Entrevista Iker Jimenez by Diego Marañón

Entrevista Foros del Misterio

por Diego Marañón

Iker Jiménez Director y Presentador de Milenio3 y Cuarto Milenio

Imagen: © Copérnico García

“Existe toda una generación en España para la que el mundo del Misterio es su vida” Iker Jiménez es, hoy por hoy, la cara más reconocible del mundo del misterio en nuestro país. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense y la Universidad Europea de Madrid, en los comienzos de su carrera presentó junto a Lorenzo Fernández programas de radio como La Otra Dimensión o Al Final de la Escalera, y fundó el boletín La Última Hora. En 1995 se incorporó a la revista Enigmas, de la que llegó a ser adjunto a dirección. Al final de la década apareció su primer libro, Enigmas sin Resolver, un compendio de los más desconcertantes misterios de nuestro país que se convirtió en best-seller. En junio de 2002 arrancó Milenio3, un programa de verano que se convirtió en la revelación de la cadena y que está a punto de estrenar su décima temporada. Iker fue premiado con la Antena de Oro en 2004, y ha coordinado colecciones de libros como El Archivo del Misterio (Edaf) o la colección Milenio (Aguilar) que han batido récords de ventas. Otros de sus libros son Camposanto, Fronteras de lo Imposible, La Noche del Miedo, Milenio3: El Libro (en coautoría con Carmen Porter) o El Paraíso Maldito. Cuarto Milenio inició su andadura en 2005 y es el único programa de los fundadores de la cadena que sigue en antena desde entonces. La sexta temporada del programa arranca en pocos días. 1

Iker, en breve comenzará la décima temporada de Milenio3, una aventura que empezó en 2002 siendo un modesto programa de verano y que no ha parado de cosechar éxitos desde entonces. ¿Apuestas por la continuidad con respecto a la pasada temporada o nos vamos a encontrar con muchos cambios? Cada temporada es un nuevo reto. Regreso con el ansia de hacer el trabajo lo mejor posible. Hay una base, que en el fondo es el estilo de uno mismo, que es irrenunciable. Uno no puede cambiarse tan fácil. Cada uno es como es, se expresa como se expresa y transmite lo que transmite. Uno, en esta bendita individualidad ajena a rebaños, ha curtido su forma de ver y contar la vida, que es la propia, la de cada individuo, la de cada oyente. Empecé en la radio a los diecisiete años y creo que en algunas cosas he mejorado, en otras me he estancado y seguramente en varias he empeorado. Otras las he hecho mal siempre, no hace falta que nadie me lo diga porque soy autocrítico. El aprendizaje y las decisiones que uno toma van haciendo que crezcas en unas cosas y disminuyas en otras. Yo lo sé. Pero todo eso no me impide embriagarme con la magia de la radio, con un equipo que es también una familia, con sus perspectivas y caracteres distintos y complementarios. Ésa es la alquimia de las ondas.

“Regreso con el ansia de hacer el trabajo lo mejor posible”

Con la distancia que da el verano, ¿Qué balance haces de la etapa que terminó hace un par de meses? Estoy convencido de que esta temporada hemos disfrutado más que otras. Quizá ése sea el dato más importante de todos. Me lo he pasado en grande. Espero que muchos oyentes también. Creo que hemos hecho un puñado de programas a muy buen nivel. Y no todos los años la cosecha se da así por mil circunstancias. Por eso lo celebro. Y te diré que como todos los años tengo

previstos varios cambios. Al árbol bien plantado no basta con observarlo complacido; hay que dotarlo de alimento y vitaminas constantes para que fructifiquen sus ramas hacia lo alto. Hay una base, compuesta de personas, ideas y formas de afrontar las cosas. Pero tengo en mente algunas apuestas que, ojalá, pronto puedan ser realidad. La radio te obliga al intento de mejora constante. Yo hago cosas, remuevo cosas, me equivoco y a veces acierto. En ocasiones se logra el objetivo deseado, a veces no, pero el anhelo, el deseo de hacerlo es lo que vale.

La SER ha reformado hace muy poco tiempo el mítico Estudio A1, desde donde siempre se ha emitido Milenio3. ¿No sientes nostalgia al entrar y no ver el piano, o la mesa desde donde han salido al aire tantos y tantos programas históricos de la cadena? Me encanta el nuevo estudio. Hemos estado exiliados al A5 mucho tiempo por obras, pero de verdad que este nuevo lugar un poco cósmico es digno sucesor de nuestra entrañable y vieja nave de Gran Vía 32. Estoy como pez en el agua, y yo para esas cosas suelo ser hasta maniático. Me gustan los sitios o me repelen.

Los que hemos tenido la suerte de ver un programa desde allí sabemos que te gusta mantener cierta intimidad a la hora de hacer Milenio3, pero con las nuevas posibilidades de las que disponéis ahora ¿no os habéis planteado la posibilidad de emitir alguna de las entrevistas en video, a través de la web de la Cadena SER?

Hago tele y hago radio. Esto es un fenómeno extraño porque no se suele conjugar. Cinco años compaginando tele y radio en emisoras nacionales es algo nada frecuente en el periodismo de este país. No hace falta más que revisar los ejemplos que existen, si existe alguno. Bueno, había uno que era y es el mejor: Félix, pero eso es hablar de un extraterrestre. Por esa dificultad bicéfala digo que la tele es tele y la radio es radio. Cada una, un universo. Nos sentimos privilegiados de experimentar en ambos medios cada semana y por eso me gustaría hacer radio ahí. Nada más (y nada menos). Aunque también es cierto, Diego, que si algo he aprendido en este tiempo es que nunca puedes decir un no rotundo…

Hace sólo unos días, los usuarios de Foros del Misterio eligieron a Milenio3 como el mejor programa de misterio de la temporada 2009-2010, en un sondeo donde competía con otros 26 formatos de TV, radio convencional y podcast. ¿Cómo valoras el dato? Es una gran alegría. No son votos convencionales. Son votos de una serie de personas hiperespecializadas, que escuchan muchos programas, que pueden comparar, que pueden criticar, que han aprendido a valorar las cosas… y que saben mucho de

misterio y de comunicación. Son votos de máxima calidad. Somos un programa ya veterano, tenemos alguna ventaja por la enorme difusión de la Cadena SER y por cosas que hemos hecho bien. Pero también tenemos la contra de que el espectro de escuchantes ha variado. Hay mil formas de aproximarse a las ondas. Hay nuevos programas, posibilidad de escuchar archivos antiguos etcétera. En definitiva, la fragmentación y las posibilidades para el oyente son infinitas. Lo lógico es que todo se reparta más. El respaldo del público general lo tenemos y nos lo llevan dando casi una década. Sin embargo, yo sé que sólo es un préstamo, que esos oyentes esperan mucho del programa y que la fidelidad no es eterna. Y así debe ser, para que nadie se acomode. Pero ese público general nos ha dado datos, por ejemplo en el último EGM, de apoyo brutal y trasvase sin precedentes de programas de la competencia al nuestro, a pesar de que tenemos la desventaja de emitir sólo un día a la semana. Eso es una cosa extraordinaria en la radio, y significa que el público no especializado ha hecho una apuesta que nos enorgullece. Milenio3 tiene el porcentaje más alto de escucha en su franja de toda la radio española, de misterio y de no misterio. Eso es un hecho. Pensar que el otro público, el más crítico, el más metido en las harinas del misterio, también nos da su voto de confianza, es algo que incluso me sorprende. Quiere decir que Milenio3 ha sabido bregar con muchos obstáculos y no defraudar a su audiencia, tanto la especializada como la general. En fin, decir a los amigos de FDM que nos han dado una buena alegría veraniega. Gracias.

¿Escuchas, aunque sea ocasionalmente, alguno de los otros programas de misterio con los que cada semana compite Milenio3? Intento escuchar la radio, por supuesto. La de misterio y la que no es de misterio. Mi objetivo: aprender. Saber por qué me gusta lo que me gusta, y al contrario. El lenguaje es el gran misterio, y escuchando como profesional, se aprende mucho. Hay programas concretos, como el que esta temporada hizo Espacio en Blanco desde

Bélmez, que me hicieron ponerme en contacto con algunos miembros del equipo para felicitarles personalmente. Si no lo hiciese así, no sería yo.

“La sana competencia es la forma de crecer. Sin competencia uno se abandona”

La sana competencia es la forma de crecer. Sin competencia uno se abandona, es ley natural. Por eso no hago excesivo caso a las audiencias, porque si las hiciera caso, con lo que dicen los números, pensaría en una ventaja tan sideral que no me haría preocuparme. Pero no le concedo a eso mucho valor, aunque es obvio que me gusta ganar si compito. El valor real es intentar escuchar, trabajar, estar con el radar abierto, para saber como lo hacen tus colegas. Para no repetirte, que eso para mi es ley de la radio y así me lo enseñaron en los micrófonos y en la carrera; para valorar lo que hacen bien y lo que no.

Precisamente Espacio en Blanco cumplió a principios de Agosto sus primeras 200 emisiones en su nueva etapa dentro de Radio Nacional de España. ¿Qué opinas hoy del espacio de Miguel, del que tú formaste parte en su día?

Lo cierto es que los tres principales programas a nivel nacional han conseguido desarrollar a su vez tres estilos propios, muy característicos y definidos, ¿no te parece?

Creo que Miguel, fiel a su estilo personal y basándose en el formato entrevista, es un digno competidor y tiene una audiencia que quiere esa forma de ver las cosas. Su irrupción hace que nadie se adormile y que todo el mundo sepa que las tres grandes radios tienen buenas apuestas del misterio.

Sí, es lo bueno de todo esto. Que los programas son distintos, con esqueletos e ideas muy diferentes; sobre todo si se analizan como seguidor del periodismo, de los formatos, del esfuerzo empleado. Todos diferentes, pero en todos ellos se procura dar una visión interesante de la realidad. Y eso es más necesario que nunca hoy.

¿Y qué me dices de La Rosa de los Vientos? La Rosa es una institución. La sigo menos, pero creo que tiene el brutal handicap de haber perdido a un hombre, Juan Antonio, que era el alma de una aventura muy personal. Es muy difícil la labor del equipo, porque yo siempre tendré a Juan Antonio como un maestro en la divulgación e impulsor de un tono de cordialidad que acompañaba en su espacio casi a cualquier información. Era -y es, porque mientras nos quede su voz y su legado un comunicador nunca muere- una figura única, muy personal. El equipo de La Rosa de los Vientos tiene todos mis respetos, como siempre, porque su travesía tampoco debe ser nada fácil.

Parece que poco a poco, paso a paso, la competencia va aumentando…

Bueno, hemos hablado de formatos a nivel nacional. ¿Qué opinas del resto de la oferta radiofónica sobre estos temas? Me refiero ahora especialmente a los programas de ámbito regional y, por supuesto, a los podcasts. Felicito a todos aquellos que siguen en la brecha, haciendo un estupendo trabajo, de los cuales tengo noticias en ocasiones por mi colega Guillermo León y de los que me

gustaría estar aún más atento si el tiempo me lo permitiera: Un buen ejemplo es El Último Peldaño, con el gran Joaquín Abenza, ejemplo de cordura y buen hacer durante años, o la apuesta interesante, innovadora en lo tecnológico y llena de ilusión de Expediente FDM, Ser Historia - como otro soplo de aire antiguo y nuevo a la vez- o un programa que escuché, La Música de las Esferas, centrado en bandas sonoras del misterio. Me pareció algo excelente. La radio goza de buena salud y creo que, en esta década de radiodifusión, algo hemos aportado con nuestra labor.

“Me alegra comprobar que las 3 revistas sobre estos temas están volviendo a la senda más reporteril”

tomar el pulso al mundillo del misterio, para saber qué se cuece y, por supuesto, como fuente para nutrir de nuevas historias a tus programas… Me alegra comprobar que las publicaciones sobre estos temas están volviendo a la senda más reporteril. Creo que se está haciendo un buen periodismo en general y que hubo una época reciente mucho peor, como de zozobra. Les deseo lo mejor a las tres, porque ahora mismo publicar es sobrevivir. Y es una hermosa y titánica tarea. Cada una, en su estilo, tiene sus cosas buenas. Las leo con mucha atención y me sigo emocionando cuando digo: “Este reportaje es bueno. ¡Aquí hay algo interesante!” Y es que uno ha sido cocinero antes que fraile y eso no lo puede cambiar nada ni nadie. Y como fraile uno sabe que, en el misterio y en el no misterio, si tu concepto de la realidad es amplio, en mil lugares puede haber historias maravillosas, o pistas, o recuerdos de otros casos olvidados, en los que sumergirse y poder compartir con la audiencia.

Veo que realmente sigues la pista a muchos otros colegas, por lo que intuyo que también sigues leyendo las 3 principales publicaciones de estas temáticas que aparecen mensualmente, Enigmas, Año/Cero y Más Allá… Soy un profesional. No sería buen profesional si no me leyese de arriba abajo las tres revistas del sector cada mes (y varias decenas más de distintos géneros que me interesan). Para saber lo que pasa, cómo se cuenta, lo que interesa más y lo que interesa menos. Para fijarme en quién escribe y en quién no. Sobre todo para fijarme en las cosas que merecen la pena y que podrían ser una historia. Y en muchas líneas, fotos, recortes, hay historias por desarrollar. Pero vamos, esta forma de proceder siempre la he tenido y se reduce a tu obligación como periodista. No es ningún mérito. Creo además que las revistas necesitan ese apoyo en un momento especialmente crítico para el kiosco.

Imagino que las revistas, al igual que los programas, te servirán, además, para

Hablemos ahora de Cuarto Milenio, definitivamente el último superviviente de la parrilla inicial de Cuatro. ¿Cómo afectará la crisis a partir de septiembre a un formato que, debido a los continuos viajes del equipo y a su cuidada producción, intuímos costoso? He tenido siempre claro que hay que invertir hasta el último euro en el programa, en el contenido. Todo para potenciar lo que le llega al espectador. Y créeme si te digo que no es nada fácil. Si hablo de los entresijos de la tele, de cada batalla, tengo para seis libros. Yo he aprendido a batallar desde que estoy en la tele por dentro. Es como la ballena de Jonás.

Verlo desde las entrañas es un espectáculo alucinante. Y un lustro ilustra mucho. Podría resumir en que, como director y en parte coproductor, me dejaré la sangre, y ya tengo experiencia en eso, en que todo sea para bien del programa. Invertirlo todo en medios para el programa. La lucha no es fácil. La tele no es un camino de rosas. Pero ahí, por fortuna, se ha producido otro milagro. En un mundo inmisericorde. Un milagro que tú mencionas en tu propia pregunta. Seguir ahí y haciendo lo que nos gusta, con independencia brutal. Eso es algo único en el mundo de la televisión en España. Lo digo así de alto y claro.

Hace unos meses la cabecera de Cuarto Milenio recibió la Medalla de Plata del Festival de Cine de Nueva York. ¿Crees que se premió desde fuera lo que, quizá, y debido a los temas que aborda el programa, nadie se ha atrevido a premiar aún en España? Eso lo reflexiona muy bien mi amigo Santi Camacho. Siempre con frases lapidarias. Él explicaba que en realidad es que no hay ni género para incluir a Cuarto Milenio. Y, como siempre, el gran Santi estuvo muy hábil y certero. Tiene razón. Es que no se parece a nada. Y las formas de medir, de agrupar los programas, sigue siendo tan anticuada que no nos valen los marcos ni los lazos para incluirnos. ¿Programa informativo? ¿Programa de entretenimiento? ¿Ficción? Nosotros somos todo y nada de eso al mismo tiempo. Cuarto Milenio es una rara avis. Para mí ése es el premio. Haber sobrevivido siendo nosotros. Sé lo que verdaderos monstruos del medio piensan de la factura del programa, de su puesta en imagen, de su trabajo en posproducción, de las recreaciones… Porque me lo han dicho, y eso es lo que me vale. Y por supuesto el apoyo de la gente cada domingo. Para mí, repito, ése es el

premio auténtico. El que no te da nadie, sino que tienes que ganártelo. Empezamos en noviembre de 2005, con mucho esfuerzo. Y ahí estamos. Hemos procurado aprender y crecer en un medio maravilloso y competitivo a ultranza sin dejar de ser nosotros mismos y sin dejar de emocionarnos. Ése es para mí el éxito, el que no otorga ningún jurado ni en Madrid ni en Nueva York.

“El Salto Infinito es lo más difícil y lo mejor que he hecho en mi vida, a bastante distancia del resto”

Hace ya casi un año de El Salto Infinito, un especial que se emitió en pleno verano. ¿No crees que la época en la que se programó quizá no fue muy acertada por parte de los responsables de elaborar la parrilla? El Salto Infinito, para mí, es lo más difícil y lo mejor que he hecho en mi vida, a bastante distancia del resto. Así lo pienso. Es cierto que se emitió en momento no adecuado. Pero, ¿sabes? ahora me llaman profesores y lo ponen en muchos colegios. Y muchos niños han ido luego a cuevas con sus padres. Como te lo cuento. Algunos se han puesto a indagar, me han mandado trabajos, hipótesis… De verdad que se me saltaban las lágrimas. Muchos niños, y mayores, no sabían la verdadera, triste y maravillosa historia de Altamira, por ejemplo. Contribuir a eso le da a uno una satisfacción inenarrable. Eso es hacer patria del modo que nosotros podemos hacerla: Reivindicando historias de personas maravillosas, hundidas por el dogma, como Sautuola, descubridor de la misteriosa Altamira. El Salto Infinito, lo que vivimos haciendo ese confidencial, no lo cambio hoy por nada. El especial sobre Chernobyl, La Noche del Fin del Mundo, no estuvo tampoco nada mal. Fue algo muy fuerte que surgió a golpe de emoción, de necesidad de contar, y tenía elementos para llegar muy hondo.

Pero lo de El Salto Infinito iba más allá. Era más complicado. Más arriesgado. Inaudito. Fue como ver una luz que cambió mi vida.

¿Tendremos más Confidenciales Iker Jiménez? Y si es así, ¿hay algún tema en el punto de mira? Con radio y tele a la vez, es difícil pensar en otro confidencial. Tengo algunas vagas ideas, pero luego el torbellino de cada semana te absorbe y es muy difícil. Ya lo era con El Salto Infinito, pero hacerlo fue una necesidad muy profunda que ojalá se vuelva a dar.

ser muy sincero, sólo vi una cosa en el horizonte: más posibilidades. Más fuerza. Llegar más lejos. Y pensé esto en mitad de un torbellino de inquietudes lógicas en la empresa. Pero yo soy positivo por naturaleza. Y sé que nunca me reiré del misterio. Nadie me obligará a hacerlo. Ni eso ni ninguna otra cosa que no vaya con mi espíritu y mi forma de ver lo que me rodea. Eso lo he tenido tan claro, que ante un cambio brusco o no, ante lo que para otros es sorpresa, o crisis, o temor, yo solo veo oportunidad. Veremos si mi idea se cumple o no. Yo estoy convencido de que sí.

“La fusión con Telecinco sorprendió a todo el mundo. Yo sólo vi una cosa en el horizonte: aún más posibilidades”

Tengo otro par de preguntas sobre televisión para que te mojes. ¿Qué pensaste cuando te dijeron que Telecinco, una de las principales cadenas responsables de poner patas arriba al mundo del misterio durante la década de los 90, se iba a fusionar con Cuatro? Como te decía, he aprendido algo, y no sólo delante de las cámaras o rodando en los viajes, del mundo de la tele. Todo es muy cambiable. Hoy es rojo y mañana negro. Hoy lo que es bueno es esto y mañana lo otro. Hoy lo que triunfa es esto y lo que no lo otro. La marejada de las audiencias y mil cosas más. Mantenerse a flote, guiado por el viento de tu intuición, tu creencia y tu forma de ver las cosas, es una odisea. Cuatro, he de dejarlo claro, siempre confió en nosotros, y eso también tenía su riesgo. Pero la complejidad de un gigante como la televisión siempre puede dar giros inesperados. Nosotros somos una isleta, algo extraño. Como no podía ser de otra forma. Lo de Telecinco imagino que sorprendió a todo el mundo. Yo, te voy a

Ojalá que así sea. Por otro lado, como sabrás, en pleno proceso de fusión entre ambas cadenas se ha anunciado la puesta en marcha de un formato en prime time en el que personajes famosos tratarán de ponerse en contacto con familiares fallecidos a través, según parece, de la ouija y el espiritismo. Además, sorprende hasta cierto punto (aunque al final entre dentro del negocio audiovisual) que sea precisamente Plural quien produzca ese programa. ¿Cómo se te queda el cuerpo? Bueno, en primer lugar quiero dejar claro que el hecho de que lo haga Plural no quiere decir que yo tenga algo que ver con ese producto. Plural produce decenas de programas. Pero el simple planteamiento del formato me parece algo terrorífico. Indescriptible. Yo parafrasearía al gran Germán de Argumosa, una noche, en su estudio, en 1994, cuando mirándome muy fijamente me dijo: “Iker, yo creo en la videncia, pero no en los videntes”. Es decir, creer en la videncia espontánea, en que puede ocurrir. Yo estoy convencido de que en momentos de la vida, y desde tiempos remotos, podemos “ver más allá”, pero no

creo en personas que tengan ese don todo el tiempo. Y menos que pasen consulta por ello. Puedo estar equivocado, pero eso es lo que siento ahora mismo. Quizá por eso somos el único programa nacional de misterio que no ha tenido videntes pasando consulta en vivo. Parece fuerte pero es así. Y es que la radio y el misterio son muy longevos y hay mucha historia. Con esto explico un poco mi forma de ver las cosas.

¿Estarás delante del televisor cuando se estrene? Como espectáculo, seguro que lo veré para ratificar o no mi idea previa. Procuro hablar de lo que veo, que es lo que debe hacer un profesional. Y como profesional me sentaré a verlo, a ver qué pasa. Como uno puede ver Sálvame mientras acaba de comer y se ríe un rato alucinando con lo que pasa en ese plató. Ahora bien, el menú que plantean a priori es, como te he dicho, terrorífico. También te digo que no sé si será perjudicial para el misterio, porque creo que el misterio, tal como nosotros lo entendemos, tiene poco que ver con eso que se está preparando.

“En mi vieja cartera sigo llevando una foto de Benítez y Jiménez del Oso, por lo que han significado y significan desde hace 20 años”

Formas parte de lo que se dio en llamar "tercera generación" de investigadores y divulgadores del misterio en España. ¿Cómo se ve esa etiqueta desde dentro? Yo tengo mucha amistad y admiración por Javier Sierra. Sinceramente, he visto pocos “locos del misterio” como él y como yo. Nos lo leíamos todo, nos acordábamos de mucho y lo seguimos haciendo. Lo disfrutábamos y lo disfrutamos. Eso no lo tiene todo el mundo. Nuestra niñez es paralela en muchos aspectos y daría para

otro libro de misterio con algo de tragicómico. Con esto digo que hay una generación para la que el misterio es su vida. Y ahí hay bastante gente. Por eso muchos, contrarios o no, no lo entienden. Es algo parecido a un sacerdocio. Por ponerte ejemplos, para mí Juan José Benítez o Fernando Jiménez del Oso eran Dios. Directamente. Sigo llevando en mi vieja cartera una foto de ambos. Por lo que han significado y significan desde hace veinte años. Otro caso; el día de 1994 que Miguel Blanco me llamó a casa para ficharme como reportero de Espacio En Blanco, devolví, de la impresión, con el teléfono en la mano. No podía haber nada más grande en el mundo, en la vida, que formar parte de ese programa. La mañana que recibí en mi buzón una carta de Juanjo Benitez, lloré. Lloré porque sin Benítez, sin su obra, yo no sería el que soy.

Entonces Javier y tú tenéis un alto componente de mitomanía… ”Mitómanos”… sí, esa sería una buena calificación. Pero ha sido así desde siempre. Cuando Javi y yo nos juntamos, que es muchas veces y en ocasiones en los lugares más dispares, somos dos niños. Eva -su mujer- y Carmen se ríen mucho con nuestros aparentes trastornos psicológicomisteriosos. Hablo de cosas que para otros serían nimias, absurdas. Nombres de editoriales, investigaciones míticas, frases de la radio, libros que casi nadie leyó, programas en el olvido que nosotros rescatamos con la memoria, una polémica en un mítico congreso, una ilustración en un fascículo perdido de los años setenta, recortes de prensa citados casi al dedillo…

Tal y como lo cuentas, tengo que decirte que parece algo enfermizo… Sí, benditos “enfermos del misterio”, así de claro. Es un virus que golpea de niño y te hace un poco distinto. A partir de ahí tu vida es un poco como un cuento. Y me siento orgulloso de ello porque esto, más allá de la radio, la tele o el libro, más allá del soporte que tengas, es una forma de vivir, de ver, de interactuar con la realidad. ¿Que no hay más gente así? Seguro que sí la hay. Seguro.

de Benítez. Con eso está dicho todo. ¿No crees? Yo, a esa misma edad, hacía alertas ovni con mi primo y me gastaba todo lo que tenía en los libros de Ribera y Benítez. Y eso era lo más importante del mundo. Estoy seguro de que en muchos lugares la rueda, la alucinante rueda del misterio en la niñez, sigue su curso. La radio, nueva, rejuvenecida, con los medios digitales, en emisoras pequeñas o directamente virtuales, es una muestra del relevo. Chicos y chicas que se juntan, cada uno desde un punto, para hacer radio por la pura satisfacción de hacerla. Es ley de vida. Vendrán otros que harán las cosas mejor y peor. Y me gustaría que muchos miraran el misterio con esos mismos ojos de niño, con la misma emoción, con la sensación de estar asomándose a lo más maravilloso de la vida, tal y como nos ocurrió a nosotros.

¿Iker Jiménez y Carmen Porter tienen en mente una fecha para poner fin a la etapa "Milenio" o seguirán a los mandos de la nave mientras la audiencia acompañe? Mientras la audiencia acompañe, no. Mientas nos sintamos felices haciendo lo que hacemos, sí. Ése es un pacto que tenemos los dos. Un pacto inquebrantable.

Muchas gracias por dedicar parte de tu tiempo a Foros del Misterio, Iker, y mucha suerte. ¿Se va intuyendo desde tu posición la presencia en el horizonte de una cuarta generación de investigadores y divulgadores? ¿Crees que el futuro de estos temas está en buenas manos? Internet es una hoja de doble filo. Relacionado con lo que te comentaba, no hay tanta mitomanía como en nuestra generación. Y eso es bueno y malo en mi opinión. Hay más medios, más posibilidades. Yo no las hubiera soñado con doce años, cuando hacía mis revistas Otros Mundos u Ovnis Recientes, que aún guardo con mucho cariño. Revistas que sólo leía yo. Esa era la magia. Hoy -quizá sea una falsa impresión- falta quizá algo de alma. Javier Sierra salía en la carretera, con diez años, en Teruel, a ver si pasaba por allí el SEAT 124

Muchas gracias a vosotros y un abrazo milenario y cósmico. Os habéis convertido en todo un referente. Nos vemos y escuchamos muy pronto. La temporada que se nos viene encima va a ser trepidante.