Woody Allen - Sueños de un Seductor by Fabián Loyola

Eduardo Del Valle

Sue単os de un Seductor La vida de Woody Allen

Editorial LIBROSMIL

© 2013 Editorial LIBROSMIL 1° edición, julio 2013 Teléfono: (02) 851 6544 www.librosmil.cl Textos: Eduardo Del Valle Edición, diseño y portada: Fabián Peña Santiago - Chile I.S.B.N.: 584-454-1224-13-7 Impreso en Chile por LENIN Impresores.

INDICE

5 Neurosis y espectáculos 9 Bienvenido Allen 13 Woody a los escenarios 17 Allen llega al cine 27 Los crímenes de Woody 33 A un paso del adiós 37 Woody y sus musas 45 Anexo Filmografía

Neurosis y espectáculos “La realidad es un asco, la odio, la odio; pero ¿en qué otro sitio se puede encontrar un buen bistec para la cena?”

oody Allen es un director y escritor norteamericano nacido en Brooklin, Nueva York en 1935, que tiene por regla escribir, dirigir y actuar una película por año desde 1969. Ha recibido el premio Oscar en tres ocasiones y es uno de los autores más reconocidos en el medio cinematográfico e influencia de jóvenes directores que retoman su estilo para filmar y contar historias. Todo empezó cuando desde una butaca, el pequeño Allan Stewart Konigsberg miraba sin parpadear el espectáculo que en medio de la oscuridad se proyectaba en la pantalla, una princesa llamada Blancanieves bailaba con siete enanos, era envenenada con una manzana por una malvada bruja y al final un príncipe azul rompía el hechizo

dándole un beso de amor. Al terminar, Allan corría hasta el lugar en donde habían aparecido esos personajes para comprobar si aún estaban ahí. Regresaba a casa solo o con su prima y contaba emocionado a sus padres, una pareja de inmigrantes judíos, las películas que había visto durante la tarde. Ellos a pesar de vivir con eternas discusiones maritales, escuchaban con agrado que su hijo fuera admirador de Walt Disney, James Cagney y Humphrey Bogart, entre muchos otros. Ver películas se convirtió en su mayor afición, pero no por ello dejó de mostrar interés por la música, en especial el blues y el jazz; también era un fanático del béisbol y el boxeo. Nacido en una familia judía, optaba por no involucrarse demasiado en las celebraciones tradicionales, y prefería encerrarse a leer las historietas del pato Donald. Pese a

obtener altas calificaciones en los exámenes de coeficiente intelectual, Allan no mostraba mucho interés por la escuela. Sin embargo, a la corta de edad de 9 años ya sorprendía a sus profesores por su habilidad innata para escribir cuentos que incluso se leían en clase. El niño pelirrojo introvertido gozaba de la simpatía de sus compañeros, se le conocía por un ser un amigo leal y a pesar de su timidez, su estilo extravagante lo convertía en uno de los chicos más cómicos de la escuela.

Bienvenido Allen “No sirvo para la vida, sólo valgo para el arte y para divertir a la gente.”

ara fines de los años cuarenta, el joven Konigsberg comenzaba a pensar en su futuro. Influenciado por los músicos de blues que tanto le gustaban, aprendió a tocar el clarinete, instrumento que hasta la fecha no ha abandonado, incluso tiene su propia banda, la New Orleans Jazz Band. Allan, como cualquier muchacho de su edad, comenzó a poner atención en el sexo opuesto, No mostró interés por féminas glamorosas como las que veía en las películas, sino que gustaba de chicas con cabello largo y suelto, anteojos y como lo describiría en sus primeras cintas “con una tendencia al suicidio”.

Acostumbrado a ser rechazado en sus primeros intentos amorosos por su raquítica figura y baja estatura, comprendió que sólo había una forma de conquistar a una chica como las que llamaban su atención. Fue entonces que dedicó gran parte de su tiempo a leer todos los libros considerados clásicos de la literatura universal, desde William Faulkner hasta Scott Fitzgerald pasando por quien se volvería uno de sus escritores favoritos Fedor Dostoievski, y de quien haría varias referencias en su obra. A diferencia de sus compañeros, Allan no veía futuro en las profesiones y oficios comunes; él quería ser detective privado (reflejo de su devoción por Humphrey Bogart) o ilusionista ya que la magia era otra de sus aficiones. Después de reflexionarlo, le dijo a su madre que quería dedicarse a escribir chistes, ella le contestó “Tendrás que demostrar que eres un buen

humorista”. Allan, que ya gozaba del reconocimiento de sus profesores y compañeros que aplaudían sus textos redactados en el ámbito académico, se animó a enviarlos a todos los periódicos que se publicaban en Manhattan. Pensó que su nombre real no era divertido y los firmó con el seudónimo Woody Allen.

Woody a los escenarios “Ni la Última Cena con el reparto original lograría llenar esta sala.”

n 1953, Allan Stewart Konigsberg convertido ya en Woody Allen era una máquina que redactaba páginas y más páginas de chistes para que fueran publicados en las columnas de un diario o comprados por un comediante. Su madre preocupada no le auguraba mucho fortuna, sin embargo le aconsejaba buscar acercarse a conocedores del medio artístico. Uno de ellos fue Danny Simon -hermano del también escritor Neil Simon – de quien reconoce haber aprendido las bases más importantes del humorismo. A pesar de que en apariencia Woody había logrado hacer lo que tanto le gustaba, en el fondo de su ser albergaba un sentimiento de frustración. Preguntar a los cómicos qué clase de chistes les gustaría que escribiera lo comenzaba a aburrir. Buscó un representante que le hiciera ligeras las cosas y así encontró

casi por casualidad a quienes se convertirían en los productores ejecutivos de sus éxitos, Jack Rollins y Charles H. Joffe. Ambos le sugirieron que subiera al escenario para contar sus propios chistes. Para Woody fue una experiencia traumática. En vez de disfrutar la interacción con el público, sufría, se frotaba las manos y daba largas bocanadas de aire antes de hablar. La gente reía pensando que lo hacía a propósito.

Allen llega al cine “Una película de éxito es aquella que consigue llevar a cabo una idea original.”

l actor y guionista de anteojos con montura ancha fue escogido para adaptar al cine una obra de teatro europea que llevaría el título de ¿Qué pasa Pussycat? (1965), el protagonista sería inicialmente Warren Beatty, pero terminó por ser Peter O´Toole, la estrella de la premiada Lawrence de Arabia(1962). Woody también tuvo un papel secundario. La nueva sensación neoyorkina fue invitada a actuar en Casino Royal (1967) película en la que interpretó a Jimmy Bond, sobrino del agente 007. La cinta, que tuvo toda clase de problemas para ser realizada, resultó ser una parodia muy mediocre que no pudo ser salvada ni por el gran reparto encabezado por David Niven, Orson Welles y Peter Sellers.

Robó, huyó y lo pescaron (1969), fue la primera película actuada, escrita y dirigida por Allen. El filme es una disparatada comedia, llena de divertidos momentos muy al estilo de los hermanos Marx. Virgil Starkwell, un ladrón de poca monta y muy mala suerte, sería el primer fracasado de su extensa filmografía. Poco valorada en su época, se trata de una excelente parodia de los dramas carcelarios. Bananas (1971) es una de las películas más personales de Woody Allen. En ella combina el humor sarcástico, irónico y absurdo que lo caracterizaría durante los setenta. El filme cuenta con muchos chistes físicos y una crítica inteligente al capitalismo, el comunismo y el papel de los medios de comunicación. Fielding Mellish, es un pobre diablo que para para demostrar a su novia que puede involucrarse en causas importantes termina formando del ejército revolucionario de un país imaginario. Una sátira política casi profética. Como dato curioso, en una breve escena Woody forcejea en el metro con un desconocido y joven actor llamado Sylvester Stallone.

Todo lo que quería saber sobre el sexo y no se atrevía a preguntar (1972). Parodia del libro publicado por el Dr. David Reuben en la que a través de seis episodios independientes uno del otro, Allen se burla de los tabúes y las prácticas sexuales. A pesar de que algunos chistes ya son anacrónicos es bastante divertida. Sueños de un seductor (1972) basada en la obra homónima escrita por Allen, la adaptación al cine lleva el sello del comediante aunque el lugar de director haya sido ocupado por Herbert Ross. La puesta teatral es trasladada al formato cinematográfico con brillantez. Los chistes se suceden uno a otro con un manejo perfecto del tiempo (timing). Desde la primera escena hasta los créditos finales Woody hace un homenaje a Casablanca, uno de los clásicos que más lo marcaron. En El dormilón (1973) antes de que Stallone,Schwarzenneger y otros héroes de acción fueran enviados al futuro, Woody Allen ya contaba la

historia de un sujeto que tras una operación de apendicitis despierta doscientos años después, encontrándose en un mundo de robots, avances tecnológicos y drogas virtuales. Otra vez, en tono paródico y con escenas que homenajean a las comedias del cine mudo, Woody realiza uno de sus filmes más alocados. Las múltiples referencias a la novela 1984 de George Orwell son evidentes. La última noche de Boris Grushenko (1975) fue la primera película alleniana ganadora de un premio internacional, el Oso de Plata en el Festival de Berlín. La película trata sobre las reflexiones que hace el personaje del título antes de ser ejecutado por intentar asesinar a Napoleón. En el rol del aristócrata metido a la fuerza al ejército, Woody diserta sobre el significado de la vida, la muerte, los dilemas morales y la existencia de Dios. La puesta en escena, el vestuario y la fotografía son excelentes. Annie Hall (1977) inicia con uno de los mejores monólogos del cine. Woody Allen habla de frente a la

cámara y explica qué significan para él las relaciones sentimentales: “algo absurdo”. Alvy Singer un escritor entrado en los cuarenta años, se enamora de Annie Hall, una aspirante a cantante. Entre la pareja intelectualoide (que por cierto comparte los gustos del cineasta en la vida real) se da una relación apasionada al principio, que con la rutina se va enfriando. Lo mejor de Annie Hall es sin duda, que rompe con los clichés y estereotipos de las comedias románticas estadounidenses. Alvy es neurótico, crítico y miedoso, nada que ver con los galanes que brindan seguridad a las damisela en peligro. Es anti sexy, como seguramente lo son la mayoría de las personas que lo observan en la oscuridad de la sala y simpatizan con él. Annie Hall es un parteaguas en la carrera del director, ya que sin dejar de ser una comedia muestra una madurez en su forma de hacer cine.

Gracias a la cinta Annie Hall, premiada en 1977 con cuatro Oscares -incluyendo Mejor Película- Woody Allen ganó algo más que una estatuilla: el reconocimiento de la crítica hollywoodense que hasta ese momento, a diferencia de la europea, no lo reconocía como un director serio. Lo que es cierto es que la distinción tampoco era algo que le quitara el sueño. De hecho, Allen no se presentó a la entrega de premios argumentando que los lunes estaba ocupado tocando el clarinete con su banda. En 1979 filmó Manhattan, obra sobre encuentros y desencuentros amorosos, en donde el idilio más evidente es el que mantienen el propio Allen y Nueva York, “Su Nueva York”. Manhattan realizada en blanco y negro lo que le da un toque acertado de nostalgia, es una curiosidad cinematográfica ya que cuenta el amorío de un hombre maduro con una mujer mucho más joven, hecho que se vió sobrepasado por la realidad a principios de los años noventa, cuando su ex pareja Mia Farrow descubrió la relación oculta que el director mantenía con Soon-

Yi, hija adoptiva de la actriz. En la cinta Allen interpreta a un afamado guionista de televisión que es abandonado por su mujer quien a su vez, lo deja por otra mujer. Ella, interpretada por Mia Farrow amenaza con escribir un libro en donde cuente detalles de la vida tortuosa a su lado. En 1983, Woody Allen volvió al camino de la comedia disparatada con Zelig, un falso documental sobre la vida de Leonard Zelig, un personaje que poseía la asombrosa capacidad de transformarse como si de un camaleón humano se tratara ¿Cuántas veces con la finalidad de ser aceptados y/o reconocidos en un grupo determinado no hemos tratado de imitar su comportamiento? Pues ese es el punto clave que analiza la película. Zelig se mimetiza de acuerdo a su entorno. Se convierte en un nazi en la Alemania de Hitler, comienza a hablar como un psicólogo cuando es atendido por la Dra. Eudora; Zelig se vuelve negro si convive con la comunidad afroamericana y hace lo propio con los orientales. La crítica al comportamiento humano

y la búsqueda (o pérdida) de la identidad propia es llevada a los niveles más cómicos gracias a un trabajo de edición con el que el director consigue que el personaje esté presente en diferentes momentos históricos. La naturalidad de los testimonios, es otro punto a su favor, uno incluso olvida que son actores. La pantalla grande es una ventana a través de la cual, el espectador se entromete con toda libertad en las vidas ajenas, sueña con ser uno de los personajes de su historia favorita o imagina como sería si su vida fuera una película (en la mayoría de los casos seguramente más interesante). Considerando esas inquietudes, Woody Allen escribe y dirige La rosa púrpura del Cairo en 1985. La aventura es en sí misma, un reconocimiento al cine y su importancia como catalizador de nuestras ilusiones, esperanzas y deseos. En la década de los años treinta, una mujer con fuertes problemas maritales, asiste al cine a ver en repetidas ocasiones la misma película; el protagonista al darse cuenta de ello salta al mundo real. Ambos se enamoran pero el

romance es truncado, pues la realidad est谩 hecha de posibilidades infinitas, mientras que la ficci贸n se reduce a un espacio y tiempo delimitados, en el cine las historias se terminan al apagar el proyector y se repiten al encenderlo. En la realidad la vida sigue su marcha.

Los crímenes de Woody “La diferencia entre la comedia y la tragedia es que en la comedia sus personajes encuentran la forma de sobreponerse a la tragedia.”

i bien es cierto que Allen es reconocido por hacer un cine en su mayoría cómico, también ha incursionado, sin dejar de lado su peculiar estilo, en géneros como el melodrama de suspenso. En 1989 filmó Crímenes y Pecados, en donde cuenta el dilema de un oftalmólogo considerado por su familia el padre ideal. Para su desgracia, su felicidad es puesta en riesgo cuando su amante se niega a tener un rompimiento y amenaza con buscar a su esposa. El médico acude a un hermano mafioso que le ofrece “hacer una llamada” y terminar el asunto, lo que se traduce en cómo asesinarla. Al mismo tiempo, en una historia paralela, Woody es un director de documentales que a falta de trabajo, acepta filmar un documental sobre un productor que ha obtenido fama y dinero pero al que considera un idiota. La película habla sobre los que

es lo moralmente correcto y deja en claro que para Woody Allen, no siempre una mala acción desemboca en una mala consecuencia. En una línea parecida pero ya sin ningún atisbo de humor negro escribe y dirige en 2005 La provocación, quizá su película más sensual (debido en gran parte a sus protagonistas Jonathan Rhys Meyers y Scarlett Johanson). La cinta juega todo el tiempo con la importancia del factor suerte. Un tenista que vió interrumpida su carrera como profesional hace amistad con un alumno británico, se enamora de su hermana y de la opulencia que la rodea, de ese modo de vida que él nunca llegaría a tener por sí solo. Se compromete con ella y de esa forma asegura su futuro. El problema surge cuando conoce a la novia de su cuñado e inician a escondidas un apasionado romance. La provocación no se parece a ninguna de las películas realizadas por Woody Allen en la última década, y esa es su mejor cualidad. No hay subtramas ni personajes que nos recuerden a los interpretados por el actor. El final se une magistralmente con el principio lo que literalmente la convierte en una película redonda.

En Sombras y Niebla, una cinta que oscila entre el horror y la novela policíaca, puede apreciarse la admiración de Woody Allen hacía el cine expresionista alemán al que rinde un homenaje. Referencias a clásicos como El gabinete del Dr. Caligari (1920) de Robert Wiene y M el vampiro de Düsseldorf (1931) de Fritz Lang son evidentes. Para un espectador que no tenga estas referencias, la película filmada en blanco y negro puede resultar muy confusa. La cámara está en constante movimiento, los ángulos desde donde se miran las cosas y la forma en que se enfoca y desenfoca el lente dejan dudas sobre cuál es el sentido o la interpretación que el director desea que demos a su obra. Las actuaciones siguiendo también la corriente expresionista son guiñolescas. Sobre el argumento sabemos que hay un asesino suelto y que unos hombres han buscado al personaje interpretado por Woody Allen para que los ayude a atraparlo, sin quedar explicado del todo quién es él y por qué es tan importante su colaboración. Al final quedan algunos cabos sueltos. No pasa de ser una película demasiado artificiosa pero de una estética notable.

Woody, renuente a tener hijos, se vió rodeado de niños adoptados durante la relación que tuvo con Mia Farrow. Ella tenía siete, algunos de ellos de diferentes nacionalidades. Posteriormente al contraer matrimonio con Soon-Yi -causante directa de su separación con Farrow- él adoptó dos bebés de origen coreano. Tal vez, de ahí surgió la idea de hacer Poderosa Afrodita, una comedia ligera en donde un hombre busca a la madre de su hijo adoptivo y descubre que es una prostituta.

A un paso del adiós “La eternidad se hace larga, sobre todo al final.”

ara principios de los años noventa, las películas de Woody Allen comenzaban a hacerse repetitivas. Los chistes sobre su hipocondría, paranoia y neurosis eran graciosos pero no representaban nada nuevo. Los romances de hombres maduros con mujeres jóvenes, ya se habían vuelto una costumbre. Allen tenía que hacer algo para renovarse, porque además ya era inverosímil que un hombre de su edad pretendiera interpretar los mismos papeles de 30 años atrás.

El primer actor en darle vida a un Woody Allen rejuvenecido fue Kenneth Branagh en El precio del éxito. El británico adoptó todos los gestos y ademanes de Allen, sobre todo su forma de hablar con el característico tartamudeo que le daba un aire intelectualoide. Este hecho, se repetiría con Will

Ferrel en Melinda Melinda, con Larry David en Así pasa cuando sucede, con Owen Wilson en Medianoche en París y Jason Biggs en Todo lo demás. Esta última, fue una especie de remake de Annie Hall, que con dos figuras juveniles (Christina Ricci la co-protagonista) no tuvo mucha fortuna, porque para los seguidores incondicionales de Allen la historia era ya conocida, y para el público joven fanático de Biggs nada tenía que ver con American Pie. Con nuevos fanáticos y un cine alejado de sus inicios, en la actualidad Woody Allen hace cine por el gusto de hacerlo. Parece ya no importarle quién actué en sus películas, de hecho desde que sus cintas las produce Dreamwoks, compañía propiedad de Steven Spielberg, se ha limitado a seguir a las reglas que impone el rey Midas de Hollywood. Woody ya no hace chistes sobre judíos y ha dejado de ser un crítico incisivo del “american way of life”, al grado de que prefiere situar sus historias en Europa como en la ya citada Medianoche en París, A

Roma con Amor, o Vicky, Cristina, Barcelona, película hecha casi por encargo de Mediapro, productora española ligada a Pedro Almodovar, de ahí la razón de que sus protagonistas hayan sido Penélope Cruz y Javier Bardem. Para algunos espectadores el verdadero Woody Allen es el cómico irreverente de los setentas, para otros es el director profundo de los melodramas existenciales ochenteros y para unos cuantos más, el anciano que en la actualidad no oculta su gusto por las jovencitas rubias. De cualquier forma, hay un Woody Allen para todos los gustos.

Woody y sus musas “Sólo existen dos cosas importantes en la vida. La primera es el sexo y la segunda no me acuerdo.”

on muchos los profesionales de la actuación que han sido dirigidos por el neoyorquino, destacando principalmente las chicas; todas esas musas que han sido parte del set del director. Por eso, nos detenemos a repasar a las chicas que han sido la fuente de inspiración de Allen y cuyas impresionantes actuaciones han sumado un plus a los filmes, aunque él siempre afirma que no escribe pensando en ellas. Pero si bien Woody lo niega, bien sabemos que cada director tiene sus preferidos. Ejemplos sobran: Martin Scorsese con Robert de Niro y Leonardo Di Caprio o la preferencia de Tim Burton por trabajar junto a Johnny Depp. A continuación, las musas protagonistas de las obras de Woody.

Diane Keaton: Primera gran musa El primer papel importante en la carrera de Diane Keaton llegó cuando Woody Allen la escogió para actuar junto a él en una obra teatral, Sueños de un seductor. Después, la relación profesional pasó al plano sentimental y Diane Keaton fue pareja del reputadísimo actor y director. A partir de entonces ella se convertiría en su musa y en la actriz principal de las producciones de Allen. Incluso después de finalizar su relación, Diane Keaton ha sido una presencia casi obligatoria en todos sus rodajes. En 1977 ganó un Oscar por “Annie Hall” película a la que prestó su propio apellido y que para muchos, es la mejor comedia en la historia del cine. Compartió papeles con Woody también en El Dormilón y La última noche de Boris Grushenko. La última actuación juntos fue en 1993, en la cinta Misterioso Asesinato en Manhattan, una exploración de Allen en el género de suspenso, siempre en un tono cómico y en la que trabajó con Keaton ya como ex pareja.

Mia Farrow: El gran escándalo de Woody La primera gran musa de Woody fue también su primera esposa. Mia Farrow. Antes de que Mia comenzará a filmar para Woody su currículum en el cine y la pantalla chica era avasallador: El Bebé de Rosemary, El Gran Gatsby y la serie Peyton Place, en la que trabajó hasta que finalizó su matrimonio con Frank Sinatra. En 1982, comenzó su “etapa Allen”; con Comedia sexual de una noche de verano se iniciaba su periodo como la gran musa del director. Todo se cerró en 1992 con Maridos y esposas. En todo ese tiempo, Mia protagonizó trece películas dirigidas y escritas por su pareja y actuó sólo para él, salvo una intervención en Supergirl en 1984. Paralelo al mundo del cine, el escándalo entre Mia y Woody fue mayor. La actriz encontró en 1992 en el apartamento del director fotografías de él y de su hija adoptiva (de Mía y una ex pareja de ella) desnuda. Actualmente Woody aún mantiene esa relación cuya diferencia es de 35 años.

Charlotte Rampling: Un rostro felino Charlotte Rampling trabajó sólo en una cinta con Woody y sencillamente acaparó toda la atención. El filme fue Stardust Memories (1980), uno de los trabajos más infravalorados del director. Se trató de una comedia ácida y muy autorreferente, filmada en blanco y negro con un guión cargado de sufrimiento. De hecho, Charlotte interpretó a una mujer hermosa, frágil depresiva. De este trabajo Charlotte siempre guardó maravillosos recuerdos y declara, aún hoy, que Woody ejerció gran influencia en su vida. Para los fanáticos, siempre quedarán en su memoria aquellas toman de su figura alta y delgada, sus facciones angulosas, su rostro magnético y su voz algo ronca, que daban mayor fuera al personaje.

Scarlett Johansson: El maravilloso error Para muchos Scarlett Johansson es la nueva musa de Woody. Y no fue algo planificado; por el contrario, Scarlett se cruzó por error en el camino del director cuando Kate Winslet desistió de filmar Match Point. Si bien Allen lo niega, sí reconoce que, a su juicio, Scarlett es una de las más grandes actrices de EU. Hasta el momento la relación entre ambos ha dado como fruto tres cintas. La primera fue Mach Point en 2005, cuando Scarlett tenía 19 años e interpretó a la hermosa Nola Rice, papel por el que fue nominada a mejor actriz secundaria en los Globos de Oro de 2006. La segunda cinta fue dos años después. Hablamos de Scoop, donde ambos protagonizan una comedia filmada en Inglaterra. A ese ritmo el director ya había “propuesto matrimonio” a Scarlett y la respuesta evidentemente había sido “Sí, quiero”. No en vano la actriz ha confesado ser admiradora de Allen desde que tenía 10 años. Por ende, vino la argolla del vínculo y se llamó Vicky Cristina Barcelona, una de las últimas cintas del director y que abrió paso a un nuevo rostro para Woody: el de Penélope Cruz.

Penélope Cruz: La mujer que lo deja mudo La española trabajó con Woody en Vicky Cristina Barcelona, cinta que batió todos los récords de audiencia. Musa habitual de Almodóvar, quedó maravillada con el trabajo del neoyorkino y le agradeció la oportunidad de interpretar a alguien tan extrema y diferente de ella misma. “Woody sabe bien lo que necesita de cada actor y cómo conseguirlo. Tiene toda la película escrita en su cabeza” declaró a la BBC. Y claro, con este papel Penélope se convirtió en la primera actriz española en conseguir un Oscar en 2008, y trabajaría nuevamente con el director el año 2012 en la comedia coral situada en Italia, A Roma con amor. ¿Un dato extra? Dicen que Allen se ponía tan nervioso con los encantos de Penélope durante las grabaciones de Vicky Cristina Barcelona que quedaba sin habla o tartamudeaba. ¿Quién lo dijo? La misma Scarlett Johansson. ¿Serían celos?

Anexo

FilmografĂa

1965: ¿Qué tal, Pussycat? (What’s New, Pussycat?) - guionista 1966: What’s up, Tiger Lily? (Lily, La Tigresa) - actor, guionista, director 1969: Toma el dinero y corre (Take the Money and Run) - actor, guionista, director 1971: Bananas - actor, guionista, director 1972: Todo lo que quiso saber sobre el sexo y nunca se atrevió a preguntar (Everything You Always Wanted to Know About Sex But Were Afraid to Ask) - actor, guionista, director 1972: Sueños de un seductor (Play It Again, Sam) - actor, guionista 1973: El dormilón (Sleeper) - actor, guionista, música, director 1975: La última noche de Boris Grushenko (Love and Death) - actor, guionista, director 1977: Annie Hall - actor, guionista, director 1978: Interiores (Interiors) - guionista, director 1979: Manhattan - actor, guionista, director 1980: Recuerdos de una estrella (Stardust Memories) - actor, guionista, director 1982: La comedia sexual de una noche de verano (A Midsummer Night’s Sex Comedy) - actor, guionista, director 1983: Zelig - actor, guionista, director 1984: Broadway Danny Rose - actor, guionista, director 1985: La rosa púrpura de El Cairo (The Purple Rose of Cairo) - guionista, director 1986: Hannah y sus hermanas (Hannah and Her Sisters) - actor, guionista, director 1987: Días de radio (Radio Days) - actor, guionista, director 1987: Septiembre (September) - guionista, director 1988: Otra mujer (Another Woman) - guionista, director 1989: Historias de Nueva York (New York Stories) - actor, guionista, director 1989: Delitos y faltas (Crimes and Misdemeanors) - actor, guionista, director 1990: Alice - guionista, director

1992: Sombras y niebla (Shadows and Fog) - actor, guionista, director 1992: Maridos y mujeres (Husbands and Wives) - actor, guionista, director 1993: Misterioso asesinato en Manhattan (Manhattan Murder Mystery) - actor, guionista, director 1994: Balas sobre Broadway - guionista, director 1995: Poderosa Afrodita (Mighty Aphrodite) - actor, guionista, director 1996: Todos dicen I Love You (Everyone Says I Love You) - actor, guionista, director 1997: Desmontando a Harry (Deconstructing Harry) - actor, guionista, director 1998: Celebrity (película) - guionista, director 1999: Acordes y desacuerdos (Sweet and Lowdown) - guionista, director 2000: Granujas de medio pelo (Small Time Crooks) - actor, guionista, director 2001: La maldición del escorpión de jade (The Curse of the Jade Scorpion) - actor, guionista, director, productor 2002: Un final made in Hollywood (Hollywood Ending) - actor, guionista, director 2003: Todo lo demás (Anything Else) - actor, guionista, director 2004: Melinda & Melinda - guionista, director 2005: Match Point - guionista, director 2006: Scoop - actor, guionista, director 2007: El sueño de Casandra (Cassandra’s Dream) - guionista, director 2008: Vicky Cristina Barcelona - guionista, director 2009: Si la cosa funciona (Whatever Works) - guionista, director 2010: Conocerás al hombre de tus sueños (You Will Meet a Tall Dark Stranger) - guionista, director 2011: Medianoche en París (Midnight in Paris) - guionista, director 2012: A Roma con amor (To Rome with Love) - actor, guionista, director 2013: Blue Jasmine - guionista, director