APORTACIONES TECTÓNICAS A LA ESTRUCTURA DE LOS MATERIALES DEL GRUPO IBOR-NAVALPINO Y, POSIBLEMENTE DEL GRUPO VALDELACASA EN EL ANTIFORME DE ABENÓJAR-TIRTEAFUERA (PROTEROZOICO SUPERIORCÁMBRICO INFERIOR DEL SUROESTE DE ESPAÑA
Fernando López Díaz (2016)EXPLICACIÓN PREVIA AL TRABAJO:
APORTACIONES TECTÓNICAS A LA ESTRUCTURA DE LOS MATERIALES DEL GRUPO
IBOR-NAVALPINO Y POSIBLEMENTE DEL GRUPO VALDELACASA EN EL ANTIFORME DE ABENÓJAR-TIRTEAFUERA (PROTEROZOICO SUPERIOR-CÁMBRICO INFERIOR DEL SUROESTE DE ESPAÑA).
Fernando López Díaz.
Se acaban de cumplir hace unos meses 30 años del comienzo del trabajo de Campo realizado por mí en los materiales Pelítico-Carbonatados del Grupo Ibor-Navalpino (GIN) (siguiendo la nomenclatura de los Grupos Preordovícicos establecida por Álvarez-Nava, et al. 1988), en la parte más septentrional del Domo de Abenójar, trabajo que no fue exhaustivo, sino más bien de obtención de datos. Datos que se reflejaron en una libreta, la cual creía perdida irremediablemente, pero que al final apareció en un rincón escondido de mi Casa. La alegría fue inmensa y me puse a trabajar sobre ellos inmediatamente, y esos fueron la base del presente trabajo.
También he de mencionar que, ayudó la existencia de un trabajo de carácter Sedimentológico firmado por Lorenzo Álvarez, S. y Solé, J. (1988); Titulado “La Discordancia Intraprecámbrica y la Estratigrafía del Precámbrico Superior en el Sector Suroriental del Anticlinal de Abenójar-Tirteafuera”. Que indicaba la posible existencia del Grupo Valdelacasa (GV) a techo de los materiales político-carbonatados del GIN.
Para ser correctos he de relatar las vicisitudes que me llevaron a trabajar en dichos sectores y que se deben a causas complejas. En Octubre del año 1984, comencé mi labor de investigación en el Anticlinal de VillartaNavalpino, situado al NO del actual área de exposición [MAPA II (a) y (b)], y sobre todo en su mitad Oriental, donde se habían localizado indicios de la posible existencia de acumulaciones rentables económicamente de Fosfato Sedimentario.
A partir de entonces, llegué a la conclusión que no existía solamente una sola discordancia en los materiales Preordovícicos, lo cual constituía el mayor objeto del debate existente por entonces entre los geólogos que estudiaron o habían estudiado la Zona Centro Ibérica-Meridional. Y, que se dividían entre los que no reconocían la existencia de ninguna Discordancia Interna en los Materiales Preordovícicos y los que defendían la existencia de una Discordancia, denominada Intra-Alcudiense de edad Precámbrico Superior y que separaba los materiales del Grupo Domo Extremeño (GDE) de los suprayacentes del Grupo Ibor-Navalpino (GIN). Esta Discordancia fue demostrada en la publicación de Ortega, E. y González-Lodeiro, F. (1983), que evidenciaba la hipótesis más en boga, de aquella época, sobre la existencia y localización de dicha Discordancia en el Dominio Meridional de la Zona Centro Ibérica (ZCI), así como una breve reconstrucción histórica de las publicaciones que abogaban por la existencia de dicha Discordancia ( Bouyx, 1970; etc.).
Bien, a partir del año 1984 y durante parte del siguiente año mi labor que estuvo centrada en el A. de VillartaNavalpino evidenció, para mí, la existencia nítida de una Discordancia IntraPrecámbrica, que también, si no la existencia de otra que separaba los materiales Cámbrico Inferiores del Grupo Valdelacasa (GV), respecto de los materiales de posible edad Vendiense Superior del GIN. Y que constituiría por tanto una Discordancia Cámbrico/Precámbrico, que en la mayoría de los lugares comenzaba con los depósitos con una Megabrecha Carbonatada (Nivel de Fuentes; Olistostroma del Membrillar; Brecha de Navalpino, etc.), formada con el desmantelamiento de materiales principalmente carbonatados ya bastante consolidados, provenientes de unos ambientes de Plataforma-Talud del GIN. A estas dos Discordancias, habría que sumar una Tercera (Discordancia Ibérica, de Lotze), que se atribuyó (posiblemente de manera incorrecta en lo temporal) que separaba todos los materiales anteriores de los del Ordovícico Inferior, con los que comenzaba la sedimentación Paleozoica fundamentalmente Cuarcítico-Pelítica, y que, con escasas intercalaciones carbonatadas y alguna que otra laguna estratigráfica (Devónico Medio), ocupa todo el Paleozoico restante.
En resultado de mis investigaciones, como ya se ha expuesto, se proponían la existencia de tres Discordancias con deformación asociada. Lo fundamental para mí no era encontrar localidades dónde se apreciaran claramente
las Discordancias (que también) descritas; sino la utilización del análisis estructural que pudiera diferenciar, según sus propias características, cada uno de los Grupos mencionados, que de Muro a Techo son GDE/ GIN/GV/Ordovícico Inferior; para lo cual era necesario tener en cuenta la existencia de las Deformaciones Hercínicas, que enmascaraban considerablemente la estructura, pero que una vez comprendidas, nos llevaba a apreciar como en cada uno de los Grupos descritos, el tipo de interferencia entre las sucesivas deformaciones superpuestas era perfectamente diferenciable, por más que las características sedimentológicas de estos materiales fueran cambiantes; como en el caso propuesto para el GIN, donde se apreciaban, producto de una Falla Sinsedimentaria una variación de Oeste a Este, desde materiales de Plataforma Carbonatada hacia Facies de Talud y que culminaría en el sector más oriental del A. de Villarta-Navalpino con Facies Pelíticas profundas, con alguna capa decimétrica, compuesta por dolomías marrón-rojizo. Siendo la existencia de materiales Carbonatados algo casi exclusivo del GIN, si se exceptúa la Megabrecha con que comienza la Sedimentación Cámbrica (s.l.) y la existencia más al Norte de la Zona estudiada de la Fm. de las Calizas de los Navalucillos, de indiscutible edad Cámbrico Inferior, y que sería equivalente a todas las otras formaciones existentes en el Cámbrico Penínsular de esa misma edad (Calizas de Tamames; Caliza de Vegadeo; Caliza de Láncara, etc). En resultado de este Trabajo leí mi Tesis Doctoral a principios de Julio del año 1992, aunque la idea estaba clara para mí desde finales de 1984/comienzos de 1985. Y, que a pesar de contar con nueva información, la Tesis escrita se mantuvo fiel a lo pensado por mí en aquel tiempo, es decir: A mi primera idea.
Una vez caracterizada la existencia de tres discordancias con deformación asociada, en los materiales del A. de Villarta-Navalpino, surgió en mí la idea de comprobar la existencia de Deformaciones similares, o diferentes en el vecino (hacia el Sureste) Domo de Abenójar, que era uno de los lugares emblemáticos, donde se había descubierto la Discordancia que entonces se denominaba Intra-Alcudiense (Ortega, E. y González-Lodeiro, F. 1983), dado que en dicho Domo aparecían materiales del GIN, de características muy similares a las Facies de Plataforma Carbonatada, que yo había estudiado en el A. de Villarta-Navalpino.
A tal fin, me las arreglé para que se me enviase a trabajar a dicho Domo de Abenójar (finales de 1985-comienzos de 1986). En el curso de tales investigaciones, que ahora se presentan en el trabajo que sigue, se realizó un análisis pormenorizado, a partir de la localidad de Tablahiguera (río Tirteafuera) hacia el Norte y casi siempre por los arroyos tributarios de dicho río por la margen derecha y que fueron analizados minuciosamente, y cuyos resultados se transcribieron a la libreta de campo ahora encontrada.
Resumiendo, podemos decir que son numerosos, los indicios de deformación sobre las rocas, fundamentalmente carbonatadas, en un estado de bastante consolidación, con la presencia de numerosas fallas distensivas, generalmente sinsedimentarias, desde escala de afloramiento a escala cartográfica, lo que complica extraordinariamente la plasmación en el Mapa Cartográfico de Formaciones con una cierta constancia lateral.
También se pueden apreciar en estos materiales, la existencia discontinua de varios clivajes (¿Precámbricos?) y alguno Hercínico, todos con disposición variable.
Una vez comprobada la existencia de Deformación, todavía de edad Precámbrica, aunque con características ligeramente diferentes de las apreciadas por mí en el A. de Villarta-Navalpino, realicé una visita de un día al vecino, hacia el Este, Anticlinal del Esteras, que produjo dos resultados: 1) Los materiales del GIN, correspondían fundamentalmente a Facies Turbidíticas, similares a las del sector Centro-Oriental del A. de Navalpino, y 2) Los materiales referidos presentaban notables indicios de deformación en un estado no del todo consolidado.
Con todos los datos, sucintamente expuestos aquí, llegué a la conclusión que la Deformación apreciada por mí era típica del GIN en zonas, con características propias, generalizadas del Dominio Meridional de la ZCI. Y, como es natural me volví a trabajar al A. de Villarta-Navalpino, dónde todavía quedaba mucho por hacer y ya había empezado la campaña de Sondeos, para investigar el posible Yacimiento de Fosfato.
Sólo posteriormente tuve noción del trabajo de Lorenzo Álvarez, S. y Solé, J. (1988), que proponía la existencia de materiales similares a los del Grupo Valdelacasa (GV) del Anticlinal de Villarta-Navalpino y del propio
Anticlinal de Vadelacasa (más hacia el NO), que constituirían una sería básicamente pelítica con niveles fosfatados en su parte intermedia y que son descritos en el sector central del A. de Abenójar-Tirtefuera.
Este último trabajo mencionado, me parece ahora de una gran importancia científica, pues plantea la posibilidad de que los materiales del GV se prolonguen en zonas no consideradas hasta ahora y que podrían contener importancia minera, además de dar un vuelco a lo establecido hasta ahora como modelo aceptado. Para ello se ha estudiado la Cartografía existente tanto en los trabajos mencionados, como la existente a escala 1/50000 correspondiente a las Hojas 783 (Abenójar) y 809 (Tirteafuera) del Plan MAGNA. Los resultados obtenidos, no los voy a mencionar ahora, diciendo simplemente que serán incorporados al trabajo en curso.
Para la realización del presente trabajo ha sido fundamental la utilización de los datos y esquemas propios y ajenos, pero que resulta difícil en muchos casos la ubicación en los Mapas de esquemas y datos aislados, por lo que alguna de las figuras no tienen disposición exacta, e incluso alguna no se ha podido situar en absoluto, aunque se muestra de todas maneras. Y, es que treinta años no pasan en balde. De todas maneras, el resultado creo sinceramente que merece la pena de ser presentado y publicado, con todas sus ausencias, pues no se trata de un trabajo completo al estilo de una Tesis, sino de una serie de aportaciones (en el sector Norte del Domo de Abenójar-Tirteafuera) y de una nueva interpretación en el sector Sur.
Todo este trabajo se incluye en mi deseo de demostrar la equivalencia de muchas de las Rocas aquí descritas con las existentes en el Margen de La Costa del Mar de Barents (Rusia Europea), de edad Proterozoico Superior (probablemente Terminal), que muestran, además, la misma Evolución Geotectónica, que las estudiadas por mí en mi Tesis Doctoral (centrada, como se ha dicho, en la Antiforma de Villarta-Navalpino).
Por fin quisiera mencionar que la elaboración del actual Trabajo, no se corresponde al que es Típico en los Trabajos de la Escuela preferentemente Anglosajona. Algo que ya intenté anteriormente en un Trabajo realizado en la Sierra de San Pedro (Cáceres-Badajoz), y que ante el rechazo generalizado, hube de modificar al estilo Anglosajón habitual. Cuestión de Escuela. Y, que se publicó finalmente en el año 1991 en los Cuadernos do Laboratorio Xeolóxico de Laxe (nº 16), y que trataré de publicar online en cuanto pueda. Pues bien, en el Trabajo que ahora nos ocupa, voy a exponerlo a mí manera, que se basa en una visión histórica a la vez que se van exponiendo los diversos resultados científicos.
Quiero agradecer en este punto final a todos los que fueron mis compañeros y Jefes y en especial a Jaime, que me brindó su amistad y su trato simplemente perfecto y al que yo no supe corresponder normalmente, sino que como es habitual en mí, metí la pata de boquilla sin venir a cuento, cuando no era esa mi intención (ya lo decía mi difunta Madre: Mira Fernando: Eres como una vaca que se deja ordeñar perfectamente y cuando está el cubo lleno de leche das una coz y tiras toda la leche” y, que me perdonen todos por mis errores, pero no fueron con mala intención, sino que parece que me niego a Triunfar en la Vida, eso sí, agradezco todos y cada uno, las oportunidades que se me brindaron), durante aquellos años de trabajo de campo, así como a los Profesores de la Facultad de Geología que me permitieron escribir la Tesis Doctoral; a los que propiciaron mi excursión al Ártico Europeo de Rusia, donde pude apreciar las similitudes mencionadas y que después de muchos años de rechazo, fueron, por fin, publicadas en una revista online; y que en el Capítulo de Bibliografía se citan correspondientemente.
También quiero agradecer al Prof. Dr. D. Enrique Martínez (DEP), que fue, quien a base de encuentros casuales me mostró sus ideas y fue él, realmente quién me devolvió la ilusión por trabajar en Geología. Aunque aún me reste la labor de Campo en muchos casos.
A todos Muchísimas Gracias y un Abrazo.
APORTACIONES TECTÓNICAS A LA ESTRUCTURA DE LOS MATERIALES DEL GRUPO
IBOR-NAVALPINO Y, POSIBLEMENTE DEL GRUPO VALDELACASA EN EL ANTIFORME DE ABENÓJAR-TIRTEAFUERA (PROTEROZOICO SUPERIOR-CÁMBRICO INFERIOR DEL SUROESTE DE ESPAÑA)
Fernando López Díaz2016
ABSTRACT.- The present publication represents a field job undertaken by the author, through the mid 1980´s in the northeastern side of the Abenojar Antiform (Southern Part of the Central Iberian Zone- Spain). Until now no field data had been reworked to be included in a Geological Publication. This paper shows the great variability of the Upper Vendian sedimentary rocks in the area, caused by the presence of a lot of Sinsedimentary Faults and other structures (Thrusts, Cleavages, Slumped Slips, etc.), which impair the chartographic representation of Stratigraphical Formations. At the end, I have attached the necessary, and numerous maps and figures of this zone, starting from, lithological and structural data of the author´s minning book, and also considering the logical difficulties of the nearly 30 year gap. The Upper Vendian rocks (mainly Platform´s detritical-carbonated Series) lays in angular unconformity over Riphean-Vendian (?) age, which is present in mostly, or almost, all of the Antiforms in the Area, and is made up by Pelitical-Greywacked alternances (Extremeño Dome Group). This work continues to the South and Southeast (In the same Antiform, noted the Abenojar-Tirteafuera), by bibliographical studies and re-interpretation of diverse Publications, including the Corresponding Spanish National MAGNA Proyect; E: 1/50000 (783-Abenójar; and 809-Tirteafuera), and others, basically, Lorenzo & Solé (1988) who first proposed the existence of the Basal Cambrian, (the Upper Pelitic Series), and relate this rocks with neraring Valdelacasa Group, which is recognized in the Northwestwards Valdelacasa and Villarta-Navalpino Antiforms. These rocks are also possibly present in the NE of the author´s studied area, but the presence of a cover (Basal Ordovician-Cenozoical) of younger sedimentary rocks and sediments (with different deformations, even without deformation), seriously challenge these considerations. Thus, conclusions are reported in two ways: First, the Upper Vendian represents mostly the beginning of the local “Cadomian” deformation, and the Basal Cambrian (Valdelacasa Group) may be the culmination, in the Abenójar-Tirteafuera Antiform as in the other Northwest Antiforms, of the Preordovician rocks. The former are separated at bottom and top by unconformities which are described in the differents antiforms in the Southern Area of the Central Iberian Zone.
Key words.- Upper Vendian and Basal Cambrian sedimentary rocks; Cadomian deformation and unconformity; Central Iberian Zone (Spain).
INTRODUCCIÓN; ANTECEDENTES Y MÉTODOS DE TRABAJO
Hace ya tiempo que se mencionó la existencia de una Discordancia interna con deformación asociada en el interior de los materiales del Complejo Esquisto-Grauváquico (CEG), Complejo que engloba todos los materiales preordovícicos existentes en la Mitad Meridional de la Zona Centroibérica del Macizo Hespérico (Hercínico, o Varisco) de la Península Ibérica (Julivert et al. 1972), y en el que posteriormente Díez-Balda et al. (1990) establecen tectónicamente dos Dominios, el de los Pliegues Verticales, dentro de la propia ZCI (Zona Centroibérica), en contraposición al Dominio de Pliegues Recumbentes, situado más al Norte y Noreste, lo que se muestra en el Mapa I. En dicho Mapa se recuadra el área principal de los antiformes en que se manifestaba el CEG y que fueron posteriormente estudiados y diferenciados diversos materiales. Estando marcados, dichos antiformes por los materiales del Ordovícico Inferior, deformados durante el Ciclo Hercínico-Varisco (Mapa IIa).
El CEG fue definido en Portugal por Carrington da Costa, J. (1950); Teixeira (1955) y Oen Ing Soen (1970) y engloba un conjunto de materiales fundamentalmente Pelítico-Grauváquicos , con intercalaciones Carbonatadas
y otra serie de materiales, como son los diversos tipos de Conglomerados.
Ya en fechas tan tempranas como el año 1970 se precisó por parte de Bouyx la existencia de dos Grupos Litológicos en el seno del CEG, separados por una Discordancia Tectónica Angular, y que denominó Series Superior e Inferior. Esta discordancia fue reconocida posteriormente por Crespo Lara et al. (1971) y Crespo Lara y Rey de la Rosa (1971). En 1972, Tamain establece dos grandes Grupos dentro de los materiales anteordovícicos (Alcudiense Inferior y Superior), que coinciden, casi, con los definidos por Bouyx (1970), pero los considera concordantes, en contra de lo mantenido por Bouyx (op. cit.).
Entre la mitad de la década de los Setenta, del siglo XX, y el año 1980, diversos autores (Parga y Vegas, 1974; Herranz et al. (1977); Capote et al. (1977); Moreno (1977) y finalmente Roiz y Vegas (1980) no se muestran partidarios de reconocer la existencia de la Discordancia mencionada, aunque pueden citar algún deslizamiento gravitacional de masas carbonatadas, pero no con carácter deformacional previo a su depósito, incluso alguno de los autores citados considera que el límite entre el Alcudiense Inferior y Superior es transicional y concordante (Herranz et al. 1977).
Más recientemente la elaboración de las Hojas MAGNA (E. 1:50.000) de Abenójar (783), por Ortega, E. y Sánchez Vizcaíno, J (1987); de Tirteafuera (809), por Amor, J.M. y Ortega, E. (1987) y Siruela (781), por García Sansegundo, J. y Lorenzo-Álvarez, S. ( 1987), permitieron indicar la existencia de deformaciones previas al depósito del Alcudiense Superior, deformaciones no muy importantes (pues no parecían asociar ni clivajes ni metamorfismo regional), pero podrían justificar la existencia de una discordancia angular entre los dos conjuntos Alcudienses. Estos últimos trabajos se basan en lo expuesto en la realización del trabajo de Enric Ortega y Francisco González-Lodeiro (1986), primer trabajo que sitúa la discordancia angular en tres de los Anticlinales de la Mitad Meridional de la Zona Centroibérica (Mapa II b), y que mantiene la existencia de dos conjuntos litológicos separados por una discordancia angular dentro del CEG en los Anticlinales de Alcudia; Abenójar-Tirteafuera y Esteras.
A partir del año 1984 tuvo lugar un hito importante en el conocimiento de los materiales preordovícicos de toda La ZCI-Meridional, como fue el trabajo desarrollado en el Proyecto Hespérica por un nutrido grupo de geólogos y otros profesionales, cuyos resultados se resumen en el Informe Inédito ALMADÉN-IGME, 1988, y en toda una serie de trabajos expuestos en el II Congreso Geológico de España, entre los que destaca el de Álvarez-Nava et al (1988), en el que se propone una nueva Nomenclatura y Subdivisión del CEG en la ZCI-Meridional. En dicho trabajo se propone la existencia de tres Grupos de Materiales separados por discordancias, aunque no existía acuerdo sobre la existencia de las deformaciones prehercínicas en todas ellas. Estos tres Grupos serían, de Muro a Techo (y sin conocer la base del más inferior, que no aflora): El Grupo Domo Extremeño (GDE), que sería equivalente en gran medida al Alcudiense Inferior compuesto principalmente por materiales pelitico-grauváquicos con algunas intercalaciones de conglomerados; el Grupo Ibor-Navalpino (GIN), discordante tectónicamente sobre el anterior y con abundante (a veces) participación carbonatada, y que sería equivalente (s.l.) al Alcudiense Superior; y, por fin el Grupo Valdelacasa (GV), que yace discordante sobre cualquiera de los otros dos Grupos precedentes. Pero sobre esta discordancia no había acuerdo en su importancia, es decir, en si llevaba o no una deformación previa asociada. Los materiales del GV tienen gran desarrollo en la zona más al NE de la ZCI-Meridional (entre otras áreas, situadas más al Norte: Las Hurdes; el área al Sur de Salamanca, etc.), comienzan con una Megabrecha Carbonatada (preferentemente) de tipo Olistolítico (Nivel de Fuentes; Brecha de Navalpino, Olistostroma del Membrillar), en que los materiales carbonatados ya muestran una importante litificación, y que corresponden a la Isócrona I de Moreno (1977) para pasar después a una potente serie pelítica denominada principalmente Fm. Pusa, hacia cuya mitad se sitúa una intercalación de conglomerados de Cuarzo y, en ocasiones de Fosfato (Isócrona II de Moreno 1977), de gran continuidad lateral y con presencia en los A. de Valdelacasa y el sector oriental del A. de Villarta Navalpino.
Otra de las Publicaciones en el IICongreso Geológico de España importantes para el presente trabajo, fue la firmada por Lorenzo Álvarez y Solé (1988), en la que se menciona la posible existencia en el A. de Abenójar-Tirteafuera de materiales a techo de la secuencia Pelítico-Carbonatada, típica de dicho Anticlinal, sedimentológicamente diferentes y, que suponen una clara ruptura sedimentaria, sobre los infrayacentes y
AFLORAMIENTOS DE METASEDIMENTOS PRE-ORDOVÍCICOS.
NEISES GLANDULARES ¿ORDOVÍCICO?
DOMINIODELOSPLIEGUESRECUMBENTES
Zona visible en el Mapa II
MAPA I.- Esquema del Macizo Hespérico , donde en el Recuadro se señala lo mostrado en el Mapa II. Como se aprecia, toda la Zona se encuentra en el interior del Dominio de los Pliegues Verticales, establecida por Díez-Balda; Vegas R. y González Lodeiro F. (1990).: A.V.M.D.- Anticlinorio de Villadepera-Miranda Do Douro; Z.C.B.C.- Zona de Cizalla Badajoz-Córdoba; Z.O.M.- Zona de Ossa-Morena; el resto de las abreviaturasson las habituales. Tan sólo se ha representado el Basamento Pre-Hercínico. (Tomado de la publicación citada). que se consideraran con bastante probabilidad equivalentes a los típicos de la Fm. Pusa del GV, desarrollados en los Anticlinales situados más al Norte y Noroeste (Mapa IV, a; b y c). Este trabajo resulta ahora de importancia científica resaltable, pues plantea la novedad de la existencia del mencionado GV en zonas muy al SE de lo previsto hasta ahora, aunque no se manifiestan, al tratarse de un trabajo fundamentalmente de tipo sedimentológico, las características estructurales del contacto y el posible carácter discordante de éste.
Posteriorente, el autor del presente trabajo lee su Tesis Doctoral (López Díaz, F. 1992), centrada en el Antiforme de Villarta-Navalpino, situado, como ya se indicó más al NO del A. de Abenójar-Tirteafuera y del A. del Esteras, y que de modo completo solamente se pudo publicar de modo online recientemente (2014), aunque existen resúmenes en Español (López Díaz 1993 y 1994a) y en Inglés: López Díaz (1994b). En todos estos trabajos se mantienen las ideas expuestas, así como la nomenclatura a nivel de Grupo, por el trabajo mencionado de Álvarez Nava et al. (1988), con la salvedad de que se confieren a todas las discordancias carácter tectónico, no siempre visible en todos los afloramientos en que se aprecia el contacto, debido
Mapa II (a).- Esquema Regional de los diferentes Antiformes de la Zona Centro-Ibérica Meridional. En tonos Ocres se representa el Grupo Domo Extremeño (GDE); en tonos Azul-Grisáceo, el Grupo Ibor-Navalpino (GIN), e incluso , más al Noreste, en tonos más Grisáceos o, incluso Verdosos, el Grupo Valdelacasa (GV).
1.- Anticlinal de Valdelacasa; 2.- Anticlinal de Ibor; 3.- Anticlinal de Villarta-Navalpino; 4.- Gran Anticlinorio Centro-Extremeño; 5.- Anticlinorio del Esteras; 6.- Domo de Abenójar-Tirteafuera, (dónde se localiza el MAPA III, en sus respectivas variantes), el situado más al N corresponde al estudiado por el autor en el trabajo de Campo (III, a; b; c; d). El recuadro intermedio corresponde al lugar donde se definió poe Lorenzo-Álvarez & Solé (1988) la Serie Pelítica Superior; posiblemente equivalente a la parte Inferior del Grupo Valdelacasa, las Pizarras del Pusa ¿Cámbrico Inferior? Y, finalmente el recuadro más oriental corresponde al posible desarrollo del GV en la Zona Suroriental del Antiforme de Tirteafuera, prolongación del anterior Antiforme de Abenójar. Y, finalmente: 7.- Anticlinal de Alcudia.
El Resto de materiales son Post-Cámbrico Inferior, y en ellos dominan los tonos Verdosos, a excepción de la Facies Culm, que limita el Batolito de los Pedroches (extremo SE) y otras Formaciones del Paleozoico Superior. El área estudiada se circunscribe principalmente al Domo de Abenójar-Tirteafuera (6), con una leve incursión al A. del Esteras (5).
El Mapa se ha obtenido a partir del Mapa Geológico de España (E: 1/1.000.000) publicado por el ITGE (1994), con la colaboración del Instituto Geologico e Mineriro de Portugal.
![](https://assets.isu.pub/document-structure/230321194320-bf715867239437c9116c8457f915922e/v1/90b2ca8dae4f3563e7515a83e491d89c.jpeg)
Mapa II (b) .- Esquema Regional basado en Ortega y González-Lodeiro (1986), en el que se muestra la distribución Regional de los materiales Alcudienses (Inferiores - GDE- y Superiores -GIN-), limitados por una Discordancia Intraprecámbrica, con la ubicación de tres localidades donde se observa dicha Discordancia: 1.- Tabla Higuera (ver Esquema Inferior); 2.- Arroyo de Riofrío y 3.- Arroyo de Tamujar. No están incluídos ni las Discordancias situadas en los anticlinales situados más al Norte y Noroeste, ni tampoco la posible presencia del Grupo Valdelacasa ¿Cábrico Inferior?, en el Anticlinal de Abenójar-Tirteafuera (uno de los objetivos del presente trabajo, basándose en la idea expuesta por Primera Vez por Lorenzo-Álvarez y Solé (1988); que se analizan posteriormente (ver Mapas IV (a y b) y Columna relacionada).
Esquema según Ortega y González-Lodeiro (1983), de la Discordancia Intra-Alcudiense en la localidad de Tablahiguera (NE del A. de Abenójar), en la que llama la atención la disposición del clivaje S1 , que en numerosas ocasiones es subparalelo a la estratificación. Esto se describe ampliamente en el caso del A. de Villarta-Navalpino (López Díaz 1992) y que se interpreta como debido a la existencia de deformaciones previas generadoras de pliegues con, al menos, uno de los flancos con fuerte inclinación. Desde esta localidad, hacia el N, siguiendo el curso del Río Tirteafuera y sus afluentes por la derecha, se aportan, en los sucesivos Mapas III, los datos observados por el autor del Presente Trabajo.
fundamentalmente a la existencia de las numerosas Deformaciones existentes, las típicas de cada Grupo preordovícico y las posteriores correspondientes al ciclo Hercínico-Varisco. Resultando de todo ello unos fenómenos de interferencia complejos, y que en algún caso fueron descritos con detalle, por no encontrarse debidamente explicitados en trabajos anteriores, Españoles o/y Extranjeros. Otra novedad de estos trabajos es la presencia de una Falla Distensiva Sinsedimentaria, que condiciona el carácter de los sedimentos del GIN, situándose estos con carácter de Plataforma Carbonatada abierta al Este, que pasa a facies de Talud y que bruscamente cambian a Facies Conglomeráticas en las inmediaciones de la Falla (Falla del Torilejo), así como Facies Turbidíticas compuestas por alternancias pelitico-grauváquicas, y fundamentalmente Pelíticas en zonas mucho más al Este, dentro del A. de Villarta-Navalpino. Todas estas Facies al Este de la Falla del Torilejo, presentan asimismo participación carbonatada, menos abundante cuanto más lejos se encuentren de la parte oriental de la F. del Torilejo, y estando constituidas por calcoesquistos, capas decimétricas de calizas, mejor dolomías, de colores marrón-rojizo, etc. Por tanto se puede decir que la existencia de rocas carbonatadas es (con excepción de los bloques y cantos que constituyen la base del GV, y que resultan del desmantelamiento de los materiales de plataforma carbonatada del GIN, con un alto grado ya de litificación) típicos en exclusiva de este Grupo , pues ni en los materiales del GDE, ni en los del GV (al menos hasta la aparición de las Calizas de los Navalucillos, existentes mucho más al Norte, que se consideran de segura edad Cámbrico Inferior en base a su contenido fosilífero, y que se corresponden con las Calizas de Tamames en el área al Sur de Salamanca; las Calizas de Vegadeo en la Zona Astur-Occidental Leonesa y las Calizas de Láncara de la Zona Cantábrica, todas ellas de probada edad Cámbrico Inferior), aparecen materiales carbonatados, siendo estos típicos, por tanto del GIN, en sus diferentes versiones.
Respecto a la deformación que se considera típica de cada Grupo Preordovícico, demostraba en la Tesis Doctoral del autor del presente trabajo, que el GDE, presentaba al menos un gran flanco orientado E/O y con una elevada inclinación, mientras que lo típico del GIN eran, los pliegues en principio orientados N/S ó NNE/ SSO, en ocasiones acompañados de un clivaje muy irregular en cuanto a su presencia, pero, bien desarrollado cuando se manifiestaba, con una disposición poco menos que ortogonal al clivaje hercínico principal, además de la existencia de la Falla Sinsedimentaria Directa del Torilejo. Por el contrario el GV no presentaba más que un leve basculamiento en dirección NE que apenas alcanzaba los 10º, pero que motivaba que el GV se mostrara cartográficamente discordante bajo los primeros materiales del Ordovícico Inferior
Por supuesto cada nueva deformación producía fenómenos de interferencia distintos en cada uno de los diferentes Grupos subyacentes. Así resultaban típicas las elevadas inclinaciones en los materiales del GDE, incluyendo preferentemente los Pliegues de eje vertical, de diferente edad, y por tanto de diferente orientación, siendo frecuentes que los más recientes (Hercínico-Variscos) doblen, siempre con el eje vertical, a los anteriores. En cambio en el GIN, en cualquiera de sus facies, son típicas las interferencias en Domos y Cubetas (Tipo I de Ramsay), que se aprecian desde el nivel cartográfico hasta a escala de afloramiento. En algunos casos también se producen en el GIN interferencias de otros tipos, dependiendo de la orientación e inclinación de las capas, con anterioridad a la deformación Hercínico-Varisca. El resultado de la Deformación Hercínio-Varisca en el GV, es simplemente la presencia de pliegues de ejes subhorizontales, pero marcadamente asimétricos, formando un flanco largo y uno corto en “S” inclinada hacia el NE, lo que motiva que este GV, se manifieste con mayor potencia hacia el NE, lo que contrasta claramente con, los suprayacentes materiales del Ordovícico Inferior, que delimitan claramente una forma más o menos simétrica en ambos flancos del Antiforme de Villarta-Navalpino.
Respecto a la edad de los materiales y sus deformaciones, se atribuyen los más bajos (GDE) al Rifeense Superior-Vendiense, los del GIN al Vendiense Superior, mientras que las partes inferiores del GV, constituirían el tránsito Cámbrico-Precámbrico, pues hay que notar que en el extremo oriental del Anticlinal de VillartaNavalpino, en el Domo del Alcornocal, aparecen materiales de la Formación Azorejo, que en todo el Anticlinal de Valdelacasa constituye la Fm. suprayacente a la Fm. Pusa, y es la primera Fm. que presenta icnofósiles claramente del Cámbrico Inferior. Una mayor precisión en las edades de todos estos materiales, queda fuera de los objetivos planteados, amén de que en estas edades, el contenido paleontológico es sumamente escaso y, por lo general, poco ilustrativo, cuando no, variable con el tiempo. Por tanto se planteó en dicha Tesis, que existían, con anterioridad a la deformación Hercínica, tres Deformaciones, a saber: Una, la más antigua, Pre-Vendiense Superior (¿Oretánica?), que afecta exclusivamente al GDE. Otra, probablemente, con fenómenos de inversión tectónica, que podría corresponder a la Orogenia Cadomiense, que separaría los materiales Precámbricos de los Cámbricos (s.l.), o lo que es lo mismo: El GIN del GV. Finalmente,
existiría otro basculamiento hacia el NE, que en principio corresponde a cualquier edad entre el Cámbrico Inferior y el Ordovícico más inferior, y que en un principio se atribuyó regionalmente a la Fase Sárdica, aunque parece que la atribución no es correcta, dado que la Discordancia Sárdica, como está definida, corresponde a tiempos del Ordovícico Medio-Superior, mientras que aquí, en la ZCI-Meridional, la discordancia existente es previa a los materiales del Ordovícico más bajo (Gutierrez Marco et al. 1990) (¿Tremadoc?), como lo atestigua la presencia de rocas con conglomerado basal y una serie, que regionalmente, han recibido multitud de nombres y que están claramente por debajo de la Cuarcita en facies Armoricana de probable edad Arenig, mientras que tales materiales reposan mediante discordancia cartográfica evidente sobre los probables del Cámbrico Inferior del GV, incluidos regionalmente las Formaciones datadas con seguridad como Cámbrico Inferior (Calizas de los Navalucillos, etc,), en nuestro caso, la Discordancia, que podemos denominar preOrdovícica se sitúa sobre las areniscas de la Fm. Azorejo, que afloran en el Domo del Alcornocal, en el extremo más oriental del A. de Villarta-Navalpino, y que están consideradas regionalmente como las rocas del Cámbrico Inferior datadas en primer lugar, y que dan pié a considerar los materiales infrayacentes del GV (de techo a muro: Fm. Pusa y Brecha de Navalpino), como también de edad Cámbrico Inferior.
La reciente recuperación de una libreta de campo, personal del autor, permite aportar datos sobre la deformación que presenta el GIN en el A. de Abenójar-Tirteafuera, en concreto a lo largo de los arroyos de la margen derecha del río Tirteafuera, desde la localidad de Tablahiguera hacia el Norte (recuadro superior, en rojo, en el Mapa II (a), lugar donde se apreció una discordancia GIN/GDE, perfectamente explicada en el trabajo citado de Ortega y González Lodeiro (1983). En esta libreta se encontraban una gran cantidad de datos y esquemas de campo, que el autor piensa que pueden aportar información relevante sobre los materiales del GIN y la deformación que presentan, tanto Cadomiense (s.l.) como Hercínico-Varisca.
Para una mayor claridad se han fotocopiado (en color), los esquemas de campo y escaneado después, dibujando los resultados, que son los que se presentan en el trabajo como Figuras (numeradas del 1 al 16 (A. de Abenójar); más dos Figuras correspondientes al Anticlinorio del Esteras. Para el Antiforme de AbenójarTirteafuera, hay que hacer notar que alguna de dichas Figuras resulta difícil de situar en los mapas, dado que poseen localización dudosa, o incluso ausencia de datos, sobre su situación. Algo así ocurre en las dos Figuras correspondientes al A. del Esteras, que corresponden a una localidad que engloba el Km. 20 de la supuesta carretera de Almadén a Valdemanco del Esteras, y está próxima al cruce con el río Esteras, pero actualmente la modificación de las carreteras de la zona y de su kilometraje hacen difícil, su localización exacta.
En conjunto se ha tratado de plasmar los esquemas más ilustrativos (Figuras), así como toda otra serie de datos en esquemas (Mapas), destacando el Mapa IIId que presenta, finalmente, un esbozo de aportaciones cartográficas. Y el Mapa IIIc, que resume y muestra la existencia de diferentes clivajes y diaclasado ó clivajes groseros, ejes de pliegues y lineaciones de intersección (preferentemente S1/So).
En una segunda etapa se reproduce basándose en la cartografía mostrada en el Mapa MAGNA de la Hª. 783 (Abenójar ) según la cartografía de Ortega y Sánchez Vizcaíno (1987), ligeramente modificada, la coexistencia de una masa de Calizas (calizas del Cementerio de Abenójar), que dichos autores plasman como limitadas por un contacto mecánico, que recuerda según la descripción de la Memoria de dicha Hoja (mismos autores de la cartografía Geológica), las acumulaciones de carácter Olistostrómico que jalonan la base de los materiales del GV a lo largo de toda la ZCI- Meridional, y que curiosamente se encuentran a la misma altura geográfica que los materiales, aunque un poco más al Oeste, que podrían corresponder al mencionado GV (Mapa IV). Regionalmente este Mapa se sitúa al Sur de los Mapas III (correspondientes a los datos existentes en la libreta de campo perteneciente al presente autor), y engloba la población de Abenójar, por lo que resulta fácil situarlo en el Mapa Geográfico de la Hª. 783 (Abenójar).
En la tercera etapa se han reproducido los Mapas y Columnas de Lorenzo Álvarez y Solé (1988), que proponen la existencia a techo de la Serie Pelítico-Carbonatada (típica del GIN en el mencionado A. de Abenójar-Tirteafuera, correspondientes al recuadro intermedio señalado en rojo en el Mapa IIa), de una ruptura sedimentológica que daría paso a una Serie Pelitico-Grauváquica Superior, con niveles fosfáticos cerca de su base, que dichos autores mencionan como posibles equivalentes a los materiales típicos de la Fm. Pusa, perteneciente al GV (Mapa V a,b,c). Además, para una mayor comprensión se reproduce (ligeramente modificada) la cartografía
propuesta por Amor y Ortega (1987) para la Hª MAGNA nº 809 (Tirteafuera), que corresponden a la zona indicada en el trabajo citado en este párrafo en primer lugar, para una mayor y mejor compresión (Mapa VI). De todo ello se deduce la posible existencia del equivalente al Grupo Valdelacasa mucho más al SE de lo que se presumía con anterioridad.
El párrafo anterior tiene su colofón en el Mapa VII, donde se reproduce, casi literalmente, la cartografía de la parte Central y Oriental de la Hª. MAGNA 809 (Tirteafuera), realizada por los mismos autores, en que los materiales que se presumen equivalentes al GV, alcanzan un gran desarrollo, con particularidades propias, y una gran abundancia de Conglomerados, preferentemente Cuarcíticos.
Las características estructurales de estos materiales son analizados en su capítulo (ver más adelante).
Respecto a los métodos de trabajo hemos de decir que se basan principalmente para la Parte NE del Antiforme de Abenójar (1er recuadro en rojo en el Mapa II (a), en los datos recopilados por el autor a lo largo de un trabajo de campo que proporcionó lo que en este trabajo se muestra, aunque el paso del tiempo ha producido que algunas de las Figuras expuestas puedan, en todo caso, estar mal ubicadas, aunque se ha realizado un esfuerzo ímprobo para que la mayoría estén en el lugar correcto. A partir de los datos y esquemas de la libreta mencionada, se elaboraron los esquemas que se presentan titulados como Figuras (1 a 16; para el A. de Abenójar y 1 y 2 para el Domo del Esteras). Respecto a los datos, se optó por situarlos en varios Mapas (III a; b; c y d) que se elaboraron en base a la Geografía de los numerosos arroyos de la Margen Derecha del Río Tirteafuera (a partir de la localidad de Tablahiguera, localidad ya por entonces mítica, donde se puede apreciar perfectamente la discordancia Intraprecámbrica que los descubridores (Ortega y Gonzálea-Lodeiro, 1986) hicieron corresponder a límite entre Alcudiense Superior y Alcudiense Inferior y que en el presente trabajo se considera como el límite GIN/GDE; es decir el Grupo Ibor-Navalpino sobre el Grupo Domo Extremeño, utilizando siempre los nombres propuestos por Álvarez-Nava et al. (1988). Como la abundancia de datos es tal, se optó por esto último, debido fundamentalmente a que en los Mapas a escala 1:25000, no era posible situarlos todos, sino que se necesitaba una escala mayor que permitiera visualizar dichos datos de manera, al menos, aproximada. Dado lo anterior se utilizó una ampliación para este sector de la Geografía que se muestra en la Hoja MAGNA nº 783 (Abenójar), y sobre dicha red hidrográfica fueron situándose los datos.
En el Mapa III (a), se remarcan las Figuras correspondientes al A. de Abenójar 1 a 16, con excepción de la nº2, y la nº 12, que ha sido imposible situarlas, y que la memoria del autor no recuerda., siendo los datos de su ubicación en dicha libreta más que dudosos. En cualquier caso, dada la importancia de la Fig. 12, se ha optado por incluirla en el trabajo, con independencia de su posible localización. En el Mapa III (b), se incluyen la práctica totalidad de los datos litológicos, de estratificación y de clivajes. Hay que notar que los Materiales del Ordovícico al Cuaternario están agrupados en lo que se puede considerar “cobertera”. Se trata de algo discutible, pero se ha optado por hacerlo así, pues el contacto entre dicha cobertera y los materiales preOrdovícicos es, muy raramente observable, debido a la tectonización Hercínico-Varisca y en algunos casos, posiblemente también Alpina, asó como por al frecuente presencia de materiales Cenozoicos, que enmascaran los contactos (derrubios de ladera, Rañas, etc.). Para los objetivos del presente artículo, resulta mucho más sencillo considerarlos juntos, como no influyentes en los materiales preOrdovícicos, aparte del Clivaje S1, lo que se discutirá más adelante. El Mapa III (c) muestra en colores negros los clivajes y en tonos azules las lineaciones más abundantes del Antiforme (¿S1 y L1-Hercínicas?), que en cualquier caso en las proyecciones se ha optado por diferenciarlos en zonas. En tonos verdes se han marcado otros clivajes, o los mismos, en materiales más competentes, que aparecen como un clivaje grosero. Hay que notar que hay abundancia de datos de una S2 Hercínico-Varisca en el entorno de la Falla del Arroyo de las Huertas del Membrillo (FHM), que probablemente corresponde a una fractura sinsedimentaria preexistente (ver Figs. 3; 4 y 8). Aparte y en algunos casos aparecen posibles clivajes Precámbricos, que se han representado por tonos rojos. Estos últimos posiblemente correspondan a deformaciones en un estadio muy temprano, pero posterior a la litificación de las rocas. Algo que fue descrito por Fitches et al. (1986). Lo anterior también se aplica a las dos figuras correspondientes al Domo del Esteras, donde el cambio litológico manifestado por las rocas, no es obstáculo para que muestren claramente este tipo de deformación y que presentarían la misma edad de las deformaciones de este tipo en el A. de Abenójar. Finalmente en el Mapa III (d), se muestran los aportes cartográficos que se deducen de todos los datos
presentados hasta ahora. Se trata de una Cartografía Geológica incompleta, pues no se debe olvidar, que la presencia de fracturas sinsedimentarias tanto a escala de afloramiento (Fig. 4 y 8), como cartográficas (Fig. 3), junto con el recubrimiento de la Cobertera hace muy difícil considerar Formaciones más o menos constantes. Además no se debe olvidar que el trabajo, al menos inicialmente, era más de inspección sobre las Deformaciones Prehercínicas, que un intento de elaborar un Mapa Geológico completo del Antiforme de Abenójar.
Respecto a los diferentes Mapas III, se ha optado por utilizar de base una mezcla de la Cartografía presente en la Hoja 783 (Abenójar) del Plan MAGNA y solamente se ha introducido los Aportes Cartográficos en el último de ellos (IIId), aunque también, pero sin colorear las distintas litologías, se han utilizado dichos aportes en el Mapa III(c), que muestra los Clivajes y las Lineaciones de intrersección (L1) entre el principal clivaje (S1, desarrollado preferentemente en rocas pelíticas, y de manera mucho menos abundante, otros clivajes tanto Hercínicos (S2), como Preordovícicos (Spc, resaltado en tonos rojos). En color verde se muestran clivajes groseros o diaclasas, que son, en muchos de los casos, de difícil interpretación.
Llegados a este punto se debe hacer notar la utilización de un Informe Sedimentológico sobre los Materiales Carbonatados del Antiforme de Abenójar, que tuvo su plasmación en Calvet y Salas (1988), y del que se hablará posteriormente.
Llegados a este punto es momento de iniciar la descripción del Trabajo propiamente dicho. Hemos de hacer siempre la salvedad de que posiblemente algunas de las Figuras, puedan estar equivocadas en cuanto a su ubicación, y algunos de los datos confundidos. Por todo ello hemos de pedir excusas, si es el caso, aunque se ha hecho todo lo posible por hacer una localización lo más precisa posible.
Dado que este trabajo afecta a cuatro zonas diferentes dentro del Anticlinal de Abenójar-Tirteafuera, se tendrá en cuenta las cuatro zonas individualmente, comenzando por la descripción de la Zona más al NE del A. de Abenójar (Mapas III), a partir de la Discordancia de Tablahiguera, ya mencionada, donde ha trabajado el autor, para después realizar una interpretación de las otras tres, que se sitúan más al S y SE (Mapas IV a VII). El Mapa III (a), que muestra la situación de las diferentes Figuras tomadas en el Campo, se basa en una Geografía (Ríos y Arroyos) tomada de la Hoja 783 (Abenójar) del Plan MAGNA, en su parte más al NE, pero a mayor escala, pues, la profusión de datos de tipo variado (S0; S1; S2; ¿Sp€?, diaclasamiento o clivajes groseros; lineaciones (preferentemente L1= S1/S0); ejes de pliegues; litología, hacen necesaria la presentación en cuatro versiones de dicha Geografía, que se basa en los Arroyos situados en la margen derecha (NE) del Río Tirteafuera, a partir de la localidad emblemática de Tablahiguera (donde se observa, como ya se mencionó, la Discordancia GIN/GDE), hacia el Norte. Así, el Mapa III (a) muestra la localización de casi todas las diferentes Figuras que se tomaron en el Campo (faltando la Fig. 2 y la ubicación de la Fig. 12). La cartografía que se muestra en este Mapa (IIIa), es una mezcla de la publicada en la Hª. MAGNA 783 y aportes diversos, que, en conjunto, son diferentes a los Aportes Cartográficos que se muestran finalmente en el Mapa III (d). En el Mapa III (b), se representa con base en los contactos cartográficos de la Hª MAGNA (783), los puntos donde se tomaron observaciones tanto litológicas como estructurales, representándose, los de S0 y S1, etc. Dichos datos estructurales forman el conjunto de datos que se representan en el Mapa III (c), donde se observa por primera vez representados los ejes de los pliegues y las lineaciones de intersección (S1/S0; y algunos pocos datos de otro tipo), que se representan sobre la misma base geográfica, pero diferente base geológica, la que resulta de los Aportes Cartográficos Finales (Mapa IIId), pero sin colorear las diferentes Formaciones (informales); así como las diferentes fracturas, que no se encontraban representadas en las cartografías previas (MAGNA).
Los materiales más antiguos representados en el presente trabajo corresponden al grupo Domo Extremeño (GDE, término que, como se ha dicho, procede de Álvarez-Nava et al. (1988), al igual que el resto de los nombres de Grupos). Dado que, no se han trabajado en especial, más que en las inmediaciones de la localidad de Tablahiguera, donde se ubica la Discordancia GIN/GDE. (Mapa IIb y IIIa y Esquema adyacente). Se trata de una alternancia de grauvacas y pizarras que, por lo general, corresponden a las Facies Organizadas, que el autor ha diferenciado en la Antiforme de Villarta-Navalpino, mientras que las Facies Desorganizadas, explicitadas en el mismo trabajo (López Díaz 1992), podrían corresponder, aunque no hay constancia de ello, a las descritas en la Hoja MAGNA (Nº 783,-Abenójar) como Brechas Intraformacionales (Ortega y Sánchez Vizcaíno 1987). Su edad fue y es objeto de polémica aún hoy, pues su datación por elementos fósiles es difícil, porque es algo que varía mucho con el tiempo. En un principio fueron datados como Rifeense-Vendiense Inferior (Timotieyev y Mitrofanov en San José, 1984 y 1990). Sobre ellos no se hace especial hincapié en el presente trabajo.
En nuestra opinión, lo único cierto es que se trata, el GDE, de unos materiales con deformación previa a los del Grupo Ibor-Navalpino (GIN), presentando estos últimos abundante, por lo general, constitución carbonatada (en el presente Antiforme de Abenójar-Tirteafuera), lo que permite datarlos, con algo más de precisión, como Vendiense Superior. Los materiales del GIN, presentan como carácter típico la presencia de rocas carbonatadas, aunque lo hacen de manera irregular, pues contienen una Falla Sinsedimentaria (“Falla del Torilejo” en López Díaz 1992 y 2014), que se relaciona con un cambio de facies desde Plataforma, hasta facies Turbidíticas, en aquel caso hacia el E-NE, pero siempre presentando las facies turbidíticas, multitud de intercalaciones, por lo general decimétricas a métricas, de carácter calcáreo/dolomítico.
En el presente trabajo, a partir de la Discordancia de Tablahiguera (Mapa IIb y Esquema adyacente), en los materiales con participación carbonatada de facies de plataforma se ha constatado la existencia de multitud de Fallas Sinsedimentarias, tanto a nivel de afloramiento (Figs.- 3 y 7b), como Cartográfico (Fig. 3); lo cual hace que sea sumamente difícil establecer series estratigráficas coherentes, además de por la ya complicada estructura de la Deformación Hercínico-Varisca, que afecta a todos los materiales Precámbricos y Paleozoicos. Por todo ello se ha optado por presentar un Mapa de Afloramientos (Mapa IIIb) que incluye, aparte de la Litología, las medidas estructurales de Estratificación y de los diferentes Clivajes; y que constituye la base
Ordovícico Inf.-Cuaternario Contacto Normal
Ríos y Arroyos Discordancia GIN/GDE Falla Pliegues
de la Nava HondóndelAº.
Río Tirteafuera
Fig.-9A Figs. 13;14;15 y 16Fig.11
MAPA III (a).Discordancia de Tablahiguera y Zona Estudiada con localización de las Figuras trasladadas de la libreta de Campo. Falta situar la Fig. 12, que se trata de un típico Domo de Interferencia (Tipo I de Ramsay) en el GIN. La cartografía mostrada se basa la de la Hª. 783 (Abenójar), para una mejor comparación de los datos mostrados.
2 Kms.
Ríos y Arroyos Discordancia GIN/GDE Falla Pliegue
Sq (Clivajes Precámbricos) Diaclasas ó Clivajes groseros.
Ordovícico InferiorCuaternario Contacto Normal So 40 Clivajes Hercínicos de 2º, ó 3er Orden. S1 (hercínica)
Areniscas; grauvacas y pelitas Cuarcítas y Cg. Qcíticos Rocas Endógenas Dolomías y Calcarenitas Brechas Carbonatadas Cg. de Q. y Calizas
Pelitas y Calcoesquistos, (Calizas). Lut. Negras y Microb. Piz. y Grauv. Super.
Arcosas
Aº H.M.
Aº del Ojuelo Aº H.M.
Aº. de la Nava HondóndelAº. 85
TercerasdeAº.
Aº H.M.
D.Discordancia GIN/GDE de Tabla Higuera (Véase el Mapa II-b)
ladeAº. Cañáda Honda Aº de las Pilillas TablaHiguera
MAPA III (b).Datos de campo litológicos y de So; Clivajes de diferente tipo, que incluyen algunos de los manifestados en las Figuras, los que permiten una aproximación a los Aportes Cartográficos que se muestran en los Mapas III (c) y III (d).
GDE.Grupo Domo Extremeño (Pizarras y Grauvacas). R.T.Río Tierteafuera.
Aº H.M.Arroyo de las Huertas del Membrillo. La Cartografía mostrada es una mezcla de la existente en la Hoja 783 (Abenójar) y de datos propios que se observan mejor en el Mapa III (d)Aportes Cartográficos.
500m. 1 Km.
0
para el Mapa III (c), en que se presentan las lineaciones (L1=S1/S0), sobre los contactos litológicos, pero esta vez sobre los contactos que se muestran en el Mapa III (d)-Aportes Cartográficos, eso sí sin colorear más que los materiales de la cobertera (Ordovícico Inferior-Cuaternario). Finalmente, en el Mapa III (d) se realizan unos Aportes Cartográficos de tipo provisional, que resumen todos los Mapas III previos.
En general se puede decir que se dan la presencia de alternancias Pelitico-Carbonatadas, con predominio variable de alguno de los dos términos extremos; de Conglomerados de Cuarzo y Cuarcitas, que se encuentran sospechosamente próximos a los cambios de facies bruscos (Fig. 3) y de niveles de brechas carbonatadas en zonas próximas a las grandes fracturas que delimitan la Zona (FHM y FTP en el Mapa IIId), dándose un solo caso de Brechas con participación tanto Calcárea como Cuarcítica, un poco al Norte de la unión del Arroyo de la Huerta del Membrillo y el Río Tirteafuera (en las proximidades de la desembocadura del Arroyo de la Cañada Honda (Margen izquierda del Río Tierteafuera) en el Río Tirteafuera; o, lo que es lo mismo: La intersección entre las fallas mencionadas (Falla de la Huerta del Naranjo y Falla de Tirteafuera-Pilillas). También hemos de hacer notar la presencia relativamente frecuente de niveles arcósicos, pero que solamente en un caso aparecen constituyendo un nivel cartografiable, en concreto en las proximidades de la intersección entre el Arroyo del Membrillo y el Río Tirteafuera (Mapa IIIb, tonos rosas), lo que pudiera estar relacionado con la presencia en sus proximidad de rocas plutónicas, de las cuales a día de hoy , el autor desconoce la edad, por lo que no se presenta este dato como seguro, sino como una mera posibilidad.
El principal carácter distintivo de los materiales del GIN, comparados con los materiales del infrayacente GDE, son la presencia de carbonatos, que en la bibliografía se consideran (Ortega y Sánchez-Vizcaíno (1987) en dos niveles, separados por otro nivel de preponderancia pelítica. Como se puede ver en la Fig. 1 (corte), y en el Mapa III (b), la diversidad de litologías, hace muy difícil determinar una serie válida para toda la zona de estos materiales. Digamos por tanto que la abundante presencia de fallas sinsedimentarias y otras estructuras relacionadas con deslizamientos y cabalgamientos de diverso tipo (Fig. 4) complican extraordinariamente la representación de Formaciones, que se puedan aplicar a la zona estudiada. Las principales litologías que se muestran en el mapa III (b), consisten en Calizas y Dolomías que van alternando con tramos más Pelíticos, Además aparecen varios niveles de Conglomerados básicamente Cuarcíticos, a diferentes niveles de la serie, que se encuentran sospechosamente próximos a Fallas Sinsedimentarias (Fig. 3; etc.), que, por ahora se ignora si yacen sobre pelitas oscuras, mediante discordancia o cabalgamiento. Asimismo, aparece un techo claro de dichos conglomerados hacia la mitad del curso del Arroyo de las Navazuelas (Mapa IIIb). En otros casos, las alternancias entre rocas carbonatadas y con predominio pelítico, pueden variar, como se mencionó, entre amplios límites, predominando los términos pelíticos (verde claro), o los términos carbonatados (azul claro), como se obseerva en el Mapa III(d). Debe hacerse notar la existencia de tramos pelíticos-grauváquicos, con carbonatos supeditados en la parte aparentemente superior de la serie del GIN, y que en ocasiones llevan intercaladas cuarcítas y que dan paso hacia el techo a los materiales con predominio carbonatado, ya citados anteriormente.
Sedimentológicamente estos materiales pelítico-carbonatados del GIN, fueron estudiados por Calvet y Salas (1988), que indican que se trataría de materiales de plataforma carbonatada abierta hacia el Oeste o Noroeste. No entraremos en este trabajo en más detalles al respecto.
En el Margen NE de la zona estudiada, aparecen, por lo general a techo de toda la serie, materiales fundamentalmente Pelíticos, constituidos por Pelitas oscuras o/y bandeadas, dónde son frecuentes los cantos y niveles de fosfato, con la única excepción de la zona al Norte del extremo occidental de la FHM, donde aparecen también niveles pelíticos con cantos de fosfato (Mapa IIId). Estos materiales podrían ser equivalentes a los del Grupo Valdelacasa (GV), como ya fue propuesto por Lorenzo-Álvarez y Solé (1988), para la zona más al Sur (Hoja 809-Tirteafuera, en las curso del Arroyo del Naranjo, un poco hacia el Oeste de la Casa de Navalajeta), y cuyo probable carácter discordante sobre los de Plataforma Detrítico-Carbonatada típicos del GIN en este A. de Abenójar-Tirteafuera se discutirá más ampliamente en los capítulos de Estructura y al escribir de la parte Centro-Oriental de dicho Antiforme, basándose en los datos previamente publicados en las Hojas MAGNA de Abenójar (783) y Tirteafuera (809).
Como las otras zonas que se discuten en el presente trabajo, no son conocidas directamente por el autor, se hablará de su estratigrafía en los capítulos concernientes a ellas, pues presentan características muy parecidas a las del GV, y su discusión tiene más importancia dentro del capítulo de Tectónica.
FIN DEL VOLUMEN I
TECTÓNICA
Este capítulo corresponde al objetivo fundamental del trabajo presente y se dividirá en cuatro subcapítulos. El primero de ellos dedicado al sector NE del A. de Abenójar, que ha sido visitado ampliamente por el autor, si bien con carácter de inspección, más que con el objetivo de desentrañar su estratigrafía y estructura. El resto, los otros tres, se discutirán bibliográficamente a partir de los conocimientos publicados por diferentes autores y los que figuran en los Mapas MAGNA de las Hojas 783-Abenójar y 809-Tirteafuera. Así el 2º subcapítulo tiene que ver con la zona del Cementerio de Abenójar (Mapa IV) y su relación con el posible GV, para ello contamos con la Cartografía y Memoria de la Hª-783 (Abenójar). El tercer subcapítulo tiene que ver con la definición por parte de Lorenzo-Álvarez y Solé (1988) de la Serie Pelítica Superior (Mapa V a, b, y c), que dichos autores proponen como equivalentes al mencionado Grupo Valdelacasa. También se ha contado en este caso con la Cartografía (Mapa VI) y Memoria de la Hª 809 (Tirteafuera). Finalmente se ha reproducido la Cartografía (Mapa VII) y se ha tenido en cuenta la Memoria del Sector Central de la Hoja MAGNA citada en último lugar, que representa la profusión de los materiales, asignados previamente, en el anterior subcapítulo, al GV.
1.- Estructura del Sector NE del A. de Abenójar.
A lo largo de la Campaña de Campo realizada a finales del año 1985 y comienzos del año 1986, se tomaron toda una serie de datos que se expondrán a continuación. La tarea principal consistía en averiguar si verdaderamente los materiales del GIN (Grupo Ibor Navalpino de Álvarez Nava, et al 1988), presentaban alguna clase de deformación intrínseca suya, y que los diferenciara de las capas suprayacentes, que entonces se consideraba principalmente el Paleozoico a partir del Ordovícico Inferior y demás materiales de la Cobertera. Consideraba el autor que cabía la posibilidad de que presentaran deformaciones propias al igual que sucedía en el Antiforme de Villarta Navalpino.
El trabajo de Campo comenzó en la localidad de Tablahiguera (Río Tirteafuera), donde estaba ya reconocida una Discordancia con todos los requisitos para ser considerada como Angular y Erosiva y que incluso presentaba Rubefacción en el Contacto. Tal Discordancia (Ortega y Lodeiro 1986) evidenciaba bien a las claras que los Materiales del GDE (Grupo Domo Extremeño) poseían un evento deformativo propio en el Antiforme de Abenójar, en el que no entraremos en este trabajo, al igual que sucedía en casi todos, por no decir todos, los Antiformes de la Mitad Meridional de la ZCI (Zona Centro Ibérica).
La cuestión era si los materiales, con elevada participación carbonatada, del GIN del A. de Abenójar presentaban, insistimos, una deformación propia. El trabajo de campo se inició como ya dijimos en la localidad de Tablahiguera (Mapa IIIa) y se fue extendiendo hacia el Norte y Noreste a lo largo de la margen derecha del Río Tirteafuera. Para mostrar los datos obtenidos se han elaborado cuatro Mapas (III a; b; c y d) así como más de 19 Figuras que se comentarán una a una (las 15 primeras tomadas directamente de la Libreta de Campo), y a partir de la 17 en Proyecciones de los Datos estructurales.
A continuación comentaremos los Mapas y las Figuras uno a uno:
Mapa III (a).- A partir de una base de contactos mezcla de la que se puede observar en el Mapa 1:50000 del IGME (Hª. 783) y otras aportaciones, se sitúan los Arroyos y el propio Río Tirteafuera. En Recuadros rojos se sitúan las Figuras más importantes o más extensas y con estrellas, aquellas más puntuales.
Mapa III (b).- Sobre la misma base geográfica de Ríos y Arroyos, se sitúan las observaciones Litológicas; de Estratificación y de los diferentes Clivajes, aunque si bien es cierto, que en muchos de los casos se omiten algunos datos de escala demasiado pequeña, y propios de las Figuras, como para ser representados en el Mapa.
Las diferentes litologías que se muestran en el borde NE de la Leyenda del Mapa, pueden mover a confusión, pero se ha optado por mantenerlas, dadas varias circunstancias, que explicamos en el Capítulo de Estratigrafía, y que recordaremos aquí, en alguno de los casos brevemente, como son la profusión de Fallas Sinsedimentarias
del Hondón
Mapa III (c).Mapa de Clivajes; Lineaciones y Ejes de Pliegues, que incluye algunos de los datos de las Figuras, pero no todos, para una mejor comprensión. Se ha optado por reproducirlos sobre los aportes cartográficos finales (Mapa III d), mostrando sólamente color la Cobertera (Ord. Inferior-Cuaternario). Para una mayor comprensión véanse los otros Mapas III (a; b y d) y las Figuras, así como las Proyecciones. D .Discordancia de Tablahiguera (GIN/GDE). d .Posible discordancia GV/GIN.
El Aº de las Huertas del Membrillo no se indica explícitamente, pero puede consultarse en los otros Mapas, siguiendo el trazado aproximado de la FHM, en parte de su longitud.
¿Clivajes Precámbricos?
Clivaje
Datos
Mapa III (d)
Cartográficos del Área Norte del Antiforme de Abenójar, preferentemente en la margen derecha del Río Tirteafuera, a partir de la Discordancia de Tabla Higuera ( D ), hacia el N Mapa II (b). Para otras localizaciones véanse los Mapas III (a, b, c).
Ordovícico Inferior-Cuaternario
Posible GV; P= Cantos y capas de Fosfato
Pizarras Oscuras y Bandeadas
Brechas carbonatadas
HM.Arroyo de la Huerta del Membrillo. Aº H.Arroyo del Hondón.
Cong. de Cuarzo y Carbonatos
Grauvacas y Pelitas Superiores
Grauvacas y Pelitas con predominio Calcáreo
Conglomerados Cuarcíticos y Cuarcítas
Calizas, Dolomías y Pelitas
Areniscas, Grauvacas y Pelitas Inferiores
Grauvacas y Pelitas (GDE)
Rocas Endógenas
Arcosas
que hacen muy difícil, que se cartografíen Formaciones más o menos constantes a lo largo de la Zona estudiada; así como la probable presencia de materiales pertenecientes al Grupo Valdelacasa (GV), en diferentes lugares del borde NE de los afloramientos bajo la Cobertera. Y, que serán objeto, y de hecho lo han sido, por parte de sus descubridores, Lorenzo y Solé (1988), de especial atención en otros capítulos de este trabajo.
Mapa III (c).- Sobre la misma Geografía y unos contactos ya propios del autor del presente trabajo se han representado, con profusión de datos, los elementos estructurales que no se pudieron representar, por mor de una mayor claridad de la representación, en el Mapa III(b), los datos del principal clivaje del área (S1), si bien en algunos casos se representan también clivajes groseros muy fáciles de confundir con diaclasamiento, sobre todo en materiales cuarcíticos, etc. Asimismo en alguna de las Figuras se han representado otros clivajes que podrían ser perfectamente Precámbricos, optándose por representar estos en rojo, mientras los clivajes groseros, y las posibles diaclasas, se representan en verde. Llama la atención la posible existencia de clivajes locales de crenulación (S2 Hercínico-Varisca), especialmente a lo largo del Trazado del Arroyo de la Huerta del Membrillo; sobre todo cuando coincide con la Falla homónima, que podría ser, de manera muy sencilla una Falla Sinsedimentaria Cadomiense reactivada.
Finalmente, y por motivos de mayor claridad, se optó por colorear, en este caso de gris claro la Cobertera, tanto en el borde Norte, donde corresponde al Ordovícico Inferior, como en el resto de los casos, donde aparecen materiales Cenozoicos.
Mapa III (d).-Este Mapa representa de manera informal los Aportes Cartográficos que se desprenden de los datos tomados, y que se resumen en varios aspectos que a continuación enunciamos:
La presencia de un nivel arcósico cartografiable en las proximidades de un afloramiento de Rocas a)
Endógenas (Aº del Moralejo-Río Tirteafuera) en la parte más Septentrional de la Zona Estudiada. La presencia de niveles brechoides carbonatados, donde resulta casi imposible hacer medidas estructurales b) (incluida la estratificación-S0) en las proximidades de Fracturas Importantes ¿Sinsedimentarias? Y con solamente un caso de brechas con participación mixta Cuarzo-Carbonatada (Río Tirteafuera, en las inmediaciones de la unión entre las Fallas de Tirteafuera-Pilillas (FTP) y la de Huerta del Membrillo (FHM), zona central del Mapa.
La presencia casi constante de niveles fosfáticos (cantos, etc.) en los materiales posiblemente c) pertenecientes al Grupo Valdelacasa (GV).
Así los niveles de litologías preferentemente detríticas aparecen tanto hacia la base del conjunto d) como en zonas intermedias (sin mencionar el probable GV, de constitución eminentemente pelítica), e incluso a techo del GIN parece haber un cambio gradual entre el predominio de rocas detríticas y rocas carbonatadas. Por todo ello y por más hechos que se mencionaron en el capítulo de Estratigrafía resulta muy difícil establecer una serie Tipo para los materiales del GIN.
Algo parecido sucede con los materiales calcáreo-dolomíticos, que pueden situarse tanto en las partes e) medias o/y superiores del GIN, e incluso formando parte del tránsito (brusco) a los materiales del probable GV.
Mención aparte la merecen los materiales cuarcíticos o de conglomerados cuarcíticos, que a menudo se relacionan con la base (en el caso de su proximidad a probables Fallas Sinsedimentarias), como a techo de la Serie, dando paso a los posibles materiales del GV. En cualquier caso, se trata de niveles de espesor y constancia lateral muy variables.
De todo ello, y de los datos estructurales obtenidos en aquella campaña de campo, se desprenden unas circunstancias que indicaremos a continuación: La existencia de una Plataforma Detrítico-Carbonatada en el GIN, abierta hacia el NO (Calvet y Salas 1) 1988), parece presentar una deformación en las rocas propias, no del todo litificadas, con abundancia de Fracturas Sinsedimentarias a todas las escalas y en algunos casos un clivaje precámbrico del tipo del observado en el área de Fuenteaguinaldo–Pastores (Álvarez-Nava y Robles Casas 1988) y que coincide plenamente con el visto en algunas localidades de la zona estudiada, con la excepción de que en ésta, dicho clivaje se encuentra crenulado por al menos otro clivaje, sino dos, Hercínico-Variscos, probablemente, pero cuya edad resulta difícil de precisar (Fig. 11). Uno de los clivajes es de plano axial de los Pliegues y el otro ligeramente oblícuo al primero, más grosero y espaciado y corta a la dirección
del río Tirteafuera (esquina superior izquierda). Compárese con el esquema del Mapa II (b).
Figura 1.Esquema de la discordancia GIN/GDE en la localidad de Tablahiguera; a lo largo
So215/47.
So-255/60; S1100/65; L1-178/22
L1191/24
So142/32; S1115/60;
L1192/29.
Calizas: So255/50; S1-115/60
S1125/70; L1-40/15.
Aparecen
Calizas: So117/34;
11.Véase su ubicación en el Esquema
L1177/19. So115/23; S1.96/77; L1184/9
Por debajo Calizas: So224/27; S1-90/80
de 1m. SoSubhorizontal; S192/48.
Grauvacas grises y pizarras en bancos
S198/62; L114/13.
So65/20 Limolitas y pizarras negras: So-72/23.
L1-169/25
geológico aproximado transversal a la estructura. La leyenda es la habitual en estos casos. Nótese también que el clivaje hercínico se muestra, en ocasiones paralelo a la So del GDE. 7 8 9 10
P.A.-100/75 S1-87/75
A) Eje177/49.
B) So-245/72
D) So-160/50 S1-100/75 L1-173/50
Pliegues menores, de eje ligeramente OSO:
So-95/44; S1-110/68; L1300/22.
nación paralela. Calizas en capas más gruesas.
¿Cemento CO3?; en capas 1-2 cm. con lami-
hacia el techo, con areniscas de grano fino,
D D
Tirteafuera
Tablahiguera
Serie pelítica con algún predominio de CO3
detríticos).So-70/48; S1-95/66; L1-295/43
12 13 15 14
Serie más Pelítica (en las calizas > % de
So-84/50; S1-90/60; L1-285/23.
Pizarras. También alguna arenisca.
¿Estromatolitos? intercaladas con
ones --> 6-7 m.); Laminaciones algales
Serie Calcárea (capas <15 cm. En ocasi-
cordancia
L1-225/63 Rubefacción en la dis-
A) So105/90; S1-95/85 A veces S1//So .
GDE.Turbiditas Grauv.
del plano axial de dichos pliegues con un ángulo de unos 30º más en sentido horario. El clivaje asociado a los pliegues de plano axial y características similares a las del área de Fuenteaguinaldo se caracteriza por formarse en casos de deslizamiento y otras deformaciones con los sedimentos en zonas de tránsito Plataforma-Talud/ Mar Abierto (Turbiditas), en muchos casos asociados a terremotos producidos por la existencia próxima de Fallas Sinsedimentarias o Distensivas en general. Algo así fue observado ya hace mucho tiempo, en el Valle del Isábena del Pirineo (Hoja 213, Pont de Suert), donde grandes pliegues decamétricos “slumpizados” y desgajados, pertenecientes a una formación calcáreomargosa con abundantes fósiles de cefalópodos, que marcaban una discordancia progresiva, presentaban un clivaje bien desarrollado de plano axial. Y, algo similar fue descrito por Fitches et al. (1986) para la Cuenca de Gales, asociado a la existencia de un Despegue. La Plataforma Detrítico- 2) Carbonatada que se abre hacia el Oeste o Noroeste, está compartimentada por la existencia de numerosas Fracturas
Directas y Sinsedimentarias (Fig. 3, E/O), que probablemente se encuentren invertidas con posterioridad con formación de cabalgamientos a todas las escalas. A escala de afloramiento (Figs. 3, 7 y 8b), presentan una superficie de fractura que es amplia y se encuentra rellena por cantos y bloques de litologías carbonatadas, mientras que en el bloque descendente se desarrolla una roca con cantos angulosos y de todas las morfologías de cuarzo y cuarcitas (Fig. 3, al menos). Estas Fallas se corresponden con las descritas por Pierce (1987) el caso de la”Heart Mountain fault” en el Noroeste de Wyoming, en materiales Terciarios de la Fm. Wapiti, etc. En que los materiales que rellenan la Superficie de fractura provienen de la parte inferior de los sedimentos afectados. En nuestro caso, en el bloque que no desciende no se presenta ningún tipo de sedimento asociado, al contrario es el caso del bloque descendente que se ha descrito, el cual con posterioridad probablemente ha rejugado y ascendido en un caso claro de tectónica de inversión. En otros casos (Fig. 8a) las Fracturas distensivas
Conglomerado brechoide con cantos de Q, angulosos (0´5-2 cm ) En la roca de falla sólo cantos de calizas
Fig. 3.-Falla distensiva, sinsedimentaria con conglomerados brechoides de cantos irregulares y angulosos de Cuarzo-Cuarcita en el bloque descendente. En la roca de Falla tan sólo aparecen bloques y cantos de Calizas. El esquema inferior, se encuentra a mayor escala, mostrando la estructura cartografiable. Veáse la situación en el Mapa III (a).
se encuentran a nivel de afloramiento claramente invertidas por cabalgamientos con clivaje asociado al plano axial y morfología lístrica, la cual se horizontaliza en los niveles alternantes políticos, por más que estén plegados con posterioridad. Otro de los efectos que se producen en los sedimentos del GIN y de manera precursora de la Deformación 3)
Cadomiense que se observa en el A. de Villarta-Navalpino, es la existencia de Pliegues cabalgantes, que son producidos por fenómenos de cizalla (Fig. 4), como lo atestigua la variabilidad en el trazado de, tanto los ejes de los pliegues, como de los planos axiales (Fig. 19), etc. Dándose el caso de que son numerosas las superficies de estratificación con venas de calcita paralelas entre dichas capas, en un fenómeno claro de deslizamiento. La orientación de estos cabalgamientos y pliegues es (Fig. 19), claramente oblicua a la de los pliegues inmediatos al Norte (Fig. 5), que constituyen varios trenes en “Z”, indicando Sinclinal hacia el Oeste. En este último caso, el clivaje principal (S1) parece ser muy ligeramente oblicuo a los planos axiales de los pliegues (cuando se desarrolla, sobre todo en el caso de alguna intercalación pelítica). La proximidad de los afloramientos de las Figs, 4 y 5, indica claramente que se trata de pliegues no relacionados, siendo la primera generación la correspondiente a los fenómenos observados en la Fig. 4; mientras que en la Fig. 5 puede tratarse de fenómenos deformativos Hercínico-Variscos, que como mucho, afectarían muy suavemente a fenómenos previos (Figs. 5 y 19), en un caso parecido al descrito en el punto 1 de este epígrafe, cuando son dos los clivajes próximos al P.Axial de los pliegues Hercínico-Varisco, uno de evidente plano axial y el otro ligeramente oblicuo (30º), y más grosero, sin que sean de crenulación en el caso que ahora nos ocupa (compárense los valores de las medidas estructurales entre las Figs. 5 y 10).
Otro fenómeno que nos indica la existencia de una clara deformación, al menos preordovícica es la 4) figura de interferencia que dibujan dos cortes ortogonales en los materiales calcáreos, de la Fig. 11. Es
Fig. 4.- Esquema de un Cabalgamiento producto de una inestabilidad gravitacional (deslizamiento) en Calizas no demasiado consolidadas. Como lo ates�guan las variaciones en las orientaciones de los elementos geométricos y las rápidas acuñaciones laterales, además, aparecen frecuentes láminas de calcita entre los estratos de las calizas (¿Slip?). Llama la atención el carácter ortogonal de los elementos geométricos respecto a los pliegues próximos que se observan un poco más al Norte, en la Fig. 6. El esquema �ene unos 13 metros de longitud y las capas afloran con una altura de metro y medio, de media. Localización en el Mapa III (a); (entre los Aºs. de las Huertas del Membrillo y del Ojuelo). realmente una pena no poderla situar en el mapa, pese a que la existencia de una casa en el esquema de la libreta podría ayudar en el caso de una nueva visita al campo. Se trata de un fenómeno de Domo de tipo 1 de Ramsay, con unos pliegues de traza aproximada N/S y los otros E/O. Se trata este de un fenómeno muy común en las interferencias entre la Deformación Cadomiense y la Hercínico-Varisca de Primera Fase, que ha sido ampliamente descrito en diferentes tipos de facies, pertenecientes todas al GIN, en el A. de Villarta-Navalpino (López Díaz 1992; 2014), y que se manifiestan tanto a escala cartográfica, como de afloramiento.
Los cabalgamientos que se observan tanto en la Fig. 10, como en la Fig. 8a, presentan orientaciones 5) que van de NE/SO y próximos a la vertical, como inclinados hacia el ESE con valores de 60º. En el caso de la Fig. 8a, se dan valores para la Falla Directa Lístrica, invertida (con clivaje asociado) de E/O e inclinación vertical, mientras en el mismo afloramiento aparecen fallas inversas de buzamiento 330/70, sin que muestren evidencias de haber actuado previamente como F. Distensivas. En las Figuras que van de la nº 12 a la nº 15 (esta última de ubicación dudosa), se muestran cortes 6) realizados a lo largo del Río Tirteafuera (Ver Mapa IIIa), en alguna de sus flexiones del trazado a la orientación E/O. No se ha podido reconstruir el corte completo, pero las evidencias que se poseen indican que se trata en conjunto de Piegues en “S”, indicando sinclinal al Este. Lo notorio del caso es que se trata de afloramientos con varios clivajes superpuestos. Se ha decidido numerarlos por orden correlativo (S1; S2 y S3), aunque dado que alguno de ellos puede ser de edad Cadomiense (s.l.), no nos pronunciaremos mayormente sobre el tema. Algo similar ocurre a lo largo de todo el corte, en las Figs. 13 y 14 (en algún caso, los clivajes se denominan Sq para indicar su orígen dudoso); mientras que en la nº 15, se muestran estructuras anómalas, con varios clivajes asimismo numerados de S1 a S4. Además aparecen fracturas peculiares que a pesar de no plegar la estratificación se curvan de abajo a arriba hasta la casi horizontalidad. Respecto a la Fig. 1, la hemos dejado para la parte final, pues se trata de la figura de la que parte todo. 7) Se trata probablemente de la localidad donde mejor se aprecia la Discordancia entre el GIN y el GDE, de la que ya se habló varias veces en este trabajo, por lo que no se insistirá demasiado sobre ello. En dicha figura se aprecia claramente la estructura groseramente sinclinal de un corte normal a las capas, con abundancia de fracturas de carácter ¿vertical?, y otras de orientación también transversal. En dicho
Fig.5 .Esquema de los pliegues situados en el Arroyo de Las Huertas del Membrillo (Extremo Oriental) . Justo al Norte de la Fig .4 . E O
. Llama la atención el carácter claramente oblicuo de los elementos geométricos, de estos pliegues (¿Hercínicos?), respecto a los de la Fig . 4 . Probable leve oblicuidad entre la S1 Hercínica con respecto al P . A . de los Pliegues. Las estrellas negras indican los puntos de unión de los dos cortes . En conjunto (Recuadro), se observa la estructura general del corte . Ver situación en el Mapa III (a) .
CORTE
Fig. 6.Esquema ver�cal y en planta de un afloramiento a lo largo del Arroyo . Véase localización en el Mapa III(a); (Aº . de las Huertas del Membrillo; parte media) . La leyenda es la habitual en estos casos . Nótese la presencia inver�da del Norte geográfico .
sinclinal se aprecian varios pliegues menores, cuyo trazado se aprecia en el Mapa III(a); y que parecen ligeramente oblicuos al trazado general del clivaje S1 (Ver proyecciones de la Fig. 18(7), y compararlas con el trazado susodicho en el Mapa IIIa).
Respecto a otras Figuras no mencionadas hasta ahora, no gozan de demasiado interés, aparte de lo 8) indicado en su pié (Figs. 6; 7a; 8b; 8c y 9).
Refiriéndonos ahora a las Proyecciones hemos de notar que en los casos de planos (S 9) 0 y S1),se utiliza la proyección polar de dichos planos, indicando en cada caso el nº de medidas y su correspondiente ubicación. En la Fig 16 (a y b), se ha comparado los distintos valores de la estratificación (S0) en toda el área estudiada. Resulta evidente que existen orientaciones sumamente variables, pero predominando los bajos valores de buzamiento, algo típico del GIN, y no digamos ya del probable GV. Respecto a
1.- 270/25
2.- + (Subhorizontal)
3.- 115/46
4.- 90/40
5.- 78/20
6.- 298/18
Ejes de tendencias: 10/10 190/5
Fig. 7.- Dos esquemas de campo (localización en el Mapa III a), en el Aº. de las Huertas del Membrillo, un poco más al Oeste de las Figs. 4 y 5. En el superior se muestra un pliegue en Z, de considerable cilindricidad (A) y en el inferior (B) una Falla distensiva de carácterísticas similares a las mostradas en la Fig. 3, pero sin sedimentos asociados (al menos a nivel aflorante). Leyenda habitual.
La longitud de los afloramientos no excede los 5 m. los clivajes se ha optado por representar solamente el clivaje predominante S1, que atribuimos a la 1ª Deformación Hercínico-Varisca (con las excepciones ya comentadas en las Figs. 12 a 15). Resulta de especial interés la comparación entre las proyecciones de la Fig. 19, que evidencian, como ya se dijo, el distinto origen entre los elementos estructurales de las Figs 4 y 5, a pesar, ya se dijo, que se repite, de su proximidad geográfica.
A continuación comentaremos brevemente las proyecciones estereográficas de las diferentes elementos estructurales tanto planares (S0; S1, en cuyo caso se representan sus polos), que se pueden ver en las Figs. 16 a 19, no sin antes notar que los valores de inclinación de los buzamientos suelen ser bajos (normalmente <55º), como corresponde a rocas del Grupo Ibor-Navalpino (ver López Díaz 1992, etc.). En el caso de la Fig. 19, se representan las lineaciones de intersección, que son elementos lineares, por lo que la interpretación debe tenerlo en cuenta.
A) Fig. 16a (S0).- Esta figura corresponde a los valores de estratificación ordenados por el nº de la figura, cuya ubicación se pede ver en el Mapa III(a). En ellos, con un total de diez proyecciones se observa una tendencia variable de la S0 de unas partes a otras de la zona estudiada. Así en su 1ª Proyección, correspondiente a la Fig. 1 y su prolongación al N, a lo largo del Río Tirteafuera se observa una clara tendencia a valores de la S0 NNO/ SSE; mientras que en el resto de las proyecciones de las Figuras 1 a 16, tan solamente hay una parecida, que corresponde a la Proyección 3 (Fig. 5), ubicada un poco al Sur del extremo oriental del Aº de la Huerta del Membrillo. Si bien en esta último caso existe una clara asimetría, como corresponde a pliegues asimétricos, etc.
A1) Llama poderosamente la atención lo anormal dentro de la zona estudiada de la 2ª Proyeción de la S0, correspondiente a la Fig. 2, ubicada en el extremo occidental del mismo Arroyo, en donde la S1 corresponde a una inflexión en el trazado del Aº de la Huerta del Membrillo, que da nombre a la falla que transcurre casi siempre a lo largo de su trazado. En esta Proyección se da una fuerte variabilidad en cuanto a los valores de la S0, pero en conjunto sus polos muestran una no demasiado compacta orientación de los valores de la estratificación ONO/ESE, lo que se puede deber a la proximidad en este caso de la confluencia de dos probables fracturas sinsedimentarias (FHM y FTP), con toda probabilidad rejugadas después durante la deformación Hercinico-Varisca.
A2) En el resto de las Proyecciones de la S0, se dan orientaciones muy variables, con notorio predominio de
Calizas parecidas a las inferiores, con Laminación paralela.
En la misma zona, + ejes de pliegues y P. A. Pliegues irregulares y claramente vergentes:
Ejes----- 28/33----34/25; 75/5
P.A.------110/35---125/85
--------70º-90º----60º-75º
Fig. 8.- Detalle de Fallas Distensivas asociadas a cabalgamientos y posible clivajes prehercínicos (A). Otros ejemplos de laminaciones posiblemente algales (C) y pliegues de escasa cilindricidad (B). Localización en el Mapa IIIa (9B y 9C; en las proximidades del Aº. de las Navazuelas, parte media); mientras que 9A, se encuentra en la ladera sobre la desembocadura del Aº. del Membrillo, en el río Tirteafuera.
las orientaciones NNE/SSO; N/S y especialmente debemos citar la Proyección nº 10, correspondiente a las Figuras 12 a 15, que muestra un claro predominio de (los polos a la S0) ONO/ESE, con presencia de una bipolaridad evidente, como corresponde a zonas plegadas con carácter asimétrico.
B) Fig. 16b (S0).- Corresponden estas proyecciones a diferentes puntos entre las Figuras que muestran diferentes valores con una constante, como es que predominan los valores de la S0, en torno a NE/SO, con una excepción, la proyección nº6, que se corresponde a la zona entre las dos principales fracturas (FHT y FTP), que muestra valores ortogonales a los anteriores. Lo anterior puede ser atribuído, una vez más a la confluencia entre las mismas dos fracturas.
C) Fig. 17 (S1).- Lo primero que llama la atención son los valores elevados de la inclinación del principal clivaje (S1), que generalmente presenta orientaciones Norteadas bien sea ligeramente un poco desviadas a NNO, ó a NNE, según los lugares. Tan solamente en el caso de la proyección 2, correspondiente al Arroyo del Ahijadero presentan valores claramente NE/SO, con predomino de las inclinaciones elevadas, incluso verticales, hacia el NO
D) Fig. 18 (L1).- En estas proyecciones destaca el hecho de que la mayoria de ellas presentan orientaciones más o menos NNE/SSO, con ciertas tendencias NE/SO, siendo las inclinaciones en ambos sentidos con valores bajos normalmente. En el caso de la Proyección nº5 (correspondiente al Aº. del Membrillo y su desembocadura en el Río Tirteafuera, se llega a apreciar cierta tendencia a las inclinaciones con valores elevados, algo que nos es frecuente). Por lo general, diremos que las lineaciones están Norteadas, con cierta tendencia al NE/SO.
E) Fig. 19 (Compuesta).- En esta Figura se representan los ejes de los pliegues observados en las Figs. 4 y 5, y se comparan con las proyecciones (ya vistas) de la Estratificación (S0); el clivaje principal (S1) y la Lineación (L1) entre estas dos superficies (L1). Todo ello apunta directamente a un origen diferente para los pliegues y demás elementos estructurales de ambas Figuras. Como ya se pudo apreciar en el texto.
Como conclusiones mínimas se pueden establecer para esta parte del NE del A. de Abenójar que existen deformaciones sinsedimentarias respecto a la SDC (Serie Detrítico-Carbonatada), tales como fallas normales con
Calizas y Pizarras con fuerte desarrollo del S1.
So-52/50
S1 130/90
L1-40/50
Pequeño Cabalgamiento- 100/50
Fig.- 9.- Esquema de campo, visible en el Mapa III(a). Localizado en el Aº. del Ahijadero. Leyenda habitual. Faltan una Tabla de datos, que se tendrán en cuenta más adelante al analizar las Proyecciones.
depósitos asociados a su labio descendente e intrusión de materiales infrayacentes (carbonatados) en la superficie, amplia, de fractura. Este caso se ha podido comprobar en casos aislados a escala decamétrica, pero es posible que se repita a escala cartográfica, en cuyo caso las brechas carbonatadas que se representan en el Mapa de afloramientos (IIIb) tendrían un significado similar. Otros fenómenos distensivos corresponden a pliegues y cabalgamientos que se producen en rocas apenas acabadas de litificar, con evidencias notorias de fenómenos de deslizamiento Asimismo otros fenómenos indican que se produjeron deformaciones oblicuas a las principales direcciones hercínico-variscas, consistentes en el rejuego cabalgante de las anteriores fracturas sinsedimentarias. Estos dos últimos hechos presentan orientaciones de sus elementos estructurales claramente oblícuos y por tanto no relacionados con las deformaciones posteriores Hercínico-Variscas. Otro suceso a señalar es la presencia de clivajes de diferente tipo de probable edad Cadomiense, o lo que es lo mismo, inmediatamente posteriores a los eventos distensivos, que por afectar a rocas del GIN, que presenta abundantes evidencias de que le corresponda una edad de sedimentación Vendiense Superior, podemos atribuir a dicha deformación Cadomiense, que comenzaría ya en un estadio temprano poco después de la litificación de las rocas y se prolongaría hasta el ¿Depósito? de la Serie Pelítica Superior, que representa una ruptura sedimentaria, y una probable discordancia , no tan evidente como la que separa los materiales del GIN de los del GDE, pero siendo probable que sea más una cuestión por dilucidar tras la correspondiente investigación.
Al mismo tiempo hemos de citar que los eventos que producen las Deformaciones Hercínico-Variscas en los materiales del GIN y probablemente del GV (estos mucho menos estudiados en el sector que nos ocupa). Así, se producen fenómenos de interferencia deca-hectométricos, en forma de domos (Tipo 1 de Ramsay) que no han podido ser ubicados con la suficiente precisión, pero que se intuye como probable su situación en las proximidades del cauce del Río Tirteafuera. Esta es una característica de las interferencias entre las deformaciones hercínicas principales (Fase I, o de plegamiento principal) sobre los pliegues cadomienses , que tanto en este caso, como en el más estudiado del A. de Villarta-Navalpino, se producen con gran frecuencia a todas las escalas y en todas las facies del GIN. Respecto a los efectos en el GV, no se han probado lo suficiente la existencia de fenómenos de interferencia similares a los descritos en el último punto, pero parece probable que existan algún tipo de efectos, que la falta de afloramientos continuados y de suficiente continuidad lateral, hacen muy difícil su estudio para el área que nos ocupa en este subcapítulo.
Respecto a las fracturas que se dan en el área estudiada, se han de citar dos principalmente que presentan direcciones con un ángulo aproximado de 45º, estando la primera con orientación casi E-O (Falla del Arroyo de la Huerta del Membrillo- FHM) y la segunda NO-SE (Falla del Tirteafuera-Pilillas, o FTP). Se trata probablemente de accidentes sinsedimentarios durante el Vendiense Superior y que rejuegan con posterioridad durante la deformación hercínico-varisca, como lo atestiguan la existencia de clivajes de crenulación sobre el clivaje principal de la zona (S1-hercínico). Asimismo se hallan jalonadas dichas fracturas por multitud de brechas carbonatadas que se asociarían tal y como dijimos antes a fenómenos sinsedimentarios y de cambio de facies. Existen otras muchas fracturas, pero parecen presentar un carácter no directamente relacionado con el Ciclo Cadomiense, por lo que no nos detendremos en ellas. Finalmente, hemos de mencionar la existencia de numerosos (en algunos casos hasta 4) clivajes, de los que uno
Fig. 10.- Corte aproximado de Calizas y Pelitas, con fallas y cabalgamientos que se encuentran probablemente asociados a Clivajes Precámbricos (2 ó 3). Localización en el Mapa III(a), a lo largo del Río Tirteafuera. Leyenda habitual. La longitud del corte no excede los 150 m. (¡No confundir con el punto Nº 11 en la Figura 1!)
al menos, o probablemente dos serían Cadomienses. Dichos clivajes no deben confundirse con los Hercínicos que además del clivaje principal (denominado S1 en la inmensa mayoría de los casos), en ocasiones se forma otro de crenulación y orientación ONO-ESE, e inclinación vertical en la mayoría de los casos, que se asocia al rejuego de las fracturas más importantes de la zona durante la Deformación Hercínico-Varisca. Direcciones que coinciden con las de la S2 (hercínica) de crenulación, que se da en el propio extremo oriental del A. de Villarta-Navalpino, y que se asocia a la flexión en “S” que sufren los materiales del Zócalo Anteordovícico, debido fundamentalmente a su carácter menos competente.
Con respecto a la visita de tan sólo un día que se realizó al vecino Anticlinal del Esteras, hemos de mencionar que en él se dan características similares a las descritas por Fitches et al. (1986) para el comienzo de la deformación en estadios tempranos del relleno de la Cuenca de Gales (Gran Bretaña). Sobre este tema hemos de decir que las rocas más abundantes vistas por nosotros presentan características pelitico-turbidíticas y numerosos fenómenos de los descritos por tal Autor. Sobre ello se han incluido dos Figuras que son difíciles de localizar en el Mapa, la primera comprende el mojón de 20 Kms. de la probable carretera de Almadén a Valdemanco del Esteras, próximo a su cruce con el propio Río Esteras. La segunda se trata de un esquema que recuerda a la Fig. 3 del A. de Abenójar, pero que se diferencia en el tamaño del escarpe que pretende representar, y que como principal evento presenta varios clivajes que se asemejan un tanto a los de las Figs. 11 a 14 del A. de Abenójar. Estas figuras se representan aparte bajo la denominación de “Esteras Fig. 1” y “Esteras Fig. 2”.
2.- El Sector del Cementerio abandonado de Abenójar (Mapa IV).
Basándose en la Cartografía y Memoria de la Hª MAGNA 783 (Amor y Ortega 1987) se indica la existencia al NNO de la población de Abenójar (concretamente en los alrededores del Cementerio Abandonado), y por tanto con una situación geográfica fácil de apreciar, encontrándose esta localidad al Sur de la serie de Mapas III (véase también la ubicación de la localidad de Abenójar en el Mapa Va), de unas rocas carbonatadas a las que asignan carácter olistostrómico, lo que se manifiesta cartográficamente en un contacto mecánico. A estas rocas les asignan edad Vendiense superior-Cámbrico Inferior (Micropaleontología), pero dado que se sitúan por debajo de la Serie Detrítico-Carbonatada de edad considerada como Vendiense Superior, les asignan una edad final Vendiense, pues se encuentran rodeados de materiales del GDE (¿en Facies Desorganizadas?). Lo notorio del caso es que señalan la posible discordancia entre este afloramiento y el sustrato (GDE), en cuyo caso corresponderían estos materiales carbonatados a un Olistolito proveniente de la Plataforma Carbonatada, que aflora a unos 650m al E del afloramiento del carbonatado. En opinión del presente autor, esta última idea es la correcta. Se trata de materiales de tipo olistostrómico que procederían de la plataforma carbonatada
¿Diaclasas?<>S2= 86/90; 108/90.
Fig.11.- Cortes de campo de la misma estructura en dos direcciones perpendiculares, donde se aprecia una estructura en Domo, claramente, al verse dos secciones ortogonales. Hasta el momento no se ha podido precisar su ubicación en el Mapa III(a); por más que la existencia de una costrucción en el extremo Occidental, resulte reveladora.
Fig.-12.- Pliegues en Calizas Competentes (azul), con dos detalles (trazos); donde se muestran posibles clivajes, que resultan di�ciles de asignar temporalmente.
En el cuadro se dan los valores medios del par Sinclinal-An�clinal (en S) de la parte inferior izquierda del relieve. Localización en el Mapa III (a); en la ladera N del Río Tirteafuera, un poco al Oeste la desembocadura del Aº. del Ahijadero.
que Calvet y Salas (1988) sitúan abierta hacia el Oeste y Noroeste, y, que serían equivalentes a los niveles Olistolíticos y Brechoides que constituyen la base del GV, en diferentes localidades de la ZCI-Meridional (Nivel de Fuentes; Olistostroma del Membrillar; Brecha de Navalpino, que el presente autor considera como la base del Cámbrico, al menos estructuralmente). Su aparición al Oeste de la Serie Detrítico-Carbonatada típica del A. de Abenójar, se debe a motivos estructurales, aunque no resulta claro debido a cual de los eventos deformativos, si Hercínico-Varisco, o como es opinión nuestra, a eventos Cadomienses. Como suceso, también importante, se da el afloramiento a unos dos kilómetros hacia el Este del nivel calcáreo olistolítico, y tras pasar el afloramiento de la Serie Detrítico-Carbonatada, de unos materiales que podrían pertenecer perfectamente a la Serie Pelítica Superior que será objeto del próximo subcapítulo y que, como ya hemos dicho fue atribuída por Lorenzo y Solé (1988) al GV.
Los datos estructurales que figuran en el Mapa IV, a partir de los que figuran en la Cartografía de la Hª MAGNA correspondiente (783-Abenójar), son contradictorios y escasos. Entre los anteriores, figuran como más importantes la presencia de un clivaje primario (S1-¿Hercínico?) de orientación preferente NNE e inclinaciones variables a un lado y al opuesto, pero notoriamente con bajo ángulo de buzamiento (entre 50-60º), no siendo
Fig. 13.- Corte de campo a lo largo del Río Tirteafuera, con detalles a pequeña escala, y posible desarrollo de varios clivajes (¿Alguno Pre-Hercínico?). (Veanse los detalles (A; B) en la Fig. 14). Localización en el Mapa III(a).
Fig. 14.- Detalles complementarios a la Fig. 13. Calizas competentes y pizarras, con desarrollo de ¿varios clivajes?. Localización en el Mapa III(a) y en la Fig. 14. Leyenda habitual. Nótese la semejanza del detalle (C), con esquemas similares, vistos en la Fig. 8 C; aunque en el presenta caso no se aprecian ni cabalgamientos ni fallas distensivas. Los que sí permanecen son varios clivajes.
imposible que los materiales sobre los que reposa el Olistolito pertenecieran también al GIN, pero en Facies Turbidíticas, como las que el autor del presente trabajo ha cartografiado en el A. de Villarta-Navalpino (López Díaz 1992b y 2014) en los que son más típicos los clivajes en abanico debido a un desarrollo escaso de la amplificación de los pliegues, lo que provocaría las bajas inclinaciones en los buzamientos del Clivaje S1, y de la S0; algo muy extraño en el GDE) pero algo así necesitaría de un trabajo de campo especializado en esta cuestión. También resulta notorio que, y así se ha reproducido en la Cartografía, el contacto entre la Serie Pelítica Superior (¿GV?) y la serie Detrítico-Carbonatada (GIN) pueda ser discordante, como indicarían los pocos buzamientos de S0 que se han reproducido en unos y otros materiales. Éste último punto se tratará más
Fig. 15.- Corte de campo, en el que se muestran fallas y diversos clivajes. Longitud aproximada del esquema unos 150 m. Situación más probable en el Río Tirteafuera.
En el punto de inflexión del Anticlinorio de Abenójar-Tirteafuera, donde éste pasa de un trazado, según los materiales del Ordovícico Inferior que dibujan perfectamente dicho Antiforme, típico de la ZCI-Meridional, es decir de un trazado NO-SE, hasta una disposición prácticamente E-O, aparece definida (Lorenzo y Solé 1988), la Serie Pelítica Superior, que dichos autores proclaman como un posible equivalente del Grupo Valdelacasa (GV), de probable edad Cámbrica Basal.
Se ha reproducido en el presente trabajo los esquemas que estos últimos autores publican en el trabajo mencionado. Se trata de una cartografía aproximada a gran escala, sin medidas estructurales y en ella se marcan tanto los puntos donde se observa la discordancia GIN/GDE (Mapa Vb), como la ubicación de la columna sedimentológica sintética, realizada a lo largo del Arroyo de la Huerta del Naranjo, 300m al Oeste de la Casa de Navalajeta. Lo peculiar de esta definición es que se atribuyen los materiales de dicha Serie Pelítica Superior (SPS), a una ruptura sedimentaria con respecto a la infrayacente Serie Detrítico Carbonatada (SDC), tan típica del borde NE de dicho Antiforme y que constituye una sedimentación típica de Plataforma de tipo Carbonatado, acompañada de Sistemas Deltáicos. Para ello muestran una Columna Sedimentológica Sintética (Mapa Vc), en la que se han medido un espesor mínimo de 100m (los iniciales) para esta SPS. En esta columna sedimentológica se han diferenciado los tres tipos de materiales diferenciados por ellos, a saber: El Grupo Domo Extremeño (GDE), que muestra una deformación propia y constituido casi exclusivamente (y, como viene siendo habitual en este Antiforme) por alternancias de grauvacas y pizarras, sobre el que se sitúa mediante discordancia angular y erosiva la SDC, en la que Lorenzo y Solé (1988) definen cuatro subunidades, todas ellas pertenecientes al GIN, y en la que son de destacar la presencia de niveles con cantos fosfatados a diferentes niveles de altura en la SDC. A techo de la anterior SDC, se sitúa la propuesta por dichos autores Serie Pelítica Superior (SPS), para la que deducen un espesor mínimo de 800m,y que supone una brusca ruptura sedimentaria con la infrayacente SDC, estando constituida dicha SPS, por materiales pelíticos y limolíticos con alguna intercalación de niveles ferruginosos de acumulación de clastos y nódulos fosfatados, que se interpretan como “hard grounds”, y también niveles desorganizados, tan típicos de la Fm. Pusa en los A. de Valdelacasa y Villarta Navalpino (GV).
Esteras. Fig. 1.- Corte a lo largo de la carretera de Almadén a Valdemanco de Esteras (Km. 20), en su intersección con el Río Esteras. Se evidencian multitud de estructuras típicas de deformaciones en sedimentos poco litificados, de los Publicados por Fitches et al. (1986).
Una vez admitida la ruptura sedimentaria que la SPS supone respecto a la SDC, se plantea, como casi siempre, la importancia estructural de dicha ruptura. Para ello nos hemos basado de la cartografía del Mapa de Amor y Ortega (1987) publicado en la Hª MAGNA 809 (Tirteafuera), donde se reproduce a mayor escala (1:50000) la misma Zona de la publicación de Lorenzo y Solé (1988). A partir de dicho Mapa se ha realizado una síntesis cartográfica (Mapa VI), que muestra con más detalle y más medidas estructurales (aunque nos tememos que todavía insuficientes) el área objeto de estudio en este subcapítulo.
Antiforme del Esteras. Fig. 2.- Esquema de un afloramiento con diferentes clivajes o/y diaclasamientos en una litología de grauvacas y pizarras. Localización próxima a la de la Fig. 1 del Anticlinal del Esteras.
Lo primero que llama la atención en el Mapa VI es la presencia de materiales del GDE (¿desorganizados?) que muestran unas cuantas medidas de la S1 con orientaciones variables pero predominando los valores de dirección ONO para el sector Sur del Mapa, mientras que en el Sector Norte abundan las S1 norteadas. Otros dos hechos son notorios, con referencia a los valores de la estratificación en el GDE, estos son más abundantes de lo que correspondería a la Facies Desorganizada, como es el caso del A. de Villarta-Navalpino (López Díaz 1992b, etc.), y además muestran valores sumamente bajos para lo que serían materiales polideformados , algo que afecta en conjunto a gran parte del GDE en todo el A. de Abenójar-Tirteafuera y que necesitaría de una ulterior investigación. El último hecho extraño es la presencia de ejes subhorizontales de dirección ENE-OSO y con inclinaciones bajísimas (en torno a los 5º) en ambos sentidos, algo totalmente atípico en la experiencia del autor del presente trabajo. Estos ejes se sitúan en las proximidades de dos Fallas de orientación general E-O, de las que se hablará un poco más abajo. También aparecen en dicho Mapa materiales atribuidos por Amor y Ortega (1987) al GDE en facies organizadas, que se sitúan entre las dos fracturas mencionadas en el párrafo anterior, se trata de un afloramiento limitado por fallas excepto en su parte Occidental, donde se puede apreciar la existencia de un Anticlinal que
5.Proyección de la So en la Fig. 6 (Parte media del Aº de la Huerta del Membrillo). Nº=5
4.Proyección de la So en la Fig. 5 (Este del Aº de la Huerta del Membrillo, al N de la Fig. 5). Nº=17
3.Proyección de la So en la Fig. 4 (Este del Aº de la Huerta del Membrillo. Nº=14
10.Proyección de la So en la Fig. 11 (Ubicación
9.Proyección de la So en la Fig. 10
8.Proyección de la So en la Fig. 9 (Aº del Ahijadero) Nº=13
2.Proyección de la So en la Fig. 2 (Al Oeste del Aº de la Huerta del Membrillo). Nº = 27
1.Proyección de la So en la Fig. 1 y su extensión al N. Nº=33
7.-Proyección de la So en la Fig. 8a (Aº del Membrillo) y 8b (Aº de las Navazuelas). Nº=6
Fig. 16a.Proyecciones de la Estratificación en diferentes partes del NE del Antiforme de Abenójar, en materiales del GIN y del ¿GV? Ordenados por Figuras.
6.Proyección de la So en el Aº de la Huerta del Membrillo. Nº=8
Véase el comentario de las mismas para su explicación.
10.Proyecciones de la So en las Figs. 12 a 15. Nº = 45
presenta un Plano Axial también E-O, o quizás un poco más ONO-ESE. Este último Anticlinal es observable porque lo recubren los materiales de la SDC, pero con buzamientos anómalos y con una medida de S1 muy Norteada buzando hacia el ESE unos 75º. Las dos Fallas de las que se habló, tienen direcciones E-O, y entre ambas limitan el afloramiento del anticlinal citado en el párrafo anterior. La Falla situada más al N, está acompañada de diques de cuarzo en buena parte de su trazado, y podemos decir que casi limita el contacto entre la SDC al Sur con la SPS al Norte, aunque es cierto que en el Arroyo de la Huerta del Naranjo, el contacto entre ambas series de materiales, se sitúa en sus proximidades, pero no resulta afectado por dichas fallas. En cualquier caso, debido a dicha Falla se deben de producir efectos sobre el espesor propuesto por Lorenzo y Solé (1988) para la SPS (800m).
Hacia el Occidente dicha Falla se bifurca en dos de tipo levógiro, afectando a una estructura sinformal, dibujada por los materiales de la SDC, en cuyo núcleo aflora la SPS y que está acompañada por una medida del clivaje S1 (en la SDC) sumamente norteado y de carácter vertical.
La existencia de Pliegues con orientaciones ortogonales es algo típico del GIN en todas las partes que ha trabajado el autor del presente trabajo, y que ya tuvo su tratamiento en el A. de Villarta-Navalpino (al NO de la presente Antiforma) y que se da asimismo en la parte NE del A. de Abenójar (ver Fig. 11 en el primer subcapítulo de la Estructura).
Algo que, finalmente, llama poderosamente la atención es la prolongación hacia el NE de los materiales de la SPS, que a pesar de los recubrimientos de la Cobertera (Ordovícico Inferior-Cuaternario), se puede apreciar como afloran masivamente al otro lado de una serie monoclinal con buzamientos, por lo general altos, con distribución asimétrica de los materiales previos a la SPS, pero eso se tratará a continuación al escribir del sector más Oriental del A. de Tirteafuera.
Simplemente y para finalizar este subcapítulo decir que los materiales Ordovícico Inferior de la Cobertera, muestran una clara estructura Sinformal (apreciable en los buzamientos visibles en el Mapa VI) en el sector NE
.
6.-
Fig. 16b.Proyecciones de la Estratificación (So) en diferentes sectores entre los puntos donde se ubican las Figuras, que se pueden observar en la anterior Fig. 16a.
y que podría tener su influencia en la figura de interferencia dibujada en la parte central del Mapa VI por los materiales de la SDC (la que sufre la inflexión hacia direcciones norteñas en su plano axial y en cuyo núcleo aflora la SPS.
4.- Estructura del Sector Central del Antiforme de Tirteafuera
En el Mapa VII, basado principalmente en la Cartografía y Memoria de la Hª. 809 (Tirteafuera) del Magna (Amor y Ortega 1987) se aprecian claramente varias cosas, que trataremos por orden:
En primer lugar diremos que el conjunto del Antiforme de Tirteafuera sufre una inflexión, a nivel de los materiales Ordovícico Inferiores (que son los que definen a nivel Regional las Megaestructuras), desde NO-SE en la vecina Hª de Abenójar (783) hasta una disposición E-O en el centro del A. de Tirteafuera, algo que ya se explicó en el caso del A. de Villarta-Navalpino, al sufrir un despegue los materiales Ordovícicos respecto al sustrato Anteordovícico, que responde a la Deformación Hercinico-Varisca de una manera muy diferente (López Díaz, 1992a y 1992 b, etc.).
En segundo lugar, la existencia de materiales equivalentes a los de la SPS afloran extensamente en todo el A. de Tirtefuera, pero hay que hacer la siguiente salvedad: Como se aprecia en el Mapa VII, en su borde NO, existe una asimetría en la aparición de las rocas anteordovícicas. Por una parte se da la presencia de materiales del GDE, (¿Desorganizados?) constituyendo una serie monoclinal que buza generalmente hacia el NO con valores mayores de los 55º. Estos últimos materiales en su borde Occidental se encuentran recubiertos por la SDC mediante un contacto discordante y probablemente erosivo, constituyendo otra serie monoclinal similar a la precedentemente descrita para el GDE, pero con valores de inclinación inferiores. A su vez los materiales de la SDC (pertenecientes, no se olvide) al GIN, se encuentran recubiertos ¿mediante otra discordancia? por los materiales de la SPS (¿GV?), que constituyen el flanco Oriental de una estructura sinformal (compárense los Mapas VI y VII), que coincide “grosso modo” con la existencia en la base Ordovícico Inferior de la Cobertera de un sinclinal de traza axial más o menos NE-SO. Por otro lado, el límite Oriental de los materiales del GDE descritos lo constituye un contacto neto y prácticamente rectilíneo que puede corresponder tanto a una Discordancia como a una Fractura. En el caso de que se trate de una Fractura, cosa que “a priori” nos parece poco probable a tenor de los buzamientos de la estratificación a uno y otro lado del contacto y dado que esta obliteraría y haría desaparecer los materiales de la SDC, por lo que su juego sería muy importante. El caso más probable, en nuestra opinión, es que dicho contacto esté
constituido por una discordancia asociada a los materiales de la SPS (GV), que frente a los buzamientos al NO con valores elevados de la inclinación del GDE, presentan estos materiales de la SPS, valores menos elevados y de sentido opuesto. Dado que en el área que cubre el Mapa VII, no existen suficientes datos estructurales como para asegurar el punto anterior, pero los que se muestran nos indican preferentemente esta última opción.
Otra cosa que llama poderosamente la atención la constituye la orientación de la S1, que forma una figura en “S”, cuyo tramo corto se orienta casi N-S. Algo que ya los autores de la Hª MAGNA (809-Tirteafuera), Amor y Ortega (1987) apreciaron, así como de que tal evento es gradual en el flanco septentrional de la “S”,mientras que era brusco en el flanco corto, en su parte meridional, lo que acertadamente, en nuestra opinión atribuyeron a la presencia de una Falla de elevada importancia y orientación ONO-ESE, que afectaba tanto al Ordovícico Inferior de la Cobertera, como a los propios materiales de la SPS (GV), y que dicha Falla probablemente constituiría el rejuego de un accidente pre-Hercínico que ellos atribuyeron a la existencia de una Zona de Cizalla de movimiento levógiro que afectaba a las facies y espesores de los materiales anteordovícicos. En nuestra opinión esta Fractura no se corresponde directamente con la Zona de Cizalla (que estaría controlada por la falla mencionada y por otra situada más al N, que no parece existir realmente, al menos con tanta importancia), que se propuso como origen de los fenómenos de los clivajes Norteados, que existen en numerosos puntos a lo largo del propio Antiforme de Abenójar-Tirteafuera, sino que dichas orientaciones, las de los clivajes, se corresponden con un fenómeno de Plegamiento transpresivo que lleva asociado la existencia de despegues y fracturas y que se corresponde con la principal Fase de Plegamiento Hercínico-Varisca, y que es la causante del clivaje fundamental en la zona (S1). Otra cosa diferente es que dicho accidente (la falla meridional) se corresponda con un accidente antehercínico, en concreto, de edad Cadomiense (s.l.), de los cuales hay evidencias en el A. de Villarta-Navalpino (Falla del Torilejo, en López Díaz 1992b). Otros ejemplos de accidentes de Zócalo que asocia el plegamiento de la primera y principal Fase de Plegamiento (de edad Hercínico-Varisca), con los cabalgamientos y fallas de desgarre levógiras serán objeto de una próxima publicación on-line, que modificará en parte lo publicado por el autor en un trabajo previo (López Díaz 1992a).
Por supuesto, el diferente comportamiento reológico de los materiales de la Cobertera (básicamente del Ordovícico Inferior) respecto a los de edad anteordovícica, con respecto a la Fase I Hercínico-Varisca, se debe a su constitución litológica menos competente (véase la flexión que sufren los materiales anteordovicicos en el A. de Villarta-Navalpino en su sector Oriental, que lleva aparejado, incluso un clivaje de crenulación
de orientación muy constante 20/90 a 40/90, por lo general de carácter débil, y que es imposible confundir con el principal clivaje desarrollado en la zona, como es el S1 Hercinico-Varisco, debido a que éste, se desarrolla perfectamente en materiales ordovícicos de tipo pelítico-limolítico en el Ordovícico más basal ¿Tremadoc?, entre otras razones, que no vienen al caso, y que se pueden apreciar en López Díaz 1992b, mientras que la Cuarcita en Facies Armoricana, que consideramos como de edad Arenig, presenta gran espesor y competencia y se trata de la Formación que dirige el Plegamiento a nivel de prácticamente todo el Paleozoico postCámbrico Inferior, y que resulta afectada principalmente por la removilización de fracturas de Zócalo, que producen el carácter transpresivo del que hemos hablado frente a la Fase I de Deformación Hercinico-Varisca, con desarrollo de pliegues-falla cabalgantes y de desgarre levógiro, principalmente, que en conjunto producen el despegue entre unos y otros materiales en determinadas zonas, que parecen coincidir con las Fallas de Zócalo).
Estructuralmente llama la atención en el Mapa VII la profusión de Conglomerados Cuarcíticos intercalados entre la SPS. Con mayor abundancia de dichos Conglomerados en el sector central de la Flexión en “S”, que se ve interrumpida en el Flanco Corto en su extremo meridional, chocando contra la Fractura (algo más que supuesta) que discurre bajo los derrubios que producen los Materiales Ordovícicos principalmente y que en el Mapa VII parece presentar una orientación que de Este a Oeste varía curvándose suavemente desde la orientación ONO-ESE hasta situarse en su prolongación occidental con direcciones claramente NO-SE, como se muestra en el Esquema Tectónico de la Hª MAGNA Nº 809-Tirteafuera (Amor y Ortega 1987).
Existe en la Zona que abarca el Mapa VII una gran diversidad de orientaciones del clivaje S1, que no se atreve el autor a interpretar y a asociar a una u otra Fase, sea Precámbrica; Preordovícica o de diferentes Fases Hercinico-Varíscas, por lo que solamente nos hemos referido a aquellos aspectos, que en nuestra opinión no están suficientemente resaltados en los trabajos previos, incluida en primer lugar, la Hoja 809-Tirteafuera (Amor y Ortega 1987).
1.- Proyección Ejes de los pliegues de la Fig. 4. Nótese la orientación clara NE/SO y el valor muy bajo en las inclinaciones. El carácter claramente oblícuo a los ejes De la Fig. 5.
2.- Proyección Ejes de los pliegues de la Fig. 5. Nótese una muy ligera tendencia hacia ESE/ONO. Y, el valor muy bajo en las inclinaciones.
Fig. 19.- Comparación de los Ejes de los Pliegues en las Figuras 4 y 5, donde se aprecia claramente su diferente orientación, a pesar de su proximidad geográfica. Y comparación con las Proyecciones de la So; S1 y L1, para la misma y zonas próximas
N 0 1 2 Kms.
Ord. inferior-Cuaternario
Aº.deLasPlazuelas
Abenójar
Aº.deAbenójar
Serie Pelítico-Grauváquica Superior Cong. Cuarcíticos.
Olistolito Calcáreo Calizas, Pizarras y Calcoesquistos
GDE (F. Organizadas, s.l.)
GDE (F. Desorganizadas, s.l.)
Estratificación (So)
Clivaje (S1)
Cont. Normal Cont. Discordante Discordancia Supuesta Cont. Mecánico
Mapa IV.- Cartografía aproximada, basada en la mostrada en el Magna (Hoja 783-Abenójar), en el Sector centro-oriental de dicha Hoja, que incluye la presencia de las Calizas del Cementerio de Abenójar y la presencia de la probable Serie Pelítica Superior un poco más hacia el Este. Estándo ambas probablemente relacionadas. No existen muchos datos geométricos, y los que hay, en muchas ocasiones son bastante contradictorios. Pese a todo se ha optado por incluír los publicados en la Hoja mencionada. Discusión más amplia en el texto.
COLUMNA SEDIMENTOLÓGICA DE NAVALAJETA
Mapas y Columna a partir del trabajo de Lorenzo-Álvarez, S. & Solé, J. (1988); donde se define la Serie Pelítica Superior (¿G. Valdelacasa?) en el Sector Central del A. de Abenójar-Tirteafuera. En el recuadro azul se indica la situación del Mapa IV.
Mapa V (a).Esquema de la situación (recuadro rojo) de la Columna levantada por los autores citados más adelante (derecha-Columna Sedimentológica sintética), en las proximidades dela Casa de Navalajeta, a lo largo del curso del Arroyo del Naranjo (esquema inferior izquierdo. Donde Lorenzo-Álvarez y Solé (1988), proponen la presencia de los materiales del Grupo Valdelacasa (¿Cámbrico Inferior?) en la parte Centro oriental del Anticlinal de Abenójar-Tirteafuera. Idea que parece pausible tanto en el sector indicado, como más al Norte, dentro del mismo Anticlinal.
Mapa V (b).Esquema cartográfico de la ubicación de la Serie Pelítica Superior (¿G.V.?) en su localidad tipo, que se corresponde con los alrededores de la Casa de Navalajeta y desarrollada la Serie Sedimentológica Sintética (derecha), a lo largo del Arroyo de la Huerta del Naranjo. También se muestran cuatro localidades en que se aprecia la Discordancia entre el Grupo Domo Extremeño (GDE) y el Grupo Ibor-Navalpino (GIN).
Mapa V (c).-Columna Sedimentológica Sintética (derecha), desarrollada mostrando para esta S. P. Superior una Potencia mínima de 800 metros, indicando la existencia sobre el GDE y mediante una discordancia angular y erosiva, de los materiales del GIN, constituídos básicamente por la Serie Pelítico-Carbonatada a cuyo Techo se sitúa la S. Pelítica Superior, que se asimila por los autores del Trabajo citado al Grupo Valdelacasa.
Mapa IV (b)
Estratificación Clivaje Eje de Pliegue
C.
Supuesto Cont. Normal Ord. Inf.-Cuaternario Cgs. Cuarcíticos (¿GV?) Serie Pelítico-Grauváquica Superior ¿GV? Cuarcítas (GIN) Conglomerados (GIN) Dolomías (GIN) Serie Pelítico-Carbonatada (GIN) Facies Organizadas (GDE) Fac. Desorg. (GDE) Diques de Cuarzo Rocas Endógenas
2 Km.
1
N 0
Mapa VI.Tomado, casi literalmente de la Hoja Magna 809 (Tirteafuera). Compárese con la
Publicación mostrada en el Mapa IV (b). Descripción y Comentario en el Texto.
RT.Río Tirteafuera
2 Kms.
1
Centro-Oriental del Antiforme de Abenójar-Tirteafuera, tomado básicamente de
0
CONCLUSIONES
En el presente trabajo se ha pretendido dar a la luz Pública, el trabajo de inspección de la zona NE del Antiforme de Abenójar-Tirteafuera, básicamente en los materiales del Vendiense Superior (Serie Detrítico Carbonatada), correspondientes al Grupo Ibor-Navalpino, que el autor realizó hace ya treinta años, y que no habían sido previamente trabajados en labor de gabinete, con el objetivo de caracterizar su deformación, lo que conlleva tratar de identificar la o/y las deformaciones propias de esta edad (Cadomienses), que el autor había observado previamente en el A. de Villarta-Navalpino, y por lo tanto se trata no de un trabajo de gran calado, pues simplemente se tenía como objetivo, el comparar ambas antiformas durante el final del Precámbrico. Los resultados que se expusieron anteriormente dan claro apoyo a la idea de que el Grupo Ibor-Navalpino, presenta siempre unas características típicas, como son: 1)La presencia de una Discordancia angular y erosiva sobre el sustrato del Grupo Domo Extremeño, por más que en algunos casos, ésta se encuentre obliterada por las deformaciones posteriores, y no aparezca fácilmente visible. 2) La existencia de fracturas sinsedimentarias a todas las escalas, y fenómenos de cizalla-deslizamiento con profusión de pliegues propios de carácter muy temprano en el Ciclo Cadomiense. Dichos fenómenos, en muchos casos se encuentran rejugados durante las deformaciones posteriores, básicamente las Hercinico-Variscas, que a menudo y a todas las escalas tienen como característica distintiva la formación de Domos y Cubetas en un fenómeno de superposición de deformaciones, con respecto a los pliegues previos cadomienses, de carácter prácticamente ortogonal. Asimismo la interferencia afecta a las grandes fracturas que controlan la deposición de los materiales del Vendiense superior, que son rejugados durante el ciclo hercínico.
Durante la realización del trabajo de campo, otros autores, en áreas situadas un poco más al SE, en la parte central del A. de Tirteafuera y en la zona de inflexión que sufre en conunto el A. de Abenójar-Tirteafuera, coincidieron en la presencia de materiales más jóvenes por encima de los del Grupo Ibor-Navalpino, que atribuyeron al Grupo Valdelacasa, pues representaban una ruptura sedimentológica con los precedentes y presentaban similitudes con arreglo a su litología, sedimentología y contenido en capas con cantos y niveles de rocas fosfatadas. Este hecho, al que en principio, el autor no prestó demasiada atención, parece ahora evidente tras la elaboración de los datos que se tomaron entonces para el área del NE del A. de Abenójar, así como tras el somero análisis que se hace de diversas publicaciones en los sectores más al Sur y al Sureste de la zona estudiada por él. Dicho análisis, no es muy definitivo, pero sí lo suficiente como para dar un viso de credibilidad a la posible pertenencia de dichos materiales al Grupo Valdelacasa, en una posición geográfica que “a priori” resultaba insospechada. En realidad estos materiales ocupan casi todo el centro del Antiforme de Tirteafuera, y curiosamente presentan como principales características la presencia de niveles conglomeráticos, sobre todo en su parte central y la presencia de flexiones similares a las que sufren los materiales equivalentes en el A. de Villarta Navalpino. Si bien en este caso, el borde meridional de la Flexión se encuentra interrumpido por estar afectado por una falla importante de trazado casi E-O, que hacia el NO, se va curvando suavemente hasta posiciones NO-SE, tratándose, casi con seguridad de un evento prehercínico rejugado. Todos estos materiales tienen su equivalente en la parte más al N, en el A. de Abenójar, pero sus afloramientos son muy escasos y el carácter probablemente discordante suyo sobre cualquier otro sustrato (GDE o/y GIN) no se puede por ahora precisar con certeza.
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