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Román Lucero, Eduardo “Román Lucero”
from Diccionario de toros Tomo 2
by FCTH
rOmáN lucErO, eDuarDo
Matador de toros y posteriormente banderillero, natural de la localidad zamorana de Vadillo de Guareña, donde nació el 8 de enero de 1956, y por tal motivo en su primera etapa de matador de novillos sin picadores se anunció en los carteles con el nombre de “El Niño de la Guareña”, que abandonó pronto para anunciarse solamente con sus apellidos. Decidido a ser torero se inscribió en la Escuela Nacional de Tauromaquia de Madrid, dándose a conocer en los ruedos a partir de 1978 toreando novilladas sin picadores. En 1979 dio el paso al escalafón superior y debutó en novillada con picadores el día 11 de septiembre en Villa del Prado (Madrid), para lidiar cuatro novillos de la ganadería de Salustiano Galache con Mario Arévalo “Mario Triana”, mano a mano. Román Lucero cortó cuatro orejas y salió a hombros de la plaza. No pudo ser mejor comienzo. Solamente pudo torear 3 novilladas ese año, que en 1980 ascendieron a 4 festejos en los que se vistió de luces, uno de ellos el de su presentación ante la afición madrileña de Las Ventas, el 30 de marzo, con novillos de Bernardino Giménez Indarte, que ese día adquirió antigüedad, alternando con Felipe González Medina y Antonio Amores, que también debutaban en Madrid. No pasó de discreto y el balance de su actuación fue de silencio en su primero y aplausos en el segundo de su lote, sexto de la corrida. Sin embargo, en su segunda comparecencia en Las Ventas, el 1 de mayo de 1981, en la que alternó en la lidia de novillos de la ganadería de Jiménez Pasquau (5), y uno de Pío Tabernero de Vilvis, lidiado en 4º lugar, con Juan Mora y Manolo Martín, que se presentaba en Madrid, estuvo al nivel que el público esperaba de él al dar una vuelta al ruedo en su segundo novillo. Esta vuelta al ruedo le abrió de par en par las puertas de la plaza madrileña para repetir paseíllo el 5 de julio siguiente, actuación en la que dio una lección de toreo en toda su pureza en su segundo novillo, “Lanzador” de nombre, perteneciente a la ganadería de Daniel Ruiz Yagüe (5), y uno de Arturo Gallego Hernández, que se lidió en sexto lugar. Alternó con Enrique González “El Bayas”, que debutaba en Madrid, y Lucio Sandín. Falló a espadas y el triunfo quedó en una vuelta al ruedo, pero con mucho peso. Regreso de nuevo al circo madrileño el domingo, 12 de julio, con José Maguilla “El Gallo de Morón” y Nicasio Pérez “Cesterito” alternando en la lidia de novillos de Bernardino Jiménez Indarte, y de nuevo volvió a dejar regusto de buen torero en los aficionados al ser ovacionado en los dos novillos de su lote, segundo y quin-
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to de la tarde. Terminó la temporada con parecido número que la temporada anterior. En 1982 sumo otras 4 corridas; 8 en 1983, y logró vestirse de luces en 14 ocasiones en la temporada de 1984. Sin embargo, en 1985 solo toreó 3 corridas, seguramente por haber sido herido de gravedad en el muslo derecho por un novillo de “La Fresneda” el 19 de mayo en El Molar, cuando ya había cortado las dos orejas a su primero. Seguramente esta cogida le hizo perder alguna fecha contratada. La temporada de 1986 tampoco le sacó del bache por el que atravesaba, ya que sumó igual número de corridas: 3. En 1987 pareció mejorar su situación al sumar 7 actuaciones, todas ellas en plazas de ínfima categoría, a excepción de la que toreó en Madrid el 6 de septiembre alternando en la lidia de novillos del Marqués de Albaserrada con Roberto Serrano, que se presentaba, y Juan Cuellar, que fue el triunfador del festejo al cortar una oreja a su primero, tercero de la tarde, y ser ovacionado en el sexto. Román Lucero, director de lidia, pasó desapercibido en sus dos novillos al silenciarse sus dos faenas. Tras participar en 47 novilladas picadas durante toda su trayectoria novilleril, ninguna de ellas en 1988, tomó la alternativa en Bolaños de Calatrava (Ciudad Real), 15 de julio de ese año, de negro y oro, con el toro marcado con el número 21, negro, de 430 kilos, de la ganadería de Ramón Flores y Ortiz de Urbina, que lidió tres toros, y se completó la corrida con otros tres de la ganadería de “Sepúlveda”, con Marcos Valverde de padrino y Pedro Lara de testigo. Cortó una oreja a su primer toro y las dos al segundo, saliendo a hombros de la plaza en unión de Lara, que cortó las dos a cada uno de sus toros. Esta fue la única corrida de toros que toreó en todo el año, y no fueron mejores las siguientes temporadas, pues en 1989 solo toreó 1 corrida, en Toro, pero viajó a América, donde tenía algunos contratos apalabrados en México, debutando el 19 de febrero en la plaza de Huixtla (Chiapas), de azul y oro, alternando en la lidia de toros de “El Cuatro” con Lorenzo Garza (hijo), mano a mano. Cortó dos orejas en el de la presentación y los máximos trofeos en el otro. No se vistió de luces en España 1990, pero sí lo hizo en América, donde debutó en Cajamarca (Perú), el 17 de julio, con “El Yaracuy” y Raúl Mandiola, en la lidia de toros de la Ganadería “De Jesús”. Triunfó al cortar una oreja a cada uno de sus toros y salió a hombros de la plaza. En 1991 también toreó 1 sola corrida, el 28 de agosto en la plaza de Inca (Baleares), y pese a tan corto bagaje, logró su sueño de confirmar la alternativa en Madrid, efeméride que se cumplió el 16 de agosto de 1992, con cinco toros de “Valverde” y uno de Diego Garrido que se lidió el 1º, y fue el que le correspondió para revalidar su doctorado, de nombre “Guión”,
negro, número 9, de 583 kilos, que su padrino, Fernando Galindo le cedió en presencia de Juan Carlos Vera. Román Lucero, que entró en esta corrida en sustitución de José Lara, que fue cogido por un toro cuando se preparaba con vistas a su puesta a punto para esta corrida, dio una vuelta al ruedo tras estoquear a cada uno de sus toros, y este merecido triunfo le valió la repetición en el mismo coso el inmediato día 30 del mismo mes, con cinco toros de Julio A. de la Puerta y Castro, y uno de la ganadería portuguesa de Luis Jorge Ortigao Costa, que se lidió en 6º lugar, alternando con Luis Parra “Jerezano” y Pedro Lara. Cortó una oreja al toro de la divisa portuguesa con la que dio la vuelta al ruedo triunfalmente. Sin embargo, no fue repetido en la presente temporada pese a habérsela ganado a pulso. Terminó la temporada con las 2 corridas madrileñas y dos festivales que tuvieron lugar en Colmenar de Oreja y Alcalá Meco. En 1993 la empresa madrileña de Las Ventas le dio la oportunidad ganada en la corrida del año anterior e hizo el paseíllo el 18 de abril, con Pedro Lara y Niño de la Taurina, sin que tuviera suerte, pues fue silenciado en su primero y pitado en el otro, quinto de la tarde. La temporada no había podido empezar peor, porque en su primera corrida de la campaña, el 7 de abril en Miraflores de la Sierra (Madrid), sufrió una cornada de veinte centímetros de extensión por un toro de Alipio Pérez-Tabernero. Toreó dos corridas más en plazas de pueblo antes de presentarse en Madrid el día reseñado, aunque aún haría otra comparecencia ese año, el domingo, 8 de agosto, para ser testigo de la confirmación de Alberto Martínez de manos de Pedro Lara, que le cedería un toro de Julio A. de la Puerta y Castro, que lidió 5, y uno de José de la Veiga Teixeira, que salió en 4º lugar. Saludos y silencio fue el balance de su actuación. En 2003 toreó 4 corridas y no se vistió de luces en 2004 por voluntad propia. Reapareció el 18 de septiembre de 2005 en Benalmádena (Málaga), en un festejo mixto de ínfima calidad en el que alternó en la lidia de dos toros de Fernández Palacios, con el novillero Juan Luis Pizarro y el becerrista Ismael Cuevas, que se las entendieron con dos bichos de Prieto de la Cal. Esa fue su única actuación de la temporada. Aún continuaría toreando corto número de festejos por temporada, haciéndolo en 2007 en Venezuela, donde debutó en la plaza de Turmero (Mariño), el 3 de febrero, con toros de “Santa Fe” y “Real Defensa” alternando en lidia ordinaria con Rubén Darío, aunque también hubo una actuación ecuestre a cargo del rejoneador José L. Rodríguez. Por fin, decepcionado, toreó su última corrida vestido de luces en Huerta de Valdecarabanos, con David Mora, mano a mano, con toros de Arcadio Albarrán en tarde en la que ambos salieron a