3 minute read

Así Ocurrió Jesús Zárate Hernández Página

Por: Ing. Jesús Zárate Hernández Fotografía: Oskar Ruizesparza

matacuervos99@Hotmail.com Inspiración pura

Morante desbordó su toreo ante un toro de Teófilo Gómez

La expectación y la inspiración coincidieron en la plaza Nuevo Progreso. Dos invitados que es difícil que converjan, pero que cuando lo hacen son los protagonistas de los milagros que hacen ir a los aficionados a una plaza. Pues bien Morante de la Puebla, fue el causante principal de una inusual expectación en Guadalajara, que vio como sus tendidos se poblaban de un público que se frotaba las manos por ver al más artista de los toreros. Como ya es bien sabido, para que el arte brote, es necesario que la inspiración fluya, es condición inmaterial e inexplicable, que solo se deja sentir, pero que no permite explicaciones. Su primer manifestación fue cuando Morante tomó el capote ante su primero y le dibujó unas verónicas cadenciosas, templadas y sobre todo artísticas, rematadas con una media de un sello incopiable. Después con la muleta llegaron los detalles morantistas que provocaban la explosión del olé unánime. Pero lo realmente grande sucedió ante su segundo, un toro de nombre Mano Negra de Teófilo Gómez. El sevillano dio rienda suelta a la inspiración en muletazos con la derecha y también por naturales. El público paladeó cada ínstate de la faena que no tuvo desperdicio, salvo el detalle de fallar con la espada en el primer viaje. El premio de una oreja terminó siendo simbólico y poco representativo ante la obra de Morante. Lo grande quedó grabado en la retina y en el corazón. En su tercero Morante dibujó chicuelinas con el capote y la gente poco le tomó en cuenta ante una aparente fractura de un pitón del astado. Diego Silveti fue el otro protagonista del mano a mano. A Diego parece que le pesó la plaza y la fuerza de su alternante. Durante todo el festejo dejó ver una entrega sin reservas, pero también una falta de oficio para aprovechar a sus toros. Enfrentó en primer término a un bravo toro de Xajay, con el que lució en

verónicas. En el último tercio Silveti no pudo con la boyantía y codicia que imponía el toro. Simplemente nunca logró estructurar una faena y una parte del público se dio cuenta de ello. Con su segundo, la tónica fue similar, un Silveti entregadísimo en quites por saltilleras y en el último tercio el toro no colaboró. Ya con la presión del triunfo de su alternante en el sexto enfrentó a un muy codicioso toro de Barralva al que tampoco pudo dominar. El astado se lo encontró en el viaje y le propinó una paliza. Diego recurrió al recurso del toro de regalo en su desesperación de conseguir el triunfo, pero a cambió solo encontró una cornada en la pantorrilla izquierda y un esquince en las cervicales. No siempre el querer es sinónimo de poder.

Ficha técnica

Plaza Nuevo Progreso, cuarta corrida de temporada con clima caluroso y cielo despejado. Casi lleno en el numerado. La mejor entrada de la temporada. Se lidiaron toros de diversas ganaderías que cumplieron en presentación. Dos toros fueron de Campo Real (1º y 5º), que fueron descantados. Uno de Xajay con bravura y emotividad; Teófilo Gómez (3º ) de gran calidad en la embestidas, arrastre lento; Los Encinos, distraído y soso; Barralva con genio y bravura; y un séptimo de Bernaldo de Quiroz, reservón. Morante de la Puebla (Azabache y pasamanería blanca): dos pinchazos, casi entera y un descabello (palmas). Un pinchazo y estocada (oreja). Cinco pinchazos, estocada y tres descabellos (un aviso y división de opiniones). Diego Silveti (obispo y oro): Un pinchazos y estocada (silencio). Pinchazo y estocada tendida (silencio). Media estocada (ovación). En el de regalo fue herido en la pierna izquierda, el toro lo mató Morante.

This article is from: