Guerrilla Jarana Políticas, Rituales de Resistencia y Arquitectura de las Fiestas.
Palabras Clave: Fiesta; Juerga; Jolgorio, Cachondeo; Rave; Parranda; Jarana; Despiporre; Party; Potlach; Farra; Desparrame Resistencia; Emancipación; Disidencias; Desobediencias; Contrahegemonias; Desnormalizaciones; Antagonismos; Heterodoxias; Protesta; Contraconductas; Insubordinaciones; Indisciplina; Subversivo; Obstaculizar la dominación; Combatir la sujeción 1. Fiesta. De las coreomanías a las verbenas de pueblo Muy pocas veces atribuimos a las fiestas una capacidad política y casi nunca se piensa en ellas como acontecimientos polémicos o disidentes. Sin embargo las fiestas tienen un sentido secularmente subversivo que en el pasado implicaban una derogación temporal del orden establecido, una higiene periódica (casi siempre anual) que facilitaba saludables renovaciones catárticas, la derogación temporal del orden normativo y la liberación de las tensiones acumuladas durante el año. Las fiestas dionisíacas griegas, las báquicas y saturnales romanas (también llamadas "fiestas de los esclavos") o los carnavales son muestras de cómo se concebían las fiestas en la antigüedad y en la Edad Media. Pero la fiesta no es, en sentido estricto, únicamente una celebración despreocupada y alegre, por ejemplo, las fiestas agonales romanas, en honor de Agonio, mantienen en su propia etimología un llamamiento al combate y al desafío. El "agón", lo agónico, lo que está relacionado con la competición, la lucha, la disputa, en Grecia pertenecía al dominio de la fiesta. Hay otros casos, como las coreomanías, acontecimientos multitudinarios consistentes en epidemias de danza que se
extendían, durante la Edad Media, por campos y ciudades del norte de Europa que tienen un incuestionable carácter celebrativo en la manera en que se manifiesta en las calles. La "enfermedad" de la danza producía en los afectados convulsiones y un incontrolado deseo de bailar acompañado de llanto, gritos, vómitos, risa, y un estado general de trance que podía llegar a durar meses. El enfermo danzaba y se revolcaba por el suelo hasta la extenuación y tras un descanso volvía a verse de nuevo atacado por el mal reanudando el baile y las convulsiones. La coreomanía más célebre se produjo en 1518 cuando, en el mes de julio, Frau Troffea comenzó a bailar involuntariamente por las calles de Estrasburgo y solo un mes más tarde el mal ya había afectado a 400 personas. Un delirio colectivo que ha sido a veces atribuido a creencias satánicas y fanatismos religiosos, aunque en realidad se tratase de una visibilización de grandes desequilibrios sociales y principalmente hambrunas que producían fiebres altas y delirios incontrolables.1 En 1962, cuatrocientos años después de la rave de Frau Troffea, en Tanganika, actual Tanzania, se produjo una de las mayores epidemias de risa que se conocen. Tres chicas de la aldea de Kashasha comenzaron a reír de manera involuntaria, poco después el ataque de risa se extendió por la escuela y alcanzó a 95 estudiantes más, irradiándose a continuación por el pueblo y llegando hasta localidades cercanas para seguir su propagación hasta traspasar la frontera con Uganda. Finalmente, tras 18 meses, la epidemia se extinguió. El fenómeno provocó el cierre de 14 escuelas como la de Kashasha y se estima que afectó a unas 1.000 personas. Las razones que provocaron el brote no han quedado aclaradas, según las poblaciones locales pudieron ser un envenenamiento masivo de la harina de maíz consumida o un efecto de la contaminación nuclear debida a los experimentos con explosiones atómicas.
Miguel Mesa del Castillo miguel.mesa@ua.es http://www.filoatlas.com Arquitectura. EPS. Universidad de Alicante PROYECTOS 4 y 5 - Área de Proyectos Arquitectónicos Curso 2015-2016, septiembre 2015