INTRODUCCIÓN HISTÓRICA PARA LA PUBLICACIÓN : TECTÓNICA DE INVERSIÓN VARISCA EN EL ÁREA DE CABO PEÑAS. (Por F. López Díaz) Cuando hacia el año 1990 terminé mi trabajo de geólogo en Madrid y volví a Asturias, me dispuse a escribir mi Tesis de Doctorado. En concreto Florín (DEP) que era ya profesor titular me llamó a casa y quedamos para comer, en cuyo transcurso me dijo que de parte de los mandamases del Departamento podía ir a escribir la Tesis, que por lo demás yo ya tenía resuelta hacía casi seis años. Total que acudí regularmente a la Facultad para escribir lo que pensaba yo de la geología de la Zona Meridional Centroibérica y en concreto del área del anticlinal de Navalpino. Un punto importante de la Tesis, y novedad por el momento en la geología Ibérica era la existencia de una Falla normal o distensiva, como se quiera denominar, que condicionaba la sedimentación de las partes más altas del Precámbrico. Muchas fueron las discusiones con mi director de Tesis Jesús Aller y también con Fernando Bastida (otro profesor titular). En el transcurso de estas charlas, hablaba yo con Jesús sobre la posible existencia de otras fallas normales en diversos sectores de al Cordillera Varisca Ibérica. Una de las áreas que llamó nuestra atención fue el área de Cabo Peñas. La cual era bien conocida, al menos en los niveles superficiales, después del trabajo de Julivert (1976) que era todo un clásico que estudiábamos en la carrera. Las discusiones sobre el área de Cabo Peñas cristalizaron en un intento de publicación. Ellos cumpliendo su labor docente se marcharon una semana o diez días al Campo, mientras que yo ese tiempo lo dediqué a investigar los posibles modelos cinemáticos que se muestran en el Trabajo con la Fig. 5. Total que cuando volvieron del Campo, ya tenía la publicación casi lista, pero… Las fuerzas vivas del Departamento les dieron unas tremendas “voces”, que fueron oídas desde cualquier parte del Departamento, lo que les hizo a Jesús y a Fernando Bastida echarse atrás respecto a publicar el trabajo. Por supuesto yo seguí, con el proyecto. Hice las copias de rigor y las envié para su publicación en la Sociedad Geológica de e$paña. Al cabo de pocos días recibí la respuesta del editor de dicha revista que era Alberto Marcos, el que fue Rector, para entendernos. En una breve nota no aceptaba la publicación ya de mano, ni siquiera la mandaba a los Árbitros para juzgar el trabajo. Ya decidía él de mano que no se publicara. Pocas veces me vio Porrín más enfadado que cuando esto ocurrió. Recuerdo que bajábamos por la calle Gil de Jaz y yo hablaba solo, verdaderamente indignado. En fin que me sentó muy mal. Tamaña injusticia (creo yo) pues ya era la segunda vez en que se me rechazaba un trabajo (el otro era sobre las rocas equivalentes a las de mi Tesis que había en Rusia, en concreto en la Península de Kola, trabajo que espero publicar, si el que motiva esta introducción sale bien, aunque está en Inglés). Total que estaba claro que no me querían en el Departamento, por lo que dejé de ir, total que no había feeling, pues desde luego yo no aceptaba las voces que era la manera de discutir la geología típica de esa gente. Ahora voy a hacer una breve introducción para explicaros la publicación y sus figuras, para que os sea algo más comprensible. El área de cabo Peñas se caracteriza, porque perteneciendo a la Zona Cantábrica (No confundir con al Cordillera Cantábrica, que es un término Geográfico, que abarca todo
el Norte Peninsular, lo cual se aprecia en al Fig. 1. La Zona Cantábrica es la zona más externa de la Cordillera Varisca, y por tanto no tiene nada que ver, en principio, con las rocas de Cantabria y País Vasco, lo que también se observa en la Fig. 1). En la susodicha Fig. 1, se aprecia mediante un recuadro el área de Cabo Peñas, objeto del presente trabajo. Resulta dicha área poseer unas características especiales dentro de la Zona Cantábrica, que se suele interpretar como resultado de su posición colindante con al Zona Astur Occidental-Leonesa, que es la zona inmediata al Oeste de la Zona Cantábrica, y parte de cuyas características se observan en el área de Cabo Peñas, como son varios pliegues plegados homoaxialmente, es decir pliegues superpuestos con sus mismas direcciones, lo que no se observa en ningún sitio de la Zona Cantábrica. Ya en la carrera estudiábamos el Área de Cabo Peñas con el corte realizado por Julivert (1976) que es simplemente magnífico y que reproduzco aquí en al Fig. 3. Sin embargo este corte no realizaba una prolongación en profundidad que fuera acorde con lo observado en superficie. Aquí es donde entra mi trabajo, nuestro debería decir, pero digo mío pues la elaboración fue puramente personal, a pesar de las discusiones realizadas con J. Aller, etc. Una de las características de los materiales de esta área es la presenca de una potente sucesión volcanodetrítica en época del Ordovícico SuperiorSilúrico Inferior (hace muchos cientos de millones de años, aproximadamente 435 m.a.). Quiere decir esto que hubo volcanes que son una peculiaridad de esta zona, que no es frecuente, ni mucho menos, en el resto de la Zona Cantábrica, por lo que bien se pueden deber a la existencia de fracturas en esta área, lo que da pié a la inferencia de una falla lístrica (curvada hacia abajo) mediante la cual emergerían los materiales volcánicos. Esta es la apuesta del trabajo indicado. Resulta notable que con esta premisa se elaboren modelos que hacen inevitable el desarrollo de pliegues superpuestos homoaxiales, que es una característica distintiva de esta área dentro de la Zona Cantábrica. Para mi sorpresa, al elaborar los modelos (Fig. 5) la existencia de este tipo de plegamiento era “necesaria” si se admitía la existencia de una falla distensiva reactivada. Es decir de una falla que actuó hacia abajo y después se reactiva hacia el movimiento inverso constituyendo un Cabalgamiento (es decir elevando el bloque que yace sobre la falla). No quiero extenderme más sobre estos temas, que son algo complejos para no iniciados, tan sólo decir que ahora que releo el trabajo, me parece una verdadera injusticia que no se publicara hace 20 años. No conozco el estado actual de conocimiento sobre dicha zona, ni me apetece. Simplemente publico esto para nosotros, en primer paso, y según quede la publicación, publicaré lo del trabajo de Rusia, que también me lo censuraron, pero eso en toda Europa. Finalmente decir, que la Fig. 2, la más laboriosa de realizar constituye un esquema geológico del área estudiada, donde cada color representa una formación diferente de rocas, es decir los grupos de rocas sedimentarías de la misma edad y características petrológicas. La edad se muestra en las barras a la izquierda de las formaciones. Abarcando desde el Cámbrico (hace más de 550 millones de años) hasta el Carbonífero Estefaniense (280 m.a.). Aparte y representados en blanco, además de la supeprfice del mar, están, bajo al denominación conjunta de “Cobertera” los materiales recientes de todo tipo, desde playas recientes, hasta los sedimentos Mesozoicos y Terciarios comunes, posteriores al ciclo Varisco (es decir que no tienen relación con los materiales viejos del Paleozoico (Cámbrico- Carbonífero). Abundan también en la figura los datos con valores numéricos de buzamiento. Estos son indicaciones de la posición de la estratificación con respecto tanto al Norte como a la horizontal (valores numéricos, así
uno que ponga 80 es que está inclinada la estratificación todos esos grados con respecto a la horizontal, mientras que al línea larga de cada símbolo muestra la orientación respecto al Norte Geográfico de la mencionada estratificación. Y, ¿Qué es la estratificación? Pues implemente el plano que en su día, cuando se formó la roca correspondía a la superficie del fondo del mar, o del lago, o del medio sedimentario que fuera. Por poner un ejemplo. Imaginemos una playa, pues, entonces, la superficie de la playa, que ha quedado fosilizada por rocas posteriores suprayacentes, que la transforman de sedimentos arenosos en una arenisca. Las figuras todas tienen número, excepto la Fig. 3, que no quise tocarla y la expongo tal y como fue publicada en Julivert (1976) En fin, que ya está bien de rollo. Si llegáis a este punto en al lectura, os ganasteis mi eterno agradecimiento. Nada más que decir en principio. Cualquier duda me la decís por los medios habituales o bien de al forma en euq econsidereis oportuno. NO importa lo que sea. Trataré de explicarla lo mejor posible.
TECTÓNICA DE INVERSIÓN VARISCA EN EL LÍMITE ENTRE LAS ZONAS CANTÁBRICA Y ASTUROCCIDENTAL-LEONESA: EL ÁREA DE CABO PEÑAS FERNADO LÓPEZ DÍAZ Resumen. La existencia en el área de cabo Peñas (Zona Cantábrica) de un registro sedimentario anómalo, principalmente durante el Ordovícico es atribuida a la existencia de una falla normal sinsedimentaria de trazado aproximado NE-SO cuya inversión tectónica en el Carbonífero motiva que esta zona presente características estructurales atípicas en la citada Zona. Palabras clave: Falla Normal Ordovícica, Tectónica de Inversión Varisca. Abstract. The presence in the Cape Peñas area (Cantabrian Zone) of an anomalous sucession of Ordovician rocks is attributed to the existence of a synsedimentary normal fault. This fault was inverted during the Carboniferous and this can explain the peculiar structures of this area, atipycal in the Cantabrian Zone. Key words: Ordovician normal fault, Variscan inversion tectonics.
La Zona Asturoccidental-Leonesa (ZAOL) es una de las grandes zonas en que se ha dividido el Orógeno Varisco en el NO de la Península Ibérica (Lotze 1945, Julivert y otros 1974); y está caracterizada, entre otros aspectos, por el gran espesor que presentan las rocas cambro-ordovícicas. Lo que la diferencian de las zonas vecinas, la Zona Cantábrica (ZC), al Este (la más externa del Erógeno) y la Zona Centroibérica (ZCI), al Oeste (más interna) y ha sugerido la existencia de un importante surco cambroordovícico alargado en la dirección de las estructuras variscas (Marcos 1973). El desarrollo de este surco se ha asociado a una distensión tangencial que habría facilitado la formación de la cuenca durante dichos periodos y que finalizaría en el Silúrico, durante el cual se produjo un episodio transgresivo que dio lugar a una homogeneización de facies y espesores. La existencia de tal periodo distensivo sugiere el desarrollo de fallas normales cambro-ordovícicas, alguna de las cuales ha sido puesta de manifiesto recientemente (Martinez-Catalán y otros, 1992). Sin embargo, tales fracturas son muy difíciles de detectar, ya que posiblemente están enmascaradas por las estructuras variscas. La región de cabo Peñas, situada en la ZC (Fig. 1) en su borde occidental y colindante por tanto con el mencionado surco cambro-ordovícico, muestra como característica anómala dentro de la ZC, la existencia de una potente sucesión con materiales de edad comprendida entre el Llanvirn y el Llandovery medio-superior (Truyols& Julivert 1976) correspondientes a la Fm. Luarca y a los materiales volcanodetríticos de la Fm. Castro (Fig. 2), con un espesor aproximado de 1000 m. Por otra parte, la estructura superficial de la región de Cabo Peñas es conocida desde el trabajo de Julivert (1976) y muestra diferencias estructurales significativas con el resto de la ZC. El presente trabajo trata de interpretar el corte de superficie del área, bien conocido desde Julivert (1976) en profundidad de acuerdo con las características
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estratigráficas de la zona, poniendo en evidencia la existencia de una falla normal que condiciona al sedimentación de los materiales ordovícicos mencionados; y como su inversión como cabalgamiento en el Carbonífero durante la Orogénia Varisca explica las particularidades estructurales de la zona. SITUACIÓN GEOLÓGICA: La ZC constituye el sector más externo del Orógeno Varisco en la Península Ibérica y está caracterizada por una tectónica “thin skinned” en la que los mantos de despegue se disponen en una estructura arqueada (Fig. 1)Asociados a los diferentes mantos aparecen una serie de pliegues de trazado también arqueado y longitudinales, por tanto, a los cabalgamientos; y otros pliegues cuya disposición es radial respecto al arco y que con frecuencia se relacionan con fallas “tear” de los cabalgamientos (pliegues transversales). EL CORTE PREVIO: La región de Cabo Peñas (Figs. 1 y 2) ocupa en la ZC el borde aflorante noroccidental y constituye la prolongación norte de la Unidad de Somiedo-Correcilla. Sin embargo, la estructura de la zona de Cabo Peñas muestra discrepancias con la de la Unidad mencionada. En este trabajo partimos de la existencia de un corte geológico de superficie previo (Julivert 1973, a, b y 1976) (Fig. 3) que consideramos básicamente correcto. En este corte se aprecia la existencia de dos zonas estructuralmente diferentes separadas por una zona de cabalgamientos (Llumeres). Por una parte, el sector NO del corte presenta dos generaciones de pliegues coaxiales, lo que produce que los pliegues de segunda generación hagan cabecear a los de la primera, produciendo la inmersión de una cabeza anticlinal. Por otra parte, desde los cabalgamientos de Llumeres, hacia el SE, tan solo se observan a gran escala sinclinales de plano axial subvertical, separados por un anticlinal muy apretado, o incluso por una falla cabalgante del labio NO. La existencia de dos generaciones coaxiales de pliegues es típica de la ZAOL (Marcos 1973), pero es anómala dentro de la ZC, apareciendo tan sólo en el sector de cabo Peñas y nunca en la Unidad de Somiedo-Correcilla. Sin embargo, la estructura del resto del corte de Cabo Peñas (entre Llumeres y Cabo Torres) es perfectamente comparable a la observada en toda la Unidad mencionada. EL MODELO DE INVERSIÓN VARISCA: En este capítulo expondremos el nuevo corte realizado para el área de Cabo Peñas basado en la hipótesis de la existencia de una falla normal de edad principalmente ordovícica cuya inversión tectónica en el Carbonífero explica las características tanto estratigráficas como estructurales antes descritas. Para ello y basándonos en datos cartográficos, expondremos los diferentes motivos por los que admitimos la existencia de una falla normal en esta área. A continuación estudiaremos con arreglo a la técnica de los cortes balanceados, el posible modelo evolutivo de la inversión de la falla normal hasta llegar a una situación que en superficie corresponda al corte anteriormente existente (Julivert 1976). La Falla Normal de Cabo Peñas
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En la Fig. 2 se observa un mapa geológico de la región entre los Cabos Peñas, Torres y Vidrias, compuesto en base a los trabajos a escala 1: 50000 de Julivert y otros (1973 a, b). En este mapa se observa que el área se encuentra separada en dos sectores por materiales de la cobertera Mesozoico-Terciaria: El sector de Cabo Vidrias al SO y el sector de Cabo Peñas-Cabo Torres al NE. El corte geológico entre los Cabos Peñas y Torres (Julivert 1976) (Fig. 3) muestra por una parte las series del Paleozoico Inferior, comprendiendo las Fms. Barrios, Luarca, Castro y Formigoso afectadas por dos fases de plegamiento homoaxiales. Las formaciones Formigoso y Furada están afectadas por dos cabalgamientos que denominaremos Llumeres Este y Oeste. El primero de estos cabalgamientos separa en superficie el Paleozoico Inferior del Superior; y a partir de él hacia el SE se produce un cambio estructural notable. En efecto, los materiales del Paleozoico Superior de la parte suroriental del corte forman dos sinclinales abiertos de plano axial vertical, separados por un anticlinal muy apretado que hace aflorar la Fm. Moniello, anticlinal que pudiera en parte estar afectado por una falla cabalgante del labio noroccidental. Las estructuras descritas en el corte entre Cabo Peñas y Cabo Torres se prolongan claramente al sector de cabo Vidrias, aunque desplazadas por la Falla de Ventianiella. Es esta una falla de orientación NO-SE, levógira con un movimiento de unos 5 Km, claramente visible en la Fig. 2. Sin embargo, es conveniente realizar algunas precisiones: -Los materiales de la Fm. Luarca y la Fm. Castro muestran en cabo Vidrias un espesor mucho menor que en Cabo Peñas. Lo que probablemente indica una proximidad entre los afloramientos de Cabo Vidrias de algún tipo de límite de la cuenca subsidente en que se depositan estos materiales anómalos. -Las cuarcitas de la Fm. Barrios en los alrededores de Cabo Torres y los dos sinclinales anteriormente mencionados, que presentan materiales carboníferos en su núcleo, resultan afectados limpiamente y desplazados hacia el NO unos 5 Km. Por la Falla de Ventaniella. Así, aparecen también en el sector de Cabo Vidrias dos sinclinales con materiales carboníferos en su núcleo, separados por una falla subvertical cabalgante del labio NO. -Los cabalgamientos de Llumeres y las series del Paleozoico Inferior dibujan en su prolongación hacia el SO una doble flexión, de plano axial aproximadao N-S. Lo anterior motiva que estas estructuras y materiales aparezcan apenas desplazados por la Falla de Ventaniella. Así, el cabalgamiento de Llumeres Oeste se corresponde con el cabalgamiento de Arnao (CA en la Fig. 2), mientras que el de Llumeres Este, que presenta un trazado claro hasta la falla de Ventaniella, aunque oculto por la cobertera, debe corresponderse con un contacto tectónico entre el Grupo Rañeces y la Fm. Naranco, situado a unos 2 Km al SE del Cabalgamiento de Arnao. Sin embargo, como se observa en la Fig. 2, el Cabalgamiento de Arnao y la prolongación del Cabalgamiento de Llumeres Este no se continúan mucha distancia hacia el SO, siendo relevados por dos sinclinales cuyo núcleo está ocupado por la Fm. Candás (el situado más al NO) y por el Devónico Superior. Para ilustrar este fenómeno se han realizado dos cortes geológicos sintéticos en los que se toma como referencia la Fm. Moniello (II-II´y III-III´en las Figs. 2 y 4); y en los que se observa el reempalzamiento de los Cabalgamientos de Arnao y Llumeres Este por pliegues y el diferente nivel que ocupa la Fm. Moniello hacia el SO.
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Por otra parte, el Cabalgamiento de la Espina (el más occidental de la Fig. 2), que separa la ZAOL de la ZC, al afectar a la Fm. Formigoso sufre un traslado en dirección NO, hacia el mar, de dimensiones desconocidas pero cartográficas en cualquier caso. Este cabalgamiento muestra, al SO de la zona estudiada, en el mapa de Alonso y otros (1991), realizado a escala 1: 200 000, un trazado cartográfico muy recto que de prolongarse cortaría el afloarmiento de la Fm. Barrios en Cabo Vidrias por la mitad. La no prolongación de los cabalgamientos de Arnao y de Llumeres Este hacia el SO de Cabo Vidrias, el salto cartográfico en el trazado del Cabalgamiento de la Espina y el menor espesor que muestran los materiales anómalos en Cabo Vidrias pueden ser atribuidos a la existencia en profundidad de una estructura lateral a una falla normal que condicionaría la deposición de los materiales anómalos. El trazado de esta estructura lateral (“Transfer” de Gibbs, 1984), con orientación ONO-ESE, iría desde inmediatamente al sur de los afloramientos anómalos en cabo Vidrias hasta la terminación meridional del Cabalgamiento de Llumeres Este. Es evidente que esta estructura lateral no se continúa más hacia el SE, puesto que la estructura geológica es perfectamente contínua en dicha prolongación. La existencia de una estructura lateral de dirección ONO-ESE implica que la cuenca subsidente en el Ordovícico en que se depositaron los materiales anómalos de Cabo Peñas y Cabo Vidrias podría perfectamente estar limitada por una Falla Normal de dirección aproximada NNE-SSO o quizás NE-SO. La Inversión de la Falla Normal de Cabo Peñas. Para estudiar el proceso y la geometría de la evolución de la Falla Normal de Cabo Peñas se han realizado una serie de modelos de los que se presentan seis en la Fig. 5 representando diferentes posibilidades y estadios del proceso de inversión. En al Fig. 5A se ha representado la morfología admitida para la Falla Normal. Esta morfología es lístrica puesto que ésta es la más frecuente y tiende a horizontalizarse en la base de la Fm. Herrería que constituye también la base del Paleozoico. Resulta, en definitiva, una falla normal con un salto en vertical de 1000 m. y una curvatura que resulta normal para este tipo de fallas. La existencia en el área de Cabo Peñas de una cabeza anticlinal y de los cabalgamientos de Llumeres hace pensar en la posibilidad de una estructura conocida como “footwall short cut” (Gillcrist et al. 1987) o también “Inversion roll-over” (Gibbs 1987). Consiste este tipo de estructura en un cabalgamiento que se forma al reactivarse la falla normal donde esta supera los 60º de inclinación; y motiva la existencia de un bloque limitado por un cabalgamiento en el frente de avance y por una falla normal en la parte trasera. Esta posibilidad ha sido tenida en cuenta en la Fig. 5A y desarrollada en la Fig. 5B. Como se desprende de ésta última figura el corte del Cabo Peñas no se corresponde con esta posibilidad puesto que, como se ve en la Fig. 2, en el labio cabalgante por encima de la Fm. Barrios debería aparecer la Fm. Formigoso y en realidad lo hace la Fm. Luarca que forma parte de los materiales anómalos. Todo esto nos viene a indicar que el proceso de inversión afecta a toda la falla normal y que los cabalgamientos de Llumeres no se relacionan con el trazado original de esta falla normal
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En la Fig. 5C se ha construido un modelo de inversión de la falla normal como pliegue de propagación de falla. Este modelo está balanceado entre el contacto superior de la Fm. Formigoso y el inferior de la Fm. Láncara. Como se observa en la Fig. 5C hay un nuevo sector del cabalgamiento (entre puntos y discontínuo en la figura), que previamente no existía como falla normal. Se ha optado porque todo el cabalgamiento tenga la misma inclinación, una inclinación normal para este tipo de estructuras, ya que no deben superar los 60º como se ha visto en el párrafo anterior. Dado que el valor de la inversión es en principio desconocido, en este modelo se ha optado tentativamente por situar la Fm. Barrios al nivel que tenía antes de la actuación de la falla normal. El resultado es que en el frente de la estructura se forma un pliegue sinclinal de importantes dimensiones afectando principalmente a la Fm. Furada. Este hecho es importante puesto que en el corte superficial es observable la presencia de un sinclinal afectando a dicha formación. Sin embargo, este sinclinal no es el único pliegue presente en el área, sino que está acompañado por un par sinclinal-anticlinal de menores dimensiones afectando a un cabalgamiento de la Fm. Formigoso sobre la Fm. Furada muy tendido (Julivert 1976). Estos pliegues se manifiestan claramente en cartografía, tanto en la propia zona de Llumeres como en toda su prolongación hacia el SO. Además, el afloramiento de la Fm. Formigoso presenta en cartografía un espesor anómalo y en el corte de Julivert (1976) este engrosamiento se debe principalmente a una gran abundancia de pliegues menores. De todo ello deducimos que el valor de la inversión debe ser mayor que el estimado en este modelo. La Fig. 5D representa un nuevo modelo, también balanceado en los mismos niveles, en el que el valor de la inversión es mayor que en el modelo anterior y en el que se ha incorporado el par sinclinal-anticlinal referido en el párrafo anterior. Como es evidente este modelo presenta un problema de espacio afectando a la Fm.Formigoso, lo que se ha intentado corregir tendiendo el trazado de la falla cabalgante. Hay que notar también que al aumentar el valor de la inversión aumenta también la longitud del sector de la falla cabalgante de nueva creación (entre puntos en la figura). La Fig. 5E representa un nuevo modelo haciendo que el trazado de la falla cabalgante se horizontalice a partir del punto en que afecta a la Fm. Formigoso. Como se observa en el modelo, ésta última alternativa exige dos fases de plegamiento en el bloque cabalgante, lo que coincide, como ya hemos dicho, plenamente con la realidad. Obsérvese como el plano axial del anticlinal cabalgante resulta flexionado en un sector coincidente con el intervalo de falla cabalgante de nueva creación. Finalmente hemos construido un modelo prácticamente definitivo (Fig. 5F) en el que se incorporan los Cabalgamientos de Llumeres y el Cabalgamiento menor de la Fm. Formigoso sobre la Fm. Furada referido con anterioridad. Es probable que en la realidad el nuevo trozo de falla cabalgante horizontalizado se sitúe muy cerca del contacto entre las Fms. Barrios y Formigoso, con lo que desaparecen los problemas de espacio en esta última formación y que los cabalgamientos de Llumeres y la gran abundancia de pliegues y deformación interna en la Fm. Formigoso permitan estimar aproximadamente el valor real de la inversión. Este último modelo ha sido igualmente balanceado en los mismos límites que los anteriores y pensamos que el valor de inversión que presenta se encuentra cercano al real.
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Con el modelo del párrafo anterior se ha construido definitivamente el corte II´-I´´ de la Fig. 2 (Fig. 6) en el que se puede observar como la estructura en superficie en la parte NE del corte encaja perfectamente con la del modelo de la Fig. 5F. Rersulta muy claro en este corte el contraste entre la zona de influencia de la inversión de la Falla Normal de Cabo Peñas con el resto del corte, en el que es claramente visible un estilo de deformación con pliegues de plano axial vertical y cabalgamientos asociados a los pliegues mucho más propio de la Unidad de Somiedo-Correcilla, que la parte anterior. El valor del acortamiento producido por la inversión puede ahora estimarse aproximadamente. Así para las formaciones Láncara, Oville y Barrios es necesario tener en cuenta el desfase producido por el movimiento normal en la etapa distensiva de la evolución de estoa materiales. En conjunto resulta un valor aproximado para el acortamiento de 3,5 Km. Como se ve en la Fig. 2 materiales de edad Estefaniense resultan cobijados por el cabalgamiento de Arnao. Al ser este cabalgamiento equivalente a los de Llumeres y corresponder estos a las etapas finales de al inversión, la edad, al menos de los últimos movimientos de la deformación pueden estimarse en el Estefaniense. DISCUSIÓN La alternativa, posible teóricamente, de que entre Cabo Peñas y Cabo Torres se produzca una variación gradual en el espesor de los materiales anómalos hasta llegar a desaparecer por completo es desestimada en este trabajo, aparte de por los motivos aducidos hasta ahora, porque el examen del Mapa a escala 1: 200 000 de Alonso y otros (1991) revela que lateralmente hacia el SO tampoco existen materiales ordovícicos anómalos en una unidad intermedia entre la prolongación hacia el SO de Cabo Peñas y Cabo Torres, concretamente en la Sierra de la Sellera, donde la Fm. Formigoso reposa directamente encima de la Fm. Barrios. Asimismo, no existe hasta ahora una explicación convincente de la manera en que una zona con dos sistemas de pliegues más o menos coaxiales pase gradualmente a una zona con solamente un sistema de pliegues rectos, lo que como hemos visto es conocido desde los trabajos de Julivert (1973 b, 1976). Pues el corte existente con anterioridad al presente trabajo (Fig. 3) no da explicaciones a este hecho, algo que en conjunto está sin explicar para el conjunto de la transición entre las Zonas AsturOccidental Leonesa y Cantábrica del Erógeno Varisco. Por todo ello pensamos que la alternativa de la Falla Distensiva de Cabo Peñas es la única que satisface las características tanto estructurales como estratigráficas del área y aunque no observable directamente en superficie, su presencia puede ser claramente inducida por los fenómenos que produce. Todo ello nos obliga a aceptar una estructura en profundidad para la zona muy diferente de la observada en superficie, lo que en nuestra opinión no debe ser considerado una anormalidad, sino algo cotidiano que empieza a ser vislumbrado con el desarrollo actual de las técnicas y conocimientos geológicos. CONCLUSIONES
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El corte entre los Cabos Peñas y Torres presenta dos partes con diferencias estructurales significativas. La parte NE está caracterizada por dos fases de plegamiento homoaxiales y en ella aparecen materiales de edad Llanvirn-Llandovery medio-superior anómalos en la ZC. El resto del corte presenta características típicas de la ZC consistentes en pliegues de plano axial vertical y cabalgamientos asociados. Esta diferencia ha sido interpretada como debida a la presencia de una falla normal de edad Llanvirn-Llandovery medio-superior que condicionó la deposición en su bloque hundido (occidental) de los materiales anómalos y cuya inversión en el Carbonífero motiva al existencia de un fenómeno de inversión tectónica que produce un anticlinal cabalgante con dos fases de plegamiento homoaxiales. El acortamiento producido por la inversión tectónica puede cifrarse en torno a los 3,5 Km. Agradezco a J. Aller haber conducido mi interés hacia le estudio de la tectónica de inversión en la región de Cabo Peñas, así como las discusiones mantenidas durante la elaboración del modelo. BIBLIOGRAFÍA Alonso, J.L.; Aller, J.; Bastida, F.; Marocs, a.; Marquinez, J.; Pérez-Estaún, a. y Pulgar, J.A. (1991).- Hoja y memoria explicativa a escala 1: 200 000 Nº 2 (3-1) Avilés, IGME, Madrid. Gibbs, A.D. (1984).- Structural evolution of extensional basin margins. I. Geol.Soc. London, 141, p. 609-620. Gillcrist, R.; Coward, M. & Mugnier, J.L. (1987).- Structural inversion and its control: Examples from the alpine foreland and the French Alps. Geodinámica acta 1; 1: 5-34. París. Marcos, A. (1973).- Las series del Paleozoico Inferior y la estructura Herciniana del Occidente de Asturias (NW de España). Trabajos de Geología, Nº 6, 113 p. Martínez-Catalán, J.R.; Hacar Rodríguez, M.P.; Villar alonso, P.; Pérez-Estaún & Gonzalez Lodeiro, F. (1992): Lower Paleozoic extensional tectonics in the limit between the West Asturian-Leonese and Central Iberian Zones of the Variscan Fold.Belt in NW Spain. Geologische Rundschau, 8, 1-2: p. 545-560. Stuttgart. Julivert, M.; Truyols, J.; Marcos, A. y Arboleya, M.L. (1973a).- Hoja y memoria explicativa a escala 1: 50 000 Nº· (12-3) Avilés. IGME Madrid. Julivert, M.; Truyols, J.; Ramírez del Pozo, J. y Giannini, G. (1973b).- Hoja y memoria explicativa a escala 1: 50 000 Nº 4 (13-3) Gijón. IGME, Madrid. Julivert, M.; Fontboté, J.M.; Ribeiro, A. y Conde, L. (1974).- Mapa tectónico de la Península Ibérica y Baleares. Escala 1: 1 000 000, IGME, 104 p. Julivert, M. (1976).- La estructura de la región de Cabo Peñas. Trabajos de Geología, Nº 8; p. 2013-309. Lotze, F. (1945).- Zur gliederung der varisciden der Iberischen Meseta. Geol. Forschg. Nº 6; p. 78-92. Truyols, J. & Julivert, M. (1976).- La sucesión paleozoica entre Cabo Peñas y Antromero (Cordillera Cantábrica). Trabajos de Geología, Nº 8, p. 5-30.
FIGURAS Figura 1.- Esquema de la situación de la Zona estudiada en el contexto general de la Zona Cantábrica.
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Figura 2.- Mapa geológico de la zona estudiada compuesto en base a Julivert y otros 1973a y b. (CA-Cabalgamiento de Arnao). Figura 3.- Corte de la región comprendida entre los Cabos Peñas y Torres (NOSE) según Julivert (1976). Figura 4.- Cortes geológicos sintéticos. Situación en la Fig. 2. Leyenda como en la Fig. 2. Figura 5.- Diferente modelos explicando las características del modelo de inversión de la Falla Normal de Cabo Peñas. Para más explicación ver texto. Leyenda como en al Fig. 2. ( PA= Plano axial). Figura 6.- Corte geológico I-I´- I´´ (situación en la Fig. 2) entre Cabo Peñas y cabo Torres. Resto de la leyenda como en la Fig.2.
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6º W
5ºW
Cabo Peñas
Fig. 2 Cabo Torres 200 Km
Gijón UN ID
A
M UNI AD DEL ARA O D
A BI
CIL L
LA S O
EO N OCCIDENTAL-L
3º 00´N
Oviedo
RRE E SO MIEDO-CO
AST UR
AD D
ZO NA
343º 20´N
Cinturón Varisco de la Península Ibérica
Mieres
A ES
UN IDAD
CUENCA CARBONÍFER CENTRAL
MANTO DEL PONGA
0
10
20
UNIDAD DEL PISUERGA-CARRIÓN
DE BODÓN
ESLA
COBERERA MESOZOICO-TERCIARIA ROCAS ESTEFANIENSES DISCORDANTES ROCAS PRECÁMBRICAS DEL ANTIFORME DEL NARCEA
PICOS DE EUROPA
VALSURBIO
ZONA ASTUR OCCIDENTAL-LEONESA
30 Km
ROCAS PALEOZOICAS EN LAS MAYORES UNIDADES CABALGANTES DE LA ZONA CANTÁBRICA UNIDADES PONGA, ARAMO, FORCADA Y SOMIEDOCORRECILLA
UNIDAD LA SOBIABODÓN
Fig. 1
PICOS DE EUROPA
UNIDAD DEL PISUERGACARRIÓN
UNIDAD DE LA CUENCA CARBONÍFERA CENTRAL
Fm. Moniello
Estefaniense
Gr. Rañeces
Ordovícico
Silúrico
Fm. Furada
Carbonífero
Cobertera
Fm. Alba
Fm. Castro
Dev. Sup.
55
82 20 60 20
22 28 55
52
53 50
32
42
Anticlinal
85 85
45
17
Sinclinal 75 56
45
5
65
C.A.
55
CABO TORRES
36 58 37
24
49 12 62 58
55
55
RÍA DE AVILÉS 85
88 52 60 35
38
72
80 85
80
80
80 60
65
72 50 78
70
70 40
III´
47
32 48 70
50
60 60 45
80 60
25 70
80 45
45 70
58
20 52
Buzamiento de la estratificación
80 62
78
30
III
Cabalgamiento
I´ 54
I´
36
55
68
75 58
CABO VIDRIAS
36 66
Falla
50
Fm. Oville
62
80 80
Fm. Barrios
60
Discordancia
Fm. Candás
Fm. Luarca
II
48 65 83
Cal. de Montaña
Fm. Formigoso
Contacto Normal
CABO PEÑAS
I
Suc. Turbidítica
Dev.
Devónico
Fm. Naranco
35 45
85 36 79
55 60
II´
0
N
5 Km.
I´´
Fig. 2
II-II´ C.A.
NO
SE 0
NO
III-III´
?
SE 0
2 Km
Fig. 4
2 Km
P.A.
A
B
C
D
E
F
Fig. 5
I-I´-I´´
NO
SE
Fm. Láncara Fm. Herrería
0
2 Km
Fig. 6