1 minute read

Ana Errante

Ana Errante

FRONTERAS

Advertisement

A un lado del muro duermo. Mi mundo se limita a cuatro paredes. Cuento dos pasos y está la calle. Doy tres pasos más y me ducho. Camino otros tres y veo la televisión. Digo que estas paredes me rodean y el techo que me cubre son míos, aunque no sea cierto. Siento que es mi espacio, pero no lo es. Nada es solo mío. El espacio es un vacío del cual nos apropiamos.

Elevamos muros y nos consideramos dueños de lo inapropiable. Eso es solo una ilusión. Pensar en crear lo increado. Subestimamos el amplio margen del mundo.

Inventamos barreras que consideramos nuestras y creemos reales. Apenas son un soplo que lleva con rapidez el viento. Habitamos la sombra de los lugares.

Todo se destruye. La ilusión de los lugares hace parte de la ficción humana. Habitar viene de nuestro ser animal. Es humano, no obstante, perseguir el sueño de poseer un pedazo de tierra que bautizamos como propio.

pita.paola@gmail.com

This article is from: