Pérez Rosado, José Luis, “Niño del Tentadero”

Ortega Cano y Celestino Correa. El 22 de junio de 1975 tomó la alternativa en Badajoz, de blanco y oro, con toros del Conde de la Corte, con Ruiz Miguel de padrino, y Antonio José Galán que actuó de testigo. El toro del doctorado fue “Salerín”, número 27, al que cortó una oreja. Abrió el festejo el rejoneador Gregorio Moreno Pidal. Paco Lucena dio una vuelta al ruedo en el que cerró plaza, segundo de su lote. Sumó en la temporada 6 corridas, que se vieron reducidas a 3 en 1976 y a una en 1977, la última que toreó como matador de toros, en Bélmez (Córdoba), el 11 de septiembre, con toros de Arcadio Albarrán, con los que alternó en la lidia con Pedrín Benjumea, que cortó una oreja a cada uno de sus toros y abrió la puerta grande, y Tomás Moreno “El Tempranillo”. En su postrera corrida, Paco Lucena vio con decepción como se silenciaban sus dos faenas. Tras esta corrida se hizo banderillero. Años después fue noticia porque el día 17 de mayo de 1991, en Salamanca, el primer novillo de la tarde, de la ganadería de Martínez Elizondo le produjo una herida en el muslo izquierdo con dos trayectorias ascendentes que afectó el triángulo de Scarpa, siendo calificada de grave. Se despidió definitivamente de la profesión en la corrida celebrada en Alba de Tormes (Salamanca), el 17 de octubre de 2004.

PérEZ rOsadO, José luis

“NIÑO DEL TENTADERO”

Matador de toros y Banderillero nacido en Écija (Sevilla), el 24 de agosto de 1968 Tras el oportuno aprendizaje en las plazas de pueblo, generalmente las de su provincia, debutó sin picadores en la Venta del Tentadero de Carmona (Sevilla), de donde tomó el nombre artístico seguramente para que nunca se le olvidara la efeméride. Tenía 14 años de edad. Más tarde vestiría su primer traje de luces el 29 de julio de 1982 en Écija, para matar un eral de Pepe Luis Vázquez alternando Antonio Pérez y José María Tejero. Tres años más tarde debutó con los montados nada menos en la plaza de la Real Maestranza de Sevilla, el 7 de julio de 1985 con Rodrigo Galguera y Pepe Manfredi y novillos del Conde de Murça. Continuó toreando novilladas picadas hasta la temporada de 1992, en la que sumó 23 festejos, y con tal bagaje pensó que estaba preparado para empresas mayores, como presentarse en la monumental de Las Ventas de Madrid, como hizo el 12 de septiembre de 1993, de grana y oro, con el novillo “Atlántico”, negro bragado, marcado con el número 11, de 459 kilos, perteneciente a la gana-

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dería de “Río Grande” que lidió cinco, y 1 de Palomo Linares, el 5º. Fueron sus compañeros de cartel el almeriense Ruiz Manuel, también debutante en Madrid, y el malagueño Ricardo Ortiz. Tomo del diario “El País” la parte correspondiente al torero que nos ocupa de la crónica que escribió Joaquín Vidal: “Niño del Tentadero gustó en las verónicas, en los pases de pecho marcados al hombro contrario y en su arte para ligar los pases. Lo malo fue que esos pases eran sólo derechazos. En el toreo al natural apenas se empleó, y mientras al primer novillo le instrumentó un par de ellos de irreprochable factura, al cuarto se los dio muy mediocres. De manera que volvió a los derechazos, y ya la afición hilaba fino; ya le reprochaba que toreara sin cruzarse y abusando del dichoso pico”. El Niño del Tentadero, más antiguo en el cartel cortó una oreja al primer novillo y fue ovacionado en el cuarto por el fallo a espadas: “Si no llega a ser porque falló con la espada en el segundo novillo, hubiera abierto la puerta grande”, dijo Joaquín Vidal. “Me dio rabia”, dijo el torero, “aunque ahora voy a intentarlo con más ganas si cabe, porque la afición me respondió muy bien y voy a por todas”. Este triunfo tuvo su recompensa y volvió a hacer el paseíllo en Las Ventas cuando llevaba toreadas 11 novilladas hasta el momento. Fue el día 24 de octubre, último festejo de la temporada madrileña, con novillos del Conde de la Maza (5), y 1 de la Sociedad Agricola Couto de Fornilhos (2º), con el angoleño José Luis Gonçalves y el madrileño Jesús del Carmen. Este festejo era importantísimo para Niño del Tentadero, ya que si todo salía bien tenía proyectos de tomar la alternativa para el próximo mes de mayo. Se dio la circunstancia que esta corrida debió celebrarse el día 11 pero hubo de suspenderse a causa de la lluvia, que dejó el ruedo impracticable. El festejo se celebró como hemos visto con el mismo cuartel en la fecha reseñada, y aunque no salieron muy bien las cosas porque se silenció su labor en ambos novillos, lo cierto es que sus oponentes no fueron fáciles y no se prestaron al lucimiento. Sin embargo, aunque no fue en mayo, si tomó la alternativa en 1994 en su Écija natal, el 15 de octubre, de blanco y oro, con el toro “Ambulante”, negro, marcado con el número 78, de la ganadería de José Luis Pereda, que le cedió Miguel Báez “Litri” en presencia de Jesulin de Ubrique que actuó de testigo de la ceremonia. El éxito no pudo ser más rotundo ya que cortó las orejas y el rabo al toro de la ceremonia y las dos al que cerró plaza, saliendo en hombros de los enfervorizados aficionados de la plaza en unión de sus compañeros, padrino y testigo respectivamente. Pese al éxito obtenido en su alternativa, no se vistió de luces en las temporadas de 1995 y 1996. En 1997 solamente toreó una corrida

de toros, la “de la Oportunidad”, celebrada el 8 de abril en Sevilla. Era la 3ª del ciclo ferial de la feria de abril, en la que alternaron seis espadas sevillanos para matar cada uno un toro. Se corrieron 5 astados de la vacada de Prieto de la Cal, que presentaron dificultades y peligro, y 1 de Joaquín Barral, casi invalido, por los espadas Franco Cardeño, que resultó herido muy grave en el primer lance al recibirlo a porta gayola, recibiendo una horrible cornada en la cara. Mató el toro el siguiente espada, José Antonio Muñoz, que corrió turno y mató también el tercero; Manolo Corona, Niño del Tentadero, que cortó una oreja; José Luis Peralta y José Antonio Cobos. Joaquín Vidal escribió referente a su actuación: “Niño del Tentadero, a un torito pastueño de capa jabonera lo pasó reunido y ligado por derechazos, en los naturales bajó mucho, lo mató de un bajonazo y le dieron la oreja”. Dicho sea, en honor a la verdad, que fue la única oreja concedida esa tarde. Algo debieron ver los entendidos aficionados sevillanos en el toreo de José Luis Pérez para concederle una oreja pese a la estocada defectuosa de la que tanto protestó el periodista que cubrió el festejo. El 12 de agosto del año 2000 Antolín Castro escribió una sentida crónica en OPINIONYTOROS.COM saliendo al paso de un programa taurino televisivo “Tendido Cero” en el que se hablaba sobre toreros que estaban en la “sima”, no en la cima, según palabras del propio comentarista. Y extraigo una parte del comentario de Antolín Castro refiriéndose a Niño del Tentadero: “Niño del Tentadero” ocupó lugar en la terna. Su último y único delito, cortar una oreja en la Maestranza de Sevilla. Y con estos “delitos”, alguien que tenga la responsabilidad de informar ha tenido que esperar a realizar un reportaje especial sobre “la sima” para que salgan a la luz los méritos auténticos de este torero sevillano. Entrena todos los días, esperando, pues ya se sabe “la esperanza es...”, mientras le es hurtada la justicia que merece y comprobando como otros, sin esos avales, siguen pisando el albero de la plaza de Sevilla. Trabaja gestionando los asuntos de otros en una gestoría, mientras espera, larga y desesperada espera, poder gestionar algún día sus dineros como hace algún compañero, también niño, pero no del tentadero, sino del “tantodinero”. Tras la corrida de “La Oportunidad” sevillana no volvió a vestir el terno de luces dándosele por retirado, aunque en 2004 toreó un festival en Écija el 11 de diciembre en homenaje al banderillero El Pere. Y con el balance de 43 novilladas y 2 corridas de toros en España, decidió ingresar en 2005 como banderillero (expediente 1.754), debutando a las órdenes de su paisano el novillero Miguel Ángel Delgado, y con él toreaba en Cuéllar el 29 de agosto de 2007 cuando al intentar alcanzar un burladero