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Las independencias y el fútbol • Richard Carapaz rompió el molde

Jugando desde el fondo - Artículos cortos de periodismo deportivo

Las independencias y el fútbol

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Sábado 23 de mayo de 2020 Bendito Fútbol

Corregido y editado por Andrés Burgo

La Batalla de Pichincha, celebrada cada 24 de mayo, es el suceso independentista más conmemorado en Ecuador. Tras sus victorias en Venezuela y Colombia, el Ejército Libertador de Simón Bolívar avanzó hacia el sur y bajo el comando del mariscal Antonio José de Sucre, se adjudicó en 1822 una nueva ofensiva ante Los Realistas, lo que tuvo como consecuencia la independencia de todas las provincias adscritas a la Real Audiencia de Quito.

En 1825, tres años después de la Batalla de Pichincha, se fundó la República de Bolívar, que cambió semanas después su denominación por Bolivia, cuando en el congreso se exclamó “si de Rómulo, Roma; de Bolívar, Bolivia”. Cien años más tarde, el 12 de abril de 1925, nació el Club Bolívar de la Paz, el más ganador entre los bolivianos, con 22 títulos locales y una final de Copa Sudamericana.

El fútbol de Ecuador rindió tributo al Mariscal Sucre con el club de las Fuerzas Armadas, que llevó durante cuatro años el nombre del prócer. En 1964 cambió su denominación por El Nacional, que hasta hoy conserva la exclusividad de jugar con futbolistas ecuatorianos de nacimiento y ostenta el tercer lugar entre los más laureados del país. Cien años después de la Batalla de Ayacucho, que por su parte consumó militarmente la independencia del Perú, también Lima tuvo su Club Mariscal Sucre de Deportes, modesto equipo capitalino que desde 1925 disputó la idolatría distrital con Alianza Lima.

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Casi con la Gran Colombia disuelta, el Gran Mariscal de Ayacucho fue asesinado cerca de Pasto, capital nariñense donde el equipo de la ciudad dio su única vuelta olímpica en 2006, justamente en el Estadio Departamental Libertad. Al enterarse de la muerte de su general, pocos alientos le quedaron a Bolívar que sentó accidentalmente raíces en la costa colombiana para atender su mortal tuberculosis. El lugar más visitado en Santa Marta es la Quinta de San Pedro Alejandrino, donde terminó sus días el Libertador; el segundo más frecuentado es la estatua de Carlos 'El Pibe' Valderrama, uno de los futbolistas íconos de Colombia, cuyo homenaje se levanta a las afueras del estadio Eduardo Santos, donde jugó sus mejores años el Unión Magdalena y ganó el campeonato nacional de 1968. “La gente salta a la cancha, mi papá me agarra y me carga, la gente se enreda con los cables de los locutores que se abrazan con los jugadores”, recordó ese día Carlos Vives, testigo presencial del milagro, en una crónica para Soho.

Días después de tomar Quito, tras la batalla del 24 de Mayo, en julio de 1922 se reunieron en Guayaquil Simón Bolívar y José de San Martín, las figuras más resplandecientes de las guerras independentistas, como lo detalla en su libro 'Masones argentinos' el periodista deportivo Mariano Hamilton o lo traslada a la ficción el propio Jorge Luis Borges en su cuento 'Guayaquil'. En Argentina, San Martín tiene su club de fútbol en San Juan, Tucumán, Mendoza y Burzaco, así como Manuel Belgrano, el creador de la bandera albiceleste, tiene el suyo en Córdoba. También el Club Deportivo O'Higgins juega en la primera división de Chile, en tributo al libertador Bernardo O'Higgins, quien le puso “la estrella solitaria” a la bandera tricolor. Son los Libertadores de América en cuyo honor se disputa el torneo de clubes más importante del continente, porque el fútbol y las independencias tienen un romance inagotable.

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