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Hortensia Sinués Mollá
• Aprendiendo y disfrutando... con los cuentos de siempre • Jugamos y aprendemos matemáticas • Nuestro patio nos invita a jugar... y mucho más!!! • Cooperar en retos de oposición
4. Valoración
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Realizamos una valoración muy positiva, ya que supone una mejora de todos los elementos implicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje
Respecto al tratamiento del currículo, se adaptan mejor los aprendizajes al contexto real, implica la reflexión del mismo; de los recursos, investigación y creación de recursos adaptados, más significatividad de los mismos por ser propios; formación permanente y crecimiento profesional del docente para dar respuesta al proceso de aprendizaje con trabajo colaborativo y tutoría entre iguales, manteniendo interés por su labor; implicación de las familias en el proceso, colaborando en la comprensión de los aprendizajes de sus hij@s; aumenta su competencia de aprender a aprender, su creatividad y su capacidad de investigación; protagonismo del alumnado en su aprendizaje, implicado en inicio, proceso y producto, atención a las inteligencias múltiples y participación global y aprendizaje integral, cognoscitivo, físico y socio-afectivo.
Las docentes de nueva incorporación, nos sentimos satisfechas del trabajo realizado a pesar de no dominar la metodología al inicio y enfrentarnos a algo desconocido.
Este trabajo del curso 2018-19 ha tenido una continuidad intermitente en función de la incorporación de los docentes por no haber un equipo definitivo, y porque además no todo el profesorado que se incorpora quiere colaborar y participar activamente tal y como hicieron estas compañeras.
Entre las familias se detectan unas que apoyan el proyecto y otras son reticentes ante los cambios y las nuevas metodologías por miedo a no alcanzar los aprendizajes que marca el currículum, se necesita que las familias se involucren y que cuenten con toda la información y acompañamiento en el desarrollo del proceso del proyecto, pues esta reticencia, evoluciona positivamente al comprobar las familias los resultados según avanzan los cursos.
Cuidar los espacios educa y mejora el aprendizaje; estableciendo una conexión entre dentro y fuera del aula y también entre dentro y fuera del centro que crea un vínculo con la realidad socio-cultural.
5. Conclusiones
La continuidad de docentes que hacen funcionar un proyecto hace que este tenga consistencia y perdure en el tiempo, echando raíces y haciendo que evolucione y mejore. La importancia del cuidado de las familias y propiciar que se involucren en el proyecto hace que este tenga consistencia.
Usar y poner en valor los espacios como medio de aprendizaje hace que este sea más significativo porque no hay separación entre dentro y fuera en el centro y tampoco con la realidad sociocultural. Como equipo docente valoramos la importancia de trabajar en la misma dirección y superar las dificultades llegando a consensos, a pesar del desconocimiento de las metodologías al inicio. Todas salimos enriquecidas y satisfechas del trabajo realizado y de los resultados obtenidos. Fruto de esta coordinación y buena relación, respeto y reconocimiento de nuestras propias aptitudes, se vieron enriquecidas todas las actividades complementarias y extraescolares que seguían la misma línea del proyecto haciendo que este fuera más potente.
Deseando que los astros confluyan de la misma forma que lo hicieron aquel curso, ojalá permitan un reencuentro de estas personitas que tanto aprendieron y disfrutaron trabajando juntas.
Por vosotras, compañeras, cuya esencia impregnó nuestros corazones.
Bibliografía que ayuda y orienta
Trueba Marcano, B. (1992), Espacios en armonía: propuesta de actuaciones en ambientes para la infancia. Octaedro. Barcelona. Escuelas infantiles de Reggio Emilia (2018), La inteligencia se construye usándola. Morata. Madrid Wild, R. (2015), Educar para ser. Herder. Barcelona.
Experiencias en 0-3 años. Escuela Infantil Los Vientos
Hortensia Sinués Mollá
Directora de la Escuela Infantil Los Vientos Patronato Municipal Educación y Bibliotecas del Ayuntamiento de Zaragoza
El primer ciclo de educación infantil supone el primer eslabón de nuestro sistema educativo. Diversas leyes han acogido esta etapa con carácter educativo, al igual que en el nuevo Proyecto del RD del currículo en E.I. a partir de la LOMLOE, considerándose como una etapa muy importante en el desarrollo de los niños y niñas.
Atender las necesidades tanto físicas como emocionales y respetar los derechos de la infancia es una tarea de la sociedad. Familias y administraciones educativas tienen la responsabilidad de crear entornos seguros y respetuosos para esta etapa de la vida de las personas tan sensible y necesitada de cuidados en la crianza y de desarrollo de sus capacidades a través de la educación, pero también de que se reconozcan las capacidades y competencias que tienen los niños y niñas en cada edad y de valorarlas.
En los centros de educación infantil, mal llamadas guarderías, se escolarizan de forma temprana muchos niños y niñas, fundamentalmente por temas laborales, aunque también hay un sector que se apoya en criterios de socialización, justo antes de iniciar el “cole” a los tres años y, cada vez más, de requisitos de calidad pedagógica de los centros.
Hay muchas maneras de abordar esta escolarización, que tiene que estar definida en el Proyecto Pedagógico de cada centro. A través del Proyecto Educativo y del Proyecto Curricular se desarrollan los criterios y el estilo educativo que impregnará y dará sentido a la vida cotidiana en las aulas.
Tiene mucha importancia como se implementa este proyecto, como desarrollamos las estrategias de acogida, como diseñamos los ambientes de aprendizaje, que materiales seleccionamos, como configuramos el clima del aula, como atendemos necesidades y las resolvemos, como observamos y que conclusiones obtenemos, que dinámicas imprimimos y como estructuramos los tiempos, y sobre todo cómo permitimos que cada niño y cada niña se exprese y encuentre en la escuela
las oportunidades de desarrollarse y de satisfacer sus necesidades, a la vez que generamos los límites adecuados que les ayuden en su autonomía y su autoestima.
El soporte emocional y el vínculo con las personas que no son sus familiares van a complementar esa parte de socialización que están construyendo desde su nacimiento.
Pero no todos los centros tienen la misma mirada hacia la infancia, contemplan recursos más propios del segundo ciclo, siendo muy habitual que en los centros de 0-3 se ofrezcan a los niños y a las niñas cuadernos de actividades que están incluidos en un Método que presentan las editoriales, con una guía para el profesor-a, planificado de antemano y pensado para que todos los niños y niñas realicen a la vez
una tarea escolar en mesa, cuyo objetivo es el de aprender una serie de conceptos, realizar un trabajo de destrezas y coordinación motriz, de desarrollo de nociones espaciales, de lógica-matemática, geométricas, etc.
Este concepto vendría a ser “el libro de texto de 0-3”, un recurso metodológico monótono, muy estructurado y poco creativo, utilizado en un ciclo donde no resulta pertinente, ya que lo que necesita la primera infancia es tener experiencias de manipulación, movimiento, experimentación que les permite aprender por sí mismos. Desde esa perspectiva didáctica-escolar los niños y niñas, bajo la premisa de que son actividades educativas y lúdicas, son instruidos en un proceso de enseñanza-aprendizaje poco significativo.
Este estilo o práctica pedagógica nada tiene que ver con atender las necesidades de movimiento, de exploración en el entorno y con el juego espontaneo que necesitan los niños y niñas en esta edad. Simplemente se trata de una mirada educativa errónea que viene heredada del segundo ciclo, sin que haya muchas veces una verdadera reflexión sobre lo que aporta o más bien de lo que obstaculiza.
Queremos pues mostrar la alternativa a este estilo educativo y brevemente explicar cómo desarrollamos en la práctica nuestro concepto de escuela, nuestra idea de niño-a y de cómo nos adaptamos a los intereses de cada edad, respetando las individualidades y los ritmos personales, no interfiriendo en sus experiencias, sino acompañando, en un ambiente seguro y de confianza.
Nuestro proyecto se sustenta en un ambiente afectivo y seguro, dando prioridad a las emociones, a la creación de espacios y ambientes de juego que desarrollen la creatividad, a la utilización de materiales diversos y poco estructurados que provienen de la naturaleza, de reciclaje y de la vida cotidiana, al respeto de la acción espontánea y autónoma, a la consideración del derecho de las familias a implicarse en la educación de sus hijos e hijas y a evaluar la práctica docente a través de la reflexión y la puesta en común que nos permite una mejora continua.
Un referente importantísimo para nosotras es el concepto de desarrollo infantil de Emmi Pickler basado en la seguridad afectiva dada por el vínculo de apego y la motricidad libre. El establecimiento de un vínculo afectivo, la presencia atenta del adulto, y el juego espontaneo en un ambiente preparado, sería la base de nuestra práctica, promoviendo la actividad autónoma y el movimiento libre que, según los expertos de la primera infancia, son necesarios y suficientes para adquirir los aprendizajes relacionados con el desarrollo de sus capacidades. Nuestras dinámicas de aula buscan la libertad del niño de elegir, la ilusión de descubrir, la satisfacción de jugar sin prisas, la sorpresa de lo inesperado, la oportunidad de compartir con sus iguales y de enriquecerse en un entorno que se le brinda motivador y creativo…
Utilizamos recursos metodológicos adaptados a cada edad, buscando siempre una diferenciación en las dinámicas cotidianas que responden a una maduración física, cognitiva y emocional.
Priorizamos los tiempos necesarios para las rutinas cotidianas, como excelentes oportunidades de aprender, de conquistar la autonomía y de hacer sentir a los niños y a las niñas competentes en cada edad, en cada momento evolutivo.
A través de la planificación de los espacios, la estética de las propuestas y de los materiales, los tipos de agrupamientos y el tiempo disponible, surge el juego espontáneo. Garantizar que cada niño y que cada niña encuentre la motivación y la emoción de aprender es una prioridad en dicha planificación.
El rol de la educadora pensamos que es clave en todo proceso de enseñanza-aprendizaje. La relación con el niño y la niña es considerada por nosotras la base primordial de la experiencia educativa, de ahí