La verdad sobre: ¿Por qué es tan difícil iniciar actividad física a pesar de que nos hace sentir tan bien?

Cambiar nuestros hábitos puede ser una labor titánica y esto tiene una explicación totalmente fisiológica que, una vez entendida, es más fácil combatir. Nuestro cerebro gasta enormes cantidades de energía en adquirir cada conocimiento, habilidad o costumbre, proceso que una vez que es dominado se automatiza, y pasa a ser llevado a cabo por otras áreas del cerebro que no necesitan tanta energía. Para ser más claros, en el primer caso estamos hablando de la neocorteza y en el segundo caso de las áreas subcorticales. Este ahorro de energía tan importante hace que podamos aprender a manejar e interpretar las señales de tránsito, sin necesidad de hacer uso de funciones demasiado complejas, es decir, ya lo aprendimos.

Por: Dra. Alicia López Ríos Medicina General y Alimentación Funcional

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Cédula Profesional: 7914498 UACH

Te preguntarás seguramente ¿qué tiene que ver con empezar a hacer ejercicio?

¡Pues todo! Gracias a esta estrategia, nuestro día a día está, casi en su totalidad automatizado, permitiendo que la neocorteza se ocupe únicamente de lo difícil, tu cerebro ya se sabe la rutina de todo el día y si no está contemplado hacer ejercicio le costará mucho trabajo cambiar el siguiente paso, por una o dos horas de gimnasio; se abrumará deseando hacer lo que ya tiene aprendido. La buena noticia es que SÍ PODEMOS. Cuesta trabajo, al igual que cambiar de carro automático a manual, pero no es imposible, solo necesitas decisión y cuando tu cerebro y sus costumbres intenten persuadirte, no lo permitas, te sentirás tan bien que después será muy fácil y lo disfrutarás.