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FEA INTERNACIONAL
ÍNDICE
3 4 5 6 8 10 12 14 15 16 18 20 22 23
Merari Lugo Ocaña Jesús de la Garza Aura Torres Alejo Alcocer Iveth Luna Alma Vigil Iza Rangel Mikel Deltoya Camila Treviño Diana Garza Islas Miguel Valdez Priscila Palomares Beatriz Balbir Mayra Silva
DIRECTORIO
DIRECCIÓN Y DISEÑO Libertad Castillo EDITOR Carlos Blanco CONSEJO EDITORIAL Cuauhtémoc Zamudio III Carlos Blanco EN COLABORACIÓN CON Oscar David López
Portada Luz Posadas
Contraportada Mayra Silva
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Espacios como el de Fea Internacional permiten participar en una conversación única. Por eso es que, tras confirmar la existencia de fanzines y colectivos de autogestión en Monterrey, es hora de darnos cuenta del momento que atraviesan las distintas manifestaciones artísticas y, en particular como lo hace este número, la literatura de un territorio tan agreste e industrial que se la pasa girando en torno a la des/dicha de su propia productividad. Una literatura que en tiempos del ciberespacio no deja de apostar por la publicación en papel. En esta edición participan autoras y autores cuyos textos son también objetos que antes de encajar en un género literario en específico, prefieren cuestionar los moldes y las temáticas, las distancias y las cercanías de la ficción y la no-ficción, tanto de lo palpable como de lo conceptual. Tan feísimas como bonitas, tan internacionales como localísimas las palabras de quienes continuarán aquí y ahora conversando con ustedes. Oscar David López
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MERARI LUGO OCAÑA TRASTORNOS DE L A PERSONALIDAD We are aware only of the empty space in the forest, which only yesterday was filled with trees.
Anna Freud
Dicen que la personalidad es sólo una teoría, que avanzamos a través de ella, sintiendo que ocupará su lugar geológico, que brotará al exterior como un árbol despulido por la lluvia. Paranoide – Piensa que el futuro es un hombre que persigue con una lámpara en la boca. Esquizoide- Encerró la voz debajo de sus huesos y aisló su ojo de la continuidad. Esquizotípico- Equipó su guardarropa con el traje nuevo del emperador. Será que preferimos ir con las ramas en los ojos, reduciendo la niñez a un trazo para predecir quién sublimará la acústica del miedo y así callar la periferia en la campana de Gauss. Antisocial- Ha prendido fuego a todo lo que anuncia las manos de su padre. Limítrofe- Corta los tendones de sus pies cada vez que su sombra lo abandona. Histriónico- Vio que la tierra era opaca y quiso anticiparse al nacimiento de los astros. Narcisista- Cuando pesa más la réplica que el cuerpo, es preferible la voluntad de un espejismo. La indicación es tibia: Terapia dos veces por semana o no queda más amor que medicarlos. Cuando se les pide dibujar un árbol, suelen escupir la semilla estéril, otros se astillan con el tablón caduco. Evitativo- Cosió sus párpados a la almohada para apagar el crecimiento del mundo. Dependiente- Ahogó en alcohol su angustia, su cordón umbilical, con el único afán de preservarlos. Obsesivo-compulsivo- Quiso ocultar su entropía tras una vestidura ascética. Al mirar la luz refractada colorear la raíz una y otra vez, sostenemos que se tiene la teoría de las sombras. La copa adusta provee un mecanismo de defensa; los pájaros que aprenden a comer su fruto, suelen conservar la vida al amanecer. P3
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JESÚS DE L A GARZA
THREE COKE BOTTLES (1962) Liz Taylor bebe Coca-Cola, y piénsalo, tú también puedes beber Coca-Cola. Una Coca-Cola es una Coca-Cola es una Coca-Cola. Destapa. Destapa una Coca-Cola. Los dientes podridos de Liz Taylor. Liz Taylor y su hermosa dentadura. LizTaylor bebe Coca-Cola. Una Coca-Cola es una Coca-Cola y ninguna cantidad de dinero puede brindarte una mejor Coca-Cola que la que está bebiendo el mendigo de la esquina. Lo sabe el presidente. Aquí tenemos un excelente refresco. Para qué sirve la diabetes en los tiempos del comunismo. Ninguna cantidad de dinero puede hacerte bajar esos kilos. Decimos con orgullo que vale su peso en Coca-Colas. Todas las Coca-Colas son iguales y todas las Coca-Colas son buenas. Somos la familia de la botella contour. Conseguimos hacer de cada reunión una cena digna que promueve la moral y las buenas costumbres. En mi mesa no se beben porquerías y el refrigerador está siempre lleno. Destapa la bomba y vámonos a Vietnam.
EAT (1963) Diente lengua para un hongo. – Lengua hongo como un diente. – Hongo desde el diente y hasta la lengua. – Visión psicodélica en la cadena de montaje. – Juego de espejos. – Ojo de espejos. – Lengua de espejos. – Hongo de espejos. – Juego de hongos. – Ojo de hongos. – Lengua de hongos. A veces pienso que la belleza. – Caleidoscopio hermético. – La belleza. La belleza. La belleza. – Dónde estabas cuando se enfrió la sopa – La belleza extrema. – Dónde. – Extrema. – Dónde estabas cuando. – Debe carecer de todo sentido del humor. P4
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AURA TORRES
A VECES ME AVERGÜENZO Llevo la vida extraviada desde hace ayeres No sé a qué tiempo va, o si va sobre destiempos Se acaba la bateria, pita la alarma me la hace de pedo Se me acaban las ganas de seguir intentando nada Voy llena de asombro y grasa, la celulitis ya se nota, Seguro a veces me da pena, seguro a veces me avergüenzo de mis pozos He caído ya tan bajo, que robo de madrugada comida, Que robo sueño e insomnios que me atacan Que me ofenden como vecina que jode por oír fuerte la música, A veces me da envidia que estés besando otros labios Que estés viviendo en otros cuerpos, A veces se me reseca la vagina y no queda más que masturbar mi egocentrismo. Llevo extraviada la mirada, te va buscando sin buscar nada A veces me pierdo en pasados pasajeros y advenimientos futuros que me invento, Se me acaba la vida, me pilla el tráfico, el trágico ir de tus adioses Me coge duro la nostalgia me llena de un semen escarlata, no se si estoy llorando o gimiendo -no, no lo séDe seguro a veces enloquezco, de seguro a veces me dan pena todos mis abismos Todas mis soledades, todas las naves que no quemo por miedo, Tan solo te bastó cierto tiempo para olvidarme, me arrancaste como cera fría del bigote, Juré que te sangrarían las comisuras, pero ni un gritito soltaste Qué cabrón fue darme cuenta que nunca me quisiste, pero fue más culero saber que no me quise. P5
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ALEJO ALCOCER
OMARA Incontables generaciones pasaron por las tijeras de La Omara, peluquera legendaria de La Sierra Ventana. Su solitario ser sin descendencia pronto dejará de existir, pero su sobra gigante alcanza todavía a tocar los árboles genealógicos de todas las familias de la colonia. A pesar de que su glamour ya se ve apagado, su figura rotunda sigue erizando las fibras más enraizadas en los recuerdos de algunos. Maestra sexual, consejera matrimonial, orientadora de maricas perdidas, pitonisa y oráculo desde que los primero inmigrantes llegaron a la punta de esa lomita de cerro. Cuando lo único que había eran coyotes aulladores y vegetación salvaje, cuando no había drenaje, ni alumbrado, cuando en lugar de asfalto había tierra, y en lugar de perros mascotas, tlacuaches enormes, La Omara ya estaba ahí. Un tronco macizo de 1.79, moreno, espaldón, pesado, pies y manos hinchadas por la diabetes, obesa pero no fláccida, dentadura amarilla pero completa y un par de mechas de paixtle aferrándose a sus sienes. Bendita cirujana estética, con una sola mirada puede dar con el corte justo que necesita cada rostro, no necesita preguntarme qué es lo que quiero, ella sabe, lo sabe todo. Tu eres hijo de Francisco, Nieto de Don Roberto…la última vez que me visitaste tenías 7 años. Me reconoce y me da la entrada a una plática de amigas de antaño, a una entrevista con la vampira. Oye, Omara, ¿por qué ya no te arreglas como antes, loca?, ¿por qué hasta para salir a buscar hombre te vas en chanclas? P6
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Andar de ilusionista cansa, corazón. Además, ya se me quitó lo pendeja. Ahí iba la jota, producida, creyéndose princesa sin corcel. Avergonzada, escondiéndome el paquete. Jugando a la damita. Ay, tenía el sueño Disney bien metido, manita, volteando hacía abajo y maldiciendo mi pellejo. ¿Ya no te molesta? Qué va, la amo, aprendí a amar mi pilinga. Es lo que me consigue machos. Estaba tan traumada con la vagina, que no veía los encantos exclusivos que yo ofrezco, así, naturalita. Mejor así, zarrapastrosa, despeinada, de frente, sin andar ahí de mustia faramallosa. Yo no soy mujer, no soy hombre, soy legión. Desde cuándo tan bíblica, mamona? ¡Ay, no, qué horror!, a mi nunca me pudieron evangelizar, yo ya estaba aquí antes de que construyeran la primera iglesia del barrio. Bueno, entonces, qué bruja tan engreída que todavía encanta con sus menjurjes. Ándale, mejor así, en pagana. ¿A poco sabes qué significa eso? No, pero me gusta cómo suena…Qué bueno que me viniste a visitar, flaquita. Tu eres de las mías. Te lo huelo. Una jota vieja y amargada atrapada en un cuerpo tierno, algo mallugadito, pero tierno todavía. Oye,¿ y siempre has tenido ese afán de retorcerlo todo? ¡Hija, a la que se queda quieta la atrapan!. Una debe ser como la labia y fluir, como lagartija huidiza siempre. Es lo que nosotras las antiguas aprendimos y que no hemos podido enseñarles a las nuevas. Ya ni para perrear sirven. Tienen sus lenguas tan taimadas las pobres. Aunque nunca falta la ingenua que lo intenta, eh. Pobre de la cachorrilla principiante que se atreva a ladrarle a una dientes de sable como yo. Pobres ilusas las que no ven que detrás de tu pinta de payasa triste de crucero hay una gloriosa arpía peligrosa, Omara. ¡Eso, pinche ñanga!, acaríciame con tus insultos. Así nos dábamos amor antes, enredándonos unas con otras y mordiéndonos con furia hasta sangrar. Te lo dije, eres de las mías… Y ahí sigue la Omara, en su estética de tres metros cuadrados. En la punta de una loma, viendo la ciudad caer y crecer a sus pies. A pesar de que su envoltorio este desgastado, en su centro sigue ardiendo el núcleo de magia líquida. Y permanecerá como planeta inclasificable, atrayendo cuerpos a su órbita irregular, interrumpiendo el orden y el consenso de ayer y hoy. P7
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IVETH LUNA
ADIÓS, ROBINSON CRUSOE
Me escribes a las 2 de la mañana, me escribes a las 6, me alientas a que sea feliz, aseguras que tú estás bien, respondes preguntas que yo jamás hice, me envías canciones, me cuentas sobre lo que comiste, aseguras de nuevo que estás bien. Me escribes: Perdí a mi piar. Repites: Se me fue mi piedra. Corriges: Perdí a mi pilar. Te disculpas: Se me fue mi padre. P8
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No hubo carroza fúnebre, no hubo gente de negro, en ese lugar mantienen al cuerpo dos metros bajo tierra por 37.50 pesos al mes. Dos coronas medio marchitas y algunos hombres ebrios. Así son las cosas, ¿ves? Así son las cosas, ¿a poco no lo ves? Papá era el único que iba de negro, estaba tambaleándose en medio del cementerio, dijo que quería ir a caminar, gritó que lo dejaran ir a caminar, pero ninguno de nosotros lo estaba deteniendo.
De aquellos años sólo un libro viejo de Robinson Crusoe y una botella de agua de colonia Flor de naranja en su buró; sus chanclas, las camisas nejas y el olor a sudor que despedía su cama individual, que no era suya, si no de mi hermano mayor. De los recientes daños sólo se cayó, se calló y como bolsita de ziploc jamás abierta todo lo de adentro se pudrió. No quisieron practicarle autopsia, adiós, abuelo, solitario, adiós, Robinson Crusoe. P9
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ALMA VIGIL
EN L A CÁRCEL TODAS SOMOS IGUALES Dónde me vengo a encontrar a esta morra, en la cárcel. Tan modosita que se veía en el curso de cocina vegana fácil. Pero no me extraña. Se la pasaba criticando los platillos de los demás al estilo de Gordon Ramsey y bien que se terminaba hasta el último bocado. Con ganas de decirle: o sea, es probete, no Garganta Profunda. M. creo que se llamaba. Qué oso con esa chava. Pero más oso que yo esté aquí. Me urge que legalicen la mariguana. La primera vez que me atoraron fumando en la calle, me dejaron ir porque me expropiaron todo lo que traía: mi celular, mota, un hitter, 37 pesos, una clona y hasta la bolsita decorada con glitter donde traía toda la diversión. Drogadictos ellos, aparte de ratas. Es la única vez que me han robado en treinta y dos años de existencia y fueron los policletos en la Macro. Qué paradoja, yo que tengo tatuada una bicicleta cerca de mi corazón. El sol apenas coloreaba las calles del centro y yo venía ya bien fosforescente después de un rave. No había ni un alma, más que yo, o al menos eso pensé. Así que decidí fumarme unos discretos tanques que no fueron nada discretos. Ni para atrapar al Chapo fueron tan rápidos como los dos chotas en shorsitos que llegaron al igual que perros a morderme. Maldigo a la policía y a la represión más que la rola de Disolución Social. En fin, era mi época paposa, tenía 22 años. Ahora solo soy pro weed, pero está duro el monchis. Anna Faris en Smiley Face se queda pendeja a mi lado. Lo más sano que podía comer era un cóctel de camarones con chingos de catsup y con su respectiva cerveza, o dos, o tres, o... ¿Sabías que la industria del servicio a domicilio ha crecido exponencialmente en los últimos dos años? Bendito Ubereats que les da trabajo y pone P10
más en forma a los ciclistas. En cambio, a nosotros los gordos, nos ayuda a llegar a la cruda moral a la velocidad de un click. Tomé la determinación de cambiar inscribiéndome a un curso de cocina vegana fácil para principiantes. Mataría dos pájaros de un tiro: aprendería a cocinar y bajaría de peso. Suena sencillo, ¿no? Pero no todos se creían principiantes, el maestro, obvi, un chef que recién regresaba con un veganismo de Tulum, y M. M. siempre opinaba. Que si le faltaba sal, que si estaba muy amargo o que si la piña escaldaba mucho la lengua. También dijo que en Argentina, donde vivió diez meses, preparaban los vegetales con queso parmesano porque eran descendientes de los italianos, por lo que era mejor. Incluso una vez dijo que a un platillo le faltaba amor. ¡Amor! ¡No mames! Cada vez que hablaba, todos volteábamos los ojos hacia arriba como el meme de Robert Downey Jr. Cuando le tocaba a ella exponer, siempre se sordeaba. Hasta que una vez, el chef la obligó. M. preparó un espagueti de calabacitas con queso parmesano y tomatitos cherry. Era lo más pastoso, desabrido y sin amor que había probado. Siguió nuestra venganza, la tupimos peor que a una bruja en la horca durante la inquisición. Pero insistió que en Argentina así se hacía. Era como la vigésima vez que mencionaba ese país. Che boluda, pues regrésate para allá. M. se indignó, discutió con el chef y le gritó que era un incompetente, entonces el chef también se alebrestó. Me hubiera encantado tener palomitas y un cocón al ver tal escena. M. se fue llorandillo, antes de que terminara la clase. Nunca la volvimos a ver. Todos en el grupo nos hicimos amigos y la llamamos la loca de la comida sin amor. Hoy está aquí en esta celda sin amor, comien-
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do tacos fríos de frijoles fríos y orinando en un pozo más orinado que Nicky Jam en su infancia. Su cabello está más decolorado, casi blanco. Trae una polo rosa toda sucia, un pantalón de mezclilla y unos tenis blancos sin cintas. Se las quitaron cuando la ingresaron, como a casi todas las que estamos aquí en la Alamey. Es como una escena de Orange Is The New Black pero sin nada orange. Está una morra morena toda tatuada, en su cuello se lee la leyenda HOMIE en letras góticas. Otra chava con los pelos azules y despeinados, con la mirada perdida, susurra algo para sí misma. También está una señora con un vestido de flores y con una sola chancla. Y yo, la hippie gorda. Nadie dice nada. Nos vemos y nos ignoramos. Ni en Mean Girls había tanta mala vibra entre chicas, nomás que aquí ninguna luce como Regina George. Entonces M. me ve, me reconoce y pregunta al aire: ¿qué pues, pibas, aquí también todas son inocentes? -Yo sí, wey, respondo. La mota es una planta que cura el cáncer y es una estupidez que la criminalicen y me metan a la cárcel por fumar en la calle. -¿Y, vos, tenés cáncer?, remata M. con un tono burlón y su ridículo acento regioargentino. Justo cuando estaba a punto de contestarle con todos mis argumentos legales y médicos que aprendí en la revista Cáñamo, la señora de la chancla intervino. -M’ijo el mariguano se merece estar en el bote, no yo. Llegó a la casa con la golfa de su novia que porque querían empeñar la tele otra vez. Seguro para comprar más mota. Le aventé un chanclazo en la cabezota y la vieja esa me empujó. Mi otra hija le soltó una cachetada a la novia. Luego m’ijo se le fue encima a m’ija. Y mi sobrino de quice años, lo agarró de los pelos para defenderla. Nos agarramos todos a golpes y se armó un zafarrancho. Los vecinos como siempre de metiches, escucharon el griterío y otra vez le hablaron a la policía. Cuando llegaron le aventé la misma chancla a un oficial y me treparon a la patrulla. Cabrones, cómo no arrestan a los verdaderos criminales. -Pero la mariguana no provoca eso, repliqué. De seguro su hijo se ha de meter cristal, ahorita se encuentra muy fácil en las calles. -Yo... también... soy... inocente, dijo pausada-
mente la de los pelos azules viendo al espacio sideral. -Mi… mamá… se… asustó… porque… agarré… un… cuchillo… de la cocina… y… lo acerqué a su… french… poodle… Yo sólo… quería… cortarle… un hilo que… traía… en su collar… Mi… mamá… corrió… a… buscar… a la… policía... de barrio… y me… trajeron… aquí… No… alcancé... ni a… agarrar… una… liga… ¿no… traen… una… que… me… presten? Agregó, mientras su mirada seguía orbitando. La tatuada no dijo nada. Traía una cara de si me hablas te mato. Entonces todas vimos a M., incluso la peliazul. -¿Y tú qué?, le pregunté a M. -Che, vos sabés que tengo un carácter algo fuerte. Hace un tiempo ingresé a neuróticos anónimos. Ahí conocí a mi novio. Bueno, exnovio. Él es miembro de la Asamblea Estudiantil de la Uni. Empecé a ir a juntas con él. ¿Vos sabés que se manifestaron por el gasolinazo? Che, fue como un llamado divino porque en NA me dijeron que debía canalizar mi ira. En la marcha de hace dos días, fui una de las que reventaron los vitrales históricos. Fue liberador. ¿Vos viste las fotos? Yo era la del sartén que traía la cara tapada con un paliacate rosa. Logré escapar pero reconocieron a mi novio y el boludo me delató. Anoche me localizaron. Estaba en mi grupo de tejedoras por la paz al que voy después de un taller de literatura. Corrí pero me alcanzaron. Yo sí soy culpable, pibas. Culpable de querer un país mejor. La homie, la peliazul, la señora unichancla y yo nos quedamos con la boca abierta. Pinche loca de la comida sin amor. Resulta que era una activista entrona, aparte tejía y escribía. Se metió a la Asamblea poco tiempo después de que dejara el curso de cocina vegana fácil, al que se inscribió luego de un taller de escultura. Ninguno lo terminó. Los barrotes que había entre nosotras se difuminaron. Comenzamos a platicar de nuestros desamores, temores, de la vida y también de comida y cocina. Todas, menos la homie, aunque se reía de repente. De pronto, durante un breve silencio, por fin habló. Fue como una epifanía o un déjà vu cuando escuché sus palabras: en la vida como en la cocina, el ingrediente principal debe ser el amor. Sí, en la cárcel todas somos iguales. P11
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IZA RANGEL
I el cuerpo de mi cara se desfiguró una botella de plástico a la distancia del cuerpo que cambia dentro/más allá de él mismo sobre la llama los cerillos en la punta de los dedos el fuego que hace arder por todas partes diría yo: Están muriendo en mí los otros desde aquí la mano en el pecho mido el dolor de este mundo Esto queríamos decir todo lo que amé se muere conmigo Mutilar a quien se toca retorcer de versos tanta metáfora llenar de pájaros y flores los poemas al pasarlos por tu lengua todo siempre parte de un mismo canto marchitar y tocar las plumas la punta de las alas cabellera oscura para acariciar y trenzar Porque ¿cuándo has visto los cuerpecitos de los pájaros podrirse en las banquetas? P12
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II Construimos un cuarto tú y yo hicimos el techo con nieve seca mi abuelo instaló la luz en el cuarto de al lado mi padre se prendía fuego una lámpara entre cuatro paredes blancas escuchamos al ministerio público a los forenses el murmullo de la muerte yo dormía tus manos guardaban mis oídos mi padre incendiado hizo casa entre las sábanas cubría su cara así perdió la nariz los ojos de este lado tú llamabas arrullos a los gritos y tu caricia salvaba mi infancia encendías la luz como los días tu boca: lo más bello lo que uno ama mi padre tiene piel de cocodrilo y sólo tú sabes cuánto miedo le tengo a los reptiles
III Estas fieras que sonríen agrietando el azul de los muros tocan lo que matan se dicen amor entre los dientes se desbordan al desprenderse de sus dedos y dislocarse la capacidad de pronunciar el alfabeto bajo el agua por el pasmo de sus bocas como niñas frente al mar cuando se tocan y la asfixia por la contracción que se escurre por sus muslos como almíbar ante el caer de su carne en paredes lo demás no estuvo vivo nunca
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MIKEL F. DELTOYA
OREJASMO Mira cómo volugita el fámebre drebilunio selenéico que impositaron los magos de Ardikábime. Mira cómo se displea, margizando, terribilísimo, todas las oas, todas las eas, todo el crolón, el rím, el tron, el alholón. Yago, aquí, con un dreambuie, reminiscencia al rito de cuando tú, sintaplégica, birbirijeabas mis estampas de santo aturdilado, abarrotada de phénices, de lobaléas, de rizqëleos, besabas, cohibías, drenabas cada gota de valodón, cada llanto trocaico, cada sonrisa amatébima. Fue de nöcte, los rondavoces zhaitaban el vernáculo centro del atolón. Mi cama era más menos igual a un lírico rocambolesca soplo zen, y tú, baracálida, te postrabas en la pleamar y mientras tú postrada yo bebía los inefables páramos de lluvinubes, yo besaba el cyan, nemelocyan, arquedúlido cyan de tu risa armagenada. Y tú botabas pecas de letargo, y tú reías confines maremoto, y luego nos arrojábamos al vicio xántipo de reburujar nuestras lenguas albíaceas y taladrar los sintagmas enjutos que brotan del miocardio cada idus de cada marzo. P14
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CAMIL A TREVIÑO
L A MUJER QUE SOÑÓ QUE AMABA A OTRO HOMBRE Cuando María despertó con la boca seca y un poco de resaca, lo primero que se le vino a la mente fue el tremendo personaje que conoció mientras soñaba. Impactada de sentir algo tan fuerte por un cuarentón académico, volteó a su lado y vio a su amante tirado con la boca abierta sintiendo lástima por él, pues le dio la impresión que jamás lograría ser como aquel hombre con el que había intimado hace unas horas en su sueño. Después, cuando tomaba el té se dio cuenta que más bien debería sentir lástima por ella, pues pensó que si seguía con él jamás terminaría con un hombre cuarentón, académico y sobretodo proveedor de sus caprichos más ridículos. Recordaba con melancolía a aquel que en su sueño le regaló un vestido renacentista que costaba once mil monedas de oro, y ni siquiera se lo tuvo que pedir. Fue suficiente que ella se lo pusiera y él la viera para que notara que el vestido era irremediablemente para ella: excelente adaptación en el busto, increíble moldeador de cintura y aunque algo transparentase del culo ella lo lucía como una atrevida niña ricachona. El delirio de María por aquél hombre, que con el tiempo lo nombró Humberto, le hizo tanto daño que a la hora de dormir rezaba aunque no era religiosa, pidiendo por encontrarse con Humberto en sus sueños una vez más. A veces lo lograba, pero cuando no, ponía en perspectiva su relación y se llenaba de dudas más severas, pues empezaba a desear dejar a su hombre. Aunque Humberto no era palpable fuera del mundo de los sueños estaba logrando que María pensara en la relación que realmente sería la adecuada y deseada para ella. Aún con todo esto, María no se aventó a la decisión de dejar a aquel hombre, a su hombre que le ronca al oído cada noche y que esporádicamente se come un moco. Se conformó con la realidad y decidió buscar y valorar las pequeñas cosas que su pareja le daba en el mundo real, recordó las veces que se perdonaron entre lágrimas y las calcetas que le regaló en navidad, con eso se conformó, pero jamás se despidió de Humberto, el hombre de sus sueños. Gracias a Dios, el hombre de María soñaba con una muchacha vestida de azul transparente, que con tal despreocupación lucía unas nalgas aduraznadas que jamás había podido percibir en el mundo real y que producía en él una erección cada mañana. P15
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DIANA GARZA ISL AS
NO SE TRATA DE SEMÁFOROS ¿Se trata de un buque dormido? [Si Chéjov dice que un revólver abre la heladera y entonces debes usarlo cada cinco minutos, el kraken no tardará en aparecer.] La punta del kraken. La punta de ¿y él? Lo que es. Te mueres.
(Me refiero a la —
(Lo que está junto, o simulado.) (Va sin cursivas.)
¡Hay una realidad ahí! ¡Dicha y todo! Lo que a mí me toca: esa inflamación; pero mi superpoder definitivo: sí tocarla para siempre donde nunca va a quedarse. P16
CARNICERÍA.)
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HIDEE AND SICK No se mencionan cosas al dormir que cuenten perlas de otros atramentos. No se disponen bolsas de color que signifiquen en inglés, errores marcados con puntitos rojos. (Fue un efecto secundario.) No se cuentan las veces de la estructura, de la forma practicante sino la intensidad y el peso de dichas peripecias. Peripecias: lo que hay que hacer para salir. No causaron otras veces cascos en la cava. Briosos, los cabellos se limitan a conducirme a un lecho distinto, incompleto. Cavan, cabían, caven. Empiezan a surgir coloraciones— de mí que era dos y tenía nombre y los ojos abiertos de mí que nunca fui dada a luz porque cesé y mi madre se llamaba Blanca
y sigue llamándome
de mí que conozco algo como un sol que duerme todavía en mi cuerpo que conoce los nombres del color de mí que me creía Heidi de niña y ahora, me sé esconder muy bien. P17
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Todo lo que digas será usado en tu contra. Todos compareceremos ante el tribunal de Jesucristo. Tengo la certeza de que así será. Las burlas contra el señor van en aumento. Quisiera tener la inspiración del espíritu santo para escribir un mensaje que edifique a mis hermanos. Le pido a dios fuerza para soportar las tentaciones y discernimiento para obrar entre los hijos de perdición. Como ya habrán notado, comencé mis escritos siendo mundano, ahora sólo intento hablar de dios, pero no soy digno. Cuando intentas hacer la voluntad del padre celestial acabarás solo en el mundo. No es fácil esta lucha. Porque el mundo entero está bajo el maligno. Cuando intento conversar con una chica de tinder o instagram siempre huyen cuando me proclamo cristiano, cuando doy gracias a dios, cuando declaro que Jesús es el hijo de dios y que sólo él nos puede salvar, porque es el camino, la verdad y la vida. Les hablo de la resurrección, del día del juicio, del arrepentimiento para perdón de pecados, pero pretendo llevarlas a la cama para cometer fornicación. ¿Quién es aquí el que está mal? Debo ser yo por no ser frío ni caliente. Seguro dios aprecia más un pecador sincero. Ayer volví a caer en la masturbación y fue como salir de la presencia de dios. Siempre que cometo un pecado P18
MIGUEL VALDEZ
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ardo de inmediato en mi interior. No puedo tener una noche de excesos. No puedo divertirme como una persona normal. Tengo que perdonar a los que me han hecho daño como lo mandó Jesús. Son cargas muy pesadas. Supongo que valdrá la pena. Los hijos del diablo tienen su gozo ahora, por un corto tiempo. Nosotros debemos esperar en la fe. El rico no entrará en el reino de los cielos. Jesús vino a sembrar discordia entre padre e hijo. Satanás está al asecho. Cuando caes en pecado se aprovecha de tu culpa, de tu tristeza, y te hace creer que no eres lo suficientemente fuerte para vencer la muerte. He tenido buenos días en que puedo hacer la obra de dios y bendecir al prójimo. Pero los dispositivos del diablo han alcanzado una gran eficacia. Cuando naces ahí está el diablo, cuando dices tus primeras palabras, cuando das tus primeros pasos. En las caricaturas, en los juguetes, en las personas que te crían, y sin embargo, debes crecer y perdonarlos a todos, no guardar rencor alguno, porque el poder del señor debe manifestarse en ti, el más vil y despreciable, la más insignificante de las criaturas. No somos nosotros los que alcanzamos tal magnificencia. Es dios, porque en él está el querer y el hacer, en él está el llamar y el escoger a sus hijos, en él está el plan de salvación de cada uno. No hay manera que podamos evitar nuestros destinos. Dios sabe lo que pasará mañana en tu día, sabe cómo morirás, sabe en qué terminará la batalla espiritual. ¿Cómo es que nosotros alcanzaremos la perfección que dios exige? ¿Cómo es que el rico venderá todas sus posesiones y dará el dinero a los pobres? ¿Cómo es que la víctima perdonará al violador, al estafador, al homicida? Lo que es imposible para el hombre es posible para dios. Dios derrama su gracia sin medida sobre el elegido, dios le da un corazón humilde para suplicar, entonces el elegido, desde las profundidades de su miseria, encuentra el camino, la luz, la gracia, la esperanza, y se transforma ante la mirada de los incrédulos que se preguntan: ¿y a este depravado de dónde le vino tanta generosidad, tanta santidad y tanta palabrería?
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PRISCIL A PALOMARES
L A OTRA OTREDAD Hubo un tiempo donde el deseo era un embrión. Sin vida. Como la tinta que se hace pasar por símbolos. Las líneas. Nos mutilaron. Diseccionaron la carne. Mapa intangible. Tinta que marca territorio. Países que separan la memoria colectiva. Fragmentada. Dos sexos que comparten raíces. No historias. Y pensar que de niña creí que éramos iguales. Éramos iguales.
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FASE FOLICUL AR El nacimiento de la palabra no está en la lengua, sino en la entraña. Escapa de los ovarios para engendrarse en el cuerpo que está atado a mi sombra: una silueta negra que me imita, pero no me permite ver quién soy. –Priscila, las sombras son palabras. No, las palabras son células muertas; son el cabello que cuelga de mi cráneo y crecen como rosales trepadores hasta tocarte. –Del otro lado de la palabra tampoco hay nadie. Y entonces, si no estoy en las palabras, ¿en dónde estoy? Si digo sufrir ¿sufro? Si digo vivir ¿vivo? Si digo Priscila ¿quién soy? El lenguaje es la muerte. La entraña es vida. Escribir es un ciclo entre ciclos donde aquello que engendro se pulveriza.
FASE LÚTEA Para que el barco partiera, primero estuvo anclado a la orilla. Para irnos tuvimos que haber estado. Para morir tuvimos que estar vivas. ¿Cómo le llaman a esa parte que atormenta? Esa que está entre dos palabras: Morir es una. Vivir es otra. Entre la vida y la muerte hablo para existir. No me deja la palabra. Es un limbo. La angustia no es irse, sino quedarse. Ser el folículo que se rompe, espera la fecundación. Y jamás llega. P21
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BEATRIZ BALBIR
VOL ASTE A MI PRESENTE lava adormecida pulidos los senderos con plumas de halcón reconozco el agua que alberga tu espíritu
la profundidad de tus anhelos el coraje de tus actos
memorias en nuestra sangre alquimia impetuosa lo efímero de lo eterno entre azafranes quisiera amarrar tu existencia tu pecho un lago sobre el que yacer eslabón perdido sin final todas las que hemos tenido nuestras despedidas P22
tu árbol que será el mío
M TY, N . L . , M É X I CO
MAYRA SILVA CONTRAPORTADA
IN A DESERT I DESCEND 2010Impresión de texto martillado sobre muro de yeso medidas variables Obra procesual que se desarrolla en el transcurso del tiempo, cada vez que se exhibe o se vende crece un capítulo más que se entrega al espectador, como una novela por entregas que se va editando, corrigiendo y tomando rasgos del lugar donde se ubica.
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FEA INTERNACIONAL