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Parra de la Fuente, Luis “Parrita”

Parra dE la FuENtE, luis

“PARRITA”

Matador de toros y posteriormente banderillero al renunciar a su alternativa, hijo del que fuera picador de toros Ángel Parra Pérez “Parrita”, nacido en una humilde familia de labradores de Huercal-Overa (Almería); hermano de Ángel, también picador con el mismo nombre artístico, y tío de otro varilarguero, José Agustín Parra Barrios “Parrita”, hijo de su hermano. Este Parrita era primo de también matador de toros Agustín Parra Dueñas, hijo del notabilísimo peón de brega y banderillero Bartolomé Parra, hermano de Ángel. Nació Luis Parra en Madrid, el 17 de febrero de 1933. Hacemos constar que en otras fuentes consultadas lo he visto inventariado como “Parra González”, ejemplo, “Los Toros”, de José María de Cossío. Respecto a su carrera taurina es preciso decir que influenciado por el ambiente taurino que se vivía en su familia comenzó a torear en 1950, haciéndolo en 1952, 20 de julio, en la plaza de Monumental de Barcelona con Antonio Chenel “Antoñete” y César Girón, dejando muy buena impresión en la afición barcelonesa. Toreó 15 novilladas en 1953 y una menos en 1954, siendo la del 6 de mayo la de su presentación como novillero en la Monumental de Las Ventas, con Miguel Ángel García y Antonio Vázquez, alternando en la lidia de novillos de Villagodio Hermanos. Parrita cortó las orejas al novillo de su presentación, pero resultó cogido de carácter grave por el otro, que lo tuvo que matar Miguel Ángel Garcia, que cortó una oreja a cada uno de sus novillos y fue ovacionado en el que mató por Parrita. Antonio Vázquez fue ovacionado en su primer novillo y cortó las dos orejas al segundo de su lote. Este triunfo lo animó a doctorarse el 13 de mayo de 1955 en la plaza de las Ventas, en pleno ciclo isidríl, en la Corrida a beneficio del Montepío del Cuerpo General de Policía de manos de Pedro Martínez “Pedrés”, que en presencia de Manuel Jiménez “Chicuelo II” le cedió el toro “Levita” número 147, negro, de Antonio Pérez. Pedrés, en palabras del crítico “Barico” del semanario “El Ruedo”, “realizó una faena que devolvió al diestro albaceteño el rango que tuvo de torero sensacional”; Chicuelo II, valentísimo, dejó una estocada de las que no se olvidan, y el toricantano, que llegaba a la alternativa con suficientes méritos tuvo una actuación discreta y fue aplaudido en ambos toros de su lote. También intervino el caballero rejoneador Bernardino Landete, que clavó un par de banderillas por los adentro de los que no se olvidan. Esto que sigue es lo que escribió “Barico” sobre el toricantano: “Ya tenemos otro “Parrita” matador de toros.

Luis Parra toreó bien con el capote siempre que le tocó intervenir. Al toro de la alternativa le hizo una faena muy variada, en la que casi sólo hizo uso de la mano derecha, pues cuando probó a torear con la izquierda el toro se le vencía peligrosamente. Y así lo que hizo al torear en redondo y por bajo fue de excepcional calidad, y más si se tiene en cuenta que el toro nunca le ayudó demasiado. El total fueron una treintena de muletazos dados con reposo y no poco lucimiento. Mató de tres pinchazos, uno de ellos hondo, y el descabello al primer intento. Fue aplaudido y salió al tercio a saludar. El sexto toro, se cayó siete veces durante la faena de muleta. Decir esto es tanto como afirmar que allí no podía haber faena. Parrita, en tarde de tanto compromiso para él como la de su alternativa, no se resignó “a cumplir”, e insistió una y otra vez con la muleta en la mano izquierda o con el trapo rojo en la mano derecha, sin resultado positivo, porque el bicho ni embestía ni casi se tenía de pie. Pero como los buenos deseos del nuevo matador de toros habían quedado muy de manifiesto, cuando después de treinta y tres muletazos “Parrita” mató de una entera y el descabello al primer intento, oyó muchos aplausos y fue ovacionado al retirarse del ruedo”. Cerró Parrita la temporada con 11 novilladas previas a su doctorado y 7 corridas de toros. En 1956 toreó una corrida menos que la anterior temporada, 6, y solo 3 corridas en la temporada de 1957, una de ellas, la de su debut en Vichy (Francia), el 4 de agosto, con César Faraco y Juan Antonio Romero, con toros de Pierre Pouly; y la tercera y última de su carrera, en Medina del Campo (Valladolid), el 7 de septiembre con Cayetano Ordóñez Hijo, mano a mano. También intervino el rejoneador M. Cristóbal con toros de Santos Galache y tres de la Vda. de Molero. Silencio y palmas fue el resultado artístico de su actuación, y ante tan pobres expectativas, renunció a su alternativa y regresó al escalafón inferior, toreando en 1958, solo 5 novilladas, en vista de lo cual, y decepcionado, optó por hacerse banderillero, campo en el que triunfó plenamente. Solo toreó como matador de toros, 16 corridas de toros en Europa.

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