In memoriam
El maestro Jorge Garibay Álvarez (1935-2020) Juan Manuel Herrera
H
oy, sábado 29 de agosto de 2020 ha fallecido el Maestro Jorge Garibay Álvarez, viejo y queridísimo amigo. Tuve la sensación de lo inminente hace algunos días. No solo es que su salud fuera precaria o que fuera un sobreviviente heroico de dolencias serias. A la mesa de la Biblioteca José Lorenzo Cossío, en ADABI de México, llegaron los papeles de su archivo. Una rueda de tiempo, un concepto, una metáfora me hizo ver, junto con las jóvenes que lo están ordenando —Saraí Tenorio y, especialmente, Candy Ornelas, una de sus alumnas predilectas—, que ahí en esa mesa descansaba una vida dedicada a los archivos de México. Inventarios, guías, fotografías, notas, cartas, borradores, impresos. De un vistazo uno podía reconocer décadas dedicadas al rescate, a la organización y a la difusión de acervos eclesiásticos. En este caso, debe subrayarse, no es solo un tema de conciencia histórica, sino un motivo muy profundo que tiene su fundamento en la Fe. Conocí a Jorge en 1981, aunque no sería sino hasta dos años después, en 1983, cuando creo que verdaderamente conversé con él de una manera que pude decir que entendí lo que pensaba y lo que animaba su espíritu. Guardo, entre muchas
otras, un par de fotografías en la que están Stella, Victoria San Vicente y Jorge en Lecumberri, sonrientes, y otra, de ellos tres en Puebla, muchos años después, igualmente sonrientes. ¿Por qué mantenían esa actitud feliz después de años y años? Porque no dejaron de pensar lo mismo y buscar los mismos objetivos: conservar los archivos mexicanos como un patrimonio fundamental en nuestra historia. Esa tarea, como parte de una labor de defensa del patrimonio, esencial para la construcción de un mejor país y, lo más importante, en sus vidas, ha sido y será siempre un motivo de alegría al ver los resultados favorables que se han
BOLETÍN DIGITAL DE LA FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ OAXACA • NÚMERO 01 • SEPTIEMBRE-OCTUBRE DE 2020 78