MUSEO TEXTIL DE OAXACA
El alimento de la creación Hector M. Meneses Lozano
E
l Centro de Arte Textil Zapoteco Bii Daüü, fue una de las primeras cooperativas que se acercaron al Museo Textil de Oaxaca cuando abrió sus puertas al público, en 2008. Poco tiempo después de su apertura, Bii Daüü presentó una charla en el Museo, cuando estas aún se llevaban a cabo en la Sala Caracol. Con el tiempo, la relación entre Bii Daüü y el MTO se ha ido estrechando gracias a los talleres de teñido y de tejido, las visitas de campo a Teotitlán del Valle, la participación activa en encuentros y congresos, así como en talleres especializados en torno a diseño y técnicas de teñido. Incluso, frente a prácticas de negocio poco ventajosas para la cooperativa, los socios se han acercado al MTO para exponer su situación y crear una estrategia de respuesta. Como parte del programa de apoyo al sector artesanal, emprendido por la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca frente a la pandemia de COVID-19, Alejandro de Ávila sugirió comisionar algunas recreaciones de piezas históricas, tanto pertenecientes a los acervos que resguarda el MTO, como piezas que se conservan en otras instituciones. El listado incluía un sarape de ca. 1900, tejido en Teotitlán y enviado por Zelia Nuttall al Museo de Antropología en Berkeley, California (hoy, Phoebe A. Hearst Museum of Anthropology). El sitio del museo solo ofrece una fotografía del sarape, doblado varias veces sobre sí mismo. La única fotografía completa del sarape a la que tuvimos acceso aparece en la publi-
cación Historia del arte de Oaxaca,1 dentro del texto de Alejandro, titulado “Un huipil colorado: tiempos del textil oaxaqueño”. El proceso de la recreación del sarape comenzó con tan solo esa fotografía enviada a través de WhatsApp a Mariano Sosa Martínez, presidente de la cooperativa. Al interior de la organización, se decidió que serían Horacio Mendoza Martínez y su esposa, Fermina Ruiz Gutiérrez, quienes estarían a cargo de la elaboración de la pieza. Fermina se ha metido de lleno en el tema del color y, si bien la pieza original parece haberse realizado con tintes sintéticos, en este tejido se emplearon exclusivamente tintes naturales. La grana cochinilla y el añil fueron los tintes primordiales, matizándose con cáscara de granada, jugo de limón y pericón para alcanzar distintas tonalidades. De acuerdo con prácticas realizadas desde antaño, no solamente emplearon lana
De Ávila, Alejandro. (1997). Historia del arte de Oaxaca, Arte contemporáneo. Oaxaca: Instituto Oaxaqueño de las Culturas. 1
BOLETÍN DIGITAL DE LA FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ OAXACA • NÚMERO 01 • SEPTIEMBRE-OCTUBRE DE 2020 8