Las construcciones en tierra constituyen gran parte del patrimonio arquitectónico de las ciudades y pueblos en Colombia. Estas guardan entre sus muros y vigas de madera, la historia de un país y la forma en la cual nuestros antepasados interpretaban el mundo, y relatan por medio de sus construcciones y arquitectura los saberes, costumbres, manera de vivir y de organización de las primeras urbes del “nuevo mundo”.
La continua actividad sísmica en esta región del mundo, y la falta de apropiación por parte de los ciudadanos hacia este tipo de bienes, han puesto en peligro el legado de las personas que lucharon y murieron por un mejor país. Este legado es materializado y transmitido por medio de los monumentos, edificaciones o plazas en donde las primeras voces de independencia y libertad se empezaron a oír, y que hoy en día están siendo calladas, en la medida en que se derrumban edificaciones antiguas y parques para abrir paso al “progreso”.