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Perea Correoso, Javier “Javier Perea”

PErEa cOrrEOsO, Javier

“JAVIER PEREA”

Matador de toros y banderillero nacido en Albacete, el 18 de septiembre de1984. Hijo del conocido banderillero Antonio Perea González, que entre otras cuadrillas perteneció las de Dámaso González y Manuel Caballero. Con estos antecedentes no extrañó a sus padres que el chico quisiese inscribirse en la Escuela Taurina de Albacete, de donde salió preparado para debutar con picadores el 14 de abril de 2002 en la plaza de Cieza (Murcia), con novillos de la ganadería que se anuncia como “Toros de la Plata”, junto a Miguel Ángel Aroca “El Maripinar” y Luis Rubias. Cortó una oreja a su primero, el de su presentación, y las dos orejas al segundo de su lote. Terminó su primera campaña como matador de novillos con la nada despreciable cifra de 30 corridas, una de ellas, en la Feria de Arnedo, con triunfo. En 2003 se presentó en la plaza de Las Ventas, de azul y oro, el 16 de marzo, con 6 novillos de “El Puerto de San Lorenzo”, y Jesuli de Torrecera y Salvador Cortés, compartiendo terna. Javier Perea no tuvo su tarde, y aunque dejó destellos de buen toreo, se silenció su faena con el toro de su debut, “Matarito”, negro, número 127, y 478 kilos de peso, igual que con el que cerró plaza. Repitió paseíllo en Madrid el sábado, 3 de mayo, en la 3ª corrida de la Feria de la Comunidad, con novillos de Nazario Ibáñez (4), 1 de Félix Hernández (3º), y 1 de “El Serrano” (6º), acartelado en esta ocasión con Jorge Ibáñez y Javier Solís. En este festejo Javier Perea no pudo matar ninguno de sus novillos porque sufrió una grave cornada a el cuello por su primer oponente, por lo que el festejo quedó reducido a un mano a mano entre sus dos compañeros. El prestigioso periodista José Luis Suárez-Guanes que cubrió el festejo para el diario “ABC” dio así la noticia: “La tercera novillada de la Miniferia de la Comunidad de Madrid quedó en un mano a mano al resultar cogido en el cuello Javier Perea en un par de banderillas al primero de su lote, un astado de El Serrano, encastado y con picante. Terminó con el burel Jorge Ibáñez, que no hizo nada de particular en su actuación, que fue silenciada. Javier Solís, esperado por sus recientes triunfos en San Sebastián y Valencia, estuvo pletórico con el capote y obtuvo un trofeo del sexto a base de valor. Silencio tras aviso, ovación tras aviso y oreja fue su balance. Con tres cuartos muy largos de entrada, se lidiaron novillos de Nazario Ibáñez deslucidos, y dos sobreros, el 3º, de El Serrano, y el 6º, de Félix Hernández, encastados. Perea sufre “una cornada en región submaxilar derecha con una trayectoria hacia arri-

ba de 15 centímetros que produce destrozos musculares y contusiona arteria carótida externa con arrancamiento de colaterales. Diseca glándulas submaxilar y carótida. Contusión tráquea y mandíbula, pendiente de examen radiológico. Pronóstico grave”. El padre del torero, el banderillero Antonio Perea, hizo posteriormente unas declaraciones a la agencia “EFE” sobre su evolución y sus proyectos: “Ya está más tranquilo, pues no tiene fiebre y todo está controlado. El doctor Máximo García Padrós le ha comentado que la zona del cuello es muy delicada, pero que el percance pudo ser mucho peor. Dentro de lo malo ha tenido mucha suerte”. La cornada se produjo al resbalar en la cara del toro cuando se iba a producir el embroque: “La tarde se había torcido para él, porque el sobrero que le hirió era el tercero que saltaba al ser devueltos tanto el titular como el otro que salió en su lugar. Una pena, aunque está muy animado en volver pronto a Las Ventas. Si la evolución de la herida es favorable, el próximo miércoles Javier será trasladado a Albacete para continuar su recuperación hasta su reaparición. En estos días tenía cuatro compromisos claves en su carrera y en esta temporada como son éste de Madrid, Valencia, Sevilla y Zaragoza, cuatro plazas de primera. Y por desgracia tampoco podrá estar el domingo en Valencia. Seguramente volverá a torear el día 1 de junio en Sevilla”, terminó diciendo el padre del novillero. Y así fue afortunadamente, porque el compromiso de Sevilla pudo cumplirlo con novillos de Gabriel Rojas, el 1 de junio, con Andrés Palacios y Vicente Varela a los que se silenciaron sus faenas; en cambio, Javier Perea que toreó en segundo lugar tuvo un balance de silencio en su primero y fue ovacionado en el quinto; y termino la temporada en Valencia el 11 de octubre cortando una oreja. Cerró la temporada de 2003 con 44 festejos, quedando situado en la zona caliente del escalafón de novilleros con picadores. En 2004, toreó en Barcelona el 2 de mayo con éxito al cortar una oreja a un novillo de Angel Sánchez y Sánchez, y en la feria septembrina de Albacete recibió la alternativa de azul purísima y oro, de manos de Manuel Caballero, que con Julián López “El Juli” de testigo, le cedió el toro “Almejito”, numero 31, negro, de 491 kilos, al que cortó una oreja, perteneciente a la ganadería de Daniel Ruiz. En el último del festejo, segundo de su lote, dio una vuelta al ruedo. Pese a su brillante trayectoria durante su etapa novilleril, su ascenso al escalafón superior supuso un frenazo impensable en su carrera. En 2005 solamente toreo 2 corridas y en 2006, 4. Ante tales expectativas tan poco halagüeñas, Javier Perea decidió resolver su vida por otros derroteros, y el 27 de abril de 2008 toreó su última corrida como matador de toros en Pozo Amargo (Cuenca),

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