BIBLIOTECA DE INVESTIGACIÓN JUAN DE CÓRDOVA
Fondo Ventura Conde. Documentos de un pueblo de la Sierra Norte Michel Oudijk (IIFL-UNAM)
L
os zapotecas llevan escribiendo más de 2 500 años. Nunca han parado de registrar sus historias, sus cuentas, sus reclamos o testamentos. Desde que allá por el año 500 antes de Cristo registraron sobre piedra el nombre de un sacrificado, han venido grabando, dibujando o escribiendo textos sobre piedra, lienzo, piel de venado, papel y, más recientemente, en celulares e internet. Tras la llegada de los españoles en el siglo XVI, los frailes necesitaron comunicarse en las lenguas que se hablaban en Oaxaca para convertir a la población al catolicismo. Comenzó entonces un periodo de estudio y registro de los idiomas único para esa época a nivel mundial, que resultó en la publicación de amplios vocabularios y gramáticas en zapoteco y mixteco, así como largos textos religiosos en estas mismas lenguas y también en mixe, popoloca y chinanteco. Ese proyecto evangelizador fue un esfuerzo en conjunto de los frailes, los gobernantes y los nobles indígenas. El aprendizaje de la escritura alfabética y del nuevo sistema jurídico por parte de los nobles indígenas creó el contexto para que empezaran a escribir para sus propios fines. Durante los tres siglos que duró el Virreinato, los escribanos indígenas en Oaxaca produjeron cientos de textos en zapoteco, mixteco, chocho y náhuatl para ser leídos en sus propias comunidades y ante las autoridades de Oaxaca, México y España. Generalmente, esos tex-
tos eran de naturaleza administrativa: cartas de venta, testamentos, solicitudes, quejas e inventarios. Nos proporcionan una rica visión de la vida cotidiana en los pueblos, explicada en términos indígenas y no en categorías europeas. Obviamente, esos escribanos también comenzaron a escribir en castellano. Parte de esta rica tradición escritural fueron los escribanos de San Baltazar Yatzachi el Alto, un pueblo zapoteco ubicado en la Sierra Norte. Sus habitantes hablan xidza xhon, una variante regional del zapoteco de la cual tenemos registros escritos desde 1595, cuando se escribió un testamento en el pueblo vecino, san Bartolomé Zoogocho. El primer texto en zapoteco que conocemos de Yatzachi es de 1614, cuando aún formaba un solo pueblo con Yatzachi el Bajo. Entre ese año y 1824 los escribanos de los pueblos hermanos produjeron muchos textos, de los cuales al menos 26 han sobrevivido hasta nuestros días1 En febrero de 2020, doña Juana Conde y su marido, Fortino Hernández Matías, donaron a la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova un pequeño archivo familiar de Yatzachi el Alto, lugar de origen del matrimonio. Propusimos nombrarlo “Ventura Conde”, en homenaje al señor Ventura Conde, abuelo de doña Juana, de quien ella lo heredó. Incluye varios documentos que 1
Véase el sitio https://satnu.mx/
BOLETÍN DIGITAL DE LA FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ OAXACA • NÚMERO 01 • SEPTIEMBRE-OCTUBRE DE 2020 54