R
Editor en Jefe Manuel Velasco (Venezuela) Editor Adjunto Julio Acosta Martínez Editores Asociados Alcocer Luis (México) Brandao Ayrton (Brasil) Feldstein Carlos (Argentina) Israel Anita (Venezuela) Israili Zafar (Estados Unidos) Levenson Jaime (Francia) Parra José (México) Ram Venkata (Estados Unidos) Comité Editorial Álvarez de Mont, Melchor (España) Amodeo Celso (Brasil) Arciniegas Enrique (Venezuela) Baglivo Hugo (Argentina) Bermúdez Valmore (Venezuela) Bognanno José F. (Venezuela) Briceño Soledad (Venezuela) Contreras Freddy (Venezuela) Contreras Jesús (Venezuela) Crippa Giuseppe (Italia) De Blanco María Cristina (Venezuela) Escobar Edgardo (Chile) Foo Keith (Venezuela) Gamboa Raúl (Perú) Juan De Sanctis (Venezuela) Kaplan Norman (Estados Unidos) Lares Mary (Venezuela) Lenfant Claude (Estados Unidos) López Jaramillo Patricio (Colombia) López Mora (Venezuela) Manfredi Roberto (Italia) Manrique Vestal (Venezuela) Marahnao Mario (Brasil) Marín Melania (Venezuela) Monsalve Pedro (Venezuela) Morr Igor (Venezuela) Mújica Diorelys (Venezuela) Nastasi Santina (Venezuela) Pizzi Rita (Venezuela) Ponte Carlos (Venezuela) Rodríguez Luis Alejandro (Venezuela) Rodríguez de Roa Elsy (Venezuela) Sánchez Ramiro (Argentina) Soltero Iván (Venezuela) Tellez Ramón (Venezuela) Valdez Gloria (Chile) Valencia Delvy (Venezuela) Vidt Donald (Estados Unidos) Zanchetti Alberto (Italia)
Sumario - Volumen 8, Nº 3, 2013
Editores
evista Latinoamericana de Hipertensión Adiponectin and leptin in pregnancy induced hypertension, a matter of weight La adiponectina y leptina en la hipertensión inducida por el embarazo, una cuestión de peso Hugo Mendieta Zerón
51
Cinética urinaria del antimonial pentavalente (Ulamina®) después de administración intramuscular en voluntarios Urinary Kinetics of pentavalent antimony (Ulamina®) after intramuscular administration in volunteers Laura Cristina Vásquez, Nelson Vicuña-Fernández, Libia Vásquez , Elina Rojas, José Scorza , Sabrina López, Yaneira Petit
56
Efecto hipotensor de la adrenomedulina cerebelosa Hypotensive action of cerebellar adrenomedullin Leticia María Figueira y DAnita Israel
62
Prevalencia de sobrepeso y obesidad en escolares de la parroquia Coquivacoa del municipio Maracaibo - Venezuela Overweight and obesity among elementary school students from Coquivacoa parish from Maracaibo – Venezuela Martha Di Gianfilippo, María José Calvo, Mervin Chávez, Yariana Chacín, Roberto Añez, Joselyn Rojas, Valmore Bermúdez.
Volumen 8, Nº 3. 2013 Depósito Legal: pp200602DC2167 ISSN: 1856-4550 Sociedad Latinoamericana de Hipertensión Dirección: Escuela de Medicina José María Vargas, Cátedra de Farmacología, piso 3. Esq. Pirineos. San José. Caracas-Venezuela. Telfs. 0212-5619871 E-mail: revistahipertension@gmail.com www.revistahipertension.com Comercialización y Producción: Felipe Alberto Espino Telefono: 0212-881.1907/ 0416-811.6195 / 0412-363.4540 E-mail: felipeespino7@gmail.com Diseño de portada y diagramación: Mayra Gabriela Espino Telefono: 0412-922.25.68
E-mail: mayraespino@gmail.com
68
Instrucciones a los Autores
ALCANCE Y POLÍTICA EDITORIAL
La revista Latinoamericana de Hipertensión es una publicación biomédica periódica, arbitrada, de aparición trimestral, destinada a promover la productividad científica de la comunidad nacional e internacional en el área de Sistema Cardiovascular; así como todas aquellas publicaciones vinculadas a la medicina práctica en esta área. Su objetivo fundamental es la divulgación de artículos científicos y tecnológicos originales y artículos de revisión por invitación del Comité Editorial, asimismo, se admiten informes de investigaciones de corte cualitativo o cuantitativo; todos deben ser trabajos inéditos, no se hayan sometidos o hayan publicados en otra revista. El manuscrito debe ir acompañado de una carta solicitud firmada por el autor principal y el resto de los autores responsables del mismo. Está constituida por un Comité de redacción, organizado por Editor en Jefe, Editores Ejecutivos y Comité Editorial. Los manuscritos que publica pueden ser de autores nacionales o extranjeros, residentes o no en Venezuela, en castellano o en ingles (los resúmenes deben ser en ingles y castellano). Esta revista está incluida en las bases de datos de publicaciones científicas en salud: SCIENCE CITATION INDEX EXPANDED (SciSearch) JOURNAL CITATION REPORTS/SCIENCE EDITION REDALYC (Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal) SCIELO (Scientific Electronic Library Online) LATINDEX (Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal) LIVECS (Literatura Venezolana para la Ciencias de la Salud) LILACS (Literatura Latinoamericana y del Caribe en Ciencias de la Salud) ELSEVIER BIBLIOGRAPHIC DATABASES: EMBASE, Compendex, GEOBASE, EMBiology, Elsevier BIOBASE, FLUIDEX, World Textiles, Scopus DRJI (Directory of Research Journal Indexing) PERIÓDICA (Índices de Revistas Latinoamericanas en Ciencias) REVENCYT (Índice y Biblioteca Electrónica de Revistas Venezolanas de Ciencias y Tecnología) SABER UCV A tales efectos, los manuscritos deben seguir las instrucciones siguientes: a.- Todo el proceso de revisión, edición y publicación se realiza vía correo electrónico y a través de la red, permitiendo de esta manera agilizar la edición, y que un amplio público pueda acceder de manera rápida y gratuita. b.- Los trabajos deben ser enviados como archivo en formato MS Word u openoffice no comprimido adjunto a un mensaje de correo electrónico en el que deben figurar: Los nombres y apellidos completos de todos los autores y el título del trabajo, el correo electrónico y dirección postal del autor de contacto. Después de haber recibido el trabajo enviaremos un correo electrónico como acuse de recibo. Orientaciones para la publicación Para la publicación de trabajos científicos en la revista Latinoamericana de Hipertensión, los mismos estarán de acuerdo con los requisitos originales para su publicación en Revistas Biomédicas, según el Comité Internacional de Editores de Revistas Biomédicas (Arch. lntern. Med. 2006:126(36):1-47), www.icmje.com. Además, los editores asumen que los autores de los artículos conocen y han aplicado en sus estudios la ética de experimentación Internacional, como es el caso de la Convención de Helsinki. En el caso de estudios clínicos hechos en Venezuela, debe mencionarse en la sección correspondiente a selección del paciente, si el estudio se realizo en apego a la Convención de Helsinki, Ley del ejercicio de la medicina y Normas de Investigación Clínica del Ministerio de Salud y Desarrollo Social, con el consentimiento informado y la aprobación del comité de ética correspondiente. Se aceptan como idiomas el español, francés, portugués e inglés. Los trabajos no deben pasar de un total de 25 páginas de extensión. Se debe revisar el trabajo eliminando todos los formatos ocultos innecesarios. Al comienzo del trabajo se debe incluir, y por este orden: título, autores, afiliación, dirección electrónica, resumen de no más de 200 palabras y listado de palabras clave. A continuación, en el caso de que el idioma no sea el inglés, versión en esta lengua del título (Title), resumen (Abstract) y palabras clave (Key words). Las referencias a artículos o libros figurarán en el texto, entre paréntesis, indicando el apellido del autor/a o autores/as y el año de edición, separados por una coma. Configuración de página Mecanografiar original a doble espacio, papel bond blanco, 216 x 279 mm (tamaño carta) con márgenes, Margen superior 2,4.Márgenes inferior, izquierdo y derecho 3. Encabezado 1,4. Pie de página 1,25. Sin citas a pie de página, en una sola cara del papel. Usar doble espacio en todo el original. Su longitud no debe exceder las 10 páginas, excluyendo el espacio destinado a figuras y leyendas (4-5) y tablas (4-5). Formato texto - Cada uno de los componentes del original deberá comenzar en página aparte, en la secuencia siguiente: a. Página del título. b. Resumen y palabras claves. c. Texto. d. Agradecimientos. e. Referencias. f. Tablas: cada una de las tablas en páginas apartes, completas, con título y llamadas al pie de la tabla. g. Para la leyenda de las ilustraciones: use una hoja de papel distinta para comenzar cada sección. Enumere las páginas correlativamente empezando por el título. El número de la página deberá colocarse en el ángulo superior izquierdo de la misma. La página del título deberá contener: - Título del artículo, en inglés y español conciso pero informativo. a. Corto encabezamiento de página, no mayor de cuarenta caracteres (contando letras y espacios) como pie de página, en la página del título con su respectiva identificación. b. Primer nombre de pila, segundo nombre de pila y apellido (con una llamada para identificar al pie de página el más alto grado académico que ostenta y lugar actual donde desempeña sus tareas el(los) autores. c. El nombre del departamento (s) o instituciones a quienes se les atribuye el trabajo. d. Nombre y dirección electrónica del autor a quien se le puede solicitar separatas o aclaratorias en relación con el manuscrito. e. La fuente que ha permitido auspiciar con ayuda económica: equipos, medicamentos o todo el conjunto. f. Debe colocarse la fecha en la cual fue consignado el manuscrito para la publicación. - La segunda página contiene un resumen en español y su versión en inglés, cada uno de los cuales tendrá de no más de 250 palabras. En ambos textos se condensan: propósitos de la investigación, estudio, método empleado, resultados (datos específicos, significados estadísticos si fuese posible) y conclusiones. Favor hacer énfasis en los aspectos nuevos e importantes del estudio o de las observaciones. Inmediatamente después del resumen, proporcionar o identificar como tales: 3-10 palabras claves o frases cortas que ayuden a los indexadores en la construcción de índices cruzados de su artículo y que puedan publicarse con el resumen, utilice los términos del encabezamiento temático (Medical Subject Heading) del lndex Medicus, cuando sea posible. - En cuanto al texto, generalmente debe dividirse en: introducción, materiales y métodos, resultados y discusión. Agradecimientos, sólo a las personas que han hecho contribuciones reales al estudio. Figuras, tablas y cuadros
- Deben ir centradas y dejar un espacio anterior 12. - Pies: Arial 10 normal justificada. Interlineado sencillo. Sangrado especial primera línea 0,50 cm. Espacio anterior 6 y posterior 12. No utilizar abreviaturas (Ejemplo Fig. 1 ó Tab. 1) sino palabra completa (Ejemplo Figura 1 ó Tabla 1). - Las tablas no deben ocupar más de una página, en caso de necesitar más espacio dividirla en varias y si no es posible incluirla como anexo. - Las figuras tipo imagen deben ser en formato JPG, PNG ó GIF con una resolución mínima aceptable que permita ver claramente su contenido. - Cuando se quiera presentar una sola figura a partir de varios cuadros de texto, seleccione los objetos y agrúpelos. - Es recomendable incluir en el manuscrito una hoja de leyendas de cada figura. Si se trata de microfotografías, citar la magnificación al microscopio ej. 50X y la técnica de coloración empleada. - La publicación de fotografías de pacientes identificables no esta permitida por razones éticas; enmascarar para que no sean identificables los pacientes. Ilustraciones: Deben ser de buena calidad; entregarlas separadas; las fotos, en papel brillante con fondo blanco, generalmente 9 x 12 cm. Las fotografías de especimenes anatómicos, o las de lesiones o de personas, deberán tener suficiente nitidez como para identificar claramente todos los detalles importantes. En caso de tratarse de fotos en colores, los gastos de su impresión correrán a cargo del autor(s) del trabajo. Lo mismo sucederá con las figuras que superen el número de cuatro. - Todas las figuras deberán llevar un rótulo engomado en el reverso y en la parte superior de la ilustración indicando número de la figura, apellidos y nombres de los autores. No escribir en la parte posterior de la figura. Si usa fotografía de personas, trate de que ésta no sea identificable o acompañarla de autorización escrita de la misma. Las leyendas de las ilustraciones deben ser mecanografiadas a doble espacio en página aparte y usar el número que corresponde a cada ilustración. Cuando se usen símbolos y fechas, números o letras para identificar partes en las ilustraciones, identifíquelas y explíquelas claramente cada una en la leyenda. Si se trata de microfotografía, explique la escala e identifique el método de coloración. Para el envío - Envíe un original inédito y dos copias impresas en un sobre de papel grueso, incluyendo copias fotográficas y figuras entre cartones para evitar que se doblen, simultáneamente envíe una versión electrónica en CD o a través del E-mail: latinoamericanadehipertension@gmail. com, indicando el programa de archivo. Las fotografías deben venir en sobre aparte. Los originales deben acompañarse de una carta de presentación del autor en la que se responsabiliza de la correspondencia en relación a los originales. En ella debe declarar que conoce los originales y han sido aprobados por todos los autores; el tipo de artículo presentado, información sobre la no publicación anterior en otra revista, congresos donde ha sido presentado y si se ha usado como trabajo de ascenso. - Acuerdo de asumir los costos de su impresión en caso de fotos a color, autorización para reproducir el material ya publicado o ilustraciones que identifiquen a personas. - Cuando se refiere a originales, queda entendido que no se enviará artículo sobre un trabajo que haya sido publicado o que haya sido aceptado para su publicación en otra revista. - Todos los trabajos serán consultados por lo menos por dos árbitros en la especialidad respectiva. - La revista Latinoamericana de Hipertensión, no se hace solidaria con las opiniones personales expresadas por los autores en sus trabajos, ni se responsabiliza por el estado en el que está redactado cada texto. - Todos los aspectos no previstos por el presente reglamento serán resueltos por la Junta Directiva de la Revista. Referencias - Las referencias serán individualizadas por números arábicos, ordenados según su aparición en el texto. La lista de referencias llevará por título “Referencias” y su ordenamiento será según su orden de aparición en el texto. Para su elaboración usar el sistema Internacional. - Las citas de los trabajos consultados seguirán los requisitos de uniformidad para manuscritos presentados a revistas Biomédicas, versión publicada en: Ann lntern Med. 2006; 126(36): 1-47, www.icmje.com. No se aceptarán trabajos que no se ajusten a las normas. Las mismas aparecerán al final del artículo y deberán ajustarse al siguiente formato: Libros: Apellido, Iníciales del nombre. (Año de publicación). Título en letra cursiva. Ciudad: Editorial. Cheek, D.A. (1992). Thinking constructively about Science, Technology, and Society education. New York: State University of New York Press. Capítulos de libros: Apellido, Iniciales del nombre. (Año de publicación). Título del capítulo. En Inicial del nombre, Apellido del editor (Ed.), Título del libro en letra cursiva (páginas que comprende el capítulo). Ciudad: Editorial. Solomon, J.P. (1989).The social construction of school science. En R. Millar (Ed.), Doing science: Images of science in science education (pp. 126-136). New York: Falmer Press. Artículos de revistas: Apellido, Iniciales del nombre. (Año de publicación). Título del artículo. Nombre de la revista en letra cursiva, volumen, número, páginas. Rubba, P.A. y J.A. Solomon (1989). An investigation of the semantic meaning assigned to concepts affiliated with STS education and of STS Intructional practices among a sample of exemplary science teachers. Journal of Research in Science Teaching, 4, 26, 687-702. Para cualquier consulta relacionada con el formato de los trabajos dirigirse al editor. Proceso de revisión Los trabajos enviados serán revisados anónimamente por dos evaluadores o revisores. No se aceptan trabajos ya publicados anteriormente, tanto en soporte papel como electrónico. Aceptación y publicación Todos los manuscritos aceptados serán publicados tanto impresa como electrónicamente trimestralmente. La salida de cada número será anunciada previamente a los incluidos en la lista de correos de latinoamericanadehipertension@gmail.com. No hay gastos de afiliación, de publicación ni de ningún otro tipo en la revista Latinoamericana de Hipertensiónl. La revista apoya las políticas para registro de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del International Committee of Medical Journall Editors (ICMJE), reconociendo la importancia de esas iniciativas para el registro y divulgación internacional de Información sobre estudios clínicos, en acceso abierto. En consecuencia, solamente se aceptarán para publicación, a partir de 2007, los artículos de investigaciones clínicas que hayan recibido un número de identificación en uno de los Registros de Ensayo Clínicos validados por los criterios establecidos por OMS e ICMJE, cuyas direcciones están disponibles en el sitio del ICMJE. El número de Identificación se deberá registrar al final del resumen.
Revista Latinoamericana de Hipertensión. Vol. 8 - Nº 3, 2013
A diponectin and leptin in pregnancy induced hypertension, a matter of weight La adiponectina y leptina en la hipertensión inducida por el embarazo, una cuestión de peso
1
Hugo Mendieta Zerón1 MD, MSc, PhD. Medical Sciences Research Center (CICMED), Autonomous University of the State of Mexico (UAEMex); Ciprés Grupo Médico (CGM), Asociación Científica Latina (ASCILA).
Introduction
Niveles bajos circulantes de adiponectina en conjunto con niveles altos de leptina han sido identificados como factores de riesgo noveles para diabetes y preeclampsia. Aun en presencia de embarazo normal, mujeres son sobrepeso embarazados tienen concentraciones bajas de adiponectina en comparación con aquellas normopeso. Más aún, niveles bajos de adiponectina en el primero trimestre es un factor de riesgo independiente para el desarrollo de diabetes mellitus gestacional (GDM). Concentraciones circulantes de leptina durante el embarazo, se elevan 2 o 3 veces por encima de lo observado en mujeres no gestantes, y se elevan aún más en preeclampsia. Desafortunadamente, no hay existen puntos de referencia reproducibles y validados para leptina mensuales en el embarazo. Es necesario estandarizar (si es necesario) los posibles valores de referencia de estas adipokinas como marcadores de desarrollo de preeclampsia.
Abstract
Resumen
Recibido: 16/04/2012
Aceptado: 20/06/2012
Low circulating levels of adiponectin and increased leptin have emerged as novel diabetic and preeclamptic risk factors. Even in the presence of a normal pregnancy, overweight pregnant women have a lower adiponectin concentration than those with a normal weight. Moreover, low concentrations of adiponectin in the first or early second trimester is an independent risk factor for the development of Gestational Diabetes Mellitus (GDM). Circulating leptin concentrations during pregnancy are elevated 2 to 3 fold above that observed in nonpregnant women, leptin concentrations are further elevated in preeclampsia. Unfortunately until now, there are not reproducible and widely accepted references for adiponectin and leptin for every month of pregnancy. So it is necesary to standardize the methodologies and propose posible values (if useful) of these adipokines as prognosis markers to develop preeclampsia.
Palabras Claves: adiponectina; diabetes gestacional; leptina; preeclampsia; diabetes tipo 2; peso.
Keywords: adiponectin; gestational diabetes; leptin; preeclampsia; type 2 diabetes mellitus; weight
aternal hormonal and metabolic factors related to the placenta, adipose tissue and the growth hormone axis are associated with the variation in insulin sensitivity seen during normal human pregnancy1. Obesity-mediated factors potentially may be relevant to the pathophysiologic relationship between weight gain and preeclampsia. Recently, low circulating levels of adiponectin and increased leptin and C-reactive protein (CRP) have emerged as novel diabetic risk factors; although their relevance to gestational diabetes mellitus (GDM) and subsequent diabetes has not been characterized. In the past decade, a growing body of evidence has identified two pathologic se-
quelae of obesity that may link adiposity to diabetic risk: increased serum leptin and low circulating levels of the insulin-sensitizing protein adiponectin2,3. Adiponectin Adiponectin, an adipokine produced abundantly by adipocytes, is the most abundant gene (AMP1) product of adipose tissue4, and circulates at high concentrations in the plasma5. This adipokine consists of three heterogeneous species of multimers that can exert differential biological effects: a) low-molecular-weight (LMW) trimers, b) medium-molecular-weight (MMW) hexamers and c) high-molecular weight (HMW) isoform6-8. Unlike other
51
adipokines, adiponectin concentrations are negatively correlated with adiposity9, suggesting that adipose tissue exerts a negative feedback on adiponectin production and/ or secretion. Adiponectin is postulated to play a role in the modulation of glucose and lipid metabolism in insulinsensitive tissues10,11, besides antiinflammatory properties12, thus providing a mechanistic molecular basis for the association between an excess fat depot and obesity-related complication including type 2 diabetes mellitus (2DM). Moreover, recent findings indicate that adiponectin has antiatherogenic, anti-diabetic and angiogenic properties13. 52
Data regarding circulating maternal adiponectin multimers concentrations in human pregnancy are limited14-16. Normal pregnancy is associated with alterations in maternal circulating adiponectin17-19 and with changes in the relative distribution of its isoforms20,21. In addition, even in the presence of a normal pregnancy, overweight pregnant women have a lower adiponectin concentration than those with a normal weight22. Moreover, low concentrations of adiponectin in the first or early second trimester is an independent risk factor for the development of GDM. Indeed, maternal adiponectin concentration < 6.4 Âľg/ml at 13 weeks of gestation is associated with a 4.6fold increased risk to develop GDM later in pregnancy23, suggesting a causal relationship between low circulating adiponectin and GDM24-26. Collectively, a growing body of evidence points to a key role of adiponectin in the pathophysiology of both 2DM and GDM. This hormone has been implicated in both the physiological adaptation to normal pregnancy and in obstetrical complications27. Circulating adiponectin concentrations decrease in insulin-resistant states, including 2DM11,28. Hypoadiponectinemia in pregnancy predicts postpartum insulin resistance, beta-cell dysfunction, and fasting glycaemia29. Low adiponectin levels in intra uterine growth restriction (IUGR) infants may actually predict the subsequent development of visceral fat and insulin resistance30. Previous studies have demonstrated that, in pregnancy, women with GDM exhibit evidence of sub-clinical inflammation and dysregulation of adipokines, including low circulating levels of both adiponectin and its HMW multimeric form21,23. In fact, both sub-clinical inflammation and hypoadiponectinemia may be chronic defects in this patient population, as increased CRP and low adiponectin in the first trimester have each been shown to independently predict the subsequent development of GDM later in pregnanc23. The significance of the current findings rests in the potential implications that a relationship between antepartum adiponectin and future 2DM could hold for diabetic risk stratification and modification. Specifically, it follows from these data that antepartum adiponectin concentration may provide a means of stratifying women with GDM with respect to their future risk of 2DM. Ideally, this information could help to target postpartum surveillance efforts to those women at the highest risk of de-
veloping diabetes. The availability of this predictor at the time of diagnosis in pregnancy may be particularly important, in light of the well-recognized sub-optimal rates of postpartum metabolic follow-up in women with GDM31. Secondly, the current data also suggest that chronic hypoadiponectinemia could provide a therapeutic target for risk modification in this patient population. In this respect, it is of interest to note that thiazolidinedione therapy, which has been shown to preserve beta-cell function and significantly reduce the risk of developing 2DM in women with a history of GDM32 is also known to increase adiponectin levels. It thus emerges that a pathophysiologic relationship between hypoadiponectinemia and diabetic risk following GDM could hold important clinical implications. Leptin The central source of leptin is the adipose tissue, although it can also be produced in other sites, including the placenta33,34, in fact, microarray experiments have demonstrated a higher expression profile of placental leptin gene in preeclamptic women than in normal pregnancies35. Leptin mainly acts by binding to specific central and peripheral receptors in the hypothalamus, adipose tissue, liver, and pancreatic beta-cells36. Leptin stimulates a negative energy balance by increasing energy expenditure and reducing food intake37. Rodents and humans lacking leptin or functional leptin receptors develop severe obesity and hyperphagia38. However, endogenous hyperleptinemia fails to stimulate body weight loss in obese individuals, suggesting that a state of leptin resistance is linked to the development of obesity39. Leptin receptor is a possible new candidate for the endocrine control of human pregnancy40. To maintain the increased energy intake in the face of increased adiposity and rising leptin levels, pregnant females become resistant to the central anorectic actions of leptin. In rats, pregnancy-induced leptin resistance is characterised by elevated neuropeptide Y (NPY) and reduced pro-opiomelanocortin (POMC) expression in the arcuate nucleus (Arc), reduced leptin receptor mRNA levels and suppression of leptin-induced phosphorylated signal transducer and activator of transcription-3 protein (STAT-3) in the ventromedial hypothalamic nucleus, as well as a loss of anorectic responses to both leptin and alpha-melantocyte-stimulating hormone (aMSH). This leptin-resistance may also cause central insulin resistance and an altered peripheral glucose homeostasis41. Even more, findings from a Chinese group suggest that the Lys656Asn polymorphism, a functional variant in the LEPR, and high leptin levels are risk factors for preeclampsia42. Leptin is produced in both maternal and fetal adipose tissues and the placenta43,44, while its receptors are abundant in the uterine endometrium, trophoblast, and the fetus45. Fetal adipose tissue is an important source of leptin and fetal leptin levels are strongly related to birth weight and fetal adiposity46-48. The role of leptin in placental function
Revista Latinoamericana de Hipertensión. Vol. 8 - Nº 3, 2013
has not been fully elucidated but it is supposed to play a role in the regulation of placental amino acid transport by activation of the JAK-STAT pathway49.
third trimester of pregnancy seems to be a good predictor for preeclampsia62. However, the exact mechanism underlying the increased plasma leptin levels in preeclampsia and the functional role of leptin in the development of hypertension need to be further clarified63. How the knowledge that leptin is associated to hypertension could be applied in clinical practice is still a matter of debate.
A possible leptin’s involvement in pathophysiological adaptations that define the foetal growth potential can be supported50, because this adipokine seems to be a critical factor for overall fetal development42,51. For example, maternal first trimester serum leptin demonstrates a significant negative association with neonatal weight in preeclamptic pregnancies and to a lesser extent in normotensive pregnancies.
Impaired Glucose Tolerance (IGT) during pregnancy is associated with leptin gene DNA methylation adaptations with potential functional impacts. These epigenetic changes provide novel mechanisms that could contribute to explaining the detrimental health effects associated with fetal programming, such as long-term increased risk of developing obesity and 2DM64.
Furthermore, a strong association between neonatal leptin levels, bone mineral content and estimated bone density has been confirmed, supporting a role for leptin in the process of fetal bone remodelling52. Leptin may play a role in the control of substrate utilization and in the maintenance and functional characteristics of fat mass before birth, producing permanent changes concerning adiposity and body composition in adult life.
Until now, there are several papers relating to leptin and adiponectin in pregnancy but we have found heteregenous results (Table 1). So it is necesary to standardize the methodologies and propose posibles values (if useful) as prognosis markers to develop preeclampsia.
Circulating leptin concentrations during pregnancy are elevated 2 to 3 fold above that observed in nonpregnant women, leptin concentrations are further elevated in the pregnancy complication preeclampsia and are lower in pregnancies complicated by IUGR53,54. However, clinical and experimental trials have not yet clarified the definite role of leptin in the pathophysiologic mechanisms of high-risk pregnancies55,56. Previous studies have demonstrated that plasma leptin concentrations are increased significantly during the third trimester of preeclamptic pregnancies in contrast to normal pregnancies57,58. Other studies have documented that plasma leptin levels are elevated even before preeclampsia had become clinically evident59-61. Amongst the groups involved in the study of leptin and preeclampsia our team has showed that a value above 40 ng/ml in the
Summary Maternal adipokines are related to several diseases. Being more specific, adiponectin has antiatherogenic, antidiabetic and angiogenic properties but in pregnancy overweight women have a lower adiponectin concentration than those with a normal weight. In relation to leptin, its concentrations during pregnancy are elevated 2 to 3 fold above the values observed in nonpregnant women, and are further elevated in preeclampsia. Our group has reported that in Mexican morbid obese women, a value higher than 40 ng/ml in the second trimester, is highly predictive of preeclampsia. To our best knowledge there isn’t any drug targeting at leptin receptor to explore new antihypertensive options.
Table 1. Comparative values reported for leptin and adiponectin in pregnancy*
8.48 9.18
28.9
9.87
6.88
5.06
25.8
17.8
4.89
9.61
12.79
5.7
4.5
3
32.9
35.7
35.8
8.88
6.946 9.632
15.11 22.64
IGT: impaired glucose test, GDM: gestational diabetes mellitus. * If necesary,values have been transformed into the same units, µg/ml for adiponectin and ng/ml for leptin.
6.019
3.022
Severe preeclampsia
Mild preeclampsia
Obesity
GDM
IGT
Normal
7
9 Severe preeclampsia
7
Obesity
GDM
8
Normal
IGT
GDM
IGT
Normal
Overweight
8
Overweight
Month 7
4 Normal
Adiponectin (µg/ml) Retnakaran R29 Mazaki-Tovi S18 Nien JK27;65 Nakatsukasa H66 Gao XL67 Kyriakakou M68 Leptin (ng/ml) Retnakaran R29 Bouchard L64 Nakatsukasa H66 Sucak A63 Kim KH69 Gao XL67 Kyriakakou M68
IGT
Normal
3
5.207
13
30
11.8
44.1 20 16.3 15.73 20.4
25.7
21 20.93
30.6
31.7
53
References
54
1
McIntyre HD, Chang AM, Callaway LK, et al. Hormonal and metabolic factors associated with variations in insulin sensitivity in human pregnancy. Diabetes Care. 2010; 33:356-360.
2
Pickup JC, Crook MA. Is type II diabetes mellitus a disease of the innate immune system? Diabetologia. 1998; 41:1241-1248.
3
Retnakaran R, Hanley AJ, Raif N, et al. Reduced adiponectin concentration in women with gestational diabetes: a potential factor in progression to type 2 diabetes. Diabetes Care. 2004; 27:799-800.
4
Hu E, Liang P, Spiegelman BM. AdipoQ is a novel adipose-specific gene dysregulated in obesity. J Biol Chem. 1996; 271:10697-10703.
5
Kershaw EE, Flier JS. Adipose tissue as an endocrine organ. J Clin Endocrinol Metab. 2004; 89:2548-2556.
6
Aso Y, Yamamoto R, Wakabayashi S, et al. Comparison of serum highmolecular weight (HMW) adiponectin with total adiponectin concentrations in type 2 diabetic patients with coronary artery disease using a novel enzyme-linked immunosorbent assay to detect HMW adiponectin. Diabetes. 2006; 55:1954-1960.
7
Mazaki-Tovi S, Romero R, Vaisbuch E, et al. Maternal serum adiponectin multimers in gestational diabetes. J Perinat Med. 2009; 37:637-650.
8
Tsao TS, Tomas E, Murrey HE, et al. Role of disulfide bonds in Acrp30/ adiponectin structure and signaling specificity. Different oligomers activate different signal transduction pathways. J Biol Chem. 2003; 278:50810-50817.
9
Arita Y, Kihara S, Ouchi N, et al. Paradoxical decrease of an adiposespecific protein, adiponectin, in obesity. Biochem Biophys Res Commun. 1999; 257:79-83.
10 Berg AH, Combs TP, Du X, et al. The adipocyte-secreted protein Acrp30 enhances hepatic insulin action. Nat Med. 2001; 7:947-953. 11 Schondorf T, Maiworm A, Emmison N, et al. Biological background and role of adiponectin as marker for insulin resistance and cardiovascular risk. Clin Lab. 2005; 51:489-494. 12 Schulze MB, Rimm EB, Shai I, et al. Relationship between adiponectin and glycemic control, blood lipids, and inflammatory markers in men with type 2 diabetes. Diabetes Care. 2004; 27:1680-1687. 13 Fantuzzi G. Adipose tissue, adipokines, and inflammation. J Allergy Clin Immunol. 2005; 115:911-919. 14 Catalano PM, Hoegh M, Minium J, et al. Adiponectin in human pregnancy: implications for regulation of glucose and lipid metabolism. Diabetologia. 2006; 49:1677-1685. 15 Fasshauer M, Waldeyer T, Seeger J, et al. Circulating high-molecularweight adiponectin is upregulated in preeclampsia and is related to insulin sensitivity and renal function. Eur J Endocrinol. 2008; 158:197201. 16 Takemura Y, Osuga Y, Koga K, et al. Selective increase in high molecular weight adiponectin concentration in serum of women with preeclampsia. J Reprod Immunol. 2007; 73:60-65. 17 Mazaki-Tovi S, Kanety H, Pariente C, et al. Determining the source of fetal adiponectin. J Reprod Med. 2007; 52:774-778. 18 Mazaki-Tovi S, Kanety H, Pariente C, et al. Maternal serum adiponectin levels during human pregnancy. J Perinatol. 2007; 27:77-81. 19 Mazaki-Tovi S, Kanety H, Sivan E. Adiponectin and human pregnancy. Curr Diab Rep. 2005; 5:278-281.
20 Mazaki-Tovi S, Romero R, Vaisbuch E, et al. Maternal serum adiponectin multimers in preeclampsia. J Perinat Med. 2009; 37:349-363. 21 Retnakaran R, Connelly PW, Maguire G, et al. Decreased high-molecular-weight adiponectin in gestational diabetes: implications for the pathophysiology of Type 2 diabetes. Diabet Med. 2007; 24:245-252. 22 Girouard J, Giguere Y, Moutquin JM, et al. Previous hypertensive disease of pregnancy is associated with alterations of markers of insulin resistance. Hypertension. 2007; 49:1056-1062. 23 Williams MA, Qiu C, Muy-Rivera M, et al. Plasma adiponectin concentrations in early pregnancy and subsequent risk of gestational diabetes mellitus. J Clin Endocrinol Metab. 2004; 89:2306-2311. 24 Ategbo JM, Grissa O, Yessoufou A, et al. Modulation of adipokines and cytokines in gestational diabetes and macrosomia. J Clin Endocrinol Metab. 2006; 91:4137-4143. 25 Kinalski M, Telejko B, Kuzmicki M, et al. Tumor necrosis factor alpha system and plasma adiponectin concentration in women with gestational diabetes. Horm Metab Res. 2005; 37:450-454. 26 Tsai PJ, Yu CH, Hsu SP, et al. Maternal plasma adiponectin concentrations at 24 to 31 weeks of gestation: negative association with gestational diabetes mellitus. Nutrition. 2005; 21:1095-1099. 27 Nien JK, Mazaki-Tovi S, Romero R, et al. Plasma adiponectin concentrations in non-pregnant, normal and overweight pregnant women. J Perinat Med. 2007; 35:522-531. 28 Weyer C, Funahashi T, Tanaka S, et al. Hypoadiponectinemia in obesity and type 2 diabetes: close association with insulin resistance and hyperinsulinemia. J Clin Endocrinol Metab. 2001; 86:1930-1935. 29 Retnakaran R, Qi Y, Connelly PW, et al. Low adiponectin concentration during pregnancy predicts postpartum insulin resistance, beta cell dysfunction and fasting glycaemia. Diabetologia. 2010; 53:268-276. 30 Cianfarani S, Martinez C, Maiorana A, et al. Adiponectin levels are reduced in children born small for gestational age and are inversely related to postnatal catch-up growth. J Clin Endocrinol Metab. 2004; 89:1346-1351. 31 Clark HD, Graham ID, Karovitch A, et al. Do postal reminders increase postpartum screening of diabetes mellitus in women with gestational diabetes mellitus? A randomized controlled trial. Am J Obstet Gynecol. 2009; 200:634-637. 32 Buchanan TA, Xiang AH, Peters RK, et al. Preservation of pancreatic beta-cell function and prevention of type 2 diabetes by pharmacological treatment of insulin resistance in high-risk hispanic women. Diabetes. 2002; 51:2796-2803. 33 Hoggard N, Haggarty P, Thomas L, et al. Leptin expression in placental and fetal tissues: does leptin have a functional role? Biochem Soc Trans. 2001; 29:57-63. 34 Christou H, Serdy S, Mantzoros CS. Leptin in relation to growth and developmental processes in the fetus. Semin Reprod Med. 2002; 20:123-130. 35 Kang JH, Song H, Yoon JA, et al. Preeclampsia leads to dysregulation of various signaling pathways in placenta. J Hypertens. 2011;29:928-936. 36 Auwerx J, Staels B. Leptin. Lancet. 1998; 351:737-742. 37 Ahima RS, Flier JS. Leptin. Annu Rev Physiol. 2000; 62:413-437. 38 Montague CT, Farooqi IS, Whitehead JP, et al. Congenital leptin deficiency is associated with severe early-onset obesity in humans. Nature. 1997; 387:903-908.
Revista Latinoamericana de Hipertensión. Vol. 8 - Nº 3, 2013 39 Krechowec SO, Vickers M, Gertler A, et al. Prenatal influences on leptin sensitivity and susceptibility to diet-induced obesity. J Endocrinol. 2006; 189:355-363. 40 Toth B, Fischl A, Scholz C, et al. Insulin and leptin receptors as possible new candidates for endocrine control in normal and disturbed human pregnancy. Mol Hum Reprod. 2009; 15:231-239. 41 Ladyman SR, Augustine RA, Grattan DR. Hormone interactions regulating energy balance during pregnancy. J Neuroendocrinol. 2010; 22:805-817. 42 Wang S, Qiao FY, Feng L. High leptin level and leptin receptor Lys656Asn variant are risk factors for preeclampsia. Genet Mol Res. 2013;12:2416-2422. 43 Alexe DM, Syridou G, Petridou ET. Determinants of early life leptin levels and later life degenerative outcomes. Clin Med Res. 2006; 4:326-335. 44 Mostyn A, Keisler DH, Webb R, et al. The role of leptin in the transition from fetus to neonate. Proc Nutr Soc. 2001; 60:187-194. 45 Hassink SG, de LE, Sheslow DV, et al. Placental leptin: an important new growth factor in intrauterine and neonatal development? Pediatrics. 1997; 100:E1. 46 Clapp JF, III, Kiess W. Cord blood leptin reflects fetal fat mass. J Soc Gynecol Investig. 1998; 5:300-303. 47 Geary M, Herschkovitz R, Pringle PJ, et al. Ontogeny of serum leptin concentrations in the human. Clin Endocrinol (Oxf). 1999; 51:189-192. 48 Geary M, Pringle PJ, Persaud M, et al. Leptin concentrations in maternal serum and cord blood: relationship to maternal anthropometry and fetal growth. Br J Obstet Gynaecol. 1999; 106:1054-1060. 49 von Versen-Hoynck F, Rajakumar A, Parrott MS, et al. Leptin affects system A amino acid transport activity in the human placenta: evidence for STAT3 dependent mechanisms. Placenta. 2009; 30:361-367. 50 Papastefanou I, Samolis S, Panagopoulos P, et al. Correlation between maternal first trimester plasma leptin levels and birth weight among normotensive and preeclamptic women. J Matern Fetal Neonatal Med. 2010; 23:1435-1443. 51 Reitman ML, Bi S, Marcus-Samuels B, et al. Leptin and its role in pregnancy and fetal development--an overview. Biochem Soc Trans. 2001; 29:68-72. 52 Javaid MK, Godfrey KM, Taylor P, et al. Umbilical cord leptin predicts neonatal bone mass. Calcif Tissue Int. 2005; 76:341-347. 53 Catov JM, Patrick TE, Powers RW, et al. Maternal leptin across pregnancy in women with small-for-gestational-age infants. Am J Obstet Gynecol. 2007; 196:558. 54 Yildiz L, Avci B, Ingec M. Umbilical cord and maternal blood leptin concentrations in intrauterine growth retardation. Clin Chem Lab Med. 2002; 40:1114-1117.
55 Henson MC, Castracane VD. Leptin in pregnancy: an update. Biol Reprod. 2006; 74:218-229. 56 Lepercq J, Catalano P, Hauguel de MS. [Leptin in pregnancy: facts, questions and future]. Gynecol Obstet Fertil. 2007; 35:89-95. 57 Hendler I, Blackwell SC, Mehta SH, et al. The levels of leptin, adiponectin, and resistin in normal weight, overweight, and obese pregnant women with and without preeclampsia. Am J Obstet Gynecol. 2005; 193:979-983. 58 Ozkan S, Erel CT, Madazli R, et al. Serum leptin levels in hypertensive disorder of pregnancy. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol. 2005; 120:158-163. 59 Chan TF, Su JH, Chung YF, et al. Elevated amniotic fluid leptin levels in pregnant women who are destined to develop preeclampsia. Acta Obstet Gynecol Scand. 2006; 85:171-174. 60 Iftikhar U, Khoja A, Mehjabeen, et al. Evaluation of serum leptin levels during normal pregnancy and in pre-eclampsia. J Ayub Med Coll Abbottabad. 2008; 20:137-140. 61 Anim-Nyame N, Sooranna SR, Steer PJ, et al. Longitudinal analysis of maternal plasma leptin concentrations during normal pregnancy and pre-eclampsia. Hum Reprod. 2000; 15:2033-2036. 62 Mendieta Zerón H, García Solorio VJ, Nava Díaz PM, et al. Hyperleptinemia as a prognostic factor for preeclampsia: a cohort study. Acta Medica (Hradec Kralove). 2012;55:165-171. 63 Sucak A, Kanat-Pektas M, Gungor T, et al. Leptin levels and antihypertensive treatment in preeclampsia. Singapore Med J. 2010; 51:39-43. 64 Bouchard L, Thibault S, Guay SP, et al. Leptin gene epigenetic adaptation to impaired glucose metabolism during pregnancy. Diabetes Care. 2010; 33:2436-2441. 65 Nien JK, Mazaki-Tovi S, Romero R, et al. Adiponectin in severe preeclampsia. J Perinat Med. 2007; 35:503-512. 66 Nakatsukasa H, Masuyama H, Takamoto N, et al. Circulating leptin and angiogenic factors in preeclampsia patients. Endocr J. 2008; 55:565-573. 67 Gao XL, Yang HX, Zhao Y. Variations of tumor necrosis factor-alpha, leptin and adiponectin in mid-trimester of gestational diabetes mellitus. Chin Med J (Engl ). 2008; 121:701-705. 68 Kyriakakou M, Malamitsi-Puchner A, Militsi H, et al. Leptin and adiponectin concentrations in intrauterine growth restricted and appropriate for gestational age fetuses, neonates, and their mothers. Eur J Endocrinol. 2008; 158:343-348. 69 Kim KH, Kim YJ, Lee S, et al. Evaluation of plasma leptin levels & BMI as predictor of postpartum weight retention. Indian J Med Res. 2008; 128:595-600.
55
C
inética urinaria del antimonial pentavalente (Ulamina®) después de administración intramuscular en voluntarios Urinary Kinetics of pentavalent antimony (Ulamina®) after intramuscular administration in volunteers Laura Cristina Vásquez* ++, Nelson Vicuña-Fernández* ++, Libia Vásquez* + , Elina Rojas** ++, José Scorza D** +, Sabrina López*** +, Yaneira Petit*** ++. *Laboratorio de Farmacología. Escuela de Medicina Extensión Valera. Facultad de Medicina. Universidad de Los Andes. **Instituto Experimental ¨José Witremundo Torrealba¨, Núcleo Universitario Rafael Rangel Universidad de Los Andes. ***Laboratorio de Espectrometría Molecular. Facultad de Ciencias. Universidad de Los Andes. + MSc ++ PhD
56
e estudio la cinética urinaria de Ulamina después de administración intramuscular única de 5 mg.kg-1 a 5 voluntarios. Las muestras fueron colectadas y cuantificadas en los intervalos 0-6, 6-12, 12-18 y 18-24 horas después del tratamiento. La determinación SbIII, SbV y SbTotal se practico mediante espectroscopia de absorción atómica. Los voluntarios fueron monitoreados clínica y paraclinicamente antes y después del tratamiento. No hubo evidencias de reacciones adversas. Se elaboraron curvas de droga acumulada en orina vs. tiempo (du vs. t). Cantidad remanente a ser excretada (ARE) vs. tiempo (gráficos de Sigma-minus), tasa de eliminación (Kel) = 0,056 h-1, vida media (t1/2) = 13, 68 h, tasa de excreción urinaria de procesos de primer orden (Ku) = 0.014 mg/Lxh-1 y depuración renal (V) = 0, 11 L/h. Todas las muestras urinarias contenían SbIII (20,22%), en algunos casos la relación SbV/SbIII fue 50% del SbTotal biodisponible. Se excreto 20,70% de la dosis administrada. Palabras claves: Antimonio pentavalente, Ulamina, cinética urinaria, voluntarios.
Introducción
Aceptado: 20/06/2012
Abstract
Resumen
Recibido: 16/04/2012
as leishmaniasis son enfermedades parasitarias producidas por especies del genero Leishmania, un parasito hemoflagelado que muestra predilección por los fagolisosomas del sistema fagocitico mononuclear. En orden creciente de afección sistémica y posible gravedad, la enfermedad se ha clasificado en lesiones cutáneas (LC), con cicatrización espontánea y que suelen dejar cicatrices deformantes, lesiones
he urinary kinetics of Ulamina was studied following intramuscular administration single dose of 5 mg.kg-1 to five volunteers. The urinary samples were collected and cuantificated at the intervals: 0-6, 6-12, 12-18 and 18-24 hours following treatment. Determination SbIII, SbV and SbTotal were carried out using atomic absorption spectrometer. The volunteers were monitoring before and after administration of Ulamina. Don’t have evident of adverse reactions. Its make curves of accumulated drugs in urine vs. time (du vs. t). Amount remaining to be excreted (ARE) vs. time (Sigma-minus graphic), rate of elimination (Kel) = 0,056 h-1, half-life (t1/2) = 13, 68 h, rate of urinary excretion of first order process (Ku) = 0.014 mg/Lxh-1 and renal clearence (V) = 0, 11 L/h. All urinary samples had SbIII (20, 22%), in some cases the relationship SbV/SbIII were 50% of SbTotal biodisponibility. On the doses administered it’s was excreted 20, 70%. Keys words: Antimony pentavalent, Ulamina, urinary kinetics, volunteers.
mucosas (LM), lesiones cutáneas difusas (LCD), y la afección visceral que amenaza la vida del paciente, pues el parasito infiltra las células fagociticas de los tejidos y órganos internos (LV), ninguna de las formas precedentes muestra resolución sin tratamiento1. El tratamiento convencional emplea antimoniales pentavalentes SbV- estibogluconato sódico (Pentostam®) y antimoniato de meglumina (Glucantime®)- aunque estos
Revista Latinoamericana de Hipertensión. Vol. 8 - Nº 3, 2013
pueden tener efectos adversos graves, que disminuyen el cumplimiento del tratamiento, habitualmente reversibles a nivel musculo esquelético, renal, hepático o cardiaco, cuando se administran por vía parenteral. En un intento por disminuirlos se han propuesto pautas de tratamiento mas cortas (10 días) en casos sin riesgo de diseminación mucosa2, 3. Recientemente se a despertado el interés en confirmar la eficacia de formulaciones genéricas de estos preparados de bajo costo, y han resultado una alternativa terapéutica en países con alta morbimortalidad por parásitos Leishmania. En Venezuela, el antimoniato de meglumina comercial es costoso y tiene disponibilidad limitada debido a los montos de importación o la carencia de sintesis local. Motivado a lo anterior se ha sintetizado una formulación genérica de SbV, Ulamina, en el Laboratorio de Quimioterapia y Control del Instituto de Investigaciones José Witremundo Torrealba, adscrito a la Universidad de Los Andes4,5,6, con ello ha disminuido localmente el costo global del tratamiento y se ha mantenido la respuesta y tolerabilidad clínica de las formulaciones comerciales, cuando se administra perilesionalmente7. Como parte de los estudios de farmacología clínica del preparado en cuestión, se propone calcular los parámetros cinéticos urinarios, bajo la premisa de que al cuantificar la excreción urinaria de una cantidad de fármaco o fracción de dosis del mismo por unidad de tiempo- velocidad de excreción- se obtendrá un parámetro fundamental en Farmacocinética. La velocidad de excreción urinaria suele expresarse como una relación masa/tiempo, y se representa gráficamente mediante las curvas de excreción urinaria, llamadas directas o distributivas, que reflejan el tránsito temporal del fármaco en el organismo. Su significación farmacocinética consiste en reflejar las cantidades excretadas a partir del plasma y como dato complementario de los parámetros de cinética plasmática, lo cual justifica su estudio detallado especialmente para el establecimiento de pautas posológicas8. Hoy existe la tendencia a considerar las curvas de excreción urinaria complementarias a las de niveles plasmáticos ya que en muchos casos actúan como criterios confirmativos.
Voluntarios: se incorporaron 5 voluntarios de ambos sexos sanos, con una edad promedio de 28 años (rango 18 y 34 años). Los procedimientos y posibles riesgos implícitos en la administración del fármaco fueron explicados a los participantes, siguiendo las instrucciones del Comité de Bioética del Instituto José Witremundo Torrealba NURRULA. Los voluntarios fueron compensados por su participación. Criterios de exclusión: alergia conocida al antimonial,
Se elaboro una historia clínica a cada participante y los siguientes procedimientos antes y después de la administración del fármaco: examen físico, peso, ECG, hematología completa, funcionalismo hepático, pancreático, renal. Material farmacológico y dosificación: Ulamina (pentacloruro de antimonio + N-metil-glucamina) a una concentración de 0,3g/ml de antimonio pentavalente, administrada vía intramuscular a una dosis única de 5 mg.kg-1 de peso de antimonio pentavalente. Diseño Experimental: Después de aplicada la dosis correspondiente, en cada voluntario se recolecto y midió el volumen urinario en los intervalos: 0-6, 6-12, 12-18 y 18-24 horas. Se reservaron muestras de 50 ml por intervalo, previa agitación de la muestra del intervalo correspondiente. Estas se mantuvieron refrigeradas y almacenadas hasta su análisis para especiación y cuantificación. Métodos Analíticos: La concentración de antimonio total (SbTotal) y sus especies (SbV y SbIII) fue determinada mediante espectrofotometría de absorción atómica acoplado con generación de hidruros utilizando un espectofotómetro de Absorción Atómica Varian-Techtron modelo AA-1475. Los límites de detección (tomando 3 veces la desviación estándar relaiva al blanco) obtenidos, fueron de 1,02 μg l-1 para SbIII y 0,58 μg l-1 SbV, respectivamente. La concentración de antimonio SbTotal fue calculado mediante la suma de las concentraciones de ambas especies9,10. 1. Análisis Farmacocinético: Se elaboraron curvas de droga acumulada en orina vs. tiempo (du vs. t). Cantidad remanente a ser excretada (ARE) vs. tiempo (gráficos de Sigma-minus), tasa de eliminación (Kel), vida media (t1/2) h, tasa de excreción urinaria de procesos de primer orden (Ku) mg/Lxh-1 y depuración renal (V)8,11,12,13 . Análisis estadístico: Se obtuvieron promedios y desviación estándar. A los gráficos de tasa de tasa de excreción urinaria y de ARE se les practicó análisis de regresión lineal (SPSS versión 15.0).
Resultado
Método
Los objetivos del presente estudio fueron determinar las constantes cinéticas urinarias que caracterizan a la Ulamina y cuantificar y analizar las especies de antimonio presentes en la orina y su porcentaje de reducción, después de su administración por vía intramuscular a voluntarios sanos.
embarazo, anemia, tiempo de protrombina anormal, pruebas de funcionalismo renal, hepática, pancreática o cardiaca alterada y cualquier tratamiento farmacológico previo.
a tabla 1 muestra las concentraciones de SbIII y SbV detectados en la orina de voluntarios que recibieron Ulamina y la relación de SbIII respecto al SbV, evidenciándose amplia variación intraespecífica en la capacidad para convertir SbV en su metabolito. El gráfico 1 muestra la droga acumulada en orina, también llamadas curvas acumulativas de droga en orina en función del tiempo, para los cinco voluntarios que recibie-
57
ron Ulamina por vía intramuscular, la cantidad máxima de droga excretada fue en promedio de 67,39 mg y ésta se alcanzó en un tiempo máximo de excreción de 24 horas, con un rango de 138,63 y 28,02 mg para el primer y tercer voluntario respectivamente, rango coincidente con el máximo y mínimo volumen urinario emitido. Estas curvas definen una trayectoria ascendente a medida que progresa la excreción del fármaco, hasta que, cuando ya no queda fármaco por excretar en el organismo, la curva se vuelve asintótica (paralela al eje de la abscisas, valor de Du∞).
58
En el gráfico 2 se muestra la tasa de excreción urinaria (δDu/δt) en función del tiempo para el voluntario 3, empleando el valor de las pendientes obtenidas, se calculo la constante de eliminación (kel) y la vida media (t1/2) para los 5 sujetos experimentales, cuyos valores medios y desviaciones estándares fueron 0,057(0,02) y 13,68(5,07) respectivamente. El gráfico 3 representa la transformación en curvas de cantidades remanentes y se obtienen restando del valor asintótico (es decir de dU∞) los valores de dU obtenidos a cada tiempo (método denominado Sigma-menos) permiten presentar la cantidad o fracción de la dosis que falta por excretarse (dU∞ - dU), es decir remanentes en el organismo si la administración ha sido intravascular o remanentes en el organismo y en el lugar de absorción si la administración ha sido extravasal. Estas curvas permiten con frecuencia, aunque no siempre, mayor aproximación que las distributivas o directas en lo que atañe al cálculo de constantes. Al igual que para los gráficos anteriores, a partir de la línea de regresión se obtuvo el valor de la pendiente y calculó la constante de eliminación (kel) y la vida media (t1/2) para los cinco voluntarios, cuyos valores promedios y desviaciones estándares fueron 0,06(0,03) y 14,14(8,3) respectivamente, ver tabla 2. Es de resaltar, como lo muestran los resultados, que ambos procedimientos pueden ser empleados indistintamente para calcular estos parámetros de eliminación, cuando no se cuenta con datos plasmáticos sino solamente urinarios. La tabla 3 presenta en porcentaje de excreción urinaria de antimonio total en voluntarios sanos que recibieron Ulamina por vía intramuscular
Gráfico 1. Cantidad máxima de antimonio excretado en orina de voluntarios sanos a quienes se les administró Ulamina IM
Gráfico 2. Tasa de excreción urinaria (dDu/dt) de antimonio en función del tiempo Voluntario 3
Gráfico 3. Cantidad de droga a excretarse (ARE) enfunción del tiempo en el voluntario 1
Revista Latinoamericana de Hipertensión. Vol. 8 - Nº 3, 2013 Tabla 1. Especiación urinaria de antimonio trivalente y pentavalente en voluntarios sanos que recibieron Ulamina por vía intramuscular Muestra
Sb III
Promedio
SbV (mg/L )
Sb total
Porcentaje Promedio
(mg/L)
(mg/L)
Sb III/V+
%
1 (0-6)
2,87
58,37
61,24
4,68
9,5
1 (6-12)
4,23
41,19
45,43
9,31
0,04 0,10
1 (12-18)
6,51
40,20
46,71
13,93
0,16
1 (18-24)
4,37
38,07
42,44
10,29
2 (0-6)
4,89
61,47
66,37
7,36
2 (6-12)
5,62
32,11
37,74
14,89
0,17
2 (12-18)
1,72
31,31
33,03
5,20
0,05
2 (18-24)
1,85
28,62
30,47
6,07
0,06
3 (0-6)
2,45
45,97
48,42
5,05
3 (6-12)
5,84
13,52
19,36
30,16
0,43
3 (12-18)
2,98
11,23
14,21
20,97
0,26
0,10
0,11 8,38
0,07
21,69
0,08
0,05
3 (18-24)
4,17
9,47
13,63
30,59
4 (0-6)
4,30
55,23
59,53
7,22
4 (6-12)
4,37
11,38
15,94
27,41
0,37
4 (12-18)
4,37
8,22
12,59
34,71
0,53
4 (18-24)
4,63
4,05
8,68
53,34
5 (0-6)
3,26
44,44
47,70
6,83
5 (6-12)
8,23
16,68
24,91
33,03
0,49
5 (12-18)
7,92
14,86
22,78
34,76
0,53
5 (18-24)
8,23
8,56
16,79
49,01
0,96
0,29 59
0,44 30,67
0,07
0,52
1,14 30,90
0,07
0,51
+ Relación antimonio trivalente respecto al pentavalente
Tabla 2. Datos urinarios de antimonio en voluntarios sanos que recibieron Ulamina por vía intramuscular Intervalo Concentración (Hs)
(mg/l)
Sb Total Sb Acumulado Tasa Excreción (Du mg)
(Du mg)
dDu/dt (mg/h)
Kel
t1/2
h-1
Ku
61,24
21,43
21,43
3,57
1 (6-12)
45,43
56,78
78,21
9,46
91.50
1 (12-18)
46,71
51,94
130,15
8,65
39.56
1 (18-24)
42,44
8,48
138,63
1,41
31.00
2 (0-6)
66,37
18,31
18,31
3,05
2 (6-12)
37,74
12,71
31,02
2,11
2 (12-18)
33,03
21,96
52,98
3,66
86.99
2 (18-24)
30,47
14,62
67,6
2,43
72.37
3 (0-6)
48,42
16,41
16,41
3,28
3 (6-12)
19,36
5,71
22,12
0,95
17.34
3 (12-18)
14,21
1,13
23,25
0,18
16.21
3 (18-24)
13,63
4,77
28,02
0,79
11.44
4 (0-6)
59,53
20,41
20,41
3,40
4 (6-12)
15,94
9,21
29,62
1,53
16.54
4 (12-18)
12,59
8,49
38,11
1,41
8.05
0.034
15,06
20.0
148.28
0,069
0.096
10.04
7.21
0,49
23.05 0,004 0,05
25.75
8,68
2,95
47,70
14,31
14,31
2,38
5 (6-12)
24,91
16,68
30,99
2,78
49.75
5 (12-18)
22,78
25,74
56,73
4,29
24.01
5 (18-24)
16,79
4,95
61,68
0,82
DS
0,32
108.05
5 (0-6)
Ku= constante de eliminación urinaria de primer orden
0,33
120.76 0,017 0,07
4 (18-24)
Promedio
V
Du∞-Du mg/Lxh-1 L/h
1 (0-6)
41,06
0,046
ARE
h
0,008
0,05
5.10 0.043
16.11
66.43 0,009 0,01
19.06 0,057 0,02
13,68 5,07
0,014 0,01
0,11 0,1
Tabla 3. Porcentaje de excreción urinaria de antimonio en voluntarios sanos que recibieron Ulamina por vía intramuscular
60
Discusión
Voluntario
Dosis
Du Acumulado Porcentaje
mg
mg
1
265
138,63
52,31
2
260
67,6
26,00
3
380
28,02
7,37
4
375
41,06
10,94
5
390
26,87
6,88
os procesos de excreción de droga por el riñón están afectados por la fisiología corporal e involucran muchas variables. Un modelo realista para cuantificar la excreción renal de droga es considerar la naturaleza cinética de los procesos de eliminación, representados a nivel de excreción renal, por la filtración glomerular, la reabsorción tubular pasiva y la excreción tubular activa. El primero y el último de estos mecanismos conducen a una pérdida de fármaco en plasma, pero el segundo representa una ganancia. En conjunto la velocidad de excreción urinaria de cualquier fármaco (dU/dt) equivale a la suma algebraica de las velocidades instantáneas de estos mecanismos a lo largo del proceso de excreción global, y se concreta en una pérdida dada de fármaco en organismo por unidad de tiempo, que se recupera en la orina y puede cuantificarse13. Es conocido que la principal ruta de eliminación de SbV es renal14,15,16,17. Dado que el clearance o depuración renal esta definido como el volumen de plasma que es aclarado de droga por unidad de tiempo a través del riñón, de forma similar podría ser definido como una fracción constante del volumen de distribución en el que esta contenida la droga y que es excretada por el riñón por unidad de tiempo, y puede ser obtenida también mediante el producto de Ku (constante de eliminación urinaria de primer orden) por el volumen de distribución Vd), el valor promedio de este en los voluntarios fue de 0.11 L/h. El mecanismo de reducción sistémica es desconocido, se ha reportado que esta conversión ocurre principalmente en el hígado y otros tejidos capaces de fijar antimonio17. No obstante, se comprobó amplia variación intraespecífica, pues en todas las muestras urinarias obtenidas a partir de los intervalos pautados de recolección, se identifico la presencia de SbIII en un rango porcentual de 8,38 en un voluntario a 30, 90 mg/L en otro, y un valor promedio de 20,22%. La literatura reporta que cerca de un 20% del antimonio plasmático esta presente en la forma trivalente después de la administración de antimonial pentavalente, en el presente trabajo se corroboró este fenómeno18.
Promedio ES 20,70
DS
8,63 19,3
Al calcular la relación antimonio trivalente respecto al pentavalente también se encontró amplias variaciones intraespecíficas con un rango de 0,08 a 0,52, en este caso, casi la mitad del antimonio pentavalente biodisponible fue convertido en antimonio trivalente y en consecuencia así fue eliminado. La farmacocinética de los compuestos antimoniales empleados en la práctica médica, resulta impredecible en la mayoría de los casos y ha mostrado modificar la respuesta individual a su aplicación17, de allí la importancia de realizar estudios cinéticos que permitan dar una aproximación mas real a la posología optima, con esta investigación se ha probado que los datos urinarios, de fácil recolección almacenamiento, podrían resultar en un aporte valioso para en estudio de este fenómeno. Se encontró que la constante de eliminación (kel) y la vida media (t1/2) para los 5 sujetos experimentales obtenidas a partir de los gráficos de tasa de excreción urinaria (dDu/dt) en función del tiempo fueron 0,057 (0,02) h-1 y 13,68 (5,07) h, y obtenidas a partir de los gráficos de ARE kel= 0,060 (0,03) y t1/2= 14.14 (8.3) respectivamente, confirmándose en consecuencia que a partir de la tasa de excreción urinaria y ARE se pueden calcular parámetros cinéticos de eliminación en ausencia de datos plasmáticos. A diferencia de lo reportado tradicionalmente en la literatura, el porcentaje promedio de la dosis de Ulamina excretada a través de la orina después de 24 horas fue de 20,7018. Sugiriendo con ello que el compuesto podría acumularse después de aplicaciones continuas, requiriendo entonces una reducción de la misma.
Revista Latinoamericana de Hipertensión. Vol. 8 - Nº 3, 2013
Referencias 1.- Vásquez L. Terapéutica antileishmania: revisando el pasado, el presente y el futuro. Gac. Med Caracas 2009;117(2):93-110. 2.- del Rosal Rabes T, Baquero-Artigao F, Gacía M. Leishmaiasis cutánea. Rev. Pediatri. Aten. Primaria 2010; 12(46): 1-8 3.- Gómez M, Chávez N, Delgado G. Evaluación in vitro e in vivo del efecto del aceite esencial de Elettaria cardamomun sobre parásitos de Leishmania (Viannia) panamensis Biomédica 2011; 31(sup.3):23-205. 4.- Scorza D J, Morales C, Petir de Peña Y, Vasquez L, Rojas E, Scorza JV. Sintesis de un complejo antimonial pentavalente (Ulamina) y su aplicación experimental para el tratamiento de leishmaniasis cutánea localizada en Venezuela Bol Dir. Malar. & San. Amb. 2006; Vol. XLVI(1): 5965 5.- Vásquez L, Scorza D J, Scorza J, Vicuña_Fernandez N, Petit Y, López S, Bendezù H, Rojas E, Vásquez L Pérez B. Pharmacokinetic of experimental pentavalen antimony after intramuscular administration in adult volunteers. Current Therapeutic Research 2006; 67(3):193-203. 6.- Arrivillaga J, Rodriguez J Oviedo M. Evaluación preliminar en un modelo animal de la terapia con larvas de Lucilia sericata para el tratamiento de la leishmaniasis cutánea. Biomédica 2008; 28:305-10. 7.- Vásquez L, Scorza JV, Vicuña-Fernández N, Petit Y, López S, Rojas E, Morales C, Bendezú H, Miranda L. Comparación de tolerabilidad y físico-química entre lotes de antimonial comercial y no comercializado (Glucantime® vs. Ulamina) en el tratamiento de leishmaniasis cutánea. MedULA 2005; 11:1-4. 8.- Martín A y Plá J. Curvas de excreción urinaria. En: Biofarmacia y Farmacocinética. Volumen: Farmacocinética. Editorial Sintesis. Barcelona. 2001;pp: 251-272. 9.- Petit de Peña Y, Vielma O, Burguera J, Burguera M, Rondón C, Carrero P. On line determination of antimony three (III) and antimony five (V) in liver tissue and
whole blood by flow - injection hydride generation - atomic absortion spectrometry. Talanta 2001; 55: 743- 754. 10.- Petit de Peña Y, Vicuña-Fernández N, López S, Vásquez L, Scorza JV, Carrero P, Rondón C. Antimonial speciation in humanblood simples from patients treated with Ulamine. A novel experimental drug for leishmaniasis. Metal Ions in Biology and Medicine, 2004; 8: 560-563. 11.- Wagner J. Fundamentals of Clinical Publications ING. Hamilton. 1975.
Pharmacokinetics Drugs
Intelligence
12.- Rowland M. Clinical Pharmacokinetic: Concepts and Applications, Philadelphia: Lea & Febiger, 1980. 13.- Shargel L . Yu A. Applied biopharmaceutics and pharmacokinetic. Third edition. Prentice – Hall International Editions. Charter Twelve. Drug Clearance. 1993. pp. 265-292. 14.- Rees P. Renal clearance of pentavalent antimony sodium stibogluconate. Lancet, 1980; 2:226-229. 15.- Chulay L, Fleckenstein L & Smith D. Pharmacokinetics of antimony during treatment of visceral leishmaniasis with sodium stibogluconate and meglumine antimoniate. Trans. Roy. Soc. Trop. Med. & Hyg . 1988;82:69-72. 16.- Belloli C, Ceci L, Carlis S, Tassi P, Montesissa C, De Natale G Marcotrigiano P, & Ormas P. Disposition of antimony and aminosidine in dog after administration separately and together: implications for the therapy of leishmaniasis. Res. Vet. Sci. 1994; 58(2): 123- 127. 17.- Tracy W & Webster L. Drugs used in the chemotherapy of protozoal infection En: Goodman & Gilman’s the pharmacological basis of therapeutics. Tenth Edition. International Edition McGraw Hill, 2001;pp 1097-1120. 18.- Phillips M, Stanley S. Capitulo 40.Quimioterapia de infecciones por protozoos Amebosis, giardiosis, tricomonosis, tripanosomosis, Leishmaniosis y otras infecciones por protozoos. En: Goodman & Gilman Las bases farmacológicas de la terapéutica Undécima edición McGraw-Hill. 2006; pp 1049-1071.
61
Efecto hipotensor
de la adrenomedulina cerebelosa Hypotensive action of cerebellar adrenomedullin Dra. Leticia María Figueira y Dra. Anita Israel* Laboratorio de Neuropéptidos. Facultad de Farmacia. Universidad Central de Venezuela. Caracas - Venezuela.
62
Aceptado: 20/06/2012
Abstract
Resumen
Recibido: 16/04/2012
a adrenomedulina (AM) es un péptido involucrado en la regulación cardiovascular. En el cerebelo, la densidad de los receptores de la AM se encuentra alterada durante la hipertensión, sugiriendo un posible papel del sistema adrenomedulinérgico cerebelar en la regulación de la presión arterial (PA). El objetivo del presente estudio fue evaluar el efecto funcional in vivo de la AM sobre la PA, mediante la administración in situ de AM o angiotensina II (ANG II) en el vermis cerebelar de la rata. Para ello, se emplearon ratas adultas espontáneamente hipertensas (SHR) y controles normotensas Wistar Kyoto (WKY), las cuales fueron anestesiadas y canuladas en el vermis cerebelar. Posterior a su recuperación, los animales fueron divididos en tres grupos: AM (0,02-200 pmol/5μL), ANG II (200 pmol/5μL) y vehículo. Se determinó la PA basal y después de la administración de los tratamientos, mediante pletismografía digital no invasiva. La canulación se verificó post-mortem con la inyección in situ de una solución de colorante. Los resultados demuestran que la microinyección de AM in situ en el vermis cerebeloso produjo una marcada hipotensión dependiente de la dosis, en la rata hipertensa más no en la normotensa WKY (N=17; p<0,05). Este efecto fue específico ya que la microinyección in situ de ANG II o de vehículo no provocó cambios significativos en la PA. Estos hallazgos sugieren que la AM cerebelosa participa en la regulación de la PA y los mismos constituyen un mecanismo novedoso de control de la PA que no ha sido descrito hasta el presente. Palabras Claves: AM, cerebelo, vermis, presión arterial, hipertensión.
drenomedullin (AM) is a peptide involved in cardiovascular control. AM binding sites are altered in cerebellum during hypertension, suggesting a role for cerebellar adrenomedullinergic system in the blood pressure regulation. The aim of the present study was to establish the functional effect of AM in the in vivo regulation of blood pressure (BP), through in situ AM or angiotensin II (ANG II) microinjection into cerebellum vermis of the rat. In the present experimental study, adult male spontaneously hypertensive rats (SHR) and Wistar Kyoto rats (WKY) were anesthetized, and cannulated in the cerebellar vermis. Following recovery, the animals were divided into three groups: AM (0.02 to 200 pmol/5μL), ANG II (200 pmol/5μL) and vehicle. Baseline BP and after the treatments were determined by non invasive plethysmography. Cannulation was verified post mortem with the in situ injection of a dye solution. Our results demonstrate that microinjection of AM into the cerebellar vermis caused a profound dose dependent hypotensive response in SHR but not in normotensive WKY rats (N=17; p<0.05). This effect was specific since microinjection of ANG II or vehicle into the vermis did not cause significant changes in BP. Our findings suggest that cerebellar AM plays an important role in the regulation of BP and they constitute a novel mechanism of BP control which has not been described so far. Key words: AM, cerebellum, vermis, blood pressure, hypertension
a adrenomedulina (AM) humana es un péptido ubicuo de 52 residuos de aminoácidos que ejerce sus acciones principalmente a través de su unión con tres subtipos de receptores, el receptor del péptido relacionado al gen de la calcitonina tipo 1 (CGRP1), el receptor de AM tipo 1 (AM1) y tipo 2 (AM2). El CGRP1 está formado por el receptor similar al receptor de calcitonina (CRLR) y la proteína que modifica la actividad del receptor tipo 1 (RAMP1); por su parte, los complejos CRLR/RAMP2 y CRLR/RAMP3 constituyen los receptores de AM, denominados AM1 y AM2, respectivamente1,2. En el cerebelo, diferentes estudios en animales de experimentación han demostrado la presencia de sitios de unión e inmunoreactividad a la AM, así como la expresión del CRLR, RAMP1, RAMP2 y RAMP3 en ratas normotensas3-6, lo cual sugiere un posible papel de este péptido en el cerebelo; sin embargo, muy pocos han sido los estudios sobre la AM en el cerebelo de ratas hipertensas. En este sentido, se ha descrito un incremento en la densidad de los receptores para AM en el cerebelo de las ratas espontáneamente hipertensas (SHR), con respecto a las ratas normotensas Wistar Kyoto (WKY), lo cual sugiere que la AM podría estar participando en mecanismos que regulan la presión arterial7. Los mecanismos fisiológicos involucrados en las acciones de la AM en el cerebelo aún no han sido esclarecidos y podrían ser múltiples y complejos. Más aún, hay poca información acerca del papel del cerebelo en la regulación cardiovascular. Sin embargo, la evidencia neuroanatómica sugiere que el cerebelo cumple un papel muy importante en la regulación cardiovascular. En efecto, en el cerebelo se han identificado diversos módulos cardiovasculares, como el núcleo fastigio (NF), vermis anterior, vermis posterior, úvula (lóbulo IX), nódulo (lóbulo X); pues la estimulación de estas estructuras conlleva cambios en la presión arterial, frecuencia respiratoria y resistencia vascular8. Estos hallazgos constituyen evidencias claras del papel del cerebelo, específicamente el vermis cerebelar en la regulación de la presión arterial. Por lo tanto, la evidencia indica que la AM y sus receptores se encuentran ampliamente distribuidos en el cerebelo de la rata y su expresión se encuentra alterada en la rata hipertensa SHR; sin embargo, se desconoce las acciones cardiovasculares de la administración exógena de la AM a nivel del vermis cerebelar; por lo que en el presente estudio se evaluó el efecto funcional in vivo de la AM sobre la presión arterial, mediante la microinyección in situ de AM o angiotensina II (ANG II) en el vermis de cerebelo de ratas conscientes.
Materiales y métodos
Introducción
Revista Latinoamericana de Hipertensión. Vol. 8 - Nº 3, 2013
Animales de Experimentación Se emplearon ratas macho SHR y sus controles normotensos WKY de 16 semanas de edad, provenientes del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) (Caracas, Venezuela). Los animales fueron mantenidos en jaulas a temperatura ambiente con ciclos de 12 horas luz / oscuridad. La dieta de los animales consistió en Ratarina® y agua ad libitum. Los experimentos fueron realizados siguiendo las buenas prácticas para el manejo de animales de laboratorio9 y la aprobación del Comité de Bioterio de la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Administración in situ en el vermis cerebeloso Los animales fueron anestesiados con pentobarbital sódico a la dosis de 40 mg/kg. Posteriormente, mediante el uso de un aparato estereotáxico (David Kopf Instruments) se procedió a la canulación en el vermis del cerebelo de acuerdo a las coordenadas estereotáxicas Antero-posterior (AP): -10,3, Lateral (L):0 y Ventral (V): 2,4 10,11. Se permitió la recuperación de los animales (3 días) y los mismos fueron divididos en tres grupos cada uno. El día del ensayo se determinó la presión arterial basal de cada animal, y posteriormente se procedió a la administración de los tratamientos, un grupo recibió AM (0,2 a 200 pmol/5µL), otro ANG II (200 pmol/5µL) y el último grupo recibió vehículo (5µL). Inmediatamente se procedió a la determinación de la presión arterial mediante pletismografía digital no invasiva. Una vez finalizado el experimento se confirmó la canulación post-mortem mediante la inyección, previo a la decapitación de una solución de colorante (fast green, 5 µL). Sólo se utilizaron los datos experimentales de aquellos animales en los que el colorante se localizó en el vermis cerebeloso (Fig. 1). Para evaluar si los cambios en la presión arterial media (PAM) inducidos tras la administración de AM o ANG II eran sitio específico, se evaluó el efecto de la administración in situ de AM o ANG II fuera del vermis de cerebelo sobre la presión arterial en las ratas in vivo. En este caso, sólo se tomaron en cuenta los datos de aquellos animales en los que el colorante se localizó fuera del vermis cerebeloso. Determinación de la Presión Arterial El registro de los parámetros cardiovasculares, presión arterial y frecuencia cardíaca se realizó en las ratas conscientes por un método no invasivo mediante el uso de un plestimógrafo digital de cola (Digital Pressure Meter Le 5002 LETICA®, Panlab, S.L. Barcelona - España). Dicho equipo emplea una aproximación de la medida de la presión arterial que es básicamente esfingomanométrica. La semana previa al experimento, se determinó diariamente la presión arterial y frecuencia cardíaca, para minimizar el estrés asociado al manejo y al movimiento de la cola (período de adaptación a la toma de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca).
63
64
Resultado
Análisis Estadístico Los resultados fueron expresados como la media + error estándar de la media (E.E.M.). Se realizó la prueba de Shapiro-Will, para evaluar la distribución de las variables. La significancia de los resultados fue analizada mediante el análisis de varianza de una vía (ANOVA) y la prueba de Bonferroni. Un valor de p<0,05 fue considerado significativo. El análisis de los resultados y la elaboración de los gráficos se realizaron empleando el programa Graph Pad Prism versión 5.1.
Al evaluar el curso temporal del efecto de la administración in situ de AM en el vermis de cerebelo de ratas WKY y SHR sobre el cambio de la PAM, se observó que la administración intracerebelar de vehículo o AM (200 pmol/5μL), en ratas WKY, ocasionó incrementos de la PAM, expresada como delta de incremento sobre su propio basal; los cuales no fueron diferentes entre sí.
Efectivamente, el área bajo la curva (AUC) del delta de PAM confirma que no existen diferencias significativas entre las acción de la AM y el vehículo (V=134 + 13 y WKY-AM=157 + 15) (N=10). Contrariamente, la administración intracerebelar de AM (200 pmol/5μL) en ratas SHR ocasionó una marcada y significativa acción hipotensora cuando se compara con el vehículo, siendo la caída en la PAM de 20 a 40 mmHg. Al expresar los resultados como área bajo la curva (AUC) del delta de PAM, se evidencia una reducción significativa (V=264,50 + 26,0 vs. SHR-AM=99,5 + 8) (N=17, p<0,05) (Fig. 2), la cual fue dependiente de la dosis en un rango de dosis comprendido entre 0,02 - 200 pmol/5µL (N=17; *p<0,05) (Fig. 3); y sitio específico, pues la administración de AM (200 pmol) fuera del vermis cerebelar de ratas WKY y SHR, no ocasionó cambios significativos en la PAM cuando se compara con el vehículo (N=10) (Fig. 4). Asimismo, la administración intracerebelar de ANGII (200 pmol/5μL) en ratas WKY y SHR, produjo una tendencia a la disminución de la PAM la cual no fue significativa y su magnitud fue similar a la producida por el vehículo (N=10) (Fig. 5).
Figura 1
Coordenadas estereotáxicas (Panel A) (Sacchetti y col., 2002). Confirmación del sitio de la canulación con la tinción fast green (5 μL) (Panel B).
Figura 2
Curso temporal del efecto de la administración in situ de AM en el vermis de cerebelo de ratas WKY (Panel A y B) y SHR (Panel C y D) sobre el cambio de la PAM. Se administró AM (200 pmol/5μL) o vehículo en ratas canuladas en el vermis de cerebelo, se determinó la PAM antes y después (durante 10min) de la administración de los fármacos. Los resultados se expresan como la media + E.E.M. del cambio de la PAM (N=10 Panel A y B; N=17 Panel C y D). *p<0,05 vs. Vehículo.
Revista Latinoamericana de Hipertensión. Vol. 8 - Nº 3, 2013 Figura 3
Curso temporal del efecto de la administración in situ de dosis crecientes de AM en el vermis de cerebelo de ratas SHR (Panel A) y sobre el AUC (Panel B). Se administró AM (0,02 - 200 pmol/5μL) o vehículo en el vermis de cerebelo, se determinó la PAM antes y después (durante 10min) de la administración de los fármacos (N=17). Los resultados se expresan como la media + E.E.M. del cambio de la PAM *p<0,05 vs. vehículo. #p<0,05 vs. AM 0,02 y 0,2 pmol. ζ p<0,05 vs. AM 2 y 20 pmol.
65
Figura 4
Efecto de la administración in situ de AM fuera del vermis de cerebelo de ratas WKY (Panel A y B) y SHR (Panel C y D) sobre la PAM. Se administró AM (200 pmol/5μL) o vehículo fuera del vermis del cerebelo, se determinó la PAM antes y después (durante 10min). Los resultados fueron expresados como la media + E.E.M. del cambio de PAM (Panel A y C) o área bajo la curva (AUC) (Panel B y D) (N=10).
Figura 5
Efecto de la administración in situ de ANG II en el vermis del cerebelo de ratas WKY (Panel A y B) y SHR (Panel C y D) sobre la PAM. Se administró ANG II (200 pmol/5μL) o vehículo en el vermis del cerebelo, se determinó la PAM antes y después (durante 10 min) de la administración de los fármacos. Los resultados fueron expresados como la media + E.E.M. del cambio de PAM (Panel A, C) o del área bajo la curva (AUC) (Panel B y D) (N=10).
Discusión 66
a AM es un péptido que cumple funciones muy importantes en la regulación de la función cardiovascular. A nivel periférico, la AM disminuye la presión arterial debido a la disminución de la resistencia vascular periférica12. Por su parte, a nivel central, los efectos de la AM sobre la regulación de la presión arterial son sitio – específico; así, la administración de AM a nivel del área postrema (AP)13, intracerebroventricular (icv)4,15 o en la región ventrolateral rostral del bulbo raquídeo (RVLM) causa un incremento en la presión arterial de manera dependiente de la dosis15,16. Contrariamente, la administración de AM en el núcleo paraventricular (NPV) provoca una disminución de la presión arterial17 que es mediada por el óxido nítrico (NO) y el ácido gamma aminobutírico (GABA)16. Hasta la fecha no existen reportes sobre el posible efecto que ejerce la administración de la AM a nivel del cerebelo sobre la presión arterial; sin embargo, la evidencia anatómica y los resultados in vitro18 apuntan a un papel funcional de la misma en la regulación de la presión arterial. En relación a la evidencia anatómica de un posible papel del cerebelo en la función de la regulación de la presión arterial, se ha demostrado que la estimulación eléctrica de diversas zonas cerebelosas conlleva cambios en la presión arterial y frecuencia cardíaca8,19,20. Al respecto se ha demostrado la existencia de cinco módulos en el cerebelo dedicados al control cardiovascular8. Adicionalmente, la corteza cerebelar puede influir en el sistema cardiovascular, pues lesiones en diferentes regiones del cerebelo son capaces de modificar la presión arterial, ya que la estimulación eléctrica del vermis anterior en gatos, provoca una respuesta depresora21; en contraste, la estimulación del vermis anterior en conejos evoca una respuesta presora22. Por su parte, la estimulación de los lóbulos I, II y III de la corteza del vermis anterior del cerebelo en conejos anestesiados ocasiona una caída en la presión arterial e inhibición de la actividad simpática renal23. Estos hallazgos constituyen evidencias claras del papel del cerebelo, específicamente el vermis cerebelar en la regulación de la presión arterial. En relación a la AM en el cerebelo, previamente hemos demostrado mediante técnicas autoradiográficas, un aumento en la densidad de los sitios de unión a la AM en el vermis cerebeloso de la rata hipertensa SHR7. Estos hallazgos soportan la hipótesis de un papel funcional no descrito hasta ahora, para los receptores de AM en el cerebelo, que podría representar un mecanismo de regulación “hacia arriba” de los receptores para compensar el aumento de la presión arterial de las ratas SHR; o alternativamente constituir la modificación primaria cuya consecuencia se-
cundaria resultaría en una alteración de los mecanismos de regulación autonómica que ocurren en el cerebelo y que traería como consecuencia un incremento de la presión arterial7. En apoyo a esta hipótesis, demostramos una disminución en la expresión de la AM y RAMP2 en el vermis de cerebelo de ratas hipertensas, la cual estuvo asociada a un incremento en la expresión de CRLR, RAMP1 y RAMP3, al compararlas con las ratas normotensas18. Estos hallazgos demuestran que en el cerebelo la hipertensión se asocia con un incremento en la expresión de los receptores de CGRP (CRLR + RAMP1) y AM2 (CRLR + RAMP3) y una menor expresión del receptor de AM1 (CRLR + RAMP2), lo que parece indicar claramente la existencia de una desregulación del sistema adrenomedulinérgico cerebelar durante la hipertensión18. Al respecto, estudios experimentales y epidemiológicos han demostrado alteración en la expresión de la AM y sus componentes en diferentes patologías cardiovasculares tales como la hipertensión arterial24, pues se ha observado un aumento en la expresión de la AM y de los componentes de sus receptores, que se cree se debe a una respuesta de adaptación cardiovascular compensatoria al proceso fisiopatológico. Dichos cambios se han evidenciado en tejidos periféricos como la aorta, el ventrículo cardíaco25, así como a nivel del SNC24. Sin embargo, la infusión intravenosa de AM en ratas SHR provoca una marcada reducción de la presión arterial, atenúa la hipertrofia cardíaca, la fibrosis, el daño renal y mejora el funcionalismo renal en ratas SHR, lo cual sugiere que el aumento de la AM es un evento biológico relevante para compensar el daño cardíaco y renal26, por lo que la AM podría constituir una estrategia promisoria para el tratamiento de pacientes con hipertensión arterial. Ahora bien, si existe el sustrato neuroanatómico, el neuropéptido y sus receptores en el cerebelo, es lógico pensar que la AM administrada al cerebelo debería ejercer alguna función en la regulación cardiovascular. Nuestros hallazgos apuntan a esa posibilidad ya que demuestran, por primera vez, que la microinyección de AM en el vermis del cerebelo de ratas hipertensas provoca una poderosa y significativa respuesta hipotensora, la cual es específica y dependiente de la dosis. Este efecto hipotensor se manifiesta solo durante la hipertensión ya que la AM no fue capaz de reducir la presión arterial en las ratas normotensas tras su microinyección en el vermis cerebeloso. La especificidad de la acción hipotensora de la AM administrada en el vermis cerebeloso se apoya en el hecho que la microinyección del péptido fuera del vermis no ocasionó el efecto hipotensor en las ratas SHR, y la administración in vivo de un péptido presor como la ANG II en el vermis del cerebelo de la rata tampoco ocasionó cambios en la presión arterial. Estos resultados constituyen la primera evidencia funcional in vivo del papel de la AM en el vermis cerebeloso en el control de la presión arterial. La causa de la diferencia en la acción de la AM entre las ratas normotensas e hipertensas puede ser variable y ha
Revista Latinoamericana de Hipertensión. Vol. 8 - Nº 3, 2013
sido descrito para otras estructuras cerebrales, ya que la infusión de AM disminuye la presión arterial tanto en ratas normotensas como en las hipertensas de manera dependiente de la dosis; sin embargo la caída en la presión arterial fue mayor en las ratas hipertensas con respecto a las normotensas27; de igual manera, se ha descrito que las neuronas del RVLM de las ratas SHR son más sensibles y tienen mayor respuesta a la ANG II con respecto a las WKY28. Por lo tanto, el efecto hipotensor inducido por la administración intracerebelar de la AM en las ratas SHR podría ser debido a un incremento en la sensibilidad y respuesta del cerebelo de las ratas SHR a la AM con respecto a las ratas WKY. Alternativamente, esta respuesta diferencial podría ser la manifestación de la desregulación de las vías de señalización, de la expresión de AM y receptores AM1, cuya expresión está reducida en la hipertensión18. En conclusión, en el presente estudio se demostró que la microinyección de AM en el vermis de cerebelo fue capaz de provocar un marcado efecto hipotensor únicamente durante la hipertensión, sugiriendo a la AM como un novedoso blanco farmacológico en el tratamiento de la hipertensión e involucrado además en su fisiopatología. Aún más, se refuerza el concepto novedoso de la existencia de un sistema adrenomedulinérgico cerebelar de importancia fisiológica, abriéndose nuevas vías para el estudio de rutas neuroanatómicas y de neuropeptidérgicas involucradas en la regulación de la presión arterial aún no descritas hasta el presente. Agradecimientos Los autores agradecen al Sr. Banny Caraballo por su ayuda técnica en los experimentos. Este trabajo fue subvencionado por el CDCH-UCV y por el Ministerio Popular de Ciencia Tecnología e Industrias, Proyecto Misión Ciencia, Sub-proyecto 7, ECCV No. 2007001585 y el Proyecto de Estímulo a la Investigación PEI No. 20122000760.
Referencias 1.
Kuwasako K, Cao Y, Nagoshi Y, Kitamura K, Eto T. (2004). Adrenomedullin receptors: pharmacological features and possible pathophysiological roles. Peptides, 25, 2003-2012.
2.
Hilariret S, Belanger C, Bertrand J, Laperriere A, Food S, Bouvier M. (2001). Agonist – promoted internalization of a ternary complex between calcitonin receptor – like receptor, receptor activity – modifying protein 1 (RAMP1) and β-arrestin. J Biol Chem, 276, 29575-29581.
3.
Sone M, Takahashi K, Satoh F, Murakami O, Totsune K, Ohneda M, Sasano H, Ito H, Mour T. (1997). Specific adrenomedullin binding sites in the human brain. Peptides, 18, 8, 1125- 1129.
4.
Serrano J, Uttenthal O, Martínez A, Fernández P, Martínez J, Alonso D, Bentura M, Santacana M, Gallardo J, Martínez R, Cutitta F, Rodrigo J. (2000). Distribution of adrenomedullin – like inmunoreactivity in the rat central nervous system by light and electron microscopy. Brain Res, 853, 245-268.
5.
Chakravarty P, Suthar T, Coppock H, Nicholl C, Bloom S, Legon S, Smith D. (2000). CGRP and adrenomedullin binding correlates with transcript levels for calcitonin receptor – like receptor (CRLR) and receptor activity modifying proteins (RAMPs) in rat tissues. Br J Pharmacol, 130, 189 – 195.
6.
Uezono Y, Nakamura E, Ueda Y, Shibuya I, Ueta Y, Yokoo H, Yanagita T, Yoyohira Y, Kobayashi H, Yanagihara N, Wada A. (2001). Production of cAMP by adrenomedullin in human oligodendroglial cell line KG1C: Comparison with calcitonin gene – related peptide and amylin. Brain Res. Mol. Brain Res, 97, 59- 69.
7.
Pastorello M, Díaz E, Csibi A, Garrido M, Chabot J, Quirion R, Israel A. (2007). Papel de la adrenomedulina cerebelosa en la hipertensión arterial. Archivos Venezolanos de Farmacología y Terapéutica, 26,2, 98 – 104.
8.
Nisimaru N. (2004). Cardiovascular modules in the cerebelum. Jpn J Physiol, 54, 431-448.
9.
Institute of Laboratory Animal Resources. National Research Council. (1996). NIH Guide for the care and use of animals. Washington DC, USA. Nacional Academy Press.
10. Pellegrino L, Pellegrino A, Cushman A. (1979). A Stereotaxic Atlas of the rat brain. New York and London. Plenum Press. Springer. 11. Sacchetti B, Baldi E, Lorenzini C, Bucherelli C. (2002). Cerebellar role in fear – conditioning consolidation. PNAS, 12, 8406 – 8411. 12. Beltowski J, Jamroz A. (2004). Adrenomedullin – What do we know 10 years since its discovery? Pol J Pharmacol, 56, 5 – 27. 13. Yang B, Ferguson A. (2003). Adrenomedullin influences dissociated rat area postrema neurons. Regul Pept, 112, 9- 17. 14. Israel A, Diaz E. (2000). Diuretic and natriuretic action of adrenomedullin administered intracerebroventricularly in conscious rats. Regul Pept, 89, 13–18. 15. Samson W. (1999). Adrenomedullin and the control of fluid and electrolyte homeostasis. Annu Rev Physiol, 61, 363 – 389. 16. Xu Y, Krukoff T. (2004). Adrenomedullin in the rostral ventrolateral medulla increases arterial pressure and heart rate: roles of glutamate and nitric oxide. Am J Physiol, 287, R729- R734. 17. Smith P, Ferguson A. (2001). Adrenomedullin acts in the rat paraventricular nucleus to decrease blood pressure. J Neuroendocrinol, 13, 467–471. 18. Figueira L, Israel A. (2013). Desregulación del sistema adrenomedulinérgico cerebeloso en la hipertensión arterial. Acta Científica Venezolana, 64. 19. Rector D, Richard C, Harper R. (2006). Cerebellar fastigial nuclei activity during blood pressure challenges. J Appl Physiol, 101, 549 – 555. 20. Tandon O, Malhotra V, Bhaskar V, Shankar P. (2006). Cerebellar control of visceral response – possible mechanisms involved. Indian J Exp Biol, 44, 429 – 435. 21. Rasheed B, Manchada S, Anand B. (1970). Effects of stimulation of paleo cerebellum on certain vegetative functions in the cat. Brain Res, 20, 293 – 308. 22. Ramu A, Bergman F. (1967). The role of the cerebellum in blood pressure regulation. Experientia, 23, 383 – 384. 23. Nisimaru N, Yamamoto M, Shimoyama I. (1984). Inhibitory effects of cerebellar cortical stimulation on sympathetic nerve activity in rabbits. Jpn J Physiol, 34, 539- 551. 24. Cases A, Mora-Macía J. (2001). Adrenomedulina: un Nuevo péptido vasoactivo. Nefrología, XXI,1, 16 – 25. 25. Gibbons C, Dackor R, Dunworth W, Fritz-Six K, Caron K. (2007). Receptor Activity – modifying proteins: RAMPing up Adrenomedullin signaling. Mol Endocrinol, 21, 4, 783-796. 26. Jiang W, Jiang H, Pan C, Cai C, Qi Y, Pang Y, Tang C. (2004). Relationship between the contents of adrenomedullin and distributions of neutral endopeptidase in blood and tissues of spontaneously hypertensive rats. Hypertens Res, 27, 109 – 117. 27. He H, Bessho H, Fujisawa Y, Horiuchi K, Tomohiro A, Kita T, Aki Y, Kimura S, Tamaki T, Abe Y. (1995). Effects of a synthetic rat adrenomedullin on regional hemodynamics in rats. Eur J Pharmacol, 273, 209 – 214. 28. Chan R, Chan Y, Wong T. (1991). Responses of cardiovascular neurons in the rostral ventrolateral medulla of the normotensive Wistar Kyoto and spontaneously hypertensive rats to iontophoretic application of angiotensin II. Brain Res, 556, 145 – 150.
67
P
revalencia de sobrepeso y obesidad en escolares de la parroquia Coquivacoa del municipio Maracaibo - Venezuela Overweight and obesity among elementary school students from Coquivacoa parish from Maracaibo - Venezuela 68
Martha Di Gianfilippo, MD¹, María José Calvo, Bsc2, Mervin Chávez, Bsc2, Yariana Chacín, Bsc2, Roberto Añez, MD2, Joselyn Rojas, MD, MSc2, Valmore Bermúdez, MD, MSc, MPH, PhD2 Cursante del Máster en Obesidad, Universidad de Alcalá de Henares. Madrid, España. Director: Dn. Melchor Álvarez de Mon Soto. MD, PhD. Centro de Investigaciones Endocrino – Metabólicas “Dr. Félix Gómez”. Facultad de Medicina. La Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela.
1 2
Resumen
Recibido: 16/04/2012
Aceptado: 20/06/2012
Introducción y Objetivo: El sobrepeso y la obesidad infantil son problemas de salud pública emergentes a nivel mundial relacionados con deterioro de la salud integral tanto en la niñez como en edad adulta. Debido a la escasa información sobre este tema en nuestra comunidad, el objetivo de este estudio fue determinar la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños escolarizados de 6-12 años de edad de la Parroquia Coquivacoa del Municipio Maracaibo, y los posibles factores psicobiológicos relacionados con estas alteraciones.
Resultados: La prevalencia de obesidad fue de 4,3% y sobrepeso 9,5%. Se halló una tendencia ascendente en el consumo calórico y de carbohidratos a medida que aumentó el IMC en todos los grupos etarios, siendo significativo en los individuos de 9-10 años de edad. 93.3% de los individuos realizó actividad física baja, 5,2% moderada y 1,4% actividad física muy baja. Se halló una mayor frecuencia de individuos obesos que delgados en la categoría de actividad física muy baja, (11,1 vs. 1,1%, respectivamente; p<0.05).
Materiales y Métodos: Estudio descriptivo, transversal, con muestreo aleatorio realizado en 210 individuos de 6-12 años de la Parroquia Coquivacoa del Municipio Maracaibo, a quienes se determinó peso, talla e Índice de Masa Corporal (IMC) para el diagnóstico de sobrepeso y obesidad. Se aplicó a sus representantes el cuestionario PAQ-C para la evaluación de la actividad física (AF), el cuestionario de Pre-PAQ para evaluar factores psicobiológicos asociados a la realización de AF, y el recordatorio de alimentación de 24 horas para evaluar su aporte nutricional diario.
Conclusiones: La prevalencia de sobrepeso y obesidad es baja en nuestra población, y parece deberse predominantemente a niveles bajos de AF en comparación con los aportes energéticos diarios; por lo tanto, la promoción de la AF es de gran importancia para la prevención del sobrepeso y obesidad en nuestra población. Palabras Clave: Obesidad infantil, sobrepeso, actividad física, nutrición.
Abstract
Revista Latinoamericana de Hipertensión. Vol. 8 - Nº 3, 2013
En este sentido, la obesidad predispone a un amplio espectro de comorbilidades, incluyendo muchas enfermedades crónicas no transmisibles de elevada prevalencia (ECNT)6-8. Durante la edad infantil, la obesidad y el sobrepeso exponen a padecer alteraciones como los trastornos del aparato locomotor y del desarrollo sexual, al igual que un impacto importante en el bienestar psicosocial9. Más allá de esto, los niños y niñas con sobrepeso y obesidad tienden a ser también obesos en la edad adulta y exhiben mayor riesgo de discapacidad y muerte prematura10.
Background and Objective: Child obesity and overweight are emerging public health problems worldwide, associated with severe consequences for global health both in infancy and into adulthood. Given the scarcity of information on this topic in our community, the objective of this study was to determine the prevalence of obesity and overweight in children aged 6-12 years in the Coquivacoa Parish of Maracaibo City, and the possible associated psychobiologic linked with these disorders.
En Venezuela, el Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional del Instituto Nacional de Nutrición (SISVAN – INN) reportó a partir del año 2000 una tendencia al incremento en la prevalencia de sobrepeso en niños y niñas de 7 a 14 años que asisten a consultas en organismos de salud11. En este marco, el SISVAN-INN estimó que a nivel nacional un 38,06% de los individuos entre los 7-40 años de edad presentan malnutrición por exceso, del cual 21,31% corresponde a sobrepeso y 16,76% a obesidad; En el grupo de 7 a 12 años el 17,57 % de los niños a nivel nacional presentó sobrepeso y el 9,87% tuvo obesidad, mientras que en el Estado Zulia, se reportó un 12,75% de obesidad y 17,65% de sobrepeso en este grupo etario12. Este comportamiento se torna especialmente alarmante al considerar que estas cifras superan el umbral de riesgo de 10% de obesidad infantil establecido por la OMS13. Debido a la gravedad de las consecuencias del sobrepeso y obesidad infantil y la escasez de información sobre el tema en nuestra localidad, el objetivo de este estudio fue determinar la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños escolarizados de 6 a 12 años de la Parroquia Coquivacoa del Municipio Maracaibo, al igual que los posibles factores de riesgo relacionados con estas alteraciones.
Materials and Methods: Descriptive, cross-sectional study with randomized probabilistic sampling, realized in 210 subjects aged 6-12 years from the Coquivacoa Parish in Maracaibo City, who had their weight, height and Body Mass Index (BMI) determined, in order to diagnose overweight and obesity. Their responsible had the PAQ-C questionnaire applied to assess physical activity (PA), the Pre-PAQ to evaluate psychobiologic factors associated with PA, and a 24-hour recall to assess daily nutritional intake.
Conclusions: The prevalence of child obesity is low in our population, and it appears to be driven predominantly by great proportions of Low PA rather than daily energetic intake. Therefore, the promotion of PA is of great importance for the prevention of overweight and obesity in our population.
Introduction
Key Words: Child obesity, overweight, physical activity, nutrition.
l ritmo de vida moderno ha conllevado a modificaciones profundas en las dinámicas intrafamiliares de las sociedades occidentalizadas, incluyendo transformaciones de los patrones alimentarios y estilo de vida tanto de los padres como de los niños1. Estas conductas incluyen el sedentarismo y el consumo de dietas hipercalóricas con raciones desmesuradas2 y ausencia de patrones alimentarios adecuados en cuanto a horario y rutina3. En conjunto, estos factores han influido en la aparición y/o aumento de factores de riesgo asociados a sobrepeso y obesidad infantil4 aumentando así su prevalencia a nivel mundial5.
Materiales y métodos
Results: The prevalence of child obesity was 4.3%, and 9.5% overweight. An ascending trend was found in caloric and carbohydrate intake as BMI increased in all age groups, being significant among subjects aged 9-10 years. 93.3% subjects performed low PA, 5.2% moderate PA, and 1.4% very low PA. A greater proportion of obese individuals was found in the very low PA category in contrast to thin subjects (11.1% vs 1.1%, respectively; p<0.05).
Diseño del Estudio y cálculo del tamaño muestral Se realizó un estudio descriptivo, transversal, aleatorio y multietapico que incluyo a 210 escolares de ambos sexos en edades comprendidas entre 6 y 12 años, cursantes del sistema de educación primaria del primer a sexto grado. El tamaño muestral (n=210) fue calculado mediante la fórmula14: Esta fórmula usada para poblaciones finitas, calcula el tamaño de la muestra para la estimación puntual y la prevalencia de una proporción, donde: n= tamaño de muestra, N= tamaño de la población total, Z=intervalo de confianza (99%, 2,66), p= proporción estimada de la población escolar con obesidad (10%), q= proporción de la población estimada sin obesidad, d= margen de error fijado (5%). Selección de los Individuos La parroquia Coquivacoa posee 70 instituciones educativas con una población estudiantil de 18145 niños, de las cuales se seleccionaron al azar 7 instituciones (4 instituciones públicas y 3 privadas). En cada una de éstas se
69
seleccionaron 30 niños al azar, escogiendo por cada grado 5 niños de forma aleatoria, usando una tabla de números aleatorios de manera equitativa entre el número de los salones en la unidad educativa, seleccionándose un total de 210 escolares. Previo al estudio (según la Declaración de Helsinki), los representantes fueron informados acerca de los objetivos, procedimientos y beneficios de la evaluación los cuales manifestaron su decisión de permitirle a su representado participar en el estudio15.
Evaluación Nutricional Para la determinación de la ingesta calórica y nutrientes se utilizó como instrumento un recordatorio de 24 horas, para ello se realizaron entrevistas a los representantes de cada niño. La estimación del volumen y peso de los alimentos se realizó con ayuda visual: alimentos modelados, medidas prácticas caseras (platos, tazas, vasos, cucharadas y cucharaditas)25. De la información obtenida se estimaron los gramos de alimentos consumidos por día a través de un programa computarizado y se obtuvo la ingesta de calorías y nutrientes usando como referencia la Tabla de Composición de Alimentos de Venezuela (TCAV)26.
Evaluación antropométrica de los sujetos Los datos antropométricos fueron determinados por personal de salud entrenado. El peso se cuantificó en una báscula marca SECA modelo 813 con capacidad para 200 kg. La talla se midió con un tallímetro portátil de pared marca SECA modelo 206 con rango de 0 a 220 cm, estando los niños sin zapatos, con mínima cantidad de ropa, en bipedestación con los pies juntos y sin moverse durante la medición. Posterior a esto, se calculó el Índice de Masa Corporal (IMC) mediante la fórmula [Peso (kg)/Talla (m)²]16. Se usaron como puntos de corte para Bajo Peso (percentil menor de 5), Normopeso (percentil de 5 a 84,99), Sobrepeso (percentil de 85 a 94,99) y Obesidad el percentil mayor o igual a 95 según el consenso del CDC (Centers for Disease Control and Prevention) en 200517,18-20 según sexo y edad. Posterior a esto se reclasificó a los individuos Bajo Peso (2,9%) junto con los individuos Normopeso (83,3%) en una misma categoría denominada “Delgados” (86,2%) con el fin de reducir las heterogeneidad entre grupos durante el análisis estadístico21, con un mejor enfoque en las categorías de interés (Sobrepeso y Obesidad)22. Evaluación de la actividad física Para la evaluación de la actividad física se aplicó a cada representante el Physical Activity Questionnaire for Children (PAQ-C), el cual es un instrumento conformado por 10 ítems que describen la actividad física realizada por los escolares y el entorno o medio ambiente donde se desenvuelve dicha actividad en los 7 días previos a su aplicación23,24. Cada ítem evalúa una conducta relacionada con la actividad física que son respondidas seleccionando una de las 5 opciones predeterminadas para cada ítem. Cada una de estas opciones se corresponde a un score de 1-5 puntos, con la menor puntuación relacionándose con menores niveles de actividad física, y la mayor puntuación relacionándose con mayores niveles de actividad física23. Posterior a esto, se obtiene la media aritmética de las puntuaciones de cada ítem, el cual se encuentra en el rango de 1-5 puntos, correspondiendo a 5 categorías según la actividad física realizada: 1 punto Actividad física muy baja, 2 puntos Actividad física baja, 3 puntos Actividad física moderada, 4 puntos Actividad física alta y 5 puntos Actividad física muy alta. Evaluación de los factores de riesgo psicobiológicos asociados a la actividad física Para la evaluación de los factores riesgo psicobiológicos asociados a la realización de actividad física se utilizaron
Análisis Estadístico Las variables cualitativas fueron expresadas en frecuencias absolutas y relativas; se evaluó su asociación a través de la prueba χ2 (Chi cuadrado); y la diferencia entre proporciones mediante la Prueba Z para proporciones. Las variables cuantitativas fueron expresadas como medias aritméticas ± desviación estándar (DE), previa comprobación de la normalidad en su distribución mediante el test de Kolmogorov-Smirnov. Se utilizaron las pruebas T-Student y ANOVA de un factor con análisis post-hoc a través de Tukey Test para determinar diferencias entre medias. Los resultados se consideraron significativos cuando p<0.05. Los datos fueron analizados a través del Paquete Estadístico para las Ciencias Sociales (SPSS) v.21 para Windows (SPSS IBM Chicago, IL).
Resultados
70
extractos del Physical Activity Questionnaire for PreschoolAged Children (Pre-PAQ)24, mediante el cual se recogieron datos cualitativos sobre el estilo de vida de los individuos estudiados mediante encuesta al representante de cada uno de ellos, donde se precisa el tiempo utilizado para realizar actividad física recreacional o destinado a la televisión, videojuegos o computadora dentro del hogar.
Características Generales de la Población Un total de 210 individuos con edades entre 6 y 12 años fueron evaluados, donde 106 (50,5%) pertenecieron al sexo femenino y 104 (49,5%) al sexo masculino. En la Tabla 1 se observan las características antropométricas según el sexo, donde los individuos del sexo femenino presentaron una media de IMC de 17,28±1,45 Kg/m2 y el sexo masculino 17,35±1,75 Kg/m2, sin diferencias estadísticamente significativas. La media aritmética para la edad fue de 9,29±1,90 años (9,25±1,92 años para las niñas y 9,33±1,89 años para los niños; p=0,752). En cuanto a la distribución de los individuos según el grupo etario, se observó que un 38,1% (n=80) perteneció al grupo de 6 a 8 años; 29,5% (n=62) al grupo de 9 a 10 años y de 11 a 12 años 32,4% (n=68).
Revista Latinoamericana de Hipertensión. Vol. 8 - Nº 3, 2013
Clasificación ponderal según el Índice de Masa Corporal por sexo y grupo etario Se observó una prevalencia de obesidad de 4,3% (n=9) para la muestra general estudiada, sobrepeso 9,5% (n=20) y delgados 86,2% (n=181), con un comportamiento similar para ambos sexos (Femenino: Obesidad 2,8%; Sobrepeso 9,4% y Delgados 87,7%; Masculino: Obesidad 5,8%; Sobrepeso 9,6% y Delgados 84,6%). No se evidenciaron diferencias significativas entre las proporciones de la categorías ponderales del IMC según el sexo, ni asociación estadísticamente significativa (χ2=1,119; p=0,571), (Tabla 2). Al evaluar la clasificación ponderal del IMC según el grupo etario no se encontró asociación estadísticamente significativa (χ2=0,986; p=0,912), observándose un comportamiento similar para cada grupo etario, donde el grupo de 6 a 8 años presentó una prevalencia de obesidad de 5,0% (n=4); sobrepeso 8,8% (n=7) y delgados 86,3% (n=69); para el grupo de 9 a 10 años la prevalencia de obesidad fue de 4,8% (n=3); sobrepeso 8,1% (n=5) y delgados 87,1% (n=54) y por último el grupo de 11 años o más con un 2,9% (n=2) para obesidad, 11,8% (n=8) para sobrepeso y un 85,3% (n=58) para los individuos delgados, no evidenciándose diferencias entre las proporciones, (Gráfico 1). Aportes nutricionales diarios e Índice de Masa Corporal En la Tabla 3 se comparan los aportes nutricionales diarios entre escolares según el grupo etario, donde se observa que la ingesta calórica diaria aumenta a medida que se avanza en los grupos etarios con (6 a 8 años 1432,81±366,25 Kcal/día; 9 a 10 años 1620,12±338,64 Kcal/día; y 11 años o más 1730,64±426,87 Kcal/día) con diferencias estadísticamente significativas entre los grupos. Este comportamiento también fue observado en la ingesta proteica diaria, consumo de grasa y carbohidratos para cada grupo etario. Al evaluar el aporte nutricional diario según la clasificación del IMC, se encontró una tendencia de aumento en la ingesta calórica a medida que el IMC aumentó en todos los grupos etarios. Sin embargo, no se reportaron diferencias estadísticamente significativas entre la ingesta calórica entre los grupos etarios, salvo en el grupo de 9 a 10 años donde los individuos con sobrepeso consumen mayor carbohidratos al día que los individuos delgados, 241,97±79,59 gramos/día vs. 187,62±45,22 gramos/día, respectivamente (p=0,046); Tabla 4. Hábitos recreacionales según sexo y clasificación ponderal según IMC El comportamiento de los hábitos recreacionales de tiempo para televisión, videojuegos y computadora según el sexo se muestra en la Tabla 2. En la población general, 25,7% de los individuos ve <1 hora/día de TV, 50% ve 1-4 horas/día, y 24,3% ve ≥4 horas/día. En cuanto al tiempo invertido en videojuegos, 36,2% usa <1 hora/día, 49% usa 1-4 horas/día, y 14,8% usa ≥4 horas/día. Por último, 11,9% de los sujetos atribuye <1 hora/día al uso de com-
putadores, 40% usa 1-4 horas/día, y 48,1% usa ≥4 horas/ día. No se hallaron asociaciones significativas entre ninguno de estos hábitos según el sexo. Con respecto a los hábitos recreaciones según categorías ponderales de IMC, en la población general (Tabla 5), se observó una mayor proporción de obesidad con respecto a delgados entre los individuos que juegan videojuegos entre 1-4 horas/día, con un 88,9% vs 47,5% (p<0,05); aunque la asociación no fue significativa (χ2=6,136, p=0,189). Al evaluar según sexo, solo se encontró diferencias entre las proporciones en las niñas, hallándose una mayor proporción de niñas con sobrepeso que delgadas (50% vs 20,4%, p<0,05) entre aquellas que ven televisión ≥4 horas/día; aunque la asociación no fue estadísticamente significativa (χ2=5,493, p=0,240). Nivel de Actividad Física y clasificación ponderal según el IMC Al evaluar el nivel de actividad física 93,3% de la población total realiza baja actividad física, seguido de 5,2% con actividad física moderada, y 1,4% con actividad física muy baja, con un comportamiento similar para cada grupo etario, (Tabla 6); ninguno de los individuos se ubicó en la categoría de actividad fisca alta ni en actividad física muy alta. En cuanto al comportamiento de la clasificación ponderal del IMC con respecto al nivel de actividad física, se pudo observar que en la categoría de actividad física muy baja hubo una frecuencia de obesidad significativamente superior a la de los individuos delgados (11,1 vs. 1,1%; p<0.05). De igual forma el grupo de 9 a 10 años presentó una asociación estadísticamente significativa entre la actividad física y la clasificación ponderal del IMC (χ2=29,842; p<0,0001), donde también se reportó que la categoría de actividad física muy baja presentó mayor proporción de individuos obesos con respecto a los delgados (33,3% vs. 1,9%; p<0,05), (Tabla 7). Tabla 1. Características antropométricas según sexo en la población general de escolares de la parroquia Coquivacoa. Maracaibo, 2013. Femenino (n=106; 50,5%)
Masculino Total (n=104; 49,5%) (n=210; 100%)
p*
Media
DE
Media
DE
Media
DE
Edad (años)
9,25
1,92
9,33
1,89
9,29
1,90
0,752
Peso (kg)
28,64
4,79
28,86
5,03
28,75
4,90
0,782
Talla (m)
1,28
0,08
1,29
0,07
1,28
0,07
0,768
IMC (kg/m2)
17,28
1,45
17,35
1,75
17,30
1,60
0,830
* Prueba t-Student.
IMC=Índice de Masa Corporal.
71
Tabla 2. Características generales según sexo en escolares de la parroquia Coquivacoa. Maracaibo, 2013.
Femenino n
Masculino
%
n
Total
%
n
%
χ2 (p)
Grupos Etarios
0,498 (0,780)
6 a 8 años
42
39,6
38
36,5
80
38,1
9 a 10 años
29
27,4
33
31,7
62
29,5
11 a 12 años
35
33,0
33
31,7
68
32,4
<1
27
25,5
27
26,0
54
25,7
1-4
55
51,9
50
48,1
105
50,0
4 o más
24
22,6
27
26,0
51
24,3
<1
41
38,7
35
33,7
76
36,2
1-4
52
49,1
51
49,0
103
49,0
4 o más
13
12,3
18
17,3
31
14,8
Tiempo de Televisión (horas/día)
72
0,396 (0,821)
Tiempo de Videojuegos (horas/día)
1,271 (0,530)
Tiempo de Computadora (horas/día)
1,017 (0,601)
<1
14
13,2
11
10,6
25
11,9
1-4
39
36,8
45
43,3
84
40,0
4 o más
53
50,0
48
46,2
101
48,1
Delgadosa
93
87,7
88
84,6
181
86,2
Sobrepeso
10
9,4
10
9,6
20
9,5
Obesidad
3
2,8
6
5,8
9
4,3
106
100,0
104
100,0
210
100,0
IMC (CDC)*
1,119 (0,571)
Total *Clasificación del IMC según percentiles de la CDC.
a. Delgados: niños con bajo peso y normopeso.
Gráfico 1. Comportamiento del Sobrepeso y Obesidad según sexo y grupos etarios en escolares de la parroquia Coquivacoa. Maracaibo, 2013.
*Clasificación del IMC según percentiles de la CDC18-20.
Tabla 3. Aportes nutricionales diarios según el grupo etario en escolares de la parroquia Coquivacoa. Maracaibo, 2013. Grupos Etarios 6 a 8 años (A)
9 a 10 años (B)
11 años o más (C)
A vs. B
A vs. C
B vs. C
Media
DE
Media
DE
Media
DE
p*
p*
p*
1432,81
366,25
1620,12
338,64
1730,64
426,87
0,011b
<0,001b
0,224
Proteínas/día (gramos)
51,57
16,83
59,05
19,19
65,61
21,37
0,055
<0,001b
0,126
Grasas/día (gramos)
62,32
20,62
72,90
16,93
77,19
21,00
0,005b
<0,001b
0,433
Carbohidratos Totales/día (gramos)
172,80
49,69
191,80
49,18
201,31
58,43
0,085
0,003b
0,558
Kilocalorías/día
*ANOVA de un factor; post-hoc de Tukey;
b. Diferencia estadísticamente significativa (p<0,05)
Revista Latinoamericana de Hipertensión. Vol. 8 - Nº 3, 2013 Tabla 4. Aportes nutricionales diarios según el grupo etario y la clasificación del Índice de Masa Corporal en escolares de la parroquia Coquivacoa. Maracaibo, 2013. Clasificación del IMC Delgados (A) Grupos Etarios 6 a 8 años
9 a 10 años
11 años o más
Aportes Nutricionales Kilocalorías/día Proteínas/día (gramos) Grasas/día (gramos) Carbohidratos Totales/día (gramos) Kilocalorías/día Proteínas/día (gramos) Grasas/día (gramos) Carbohidratos Totales/día (gramos) Kilocalorías/día Proteínas/día (gramos) Grasas/día (gramos) Carbohidratos Totales/día (gramos)
IMC= Índice de Masa Corporal;
Media 1447,25 52,23 62,37 175,50 1597,58 58,25 72,54 187,62 1707,00 64,56 75,57 200,53
DE 372,83 16,74 21,70 49,77 299,34 16,54 15,93 45,22 390,23 20,03 17,85 59,55
*ANOVA de un factor; post hoc de Tukey;
Sobrepeso (B) Media 1379,46 46,88 62,46 164,85 1859,18 65,58 75,31 241,97 1770,65 67,32 82,01 196,03
Obesidad (C)
DE 394,19 21,82 15,42 55,63 683,78 40,31 30,71 79,59 616,16 27,24 35,05 55,88
Media 1277,13 48,34 61,25 140,17 1627,43 62,66 75,47 183,31 2256,20 89,50 104,92 244,96
A vs. B A vs. C B vs. C
DE 164,36 8,77 6,80 30,84 176,91 24,38 10,22 7,43 523,26 36,13 30,14 26,52
p* 0,889 0,708 0,999 0,851 0,228 0,699 0,937 0,046b 0,916 0,937 0,687 0,977
p* 0,644 0,896 0,994 0,354 0,988 0,922 0,956 0,987 0,175 0,240 0,126 0,548
p* 0,898 0,990 0,995 0,708 0,616 0,977 0,999 0,219 0,320 0,389 0,345 0,547
b. Diferencia estadísticamente significativa (p<0,05)
Tabla 5. Nivel de actividad física según sexo en escolares de la parroquia Coquivacoa. Maracaibo, 2013. Grupo Etario 6 a 8 años
9 a 10 años
11 años o más
Total
Femenino %
Muy Baja Baja Moderada Total
0 39 3 42
0 92,9 7,1 100,0
1 35 2 38
2,6 92,1 5,3 100,0
1 74 5 80
1,3 92,5 6,3 100,0
Muy Baja Baja Moderada Total
0 28 1 29
0 96,6 3,4 100,0
2 31 0 33
6,1 93,9 ,0 100,0
2 59 1 62
3,2 95,2 1,6 100,0
Muy Baja Baja Moderada Total
0 31 4 35
0 88,6 11,4 100,0
0 32 1 33
0 97,0 3,0 100,0
0 63 5 68
0 92,6 7,4 100,0
Muy Baja Baja Moderada Total
0 98 8 106
0 92,5 7,5 100
3 98 3 104
2,9 94,2 2,9 100
3 196 11 210
1,4 93,3 5,2 100
**Prueba Z de proporciones;
n
Total
n
* Chi cuadrado de Pearson;
n
Masculino %
Nivel de Actividad Física
%
(χ2) p* 1,219 (0,544)
2,907 (0,234)
1,759 (0,185)
5,254 (0,072)
NS: No Significativo
Tabla 6. Nivel de actividad física según clasificación de Indice de Masa Corporal en niños escolarizados de la parroquia Coquivacoa, Municipio Maracaibo, 2013
Grupo Etario 6 a 8 años
9 a 10 años
11 años o más
Total
Nivel de Actividad Física
Clasificación del IMC Delgados (A) Sobrepeso (B) Obesidad (C) n % n % n %
Muy Baja Baja Moderada Total
1 63 5 69
1,4 91,3 7,2 100,0
0 7 0 7
0 100,0 0 100,0
0 4 0 4
0 100,0 0 100,0
Muy Baja Baja Moderada Total
1 53 0 54
1,9 98,1 ,0 100,0
0 5 0 5
0 100,0 0 100,0
1 1 1 3
33,3 33,3 33,3 100,0
Muy Baja Baja Moderada Total
0 54 4 58
0 93,1 6,9 100,0
0 7 1 8
0 87,5 12,5 100,0
0 2 0 2
0 100,0 0 100,0
Muy Baja Baja Moderada Total
2 170 9 181
1,1 93,9 5,0 100,0
0 19 1 20
0 95,0 5,0 100,0
1 7 1 9
11,1 77,8 11,1 100,0
* Chi cuadrado de Pearson;
**Prueba Z de proporciones;
NS: No Significativo
(χ2) p* 1,034 (0,905)
29,842 (<0,0001)
0,488 (0,784)
7,190 (0,126)
A vs. B p*
A vs. C p*
B vs. C p*
NS -
NS -
NS -
NS -
<0,05 <0,05 -
NS -
NS NS
NS -
NS -
NS NS NS
<0,05 NS NS
NS NS
73
Discusión 74
a obesidad es uno de los mayores problemas de salud pública del siglo XXI13, que afecta tanto a países desarrollados como subdesarrollados, y en cuya etiología participan factores genéticos y ambientales27,28. La prevalencia mundial de obesidad infantil y juvenil ha incrementado progresivamente en las últimas décadas, de 4,2% en 1990 a 6,7% en 201029, y se ha visto asociada a un mayor riesgo de muerte y discapacidad prematura en la edad adulta30. Los efectos deletéreos de la obesidad no se limitan al ámbito de la salud física, ya que también se considera un importante factor asociado al bullying o acoso escolar y a bajo rendimiento académico, aspectos vitales en el desarrollo psicosocial de los niños31. Latinoamérica y España no escapan de esta realidad: En Argentina se reporta una prevalencia de obesidad infantil de 16,7% y 17,9% de sobrepeso32; en México, 9,6% y 19,3% respectivamente33; y en España, 9,5% y 22,4% respectivamente34. En comparación con estas regiones, nuestro estudio halló una prevalencia menor de obesidad infantil (4,3%), cifra que difiere a los datos publicados por el SISVAN-INN en el año 2010, que reportó en el grupo de 7 a 12 años un 12,75% de obesidad y 17,65% de sobrepeso11. Esto podría deberse a diferencias metodológicas: El estudio del SISVAN-INN implementó los índices peso-talla, peso-edad y talla-edad para la categorización del estado nutricional, mientras que en nuestro estudio se utilizó la clasificación según IMC propuesta por el CDC. Estudios futuros deben profundizar en este aspecto y esclarecer cuál instrumento evalúa el estado nutricional con mayor certeza en la población infantil. Al evaluar por sexo, se observó una mayor prevalencia de obesidad en el sexo masculino, correspondiéndose con los resultados obtenidos en el estudio del SISVAN-INN11 donde en el grupo de 7 a 17 años comparado por género, se observa que la mayor prevalencia de malnutrición por exceso se presentó en el género masculino, con un 10,63% para obesidad; con diferencia estadísticamente significativa con respecto al género femenino; resultados similares a los hallados en niños cubanos35; pero en contraste con hallazgos en España y Argentina36,37 que muestran una mayor proporción de sobrepeso y obesidad entre las niñas. En relación a los aportes nutricionales diarios, las kilocalorías al día consumidas en nuestra población son menores en comparación con las consumidas en Argentina y México37,38. En efecto, la herencia cultural de cada sociedad es el factor determinante al caracterizar los patrones dietarios de cada población39. Aunque estos aportes son progresivamente mayores a lo largo de los grupos etarios, las diferencias no parecen ser significativas. De manera similar, al comparar los aportes nutricionales entre categorías
de IMC dentro de cada grupo etario, sólo se observaron diferencias significativas entre los carbohidratos consumidos por niños delgados y con sobrepeso entre los 9 y 10 años. En este sentido, nuestros resultados coinciden con obtenidos en el estudio del SISVAN-INN11 donde el patrón encontrado en los sujetos con malnutrición por exceso, no difiere del observado en los sujetos con normalidad nutricional. En cuanto a los patrones de actividad física en nuestra población, 93,3% mostró niveles bajos, mientras que sólo 5,2% realizan actividad física moderada. Estos resultados coinciden con los resultados obtenidos en el primer estudio de prevalencia de sobrepeso y obesidad en Venezuela realizado por el SISVAN-INN11 donde la población de 7 a 12 años con diagnóstico de sobrepeso y obesidad no realiza suficiente actividad física entre los cuales el Zulia presenta 73,08% de sedentarismo. Otros reportes similares de Norteamérica y Europa40,41 muestran en efecto, bajos niveles de actividad física, perfilándolos como una problemática de escala mundial. Estudios psicológicos identifican el involucramiento en actividades como los videojuegos, televisión e internet como el principal factor hacia el cual se desvía la atención de niños y adolescentes hacia prácticas sedentarias42-45. En nuestra población, estos hábitos son altamente prevalentes en ambos sexos, donde la minoría de los sujetos estudiados ven televisión, juegan videojuegos o usan la computadora menos de 1 hora por día (sólo 25,7%, 36,2% y 11,9%, respectivamente; Tabla 2), con la mayoría de la población invirtiendo más de 1 hora diaria a estas actividades, que se traducen en tiempo de inactividad física. A su vez, esto se refleja en el desarrollo pondoestatural de los individuos, observándose una mayor proporción de obesidad entre los individuos con actividad física muy baja. En efecto, la realización insuficiente de actividad física ha sido descrita como el principal factor de riesgo para valores de IMC elevados, independientemente de los aportes dietarios46. Aunque en nuestra población, el uso de TV, videojuegos e internet no parece asociarse a la clasificación de IMC, se observan proporciones significativamente mayores de sujetos obesos en la población general entre los que ven TV 1-4 horas/día; y mayor sobrepeso entre las niñas que ven TV ≥4 horas/día. Estos hallazgos podrían explicar parcialmente los bajos niveles de actividad hallados en nuestra población. Sin embargo, en investigaciones ulteriores debe abordarse la exploración otros factores psicobiológicos de orden sociocultural, como motivación, disponibilidad de tiempo, y dinámica intrafamiliar; al igual que barreras de índole ambiental, como la seguridad y criminalidad comunitaria, y accesibilidad a facilidades para la realización de AF47; particularmente ante reportes previos que describen a poblaciones de origen latinoamericano atribuyendo gran importancia a estos elementos al indagar sobre las conductas relativas a la AF48. En la población de la parroquia Coquivacoa, la prevalencia de obesidad infantil parece ser relativamente baja,
Revista Latinoamericana de Hipertensión. Vol. 8 - Nº 3, 2013
representando un problema de salud pública de menor envergadura que en otras demografías. La ausencia de diferencias significativas entre los aportes energéticos con respecto al IMC sugiere un papel de mayor peso para el contexto psicobiológico de cada individuo, particularmente en relación a la realización de actividad física y sus factores condicionantes. Dado que la inactividad física es un hábito modificable, la promoción de la realización de actividad física debe ser considerada una herramienta esencial para la prevención de la obesidad y sobrepeso en nuestra población infantil. La recomendación actual de la Academia Americana de Pediatría49 es oportuna en este escenario; proponiendo la caminata y el reemplazo de horas invertidas en hábitos como el uso de la TV, videojuegos y computadores por actividades recreacionales que requieran actividad física para asegurar éxito a mediano y largo plazo, en conjunto con apoyo sinérgico del núcleo familiar e instituciones educativas.
Referencias 1.
Anzman SL, Rollins BY, Birch LL. Parental influence on children´s early eating environments and obesity risk: implications for prevention. Int J Obes (Lond) 2010; 34 (7): 1116-24.
2.
Pearson N, Biddle SJ. Sedentary behavior and dietary intake in children, adolescents, and adults. A systematic review. Am J Prev Med. 2011 Aug;41(2):178-88.
3.
Moens E, Braet C, Soetens B. Observation of family functioning at mealtime: a comparison between families of children with and without overweight. J Pediatr Psychol 2007; 32: 52-63.
4.
Ogden CL, Flegal KM, Carroll MD, Johnson CL. Prevalence and trends in overweight among US children and adolescents, 1999-2000. JAMA.2002;288:1728-1732.
5.
Epidemiology of obesity in children in southamerica. Cecilia Albala and Camila Corvalan. Chapter 6, 95. 2011 Volume 2
6.
World Health Organization. Global strategy for non-communicable disease prevention and control (Draft). Geneva: WHO; 1997. WHO document WHO/NCD/GS/97.1.
7.
Freedman D, Dietz W, Srinivasan S, Berenson G. The relation of overweight to cardiovascular risk factors among children and adolescents: The Bogalusa Heart Study. Pediatrics 1999; 103:1175-1182.
8.
Dietz WH. Childhood weight affects adult morbidity and mortality. J Nutr. 1998;128:411-414.
9.
Darnton-Hill I, Nishida C, James WP. A life course approach to diet, nutrition and the prevention of chronic diseases. Public Health Nutr. 2004 Feb;7(1A):101-21.
10. Dietz W. Health consequences of obesity in youth: Childhood predictors of adult disease. Pediatrics 1998; 101: 518-25.
13. World Heath Organization. Obesity. Pre-venting and managing the global epidemic. Re-port of a WHO consultation of obesity. Geneva: WHO; 1998 14. Murray R. Spiegel y Larry J. Stephens. (2009). Estadística. 4ta edición. Mc Graw-Hill. México, D.F 15. Asociación Médica Mundial (AMM) Declaración de Helsinki; 2008. 16. Pietrobelli A, Faith M, Allison D, Gallagher D, Chiumello G, Heymsfield S. Body mass index as a measure of adiposity among children and adolescents: a validation study. J Pediatr 1998; 132:204-210. 17. The WHO Child Growth Standards. Disponible en: http://www.who.int/childgrowth/en/ 18. Speiser PW, Rudolf MCJ, Anhalt H, Camacho-Hubner C, y col. Consensus statement: Childhood obesity. J Clin Endocrinol Metab 2005;00:1971-87. 19. Krebs NF, Himes JH, Jacobson D, y col. Assessment of child and adolescent overweight and obesity. Pediatrics. 2007;120 Suppl 4:S193-228. 20. Ogden CL. Changes in Terminology for Childhood Overweight and Obesity. National Health Statistics Reports. 2010, 25: 1-8. 21. Martínez Carlos, et al. Sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes de la ciudad de corrientes asociación con factores de riesgo cardiovascular. MEDICINA (Buenos Aires) 2001; 61: 308-314 22. World Health Organization. Obesity: preventing and managing the global epidemic. Report of a WHO Consultation on Obesity. Geneva: The Organization; 2000. (WHO Technical Report Series, No. 894). 23. Kowalski K, Crocker P, Faulkner R (1997). Validation of the Physical Activity Questionnaire for Older Children. Pediatric Exercise Science, 9, 174-186. 24. Dwyer G, Hardy L, Peat J, Baur L. The validity and reliability of a home environment preschool-age physical activity questionnaire (Pre-PAQ). Int J Behav Nutr Phys Act. 2011 Aug 4;8:86. 25. Acuña I., Solano L. Situación socioeconómica, diagnóstico nutricional antropométrico y dietario en niños y adolescentes de Valencia, Venezuela. An Venez Nutr 2009;22 (1): 5-11. 26. Instituto Nacional de Nutrición. Dirección Técnica. Tabla de Composición de Alimentos para uso Práctico. Publicación Nª 54. Serie de Cuadernos Azules. Caracas Venezuela. Revisión 1999. Primera reimpresión 2001. 27. Savra SC, Kauridis Y, Tornaritis M, Epiphaniou-Savra M, Chadjigeargeou C, Kafatos A. Obesity in children and adolescents in Cyprus, prevalence and predisposing factors.Int J Obes Relat Metab Desord 2002;26(8):1036-45. 28. Clement K, Ferre P 2003 Genetics and the pathophysiology of obesity. Pediatr Res 53:721–725. 29. Uauy R, Albala C, Kain J. Obesity Trends in Latin America: Transiting from Under- to Overweight. J Nutr 2001; 131: 893–899. 30. Castro A, Toledo A, Macedo L, Inclán V. Childhood obesity is a multisystem health problem. Rev Med Hosp Gen Méx, (2012) 75(1)41-49.
11. Instituto Nacional de Nutrición. Estado Nutricional de la población menor de 15 años. Sistema de Vigilancia alimentaria Nutricional (SISVAN). Caracas (Venezuela); 2007.
31. Griffiths LJ, Wolke D, Page AS, Horwood JP. Obesity and bullying: different effects for boys and grils. Arch Dis Child 2006;91:121-5.
12. Instituto Nacional de Nutrición de Venezuela. Primer estudio de prevalencia de sobrepeso/obesidas (prevalencia y factores condicionantes) en Venezuela.2009-2010 Fondo editorial Gente de Maíz. Disponible en: http://www.inn.gob.ve/pdf/libros/sobrepeso.pdf
32. Szer, G, Kovalskysa I, De Gregorio M. Prevalencia de sobrepeso, obesidad y su relación con hipertensión arterial y centralización del tejido adiposo en escolares. Arch. argent. pediatr., Buenos Aires, (2010) 108(6)8-28.
75
33. Ceballos C, Vizcarra V, Acosta L, Loza M, Reyes C. Sobrepeso y obesidad en preescolares y escolares de una comunidad periurbana de origen otomí del Valle de Toluca, México. Población y Salud en Mesoamérica. (2012)10(1);1-23 34. Garcia E, Vazquez M, Galera R, Alias I, Martin M, Bonillo A, Cabrera J, Garcia I, Gomez S, Lopez E, Munoz J, Perez P, Ortiz M, Poveda J, Rodriguez M, Rodriguez I, Sanchez Am Ruiz L, Saez M, Salvador J, Torrico S. Prevalencia de sobrepeso y obesidad en ninos y adolescentes de 2 a 16 años. Endocrinol Nutr. 2013. http://dx.doi.org/10.1016/j. endonu.2012.09.014.
76
41. Román B, Serra-Majem L, Pérez-Rodrigo C, Drobnic F, Segura R. Physical activity in children and youth in Spain: future actions for obesity prevention. Nutr Rev. 2009;67(Suppl 1):S94-8. 42. Andersen RE, Crespo CJ, Bartlett SJ, Cheskin LJ, Pratt M. Relationship of physical activity and television watching with body weight and level of fatness among children: results from the Third National Health and Nutrition Examination Survey. JAMA 1998; 279:938-42. 43. Munné, F. y Codina, N. (1992) “Algunos aspectos de impacto tecnológico del consumo infantil del ocio”, en Anuario de Psicología 53, 114-125.
35. González A, Vila J, Guerra C, Quintero O, Dorta M, Danilo J. Estado nutricional en niños escolares. Valoración clínica, antropométrica y alimentaria. Revista Electrónica de las Ciencias Médicas en Cienfuegos. 2010 MediSur, vol. 8(2):15-22.
44. Salmon J, Campbell K, Crawford D. Television viewing habits associated with obesity risk factors: a survey of Melbourne schoolchildren Med J Aust 2006; 184 (2): 64-67.
36. Villagran S, Rodiriguez A, Novalbos J, Marinez, J, Lechuga J. Hábitos y estilos de vida modificables en niños con sobrepeso y obesidad. Nutr Hosp. 2010;25(5):823-831
45. Padez C, Mourao I, Moreira P, Rosado V. Prevalence and risk factors for overweight and obesity in Portuguese children Acta Pediatrica, 2005; 94: 1550-1557.
37. Kovalskys I, Indart P, Paz M, De Gregorio M, Rausch C, Karner M. Food intake and anthropometric evaluation in school-aged children of Buenos Aires. Arch Argent Pediatr 2013;111(1):9-14
46. Norma GJ, Calfas KJ, Sallis JF, Zabinski MF, Rupp J, et al. Diet, physical activity, and sedentary behaviors as risk factors for overweight in adolescence. Arch Pediatr Adolesc Med. 2004 Apr;158(4):385-90.
38. Bazalca M, Pasquet P, De Garine I. Dieta actividad fisica y estado de nutrición en escolares en tahumaras, Mexico Rev Chil Salud Publica 2009; Vol 13 (1): 30-37.
47. Durant N, Kerr J, Harris SK, Duarnt N, Kerr J, Harris SK, Saelens BE, Sallis JF, Environmental and safety barriers to youth physical activity in neighborhood parks and streets: reliability and validity. Pediatr Exerc Sci. 2009 Feb;21(1):86-99.
39. Bourges H, Bengoa J, O’Donnell. Historias de la Nutricion de America Latina. Sociedad Latinoamericana de Nutricion. Publicacion SLAN 1:46-55 40. Sagatun Å, Kolle E, Anderssen SA, Thoresen M, Sogaard A.J. Threeyear follow-up of physical activity in Norwegian youth from two ethnic groups: associations with socio-demographic factors. BMC Public Health. 2008; 8:419.
48. Martínez SM, Arredondo EM, Pérez G, Baquero B. Individual, social, and environmental barriers to and facilitators of physical activity among Latinas living in San Diego County: focus group results. Patrick K 2009 Jan-Mar;32(1):22-33. 49. Barlow SE, Dietz WH. Obesity evaluation and treatment: Expert Committee recommendations. Pediatrics 1998; 102: 29.