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Una correcta desinfección del suelo asegura la eliminación total de patógenos

Supone un mayor ahorro económico y el crecimiento de la seguridad, salud laboral y protección del medioambiente

F. F. Díaz-Delgado

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La desinfección de suelos se ha convertido en los últimos años en uno de los aspectos destacados a tratar por el agricultor en cada inicio de campaña. Su importancia a la hora de combatir patógenos como nemátodos, hongos o virus la ha alzado como un arma destinada a evitar los efectos negativos que éstos traspasan al cultivo, además de unirse al gran control que ejerce sobre la presencia de unas malas hierbas alrededor que llegan a robar nutrientes a la planta.

Sea como sea, y recurriendo a ensayos realizados en Murcia por la empresa Sotrafa en colaboración con prestigiosos laboratorios, se ha demostrado que la desinfección es de vital importancia. Los estudios han dejado de manifiesto que ésta es una de las decisiones fundamentales a las que debe enfrentarse el agricultor, dependiendo de ello, en gran medida, el éxito del cultivo y la campaña.

Actualmente, existen distintos tipos de desinfección. El agricultor puede optar por la solarización, que aprovecha la energía solar, temperatura y agua mediante la utilización de plásticos; la desinfección química, utilizando compuestos químicos como desinfectantes, junto con láminas de plástico, para sellar el terreno y evitar escapes de gases aumentando la eficacia de la desin-fección; o la biofumigación, que surge como alternativa biológica a las desinfecciones de suelos con productos químicos y per-mite utilizar la materia orgánica, así como los productos de su descomposición, en el control de patógenos presentes en el suelo.

Se puede concluir que una correcta desinfección del suelo aporta un mayor ahorro económico y una mayor seguridad, salud laboral y protección del medioambiente. En el caso de la desinfección química, se ha conseguido una limpieza total del terreno reduciendo el tiempo en dos sema- nas y la dosis de producto químico un 60%. Tras el análisis del terreno tratado, existía una completa ausencia de patógenos, al igual que tras la solarización, donde se logró acortar a tres semanas el tiempo necesario para llevarla a cabo y se alcanzó la solución de los largos plazos necesarios para conseguir una buena solarización.

Estos resultados no hacen más que aportar claridad a una desinfección que gana importancia exponencialmente. Los investigadores ya califican como clave retirar adecuadamente los residuos de cosechas anteriores, puesto que puede lle- gar a convertirse en una fuente de infecciones, y recomiendan al agricultor no olvidar que, aunque los precios y las condiciones meteorológicas son factores que no pueden ser controlados, la desinfección del suelo sí que lo es, lo que la reduce a una de las mejores soluciones a la hora de tratar las preocupaciones que surgen al inicio de cada cultivo en lo que a plagas y enfermedades se refiere.

En definitiva, supone un nuevo método de lucha contra la microfauna, que azota unos cultivos lo suficientemente castigados por los factores externos que le vienen afectando en los últimos años.

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