GUANAJUATO, Legados y Tesoros Patrimoniales JULIO 2022

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Los meses del temporal de lluvias en el Santa Fe de Guanajuato, es a la vez que esperado, temido por la preocupación que causan los efectos de esas lluvias en la ciudad misma, que desde sus primeros asentamientos, la naturaleza deja su huella cuando se desatan su fuerza, crudeza y peligrosidad.

Se cuentan muchas atrocidades causadas por las aguas broncas e incontrolables que, unas vez desatadas solo queda el rezo como solución de fe, solicitando que los daños nos sean cuantiosos. La ciudad misma nunca ha estado del todo preparada para esos accidentes naturales, más bien, se ha convivido con ellos siempre esperando con fe, un poco de compasión para que sus efectos sean lo menor dañinos posible. Vivir a la vera de un Río, entre las cañadas, en las laderas de montes y cerros, tiene por consecuencia estar pendientes de esas lluvias con potencia de torrenciales, sorpresivas y muchas veces inesperadas.

Editorial

La razón de decenas de inundaciones, está en la misma topografía de la ciudad que, al comenzar su población, el riesgo ha estado presente en el famoso “cuévano” y su historia natural primigenia, que dejó cientos de lecciones que aún hoy, no hemos aprendido del todo bien. Esperemos pues el temporal de lluvias del año presente, con la esperanza de ser más cuidadosos y atentos con la misma ciudad que nos cobija, recordando que podemos ayudar a prevenir tales efectos, para que la convivencia sea lo más sana posible.

PORTADA:

Un abrazo cordial Emilio Romero Balandrán

Jardín de San Francisco en la Hacienda de San Gabriel de Barrera fotografía: Emilio Romero Balandrán

Escríbanos a: legadosytesoros@gmail.com



Contenido Las Inundaciones en el Santa Fe de Guanajuato

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Luz y Plata La Cámara Minutera

15

El enorme valor del Patrimonio Documental Emilio Romero

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Guanajuato Patrimonio de la Humanidad Arq. Manuel Federico Chowell Zepeda

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El Acervo Fotográfico de Guanajuato

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Agentes nocivos que destruyen el Patrimonio Edificado

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LVII ANIVERSARIO TUNA DE ORO DE GUANAJUATO

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Razones Naturales

Basados en un análisis-Estudio hidrológico y topográfico de toda el área donde está situada el Santa Fe de Guanajuato desde su primigenios días, elaborado por el Maestro Jorge Enrique Cabrejos Moreno apoyado por otros profesionales de diferentes disciplinas, dan por resultado, la mayor y más completa información de las razones físicas e históricas de la conformación geológica de toda el área que hoy ocupa el municipio de Guanajuato capital del Estado. Esta conformación geológica, es natural, compleja e importante y forma en sí misma, un abigarrado sistema hidrológico que finalmente nos ayuda a comprender las razones de las llamadas inundaciones a las que, ha estado expuesto el territorio que hoy ocupa la ciudad, desde tiempos inmemoriales. Desde los primigenios días, toda el área estuvo cubierta por densa vegetación formada por diferentes especies y en gran medida por encinos. Unos 56 cerros y montañas rodean a la cañada principal y a otras cañadas que forman parte de la topografía propia del sitio.

Entre cañadas y laderas de cerros forman una gran olla -que se ha comparado con un “cuévano” -canasto tejido en forma de cono invertido--, entre la vegetación, laderas, cañadas, altos y bajos topográficos, el sistema hidrológico natural cumple sus funciones y en temporales de lluvia, provocaban en muchas ocasiones que, al fondo, en las cañadas y el río natural que se formó, con sus decenas de “meandros” el agua se detuviera por efecto cinético, comenzara a subir de niveles y finalmente se formara en ocasiones extraordinarias una laguna. Aquella laguna, efímera por su corta duración, es la causante de las decenas de inundaciones que con el tiempo y la población de toda el área, fueron dando al territorio, aquellas terribles consecuencias en los asentamientos urbanos. Si sumamos a los efectos naturales del sistema hidrológico, el hecho de la construcción de la mancha urbana, encontramos la peligrosidad de detener con obstáculos, la bajada de las aguas en tiempo de lluvias, al aminorar el tiempo de desfogue, suben los niveles y se provocan las inundaciones.


Razones Físicas

Con los primeros asentamientos de aquella vieja “ciudad industrial” que se iniciaron al fondo de las cañadas y siguiendo el trazo del Río Guanajuato y sus meandros, porque el agua de éste, era de importancia vital para el funcionamiento de la industria minera, las llamadas Haciendas de Beneficio, cumplieron su importante papel en la cadena productiva y con ello igual, contribuyeron a obstaculizar de muchas maneras, la salida o desfogue de las aguas broncas que en temporada lluviosa se presentaban y aún en día se presentan muchas veces inesperadas, son la razón del peligro constante de inundaciones en la ciudad. Por allá del siglo XVIII ya se hacían planes y proyectos para evitar las inundaciones -cosa prácticamente imposible- iniciando los trabajos de “encajonar” mucha parte de las orillas del Río Guanajuato y consecuencias de esto, fue que se “ayudó” a ralentizar el desfogue del agua provocando las inundaciones sorpresivas, efímeras pero muy peligrosas. La peor parte de los efectos de poblar aquellas cañadas, lo aportó la ciudadanía misma, debido a su interacción normal contra lo natural.

La pésima costumbre de la ciudadanía de pasar por alto, los avisos de la naturaleza, una pobre planeación urbana, mediocres decisiones y otros cientos ejemplos de falta de visión urbana, trajeron para la ciudad, toda suerte de errores provocados por el desconocimiento del entorno natural de su territorio. Casas, haciendas, fraguas, zangarros, edificios públicos, y demás componentes urbanos, tiraban sus desperdicios al río: heces, basura, animales muertos, lodos, jales, sustancias químicas entre cientos de éstos más, que poco a poco fueron azolvando los espacios físicos del río. Al crecer los niveles de azolve, las aguas broncas del temporal de lluvia encontraron caminos más simples por donde correr. Aquellas bardas a las orillas del río Guanajuato que lo encajonaron, los niveles de azolves por desperdicios comunales, las construcciones entre las laderas de los cerros, las tormentas y lluvias repentinas, son los componentes perfectos de la “fórmula” ideal, para crear inundaciones. Hagamos un recorrido por las peores inundaciones que se tienen en registros y crónicas:


Las Inundaciones





Entre las inundaciones del Santa Fe de Guanajuato, quizá las más conocida sea la del 1 de julio de 1905, porque tuvo una repercusión enorme por toda la nación y además por ser una de las que conservó documentos gráficos que hicieron un compendio de reportajes que hasta la fecha podemos analizar y conocer. Dejándola aparte, podemos recurrir a las crónicas de tiempos pasados que fueron escritas por los hechos ocurridos y los daños que ocasionaron a la ciudad y a la población, una treintena de esos terribles acontecimientos registrado a partir del incremento de la población, las consecuencias de esos asentamientos y los desperdicios de la producción minera a través de las Haciendas de Beneficio y por otra parte el interés de algunos ciudadanos por resolver los problemas ocasionados por las actividades humanas en la región.

Las crónicas y registros comienzan a inicios de la primer década del siglo XVIII: 8 de junio de 1704 • 4 de julio de 1741 • 5 de julio de 1760 • 16 de septiembre de 1770 • 2 de septiembre de 1772 • 27 y 28 de agosto de 1778 • 27 de julio de 1780 • 10 de agosto de 1794 En el siglo XIX • 13 de julio de 1804 • 4 de julio de 1828 • 2 de julio de 1867 • 2 de septiembre de 1868 • 20 de agosto de 1873 • 25 de junio de 1882 • Junio de 1883 • 2 de junio de 1885 En el siglo XX • 30 de septiembre de 1902 • 30 de junio y 1ero de julio de 1905 • 7 de julio de 1911 • 1 de agosto del 2007


Los datos anteriores, corresponden a la tesis: “Inundaciones en Guanajuato, una lectura Histórico-Urbana” de JOEL F. AUDEFROY, aunque muchos recordamos otras más, quizá menos terribles, pero que a muchos nos marcaron y los recuerdos de ellas, aún perduran en nosotros. Volviendo a la inundación del 30 de junio y el 1º de julio de 1905, existe variada bibliografía donde conocer sus infortunios, destrozos y consecuencias para la ciudad. Además en esas crónicas podemos encontrar testimonios de quienes lo vivieron y de quienes resultaron afectados en su patrimonio familiar. Quiero mencionar para la crónica de aquel 1 de julio de 1905 que, uno de aquellos afectados fue en la persona de Don Romualdo García, pues su estudio fotográfico se ubicaba justo en la calle --

de Cantarranas y la afectación al inmueble donde estuvo su lugar de trabajo, quedó convertido en escombros. Agregaré la del 16 de junio de 1912, porque también contamos con algunas fotografías como elementos testimoniales. Recuerdo algunas más entre los años 59 a la fecha, solo que, jamás en esos años tomé notas para dejar una fecha real de lo acontecido. Debemos considerar entonces que, las Inundaciones son un proceso ya formulado por los ingredientes que he comentado a lo largo de éste artículo y que cuando se cumplen sus componentes con exactitud, la ciudad se convulsiona con el rigor y la peligrosidad generada por nuestras actividades humanas en el Santa Fe de Guanajuato querido.




Poesía en la creación de Imágenes El pasado hechos presente. La magia poética del blanco y negro lograda en un papel negativo, me lleva a reflexionar acerca de aquellas personas que, desafiando cánones concebidos entre el fotógrafo establecido y en cierta forma de rebeldía a la sociedad y al dinero, se ubicaron como fotógrafos de plazas y jardines a finales del siglo XIX y mitad del siglo XX. Durante los años 40s y 50s, cuando fui infante y adolescente, el diario transitar a mi escuela fue en paso obligado al cruzar los jardines del parque Hidalgo de León, Guanajuato, México, mi ciudad natal. Me significó poco o nada ver a quien por años se ubicó ahí durante años: un fotógrafo con una Cámara Minutera. Ésta recibió ese nombre porque la fotografía se entregaba en minutos. En dicho parque, a la mitad de él y del lado norte hacia la calle Chapultepec, ahí estaba ese señor con su gran cajón-cámara-laboratorio, acompañado por un sobrio y elegante caballo de pasta, cuya efigie tenía la particularidad de parecer que iba a caminar o emitir un sonoro relincho. Tenía crin natural que lo hacía ver real. Zarapes, sombreros, parasoles, utilizados para adornar a los contados clientes que ahí llegaban, complementaban el ajuar. El minutero imprime la foto en papel y queda en negativo, luego re-fotografía el negativo para obtener la imagen en positivo. Es por ello que presento ambas. Para dar impresión de estar en algún lugar, el fotógrafo usaba un fondo pintado a mano del palacio de Bellas Artes de la ciudad de México, o de los volcanes Popocatéptl e Ixtaccíhuatl, y otro de la Virgen de Guadalupe, o simplemente el entorno del propio parque.

Héctor Pons Gama (de cariño “Taris”). Nativo de la ciudad, a la edad de dos años, posa en un caballo de pasta logrado con excepcional realismo, en el parque en León, Guanajuato, México. La imagen en negativo queda invertida.


AMBIENTACIÓN DEL LUGAR DE TRABAJO Los caballitos de pasta, madera, pintura y atuendos, eran parte de la personalidad de sus dueños, significaban el complemento estético para la imagen final. Tampoco hay evidencia de quienes los fabricaban y que seguramente tuvieron dificultades al encontrar uno adecuado a las necesidades del fotógrafo. Como parte del trabajo para el logro de este tipo de fotografías, el minutero debía “adueñarse” del sitio elegido para trabajar y tal vez pelear contra otras personas deseosas del mismo lugar. Arrastraba el caballito con todos los accesorios para ornamentar en donde se ubicaría para trabajar, incluyendo los fondos pintados usados en la ambientación. Una gran dificultad era cargar con la cámara-laboratorio

con sus respectivos químicos y el papel fotográfico virgen, así como una cubeta con agua limpia, la cual tal vez la obtenían en el sitio de instalación de una llave de agua pública o facilitada por alguien del vecindario. ORIGEN DE LAS CÁMARAS Ignoro quién o quiénes, fueron los pioneros en el invento y producción de este tipo de cámaras. ¿Su invención y uso se dieron simultáneamente entre México y otros países? Varios lugares en el mundo quieren tener la primacía. Además de México, existen registros de su uso en lugares como Brasil, Argentina, Portugal, Chile, España, Afganistán, Perú, Francia y muchos más, en donde han sido bien aceptados.

Esta fotografía fue tomada por el señor José R. Mena, (mi suegro), en la ciudad de León, Guanajuato, el día 15 de diciembre del año de 1929. Montada en un trípode, es el ejemplo de una cámara Minutera.


Fotógrafos Minuteros Cd. de México - Nacho López - 1955 -

Al paso de los años, la tecnología fue desplazando a estos personajes rechazados por el gremio de fotógrafos establecidos, por tener un estudio y a priori desdeñaban los logros de los creadores, en plazas y parques. Personas sin denominación de jueces de lo que debe o no, ser aceptado, se daban a la tarea de obstaculizar su trabajo. Errores de la historia que han negado cosas y hechos, en donde el tiempo se encarga de darles su verdadero valor. El fotógrafo minutero cargaba con un laboratorio para procesar las fotografías en el mismo lugar. En los tratados de historia de la fotografía, no son mencionados, ni en palabras y menos en fotos, a causa del desprecio mencionado. Dedico este escrito, al recuerdo de esos instantes cuando, a la persona en posición firme se le pedía que viera “al pajarito”, para desviar la mirada del centro de la lente. Desviar la mirada, se debía a varias razones, una de ellas por tradición oral: “así hazlo, te saldrá mejor la foto”. Otra razón obtener la mirada no fija y aparecer menos forzada. Los

fotógrafos Minuteros no tenían en sí una gran preparación tecnológica y la superación personal se basaba en el conocimiento de las personas que les habían precedido, en la fabricación y manejo de esos aparatos. Captar sorpresa en la mirada de los niños esperando ver ese “pajarito” que el fotógrafo hacía aparecer bruscamente y en carencia de él, mostraba la mano moviéndola para llamar la atención, mientras hacía el disparo de la cámara. Así la luz incidía sobre esa persona en una locación seleccionada, como la Villa en la Ciudad de México, Chapultepec, La Alameda, Bellas Artes, Xochimilco y muchos lugares más de nuestro país. Existe evidencia por fotografías, que en México estuvo vigente en infinidad de ciudades y comunidades, de las cuales he podido rescatar algunas impresiones y que en su oportunidad las mencionaré.


LA CÁMARA La fotografía Minutera es algo especial. Dentro de un aparente cajón, se esconden infinidad de aspectos de magia, alquimia y misterios. Entre paredes de madera hay obscuridad y la luz que penetrará bajo las órdenes del mago, trabajará para crear y perpetuar un instante que no se repetirá jamás. El tiempo quedará apresado sin posibilidad de escapar. Aparecerá una imagen de alguien que posó, sonrió y tal vez con un dejo de incredulidad, verá salir en pocos minutos una imagen que es el fiel retrato del momento que ya quedó impreso en un papel. El mago que ha introducido a la caja, su mano y medio brazos a un tubo de tela negra, por momentos se concentra observando el interior a través de un cristal rojo, que él solamente con su cara impide que otra luz penetre al interior. Nadie ve los movimientos de su mano, los segundos transcurren y sin pensarlo el cliente está en silencio observando y con los pensamientos de obtener una fiel imagen de sí mismo.

El resultado en imagen, no es una mera fotografía, es una parte de la historia 6para la historia que se perpetuará como reliquia. El señor que posee el equipo, le entrega al cliente, algo más que una simple pose, es parte de su persona impresa en papel. En los diez o doce minutos que toma realizar el proceso, la espera se convierte en un pedazo de algo desconocido que se perpetúa en una imagen que ha detenido el tiempo. Con los avances tecnológicos como la fotografía digital, muchas personas desconocen lo que es un negativo y nunca han tenido la oportunidad de presenciar lo que ocurre en unos pocos minutos. Hay escritos que predicen la desaparición de la fotografía análoga, sin embargo, también hay corrientes que tratan de revivirla y me incluyo en ellas. La cámara Minutera está casi extinta en México, a diferencia de otros países que la fomentan como Brasil, Portugal, Argentina, Chile, España y otros más. Aún la reconocen como patrimonio cultural. Otro país que ha intervenido en el origen y construcción en principio de los años 1900s, es Estado Unidos de Norte América y Alemania. Países que continúan fabricando estas cámaras, son Armenia y Afganistán.

Fotógrafo Minutero Santos Yubero -España 1937 -

Recabar información y evidencias de ellos, es arduo trabajo, pero me aboco a la tarea de hacerlo. Me traslado en tiempo y emoción al revivir aquellos momentos que no me tocó ser parte de ellos, fui sólo un mero observador pasivo y sin interés durante mi transitar diario ante aquel señor ubicado en el mencionado parque. Pasar al papel recuerdos de los que aconteció en una forma un tanto inconsciente, me lleva a indagar y tratar de entusiasmar al lector en algo que el tiempo es factor, tanto del pasado como el presente. México ha perdido la tradición y uso de estas cámaras y por ello he dedicado la elaboración de este libro para tratar de recobrar lo que se ha perdido en información y uso.


MINUTERO ACTUAL (año 2018) EN LA CIUDAD DE ALICANTE ESPAÑA. Incluyo en esta información y antes de entrar en materia, presento una foto tomada por el minutero llamado José Luis Navarro Martín a mi hijo Oscar Aranda Mena, con el objetivo de demostrar la vigencia de la actividad fotográfica con la cámara correspondiente, fabricada por el fotógrafo de plaza. Así mismo evidenciar que mi lucha por conseguir que en México se reactiven este tipo de eventos. A la izquierda: Oscar S. Aranda Mena en la foto tomada por el minutero José Luis Navarro Martin, en la ciudad de Alicante, España, el 15 de mayo de 2018.

La cámara es de fabricación personal del fotógrafo. Se observa el clásico pajarito sobre el fuelle. Trabaja en una bella plaza de la ciudad de Alicante, España. Fecha: 15 de mayo de 2018.

A la derecha:

El Sr. José Luis Navarro Martín dialoga con Mar Zuloaga, esposa de mi hijo.


Construí esta cámara minutera y la llevé a la clase fotografía que yo impartía en la Universidad Ibero Americana de León, Gto. Fueron las primeras imágenes logradas en presencia de los alumnos. Nunca hasta la fecha ha habido otra cámara minutera dentro de la Universidad.

El negativo obtenido a la izquierda y la re fotografía del negativo para obtener la Imagen en positivo


En el Centro fotográfico del Bajío, de la ciudad de Guanajuato, acompañado de los Maestros: Antonio Galindo, abajo a la derecha; arriba izquierda el autor y a la derecha El Ing. Fernando Sánchez Castellanos.

COMPONENTES DE UNA CÁMARA MINUTERA 1.- Cajón de madera. Medidas en cm: 56 largo, 50 vertical y 36 horizontal. 2.- Tripié de acuerdo a necesidades del fotógrafo. Lo ideal de madera y ajustable. 3.- Lente de distancia focal 150 mm. De buena calidad con obturador y disparador. 4.- Interior del cajón: Soporte para vidrio esmerilado con dimensiones de 5 X 7 pulgadas con la posibilidad de rotación para tomas verticales u horizontales. 5.- Soporte para el papel o película fotográfica. 6.- Sistema de enfoque a través de tres líneas de desplazamiento, una de ellas sobresale al exterior para adecuar el enfoque y una pinza para fijarlo. 7.- Caja hermética a la luz para guardar el material fotográfico sensible. 8.- Tres tinas fotográficas adecuadas al tamaño del papel fotográfico. Una será para el revelador, la segunda para detener el revelado y la tercera para fijar la imagen. 9.- Exteriores del cajón: Tapa posterior fija: puerta hermética a la luz con orificio y manga para introducir la mano y antebrazo dentro del cajón. 10.-Tapa superior desmontable: a) Nivel b) Vidrio rojo para dejar pasar la luz exterior con manija para regular la cantidad de luminosidad. C) Visor que se ajuste a la perfección a los ojos del fotógrafo con palanca para evitar o permitir entrada de luz. 11.-Tapa frontal fija: sistema para sostener la lente y sea esta, desmontable. En la parte baja un soporte para sostener el negativo y refotografiarlo. 12,- Protección de la lente para que no reciba luz directa, a base de una sombrilla. 13.- Accesorios: sombreros, disfraces , “pajarito”, etc. DEL FOTÓGRAFO 1.- Conocer y manejar un exposímetro. 2.- Conocimientos del ISO para el manejo adecuado de la sensibilidad de papeles o películas a manejar. 3.- Tener conocimiento del manejo de químicos fotográficos 4.- El equipo es pesado. calcular mover unos 20 Kilos. 5.- Permisos locales de acuerdo a leyes vigentes del lugar. 6. Paciencia y suerte.


El enorme valor del Patrimonio Documental Emilio Romero

En mi trabajo de investigación he podido localizar decenas de documentos en diferentes acervos que finalmente son joyas documentales de hechos, sucesos, partes, páginas de la historia de nuestros Pueblos y Ciudades que por diferentes razones han permanecido ocultos en cajones y cajones de otras tantas instituciones y que por detalles de su archivado, no se ha difundido su contenido y significado histórico a lo largo de años y años de letargo documental. Las posibilidades y alcances del contenido de cientos de documentos tienen para mi, un gran significado pero sobre todo ello, un gran valor documental porque se constituyen en evidencias claras de acontecimientos que quedaron grabados en la historia de

cada Pueblo, Ciudad y Comunidad de nuestro Estado de Guanajuato y que ayudan a comprender infinidad de hechos relacionados con su propia historia, aparte de acrecentar la información que ofrecen para enriquecer el estudio de cada fenómeno y acontecimiento, dando posibilidades claras de encontrar información protagónica y veraz. Las comunidades han tenido su propia vida y desarrollo y en partes claves de su existencia, el Patrimonio Documental tiene referencias claras, precisas y contundentes que nos permitirán poco a poco comprender su paso por los años y en muchos casos desde sus primigenios días hasta su actualidad.


Es claro que los avances tecnológicos nos proveen de material en condiciones óptimas que comparados con los testimonios gráficos de antaño, tienen sus grandes diferencias, pero eso no es lo importante, porque al compararlos, podemos percibir de inmediato las diferencias en su información; así podemos conocer el cómo fue, cómo era, por qué se edificó, para qué y decenas de preguntas más. Rescatar documentos que forman parte de las evidencias tanto históricas como costumbristas, nos adentra en el terreno de las sorpresas, de los reconocimientos, de los aconteceres verdaderos de cada Pueblo y Ciudad del Estado de Guanajuato.

Para los investigadores toda información es valiosa y con esa premisa, podemos adentrarnos en las entrañas de lo verdadero, de lo real, para encontrar la otra historia... la historia no novelada. Para el caso de estas piezas que retratan desde las alturas a las diferentes ciudades, según entiendo, es un trabajo que realizó entre los años de 1934 a 1944 la Compañía Mexicana Aerofoto, S.A. y que se conserva en custodia de la Fundación I.C.A. Org. una labor poco difundida y desconocida por el grueso de la comunidad, pero que hacen clara referencia al cómo fueron aquellas poblaciones entre aquellos años.


Esta información es muy valiosa desde el punto de vista histórico porque nos deja conocer gran parte de la población retratada en un periodo de tiempo de 10 a 12 años antes y después de la toma fotográfica y con ello darnos una idea más cercana al desarrollo de la población en cuestión, sus cambios, sus trazas, e incluso las vías de acceso y las dimensiones de su posición geográfica. Las herramientas actuales como el conocido Google Maps, nos provee esta información totalmente actualizada, prácticamente al día con día y hace que las fotografías aéreas de aquellos años de 1934 a 1944, adquieran su propio valor testimonial e histórico.

Este valor es de suma importancia para los investigadores porque se pueden recrear perfectamente los aconteceres de cada población fotografiada, que llevaron a la misma hasta la actualidad. Si bien es cierto, que para muchos no tiene el interés particular, el tema permite escribir los renglones faltantes a la historia misma de cada población retratada siempre localizando acuciosamente los más pequeños detalles en la información contenida en cada pieza. Que bueno que se localizaron estos archivos y sobre todo, que bien poder darlos a conocer.


Lectura, que muchos se empeñan en “interpretar”, cosa que pienso muy lejana para lograr la comprensión exacta. El Misticismo Nahua primigenio, esta integrado por muchísimas variables, viviencias, interacciones y sin fin de otras apreciaciones; tiene además ingredientes que les permitieron comunicarlos a manera de “metáforas” que por cierto, alejados como estamos en la actualidad de esos conceptos, nos es terriblemente difícil poder comprender a cabalidad. Esta manera de comunicar, los llevó a la simplicidad -cosa igualmente difícil de lograr- pues si nos remitimos a su escritura, podemos encontrar glifos de una gran sencillez, comparada con nuestro alfabeto, solo que, con una gran dosis metafórica. Es por ello que menciono la importancia de hablar Nahuatl para poder leer gran parte de los llamados códices de estas Etnias. Tendremos que remitirnos nuevamente al Códice Boturini para comentar que: Debemos otorgar mucho más crédito a aquella cultura, del que mezquina


GUANAJUATO

PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD Arq. Manuel Federico Chowell Zepeda

(*)Las Ciudades inscritas en la Lista del Patrimonio Mundial están situadas en todos los continentes y reflejan las realizaciones de un importante sector de las culturas del mundo. Algunas representan los esfuerzos de culturas indígenas, otras el impacto de las actividades traídas al nuevo mundo o de la época colonial. Y fusionan las diversas influencias de manera creativa para introducir formas únicas y patrones de uso también únicos.

El análisis de las características formales de las ciudades incluidas en la Lista plantea la dificultad de identificar sistemas de construcción particulares, materiales o texturas y expresiones arquitectónicas que obligadamente deban incluirse en la Lista. Los irregulares y ligeramente mojados yesos ocres de Venecia no tienen eco en las sólidas estructuras utilitarias hechas de troncos en el pueblo minero de Roros, Noruega. Las torres de piedra y arcilla de Sana en Yemen no pueden compararse con las precisas formas arquitectónicas del estilo


UNESCO WOLRD HERITAGE SITES georgiano de Bath, Inglaterra. El estricto diseño de las calles de la época colonial de San Juan, Puerto Rico tiene poca similitud con las estrechas y torcidas calles del Rodas medieval. Sin embargo, todas ellas están incluidas en la Lista y en años futuros se incluirán muchas otras de incluso mayor diversidad y riqueza. Tampoco la antigüedad asegura la inclusión de las ciudades en la Lista. Brasilia, con poco más de 40 años ha ganado ya un lugar, como también Alepo y Damasco que tienen más de 6,000 años de vida continua. Tampoco otorga el derecho a ser incluida la distinción arquitectónica, alusiones históricas de gran interés, asociaciones simbólicas importantes o paisajes urbanos excepcionales aun cuando cada uno de estos puede tener importancia en el análisis final. Fundada a la postre de la Segunda Guerra Mundial (octubre de 1945), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) promovió la idea de crear un movimiento internacional para proteger el patrimonio cultural y preservar los testimonios físicos y la memoria intangible de la humanidad. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), organismo de la ONU, fue designada depositaria de tal misión.

A partir de 1972 la UNESCO instituye, a través de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, sus objetivos de identificación, rescate y promoción del patrimonio cultural de la humanidad y promueve la sensibilización y la toma de conciencia sobre el valor del patrimonio mundial tanto urbanístico y arquitectónico como del natural. La idea de la conservación de los sitios culturales se fue multiplicando a través de los años, incorporando nuevas ideas y elementos. Por ejemplo, la idea de combinar la conservación de los sitios culturales y la de los sitios naturales (Washington, USA, 1965). Hoy, la Convención de la UNESCO está reconocida como la máxima instancia internacional que da sentido a la protección del patrimonio de la humanidad, bajo tres lineamientos rectores: prevención, gestión e intervención. Los pueblos prehispánicos que habitaron el actual territorio mexicano dejaron manifestaciones culturales. A la llegada de los españoles se inició un proceso de mestizaje cultural, en donde la superposición de los estilos de vida de los conquistadores pasó a ser determinante. Las expresiones de las culturas origina-


rias sucumbieron paulatinamente ante las nuevas obras materiales y espirituales de los conquistadores. Durante la época colonial el cuidado de las edificaciones dependía del uso que se les asignaba; podían ser militares, religiosas o civiles. Como antecedente se tiene que en el Siglo XVIII surgieron las primeras disposiciones legales para la protección de antigüedades donde se solicitaba que no se destruyeran ni maltrataran los edificios y monumentos antiguos que se hubieran descubierto o que se descubrieran. Diversos especialistas han señalado que desde los siglos XVIII y XIX, en el país se han promovido acciones para la formación de una conciencia nacional en la conservación del patrimonio cultural. A este respecto se menciona que las líneas que se han determinado en la conservación del patrimonio señalan que los monumentos son elementos culturales, cohesionadores del nacionalismo y éstos son fuentes originales para el conocimiento de la historia, por lo que se les considera de interés cultural, directamente vinculados con los proyectos educativos. Su estudio y clasificación apoya la ampliación, enriquecimiento y reproducción de la propia cultura.

A principios del México Independiente, destacaron algunas acciones a favor del patrimonio, como la Ley del 16 de noviembre de 1827, emitida durante el gobierno de Guadalupe Victoria, y el destacado papel de la Comisión de Monumentos, perteneciente a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. En 1862, el presidente Benito Juárez promulga las Leyes de Expropiación y Naturalización, que sientan las bases para que el Estado asumiera las actividades de conservación (que ya realizaba) y, además, las de investigación arqueológica orientada a rescatar los monumentos del pasado prehispánico. A finales del siglo XIX se consolidó este interés oficial y con la Ley para la Conservación de Monumentos Arqueológicos de 1897 se hace efectivo el control de estas actividades con lo que se declaran las antigüedades prehispánicas propiedad de la nación. Sin embargo, durante el porfiriato hubo una limitante: la conservación de los monumentos coloniales no llegó a elevarse a rango de Ley. Durante el gobierno de Porfirio Díaz se expidió un Decreto en defensa del Patrimonio Cultural, el cual definió como monumentos arqueológicos que incluían:


ruinas de ciudades, fortificaciones, palacios, templos y, en general, todos los edificios útiles para el estudio de la historia. En el transcurso del Siglo XX hubo grandes avances en la legislación para la protección del Patrimonio Cultural. Durante la primera mitad del siglo, el gobierno federal y los gobiernos de los estados y municipios promovieron diversos ordenamientos para atender y cuidar la preservación de los centros históricos. Destacan entre otros. La Ley de Protección y Conservación de Monumentos y Bellezas Naturales de 1931 y la Ley Orgánica de Instituto Nacional de Antropología e Historia de 1938. En la década de los años sesenta se cuestionó el concepto de nación y de sus raíces culturales; se reclamó una cultura mexicana que no es única y homogénea; y se reivindicó el derecho a la diversidad y a la diferencia. Se valoró la relación de las colectividades sociales con su patrimonio histórico. Se estableció el concepto de Patrimonio Cultural Intangible. En 1972, el gobierno mexicano promulgó la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas, y en 1975, su Reglamento. Entre las acciones emprendidas por distintos organismos estatales y municipales están: la Ley de Protección a la Fisonomía de la Ciudad de Guanajuato (1979) y el Reglamento de Construcción y Conservación de la Fisonomía para la Capital del Estado de Guanajuato y su municipio (1992) hoy derogado que dio paso al REGLAMENTO DE EDIFICACIÓN Y MANTENIMIENTO PARA LA CIUDAD DE GUANAJUATO.

La importancia que el Estado mexicano le ha conferido a la Conservación del Patrimonio Histórico se expresó desde los inicios del siglo XIX, cuando apenas fundada la República se legisla en materia de protección de tal patrimonio. En 1897 se declara propiedad de la nación a los monumentos y zonas arqueológicas, a partir de entonces los sucesivos gobiernos de la República han reiterado las políticas de conservación del patrimonio monumental del país en diversas leyes, decretos y reglamentos. La Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en su 17ª Asamblea celebrada en Paris en 1972, aprobó la convención sobre la protección del patrimonio mundial cultural y natural. México fue uno de los asistentes a dicha conferencia y suscribió la convención. Como lo establece la legislación mexicana y la propia Convención, la misma fue presentada al Senado de la República, quien lo ratificó emitiéndose el decreto correspondiente en 1984. Desde la fecha en que fue ratificada la Convención, nuestro país ha promovido de manera sistemática la inclusión de sitios naturales y culturales, de acuerdo con las definiciones que al respecto contiene el propio documento. Siendo México la nación americana que tiene más sitios inscritos en la lista del patrimonio mundial, los compromisos asumidos para preservar este patrimonio de conformidad con los objetivos de la convención son significativos. Dentro de los bienes ins-


critos destacan los de carácter cultural conformado por el grupo de Zona de Monumentos de diversas ciudades mexicanas, las que hasta el día de hoy suman diez, siendo éstas las siguientes, en orden de su inscripción: Ciudad de México (1987) Puebla (1987) Oaxaca (1987) Guanajuato (1988) Morelia (1991) Zacatecas (1993) Querétaro (1996) Tlacotalpan (1998) Campeche (1999) y San Miguel de Allende En su conjunto estas ciudades tienen en común el ser una muestra significativa de la diversidad de los procesos de mestizaje ocurridos durante la colonia y al mismo tiempo haber sido inscritas en la lista del patrimonio mundial. En 1988 el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) recomendó la inscripción de la Zona de Monumentos Históricos de Guanajuato y Minas Adyacentes en la Lista del Patrimonio Mundial por considerar que “resguarda algunos de los más bellos especímenes de arquitectura barroca del Nuevo Mundo”; por su influencia “sobre la mayor parte de las ciudades mineras del norte de México desde el siglo XVI al XVIII”; por ser “un ejemplar eminente de un conjunto arquitectónico que integra las características industriales y

económicas de un sitio minero”; y porque “está directa y materialmente asociado a la historia económica del mundo”. Ante la magnitud de este preciado dictamen, expuesto en la ciudad de Brasilia, durante la XII reunión del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO se aprobó, por unanimidad, la incorporación de esta zona a la lista mencionada, confiriendo e invistiendo a Guanajuato como legado humanístico universal. APUNTES DE NUESTRA HISTORIA Región de sumo interés histórico sin duda alguna lo fue el territorio que actualmente ocupa el estado de Guanajuato. Fue habitado en buena parte por lo más indómito e incivil de los autóctonos, el llamado chichimeca por los pueblos cultos de la meseta central. Formaba grupos más bien errantes que sedentarios, que cambiaban de lugar conforme se agotaban los frutos y la caza, pues en general desconocían la agricultura y todo tipo de trabajo creativo. Al parecer no tenían religión definida ni sistema de convivencia social, unidos en pequeños grupos sólo por los lazos sanguíneos. Diestros en el uso del arco y las flechas, para lo cual desde su infancia recibían esmerado adiestramiento, su supervivencia dependía en mucho de su pericia. Pasaban su existencia en guerra constante entre sí por el dominio temporal de un territorio rico en frutos y animales para la caza.


En la centuria del XVI y en el corazón de estas tierras había muchos vestigios de asentamientos humanos de considerable interés cultural, pero eran sólo eso, vestigios. En la ruina de estos núcleos posiblemente los chichimecas tuvieron mucha culpa, sin omitir la concurrencia de otras causas, como sequías, enfermedades, epidemias, etc. En las inmediaciones del cerro del Meco (chichimeco) los otomíes-chichimecas establecieron su aldea, lugar que hoy conocemos como el barrio del “mogote” (de mo-o-til) que significa lugar de metales. Cabe destacar que, a juzgar por el nombre, los primeros moradores de la zona se habían dado cuenta ya, de la abundancia de metales. Poco después, a mediados del siglo XV, las tribus mexicas invadieron la zona; más tarde los purépechas hicieron lo mismo. El arrebato de Paxtitlán (Pastita) a los otomíes-chichimecas por parte de los nahoas, y a la similitud de figuras de formaciones rocosas en forma de ranas, motivó el Quanaxhuato (lugar de ranas). Estas formaciones rocosas pueden distinguirse si se observan desde el camino del socavón de la mina de Sirena.

Así pues, los nombres de las aldeas primitivas asentadas en esta zona fueron sucesivamente: Mo-o-til (lugar de metales), Paxtitlán (lugar de heno) y, Quanaxhuato (lugar de ranas), nombre, este último que, debido a posteriores adulteraciones del lenguaje, quedó en Guanajuato. Por el año de 1546, el virrey don Antonio de Mendoza, en recompensa por los servicios prestados durante la conquista, otorgó a don Rodrigo de Vázquez las tierras que conforman la actual ciudad de Guanajuato, como merced para ganadería, a la que se denominó Estancia de Quanaxhuato. Entre 1554 y 1557, en el centro del territorio comprendido entre la ciudad de México y las minas de Zacatecas, se encontró plata en abundancia. El 11 de junio de 1548, unos arrieros descubren mineral de plata; posteriormente, en 1550, Juan de Rayas, arriero de oficio, encuentra un importante yacimiento del mineral. A partir de ese momento, los descubrimientos de ese tipo fomentarían la instalación de pueblos mineros en la región. Las construcciones, que tomaron el carácter de fortines, se utilizaron para repeler los ataques chichimecas. Destacan entre ellos, Santiago de Marfil, Tepeta-


pa (Tepetlalpan), Santa Ana y Santa Fe. Años más tarde, las autoridades principales decidieron instalarse en Santa Fe, fortín que comenzó a ser conocido bajo el nombre de Santa Fe de los Naturales, Real y Minas de Guanajuato. La riqueza argentífera de Guanajuato y las buenas rentas que redituaba a la Corona, motivaron que el rey pronto se fijara en ello haciéndolo patente por medio de la donación de una imagen de la Virgen María. El señor don Perafán de Rivera, designado por el Rey Felipe II como juez de las minas de Guanajuato, fue el encargado de traer consigo desde España, la imagen que hoy conocemos como Nuestra Señora de Guanajuato. Una vez asentadas las autoridades en el fortín de Santa Fe, se inician las labores de construcción por parte de los indígenas, en los cascos de esta ciudad. En 1555, los otomíes edifican su hospital, utilizando para ello terrenos de lo que ocupa actualmente la Universidad de Guanajuato. Los mexicas hicieron lo propio en 1556, en un terreno donado por la señora doña María Aguirre. Según cuenta la tradición, éste fue el primer recinto, a partir de 1557, de la imagen de la virgen del Rosario, ahora de Guanajuato. En 1560, los tarascos

construyeron su hospital y capilla, la cual es conocida como la Capilla de los Hospitales. Por último, los nazahuas levantaron el suyo en 1565, en los terrenos del actual templo de San José. El poblado se desarrolló, sobre todo a las veras del río, cuyas aguas se aprovechaban para el laboreo minero y para otros servicios. Pronto fue Alcaldía Mayor, y a fines de la centuria décima sexta ya sumaban los pobladores cerca de cuatro mil almas, ameritándose construir una parroquia. Hacia la primera mitad del siglo XVII la mayor parte del Bajío estaba ya ocupado por mercedes para estancias ganaderas, las que fueron cambiando de su primitivo destino a agrícola. Tres favorables circunstancias concurrieron para acrecentar la importancia de la región: la feracidad de las tierras del Bajío, la riqueza minera de Guanajuato, y la cercanía geográfica de ambos factores. La minería sólo podía producir si contaba con suficiente provisión de alimentos y de otros bienes de consumo, industriales y artesanales. En ningún otro punto de la Colonia se dieron las condiciones favorables para el nacimiento de un gran complejo económico, que pronto abasteció no sólo a Guanajuato, sino al resto del centro también al norte.


construyeron su hospital y capilla, la cual es conocida como la Capilla de los Hospitales. Por último, los nazahuas levantaron el suyo en 1565, en los terrenos del actual templo de San José. El poblado se desarrolló, sobre todo a las veras del río, cuyas aguas se aprovechaban para el laboreo minero y para otros servicios. Pronto fue Alcaldía Mayor, y a fines de la centuria décima sexta ya sumaban los pobladores cerca de cuatro mil almas, ameritándose construir una parroquia. Hacia la primera mitad del siglo XVII la mayor parte del Bajío estaba ya ocupado por mercedes para estancias ganaderas, las que fueron cambiando de su primitivo destino a agrícola. Tres favorables circunstancias concurrieron para acrecentar la importancia de la región: la feracidad de las tierras del Bajío, la riqueza minera de Guanajuato, y la cercanía geográfica de ambos factores. La minería sólo podía producir si contaba con suficiente provisión de alimentos y de otros bienes de consumo, industriales y artesanales. En ningún otro punto de la Colonia se dieron las condiciones favorables para el nacimiento de un gran complejo económico, que pronto abasteció no sólo a Guanajuato, sino al resto del centro también al norte.

En virtud del incremento de su población, aunado al auge de la actividad minera, con fecha 16 de octubre de 1679, el antiguo fortín fue ascendido a la categoría de Villa de Santa Fe y Real de Minas de Guanajuato. Al iniciar el siglo XVIII, Guanajuato era considerado como uno de los principales centros mineros de la Nueva España, aunque todavía por debajo de Zacatecas. La prosperidad minera tenía que vencer numerosos obstáculos de financiamiento, de control estatal, de equipo y provisiones. El endeudamiento por avíos era un mal crónico que con frecuencia motivaba quiebras y clausuras de minas y haciendas. No obstante lo anterior, en los primeros cincuenta años del siglo XVIII la minería guanajuatense iba en ascenso, el cual se acentuó en la segunda mitad del siglo. Más tarde en el siglo XVIII cuando se convierte en el principal centro minero de extracción de plata de la Nueva España, el Rey Felipe V le concede el Título de Ciudad en el año de 1741, confiriéndole además derecho de armas en julio de 1746, con el nombre de SANTA FE y Real de Minas de Guanajuato.


Asimismo en diciembre de 1988 la UNESCO por conducto del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) emitió la Declaratoria de Guanajuato como Patrimonio Mundial a título de los Criterios I, II, IV y VI:

III. Guanajuato ofrece un ejemplo eminente de un conjunto arquitectónico que integra las características industriales y económicas de un sitio minero. Al igual que los grandes desarrollos hidráulicos del siglo XVIII son inseparables de una topografía urbana determinada por el curso encajonado del río y los afluentes del mineral, las construcciones barrocas están directamente asociadas a la fortuna de las minas. La iglesia de La Valenciana, y la Casa Rul y Valenciana fueron financiadas por la más próspera de entre ellas. Las minas más modestas de Cata y Mellado florecieron igualmente en forma de iglesias, de palacios o de casas en las proximidades de los filones o en la ciudad.

I. La ciudad de Guanajuato resguarda algunos de los más bellos especímenes de arquitectura barroca del Nuevo Mundo: Las iglesias de la Compañía (1745-1765) y sobre todo la de la Valenciana (1765-1788) son dos obras maestras del estilo churrigueresco mexicano. En el terreno de las historia de las técnicas, Guanajuato puede igualmente enorgullecerse de realizaciones artísticas únicas tal como la “Boca del Infierno” vertiginoso pozo de extracción de 600 metros de profundidad y de 12 me- IV. Guanajuato está directa y materialmente asociado a la historia económica del mundo, particularmente del tros de diámetro. siglo XVIII II. La influencia de Guanajuato fue ejercida sobre la maPor su parte la Secretaría de Educación Públiyor parte de las ciudades mineras del norte de México desde el siglo XVI al XVIII. El lugar de Guanajuato en la ca del Gobierno Federal declaró a Guanajuato Zona de historia mundial de las técnicas, más modesto debido a Monumentos Históricos a saber: la aparición tardía de los procesos de industrialización, está sin embargo lejos de ser despreciable.


“... al ser una ciudad minera de topografía accidentada representa un notable ejemplo urbanístico donde se logran expresiones originales en sus monumentos arquitectónicos y espacios urbanos. Las características formales de la edificación de la ciudad, la relación de espacios y su estructura urbana, tal como hoy se conserva, son elocuente testimonio de excepcional valor para la historia social, política y del arte en México. Es indispensable dentro del Plan Nacional de Desarrollo y los planes parciales de desarrollo, la protección, conservación y restauración de las expresiones arquitectónicas relevantes que constituyen un extraordinario patrimonio cultural de la cual somos depositarios y responsables.

Para atender convenientemente la preservación del legado histórico que tiene esta zona sin alterar o lesionar su armonía urbana, por Acuerdo Presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 31 de octubre de 1977 recomendó incorporar la zona de referencia, al régimen previsto por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos y su Reglamento, los cuales prevén que es de utilidad pública la protección de las zonas y monumentos históricos y la investigación, conservación, restauración y recuperación de los monumentos históricos que integran el patrimonio cultural de la Nación...” *Extracto de la Tesis “La Gestión de los Centros Históricos en las ciudades del Patrimonio Mundial, la Ciudad de Guanajuato, México un caso” para obtener el Grado de Magister por la Universidad Carlos III de Madrid. 2002










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