Rodriguez Bueno, Javier “Javier Rodríguez”

de 2008, en ocasión en la que alternaron en la lidia de reses de la ganadería de Marcos Núñez, los espadas Javier Conde, El Fandi y Curro Jiménez. Es necesario consignar que en 1980 hizo una excursión a Colombia, debutando en Bogotá, el 10 de diciembre, con toros de “Vistahermosa” con José María Manzanares y Jorge Herrera como compañeros de cartel, además del rejoneador Manuel Vidrie. Durante su carrera de matador de toros intervino en 76 novilladas picadas y 23 corridas de toros

rOdríguEZ buENO, Javier “JAVIER RODRÍGUEZ”

Matador de toros y posteriormente banderillero, nacido en Valencia el 16 de septiembre de 1976, hijo del banderillero Marcelino Rodríguez López “El Temerario”, y sobrino paterno del matador de toros de la promoción de 1973, Sebastián Rodríguez “El Mago”, ahora próspero hombre de negocios taurinos que dirige la empresa “Serolo”. Con estos antecedentes familiares no es de extrañar que el chico, acostumbrado desde su más tierna edad a ver capotes y muletas y a escuchar a los adultos sus conversaciones taurinas, se aficionara desde muy pronto y decidiera seguir los pasos paternos. Indudablemente el medio condiciona, y facilidades no le iban a faltar. Así pues, vistió su primer traje de luces en Beas de Segura (Jaén), grosella y oro, el 19 de septiembre de 1987, alternando en la lidia de erales de Juan Montoliú con Martín Pareja-Obregón y Paco Senda. Desde entonces hasta que debutó con picadores, de blanco y oro, transcurrieron cuatro largos años, haciéndolo en la plaza de toros de Valencia –donde ya había toreado como becerrista y triunfado en la feria de julio de 1992– con novillos-toros de la ganadería de Juan Pedro Domecq, acartelado con Francisco Perpiñán y el malagueño Javier Conde. Se silenció su faena con el toro de su presentación con los del castoreño y fue ovacionado en el otro. Pese a lo avanzada que ya estaba la temporada pudo torear 7 festejos, una de ellos, de nuevo en Valencia. En 1994 toreó 41 novilladas, algunas, en plazas tan importantes como Jaén, Huelva, Palma de Mallorca, Gerona, Valencia, etc., situándose al finalizar la temporada en el quinto puesto del escalafón de matadores de novillos. Ese año debutó en la plaza de Las Ventas de Madrid, de tabaco y oro, el 24 de abril, alterando en la lidia de un encierro de Palomo Linares, con Rodolfo Núñez y Adolfo de los Reyes, que también era nuevo en Madrid. El primer novillo de Javier Rodríguez, tercero de la corrida,

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de nombre “Barberón”, negro bragado y marcado con el número10, de 452 kilos, saltó al callejón, lo que nos pone sobre la pista de su mansedumbre. Poco pudo hacer con él y se silenció su labor, igual que con el otro. La tarde transcurrió fría y ventosa, lo que no favoreció para crear un clima adecuado, y sus dos compañeros corrieron la misma suerte, aunque se esforzaron por encontrar el lucimiento. Antes, se había presentado en Francia, el 20 de febrero, en la plaza de Magesq, con cinco novillos de Pérez-Angoso, y uno de Antonio Pérez de San Fernando, con el jerezano Juan José Padilla y El Trueno. La temporada de 1995 fue menos prolija en festejos, pero llegó a sumar 29, y el 10 de marzo de 1996 se doctoró en Valencia, de grana y oro, de manos de Ortega Cano, que en presencia de Javier Conde, le cedió el toro “Cardito”, negro mulato, herrado con el número 10, y 534 kilos. Tas su faena con el toro del doctorado dio una vuelta al ruedo y fue ovacionado en el último de la tarde, segundo de su lote. Sin embargo y pese a tan buenas expectativas, el cambio del novillo al toro, supuso un fuerte parón en su carrea, toreando desde entonces muy pocos festejos por temporada. En 1998 viajó a América y se presentó en la plaza de Couatla (Méjico), de azul marino y oro, el 29 de noviembre, con toros de José Arroyo, y Roberto Miguel como compañero de cartel, mano a mano. Cortó una oreja a cada uno de sus toros y salió a hombros de la plaza con su compañero, que cortó dos al segundo de su lote. Continuó toreando escasísimo número de festejos, todos ellos por plazas de la comunidad de Valencia, hasta que en 2009, decidió que la corrida que toreó en Valencia el día 25 de julio, sería la de su despedida de los ruedos como matador de toros. Se lidiaron toros de la ganadería de “Los Bayones” (5), y uno de Abilio Hernández, alternado con David Esteve y Oscar Sanz. Silencio en su primero y una oreja de su segundo fue el balance de su actuación, erigiéndose en el triunfador de la tarde, pues su trofeo fue el único concedido por la presidencia en dicha corrida. Dos años después, el diario “Las Provincias” hizo público un comunicado del diestro el sábado, 26 de enero de 201: “El matador de toros valenciano Javier Rodríguez ha decidido abandonar el escalafón de oro y reconducir su carrera de torero como banderillero. La falta de contratos ha sido el motivo fundamental de su decisión. Javier tomó la alternativa en Valencia en el año 1996, apadrinado por José Ortega Cano. La última oreja que cortó en el coso de la calle Xàtiva llegó durante la Feria de Julio de 2009”. Durante su etapa de matador había tomado parte en 80 novilladas con picadores y 57 corridas de toros, solo en Europa.