2 minute read

Porras Arévalo, Juan Carlos “Porritas de Guijuelo”

cial”, de la ganadería de “Valverde”, marcado con el numero 95, negro, de 509 kilos, que le cedió Fermín Vioque ante el murciano Antonio Mondéjar que actuó de testigo de la ceremonia. Saludos y silencio fue el balance de su actuación por las malas condiciones de los toros de su lote. Tras esa temporada apenas toreó dándosele como prácticamente retirado de los ruedos. En 1999 decidió retirarse definitivamente en Casarrubios del Monte (Toledo), la tarde del 11 de septiembre, con toros de “La Cardenilla”, alternando con Rodolfo Núñez y Regino Ortés, festejo en el que cortó una oreja a su primer toro y se silenció su labor en el último que estoquearía como matador de toros. Había toreado hasta esa fecha 81 novilladas y 11 corridas de toros. En 2006 ingresó en el escalafón de banderilleros.

POrras arévalO, Juan carlos “PORRITAS DE GUIJUELO”

Matador de toros y banderillero de Guijuelo (Salamanca), de donde tomó su nombre artístico y nació el 18 de febrero de 1976. Alumno de la Escuela Taurina de Salamanca, vistió por primera vez el terno de luces en su patria chica, el 2 de mayo de 1992, lidiando erales de Francisco Galache de Hernandinos, con Cristina Sánchez, mano a mano. Tuvo la suerte de que reparase en él Juan Cabello “El Brujo”, antiguo matador y luego peón de confianza de Pedro Gutiérrez Moya “Niño de la Capea”, quien le proporcionó un importantísimo número de festejos sin picadores, lo que hizo que fuese con el oficio suficientemente aprendido para debutar con picadores dos años después, el 19 de marzo de 1994 en Tordesillas (Valladolid), de morado y oro, con novillos portugueses de Simâo Malta, alternando con Roberto Contreras y Óscar González “El Segoviano”. Obtuvo un gran triunfo al desorejar al novillo de su presentación y cortar otra oreja al segundo astado de su lote, y terminó la temporada habiendo toreado 7 novilladas picadas, cifra que no logró alcanzar en la siguiente campaña. Similar fue la temporada de 1996, pese a lo cual, decidió doctorarse en 1997, de blanco y azabache, el 15 de agosto en su pueblo, Guijuelo, seguramente para retirarse como matador de toros. Fueron su padrino y testigo respectivamente, Javier Vázquez, que le cedió el toro “Clarines”, negro mulato, número 32, de la ganadería del marqués de Albaserrada. Dio fe del acto José Ignacio Sánchez. El toricantano tuvo una muy digna actuación y cortó un apéndice auricular a cada uno de sus toros, y salió a hombros de la plaza con el tes-

This article is from: