PDF Diario EL PAÍS

Page 1

44 / LA CULTURA

EL PAÍS, lunes 28 de noviembre de 2005

La comisión que coordina el trabajo de la ‘Gramática de la lengua española’ se reúne en Ávila

José María López Piñero recuerda a Laín en su ingreso en la Academia de la Historia

EFE, Ávila Ávila acoge desde hoy hasta el próximo viernes la cuarta reunión de la comisión interacadémica que coordina los trabajos de la nueva Gramática de la lengua española, que preparan de forma conjunta las 22 academias de la Lengua Española. El Instituto Castellano y Leonés de la Lengua ejercerá de anfitrión en esta reunión que tendrá una “enorme importancia”, según la organización, ya que los participantes, “además de dictaminar el cuarto bloque de capítulos, se proponen fijar las cuestiones de concepto necesarias para acometer la última etapa de preparación de la obra”. La nueva Gramática de la lengua española la redactan la Real Academia Española junto con las otras veintiuna academias de América Latina, Estados Unidos y Filipinas, que integran la Asociación de Academias de la Lengua Española. La comisión está presidida por el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, y la reunión constituye un paso más hacia una Nueva gramática, que por primera vez en su historia tendrá un planteamiento panhispánico, ya que recogerá la norma del español en todo el mundo hispanohablante, y no sólo en la península Ibérica. La citada comisión está integrada por representantes de la Real Academia Española junto al resto de las academias americanas, agrupadas en siete áreas lingüísticas: México y Centroamérica, Antillas, Caribe continental, área andina, Río de la Plata, Chile y Estados Unidos. Esta comisión se encargará de dictaminar el texto básico preparado por el académico español Ignacio Bosque, que cuenta con la colaboración de un equipo de asesores universitarios y cuyo trabajo será complementado con las enmiendas y sugerencias presentadas por las 22 academias de la Lengua Española. Será “como un mapa del idioma”, según Bosque: “Normativa y descriptiva a la vez, pero también reflexiva porque intenta reflexionar sobre el idioma y no ofrecer datos sin más”. La nueva gramática, cuyo primer borrador podría estar disponible el año próximo, cuando se reúna el Congreso de las Academias, tendrá unas 2.000 páginas.

EL PAÍS, Madrid José María López Piñero (Mula, Murcia, 1933) ingresó ayer en la Real Academia de la Historia con un discurso sobre Pedro Laín Entralgo y la historiografía médica. Sustituye a Juan Pérez de Tudela, fallecido en noviembre del pasado año, y fue elegido el pasado mes de marzo. El nuevo académico expresó en su intervención la necesidad de superar la superficialidad del conocimiento de la obra de Laín Entralgo, para abordar con seriedad y rigor el pensamiento de que quién calificó como “el Cajal de su especialidad”. López Piñero dijo que la principal contribución de Laín fue aplicar el método histórico al estudio de la medicina en todos sus campos y facetas. “He dedicado a su persona y obra mi discurso de ingreso en esta institución porque, a pesar de todo, Pedro Laín Entralgo sigue siendo una persona apenas conocida en nuestro país, quizá porque en España somos destructivos con nuestras grandes figuras. Tanto de Laín como de Ramón y Cajal se ignora lo esencial y se conoce sólo lo superficial, las anécdotas y sus charlas de café”, aseguró. Entre las obras de López Piñero destacan, entre muchas otras, Medicina moderna y sociedad española (siglos XVI-XIX), La introducción de la ciencia moderna en España, Diccionario histórico de la ciencia moderna en España y Orígenes históricos del concepto de neurosis. El académico afirmó que entre las tareas que piensa asumir en la RAH estará la catalogación y estudio de los papeles inéditos de don Pedro Laín Entralgo, que están depositados en la Biblioteca de la Academia, así como asuntos relacionados con la historia de la medicina, especialmente del Renacimiento y del siglo XIX, periodos a los que ha dedicado muchos de sus estudios. José María López Piñero es también miembro, entre otras instituciones, de la Academia Internacional de Historia de la Medicina, socio de honor de la Academia Internacional de Historia de las Ciencias, académico correspondiente de la Academia Nacional de Historia y Geografía de México y consejero del Consejo Europeo de Historia de la Medicina.

El novelista León Arsenal. / JORDI ROVIRALTA

León Arsenal narra la expedición de Nerón a las fuentes del Nilo “Una aventura tan disparatada pedía una novela”, dice el autor JACINTO ANTÓN, Barcelona Legionarios romanos contra caníbales en los grandes pantanos de África. Si el italiano Valerio Manfredi llevaba a un puñado de soldados de Roma a China en El imperio de los dragones, ahora un español, León Arsenal, conduce en

Hay muy poca información sobre ese descabellado proyecto de Nerón de resolver un enigma geográfico que hubo de esperar hasta Speke y 1862 para su resolución: apenas unas líneas de Plinio el Viejo y otras de Séneca en las que se refiere a dos centuriones enviados por el emperador. Arsenal (Madrid, 1960) se inventa toda una expedición de un millar de soldados compuesta por dos centurias de pretorianos, dos de legionarios de las cohortes acantonadas en la frontera nubia, más contingentes de auxiliares, mercenarios libios, arqueros sirios y un centenar de jinetes hispanos. A ellos se suman una caravana de mercaderes griegos alejandrinos ansiosos de comerciar con el rico sur y una escultural emisaria de los reyes de Meroe y sacerdotisa de Isis que viaja con su séquito y montada en un elefante. Como dice Arsenal,

La boca del Nilo (Edhasa) a legionarios, pretorianos y auxiliares a otro confín del imperio: las tierras ignotas de los negros al sur de Meroe. Como Manfredi, Arsenal se basa en un hecho real: la expedición enviada por Nerón hacia el año 60 para buscar las fuentes del Nilo.

“¿por qué privarte de nada si en la novela histórica, a diferencia del cine, no tienes que convencer a ningún productor?”. El contingente, bajo el doble mando de Tito Fabio Tito y Claudio Emiliano, parte de Syene (Asuán) y avanza cada vez más hacia el sur, remontando el Nilo y enfrentándose a enemigos, a la traición, al calor, a los elementos, a los hipopótamos y a lo que se ponga por delante. El novelista los hace llegar hasta los infinitos pantanos del Sudd, en el Sudán, cerca de Uganda. “No sé en realidad si encontraron las fuentes del Nilo, pero me gusta creer que sí. Se lo merecían”. Arsenal se consagra en la novela histórica con su entrada en Edhasa tras haber demostrado que es uno de los grandes del género fantástico al ganar el Premio Minotauro en 2004 con Máscaras de matar. “Yo creo

que un escritor no debe encasillarse”, afirma. “Hay que variar de temas, estilos y géneros”. En todo caso, para él la antigüedad posee una dimensión extraordinariamente fascinante y “la novela histórica no debe olvidar el sentido de lo maravilloso”. El novelista encontró las referencias clásicas a la expedición y se puso a investigar, y a inventar. “Me pareció una aventura tan disparatada, quijotesca y llena de incógnitas que pedía a gritos una novela. En el libro he tratado de ofrecer, además de una historia emocionante, una explicación a aquella empresa”. El elemento fantástico está presente discretamente en la narración. Hay un preámbulo con unas gladiadoras que remite a Máscaras de matar, y los pretorianos portan un estandarte con la imagen del emperador que de alguna manera es Nerón.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.