Boletín mensual (5) Julio 2014 Espacio de reflexión Por circunstancias que podríamos llamar mágicas, hace 31 años cayó un libro de K en mis manos, en un momento en el que había una profunda crisis. A partir de allí, comenzó un trabajo de observación, el cual dejo atrás muchas actitudes, sentimientos, y otras cosas que fueron quedando por el camino, dejándolo a uno un poco, tal vez, más libre de cargas, sin que esto signifique demasiado. Ahora, irrumpe la percepción de un profundo estado de insuficiencia, de carencia, de un vacío, como uno lo quiera llamar, se trata de algo anidado en lo más profundo de la mente o del corazón. Y hoy veo, o creo ver, que puede ser la razón de casi todas las respuestas conflictivas que damos a los desafíos, a veces pequeños, de la vida cotidiana. Esa insuficiencia de la que hablo, hoy leo lo que K expone en el libro de las obras completas tomo IV; tal vez, lo he leído en otras oportunidades, seguramente no estaba preparado para afrontar semejante tema, o porque estaba ocupado con otras cosas más superficiales, o no quería vivirlo ni sentirlo. No sé, el hecho es que no fui consciente, hasta ahora, de ese estado que anidaba en las capas profundas. Hasta hoy, lo que leí solo fueron palabras sin ninguna otra trascendencia.