E
ditorial
Gran parte de la investigación histórica sobre los temas del Patrimonio Cultural y la publicación de los resultados proviene de la inquietud de decenas de personas que deseamos agregar con nuestros trabajos, los renglones faltantes a los libros, a los ensayos y tesis, a los artículos, ya escritos o comentados, para enriquecer la información de manera tal, que nos sirva a todos, para comprender a fondo pasajes de nuestra historia, de nuestros usos y costumbres, de nuestras celebraciones, de nuestros ambientes y todo cuento provenga como legados y tesoros, que custodiamos hoy en día.
C
onsejo Editorial
Emilio Romero Balandrán Director General Lic. Alicia Ortíz Silva Director Recursos
Legados y Tesoros Patrimoniales del Estado de Guanajuato, es una revista digital con edición mensual, con Registro en Trámite del mes de enero de 2017. Con edición digitalizada para equipos de cómputo y sus periféricos por Fast Print Gto, empresa de Publicidad. Los artículos, ensayos, investigaciones, gráficos, textos e imágenes, son responsabilidad de los autores y no reflejan el criterio del Consejo Editorial. Fotografía de portada: Emilio Romero Balandrán 2018
Claro que hay muchos esfuerzos y cada autor o investigador merece el reconocimiento por ello, porque al final de su trabajo, se pueden sumar horas y horas de trabajo, de esfuerzos, de estudio, de análisis, de estructurar datos, de escudriñar, buscar y localizar en bibliotecas, acervos, colecciones, y miles de minutos en ordena para publicar. Todo ello se suma al descubrimiento y rescate de material gráfico que complementa toda investigación, más el material que cada investigador genera, fotografías, planos, mapas, para finalmente apoyar con testimoniales y evidencias su trabajo. Con orgullo y pacer por el deber cumplido, los investigadores o autores, presentan sus trabajos con el simple deseo de colaborar en el enriquecimiento de la información para que los lectores tengan panoramas más amplios y saquen sus propias conclusiones. Por todo lo anterior, desde esta Editorial vaya un reconocimiento a estos esfuerzos y seguiremos haciendo lo necesario para impulsar y publicar gran parte de los trabajos finales que acerquen a nuestra editorial todos los autores interesados, porque al final del día, toda su labor se integra con honores al Patrimonio Documental de los Guanajuatenses. Bienvenidos!!
Un abrazo cariñoso Emilio Romero Balandrán
Escríbanos a: legadosytesoros@gmail.com
Contenido EL ENORME VALOR DEL PATRIMONIO DOCUMENTAL 2
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CORTAZAR Y EL RÍO LAJA JOSÉ ANDRÉS MÁRQUEZ FRÍAS
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EL ARTE SACRO DEL ESTOFADO LUZ DEL CÁRMEN RUÍZ URBINA
GUANAJUATO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD ARQ. MANUEL FEDERICO CHOWELL ZEPEDA
15 21
AGENTES NOCIVOS QUE DESTRUYEN EL MINERAL DE SANTA ANA Y SU CEMENTERIO EL PATRIMONIO EDIFICADO MIGUEL ANGEL CRUZ GUERRERO
47 31
EL ENIGMÁTICO RELOJ ASTRONÓMICO DE ACÁMBARO LEONARDO ARTURO AMEZCUA
39
ACERVO FOTOGRÁFICO DE GUANAJUATO
45
El enorme valor del Patrimonio Documental 2 Emilio Romero
En mi trabajo de investigación he podido localizar decenas de documentos en diferentes acervos que finalmente son joyas documentales de hechos, sucesos, partes, páginas de la historia de nuestros Pueblos y Ciudades que por diferentes razones han permanecido ocultos en cajones y cajones de otras tantas instituciones y que por detalles de su archivado, no se ha difundido su contenido y significado histórico a lo largo de años y años de letargo documental. Las posibilidades y alcances del contenido de cientos de documentos tienen para mi, un gran significado pero sobre todo ello, un gran valor documental porque se constituyen en evidencias claras de acontecimientos que quedaron grabados en la historia de cada
Pueblo, Ciudad y Comunidad de nuestro Estado de Guanajuato y que ayudan a comprender infinidad de hechos relacionados con su propia historia, aparte de acrecentar la información que ofrecen para enriquecer el estudio de cada fenómeno y acontecimiento, dando posibilidades claras de encontrar información protagónica y veraz. Las comunidades han tenido su propia vida y desarrollo y en partes claves de su existencia, el Patrimonio Documental tiene referencias claras, precisas y contundentes que nos permitirán poco a poco comprender su paso por los años y en muchos casos desde sus primigenios días hasta su actualidad.
Es claro que los avances tecnológicos nos proveen de material en condiciones óptimas que comparados con los testimonios gráficos de antaño, tienen sus grandes diferencias, pero eso no es lo importante, porque al compararlos, podemos percibir de inmediato las diferencias en su información; así podemos conocer el cómo fue, cómo era, por qué se edificó, para qué y decenas de preguntas más. Rescatar documentos que forman parte de las evidencias tanto históricas como costumbristas, nos adentra en el terreno de las sorpresas, de los reconocimientos, de los aconteceres verdaderos de cada Pueblo y Ciudad del Estado de Guanajuato.
Para los investigadores toda información es valiosa y con esa premisa, podemos adentrarnos en las entrañas de lo verdadero, de lo real, para encontrar la otra historia... la historia no novelada. Para el caso de estas piezas que retratan desde las alturas a las diferentes ciudades, según entiendo, es un trabajo que realizó entre los años de 1934 a 1944 la Compañía Mexicana Aerofoto, S.A. y que se conserva en custodia de la Fundación I.C.A. Org. una labor poco difundida y desconocida por el grueso de la comunidad, pero que hacen clara referencia al cómo fueron aquellas poblaciones entre aquellos años.
Esta información es muy valiosa desde el punto de vista histórico porque nos deja conocer gran parte de la población retratada en un periodo de tiempo de 10 a 12 años antes y después de la toma fotográfica y con ello darnos una idea más cercana al desarrollo de la población en cuestión, sus cambios, sus trazas, e incluso las vías de acceso y las dimensiones de su posición geográfica. Las herramientas actuales como el conocido Google Maps, nos provee esta información totalmente actualizada, prácticamente al día con día y hace que las fotografías aéreas de aquellos años de 1934 a 1944, adquieran su propio valor testimonial e histórico.
Este valor es de suma importancia para los investigadores porque se pueden recrear perfectamente los aconteceres de cada población fotografiada, que llevaron a la misma hasta la actualidad. Si bien es cierto, que para muchos no tiene el interés particular, el tema permite escribir los renglones faltantes a la historia misma de cada población retratada siempre localizando acuciosamente los más pequeños detalles en la información contenida en cada pieza. Que bueno que se localizaron estos archivos y sobre todo, que bien poder darlos a conocer.
Lectura, que muchos se empeñan en “interpretar”, cosa que pienso muy lejana para lograr la comprensión exacta. El Misticismo Nahua primigenio, esta integrado por muchísimas variables, viviencias, interacciones y sin fin de otras apreciaciones; tiene además ingredientes que les permitieron comunicarlos a manera de “metáforas” que por cierto, alejados como estamos en la actualidad de esos conceptos, nos es terriblemente difícil poder comprender a cabalidad. Esta manera de comunicar, los llevó a la simplicidad -cosa igualmente difícil de lograr- pues si nos remitimos a su escritura, podemos encontrar glifos de una gran sencillez, comparada con nuestro alfabeto, solo que, con una gran dosis metafórica. Es por ello que menciono la importancia de hablar Nahuatl para poder leer gran parte de los llamados códices de estas Etnias. Tendremos que remitirnos nuevamente al Códice Boturini para comentar que: Debemos otorgar mucho más crédito a aquella cultura, del que mezquina
CORTAZAR y el RÍO LAJA José Andrés Márquez Frías
PUENTE COLGANTE EN CORTAZAR, GTO. tomada del Bolg del Dr. Muelita - Internet -
PUENTE COLGANTE EN CORTAZAR, GTO. tomada del Bolg del Dr. Muelita - Internet -
Tras estas lluvias que se están dando después de calurosos días y de años de sequía, vemos que el río Laja, ubicado en el estado de Guanajuato, lleva un importante crecimiento de agua, aunque no siempre de manera abundante como antiguamente se veía. No obstante que esto era así, la ciudad de Cortazar no ha sufrido de inundaciones, lo que sí las ciudades del Bajío: Celaya, Salamanca, Irapuato, Silao, León y Guanajuato capital. De estas ciudades, sólo Celaya comparte el río Laja con Cortazar, el cual, el río, viene del municipio de San Felipe Torres Mochas, para bajar por San Miguel de Allende, Celaya, Cortazar, Villagrán y desembocar en el río Lerma, cerca de Salamanca.
De las inundaciones en Celaya, hay referencias para los años de 1912 y 1973, que siendo una ciudad pequeña a comparación de hoy, se vio inundada desde el río Laja hasta el centro de la ciudad (el río rodea a la ciudad por el oriente y el sur). En las actuales lluvias (2018), con la crecida de la mancha urbana de la ciudad, ésta se volvió a inundar en la cercanía sur al río, afectando a industrias allí instaladas. La afectación duró un par de semanas. Por el contrario, estando Cortazar más cerca a dicho río Laja, de hecho junto a él prácticamente, no se ha visto afectada en sí, a excepción de 1953, aunque no hubo estragos como en las mencionadas ciudades del Bajío y sus respectivos ríos. En esta única ocasión, el desbordamiento del río llegó a sólo tres cuadras adentro de la ciudad, sin preocupaciones mayores.
PUENTE COLGANTE EN CORTAZAR, GTO. tomada del Bolg del Dr. Muelita - Internet -
Por este hecho, hay quienes señalan que si se inunda Cortazar, se inunda el Bajío, cosa que es complicado de afirmar, pues Celaya tiene una altura de 1767 metros sobre el nivel del mar, mientras que Cortazar se encuentra a 1730, declive por la que se explica la carrera que el agua lleva en el río Laja. Lo que sí es cierto, es la permanencia de la incógnita de por qué Celaya sí se inunda y Cortazar no. Lamentablemente por el crecimiento de la ciudad de Cortazar, que se está dando sin planeación alguna, sí corre el riesgo de futuras inundaciones, principalmente en las colonias que se están construyendo a la orilla del Laja. No obstante lo precedente, algo que debemos señalar, en otro tema, es que en la antigüedad, la cre--
cida del río Laja imposibilitaba a los cortazarenses cruzar éste. Para pasar al otro lado, debían trasladarse hasta Villagrán, antes llamado El Guaje, al occidente, o a la comunidad de Merino, al oriente, a una distancia, a uno y otro lado, de 10 kilómetros en promedio. Sin embargo, después de dificultades para construir un puente, en 1922 se concluyó uno, conocido con el nombre de Puente Colgante, al cual vino a inaugurarlo Álvaro Obregón, entonces presidente de México y connotado revolucionario sonorense. Tal puente ya sólo es usado hoy en día por un reducido número de ciclistas y peatones. Además de tal puente, Cortazar cuenta en la actualidad con otros dos puentes más, ahora de concreto, pero de uso vehicular.
BLANCO Y NEGRO BLOG DEL DR. MUELITA - COLOR PUENTE COLGANTE EN CORTAZAR, GTO. tomada de Internet - JULIO ROBLES José Andrés Márquez Frías facebook.com/JoseAndresMarquezFrias facebook.com/CortazarHistoria
EL ARTE DEL ESTOFADO Figuras de Arte Religioso Luz del Cármen Ruíz Urbina
ARCÁNGEL POLICROMADO SOBRE MADERA Estofado con lámina de oro - Luz del Cármen Ruíz Urbina
El pintar arcángeles y figuras de arte sacro se ha convertido en mi pasión. Cada pieza es especial y única, traída a la vida por las sensibles manos del tallador y nuestro amor al arte. La técnica que utilizo es llamada “estofado”, el nombre proviene de la palabra italiana “stoffa” que significa tela gruesa; esta técnica ayuda a proteger la madera y dar a las vestiduras un efecto de tela simulando los brocados. En primera instancia se aplica el estuco para generar una capa gruesa sobre la madera, es un proceso lento ya que es necesario dejar secar entre mano y mano. Después se aplica el Bol, que es la preparación para poder colocar el oro de hoja, del cual existen dos tipos: el quintado de 24 kilates utilizado mayormente en retablos de iglesias; y el que carece de kilataje u oro falso, es conveniente usarlo para no encarecer el producto y aplicado de manera adecuada, puede durar muchos años.
En la antigüedad se utilizaban materiales más rudimentarios, pero las técnicas han evolucionado sin comprometer la calidad de las piezas. En mis primeros años empecé pintando con tierras solubles al alcohol, con el paso del tiempo fui interesándome en experimentar con diversos pigmentos, el que utilizo en la actualidad es el óleo y aplicarlo sobre el oro de hoja se ha convertido en mi estilo personal en conjunto con la aplicación de motivos, particularmente en los pectorales de los Arcángeles que son el tipo de piezas en las que me especializo. Los colores que aplico son mezclas creadas especialmente para cada trabajo, por lo tanto, ninguna pieza es igual a otra.
Empezar a trabajar se ha convertido en todo un ritual para mi, mediante la música que más me gusta y aromas de inciensos, genero una atmósfera en la cual me siento cómoda y me llena de inspiración. Dentro de este ritual, y sobre todo al pintar Arcángeles, establezco una comunicación mental con la pieza, y empiezo a trabajar de manera intuitiva, permitiéndome lograr los mejores resultados. Desde mi punto de vista y experiencia,una parte muy importante al crear una nueva pieza es la comunicación con el tallador; transmitir la construcción mental de la imagen y lograr el entendimiento de la misma por su parte es fundamental.
Me gustaría hacer mención especial a Don Juan Girón Mandujano, impresionante tallador y gran amigo, por los 20 años que hemos trabajado juntos y compartido el amor a este arte que nos llena enormemente y por seguir en la lucha por conservar el trabajo artesanal. Mi eterno agradecimiento al Sr. Emilio Romero por abrirme este espacio para hablar de mi pasión.
GUANAJUATO
PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD Arq. Manuel Federico Chowell Zepeda
(*)Las Ciudades inscritas en la Lista del Patrimonio Mundial están situadas en todos los continentes y reflejan las realizaciones de un importante sector de las culturas del mundo. Algunas representan los esfuerzos de culturas indígenas, otras el impacto de las actividades traídas al nuevo mundo o de la época colonial. Y fusionan las diversas influencias de manera creativa para introducir formas únicas y patrones de uso también únicos.
El análisis de las características formales de las ciudades incluidas en la Lista plantea la dificultad de identificar sistemas de construcción particulares, materiales o texturas y expresiones arquitectónicas que obligadamente deban incluirse en la Lista. Los irregulares y ligeramente mojados yesos ocres de Venecia no tienen eco en las sólidas estructuras utilitarias hechas de troncos en el pueblo minero de Roros, Noruega. Las torres de piedra y arcilla de Sana en Yemen no pueden compararse con las precisas formas arquitectónicas del estilo
UNESCO WOLRD HERITAGE SITES georgiano de Bath, Inglaterra. El estricto diseño de las calles de la época colonial de San Juan, Puerto Rico tiene poca similitud con las estrechas y torcidas calles del Rodas medieval. Sin embargo, todas ellas están incluidas en la Lista y en años futuros se incluirán muchas otras de incluso mayor diversidad y riqueza. Tampoco la antigüedad asegura la inclusión de las ciudades en la Lista. Brasilia, con poco más de 40 años ha ganado ya un lugar, como también Alepo y Damasco que tienen más de 6,000 años de vida continua. Tampoco otorga el derecho a ser incluida la distinción arquitectónica, alusiones históricas de gran interés, asociaciones simbólicas importantes o paisajes urbanos excepcionales aun cuando cada uno de estos puede tener importancia en el análisis final. Fundada a la postre de la Segunda Guerra Mundial (octubre de 1945), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) promovió la idea de crear un movimiento internacional para proteger el patrimonio cultural y preservar los testimonios físicos y la memoria intangible de la humanidad. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), organismo de la ONU, fue designada depositaria de tal misión.
A partir de 1972 la UNESCO instituye, a través de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, sus objetivos de identificación, rescate y promoción del patrimonio cultural de la humanidad y promueve la sensibilización y la toma de conciencia sobre el valor del patrimonio mundial tanto urbanístico y arquitectónico como del natural. La idea de la conservación de los sitios culturales se fue multiplicando a través de los años, incorporando nuevas ideas y elementos. Por ejemplo, la idea de combinar la conservación de los sitios culturales y la de los sitios naturales (Washington, USA, 1965). Hoy, la Convención de la UNESCO está reconocida como la máxima instancia internacional que da sentido a la protección del patrimonio de la humanidad, bajo tres lineamientos rectores: prevención, gestión e intervención. Los pueblos prehispánicos que habitaron el actual territorio mexicano dejaron manifestaciones culturales. A la llegada de los españoles se inició un proceso de mestizaje cultural, en donde la superposición de los estilos de vida de los conquistadores pasó a ser determinante. Las expresiones de las culturas origina-
rias sucumbieron paulatinamente ante las nuevas obras materiales y espirituales de los conquistadores. Durante la época colonial el cuidado de las edificaciones dependía del uso que se les asignaba; podían ser militares, religiosas o civiles. Como antecedente se tiene que en el Siglo XVIII surgieron las primeras disposiciones legales para la protección de antigüedades donde se solicitaba que no se destruyeran ni maltrataran los edificios y monumentos antiguos que se hubieran descubierto o que se descubrieran. Diversos especialistas han señalado que desde los siglos XVIII y XIX, en el país se han promovido acciones para la formación de una conciencia nacional en la conservación del patrimonio cultural. A este respecto se menciona que las líneas que se han determinado en la conservación del patrimonio señalan que los monumentos son elementos culturales, cohesionadores del nacionalismo y éstos son fuentes originales para el conocimiento de la historia, por lo que se les considera de interés cultural, directamente vinculados con los proyectos educativos. Su estudio y clasificación apoya la ampliación, enriquecimiento y reproducción de la propia cultura.
A principios del México Independiente, destacaron algunas acciones a favor del patrimonio, como la Ley del 16 de noviembre de 1827, emitida durante el gobierno de Guadalupe Victoria, y el destacado papel de la Comisión de Monumentos, perteneciente a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. En 1862, el presidente Benito Juárez promulga las Leyes de Expropiación y Naturalización, que sientan las bases para que el Estado asumiera las actividades de conservación (que ya realizaba) y, además, las de investigación arqueológica orientada a rescatar los monumentos del pasado prehispánico. A finales del siglo XIX se consolidó este interés oficial y con la Ley para la Conservación de Monumentos Arqueológicos de 1897 se hace efectivo el control de estas actividades con lo que se declaran las antigüedades prehispánicas propiedad de la nación. Sin embargo, durante el porfiriato hubo una limitante: la conservación de los monumentos coloniales no llegó a elevarse a rango de Ley. Durante el gobierno de Porfirio Díaz se expidió un Decreto en defensa del Patrimonio Cultural, el cual definió como monumentos arqueológicos que incluían:
ruinas de ciudades, fortificaciones, palacios, templos y, en general, todos los edificios útiles para el estudio de la historia. En el transcurso del Siglo XX hubo grandes avances en la legislación para la protección del Patrimonio Cultural. Durante la primera mitad del siglo, el gobierno federal y los gobiernos de los estados y municipios promovieron diversos ordenamientos para atender y cuidar la preservación de los centros históricos. Destacan entre otros. La Ley de Protección y Conservación de Monumentos y Bellezas Naturales de 1931 y la Ley Orgánica de Instituto Nacional de Antropología e Historia de 1938. En la década de los años sesenta se cuestionó el concepto de nación y de sus raíces culturales; se reclamó una cultura mexicana que no es única y homogénea; y se reivindicó el derecho a la diversidad y a la diferencia. Se valoró la relación de las colectividades sociales con su patrimonio histórico. Se estableció el concepto de Patrimonio Cultural Intangible. En 1972, el gobierno mexicano promulgó la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas, y en 1975, su Reglamento. Entre las acciones emprendidas por distintos organismos estatales y municipales están: la Ley de Protección a la Fisonomía de la Ciudad de Guanajuato (1979) y el Reglamento de Construcción y Conservación de la Fisonomía para la Capital del Estado de Guanajuato y su municipio (1992) hoy derogado que dio paso al REGLAMENTO DE EDIFICACIÓN Y MANTENIMIENTO PARA LA CIUDAD DE GUANAJUATO.
La importancia que el Estado mexicano le ha conferido a la Conservación del Patrimonio Histórico se expresó desde los inicios del siglo XIX, cuando apenas fundada la República se legisla en materia de protección de tal patrimonio. En 1897 se declara propiedad de la nación a los monumentos y zonas arqueológicas, a partir de entonces los sucesivos gobiernos de la República han reiterado las políticas de conservación del patrimonio monumental del país en diversas leyes, decretos y reglamentos. La Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en su 17ª Asamblea celebrada en Paris en 1972, aprobó la convención sobre la protección del patrimonio mundial cultural y natural. México fue uno de los asistentes a dicha conferencia y suscribió la convención. Como lo establece la legislación mexicana y la propia Convención, la misma fue presentada al Senado de la República, quien lo ratificó emitiéndose el decreto correspondiente en 1984. Desde la fecha en que fue ratificada la Convención, nuestro país ha promovido de manera sistemática la inclusión de sitios naturales y culturales, de acuerdo con las definiciones que al respecto contiene el propio documento. Siendo México la nación americana que tiene más sitios inscritos en la lista del patrimonio mundial, los compromisos asumidos para preservar este patrimonio de conformidad con los objetivos de la convención son significativos. Dentro de los bienes ins-
critos destacan los de carácter cultural conformado por el grupo de Zona de Monumentos de diversas ciudades mexicanas, las que hasta el día de hoy suman diez, siendo éstas las siguientes, en orden de su inscripción:
Ciudad de México (1987) Puebla (1987) Oaxaca (1987) Guanajuato (1988) Morelia (1991) Zacatecas (1993) Querétaro (1996) Tlacotalpan (1998) Campeche (1999) y San Miguel de Allende
En su conjunto estas ciudades tienen en común el ser una muestra significativa de la diversidad de los procesos de mestizaje ocurridos durante la colonia y al mismo tiempo haber sido inscritas en la lista del patrimonio mundial. En 1988 el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) recomendó la inscripción de la Zona de Monumentos Históricos de Guanajuato y Minas Adyacentes en la Lista del Patrimonio Mundial por considerar que “resguarda algunos de los más bellos especímenes de arquitectura barroca del Nuevo Mundo”; por su influencia “sobre la mayor parte de las ciudades mineras del norte de México desde el siglo XVI al XVIII”; por ser “un ejemplar eminente de un conjunto arquitectónico que integra las características industriales y
económicas de un sitio minero”; y porque “está directa y materialmente asociado a la historia económica del mundo”. Ante la magnitud de este preciado dictamen, expuesto en la ciudad de Brasilia, durante la XII reunión del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO se aprobó, por unanimidad, la incorporación de esta zona a la lista mencionada, confiriendo e invistiendo a Guanajuato como legado humanístico universal. APUNTES DE NUESTRA HISTORIA Región de sumo interés histórico sin duda alguna lo fue el territorio que actualmente ocupa el estado de Guanajuato. Fue habitado en buena parte por lo más indómito e incivil de los autóctonos, el llamado chichimeca por los pueblos cultos de la meseta central. Formaba grupos más bien errantes que sedentarios, que cambiaban de lugar conforme se agotaban los frutos y la caza, pues en general desconocían la agricultura y todo tipo de trabajo creativo. Al parecer no tenían religión definida ni sistema de convivencia social, unidos en pequeños grupos sólo por los lazos sanguíneos. Diestros en el uso del arco y las flechas, para lo cual desde su infancia recibían esmerado adiestramiento, su supervivencia dependía en mucho de su pericia. Pasaban su existencia en guerra constante entre sí por el dominio temporal de un territorio rico en frutos y animales para la caza.
En la centuria del XVI y en el corazón de estas tierras había muchos vestigios de asentamientos humanos de considerable interés cultural, pero eran sólo eso, vestigios. En la ruina de estos núcleos posiblemente los chichimecas tuvieron mucha culpa, sin omitir la concurrencia de otras causas, como sequías, enfermedades, epidemias, etc. En las inmediaciones del cerro del Meco (chichimeco) los otomíes-chichimecas establecieron su aldea, lugar que hoy conocemos como el barrio del “mogote” (de mo-o-til) que significa lugar de metales. Cabe destacar que, a juzgar por el nombre, los primeros moradores de la zona se habían dado cuenta ya, de la abundancia de metales. Poco después, a mediados del siglo XV, las tribus mexicas invadieron la zona; más tarde los purépechas hicieron lo mismo. El arrebato de Paxtitlán (Pastita) a los otomíes-chichimecas por parte de los nahoas, y a la similitud de figuras de formaciones rocosas en forma de ranas, motivó el Quanaxhuato (lugar de ranas). Estas formaciones rocosas pueden distinguirse si se observan desde el camino del socavón de la mina de Sirena.
Así pues, los nombres de las aldeas primitivas asentadas en esta zona fueron sucesivamente: Mo-o-til (lugar de metales), Paxtitlán (lugar de heno) y, Quanaxhuato (lugar de ranas), nombre, este último que, debido a posteriores adulteraciones del lenguaje, quedó en Guanajuato. Por el año de 1546, el virrey don Antonio de Mendoza, en recompensa por los servicios prestados durante la conquista, otorgó a don Rodrigo de Vázquez las tierras que conforman la actual ciudad de Guanajuato, como merced para ganadería, a la que se denominó Estancia de Quanaxhuato. Entre 1554 y 1557, en el centro del territorio comprendido entre la ciudad de México y las minas de Zacatecas, se encontró plata en abundancia. El 11 de junio de 1548, unos arrieros descubren mineral de plata; posteriormente, en 1550, Juan de Rayas, arriero de oficio, encuentra un importante yacimiento del mineral. A partir de ese momento, los descubrimientos de ese tipo fomentarían la instalación de pueblos mineros en la región. Las construcciones, que tomaron el carácter de fortines, se utilizaron para repeler los ataques chichimecas. Destacan entre ellos, Santiago de Marfil, Tepeta-
pa (Tepetlalpan), Santa Ana y Santa Fe. Años más tarde, las autoridades principales decidieron instalarse en Santa Fe, fortín que comenzó a ser conocido bajo el nombre de Santa Fe de los Naturales, Real y Minas de Guanajuato. La riqueza argentífera de Guanajuato y las buenas rentas que redituaba a la Corona, motivaron que el rey pronto se fijara en ello haciéndolo patente por medio de la donación de una imagen de la Virgen María. El señor don Perafán de Rivera, designado por el Rey Felipe II como juez de las minas de Guanajuato, fue el encargado de traer consigo desde España, la imagen que hoy conocemos como Nuestra Señora de Guanajuato. Una vez asentadas las autoridades en el fortín de Santa Fe, se inician las labores de construcción por parte de los indígenas, en los cascos de esta ciudad. En 1555, los otomíes edifican su hospital, utilizando para ello terrenos de lo que ocupa actualmente la Universidad de Guanajuato. Los mexicas hicieron lo propio en 1556, en un terreno donado por la señora doña María Aguirre. Según cuenta la tradición, éste fue el primer recinto, a partir de 1557, de la imagen de la virgen del Rosario, ahora de Guanajuato. En 1560, los tarascos
construyeron su hospital y capilla, la cual es conocida como la Capilla de los Hospitales. Por último, los nazahuas levantaron el suyo en 1565, en los terrenos del actual templo de San José. El poblado se desarrolló, sobre todo a las veras del río, cuyas aguas se aprovechaban para el laboreo minero y para otros servicios. Pronto fue Alcaldía Mayor, y a fines de la centuria décima sexta ya sumaban los pobladores cerca de cuatro mil almas, ameritándose construir una parroquia. Hacia la primera mitad del siglo XVII la mayor parte del Bajío estaba ya ocupado por mercedes para estancias ganaderas, las que fueron cambiando de su primitivo destino a agrícola. Tres favorables circunstancias concurrieron para acrecentar la importancia de la región: la feracidad de las tierras del Bajío, la riqueza minera de Guanajuato, y la cercanía geográfica de ambos factores. La minería sólo podía producir si contaba con suficiente provisión de alimentos y de otros bienes de consumo, industriales y artesanales. En ningún otro punto de la Colonia se dieron las condiciones favorables para el nacimiento de un gran complejo económico, que pronto abasteció no sólo a Guanajuato, sino al resto del centro también al norte.
construyeron su hospital y capilla, la cual es conocida como la Capilla de los Hospitales. Por último, los nazahuas levantaron el suyo en 1565, en los terrenos del actual templo de San José. El poblado se desarrolló, sobre todo a las veras del río, cuyas aguas se aprovechaban para el laboreo minero y para otros servicios. Pronto fue Alcaldía Mayor, y a fines de la centuria décima sexta ya sumaban los pobladores cerca de cuatro mil almas, ameritándose construir una parroquia. Hacia la primera mitad del siglo XVII la mayor parte del Bajío estaba ya ocupado por mercedes para estancias ganaderas, las que fueron cambiando de su primitivo destino a agrícola. Tres favorables circunstancias concurrieron para acrecentar la importancia de la región: la feracidad de las tierras del Bajío, la riqueza minera de Guanajuato, y la cercanía geográfica de ambos factores. La minería sólo podía producir si contaba con suficiente provisión de alimentos y de otros bienes de consumo, industriales y artesanales. En ningún otro punto de la Colonia se dieron las condiciones favorables para el nacimiento de un gran complejo económico, que pronto abasteció no sólo a Guanajuato, sino al resto del centro también al norte.
En virtud del incremento de su población, aunado al auge de la actividad minera, con fecha 16 de octubre de 1679, el antiguo fortín fue ascendido a la categoría de Villa de Santa Fe y Real de Minas de Guanajuato. Al iniciar el siglo XVIII, Guanajuato era considerado como uno de los principales centros mineros de la Nueva España, aunque todavía por debajo de Zacatecas. La prosperidad minera tenía que vencer numerosos obstáculos de financiamiento, de control estatal, de equipo y provisiones. El endeudamiento por avíos era un mal crónico que con frecuencia motivaba quiebras y clausuras de minas y haciendas. No obstante lo anterior, en los primeros cincuenta años del siglo XVIII la minería guanajuatense iba en ascenso, el cual se acentuó en la segunda mitad del siglo. Más tarde en el siglo XVIII cuando se convierte en el principal centro minero de extracción de plata de la Nueva España, el Rey Felipe V le concede el Título de Ciudad en el año de 1741, confiriéndole además derecho de armas en julio de 1746, con el nombre de SANTA FE y Real de Minas de Guanajuato.
Asimismo en diciembre de 1988 la UNESCO por conducto del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) emitió la Declaratoria de Guanajuato como Patrimonio Mundial a título de los Criterios I, II, IV y VI:
III. Guanajuato ofrece un ejemplo eminente de un conjunto arquitectónico que integra las características industriales y económicas de un sitio minero. Al igual que los grandes desarrollos hidráulicos del siglo XVIII son inseparables de una topografía urbana determinada por el curso encajonado del río y los afluentes del mineral, las construcciones barrocas están directamente asociadas a la fortuna de las minas. La iglesia de La Valenciana, y la Casa Rul y Valenciana fueron financiadas por la más próspera de entre ellas. Las minas más modestas de Cata y Mellado florecieron igualmente en forma de iglesias, de palacios o de casas en las proximidades de los filones o en la ciudad.
I. La ciudad de Guanajuato resguarda algunos de los más bellos especímenes de arquitectura barroca del Nuevo Mundo: Las iglesias de la Compañía (1745-1765) y sobre todo la de la Valenciana (1765-1788) son dos obras maestras del estilo churrigueresco mexicano. En el terreno de las historia de las técnicas, Guanajuato puede igualmente enorgullecerse de realizaciones artísticas únicas tal como la “Boca del Infierno” vertiginoso pozo de extracción de 600 metros de profundidad y de 12 me- IV. Guanajuato está directa y materialmente asociado a la historia económica del mundo, particularmente del tros de diámetro. siglo XVIII II. La influencia de Guanajuato fue ejercida sobre la maPor su parte la Secretaría de Educación Públiyor parte de las ciudades mineras del norte de México desde el siglo XVI al XVIII. El lugar de Guanajuato en la ca del Gobierno Federal declaró a Guanajuato Zona de historia mundial de las técnicas, más modesto debido a Monumentos Históricos a saber: la aparición tardía de los procesos de industrialización, está sin embargo lejos de ser despreciable.
“... al ser una ciudad minera de topografía accidentada representa un notable ejemplo urbanístico donde se logran expresiones originales en sus monumentos arquitectónicos y espacios urbanos. Las características formales de la edificación de la ciudad, la relación de espacios y su estructura urbana, tal como hoy se conserva, son elocuente testimonio de excepcional valor para la historia social, política y del arte en México. Es indispensable dentro del Plan Nacional de Desarrollo y los planes parciales de desarrollo, la protección, conservación y restauración de las expresiones arquitectónicas relevantes que constituyen un extraordinario patrimonio cultural de la cual somos depositarios y responsables.
Para atender convenientemente la preservación del legado histórico que tiene esta zona sin alterar o lesionar su armonía urbana, por Acuerdo Presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 31 de octubre de 1977 recomendó incorporar la zona de referencia, al régimen previsto por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos y su Reglamento, los cuales prevén que es de utilidad pública la protección de las zonas y monumentos históricos y la investigación, conservación, restauración y recuperación de los monumentos históricos que integran el patrimonio cultural de la Nación...” *Extracto de la Tesis “La Gestión de los Centros Históricos en las ciudades del Patrimonio Mundial, la Ciudad de Guanajuato, México un caso” para obtener el Grado de Magister por la Universidad Carlos III de Madrid. 2002
EL MINERAL DE SANTA ANA
Y SU CEMENTERIO. Testigo del patrimonio histรณrico edificado e identidad cultural guanajuatense. Miguel Angel Cruz Guerrero
El Mineral y el origen de Guanajuato
El Mineral de Santa Ana, es una comunidad que se localiza al noreste del municipio de Guanajuato Capital, rumbo al Mineral de Valenciana. Esta región es muy importante en la historia que dio el origen, a lo que hoy conocemos como Guanajuato. Es una zona rural, a la periferia de la mancha urbana de la capital del estado; y es llamada Mineral, precisamente por su rol en la producción minera desde los tiempos remotos de la conquista española, en el año de 1554; hasta nuestros días. “La fundación de Guanajuato y de toda la Nueva España es producto de la colonización española, como parte de sus políticas en la construcción de ciudades nuevas y de una urbanización preestablecida. Esa política se inicia a partir de 1496 con el establecimiento del primer ayuntamiento en Santo Domingo y de las cédulas reales, las cuales culminaron con las recopiladas por Felipe II en las Leyes de Indias”. El Mineral tiene dentro de su delimitación varios edificios de importancia histórica, que datan desde la época Virreinal, hasta la segunda mitad del siglo XIX. Como un antecedente histórico sobresaliente, se sabe que este lugar, fue una de las capitales mineras más importantes de la época colonial, siendo al principio la primera capital de la “Villa de Guanajuato” (1554), antes de que se le diera la categoría de “Muy Noble y Leal Ciudad de Santa Fe y Real de Minas de Guanajuato”, en el año de 1741, por orden del Rey Felipe V. En 1790 la población fue declarada Intendencia.
El Cementerio
La portada da al Oeste. Es un acceso sencillo, enmarcado por ornamentación de cantera, y es parte de un muro grueso de piedra a manera de fortificación, de aproximadamente 4.5 metros de alto, a todo lo largo del inmueble. La primera impresión, es desde el exterior, con una monumentalidad; al ver sus pesados muros de piedra, y ya estando su interior, nos percatamos que son de 0.80 a 1.20 m de espesor. El acceso, compuesto por un arco de medio punto, y enmarcado por una reja de metal muy sobria; éste a su vez, está flanqueado por una pilastra a cada lado, de orden toscano. En la clave del arco hay una inscripción “J S” (símbolo de la orden Jesuita) y a cada lado una estrella de mar. Entre las letras hay una cruz y abajo una concha, labrados en la cantera. En el intradós del mismo arco, hay otro labrado, es el acrónimo “MR”, cuyo significado es “Misionarios Rector”. Este arco es rematado por un friso y este por una cornisa, ambos muy sobrios. En este acceso, se ven presentes algunos elementos de orden clásico, como lo son el pedestal, la base, el fuste estriado, el capitel, el friso y la cornisa. Hay algo sumamente interesante, pues mientras que la portada del acceso principal corresponde totalmente a un estilo neoclásico, el resto del conjunto, es compuesto por muros muy gruesos de piedra y una composición funcional. Es una clara evidencia de arquitectura del Siglo XVI, de la época Virreinal, con influencia del estilo románico.
En la parte interior de la portada, se pueden apreciar los gruesos muros y sus derrames, formando una especie de embudo o, una abertura que da sensación de ser más grande, del exterior al interior. En la primera impresión es notable el grado de conservación, en la erosión de las piedras originales, que se ve que alguna vez estuvieron recubiertas, pero con el paso de los siglos se ha deteriorado. Las piedras de los muros están expuestas parcialmente, y en muchas, el recubrimiento se ha caído o está saturado de humedad. De las demás fachadas, sólo sobresale la Sur, que es una composición igual de pesada. Es un muro largo de piedra que enmarca el límite de los espacios interiores, obstruida su apreciación (en época de lluvias) por una barrera de árboles y maleza.
Afirmamos, por sus características físicas y antecedentes históricos, que su función original fue el de un templo, en el cual se llevaron a cabo las primeras labores de evangelización de la región. Hoy en día es un Cementerio, y es así su denominación correcta para referirse a un lugar de inhumaciones, un lugar en donde según las creencias católico – cristinas, descansan (duermen) los cuerpos hasta el día del juicio final. Nos atrevemos a llamarle también Camposanto, usando este término de manera muy particular por a sus antecedentes; precisamente por el carácter del uso original, como un espacio sagrado o santo. Y por otro lado, usado coloquialmente por los usuarios se le denomina Panteón; este término es de uso común en los países de Latinoamérica, pero en términos formales debe ser Cementerio.
El cuerpo principal del antiguo casco, es de traza rectangular, cuyos límites son el grueso muro de piedra de la fachada interior, que divide a la nave de la que fue la sacristía (ahora son gavetas) y otro cuerpo de gavetas al Este del conjunto. Al Norte, hay un campo de tumbas y al Sur lo que fue la antigua ábside (altar), hoy con otro cuerpo de gavetas. En los extremos este y oeste de la misma nave, existen tres pilastras de cada lado, algunas conservan aún su base, fuste y capitel, de estilo toscano. Ahí mismo se hallan las tumbas más viejas, que datan solo algunas de principios del siglo XX, y la mayoría de mediados del siglo XX a la fecha. Son lápidas decoradas con molduras de carácter muy sobrio, algunas estatuillas, y cruces de metal muy austero; algunas encajadas en la misma tierra. Estos elementos funerarios tienen características arquitectónicas diversas, donde es factible efectuar enterramientos en diferentes niveles, tanto subterráneos como en la superficie.
Frente al acceso, pasando el ancho de la antigua nave, se encuentra un escalera de tabique rojo recocido, piedra y cemento; inconclusa, hechiza muy burdamente, teniendo como única función subir al nivel superior en donde se encuentra el lado este. Al lado Este del conjunto, se encuentra lo que fue la sacristía de la antiguo templo, hoy es una espacio destinado para un cuerpo de gavetas y lápidas. Es un espacio cubierto por una bóveda de arista, es el único lugar techado. Aún conserva vestigios de pintura, que pudiera ser la original, con motivos vegetales. Tiene dos vanos enmarcados con cantera, con dos puertas de madera, una que da a la antigua nave y la otra que da al Este. Del lado Este del conjunto, se encuentra un gran cuerpo horizontal a casi todo el largo restante del Panteón, destinado para gavetas y que en la actualidad se sigue expandiendo de manera vertical. Aquí mismo, en
todo el largo, se encuentra un espacio destinado para más tumbas, con sus respectivas lápidas, cruces de metal y marcos de barrotes. El muro que lo divide de la antigua nave y sacristía, es original, muy grueso, de piedra, y compuesto por tres contrafuertes. Del lado izquierdo de esta zona, hay otro cuerpo de gavetas, producto de una alteración muy reciente, seguramente debido a la necesidad de usar el Panteón. Este cuerpo se asienta sobre una cimentación de mampostería de piedra braza, de aproximadamente de un metro de altura. Al extremo norte se expande este muro de mampostería, ahí soporta actualmente una losa de concreto donde se ha desplantado otro cuerpo de gavetas. Precisamente desde este extremo noreste, se puede apreciar el poblado cercano a este mineral, Llanos de Santa Ana y la presa de la Soledad.
Es notorio la falta de mantenimiento al monumento, ya sea porque a los mismos pobladores nos les interesa, no hay recursos económicos, no predomina el valor de identidad cultural y no se conoce su historia. Como obras del gobierno federal, del sexenio 2012-2018, se ejecutó un proyecto de pavimentación de todo el camino del Mineral de Valenciana hasta el Cerro del Cubilete, mejor conocida como La Montaña de Cristo Rey; incluyendo entre estos el Mineral de Santa Ana y otras localidades, por lo que hace aún más interesante la conservación arquitectónica de este Campo Santo. Existe una propuesta de mejora arquitectónica del monumento en proceso, que contempla precisamente su conservación y restauración. La conservación y revalorización del Cementerio, Santo de Santa Ana y su contexto es viable si se desarrolla un proyecto que considere su rescate, pues posee una factor potencial --
siendo fiel testigo histórico material de la región. Como resultado de este proyecto, el Cementerio debe ser funcional en su buen uso, para que así la región sea capaz de atraer el interés de la población, para invertir, crecer y recordar su importancia histórica. Con esta visión, se trata de demostrar que fuera de intentar conservar inmuebles históricos aislados a modo de museo al aire libre, la conservación debe reflejar una intención mayor, es decir; como todo un conjunto edificado, independientemente de sus distintos momentos históricos, así como incluir el paisaje natural inmediato. Mediante un análisis de alteraciones y deterioros sabemos que hay: Patologías físicas: son aquellas reflejadas en hechos físicos, tales como partículas ensuciantes, condensaciones, humedades, erosiones, etc; Patologías estructurales: son los daños producidos por movimiento, provocando: grietas, fisuras, desprendimientos, y deformaciones; y Patologías químicas: son la presencia de sales y ácidos, que reaccionan químicamente produciendo algún tipo de descomposición del material; afectando y produciendo pérdida de integridad y durabilidad. Se encontraron; oxidaciones, corrosiones, organismos --
animales (aves, insectos, mamíferos, etc), organismos vegetal (plantas microscópicas, mohos, hongos, arbustos, maleza). Es preciso, mediante un proyecto de conservación y de restauración, atacar las patologías del monumento, asegurando no dañar en absoluto su integridad y preservar su carácter historicista, y seguir usándolo como Cementerio. BIBLIOGRAFÍA Ávila Medina, Pérez Ponce, La Región Turística de Santana -Valenciana, Gto. Propuesta de Conservación e Imagen Urbana para su Salvaguarda y Desarrollo en el Nuevo Milenio, tesis para obtener el grado de Maestro en Arquitectura. Cruz Guerrero, Miguel, Estudio para la Conservación Arquitectónica del Panteón de Mineral de Santa Ana, Guanajuato, Gto. Arquitectura del siglo XVI. Tesis para obtener el grado de Licenciado en Arquitectura, 2017. SAHOP, Vocabulario Arquitectónico Ilustrado, México, D.F, 1980. (2017).
[Oline]. Disponible: googlemaps.com.mx. (2017)
EL ENIGMÁTICO RELOJ
ASTRONÓMICO DE ACÁMBARO, GTO. Leonardo Arturo Amezcua
FUENTE DE ACÁMBARO Fuente: dominio público Fotografía de la antigua Pila del Águila en los años cuarenta del siglo XX
En pleno centro de la ciudad de Acámbaro, Guanajuato, existe hacia el costado Norte del antiguo templo del Hospital, una sólida y enigmática fuente conocida de forma popular como Pila del Águila, Fuente de los Toritos o bien Fuente Taurina (Rojas, 1967, p. 128-131). Así este antiguo y famoso monumento virreinal; y sobre el cual se ignora por completo su origen con precisión, está constituido a base de un pesado brocal de cantería de planta circular; el cual ostenta en todo su perímetro exterior, una serie de curiosos grabados a manera de paneles, dieciséis en total; los cuales son muy diferentes entre sí en lo que a su iconografía se refiere. Pues lo mismo podemos visualizar dentro de estos grabados un par de peces que se encuentran de manera frontal ante una concha marina, rostros humanos con vírgulas, elementos vegetales, toros de lidia, cabezas de cabra, resplandores de ocho puntas, etc.
De esta forma, esta extraña iconografía descrita siempre había constituido una especie de enigma para los investigadores y la población en general, lo cual dio pie a fin de evitar mayores complicaciones, a ser considerados tan solo estos grabados como simples elementos decorativos propios del siglo XVI o posteriores (Rojas, 1967, p. 128-131). Cabe mencionar, que originalmente esta fuente tuvo en su parte central una gran columna de aproximadamente cinco metros de altura, la cual ostentaba en su parte superior, una escultura seguramente colocada durante el siglo XIX, la cual representaba al escudo nacional. Así con motivo del llamado Plan Guanajuato llevado a cabo durante los años sesentas del siglo XX, se decidió retirar este elemento arquitectónico descrito, pues se consideró de manera errónea, que esta columna era un agregado de siglos posteriores, lo cual le restaba dignidad al antiguo monumento virreinal (Rojas,
Fuente: Amezcua 2018 Imágenes que nos muestran un par de grabados de profusa iconografía, existentes en el brocal de la antigua fuente analizada.
1967, p. 128-131). Afortunadamente durante los años noventa del mismo siglo en mención, se decidió volver a colocar a la citada fuente una nueva columna central, ello a fin de recuperar en alguna medida la imagen primigenia del sitio. Así gracias a la recolocación de esta columna central y en base a una investigación realizada durante el año 2013 por un servidor; es como se pudo descubrir (INAH, 2014), que ciertamente esta fuente es en esencia un maravilloso reloj astronómico, el cual tiene un funcionamiento perfecto en base a la sombra proyectada por su columna central sobre los diversos paneles labrados que ostenta su brocal; los cuales constituyen la representación iconográfica de la leyenda de origen mesopotámico o bien su derivación griega que dio pie a cada uno de los doce signos del zodiaco. Además de existir hacia cada uno de los cuatro rumbos cardinales, la representación alusiva a los dos equinoccios y los dos
solsticios; con ello quedando claro por qué existen dieciséis paneles labrados en el total del perímetro de este monumento. Así por hacer alusión directa tan solo a algunos de los signos labrados en esta fuente mencionaremos el relativo a Tauro, en el cual se aprecia a un hombre con vestimenta antigua picando al toro con tridente en forma de luna en cuarto creciente. De esta forma, esta representación descrita hace alusión directa al dios mesopotámico Adad, señor del trueno, el cual en las antiguas estelas de la región del Sumer se le mostraba como un hombre con tridente en mano y de pie sobre el toro; ello como señal de dominio, haciendo alusión directa a la constelación de tauro (www.mitología.info, 2018).
Fuente: Amezcua 2018
Fuente: Wikimmedia 2018
Imágenes que hacen alusión directa del dios Adad, la primera situada en la fuente existente en Acámbaro y la segunda perteneciente a una antigua estela mesopotámica. De igual forma, mencionaremos la escena correspondiente al signo de Géminis, el cual está representado por un par de niños que lidian a un gran toro. Apreciándose en este grabado a uno de los infantes caido en la arena; mientras que el segundo continua peleando con el capote en mano; haciendo clara referencia a la mítica aventura emprendida por los hermanos Castor y Polux en la isla de Creta (www.portalmitologia. com, 2018). Cabe mencionar, que ciertamente, describir cada una de las escenas representadas en esta fuente, haciendo alusión directa a cada signo del zodiaco implicaría muchas páginas. Por ello en el presente artículo tan solo nos concretaremos a analizar un ejemplo más, el cual ciertamente nos remite de manera precisa con las antiguas religiones sumerias; lo cual seguramente fue manejado de manera velada por sus constructores durante el periodo virreinal, a sabiendas que nadie más por aquella remota época se enteraría de su profundo simbolismo.
Así mencionaremos el caso concerniente a un extraño grabado que hace alusión directa al dios Enki, señor del inframundo sumerio y relacionado directamente con el signo de Capricornio, mitad pez, mitad cabra, el cual era representado en las antiguas tablillas sumerias como un hombre de pie y del cual surgen a partir de sus hombros un par de emanaciones de agua por las que ascienden los peces; siendo símbolo de la sabiduria, representada por una estrella de ocho puntas (www.mitología.info, 2018); tal y como se muestra en el grabado de la antigua fuente, esto es, como un par de emanaciones de agua con escamas, las cuales llegan en su parte superior hasta un resplandor de ocho puntas. De esta forma podemos ver con total claridad, como este monumento analizado es en esencia una especie de obra de ingenieria virreinal que contiene dentro de si múltiples funciones; pues no solo es una fuente que servía para abastecer las necesidades de la población del sitio; sino que tambien cumple la función de indicar las estaciones de año de manera perfecta.
Fuente: Amezcua 2018 Fuente: Wikimmedia 2018 Imágenes que hacen alusión a la representación del signo zodiacal de Géminis, en base a la antigua leyenda griega.
Fuente: Amezcua 2018 Fuente: Wikimmedia 2018 Imágenes que hacen alusión al signo de Capricornio; la primera localizada en la fuente de Acámbaro, la segunda contenida en una antigua tablilla de barro sumeria.
Lo anterior nos habla de manera evidente, que la persona que proyecto este monumento, debió de haber poseido una serie de conocimientos muy elevados, siendo una especie de erudito quien no solo dominaba las cuestiones matemáticas y físicas a la perfección, sino que tambien poseía de manera amplia, el antiguo conocimiento relativo a la veneración de los astros y sus deidades, proveniente desde la más remota antigüedad. De esta forma, el análisis de esta enigmática fuente existente en Acámbaro nos plantea de manera seria, el tener que proseguir en un futuro realizando más investigaciones entorno a este desconocido y fascinante tema que implica la iconografía virreinal.
Fuentes de consulta. INAH, 2014, “Reporte sobre hallazgos en Acámbaro”, Guanajuato, INAH. Rojas, Pedro, 1967, “Acámbaro Colonial”, México, UNAM. www.portalmitologia.com (19/07/2018) www.mitologia.info.com (19/07/2018) www.wikimmedia.com (19/07/2018)
Arq. Leonardo Amezcua Ornelas