Educación ambiental. Cantidad no es calidad
Vivimos en la actualidad inmersos en una realidad social en la que progresivamente el ocio ha adquirido una mayor relevancia. Paralelamente, entorno y educación se integran configurando un nuevo modelo de “aula”; ya no hay fronteras con el ocio y tiempo libre, todo es educación. Uno de los temas más demandados por la población que gusta de esta combinación de ocio y formación es el que se ocupa de la concienciación medioambiental. Una de las razones por las que desde hace relativamente poco tiempo priorizamos la educación ambiental es el agravamiento de los problemas ambientales y la responsabilidad que al respecto tiene la población y sus hábitos cotidianos no respetuosos con el medio. En manos de los niños y las niñas está el futuro del planeta. En la edad escolar son “esponjas”, absorben conocimientos y experiencias que marcarán, tanto positiva como negativamente, sus comportamientos éticos y cívicos en su madurez. Además, la formación de la población infantil está dotada de una segunda utilidad: es, aunque parezca insólito, un método para llegar a la familia y educarla con los nuevos conocimientos adquiridos en las aulas. Las niñas y niños deben practicar actividades que les sirvan para entender cómo se puede ayudar a proteger el planeta Tierra en pos de un desarrollo sostenible. De este modo, han de descubrir los distintos tipos de residuos que el hombre ha ido generando a lo largo de la historia, calcular su huella ecológica y reflexionar sobre sus hábitos de consumo y el reciclaje, la responsabilidad y el compromiso. También es preciso que adquieran conocimientos y se posicionen respecto a la cultura del agua, el consumo energético y el cambio climático. En definitiva, cada uno de los ciudadanos que habitamos en la Tierra somos parte de la comunidad educativa que tiene como misión formar a los adultos del mañana. Uno de los instrumentos de los que disponemos para implantar estos objetivos es la Agenda 21 Escolar, mediante la cual ayuntamientos y centros educativos colaboran en la consecución del desarrollo sostenible en su entorno cotidiano. Cada colegio debe entender la A21E como una aventura y un compromiso, con repercusiones también en la propia gestión de los gastos corrientes generales de funcionamiento del centro. Y los logros de la misma deben trascender a todos los ámbitos locales.
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Gestidea es una empresa especializada en educación ambiental e implantación de procesos de Agenda 21 Local y Escolar. Al igual que el resto de entidades de este sector, a través de sus experiencias ha llegado a diferentes conclusiones y ha detectado diversas dificultades a la hora de implantar las Agenda 21 Local y Escolar o únicamente poner en práctica actividades de educación ambiental: •
Es preciso que exista una interacción operativa entre el ayuntamiento y el centro educativo para implantar dichos procesos y para el desarrollo de actividades extraescolares medioambientales.
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En las zonas rurales la participación en actividades extraescolares se halla dificultada por las distancias geográficas entre centros educativos y núcleos de población y las consiguientes necesidades de transporte.
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En los centros educativos se ha ido avanzado, pero aún falta información, y por tanto, mucho camino por andar para la generalización de los procesos de Agenda 21 Escolar.
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Es evidente la necesidad de apoyo y asistencia externa (Administraciones locales, Asociaciones, Instituciones, etc.) que permita la óptima consecución de las metas planteadas por los propios procesos de Agenda 21 Escolar o en la ejecución de actividades puntuales de educación ambiental.
Considerando la importancia de los recursos didácticos en esta área de actuación, en las II Jornadas de Trabajo en torno a la Estrategia Cántabra de Educación Ambiental, celebradas en Santoña, se detectaron “carencias en cuanto al seguimiento del material de educación ambiental que se proporciona a centros educativos (unidades didácticas...); por lo que se propone una mayor comunicación para verificar el uso de esos materiales”. http://medioambientecantabria.com/estrategiaea/ampliar.php?Id_contenido=20752 Con el objetivo de cubrir estas carencias, Gestidea ha elaborado diverso material educativo y numerosas publicaciones, como por ejemplo el cuento Grifina, Enchufín y Basurete, unos divertidos personajes que simbólicamente representan respectivamente el agua, la energía y los residuos. Ambientada en la comarca pasiega, es una narración que de modo ameno nos aconseja sobre buenas prácticas ambientales. Grifina, Enchufín y Basurete.pdf. Del mismo modo, Gestidea ha creado juegos infantiles, como el Tablero de los residuos, con el cual, además de disfrutar de un buen rato de diversión, se educa a los niños sobre el correcto depósito de los diferentes tipos de residuos en cada uno de los contenedores de reciclaje y puntos limpios. Tablero de los residuos.pdf Gestidea está también fuertemente implicada con la implantación de la Agenda 21 Local en los municipios de Cantabria. De la mano de nuestra empresa los ayuntamientos que constituyen la Mancomunidad Reserva del Saja, la comunidad educativa, las asociaciones de la zona y, en general, el conjunto de la población, valiéndose de la Agencia de Desarrollo Local como órgano director, se encuentran en la fase de aprobación del Plan de Acción de la A21L Reserva del Saja. Esta experiencia concreta es de gran utilidad a la hora de comprender la evolución de la educación en nuestra región. La Mancomunidad está inmersa en el proceso de A21L desde el 2004 y, desde hace más de una década, viene desarrollando actividades de educación ambiental para la población infantil, juvenil y adulta
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de la comarca. En este espacio ejemplar detectamos la confianza y el buen entendimiento entre las entidades y organismos tanto públicos como privados aunados con un propósito en beneficio de todos, valores que deben divulgarse y extenderse al resto de los territorios. www.mancomunidadreservadelsaja.com Otro ejemplo de buen hacer medioambiental con el que colabora Gestidea es el de la Mancomunidad Altamira Los Valles, puesto que, aún llevando poco tiempo, la calidad de su gestión en este ámbito comienza a dar sus frutos. Tanto es así que, contando entre sus objetivos la implantación de A21E en los centros educativos, ha iniciado la fase de información y divulgación de la A21L y A21E con la publicación de un boletín en el que se detallan cada uno de estos procesos. www.mancomunidadaltamiralosvalles.es
A partir de las experiencias obtenidas en éstas y otras entidades podemos concluir que, aunque parezca un tópico, la no actuación siempre es peor que el fracaso. Animamos por tanto a los centros educativos a participar en las acciones de formación para la sostenibilidad -programas como la Agenda 21 Escolar, los Centros Sostenibles o los Huertos y Jardines Escolares, y acciones como las estancias ambientales en el Valle de Soba o el Aula Abierta Ruta ecológica IES La Granja- que, con el esfuerzo de todos y el apoyo de la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria, poseen garantía de ser un éxito para hoy y para el futuro. http://www.educantabria.es/portal/c/pub/recursos/intranet/ver?p_l_id=22.46&contentI d=1900552&c=an La educación ambiental es, en definitiva, un deber y un derecho de todos. Y aunque en los últimos años han proliferado las iniciativas que buscan aplicar sus principios en sectores de población cada vez más amplios, no debemos quedarnos tan sólo satisfechos por los indicadores de cantidad, sino que hemos de aspirar a alcanzar la mayor cota de calidad posible en los proyectos que se emprendan. Para este fin es imprescindible contar con profesionales formados y experimentados en la materia y la colaboración de los diferentes agentes sociales implicados: instituciones internacionales, nacionales, autonómicas y locales, centros educativos y ciudadanos en general. www.gestideaproyectos.com
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