proyectos de vida de los estudiantes y el desarrollo de nuevas metodologías, es decir que el ser, debe saber hacer en contexto. La pedagogía en todos sus ámbitos de aprendizaje, ya sean formales, no formales o informales afrontan la educación como un acto mucho más allá de la supervivencia, es decir que no se estudia para simplemente saber hacer. Todo en un desarrollo de sí mismo como un ser crítico, capaz de cambiar el mundo y los paradigmas hasta ahora expuestos. Es importante plantear cómo las teorías constructivistas contribuyen al que hacer docente como base y como otras emergentes, se unen a la propuesta como en el caso del aporte del Conectivismo, que cambia la forma de gestionar la información. Reconoce el papel de los nativos digitales, y marca diferencias al hablar de lo cooperativo o colaborativo por ser un enfoque basado en conexiones, que invade de lo personal a las organizaciones y de allí a las instituciones, pero que vuelve en red al punto de partida del individuo, donde el estudiante aún puede construir el conocimiento pero ahora, de forma más elaborada.
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PLANTEAMIENTO CENTRAL: Comprender
la importancia de renovar y cambiar los conceptos que se tienen y que están
arraigados gracias a la tradición de la enseñanza de los padres, del contexto, de los pares y docentes no es tarea fácil, ya que nos lleva a emprender un camino en el que es necesario derribar esos paradigmas en los que se creía y que nos llevaban como seres humanos a actuar cotidianamente. Parte fundamental del cambio de mentalidad radica en el acercamiento del conocimiento, en indagar, en querer conocer cosas nuevas, en ser inquietos intelectualmente hablando. Este ha de ser un quehacer de toda disciplina si se quiere evolucionar y estar a la vanguardia. El aprendizaje en sí, afronta un problema ético y funcional, esto tiene cabida en que el docente tradicional aprendió muy diferente a como hoy se debe enseñar, pero puede regularlo, basando su quehacer en proyectos, retos y metas significativas fomentando así, un ambiente innovador. Todos aprenden y todos enseñan, se vive en la realidad y se ajustan todos a ella, el entorno es cambiante. El análisis, dialogo y discusión sirven para comprender el mundo y ajustarse a una realidad más concreta. Humanizarse es construirse con base en la cultura de aprendizajes colaborativos y por descubrimiento que apunten a contextos formativos y competentes. Estoy de acuerdo en un aprendizaje basado en una teoría constructivista como base, reconociendo un ciclo de desarrollo, donde el aprendizaje parta de formular muchas preguntas. Muchas de ellas basadas en el contexto en que se desarrolla la clase, ya sea cultural, geográfico, técnico, para problemas del contexto, para generar conciencia, para aprender significativamente, donde haya una retención a largo plazo del conocimiento, producto del desarrollo y construcción del conocimiento con un estudiante y docente en roles activos. Podemos verlo a partir de una experiencia que realicé con niños de primaria y que responde a varias preguntas. Enlaza la metodología y la importancia de la práctica constructivista con un docente como guía, que aborda los problemas de manera interdisciplinaria, transversal y con sentido pedagógico para construir el conocimiento. Prueba en una clase de Preescolar y Primero: ¿Qué tipo de problema se va a estudiar? Ecosistema de humedal. ¿Cómo se involucran las áreas en ese proceso? Arte: desde la creatividad el color, las formas y la textura de los ambientes de
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humedal, técnicas para colorear. Biología: Forma de vida de las aves, camuflaje, medio ambiente, formas de alimentación. Tecnología: uso de un programa de computador, aplicación Collar Mix para IPad. Una imagen cobra vida por medio de un marcador o realidad aumentada. Estas son imágenes programadas. Desde su complejidad ¿qué quiere medir? La experiencia de los niños con el medio ambiente descubrir por medio de los sentidos ¿Por qué importa? porque debemos conocer y conservar la naturaleza. En qué se puede resolver o mejorar lo inicialmente planteado y volver a iniciar el proceso. Los estudiantes pueden aprender de los ecosistemas y cuidarlos, pueden experimentar cómo es este ambiente y quererlo ¿Cómo medir la eficacia? experimentación con el medio ambiente, recordación de la experiencia a largo plazo. No necesariamente tiene que ir hasta el humedal, pero la experiencia se acerca a lo deseado. Metodología y desarrollo de la práctica: El nuevo conocimiento se acomoda a partir del conocimiento previo, frente a lo que el estudiante sabe.
El docente parte de un tema básico que es la naturaleza y el humedal, dentro de su desarrollo, pregunta a los niños(as) sobre las aves, el tamaño, su locomoción, la forma de sus plumas, su forma de vida, por qué tienen determinados colores, de qué se alimentan, cómo son las formas de los alimentos, pregunta acerca de los entornos, textura de las hojas, el suelo etc. Entrega a los niños hojas con el mismo dibujo en blanco y negro y ellos hablan de estos conceptos. El niño ve la imagen, y comparte con su docente su punto de vista, escucha el de otros, construyen unos conceptos nuevos. La imagen no tiene color es de un ave. Al niño se le dan colores y los aplica, experimenta cómo el cree debe ser la imagen simbólica de su ave, de acuerdo a lo que construyeron en la charla, lo que él piensa y luego lo expone a sus compañeros. Por último el profesor pasa por cada dibujo con un Upad o tableta con una aplicación de realidad aumentada 3d. El ave inerte en el dibujo cobra vida, volumen, con los colores que el estudiante puso y en el audio se escuchan sonidos del ambiente y se ve como el ave e interactúa con el niño. Se vivenció características del
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ave y aporto creativamente a partir de la experiencia. El conocimiento es permanente a largo plazo pues recuerda todo el proceso que realizó y se carga significativamente no por lo que lo docente dijo, sino por lo que el mismo construyó y reafirmó al descubrir el ave. El aprendizaje por descubrimiento (Bruner, 2006,) no se presenta el contenido de su forma final. El alumno aprende a partir de lo que ya sabe, ayudado por los materiales y su manipulación. Reconstruye los saberes de su grupo cultural, clasifica y diferencia y escucha. Explica con sus propias palabras el aprendizaje en esta última etapa se da una explicación más compleja que hace un cierre cognitivo.
Desde el aprendizaje significativo se conecta lo previo con lo nuevo, se crea una actitud favorable, pues no se aprende si el alumno no genera interés. El aprendizaje no es una asimilación pasiva de información, es sistemático y organizado. El aprendizaje significativo, se refiere a que el proceso de construcción de significados es el elemento central del proceso de enseñanzaaprendizaje. Impone retos en la capacidad de innovación del verdadero maestro. La función es engarzar los procesos de construcción del alumno con la cultura, el alumno debe desplegar una actividad mental constructiva orientando deliberadamente esta actividad (Frida, Arceo, & Gerardo, 1999). Por ello desde la perspectiva de la pedagogía constructivista si se quiere hablar de cambio en la forma de enseñanza y aprendizaje es indispensable ver la labor docente y el papel del estudiante.
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Lo importante no es lo que el docente o los adultos definen, sino lo que importa al niño o joven en la etapa de aprendizaje en que se encuentre y de acuerdo a eso, fortalecer el diseño de las guías y metodologías e instrucciones, para lograr indicadores que lleven al cumplimiento de los logros que se quieren alcanzar.
Lo significativo se refiere a lo que es importante o fundamental o trascendental para los alumnos y para el equipo que construye el conocimiento, el docente es guía, enseña, exige rigor metódico, investigación y respeto por los saberes de los educandos, es crítico, ético, piensa acertadamente, exige riesgo y no discriminación. (Freire, 2004). En la pedagogía tradicional el docente es un dictador de clase y reproductor de saberes el cual exige memorizar para garantizar el aprendizaje, es una figura algorítmica de una sola respuesta, el alumno es meramente receptor, se le desconecta del fin de aprender y lo reemplaza por el fin de memorizar. Se fomenta desmotivación o pérdida de la atención y eso genera indisciplina. Como afirma Piaget (Karmentxu, 1978). “Todo lo que se se le enseña a un niño, se le impide inventarlo”, no se debe impedir al niño participar de su aprendizaje y proponer desde su conocimiento primario las bases para replantear ese conocimiento y llegar a uno nuevo. Partiendo de este principio la motivación e intensión de aprender es más que la intensión de simplemente recibir.
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Un buen currículo basado en constructivismo se apoya en el docente, el estudiante y la cultura. El proceso enseñanza – aprendizaje debe ser heurístico resolverse a partir de muchas variables y niveles, esto lleva al problema a múltiples opciones de solución. Hoy hay cambios en la forma de aprender, pero también cambios en la forma de enseñar; cómo aprenden los alumnos y cómo los que van a enseñar aprenden. Todo hace parte de una buena secuencia didáctica, que plantee preguntas como al principio y las resuelva. Ejemplo: ¿Qué intención tiene lo que se va a enseñar?, ¿Cómo se va a motivar? Como va a organizar la información y con base a que áreas, ¿Cómo va desarrollar las actividades para comprender y solucionar el problema? ¿Cómo va a modelarse y a sintetizar los aportes de los integrantes y qué resultados saldrán del ejercicio, que sin duda no se saben al comenzar pues se va construir. Los proyectos interdisciplinarios y transversales sirven para generar cambio, pues se aporta a un contexto. Los aprendizajes no son aislados se dan por necesidades que se generan en el entorno y habilidades, para solucionarlos. El estudiante activo es gestor de nuevos conocimientos y se reconoce su talento y potencial. Se desarrolla a su propio ritmo, el docente engarza los procesos de construcción del alumno con el saber colectivo, establece estrategias para orientar la atención, organizar la información y el enlace entre los conocimientos previos y la información que se va a aprender. (Frida, Arceo, & Gerardo, 1999).
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Los niños de primaria necesitan descubrir con base en su experiencia, más que memorizar y esta evidenciado en su contacto con la tecnología, el nativo digital realiza la composición y relación con las cosas de la vida diaria en la medida que las experimenta. Pero el docente debe ser responsable y guía del abordaje de estos medios, así mismo como la familia. Los niños deben experimentar con formas, colores, texturas, adicional deben tener un ambiente de aprendizaje favorable. La ubicación en el salón de clase, no puede ser lineal, primero de la fila y ultimo, debe ser integral. No basta con hablar de ambientes colaborativos si el salón de clase no lo es. Los pupitres en primaria son vitales para reacomodar el espacio y rediseñar ambientes. Algunos triangulares permiten formar diferentes tipos de grupos al formar figuras y reubicar a cada estudiante. No hay receptor pasivo, se comparte el conocimiento con otros cara a cara y sin discriminación. Los niños pueden observar su trabajo y el de los demás, apoyarse si se sienten perdidos. Hay que encontrar la pieza que falta en el rompecabezas, no tener el rompecabezas. El aprendizaje por descubrimiento, no impide al niño participar de su aprendizaje y proponer desde su conocimiento primario las bases para replantear un conocimiento nuevo. Es experiencial, genera desarrollo en la mente, el niño o joven es protagonista y permite ver el alcance de lo aprendido a largo plazo. Cada individuo desarrolla su propio ritmo, para enseñar no se necesita advertir que significa pues se puede cortar el hilo con el desarrollo de la mente, caer en lo memorístico. La experiencia y la interacción con otros fortalecen el sentido de mediar la información para sacar un común denominador, al docente solo le queda redondear la idea. La cultura y el contexto que rodea al estudiante en la vida diaria, constituyen un
factor
importante en el desarrollo de la inteligencia; influye cognoscitivamente porque es parte de su mentalidad, luego es capaz de cambiar los preconceptos de los aprendizajes. Un solo problema tiene múltiples visiones y de manera transversal e interdisciplinaria los aportes, pueden ser mucho mejores. Estos aportes pueden provenir no solo de los docentes sino de cualquier persona que interactúe con el estudiante. La familia: abuelos transfieren a los hijos habilidades, el que sabe cantar, la música, el que es carpintero el oficio de la madera, el pescador la pesca, lo vital para la supervivencia. Eso es muy importante pero hay una segunda fase el papel de la escuela. Ésta fortalece los cambios en la mentalidad, cuando los niños y niñas entienden como pueden mejorar
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su calidad de vida. Si desde todas las materias se aborda un problema vívido del entorno. Las soluciones se pueden poner sobre la mesa. Un estudiante protagonista del cambio es propositivo, está en punto de innovación y está dispuesto a ver los aprendizajes con mayor amplitud. La persona que se plantea una frontera la alcanza y si entiende su realidad puede cambiarla. La tecnología hoy ofrece muchos
recursos, las aulas virtuales, blogs, páginas web generan
valor agregado a la información. Encuentran conexiones con pares o grupos comunes que enriquecen, ambientes colaborativos y aportan al desarrollo del contexto. A partir de la educación virtual, el estudiante es activo el docente es guía y el medio le permite el flujo y transformación de la información. (Álvarez, Avello & López, 2013). En
ambientes pedagógicos, hoy intervienen la virtualidad y teorías como el Conectivismo.
Enlazan con las teorías constructivistas, pero cambian la forma de gestionar la información. Se reconocen los nativos digitales, y se marcan diferencias al hablar de cooperativo o colaborativo. En un enfoque basado en conexiones, que invade de lo personal a las organizaciones y de allí a las instituciones, pero vuelve en red al punto de partida del individuo, donde éste aun, puede aportar. (Trujillo Flórez). La autorregulación es importante en este nuevo tipo de ambientes de aprendizaje, porque hay que diferenciar lo pertinente e importante de lo que solo reproduzca consumo, en términos de educación. Desde mi punto de vista es una continuación del constructivismo, con herramientas para identificar los nuevos contextos, ya no desde marcos geográficos, locales sino desde dimensiones más amplias con aportes más inmediatos, que obligan a una mejor depuración de la información. Se da valor a la comunicación, por la conexión de redes y el conocimiento no es absoluto de una persona, Lo social aquí explora la capacidad de aprender basado en la red de contactos. Todos pueden ver a la luz de otros experiencias exitosas replicarlas, mejorarlas, contradecirlas y en todo sentido actualizar la verdad que hasta ahora era validada como cierta. Cómo todo lo virtual también inserta un proceso pedagógico, con metodologías y didácticas. Todo el proceso pedagógico iniciado, al final, integra cómo y cuándo evaluar lo aprendido, se retroalimentará y al retomarse impondrá retos más complejos lo que genera calidad educativa. (Zubiría, 2007). Esta calidad es la que se busca en cualquier escenario que pretenda educar, lo colaborativo es esencial y un docente que tenga claro cómo llegar al conocimiento, una vez llegado
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a él, el proceso con el estudiante evoluciona y reta más al grupo de investigación. No hay respuesta correcta sino un resultado que puede abordarse desde diferentes posturas. La clase colaborativa hace que el entorno se adecue a las necesidades de un grupo y reconocer que el mundo se puede leer y percibir de otra manera cuando se tienen en cuenta los contextos en que se desarrollan los conocimientos. Un modelo donde todos aprenden todos enseñan. Los cambios en educación ya no se dan hoy en días o años, y el papel del estudiante es vital y altamente activo influenciado por la misma virtualidad. Los aportes de postulados constructivistas al proceso de crear ambientes pedagógicos se centran en construir el conocimiento con el estudiante, ser colaborativo, propender por un aprendizaje significativo, teniendo en cuenta el desarrollo del niño y la influencia del contexto cultural. Los principios de una educación innovadora parten de un currículo transversal divergente que aborde las necesidades del contexto desde muchos puntos de vista y el rol del docente y del estudiante sean activos y funcionales todo el tiempo. El aprendizaje por descubrimiento y redescubrimiento permite generar amplitud en la formulación de soluciones académicas a un mismo problema y hace
que un estudiante sea
propositivo y se acerque más a los principios de creatividad e innovación porque recuerda la experiencia a largo plazo y lo hace más competente. La teoría conectivista provee de un enlace con el constructivismo llevando
innovación
académica a partir de la generación de nodos y redes de contactos que no solo son humanos sino virtuales y que interactúan con el individuo, para desarrollarlo y provocar en él autorregulación, destacando lo pertinente y lo importante de lo que genere solo consumo. Los contextos formativos educativos y competentes, responden formulación de problemas y las soluciones en contextos culturales y digitales. La tecnología presta un gran aporte a la educación, pero en sí misma no es la garantía de innovación. Las metodologías para entender su desarrollo en el aprendizaje si y los escenarios para modernizar la experiencias también y ahí es muy fuerte el constructivismo. El rol del docente es guía mediador, aportador, investigador y aprende con el estudiante. Hoy se redefine cómo aprender, cómo desarrollar el conocimiento y cómo se relaciona con las competencias laborales y la productividad para reinterpretar la realidad en términos de desarrollo y no de supervivencia, no se estudia para simplemente saber hacer. Los ambientes innovadores están
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a la mano, el docente y el estudiante los concretan en la búsqueda y solución de problemas significativos del entorno. Un ambiente innovador depende de los roles en el aula donde prime: motivar, impactar, apoyar, mejorar y desarrollar soluciones para construir una nueva realidad.
BIBLIOGRAFÍA Álvarez Acosta, H., Avello Martínez, R., & López Fernández, R. (2013). Los entornos virtuales de aprendizaje como recurso didáctico en el ámbito Universitario. Universidad y Sociedad , 5 (1). Bruner, J. (2006,). Aprendizaje por descubrimiento. En Iberia (Ed.). Karmentxu, M. (15 de abril de 1978). Todo lo que se le enseña a un niño se le impide inventarlo. El País, pág. 1. Freire, P. (2004). Pedagogía de la Autonomía. En Saberes necesarios para la práctica educativa (págs. 13- 20). Sao Pablo, Brasil: Paz e Terra S.A. Frida, R., Arceo, D. B., & Gerardo, H. R. (1999). Estrategias Docentes para un Aprendizaje Significativo. Una interpretación Constructivista. México: Hill, Mc Graw. Trujillo Flórez, L. M. (s.f.). Cartilla Teorías Pedagógicas y tendencias educativas actuales- El Conectivismo (Vol. 3). Bogotá, Colombia: Politécnico Gran Colombiano. Zubiría, J. d. (2007). Los Modelos Pedagógicos. Popayán, Colombia: Instituto Alberto Merani.