reportaje
–INFORME ENIGMAS–
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Parte I. Las luces ¿El mayor místico o el mayor estafador de la historia?
Sai Baba, el hombre que susurraba a los creyentes El pasado 24 de abril fallecÍa en su ashram del sur de la India, Sathya Sai Baba, considerado por millones de personas como la última encarnación de Dios en la Tierra. Según sus seguidores, Sai Baba reproducía todos los milagros atribuidos a Buda, Jesucristo o Mahoma… y los superaba. Nuestro compañero Manuel Carballal ha investigado el culto a este personaje durante años… Manuel Carballal
egún todas las agencias internacionales los maoístas, que se oponían al Gobierno elegido a dedo por el Rey Gyanendra, habían sitiado Katmandú y se había decretado el toque de queda. La estrategia de los rebeldes, al controlar los accesos de entrada a la capital nepalí, pretendía que los ciudadanos del país desestimasen la idea de acudir a la capital. Además Al Qaeda acababa de asesinar a uno docena de nepalíes en Iraq, lo que desató violentas revueltas en todo el país contra la comunidad musulmana… Esto ocurría a finales de agosto, en plena temporada alta de trekking, lo que causaba un trastorno a todos los escaladores y aventureros que en esa época, post-monzón, viajan hasta la cordillera del Himalaya para aventurarse en las cumbres más altas del planeta. Algunos de ellos, biólogos y zoólogos, con la esperanza de encontrar alguna prueba de la existencia del Yeti.Además, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España había emitido un comunicado desaconsejando a todos los viajeros españoles que entrasen en Nepal y, a los que ya se encontrasen en el país, recomendándoles la evacuación inmediata de Katmandú. Pero era demasiado tarde para nosotros. Nos había costado mucho tiempo, y dinero, preparar aquel viaje. Ya nos encontrábamos en el aeropuerto de Benarés (India), y con los billetes del vuelo a Katmandú en la mano. Durante meses habíamos preparado aquella aventura, y habíamos conseguido los permisos y contactos pertinentes para realizar las visitas a templos, monasterios y santuarios, y decidimos tomar de todas formas el avión hacia la capital nepalí. Establecimos nuestro centro de operaciones en el Palacio de Dwarika’s, un edificio fantástico que ha visto acrecentada su popularidad entre los viajeros españoles, desde que fue visitado por el príncipe Felipe de Borbón, cuya fotografía nos daba la bienvenida desde una de las paredes del hotel. Ante nuestras cámaras desfilarán, a partir de ese momento, una pléyade de colores, paisajes y personajes que harían las delicias de cualquier fotógrafo. Los chillones maquillajes, las túnicas multicolor, los mil reflejos en las fachadas de templos y palacios… Y sobre todo gurúes, místicos y faquires de todo tipo. Pero entre todos los misterios que nos ofrecía Nepal, uno destacaba por encima de los demás, el último gran milagro de Sai Baba, el hombre-Dios: nada menos que la resurrección de una mujer muerta…
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