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Rosado Martín, Luis Miguel “Luis Miguel Campano”

rOsadO martíN, luis miguel “LUIS MIGUEL CAMPANO”

Matador de toros y banderillero natural de Madrid, donde nació el 10 de noviembre de 1965 en el seno de una familia de tradición taurina, ya que su abuelo, Emilio Rosado Ran fue el primero en apodarse “Campano”, seguramente por ser monaguillo de la iglesia, al mismo tiempo que campanero, profesión que no le impidió alternarla con la de torero cómico en la década de los años 40 del siglo XX. Luego, su padre, Miguel Rosado “Miguel Campano”, fue banderillero a las órdenes de diversos espadas, entre ellos Andrés Vázquez, Sánchez Puerto, Julio Robles, Julián Maestro, Yiyo, Joselito... para terminar su carrera taurina con sus hijos, nuestro biografiado y Julio Campano, también matador de toros. Con semejante ambiente familiar, no fue extraño que a Luis Miguel Campano se le despertara la vocación taurina a muy temprana edad, pues con solo doce años de edad estoqueó su primer becerro, en Las Navas del Marqués, localidad en la que residía su familia. Sin embargo, no sería hasta la década de los 80 cuando su nombre empezó a sonar en novilladas sin picadores, como la que toreó el 19 de abril en Albacete, una novillada de promoción para noveles con novillos de la ganadería de Valdezarza, alternando con Félix Ángel Montero, Patricio Villena, Manuel Clemente y Jesús de Fabra. Luis Miguel salió airoso del trance y dio una vuelta al ruedo. En 1982 ya toreaba con picadores y debutó en la plaza madrileña de Las Ventas en la decimoctava corrida de la feria de San Isidro, celebrada el 31 de mayo, lidiando novillos de Manuel Santos Galache, mansos para el caballo, pero que llegaron encastados a la muleta. Campano, de grana y oro, cortó dos orejas al novillo de su presentación y fue ovacionado en el que cerró plaza. Salió a hombros por la puerta grande con algunas protestas. Sus compañeros Curro Durán y Fermín Vioque, que resultó herido leve, cortaron una oreja en su segundo, y una a cada uno de sus novillos respectivamente, saliendo también a hombros de la plaza con Campano. Como era de esperar, este éxito le valió la repetición en la misma plaza el inmediato día 10 de junio, jueves, alternando en la lidia de novillos de “La Castilleja” con Vicente Yesteras y Arturo Blau Espadas, con tan mala fortuna de resultar cogido por su primer novillo que le fracturó el radio derecho, por lo que el festejo quedó convertido en un mano a mano entre Yesteras y Blau Espadas, el hijo de El Tino”. Volvió a la plaza madrileña de Las Ventas el 12 de septiembre del mismo año, domingo, primera corrida de la Feria de Otoño, con José Luis

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Ramón, que debutaba, y Curro Durán. En esta ocasión Luis Miguel Campano cortó una oreja a su primer novillo y dio una vuelta al ruedo en el otro. Se lidiaron novillos de Antonio Arribas Sancho. Este nuevo triunfo le dio una nueva oportunidad de torear ante la afición de Madrid en la última corrida de la Feria de Otoño, celebrada el lunes, 20 de septiembre alternando en la lidia de novillos de los Hijos de Pablo Martínez Elizondo, con Curro Durán, mano a mano, quedando ambos empatados en el resultado artístico, silencio, palmas y silencio. Terminó la temporada situado a la cabeza del escalafón de los novilleros con 55 corridas toreadas. Volvió a la Las Ventas el lunes, 23 de mayo de 1983, 10ª corrida de la Feria de San Isidro para lidiar novillos-toros de la ganadería portuguesa de José Luis Vasconcellos de Souza de Andrade y uno de Eugenio Marín Marcos, que salió el primero que correspondió a Vicente Yesteras que era el director de lidia. El tercer diestro del cartel fue Jaime Malaver, que se presentaba ante la cátedra madrileña. Campano no pasó de discreto y el balance de su actuación fue de división de opiniones y pitos. Como dato anecdótico cabe señalar que Curro Durán, diestro con quien tantas tardes toreó a lo largo de su carrera, ya se había doctorado y toreó el día antes, domingo 22, 9ª corrida de feria con Jorge Gutiérrez y José Cubero “Yiyo”. Aún repetiría el domingo, 26 de junio en Las Ventas, con Fernando Galindo y Jaime Malaver, lidiando novillos de tres ganaderías: 2 de Ignacio Pérez-Tabernero (1º, 2º), 2 de Eugenio Marín Marcos (3º, 4º), y 2 de Pablo Martínez Elizondo (5º, 6º). Silencio y aplausos fue el balance de esta nueva actuación. Sin embargo, gustó Luis Miguel y volvió a ser contratado en otras dos ocasiones ese mismo año, el domingo, 25 de septiembre, con Fernando Galindo y Lucio Sandín para estoquear novillos de Torrestrella, con los que triunfó al dar sendas vueltas al ruedo, y el domingo, 2 de octubre con los mismos compañeros, pero con novillos de Joaquín Buendía, aunque el 1º fue de “La Quinta” y correspondió a Fernando Galindo. Campano, que toreó en tercer lugar fue ovacionado en su primero y aplaudido en el que cerró plaza. Terminó la temporada de 1983 con 50 corridas manteniéndose a la cabeza del escalafón de novilleros, afrontando la temporada de 1984 con mucha fuerza. Esa temporada, toreó de nuevo ante la afición de Madrid el domingo 29 de abril, lidiando novillos de Torrestrella (5), y uno de González San Román, que salió en 4º lugar, con Lucio Sandín y Jaime Malaver. Luis Miguel fue ovacionado en su primero, tercero de la corrida y fue silenciado en el que cerró plaza. Esta fue su última comparecencia como novillero ante la afición de Madrid. Como se habrá podido comprobar a lo largo de

este recorrido por su vida profesional, fue novillero de gran éxito que llegó incluso a salir a hombros de Las Ventas, creándole tan buen ambiente que le llevó a tomar la alternativa en aquella plaza, el 24 de mayo de 1984, de blanco y oro, en plena feria de San Isidro, decimoprimera corrida, con un cartel de lujo: Antonio Chenel “Antoñete” de padrino, que ante Emilio Muñoz, de testigo, le cedió el toro “Clavelito”, número 51, negro, y 535 kilos de peso, de la vacada de Fermín Bohórquez. La corrida resultó muy accidentada pues tanto el padrino como el testigo resultaron heridos, por lo que el nuevo doctor en tauromaquia tuvo que lidiar y estoquear cuatro toros, con el resultado de palmas, palmas, silencio y palmas. Terminó la temporada con 7 novilladas previas a la alternativa y 9 corridas de toros. Desde entonces, su carrera se redujo a escasos festejos, siempre con ganado de pocas garantías de triunfo y plazas de escasa categoría. En 1985 participó en 10 corridas, 8 en 1986 y 5 en 1987, una de ellas la de su debut en Francia en la plaza de Vieux Boucal, el 13 de julio, con André Viard y Sánchez Cubero lidiando reses de Pourquier. Cortó una oreja a cada uno de sus toros y salió a hombros de la plaza. En la temporada de 1988 toreó solamente 1 corrida, el 19 de junio en Ávila, igual número que torearía en 1989, aunque ese año viajó a tierras americanas y debutó en Trujillo, en La Libertad (Perú), el 10 de octubre, alternando en la lidia de toros de “Santiago Apóstol” con Freddy Villafuerte, mano a mano. Toreó algunas corridas más por aquellas plazas, y en la temporada de 1990, de regreso a España toreó 4 corridas, una de ellas en Valencia, el 30 de agosto, pero de nuevo en 1991 descendió su contratación y toreó solamente 3 corridas, una de ellas en Madrid, el 14 de julio, alternando con Antonio Modéjar y el portugués Rui Bento Vasques, de quien fue el padrino de su alternativa. No tuvo suerte con los toros de su lote y su labor no tuvo calado en los tendidos, por lo que el público silenció su trabajo en ambos toros. En la temporada de 1992 no toreó en España, pero si lo hizo en América, donde debutó en Cartagena de Indias (Colombia), el 11 de octubre. Sumó solo 2 corridas, las mismas que toreó en 1993, la segunda de ellas, que fue la última de su carrera como matador de toros, en la plaza de Duitama (Bocaya), Colombia, el 27 de mayo, con César Camacho y Nelson Segura. Ese mismo año tomó la decisión de hacerse banderillero. Debutó como tal en Las Navas del Marqués, Ávila, en la cuadrilla de su hermano Julio, la tarde que sufrió la gravísima cogida que a punto estuvo de costarle la vida. Después estuvo colocado ese mismo año en la cuadrilla de Manolo Carrión, pasando posteriormente a las de Fernando Cámara, José Ignacio

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