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La Liga “de Quito” y el Barcelona “de Guayaquil”
Jugando desde el fondo - Artículos cortos de periodismo deportivo
La Liga “de Quito” y el Barcelona “de Guayaquil”
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Domingo 21 de marzo de 2021 Pichincha Comunicaciones
Noam Chomsky sostiene que los nacionalismos son buenos “si significa estar interesado en tu cultura local. Pero si es un arma contra otros, sabemos a dónde puede conducir, lo hemos visto y experimentado”. Ecuador es un crisol de multiculturalidades, pero, aunque se trate de una ventaja geográfica y social, no podemos aun convivir con ella porque le tememos.
Las tensiones regionales se identifican en Ecuador desde que el país se constituyó como una República, quizás hasta un poco antes. El antropólogo guayaquileño Xavier Andrade lo cuenta en su artículo “Adiós cultura y hasta la vista cultura política”, donde se identifican “los conflictos entre las elites de la ciudad con mayor concentración poblacional, financiera e industrial, Guayaquil, y las de la capital administrativa, Quito. Guayaquil en la costa del Pacífico y Quito en las alturas andinas, concentran aproximadamente un tercio de la población y ambas ciudades se han constituido a través de la historia en polos regionales”.
Una de las mejores formas de explicar los fenómenos sociales es el deporte, y el regionalismo en Ecuador no es la excepción. Durante esta última semana se ha instaurado un debate en los principales medios especializados de por qué se describe al Barcelona Sporting Club como “Barcelona de Guayaquil” y a la Liga Deportiva Universitaria como “Liga de Quito”. Y la respuesta está en sus orígenes, en sus genes, en el nacimiento de su institucionalidad que responde a dos ciudades que conviven bajo un mismo marco legal, pero bajo distintas tradiciones.
El hecho que radio La Red se haya especializado en los clubes de fútbol quiteño y radio Caravana lo haya hecho en los
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equipos de Guayaquil no los convierte en medios antagónicos, sino en empresas informativas que responden a audiencias específicas, a preferencias comerciales e incluso intereses publicitarios. Los aficionados al fútbol en Guayas están más sintonizados con las novedades de Barcelona y Emelec, mientras que cuatro de cada diez pichinchanos es seguidor de la Liga Deportiva Universitaria. Lo que hacen los medios de cada ciudad es lo responsable con esos públicos, como cuando Radio Ambato ofrece más cobertura sobre los clubes de su ciudad, Macará y Técnico Universitario, por sobre los de Quito y Guayaquil.
A Ecuador le urge asimilar estos fenómenos para evitar vivir a la defensiva. Ahora que estamos en la coyuntura de un proceso electoral, se repite la histórica fórmula del candidato costeño en binomio con el serrano, precisamente porque así está unido el Ecuador, con una población repartida en Costa (8.631.859 habitantes), Sierra (7.847.136 habitantes), Amazonía (956.699) y Galápagos (33.042). Es indispensable disfrutar de un solo país que combina cangrejos y papas, un territorio de fritada y encebollado, de yucas y mellocos, del Barcelona de Guayaquil y de la Liga de Quito, sin que esto nos fragmente, sino que, al contrario, nos permita encontrar la unidad nacional en la diversidad regional.