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INTRODUCCIÓN
Introducción
A partir del 2011, el Gobierno de la Ciudad de Santa Fe ha instrumentado una de las políticas de cuidado más trascendentales: el Sistema Municipal de Educación Inicial. Actualmente, este cuenta con 17 Jardines Municipales, que brindan educación de calidad a los niños y niñas de 45 días a 3 años. A partir de esta política, se ha abierto un canal de comunicación y trabajo con los padres y madres jóvenes. Muchos de ellos atravesaban una situación compleja que incluía falta de empleo, escolaridad inconclusa y vivienda compartida con su grupo familiar ampliado. En el caso de las madres jóvenes, el cuidado del niño por parte del sistema de educación inicial les permitía tener tiempo para su desarrollo personal, pero los programas existentes no contemplaban las particularidades de cada caso y eso era un impedimento para el acceso y sostenimiento.
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Desde Diciembre de 2015, con el objetivo de ampliar la agenda social y brindar oportunidades reales a los jóvenes, se puso en marcha el Programa Escuelas de Trabajo. Esta no fue la primera política pública que tenga a los jóvenes como centro de atención, pero sí fue la más innovadora y transformadora.
Hasta ese momento, se implementaban, de manera desarticulada y fragmentada, acciones que apuntaban a una determinada problemática, sin tener en cuenta el contexto o la integralidad de la intervención. Existían más de 50 programas en marcha, tanto del ámbito nacional, provincial, como municipal, que tenían como protagonistas a los jóvenes; con una baja participación y, por lo tanto, malos resultados. Además, se los ejecutaba desde un Estado burocrático, distante y sin la capacidad de flexibilizar la política ante la diversidad de realidades de los destinatarios. Esto llevaba a tener bajo impacto y altos índices de abandono. La situación expulsaba a los jóvenes del sistema y, a la par, se producía un crecimiento continuo de los conocidos como jóvenes
NINIs, que no encontraban espacios donde sentirse parte, que no tenían posibilidades de estudiar y/o trabajar, que no habían logrado insertarse en el mundo laboral o terminar la escuela, sin espacios de inclusión social y acceso a la primera vivienda.
Según un informe del Banco Mundial, en 2014, sólo en América Latina más de 20 millones de jóvenes se encontraban excluidos del sistema socio-educativo y socio-productivo y no contaban con redes sociales de contención. Los mal llamados NINIs —concepto estigmatizante y negativo—, integran un grupo que crece constantemente en toda la región. Cuando se indagan las cifras, se desglosa que este conjunto está conformado, en su gran mayoría, por mujeres jóvenes y madres que abandonan la escuela y se dedican a la crianza de sus hijos e hijas. Incluso, en algunos contextos de países de América Central, México o Colombia, donde el promedio de NINIs supera la media regional, el problema radica en la posibilidad que su situación se emparenta con las economías del delito, lo que conlleva a un problema mayor. 1
En Argentina y en la ciudad de Santa Fe, la realidad no es diferente. En ese contexto, nació Escuelas de Trabajo, una política pública municipal destinada a jóvenes en situación de vulnerabilidad social, basada en el acompañamiento personalizado y en la participación activa y continua. Un Programa con escala, que puede mostrar resultados, contempla las diversas realidades, articula las respuestas con una mirada transversal y apoya a los jóvenes a construir su camino hacia la autonomía personal, con la guía del orientador.
1.1 Santa Fe resiliente los sectores de la economía local con mayor potencialidad de desarrollo. El Programa Escuelas de Trabajo se incluye en este pilar como una política de Estado primordial de la gestión local en lo que respecta a la implementación de acciones que favorezcan el desarrollo y crecimiento de jóvenes en situación de vulnerabilidad, apoyándolos a través de distintos dispositivos y programas que le permitan materializar sus proyectos profesionales y de vida.
El Gobierno de la Ciudad de Santa Fe ha entendido la resiliencia como un componente clave para lograr transformaciones positivas en las personas y en el funcionamiento de la ciudad. En este marco, en 2014, Santa Fe obtuvo el interés de la Fundación Rockefeller para formar parte del Programa 100 Ciudades Resilientes (100 Resilient Cities), que ayuda a ciudades de todo el mundo a volverse resilientes frente a desafíos físicos, económicos y sociales del siglo XXI.
La inclusión de la ciudad de Santa Fe en la Red 100RC implicó el reconocimiento de la comunidad internacional al trabajo realizado por el gobierno local en materia de gestión de riesgos de desastres, y de atención de emergencias frente a las inundaciones.
Formar parte de la Red permitió iniciar un proceso participativo y colaborativo con diferentes actores de la sociedad civil para determinar los retos y desafíos más acuciantes de la ciudad y así construir conjuntamente la Estrategia de Resiliencia. Esta significó que Santa Fe cuente con un plan ordenado, con proyectos y metas a largo plazo para construir la ciudad del futuro. Así, en 4 pilares, 13 objetivos y 50 iniciativas se sintetizan las acciones prioritarias para hacer de Santa Fe una ciudad pujante, innovadora e inclusiva, que lidere el desarrollo regional y que cree oportunidades para todos.
Precisamente, “Conectar con Oportunidades” es uno de los pilares de la Estrategia que se propone que la ciudad crezca en equidad y garantice el acceso a los servicios básicos. Entre sus objetivos se encuentran la necesidad de incrementar las oportunidades de empleo formal para jóvenes, incentivando
¿Qué es la resiliencia?
La resiliencia urbana es la capacidad de las personas, comunidades, instituciones, empresas y sistemas de una ciudad de sobrevivir, adaptarse y crecer, independientemente de los impactos agudos y tensiones crónicas que experimenten.
¿POR QUÉ LAS JUVENTUDES?
¿Por qué las juventudes?
La juventud no es una realidad objetivable y natural, no se trata de un fenómeno configurado por un conjunto de personas con características vinculadas a su evolución biológica. Es, más bien, una categoría compleja, una construcción histórico-cultural, una imagen colectiva que se modifica históricamente. Para algunos es un tiempo de espera y de moratorias sociales, solo evaluable positivamente en función de la asunción de roles propiamente adultos. Pensados desde la incompletud, justificados desde la inmadurez, se desconoce a los y las jóvenes muchas veces como sujetos sociales, y son invisibilizados sus aportes, inhabilitándoseles espacios para una real participación. La juventud es también para muchos “la etapa–problema”, una percepción generalizadora a partir de polos sintomáticos y problemáticos: la delincuencia, la deserción escolar, las adicciones, etc. La causa de la “patología juvenil” se identifica en el mismo sujeto, así son los NINIs, apáticos, adictos, los “pibes chorros”.
Con el desafío cotidiano de trascender miradas totalizantes, esencialistas, estigmatizantes, adultocéntricas, pedagogizantes, se optó por hablar de juventudes en plural. Se decidió pensar la condición juvenil en términos no generalizables, desde la singularidad de cada persona y en función de los territorios que habitan. Se buscó entender la construcción de las juventudes desde un enfoque relacional(2), pensando en la calidad y la naturaleza de los vínculos con el contexto social en el que se inserta; donde ser joven es posible a través de los espacios que se abren o cierran entre las personas y las instituciones con las que éstos se relacionan.
En este sentido, el desafío fue poner en marcha una Política Pública de Juventudes que permita el ejercicio pleno de ciudadanía, que acompañe trayectorias, biografías singulares, desde la proximidad y reconocimiento positivo. Una propuesta implementada de manera sistemática, coherente y planificada, que busca mejorar las condiciones de inclusión y cohesión social, potencia las capacidades y brinda herramientas para construir el desarrollo de cada joven de forma autónoma.
Una propuesta de estas características no debe prescindir de cuatro elementos claves:
- Reconocimiento de la subjetividad. Es valioso reconocer a la persona joven en tanto universalidad, con necesidades, capacidades e intereses que la hacen única y en relación con su comunidad.
- Enfoque integral. Es importante entender que las relaciones entre educación y trabajo constituyen una problemática que no se restringe a aquellos componentes específicamente orientados a la formación laboral.
- Articulación estratégica con los programas específicos, tanto nacionales, provinciales, municipales, como de ONG’s; evitando la fragmentación, superposición y discontinuidad de las políticas públicas existentes y se entiende el trabajo con otros en términos de sinergia.
- Anclaje territorial, proximidad. Es significativo pensar la infraestructura como espacio de encuentro, relación, identificación, referencia, apropiación y pertenencia en las comunidades de cada joven.
Es preciso mencionar que a pesar de la flexibilidad metodológica, se encuentran quienes no pueden sostener los recorridos propuestos. Principalmente adolescentes entre 14 y 18 años que por diversos motivos configuran una trama aguda de exclusión y vulneración de derechos que obligan a observar, aprender y configurar respuestas públicas que hoy se presentan como insuficientes. Aún así, la gran mayoría de los y las jóvenes encuentran en Escuelas de Trabajo, su lugar: donde se los escucha, acompaña, ayuda, orienta; donde pueden iniciar el camino para finalizar los estudios o formarse para acceder a un empleo, realizar actividades deportivas y culturales, fomentar los vínculos y las relaciones saludables, encontrar el acompañamiento profesional ante situaciones complejas atravesadas por la violencia, entre otros.
Estamos ante una política pública, replicable, con escala, que mejora la articulación entre los distintos niveles del Estado y hacia dentro de cada uno. En estos cuatro años de vida, con más de 8.000 jóvenes participando, se ha demostrado que a partir de un modelo de intervención distinto, flexible, más cercano, los resultados son más exitosos. Se logra quebrar esa posición destinal de la cual algunos se convencen como inexorable. El desafío es crear condiciones que les permitan transitar otras realidades y pensar otros futuros.
Política pública basada en evidencia
Lo que destaca al programa Escuelas de Trabajo es que ha sido una política basada en la evidencia. Esto significa que la definición de las líneas de acción para su implementación se sustentaron en la recolección previa de información que permitió adecuar las decisiones a la realidad de la población a la que se destinó la política.
El primer instrumento con el que se contó fue el Informe “Panorama socio-laboral, económico y productivo” confeccionado por el Magíster Daniel Nieto en base a los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH-INDEC) para el área del Gran Santa Fe en el período 2011 – 2014. El documento de trabajo permitió contar con una primera caracterización sobre la población santafesina entre 18 y 24 años: nivel educativo alcanzado, condición de actividad laboral, relación de parentesco respecto al jefe de hogar, cobertura de la seguridad social, ingresos, entre otras variables. En base al análisis de los datos de EPH se logró identificar a los potenciales beneficiarios del Programa, y en base a las premisas que dieron origen al Programa, también los posibles dispositivos a aplicar a cada uno de los grupos de beneficiarios que se identificaron.
Si bien el informe permitió disponer de un panorama general de la situación de los jóvenes del aglomerado, se consideró indispensable contar con información más detallada sobre la población de los barrios de la ciudad en que la política iba a comenzar a ser operativa/efectiva. Es así como se decidió realizar dos Censos de Jóvenes en los sectores de la ciudad con altos niveles de vulnerabilidad donde el Municipio venía desarrollando una política de intervención integral: Coronel Dorrego y Barranquitas.
El trabajo de campo fue encargado al Observatorio Social de la Universidad Nacional del Litoral, que cuenta con una amplia trayectoria y experiencia en la recolección de datos cuantitativos en la ciudad de Santa Fe. Se contó, además, con apoyo de personal de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Sociales y Económicas de la Municipalidad de Santa Fe.
La metodología de relevamiento fue censal. Se visitaron todos los hogares en las áreas seleccionadas a fin de detectar jóvenes entre 18 y 24 años, y relevar completamente la información. Se registró en una base de datos cada vivienda y se determinó si había jóvenes o no. En los casos positivos, se aplicaba el cuestionario a cada uno y a su grupo conviviente.
Los ejes relevados a través del cuestionario fueron:
• Vivienda y Hogar: Tipología del grupo conviviente, características de la vivienda.
• Jóvenes: embarazo, cobertura social). Participación en organizaciones civiles. Deportes, cultura y recreación (actividades e intereses). Conocimiento sobre las Escuelas de Trabajo.
Entre los principales resultados se destaca que:
• Los jóvenes cumplen principalmente el rol de hijos dentro de la estructura de los hogares (63% en Dorrego y 69% en Barranquitas).
• La edad promedio de los jóvenes relevados en Dorrego fue de 21 años, y en Barranquitas fue de 20 años.
• 25% de ellos se encuentran en pareja conviviendo.
• 42% en Dorrego y 35% en Barranquitas indicaron tener hijos.
Secundario
Jóvenes laboralmente activos con secundario completo, mixto y etariamente diversificado. El 9% estudia.
Mujeres inactivas (amas de casa) con secundaria completa, etariamente diverso.
Estudiantes terciarios edades intermedias mayoritariamente mujeres (54%). PROGRESAR
Jóvenes laboralmente activos sin secundaria completa, mayoritariamente varones (60%), etariamente diversificado. El 11% además estudia.
Edad, sexo, estado civil, parentesco con el jefe de hogar. Hijos (Cantidad, edades, convivencia, escolaridad). Educación (nivel alcanzado, condición actual, interés de seguir estudiando). Ocupación (condición, búsqueda laboral, tópicos de interés para capacitarse). Salud (discapacidad, enfermedad crónica,
Censos de jóvenes entre 18 y 25 años
• Sobre el nivel educativo alcanzado, 60% tenía el secundario incompleto. Al consultar los motivos de abandono o interrupción de estudios mencionaron: falta de interés o por no encontrarle un sentido, por obligaciones laborales, por crianza de hijo/s.
Secundario incompleto
Mujeres, inactivas (amas de casa) sin secundaria completa, etariamente diverso. AUH
Estudiantes nivel medio o inferior menores de 20 años mayoritariamente varones (60%) PROGRESAR
NINI
Varones menores de 21 que no estudian ni trabajan.
Potenciales beneficiarios del programa: Jóvenes entre 18 y 24 años Economía
Funte: EPH-INDEC
Jóvenes
Coronel Dorrego
El censo denominado “Coronel Dorrego” incluyó sectores de los barrios: Coronel Dorrego, 29 de Abril, Las Delicias, Nueva Esperanza y Guadalupe Oeste. Mientras que el censo denominado “Barranquitas” incluyó sectores de los barrios: Pro Mejoras Barranquitas, Barranquitas Oeste, Barranquitas Sur, Villa del Parque y Unión Progreso y Libertad Barranquitas.
• En relación a la condición de actividad, los mayores niveles de desocupación se registraron en Dorrego (37%) y de inactividad (ama de casa, estudiante, otro) en Barranquitas (29%).
• Al consultar sobre sus intereses, la gran mayoría respondió que le interesaría continuar con alguna carrera de nivel superior.
• Manifestaron alta voluntad de participación en capacitaciones laborales; los tópicos más mencionados para cursos o profesión fueron: Peluquería, Gastronomía, Mecánica, Informática, Administración de empresas, Enfermería/Salud, Albañilería, Electricista, Carpintería y Docencia.
En consecuencia, los principales datos que arrojaron los censos orientaron las temáticas de los cursos de capacitación que se iban a brindar, determinaron los temas a trabajar durante las instancias de apoyo escolar, definieron las propuestas de vinculación laboral y educativas, y las propuestas de promoción de derechos en base a los intereses que habían manifestado los jóvenes censados. A su vez permitió al equipo de trabajo comenzar a establecer vínculos con las organizaciones e instituciones que serían parte fundamental para concretar la política.
Hasta primario completo Secundario incompleto Secundario completo y más
A la lectura estructurada y despersonalizada que brindaban los datos de los censos y la EPH le faltaba una mirada más cualitativa que permitiera conocer qué piensan y sienten los posibles beneficiarios del programa. Es así que se encargó la realización de un Focus Group a Carlos Fara y Asociados, consultora que cuenta con una amplia trayectoria en el país.
El focus tuvo como objetivo indagar de manera exploratoria las percepciones de los jóvenes en situación vulnerable, sobre sí mismos y sobre su entorno, para determinar formas de intervención posibles desde el Municipio. Los aspectos analizados fueron: la percepción sobre ellos mismos; la percepción sobre los demás: el ámbito social y familiar; problemas más comunes que tienen los jóvenes; indagación acerca del estudio/ deporte/ cultura en sus vidas; visión del futuro; relación con el Estado; propuestas desde el Municipio.
Los principales resultados que arrojó el estudio fueron:
• Se autodefinen principalmente desde la honestidad, se muestran auténticos, encaradores, con sueños, con ganas de salir adelante, de estudiar y de trabajar.
• En su vida diaria prima la inconstancia laboral, pero trabajan mucho.
- En general no tienen una rutina estructurada.
- En algunos casos alternan las horas de trabajo con horas de dispersión; sin embargo, varios parecen trabajar muchas horas en la semana
- En la mayoría de los casos los trabajos son changas.
- Se han abierto camino como pudieron, aprendiendo oficios.
- Mencionan que tomaron cursos, de albañilería, cocina, gasistas, etc., pero no los terminaron.
- El poco tiempo de ocio que tienen lo dedican a estar con sus respectivas parejas, amigos o familiares.
• El maltrato y el abandono familiar fueron los factores comunes durante la socialización primaria y permearon sus relaciones con los otros.
- Relatan su crianza en un entorno signado por el abandono, la violencia, las drogas y el trabajo infantil.
- Este pasado alimenta distintas narrativas que explican no sólo el lugar en el que se encuentran actualmente en sus vidas, sino lo que pueden lograr en el futuro, y la manera como ven a los demás.
- Resalta, según lo expresado, la ausencia de victimización, ya que le otorgan un valor formativo a estas primeras experiencias de vida.
- A pesar de ello, se hace latente el anhelo por una figura que pueda llenar el vacío dejado por la ausencia familiar. De esta figura anhelada, que no es necesariamente identificada como una persona, esperan orientación y contención.
- Debido a sus experiencias de vida, tienden a desconfiar de las representaciones de autoridad, principalmente de padres, docentes y policías.
- Señalan, además, que todos estos suelen prejuzgarlos de manera negativa.
- Por tales motivos suelen rechazar todo lo que parezca “caretaje” o algún modelo impuesto.
- Es por ello que cuando han buscado ayuda, sólo han permanecido en lugares que perciben menos rígidos como los grupos de ayuda a adictos o alguna iglesia evangelista (además de los amigos).
- Sus afectos se hallan ligados principalmente a su grupo de pares, parejas y algunos familiares que consideran más benévolos, como sus abuelos.
• La falta de oportunidades, los prejuicios en su contra y un entorno que suele serles hostil son las principales barreras que deben enfrentar
- La falta de una educación formal en muchos de los entrevistados es vista como una de las principales causas de estigmatización: “te tratan de ignorante”. Sin embargo, valoran más la experiencia que la educación, a la que ven “de costado”.
- Consideran que las generaciones más jóvenes siguen atrapadas en el ciclo de exclusión, drogadicción y violencia que vivieron tanto ellos mismos como sus padres.
- Indican que, tal como lo experimentaron muchos de ellos, las situaciones familiares conflictivas empujan a los jóvenes a vivir en las calles, en donde encuentran a sus pares, otros jóvenes excluidos, que suelen recurrir a la delincuencia y al consumo de drogas.
- En tal sentido, señalan la distribución e ingesta de estupefacientes como una práctica ampliamente extendida en su entorno, de la que muchos de ellos han intentado alejarse, algunos con éxito, mientras que otros no.
• Debido a no poder concluir sus estudios formales, tienen la percepción que emprender y finalizar cualquier proyecto educativo conlleva una gran dificultad.
• Asocian el trabajo con un ideal de estabilidad y de lo que “debe ser”. No lo ven como un fin en sí mismo sino como una herramienta para poder superar su situación actual y alcanzar “la libertad”. El trabajo lo asocian con responsabilidad, constancia, buena presencia, respeto, puntualidad, buena actitud, disposición.
• La música es la disciplina que privilegian dentro de la esfera cultural. Al deporte no lo perciben como una actividad con potencialidad formativa.
• En general se mostraron optimistas con respecto a su futuro. En muchos casos consideran que la etapa con mayor dificultad de sus vidas ya ocurrió.
• Al igual que sucedió con sus familias, la sensación de abandono prevalece en sus relaciones con el Estado.
• Se mostraron abiertos hacia cualquier iniciativa que les brinde contención.
Las y los jóvenes entrevistados hicieron una propuesta de intervención y de las prestaciones que deberían brindar las Escuela de Trabajo:
• Dimensiones de abordaje:
- laboral
- formativa
- recreativa
- psicológica
• Prestaciones:
- Espacio de contención y orientación psicológica.
- Talleres de oficios: carpintería, herrería, etc.
- Charlas sobre temas de interés: sexualidad, adicciones, violencia de género, DDHH.
La información brindada por el focus permitió comenzar a delinear el rol fundamental que tienen los orientadores para lograr que los beneficiarios del Programa tuvieran una experiencia exitosa en esta trayectoria. Es decir, las estrategias que deberían darse para que los jóvenes participantes no abandonen el proyecto que estaban por construir en conjunto con las Escuelas de Trabajo.