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El Melocotón de Cieza inicia su comercialización bajo el
sello de calidad IGP
Las variedades incluidas dentro de la Indicación Geográfica Protegida son Baby Gold 6 y Romea, destacadas por su color, textura y gran sabor
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Fruit Logistica trae a Murcia el debate sobre el futuro de la agricultura
E. S. G.
El Melocotón de Cieza se comercializa por primera vez este año con el sello de calidad diferenciada Indicación Geográfica Protegida (IGP), lo que va a permitir que los productos recolectados en esta campaña (junio-agosto) accedan a los mercados bajo este distintivo. En este sentido, las dos variedades de melocotón in- cluidas dentro de la IGP son Baby Gold 6 y Romea, que se caracterizan por su carne amarilla, su textura, olor y color, así como, sobre todo, por su excelente sabor.
La campaña publicitaria
‘Tierra, sabor y tradición’ de la IGP ya ha arrancado en las redes sociales. Y es que, el municipio de Cieza cuenta con una superficie cultivada en regadío de 5.861 hectáreas y un volumen de cam- paña que rondan los 180 millones de kilos anuales. De hecho, la IGP engloba a los agricultores de los municipios de Cieza, Abarán, Calasparra y Jumilla.
Por otro lado, cabe destacar que la exportación de melocotón desde la Región de Murcia alcanzó en 2022 los 174 millones de euros, con un incremento del 2 por ciento sobre el año anterior, y algo más de 99.000 toneladas.
Fruit Logistica reunió, en las instalaciones del IMIDA en La Alberca, a todo el sector agrícola y tecnológico murciano en el evento ‘Murcia. Cambio climático y adaptación tecnológica’, que contó con un amplio panel de ponentes que analizaron la realidad actual del campo murciano.
En este sentido, los expertos también expusieron las estrategias que están implementando para afrontar los retos así como garantizar la continuidad y el aumento de productividad de la región en el futuro.
Entre los ponentes, cabe destacar la intervención de Antonio Monserrat, del área de protección de cultivos del IMIDA, quien expuso cómo el cambio climático y la globalización están propiciando el surgimiento de plagas. Esto dificulta el manejo agronómico en un contexto que exige una mayor sostenibilidad y seguridad alimentaria.
