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EL GRAN RETO DE LA EN EL MUNDO MODERNO PATERNIDAD
Indefenso y envuelto en el manto de tu madre te dejaste caer en los brazos de tu padre.
La melodía de tu primer llorido hizo vibrar las fibras más profundas de mi corazón.
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Aún recuerdo esos ojos vivarachos queriendo reconocer a los que te rodeaban y pronto muy pronto reconociste quién era tu padre.
En los meses siguientes la sonrisa apareció en tu cara e iluminó la mía. Incesantes balbuceos queriendo explicar lo que te sucedía.
Poco a poco fueron apareciendo movimientos firmes y repetitivos, hasta lograr gatear, caminar y correr.
Siempre presentes los lloridos de exigencia ante la comida, por ese apetito voraz que caracteriza a los infantes.
Cómo perderse esa gran experiencia de estar pendiente de tu sueño y vigilia, de alimentarte, de dormirte, de bañarte, de asearte, de vestirte, de dormir y despertar a tu lado, de cantarte y de jugar contigo.
Cómo pasar por alto esos gritos, risas y gestos que llenan la casa de alegría y que me arrancan sonrisas por doquier
Por: Dr. José. F. Flores Morales Médico Radiólogo Pediatra Ced Esp. 4896199
Sonografía Especializada
Morelos 1010, Chihuahua, Chih.
Tel: 410.59.00 y 614.294.13.93
Hablar de la paternidad no es un asunto sencillo; a lo largo del tiempo las mujeres siempre han tenido el rol del cuidado y educación de los hijos y los padres de proveer el sustento. Hasta hace unas cuantas décadas en que la dinámica de trabajo y actividades fuera de casa se han ido empatando; es ahí donde un grupo cada vez más nutrido de padres nos hemos involucrado poco a poco en el desarrollo y cuidado de los hijos.
Anteriormente e incluso hoy en día, para muchos hombres la paternidad solo representa un acto biológico de engendrar y económico de proveer el sustento, sin embargo eso los aleja de la experiencia maravillosa de ser padres en toda la extensión de la palabra.
En estos tiempos para muchos padres, cambiar un pañal, alimentar, bañar, vestir y dormir a los hijos, así como llevar, traer y ayudar en las tareas de la escuela es cosa común y de todos los días, pero esto, lejos de ser una tarea difícil es una ventana de oportunidad para tener una gran convivencia e influencia en los hijos.
En el mundo y en nuestro país, tristemente existen muchos hombres que de manera fácil abandonan a sus hijos o simplemente no participan en su cuidado y desarrollo, por lo que todavía estamos muy lejos de ejercer la verdadera paternidad.