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BARROCO EN ESPAÑA
El Barroco en España tuvo dos poderosos factores que lo llevaron a su máximo apogeo: las riquezas de las aportaciones venidas de las colonias en América y el entusiasmo religioso creado por la Contrarreforma procesado por la Compañía de Jesús que se originó en España y llevó a la Iglesia a una era de estabilidad (Velarde, 1949). La construcción de templos y conventos fueron los más sobresalientes del Barroco español.
El arquitecto más influyente que introdujo el barroco a España fue el italiano Juan Bautista Crescenzi (1577-1635), que fue llamado a terminar las obras de El Escorial (1617). Introdujo varios aspectos, pero el más importante es el decorativo, que se fue introduciendo poco a poco al estilo español, un ejemplo es el arco triunfal erigido por el escultor Alonso Cano en Madrid. Algunos ejemplos barrocos de transición arquitectónica son La Iglesia del Colegio de los Jesuitas en Loyola y el imponente Santuario de Nuestra Señora del Pilar en Zaragoza, obra de Francisco Herrera el Mozo. (Velarde, 1949)
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El Churrigueresco (siglo XVII)
El origen de la palabra “churrigueresco” viene del apellido de la familia de los Churriguera, ellos eran arquitectos barrocos cuyo trabajo consistía en una recargada ornamentación. Este nombre característico nació con sentido despectivo por parte de los críticos que le atribuían extravagancia y mal gusto. La familia estaba conformada por José Simon de Churriguera (retablista y tallista; m. 1682), y sus tres hijos: José Benito (1665-1725), Joaquin (1674-1724) y Alberto (1677-1750).
El más influyente de esta familia fue José Benito Churriguera, quien nació en Madrid e inicialmente se formó en el taller de su padre, sin embargo, años más tarde se trasladó a Salamanca donde realizó el Retablo de San Esteban y su trabajo más característico es la columna salomónica (ver figura 112) dispuesta sobre una planta cóncava, además de estas recargadas columnas, el espacio se ve enriquecido por elementos curvos que brindan relieve al panel central. Otros trabajos de José Benito que marcaron su estilo fueron la fachada del Palacio de Goyeneche (1725) en la calle Alcalá de Madrid, el Nuevo Baztán (1709-1722) (ver figura 113) que tiene como elemento principal la unión del palacio y la iglesia frente a una plaza.
Figura 112. (Columnas salomónicas siglo XVII. Fuente:alamy.es)
Plaza mayor de Salamanca (1729-1756)
Figura 113. (Fachada del palacio de Goyenete 1725. Fuente: real academia de San Fernando)
Figura 114. (Fachada del palacio de Goyenete en Nuevo Batzan 1709-1722. Fuente: mipetitmadrid)
Figura 115. (Plaza mayor de Salamanca 1729-1756. Fuente: todocoleccion.net) Figura 116. (Planta de la Plaza mayor de Salamanca 1729-1756. Fuente: artehistoria)
La plaza mayor de Salamanca (ver figura 115), también considerada como “La plaza más grande de la cristiandad”, fue conocida como la Plaza de San Martin. Rediseñada por el arquitecto barroco Alberto de Churriguera, en el año 1729, y tras su muerte, Andrés García de Quiñones la termina en 1755. Es de planta cuadrada (ver figura 116) y los edificios perimetrales son de tres pisos sustentados sobre 88 arcos de medio punto. En los primeros pisos están los soportales y en los tres restantes se encuentran los ventanales precedidos de balconadas. Actualmente, las baldosas son de granito gris con marcas de granito rosa, antes de ello era un jardín central con árboles y un espacio de música.