La semiótica y la retórica son dos áreas del saber que el Diseño reconoce como referentes teóricos en la medida en que se trata de los procesos de significación en general y, en particular, de los mecanismos de la persuasión que no sólo son competencia de los mensajes publicitarios sino del diseño de espacios y objetos que nos apelan desde el color, la armonía, y la argumentación contundente de la máxima del buen diseño: “menos es más”. Además, la semiótica y la retórica, en tanto referentes teóricos, promueven el pensamiento crítico; es decir, ayudan a reconocer y cuestionar los hitos de la cultura contemporánea.
De este modo, la aplicación práctica de la teoría al análisis permite conocer el mecanismo que subyace a una serie de prácticas y productos de diseño a fin de redescubrir la riqueza cultural de la tradición y su proyección hacia una tecnología en constante transformación.