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Romero Navarro, Jesús “Romerito” y “Jesús Romero”

le escribió al alcalde Tierno Galván y hasta al Rey, porque sabía que iba a Carabanchel a verlo cuando toreaba: “Tengo en casa los periódicos donde salió”. Pero, se queja, impotente de su situación: “Me han dejado tirado como una colilla. No tiene uno ganas de vivir, te lo digo de verdad. Si no fuera por mis chavales, yo ya no estaría aquí”. Casado y con cuatro hijos, dos chicas y dos chicos, uno de ellos se apuntó “por su cuenta a la Escuela de Tauromaquia. Se llama como Curro Romero”. Esta es la historia, la triste historia de este simpático y singularísimo torero que acuñó un término “platanada”, que consistía en entrar en los chiqueros a por el novillo si tardaba en salir, o subirse a lomos del toro, besarle el hocico y otras extravagancias poco toreras. Sin embargo, era tal su fama que llenaba las plazas hasta la bandera y ganó muchísimo dinero en el poco tiempo que le duró la “oportunidad” de vestirse de luces, y hasta incluso probó fortuna en el cine en varias películas aunque la que tuvo más fama y actuó en su papel principal fue “Jugando a morir”, dirigida por José H. Gan en 1966, con Alicia Hermida, Antonio Riquelme, Carmen Porcel, Ismael Merlo y José Sancho. En esta película, Blas Romero “El Platanito” encarnaba a un jovencísimo torero que quería comerse el mundo. Su realidad misma. En fin...anécdotas que merecen conocerse porque son parte de la Fiesta.

rOmErO NavarrO, Jesús

“ROMERITO” y “JESÚS ROMERO”

Matador de toros y banderillero nacido en Madrid, el 9 de marzo de 1972, aunque por residir desde muy tierna edad en la vecina localidad de Alcalá de Henares se le consideró siempre como de aquella ciudad. Hijo de un antiguo novillero, debió influir esta circunstancia para que el chico quisiera emular a su progenitor y ser torero. No fueron fáciles sus comienzos como es generalizado en todos los que empiezan, y Jesús, tras rodarse en capeas y becerradas pueblerinas ingresó en el espectáculo cómico taurino “El Bombero Torero” donde permaneció durante dos temporadas actuando en su parte seria. Con la experiencia adquirida durante las dos temporadas que permaneció con “El Bombero” vistió su primer traje de luces el 23 de julio de 1988 en Malpartida (Cáceres), lidiando novillos de “Cañitas” con El Niño de Leganés, mano a mano. Después, y de la mano del que fuera matador Manolo Escudero, debutó con picadores el 23 de julio de 1989 en Huerta del Rey (Burgos), mano a mano con Mariano Jiménez, en la lidia de

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cuatro novillos, tres de Esperanza Rueda y uno de Miguel Higuero (6º). En dicho año fue la única corrida picada en la que tomó parte, y en la de 1990 pudo hacer el paseíllo en 5, una de ellas la de su presentación en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid, el 16 de septiembre, de grana y oro, con el toro “Caratuerto II”, número 39, negro meano, de la ganadería de Antonia Julia de Marca y uno de José Samuel Pereira Lupi (4º), en unión de Vicente Bejarano y Niño de Leganés. En esta ocasión el debutante se anunció como Jesús Romero prescindiendo en adelante del apodo “Romerito” para no crear confusión en el público por haber otro novillero en la época que se anunciaba de igual modo. Los toros presentaron muchísimas dificultades y Jesús bastante hizo con poder con su lote, aunque como es lógico, sin el lucimiento que el público esperaba y deseaba. En la temporada de 1991 toreó 13 corridas de novillos picadas todas ellas en la comunidad de Madrid, excepto la del 13 de octubre, domingo, que lo hizo de nuevo en Las Ventas, alternando con Mariano Jiménez y El Puchi con seis novillos de “El Alamo”. Tampoco tuvo suerte en su lote y fue aplaudido en su primero, tercero de la tarde, y silenciado en el último. En la siguiente temporada ascendió algo más su contratación y se vistió de luces en 15 ocasiones igual que otras veces, casi todas en la Comunidad, una de ellas en solitario con seis novillos de Ignacio Pérez-Tabernero en Alcalá de Henares, obteniendo un clamoroso éxito el 6 de junio al cortar seis orejas y un rabo, y otra, la del 11 de julio, que lo hizo en la monumental madrileña, con El Molinero y Conrado Muñoz, ambos debutantes en Las Ventas, con novillos de la ganadería de Palomo Linares y 1 de “La Guadamilla” (6º). Jesús Romero abrió plaza por ser el diestro más antiguo y fue aplaudido en su primero y cortó una oreja al cuarto del festejo. Este éxito madrileño tuvo su recompensa y en 1993 comenzó la temporada haciendo el paseíllo en Las Ventas en la 1ª corrida de la Feria de la Comunidad, acompañado por Pepín Liria y Juan José Trujillo, debutantes ambos en Madrid, el jueves, 29 de abril con 5 novillos de Juan Antonio Ruiz Román “Espartaco” que adquirió antigüedad dicho día, y 1 de Antonio José da Veiga Teixeira (5º). En esta ocasión el triunfador absoluto fue Jesús Romero al cortar una oreja a cada uno de sus novillos, “Zoletillo” y “Zoleto”, y salir a hombros por la puerta grande de la plaza. De nuevo toreó en la monumental madrileña el jueves, 10 de junio, con Juan Carlos García y Pepín Liria alternando en la lidia de 5 novillos de “El Puerto de San Lorenzo” y 1 de la Sociedad Agrícola Couto de Fornilhos (3º). No le sonrió la suerte en esta ocasión a Jesús Romero que fue ovacionado en el que abrió plaza y oyó división de opiniones en el

segundo de su lote y resultó herido. Más suerte tuvo posteriormente en la famosa Feria de Arnedo donde ganó el prestigioso Zapato de Oro. En 1994, su temporada decisiva, debutó en Francia el 15 de mayo en la plaza de Mugron con Javier Conde y Francisco Rivera Ordóñez en la lidia de novillos de Murube, y el 16 de agosto se despidió de novillero en Málaga, en el 5º festejo de la Feria, con novillos de Rocío de la Cámara alternando con José Luis Moreno y Niño de Leo como compañeros de cartel. Ese mismo mes, tomó la alternativa de turquesa y oro, en la ciudad de su residencia, Alcalá de Henares, de manos de Dámaso González, que en presencia de Oscar Higares, le cedió el toro “Sandunguero”, negro, marcado con el número 1 de la ganadería de Baltasar Ibán. El toricantano tuvo una tarde afortunadísima, pues cortó cuatro orejas y salió a hombros de la plaza en unión del padrino y testigo que consiguieron cada uno tres trofeos. La nota discordante en tarde tan memorable para su carrera fue que resultó herido, aunque de pronóstico menos grave. En 1995 confirmó su doctorado y cerró la temporada con 5 corridas de toros. Su revalida se efectuó el 9 de julio, de grana y oro, con el toro “Rumboso”, negro, de 520 kilos, y marcado con el número 17, de la ganadería de Julio A. de la Puerta Castro y 1 de los Herederos de Felipe Bartolomé (4º), que Fernando Cepeda le cedió en presencia de Luis de Pauloba que testificó el acto. El doctor escuchó silencio en ambos toros de su lote. Como dato anecdótico cabe resaltar que S.A.R. la Condesa de Barcelona presenció el festejo desde el Paco Real. Este descalabro en una tarde de tanta responsabilidad influyo muy negativamente en su carrera pues en sus siguientes temporadas se vistió en reducido número de festejos pese a que el diestro atesoraba un excelente concepto del toreo demostrado en cuántas plazas triunfó. En 1996 debutó en América en la plaza de toros de “El Toreo”, México, el 5 de mayo, de verde manzana y oro, acompañado de Paco Doddoli y Arturo Manzur y toros de “Montecristo”. Fue aplaudido en su primero y cortó una oreja al segundo de su lote, igual que sus compañeros. Continuó aún doce años más vistiendo el terno de oro, pero como las expectativas profesionales no mejoraban, decidió retirarse en la temporada de 2008, en Illescas (Toledo), el 20 de enero, alternando con Eugenio de Mora y Luis Miguel Vázquez lidiando toros de Manuel Ángel Millares. Se silenció su labor y con 68 novilladas picadas y 35 corridas toreadas entre España y Francia, decidió renunciar a la alternativa e ingresar como banderillero, habiéndose situado en muy poco tiempo entre los mejores, prueba de ello es que en la temporada de 2012 ya figuraba en la cuadrilla de Matías Tejela.

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