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“Francisco Gabriel Pericás”
from Diccionario de toros Tomo 2
by FCTH
PEricás PérEZ, francisco gabriel
Matador de toros nacido en Zaragoza, el 14 de mayo de 1951, en el seno de una familia con rancia tradición taurina, aunque siempre se le consideró mallorquín, por haber residido en Palma desde muy niño. Su abuelo fue Gabriel Pericás “El Marino”, banderillero; y su padre, Gabriel y su tío Jaime, fueron matadores de toros. No podía el chiquillo ser otra cosa que torero, máxime, cuando su casa era la conserjería de la plaza de toros de Palma, “El Coliseo Balear”, en el que su padre era conserje. No es pues de extrañar que desde muy pequeño quisiese ser torero y que su padre no opusiese resistencia alguna a las pretensiones del chiquillo. Al contrario, lo inscribió en la Escuela Taurina del cortijo de Vistaverde, donde su propio padre le impartía las clases, junto a su tío Jaime y abuelo “El Marino”. Por fin llegó la hora de vestir su primer traje de luces, a la temprana edad de doce años, en la plaza de Alcudia en 1963, alternando con José Sans “Rubiales” y César Sánchez. Ese mismo año toreó de nuevo en la misma plaza el día de la Ascensión con Ángel Tortosa y Luis Sánchez “Guerrita”, y aunque estuvo muy bien con capote y muleta, sus desaciertos con el estoque le privaron de cortar trofeos. Continuó toreando novilladas sin picadores hasta el año 1969, que efectuó su debut con los del castoreño en Andorra la Vieja (Teruel), con novillos de Nicolás Fraile, obteniendo un importante éxito al corar las dos orejas a su primer novillo y dar una clamorosa vuelta al ruedo en el segundo. Por supuesto, salió a hombros de la plaza. Toreó esa temporada 5 novilladas con caballos en plazas de la categoría de Barcelona, Zaragoza, Córdoba y Palma. Viajó se invierno a hacer las Américas por primera vez y toreó en Venezuela en las plazas de Maracay y Caracas. De regreso a España en 1965 toreó 7 festejos picados, pisando también plazas importantes. Continuó toreando varios años más corto número de corridas, y sin debutar en el coso madrileño de Las Ventas, se doctoró en el Coliseo Balear de Palma de Mallorca, el día 26 de septiembre de 1971, con toros de Manuel Camacho con Gregorio Lalanda de padrino (aunque había estado anunciado Manuel Benítez “El Cordobés”) y Julián García de testigo. Estuvo deslucido en tarde de tanto compromiso para él; saludó tras acabar con “Rechoncho” y escuchó división de opiniones en el que cerró plaza. Lógicamente, por lo avanzada que ya estaba la temporada, no pudo torear más que esa corrida. En la siguiente temporada toreó 2, destacando la que toreó en Muro, en la que cortó cuatro orejas a sus dos toros de
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Laramie de Clairac. Quizás aquella corrida fuese la más redonda de su carrera. Pese a todo, toreó una en la temporada de 1973, en Barcarrota, alternando con Julio Robles y Paco Bautista en la lidia de toros de Bernardino Jiménez, motivo por el cual, tomó la dolorosa decisión de renunciar a su alternativa y descender al escalafón de los hombres de plata. En la temporada de 1974 ya figuraba en el escalafón de los banderilleros, toreando casi siempre en el Coliseo Balear, destacando bien pronto entre los matadores que solicitaban sus servicios por su eficacia y buena colocación, por lo que fue premiado en 1985 con el Trofeo al “Mejor Peón de Brega” de la temporada en Palma de Mallorca. Estuvo en activo hasta la temporada de 1992, y en la novillada celebrada el 10 de mayo, en El Coliseo Balear, en la cuadrilla del entonces novillero Andrés Sánchez, su entrañable amigo y compañero, el banderillero Valentín Luján, que llevaba a su hijo Gabrielito en brazos, le cortó la coleta entre una estruendosa ovación del público. A partir de ahí, continuó desempeñando su puesto de Conserje de la plaza de Palma, y al mismo tiempo creó un espectáculo cómico-taurino que tituló “Topolino y sus payasos” que tuvo mucha aceptación por los pueblos mallorquines, además de dirigir otra empresa de payasos que bautizó con el nombre de “Gaby Show” que actuaba fundamentalmente en comuniones y cumpleaños infantiles. Indudablemente, los genes de su abuelo, que había sido torero bufo, se habían hecho notar en Francisco Gabriel Pericás. Hombre polifacético, fundó la Escuela Taurina de les Illes Balears, donde se formaron las nuevas generaciones de novilleros y banderilleros isleños, además de regentar un bar restaurante de su propiedad, muy cerca de la plaza de toros de Palma. Su hijo Gabriel Pericás, continuó sus pasos como torero. Falleció el 29 de abril de 2014 en Palma a los 63 años de edad a consecuencias de las secuelas que le había dejado un infarto cerebral seis años antes, durante la celebración de un festejo taurino benéfico que se estaba celebrando en la plaza de Alcudia a beneficio de la Asociación Española contra el Cáncer. El torero cayó fulminado en el ruedo, y aunque los médicos pudieron salvarle la vida, el torero quedó postrado en una silla de ruedas hasta que le llegó la muerte.