PERSONAJES HISTÓRICOS by Luis Alfonso Martín

PERSONAJES HISTÓRICOS (¿O PERSONAJES HISTÉRICOS?)

LIPE

CONSIGNA DEL DOMINGO 2 / FEB / 2014

UN PERSONAJE Y SU PORQUÉ 1. 2. 3. 4.

Elegí un personaje histórico. Pensá un hecho que lo haya hecho famoso, conocido, bla, bla, bla… (sin filosofar). Imaginá que sos el/ella. Escribí en tu/su diario íntimo los motivos que te/le llevaron a tomar alguna decisión o hacer algo que lo/la haría trascender históricamente.

A tener en cuenta: a. b.

Un diario íntimo se escribe en primera persona. Al diario no le contás información externa, porque es para vos y se supone que lo sabés. O sea, no decís: "Qué contenta que me puso jugar con mi hermano Carlos Alfredo, de 12 años, hijo de Maria Antonieta, duquesa de bla bla bla". O sea, el género diario íntimo no está destinado a que un lector externo entienda. No es para un "otro". Es distinto que una biografía. Definitivamente puede ser la historia cercana o lejana, pero NO TU HISTORIA PERSONAL, sino PERSONAJES CONOCIDOS. Los motivos definitivamente pueden ser INVENTADOS. Si necesitás, hacele un background previo si creés que no todos lo conocerán o pegale un link a Wikipedia y todos enterados.

Silvina Scheiner (Gracias a Horacio Tort tenemos esta propuesta).

ADÁN

HOY fue un día muy especial y que arrancó mal de entrada, así que mejor lo escribo con lujo de detalles. Creo que a futuro será importante. Se ve que dormí en mala posición porque al levantarme sentí un dolor en el costado del pecho y la sensación que me faltaba algo. Miré a mi alrededor y todo parecía estar en su lugar, pero me sentía raro. Al rato llegó el jefe y me dijo que quería hablar conmigo, que tenía algo importante para decirme. No me asusté porque sabía que no había hecho nada malo. Bueno, en realidad ahí me cayó la ficha que en realidad no había hecho nada de nada, más que andar de aquí para allá, pero al fin y al cabo él tampoco me había dado una orden concreta. Pero no, no me quería reprochar nada. Al contrario, arrancó hablándome en un tono paternal, preguntándome como andaba, que había estado haciendo. Anduve recorriendo un poco el lugar, familiarizándome un poco con la zona. Lindo lugar, le dije yo, y el clima parece bueno. Eso lo agregué más que nada para dar conversación, de puro educado, al fin y al cabo es mi jefe. Y ahí me salió con que me notaba muy solo y que si bien ahora era todo novedad para mi, con el tiempo me iba a aburrir. Buen tipo el jefe, dije yo, le preocupa que me aburra. Mire, le dije yo, por ahora estoy bien, si más adelante me aburro le aviso. Pero no. El tipo me confesó que el tema lo tenía tan preocupado que me había procurado una compañía y ahí nomás pegó un chiflido y a mi espalda apareció una mujer. Bah, el jefe me explicó que era una mujer y lo que eso significaba. Era parecida a mí, pero distinta. En algunas parte del cuerpo tenia de mas y en otras de menos. No me impresionó mucho que digamos. Adán me dijo el jefe, te presento a Eva. Ella está aquí para acompañarte, para complementarse contigo, para hacer tu vida más feliz. Yo no sabía muy bien a qué se refería pero se lo agradecí. Muchas gracias jefe, no se hubiera molestado. Fue entonces cuando el jefe nos dijo que mejor nos dejaba solo para que nos vayamos conociendo y agregó algo que no entendí, algo así como que donde dos son compañía, tres son multitud. Antes de irse nos dijo que tenía un solo pedido para hacernos y señaló un árbol y dijo que los frutos de ese árbol estaban prohibidos, que lo único que nos exigía era no comer jamás los frutos de ese árbol. Y sin dar más explicaciones desapareció y nos dejó solos. Y fue ahí cuando mi día empezó a empeorar. Al principio ella me miraba de arriba abajo, por delante y por detrás y yo hacía lo mismo. Eran miradas inexpresivas, como de estudio. Y entonces habló. Y habló. Y habló. Porque me llamaba Adán, que se podía hacer en el lugar, que si el clima era siempre así de templado, y como se llama esto y como se llama aquello y muchas preguntas más. Yo le respondía como podía, a veces con monosílabos, rogando que se callara de una vez, pero ante cada respuesta me tiraba una pregunta

nueva. No sos muy conversador me dijo antes de comentar que le había dado hambre y preguntar que se podía comer en ese lugar. Le pedí que me espere y volví al rato con una hoja de palmera con zanahorias, tomates, huevos de codorniz, moras, frutillas, bananas y un par de delicias más. Me puso cara de que le parecía poca cosa y encaró para el árbol prohibido que estaba ahí cerca. Esto da para quilombo, me dije, así que me quedé preparando una ensalada. Cuando miré para donde estaba Eva la escuché conversar y me acerqué. Con quién hablas, le pregunté. Con la Zerpiente, me dijo, resaltando la Z y guiñándome el ojo. Buenaz tardez, dijo la serpiente. Voz debez zer Adán, me hablaron mucho de voz, me dijo. La verdad no me cayó muy bien ese ZZZ que hacía cuando hablaba, así que fui algo grosero y sin responderle le dije a Eva que ya estaba la ensalada. Ezo van a comer, preguntó la serpiente. Es lo único que sabe hacer, dijo Eva. Confieso que me cayeron mal sus palabras, recién me conocía y ya me estaba prejuzgando. Nada de ezo ze compara con el zabor de ezta manzana, miren como brilla, zientan zu perfume, respondió la serpiente y le acercó la manzana a la nariz de Eva. Creo que ahí fue donde se pudrió todo. Está visto que las mujeres tienen algo con los perfumes. En un abrir y cerrar de ojos, Eva ya estaba dando un tarascón e instantáneamente empezó a emitir jadeos de placer. MMM, esto es espleeéndidooo. MMM, ay, que saboooorrrrr. MMM, no la terminé y ya quiero MÁS, decía casi a gritos. Cuando se serenó me dijo probala, es deliciosa. Que no, gracias, que el jefe dijo que no, que probala no sabes lo que te perdés, que no, que me arreglo con la ensalada que preparé, que probala que está a punto de caramelo, que no, que prefiero las moras de postre, que dejate de joder y probala, no seas miedoso… y cuando me dijo eso soné. Porque yo no soy ningún miedoso. Así que le arrebaté la manzana y le di un mordiscón. Reconozco que estaba buena, rico sabor, aroma textura. Hasta me hizo sentir algo distinto. Para cuando quise preguntarle a la serpiente por esta sensación, ésta ya se estaba yendo muerta de risa. Bueno, vamos a comer la ensalada, le dije a Eva y ella sin muchas ganas empezó a caminar hacia la roca donde yo había dejado la comida. La veía caminar delante de mí y al observar el meneo de su cola sentí un cosquilleo que arrancaba en mi frente y bajaba hasta la entrepierna. Y ahí se estacionaba, produciendo un cambio en mi cuerpo que hasta entonces no había experimentado. Ella se dio vuelta y al verme me dijo que en pelotas no me sentaba a comer y mucho menos así, que me vaya a colgar algo de ahí. La verdad que yo estaba como en Babia, no podía sacarle los ojos a esas uvas que coronaban dos melones que tenía en el pecho. Creo que se dio cuenta, porque se puso la melena al frente y los tapó. Tuve que irme a buscar unas hojas de parra y cuando volví ella

también se había tapado su entrepierna con una hoja. Una pena, esa zona de su cuerpo también me resultaba muy interesante. Me senté a comer y mientras ella comía, me sonreía y me miraba de manera dominante. Sentí un escozor en el cuerpo. Me di cuenta que ella tenía lo que yo quería, y lo sabía. Con su mirada me lo estaba diciendo. Y supe que mi vida ya no sería la misma cuando metiéndose una zanahoria sensualmente en la boca me preguntó ¿En qué estás pensando? A lo lejos sentí la carcajada de la serpiente.

Horacio Tort

ARQUÍMEDES DE SIRACUSA (287 a.C. - 212 a.C.)

c. 250 a.c.

¡¡¡¡¡Por las barbas de Zeus, esta mujer me está volviendo loco!!!!!

Que no deje tiradas mis túnicas, que me deje de jugar con espejitos y cristales, que levante mis papeles o me los va a quemar…

Ya no aguanto más.

Y hoy me viene con la historia del baño. Que por qué tengo que mojar todo. Que ponga menos agua en la bañera así, cada vez que me sumerjo, no sale todo afuera… ¡Qué tupé, qué… ¡¡¡Qué genia!!!

¡¡¡¡¡EUREKA!!!!!

Claudio Beller

JUANA DE ARCO (1412 - 1431)

30 de mayo de 1431 Mi querido diario: ……………………………..………(silencio)………………………………………… …………………………………………………………………………………………… ¡Oh, Dios! ¡¡¡Qué difícil me resulta hoy todo!!! ……………………………..………(silencio)………………………………………… …………………………………………………………………………………………… Tal vez no vuelva a escribirte jamás, ¿sabes…? Tal vez sea ésta la última vez que ante ti me confieso, mientras emborrono tus hojas con mis frágiles lágrimas. Me

han

condenado

muerte,

morir

entre

las

llamas.

Bruja, dicen que soy aquéllos que mandan… ¡¡¡que pacto con el diablo...!!! Que no soy buena, ¡¡¡que soy mala...!!! Oh, Dios, ¡¡¡qué sabrán de mí esas pobres almas!!! Tengo miedo, mucho miedo, diario mío. Apenas puedo pensar… la cabeza me estalla. No quiero morir así…. no, no, no, ¡¡¡no quiero morir!!! ¿Dónde están las voces que antes me hablaban?... ¿porqué ahora callan? Ya no las oigo, diario mío… no dicen nada… ¿Por qué? Necesito pensar, sí, pensar… Tengo que hacer algo… algo ¡lo que sea! ¿Y si me quito la vida...? Por lo menos así evitaría la agonía de ver cómo mi cuerpo se consume entre las llamas. No, no puedo... eso sería pecado… ¡¡NO!! Perdóname, mi Dios, siento tanta desesperación que ya no sé lo que me digo. Tengo frío, ¿sabes? mucho frío… Voy a ser valiente, diario, te lo prometo. ……………………………..………(silencio)………………………………………… ……………………………………………………………………………………………

Juliette Noel

CRISTOBAL COLÓN (1451 - 1506)

Septiembre de 1492 Querido diario: Hace casi dos meses que estoy viajando en éste barco inmundo. El baño es un ASCO y algunos hasta se asoman a la borda para hacer pis. Vivo con náuseas y los atardeceres ya me dan igual. (Paré de escribir porque Juan me preguntó dónde estaban los armamentos. SI SEÑOR ¡¡Después de dos meses!!) Ayer uno de los marinos me quiso coquetear, lo saqué escarpiendo pero hace si paso un mes más sin ver a una mujer lo voy a tener que pensar seriamente... Ya no sé con qué entretenerme. A veces, hago pelear a la tripulación para que surja algo distinto. Espero que aunque sea llueva así se hace más divertida la navegación. ¡¡¡ME ABURRRRRRRRRRRRROOO!!! (Chau, me voy a jugar al TATETI) ------------------------Querido diario, volví. ¡No te das una idea! Buscando una hoja para el TATETI encontré una foto de la reina Isabelita ¡Por favor! ¡Qué pedazo de mina! Sé que si algún día alguien te lee voy a la horca, pero no puedo evitar cada vez que me habla mirarle el escote ¿Será por su poder? ¡¡Esa mujer me mata!! Ayer soñé que la veía en el castillo y estaba Felipe "el Hermoso" (¡JUA! "hermoso"… ¿viste la napia que tiene? ¡Sin una corona en la cabeza seguro que muere virgen!) y a él le pegaba un navajazo y tenía sexo salvaje que Isabelita al lado de su marido muerto. ¿Voy a ir al infierno por eso? ¡Má si! ¡Muerto pero felíz! Jajajaja…

Daniela De La

LEONARDO DA VINCI (1452 - 1519)

Año 1503

Cuánta ansiedad me genera saber que en minutos voy a empezar a pintarla, a darle vida en esa tabla de álamo que no deja de mirarme tan quieta y tan pura. Cómo haré sus manos si jamás pude tocarlas. Cómo pintaré su piel si jamás la sentí. Creo que podría enamorarme con sólo rozarle el rostro; no tiene una belleza de esas que pintaría en un segundo en mi imaginación pero me atrae, me motiva, me da mil vueltas en el estómago y me inquieta... No sé por dónde empezar ni qué color elegir para pintar esa mirada que me aleja y me acerca al mismo tiempo. No me gusta esa mujer, pero tal vez si me gusta. Tengo escalofríos y gotas que me recorren el cuerpo. Tengo música y tengo sed. Tengo miedo de equivocarme y tengo la seguridad de lo que lograré. Le diré que no me mire, que no será bueno para lograr su mirada, aunque tal vez se pierda la emoción de lo que quiera transmitirme si cumple con mi pedido. Le diré que se acueste en mi cama para poder pintar su sensualidad... y mis ganas... o le diré que se siente rígida y me mire como si no sintiera nada... Le diré que esconda sus manos para no querer tocarlas... Le diré que me hable para que su boca tenga vida cuando logre pintarla... Tengo frío porque acaba de llegar y no quiero abrirle porque su presencia me confunde y su voz me hace pequeño... Debo dejar de escribir... voy a cumplir otro sueño.

Caro Barba

CRISTOBAL COLÓN (1451 - 1506)

Año 1506

Algunos me verán como un héroe, otros como un canalla. Si ya me he enfrentado con los prejuicios de mi época, qué más da si en el futuro mi memoria tenga que luchar contra los conceptos falsos que provienen de la tradición y de una enseñanza errónea... Ahora, en la luz de la noche y siendo el papel y la tinta mis testigos, comparto mis sentimientos, sentimientos que se desbordan como los mismos mares. Ser marino ha sido más que un oficio, más que un trabajo, más que un sacrificio, más que un honor, más que un servicio a mi nación. Ha sido mi misión. Desde mi juventud me preparé para cumplir con ella. Mis conocimientos y habilidades sobre navegación, astronomía, geometría, cartografía, cosmografía, historia, costumbres, filosofías y otros saberes, conocimientos y artes me llenaron de placer, me abrieron la mente y sembraron en mí la semilla de la aventura. No sólo encendí la lámpara para lograr una ruta más corta a las Indias y logré que mi empresa fuera una aventura asombrosa. Si bien se me ha considerado una persona contradictoria, quizás se me vea así ya que no sólo he atravesado un mar que no había sido navegado, aunque esto último puede que me equivoque y seguramente no he sido el primero en andar por sus aguas. Desde años atrás, pese a mis anhelos de vivir experiencias enriquecedoras de ventura, de exploración y de aprendizaje he tenido que hacer frente a lo desconocido, resistiendo los rechazos, las burlas y la envidia de los que no creían en mi empresa, afrontando las maldades, las rebeliones y las quejas de mis tripulantes, que amenazaban con amotinarse, manteniéndome firme ante una aplastante oposición. Pero gracias a Dios que él confirmó mis deseos y me dio valor para realizar esta gran obra, cuya luz brilla con mayor fulgor que las luces de la falsedad y el error. Su luz y su inspiración se elevan por sobre todas las cosas del mundo. Con ese conocimiento, con esa seguridad, si me detengo ahí, de nada me sirve. Aunque mis cálculos, planes y metas cedieron ante los deseos de otros por obtener fama, dominio y riquezas, hay una empresa más grande por realizar, de la cual yo he sido partícipe en sus cimientos...

Yusei Yuki / Sergio M

MOCTEZUMA XOCOYOTZIN (1466 - 1520)

Primavera de 1519

¡Sabía! ¡Sabía que llegarían! Desde el mismo día en que tomé el poder para dirigir y servir a mi pueblo les vengo diciendo que los dioses vendrían en nuestro auxilio. Que las sequías, las plagas y las enfermedades se acabarían. Que los pueblos enemigos que roban nuestros animales y nuestras mujeres y niños serían conquistados uno a uno. Y que de ahora en más, nuestra gente gozaría de increíbles riquezas, de bienestar, de cosechas prodigiosas. A cada jefe de familia de la nobleza asignaré diez esclavas y cinco esclavos, para que dispongan de ellos según les plazca. Y a cada jefe de familia de la comuna asignaré tres esclavas y dos esclavos. Muchos otros cautivos abrirán las entrañas de la madre tierra en las minas para extraer el oro con el que cubriré mi cuerpo para lucir junto a los dioses. Cada día de la semana vestiré una armadura distinta. No sólo para las festividades y el combate. Otros tantos enemigos que desde el principio de los tiempos nos han acechado, ahora arquearán su espalda de sol a sol para atender la cosecha y traer a nuestras tiendas maíz, tomates, guacamoles, y cacao para el chocolate. Otros traerán peces y aves para nuestro deleite. Y un centenar de ellos pondré a cazar y desplumar aves de coloridos plumajes para mi tocado y el del resto de la realeza. Todo el pueblo nadará en abundancia. Nuestros hombres, libres ya del esfuerzo diario que supone la supervivencia, se convertirán en los mejores guerreros, los mejor armados, equipados, alimentados y entrenados. Muchos niños conquistados serán criados junto a los nuestros, para que cuando lleguen a los 12 años puedan integrarse a nuestros ejércitos. Los más débiles serán castrados y se sumarán al cortejo de doncellas. ¡Seremos invencibles! Iremos a la batalla escoltados por los dioses que por fin nos han escuchado. Que al fin han venido en nuestro auxilio. Ya los veo llegar. ¡Allí están! ¡Ya los diviso! Dicen que han llegado a la costa en portentosos navíos celestiales. ¡Son realmente gigantescos e imponentes! ¡Allí está Quetzalcoatl! ¡Es increíble y majestuoso! Tiene cuatro piernas, cuatro brazos (dos alzados y otros dos colgando a sus costados) y dos cabezas, una de ellas de grandes dimensiones. ¡Qué fantástico! Ha elegido para esta ocasión especial esa apariencia, en lugar de corporizarse como la tradicional

serpiente emplumada. Y aquéllos, seguramente dioses menores a su servicio, tienen dos piernas, dos brazos y una cabeza, tal como nosotros. Pero se los ve realmente esplendorosos. Con su auxilio, pronto nuestro Imperio cubrirá toda la tierra. La abundancia será la norma. Seguramente traerán también la pócima de la inmortalidad que beberé y daré de beber a mis hijos distinguidos. Y tal vez también a mis reinas Teotlalcotz y Tlapalizquixochtzin. Seré tlatoani por otros cien veranos. No: mil veranos. Luego me retiraré a mi palacio a descansar y gozar de mi séquito de doncellas y pasaré el cetro de la serpiente emplumada a mis hijos, para que gobiernen también mil veranos cada uno, pasando el mando de mayor a menor. Este es el resultado de tantas plegarias, de tantas ofrendas, de tantas niñas vírgenes que entregaron con humildad y valentía sus tiernos corazones en la piedra sacrificial del templo de Yaxchilan para ser ofrecidos a los dioses junto a doce cántaros con su sangre pura. A estos dioses que ya llegan a nuestras tierras. ¿Qué tienen que decir ahora Xocoyotzin y Tezozomoc, que no querían entregarme a sus hijas menores para el rito?! ¿Y? ¿Valió o no valió la pena? Pero me estoy distrayendo. ¡Pronto! ¡Los preparativos! Debo cubrirme con mi mejor armadura de oro. Y preparar un gran discurso de bienvenida para los dioses, que han decidido bajar del Astro Venus para venir a morar en Tenochtitlan por toda la eternidad. Y cuando llegue la Luna Madre, la luna grande, ¡qué fiesta que daré a los dioses! Jamás se ha visto celebración mayor. Habrá comida y bebida y danzas y cantos y juegos y luchas por cuatro cambios de luna. Y en cada noche sacrificaremos cinco niñas y cuatro bestias, una por cada una de las nueve grandes plumas que luce Quetzalcoatl en su esplendoroso cuello. ¡Qué nervios! ¿Me reconocerán los dioses como uno de ellos?

David Haskel

HERNÁN CORTÉS (1485 - 1547)

España, abril de 1529

Se muere. Hijaputa viruela que le invade los hígados de dolor y yo sin poder salvarla. No para la lluvia, es tarde y estoy extenuado. Con la poca luz que queda agoto este grito de dolor entre estas anotaciones de números de batalla y cálculos de provisiones. El Capitán Jaramillo me acaba de informar que la Malinche se muere en su casa de la calle La Moneda y todos los recuerdos se me vienen en tropel al pecho. Me cago todos los días en el día que decidí que ya estaba bien, y la entregué en casamiento a un capitán mío. Me maldigo por no haber estado a la altura de su entrega. Nada hubiera sido lo mismo sin ella, ni mi deseo por meterme hasta lo más profundo de esta tierra, ni mi entrevista con Moctezuma ni las batallas y las traiciones. Le di un hijo como agradecimiento, pero ¿a quién engaño con ese regalo? Mi rey Carlos V me acaba de hacer Marqués del Valle de Oxaca. Todo lo entrego por volver a verla. Dios, que te la lleves rápido a tu lado y ayúdame a sacar este nudo del pecho.

Gustavo Pedace 23

JUANA I DE CASTILLA (1479 - 1555)

6 de Noviembre de 1552

Hoy es mi cumpleaños y debiera sentirme feliz, pero no, no puedo; mi corazón alberga una enorme tristeza; nadie me ha venido a saludar, ni siquiera mi amado esposo Felipe. Claro, cómo pretendo que él, justamente él, se acerque a mí, si me desprecia y me engaña todo el tiempo… Seguramente estará en los brazos de alguna de sus amantes. Él, mi amado Felipe, a quien idolatro con todo mi corazón y por quién yo daría la vida, ha puesto en mi contra a toda la Corte. Si ya no me llaman la Reina Juana de Castilla desde que él y el médico han hablado con los miembros de la Corte, ésos que me deberían brindar respeto y lealtad, ésos, sí, ésos me llaman Juana La Loca. Pero no importa. Aunque los celos me roan el corazón, aunque haya ya perdido la razón por este amor que me quema por dentro, sé que algún día mi esposo volverá a mí arrepentido a pedirme perdón por tanta imprudencia, por tanta insensatez y por tanto desamor. Porque de no ser así mi cabeza va a estallar de rabia, de celos y de locura. Pero no, no debo pensar así; yo sé que él me ama del mismo modo que yo lo amo a él, pero mi adorado Felipe está confundido, por eso no debo abrumarme con su proceder y no volveré a humillarme rogando su compañía. Si hoy es mi cumpleaños tengo que estar alegre y radiante para la cena en mi honor.

Mariangeles Soules

FRANCISCO JAVIER EUGENIO DE SANTA CRUZ Y ESPEJO (1747 - 1795)

1786 (*)

Camino a Lima. Ha insistido Villalengua en que debo dejar Quito. ¡Tres mil vidas! ¡Tres mil vidas se han llevado las viruelas! Y estos hombres sin conciencia, que hablan obscuramente para no delatar su falta de conocimiento, estos falsos médicos como les he dado en llamar, se sienten “ofendidos” por mi denuncia de su ignorancia y sus prácticas anticuadas. Vergüenza debería darles, presionarme a través del Ayuntamiento para que suprima partes y modifique mi informe antes de su envío a Madrid. Estos señores, que no conocen de física, de botánica, que no han oído hablar siquiera de Hoffman y Borehaave. ¿Es que acaso no son siquiera capaces de entenderlo? ¿Merecen más mi lástima que mi enojo? No. Mis “Reflexiones” no sufrirán modificación alguna. Es mi deber abrirles los ojos por la fuerza si es necesario, basta ya de curandería y bobería, señores, basta ya de que cualquiera se haga llamar como quiera, ¡si queréis llamaros médicos, haceos dignos de ese título!

(*) Se desconoce la fecha exacta en que fue escrita esta página, perteneciente al diario del Dr. Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo

Judith Vainman

MARÍA ANTONIA JOSEFA JUANA DE HABSBURGO-LORENA (MARÍA ANTONIETA) (1755 - 1793)

Octubre de 1793 Querido diario: Tengo tanto miedo, que casi no puedo respirar. Algunas mañanas me despierto deseando que todo termine pronto, ya no aguanto ni el frío de esta celda, ni el mal olor que despide mi cuerpo y mis ropas sucias, ni la comida nauseabunda llena de insectos y quién sabe qué más... No aguanto la incertidumbre sobre el destino de mis pobres hijitos. No soporto más vivir con este miedo constante, escuchando los insultos y los gritos de odio. Esas son las mañanas en las que deseo fervientemente que ese sea el día de mi muerte, porque sé que indefectiblemente ése será el final. Otras mañanas me despierto llorando de miedo, deseando que alguien me saque de aquí, pidiendo por mi vida y no queriendo morir, como hoy. ¿Será que soñé con mi otra vida, cuando intentaba ser feliz y ni siquiera imaginaba que algo así me podía pasar? Jamás hubiese podido imaginarme así, aterrorizada, sucia, con mis rubios bucles convertidos en blancos mechones grasientos, temiendo por mis hijos... ¡¡¡Dios!!! ¿Dónde estarán? Desde mi celda escucho los gritos de odio del pueblo que, según dicen, moría de hambre mientras yo bailaba y gastaba frívolamente... ¿qué culpa tengo yo? Se mezclan con los gritos de terror de los que son arrastrados a la guillotina... Me dicen que no duele, que todo termina en un instante, pero tengo mucho miedo, ¡muchísimo! Imagino mi cabeza desprendiéndose de mi cuello, la sangre caliente brotando en un chorro... Alguien se acerca, son muchas personas, sus pasos golpean en el piso de piedra, hablan en voz alta, ya escucho el ruido de los cerrojos... Dios, mi cabeza rodando por el piso, estoy temblando, mi cabeza rebotando, mis ojos abiertos ya no verán nada... Mis hijos, ¿quién los cuida? Tengo miedo, tengo miedo, que alguien me ayude… ¡tengo miedo!

Guillermina Silva D’Herbil

DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO (1811 - 1888)

1885 Ser negro en la teoría del apasionado. Y ¿por qué no? el cambio que mi sangre quiere transmitir; la evolución de la libertad. El conocimiento en cabecitas negras y vírgenes, el mayor experimento. Podrán llamarme necio, y hasta cabrón de lápiz y bandera. El sello, queda en quien pone los pies en la tierra mojada, fértil de ideas. La fortaleza alta, es el saber. Es la trinchera de un pueblo con raíz de tinta, hojas para trascender la historia. Ay, valsecito, en esta tarde cálida de San Juan, impúlsame esta Argentina, mi gran amor, fruta madura. Enciende la vida de mi madre que entre teje y maneje con lanas bajo la higuera, mi inspiración sea la oración de cada día. Este negro duro como un apóstol, tiene hoy ganas de llorar de no poder, abrigar tanto niño descalzo de sabiduría y antojos. "La madre es para el hombre, la personificación de la providencia".

2014 Y sigo hoy queriendo desde este lugar, cambiar la historia. No me escuchan ya, no me leen, me ignoran. Todo ha sido modificado; los maestros temen a sus alumnos, los padres agreden a los maestros. Qué poca sinfonía queda entre ellos. La escuela no es el templo del saber, en algunos pocos, se encuentra la pasión de la enseñanza. ¿Dónde están los valores que desde el hogar caminan al colegio? Corregir con el índice apoyado en los labios, la inocente picardía. La prolijidad se acercaba y el corazón se aceleraba con su perfume que clamaba la atención. Todas eran como ella, como Doña Paula, como un ave María de Gounod. El alma es una condición, un eslabón de esta cadena y la mía quiere seguir estando viva!! en mi patria. Por favor abran la puerta al entendimiento, no maten en los muros, no fusilen el conocimiento, quiero estar muerto vivo y no adolecer en el aura de cada rincón de tu escuela. Quiero seguir siendo yo el negro…

De Raedemaeker Sanchu

VINCENT VAN GOGH (1853 - 1890)

8 de Abril de 1886

Hoy no me encuentro bien. Recuerdo mi primer amor. Un entusiasmo descontrolado me corría por las venas. Su belleza, su forma de andar, su sonrisa perenne... su armonía. Escuchaba su voz en las tertulias del café y todo en mí era sosiego, paz, un estado sublime al que no estaba acostumbrado. Duró poco tiempo. Mi amada prima me rechazó, me impidió verla, me obligó a no ir a los sitios que ella frecuentaba. Soy diferente. Siento de otra manera. No acabo de encajar, estoy fuera de mí y eso me hace sufrir cada vez más. Para todo el mundo soy un inútil, excéntrico y desagradable y aunque me siento abandonado por los que me rodean hay en mí una música serena y pura, algo que me hace vibrar en otra dimensión, necesito expresarlo de alguna manera. Recuerdo en mis años de juventud que quería dedicarme a ayudar a los demás. Mi espíritu, siempre atormentado, me lo pedía como si de una medicina se tratara. Mi deber era ayudar al necesitado. Entregar mi amor por encima de todo, compartir alegrías y penas. Hasta llegar a vestir como uno de ellos, los más humildes y desfavorecidos. Me fui debilitando y acabe enfermo y deprimido. Mi profesión me ha devuelto la alegría, me siento vibrar al ritmo de la naturaleza y eso me gusta. Me gusta mi oficio y tengo muchos amigos que me enseñan, pero todavía no he conseguido vivir de él. Es mi hermano el que me mantiene y me manda los materiales necesarios para trabajar. A veces pienso que el blanco de plata y el amarillo cromo que tanto me gusta utilizar provocan en mí un estado de embriaguez y eso me motiva para seguir creando, pero creo que a las pocas horas aparecen esos vértigos horribles y ese dolor que me vuelve loco. Quizás no me siente bien inhalar el olor que despide cuando los preparo. Me encuentro mal. No sé porque me la corté. Deseo tanto volver a encontrarme bien.

Carmen Navajas Rodriguez de Mondelo

DORIAN GRAY (1890)

1890

Diario ¡No puedo creer tener esta bendición! Haber sido elegido para que justo a mí, con tanto deseo de juventud, me suceda. ¿Será que la belleza con la que he sido agraciado, alguien o algo superior, quizás mediante el arte de Basil ha querido eternizar? Sé que deslumbro con mi belleza, siento las miradas de todos, todo el tiempo a mi alrededor. Mujeres jóvenes y bellas, mujeres maduras, hombres deseosos, niños, a todos eclipso con este porte arrebatador. Soy consciente que dejo un halo de suspiros al pasar. Se siente tan fantástico, ¡oh, querido diario! Soy tan dichoso, que no puedo dejar de expresarlo en algún lugar. No podría dejar de escribir aquí, a veces siento enloquecer por esta magia con la que he sido dotado y no podría soportarlo si no escribo aquí. Desearía contárselo a Henry, quizás algún día tenga el valor, pero no es tiempo aún. Este secreto quedará sólo entre tú y yo. Seguiré guardando sigilosamente mi retrato tanto como a ti, que te escribo cuando vengo a verme aquí… y me asqueo de este deterioro tan tremendo, de este abominable reflejo de mi alma. ¡Es el summum vivir con esta eterna juventud! ¿Cómo puede uno ir convirtiéndose en esto?. Con esas marcas en la cara, con esa falta de luz, con las manos con arrugas, esta imagen tan poco sensual. ¡Tan poderosa es nuestra alma para provocar estas vergüenzas! No podría haber vivido envejeciendo, no lo hubiera soportado, no hubiese podido ser lo suficientemente noble y digno como para templar los rasgos de mi vejez, quizás será por eso que he sido elegido.

Mariasi Cañizal

MARIE SKŁODOWSKA - CURIE (1867 – 1934)

19 de Abril de 1934 Querido diario, cada día que pasa tengo menos fuerzas para escribir, creo que mi vida está llegando a su fin, quizás sean las últimas páginas que recorra contigo. He vivido intensamente y me he dedicado a lo que más me ha apasionado en la vida, la investigación. Estoy satisfecha con el rumbo que tomaron mis días porque gracias a mis ansias de trabajo y a mi constancia, he conseguido mis deseos, que para una mujer de mi época han sido todo un triunfo. He demostrado que el análisis y la experimentación dan sus frutos, solo se necesita, interés por el conocimiento, constancia y curiosidad. Creo que el destino se hace día a día, y yo elegí en mi vida el estudio como base del conocimiento y despertar de la curiosidad. Ya desde pequeña sabía que la formación y la educación son fuentes de poder. Polonia tenía que seguir siendo un país libre, los rusos no sólo la invadieron sino que también quisieron hacer desaparecer de ella, su cultura y su lengua. Aprendí que la mejor arma para vencerlos era la educación del pueblo, cuánta verdad hay en todo esto. Me alegro de haber pertenecido a una familia cuyos padres nos guiaron por la senda del amor al estudio. Recuerdo a mi hermana Helena, cómo me escapaba con ella clandestinamente para estudiar, pues los rusos sólo querían un pueblo ignorante. Éramos niñas y nos gustaba jugar, pero dentro de nosotras existía la semilla creciente del saber y nuestra alma se dilataba de orgullo con el conocimiento. Vivimos con mucha escasez, eran malos tiempos para la familia, desde muy jóvenes hemos trabajado para aportar ayuda a casa. Una vida muy dura. La muerte de Zofía y de mamá hirieron tan hondo mi alma que dejé de creer en la religión católica, tan arraigada a nuestra cultura, ya no creía en milagros, ni en rezos, ni en monsergas; me hice agnóstica y la ciencia me curtió hondo. Hoy recuerdo, con gran claridad, sucesos de mi vida que viví con gran ilusión y pasión. Como todo en la vida, no hay nada en ella que suceda por casualidad, como no fue por casualidad conocer a mi marido, Pierre, tan adorable y querido por mí. Fueron los mejores años de mi vida; gracias a los dos, conseguimos llegar a nuestros propósitos científicos; esto no hubiera pasado si hubiera tenido otra pareja. La física, las matemáticas, así como todos mis conocimientos y experiencias, me han hecho reflexionar sobre el porqué he llegado hasta aquí. Pierre, tú has sido mi pareja ideal, mi amante, amigo, compañero, padre de mis hijas y alma gemela en mi afán por llegar al final de las cosas, todo contigo ha sido física y química. Mi querido Pierre, cuántas largas e infatigables noches hemos estado encerrados en ese frío cobertizo, donde el paso de las horas acortaba el tiempo consumiéndolo, como también nos consumía, como hijos crueles de nuestra creación,

aquellos contradictorios elementos reactivos. Pero nuestro objetivo era descubrir algo beneficioso para la humanidad, algo que ayudara a la ciencia a avanzar creando nuevas tecnologías que ayudaran al hombre a convivir con la naturaleza, aprovechando respetuosamente de ella, lo que le ofrecía. Pobre Pierre, qué muerte tan absurda te alejó de mí en la primavera de 1906, nunca he comprendido la razón de tu pérdida, tan despiadada, cruel y sin despedida. ¿Por qué ocurren estas cosas? Mi mente analítica ha querido encontrar una explicación a aquella tragedia; quizás fue tu continuo agotamiento el que te jugó una mala pasada e hizo que no vieras el carruaje. Hoy, 19 de abril de 1934, aniversario de tu muerte, querido Pierre, veo las cosas más nítidas, más cercanas. Parece una contradicción, pues al final de la vida me he quedado ciega y la fatiga consume mis días, pero quiero decirte a ti también, fiel diario, que he vivido según mis convicciones, no he sido víctima de la vanagloria recibida como fruto de mis descubrimientos, nada de todo eso cambió la esencia de mi ser. Pasaré a la historia, junto con mi marido, por el descubrimiento de la radioactividad, pero de la humanidad depende cómo utilizarla, mi misión en mi vida solo ha sido llegar hasta ella como aporte de un nuevo avance para la ciencia. Espero que mis nietos, biznietos y descendientes puedan estar orgullosos de mí, nunca he buscado la riqueza, ni el poder, solo el conocimiento y la lealtad a mi persona y al mundo. Adiós querido diario, hasta mañana, el cansancio me adormece. Buenas noches.

Nuria Navajas

PEPE LE PEW (ZORRINO) (1945)

1945

Querido diario, hoy conocí la gatita más bella de toda Francia. Al comienzo creí que era de mi especie, una franja blanca en su lomo me confundió, pero al tomarla en mis brazos descubrí la verdadera dimensión de su belleza. Ella también se enamoró al instante, lo noté cuando puso sus manos en mi pecho, que ya no volvió a latir como antes. Algo la distrajo porque en vez de besarme giró su rostro, y algo la separó de mí. Desde entonces doy brincos pensando en ella. La buscaré por toda Francia, por cielo, por mar, por desiertos (aunque tenga que abandonar mi país). Ella es todo para mí, nunca dejaré de conquistarla.

No importa cuánta desventaja te presente la vida, siempre hay que vivir corriendo tras los sueños, sin orgullo ni preocupaciones por el rechazo. De alguna manera refleja el sueño americano, pero con tinte de perseverancia. Convencido de que la gatita lo ama en silencio y "se hace la difícil", la toma en sus brazos y los besa con pasión. Zorrino, apestoso, insoportable, aun así sigue adelante.

Profe Ballán

JOHN COLTRANE (1926 - 1967)

Long Island

Lunes 7 de diciembre de 1964

Voy a hacer todo lo posible para ser digno de Ti, Señor. Todo está dispuesto. Bob ha reservado el estudio de Rudy para el miércoles a partir de las 8 de la tarde. Los muchachos ya están avisados. Tendré que salir de casa en la furgoneta a las 6 para recogerlos y que puedan llevar sus propios instrumentos. No voy a quedar con ellos hasta entonces. Prefiero no ensayar en estos días y que podamos llegar frescos, sin ideas preconcebidas que puedan interferir el libre fluir de la música. Deben pensar que es como una actuación más en un club cualquiera. Llevamos tocando juntos mucho tiempo y nos conocemos lo suficiente como para no ser necesario ningún ensayo previo. En realidad pienso que los cuatro años pasados no han sido más que un ensayo para lo que haremos el miércoles. Todos hechos de Uno... Todos hechos en Uno. Bendito sea Su nombre. No les he dicho nada aún sobre cómo he planificado la sesión, prefiero dar las instrucciones en el último momento. Sabrán perfectamente cómo seguir mis indicaciones. Más aún en esta ocasión, que no se trata de grabar unos temas escritos, sino de desarrollar unas estructuras básicas y dejarse ir juntos guiados por Él. Dios respira a través de nosotros por completo. Tan suavemente, que apenas lo sentimos. Sin embargo, lo es todo. Gracias a Dios. Él me guía en mi búsqueda fuera y dentro de mí. Picasso ha dicho que él no busca, encuentra. Yo no puedo hacer más que buscar. Cada nuevo descubrimiento me abre nuevos caminos de búsqueda y no puedo parar. He recorrido caminos musicales por otros lugares como India, España, África, sin haber estado en ellos, pero sintiéndome en ellos. Su propia música ha brotado en mí y desde mí ha vuelto hacia ellos. Ondas de pensamiento - olas de calor - todas las vibraciones, todos los caminos conducen a Dios. Gracias a Dios.

Creo que antes de exponer las armonías sobre las que tocar les leeré el poema que he escrito y que me ha de servir como línea argumental sobre la que desarrollar los temas melódicos. Estoy seguro de que compartirán conmigo todas y cada una de mis palabras y que ellas nos guiarán a través de la música para tratar de alcanzar juntos el supremo amor. JÚBILO – ELEGANCIA – EXALTACIÓN Todo de Dios. Gracias a Dios. Amén.

Luis Alfonso Martín Delgado

JOHN EDGAR HOOVER (1895 - 1972)

Mayo de 1972

No importa que vayan a quedar muchas en blanco, ésta será la última hoja del diario, es un lujo que ya no puedo mantener. Jamás me dejaré de desvestir y probar toda la lencería frente a Clyde. Es un juego que nos transporta a otro mundo, a otro universo, nos saca piadosamente, cada noche, de la cruda realidad. La colección de corsets, brassiers, culottes, medias con rayas, bragas con volados de encaje, soutiens, alimentarán nuestras fantasías más calientes. Reviviré cada noche el goce de sentir la seda en mi piel, de lucir panty girdles y hasta ese négligée rojo que adquirí por recomendación de Helen. Me despido, diario cómplice de travesuras; esos negros comunistas de mierda nunca podrán usarte en mi contra.

Mauricio Castello

DIEGO ARMANDO MARADONA (1960)

22 de junio de 1986 PELUSÓN OF HAND Querido diario: Hoy no pensava escribirte mas que nada por el cansancio las gambas estoy hecho pelota. Encima este calor no se banca, no se pude dormir. El narigon dise que tenemo que descansar que despues de hoy mas que nunca es a todo nada. No se que más poner. El sicologo me dijo que escriba lo que se me ocurra. No se. Que se yo. ¡Hice dos goles hoy! ……………………………………. Retomo me fui a hacer un sanguche de jamon y queso acá en Mejico no tienen mortadela y la concha de la lora con lo que me gusta. Le pedí a Claudia que me valla comprar. Bueno querido diario te sigo contando hoy hice dos goles. Del segundo no me acuerdo mucho a la carrera despues del pase de Enrique.

¡Que lindo gol! Cuando estava en Fiorito de pibe soñava con hacer uno así. Lo peor es que ahora no me acuerdo de nada. Del otro me acuerdo más. Me acuerdo perfecto: pero banca un cacho. ¡Para la mano querido diario! Ni mamado te cuento como le pegué a la talope justo antes de entrar. ¿Que mas puedo poner? ¡A si! Uno de los ingleses vino a batir cantina que el primero no valia. ¡Olivaaaaa getonaso!! Les ganamos 2 A 1 y que se la coman doblada que se la coman. ¡Vayan gilunes! ¡Traigalon al prinsipito aber si son tan pulenta¡¡

Horacio Petre

NELSON MANDELA (1918 - 2013)

10 de mayo de 1990

Hoy comienza un nuevo día. Este pueblo no se merece más sufrimiento. Perdonar y olvidar. Negros y blancos estamos destinados a entendernos. Estos veintisiete años de aislamiento y penalidades me han de servir de algo. He aprendido la lección. Estoy decidido a cambiar todo esto. No más violencia, no más sufrimiento inútil. Todos queremos en el fondo la paz. Los verdaderos hombres de paz sólo quieren eso. Blancos o negros. No quiero más discriminación. Este país ha de ser multicolor, un arcoíris, por encima de razas y credos. En este país todos cabemos. En este extremo de África, ha de comenzar aquí, en este continente, dónde ha habido tanto y tanto sufrimiento. No quiero, de nuevo más luchas. No quiero una guerra civil. No quiero más ojo por ojo. La historia de no acabar. No se vence con las armas. La victoria es el perdón, la educación y el reconocimiento.

Antonio Lendínez Milla

EL ASESINO DE JOSÉ LUIS CABEZAS

27 de Enero de 1997

Hoy comienzo este diario para dejar testimonio de un hecho: hace dos días mate a un hombre. Fue en la Argentina, en la costa, siquiera sé el nombre exacto del lugar, todos se parecen. No fue por dinero, no fue por placer. No lo conocía, casi fue por azar, aburrido, desde el jueves no paré de tener reuniones, salí a caminar el poco rato libre que tuve esa noche antes de tomar los vuelos que me trajeron aquí a casa. Me senté en un médano y amparado por la oscuridad miré calles iluminadas que había ante mí, seguía aburrido y me puse a jugar con el arma que me regaló Andy; le apuntaba a cosas o personas. Primero fue a un auto, después a gente en una ventana; hasta una mujer y su cochecito (recuerdo que me esforcé en poner en la mira al bebé). Y pensé que nada me impedía disparar; me asombraba y me asombra, cómo un simple hecho, el de empujar para atrás una palanca diminuta de metal, un acto mínimo, de una mecánica tan simple, pueda significar un evento de tanta trascendencia. En eso escuché una explosión y vi caer un hombre y recordé que una milésima de segundo antes lo había tomado como blanco. Yo le había disparado; mi dedo estaba apoyado contra el fondo del gatillo y podía oler la pólvora. No sentía nada en ese momento, No siento miedo. No siento culpa.

siento

nada

ahora.

Puedo asegurar que nada cambió en mí. Supongo que soy un asesino, o tal vez ya lo era antes de disparar. ¿Podemos ser asesinos por matar una vez? O más aún, ¿podemos ser asesinos sin matar a nadie? Yo creí no serlo pero parece que sí lo era. Fue un acto tan mundano para mí, tan vacío, que no creo volver a hacerlo, pero sólo por esta razón, como no volver a ver un film que no me divirtió. Quiero aclarar que no lo dejé tirado allí, la suerte puso también en mi camino a aquellos hombres que estaban vigilando algo y se acercaron al escuchar el ruido. Les pagué una pequeña fortuna, para que ocultasen el cuerpo; creo que por su forma de actuar estaban acostumbrados a la muerte o les resultaba tan liviana como a mí.

Escribo esto para ver si al leerlo en un papel, fuera de mi, toma otra entidad, tengo una tibia esperanza que haber asesinado a esa persona, en algĂşn momento, me importe algo o importe algo.

Cristian del Rosario

JORGE MARIO BERGOGLIO / PAPA FRANCISCO (1936)

28/7/2013

Estoy un poco cansado de tanto toletole. Me afeito, me empilcho, desayuno y salgo enseguida. Me espera un día movido pero no tengo miedo. Hace años que no tengo miedo pero es mucha gente y da un poco de "cosita". Me imagino que es lo que sentían Bottinelli o Gastoncito Fernández al salir a jugar con Quilmes esa última fecha del 97. Aunque vinieran bien debe dar "cosita". ¡Ese sí fue un buen año! Y pese a todo, más tranquilo que éste... Todo va a salir bien porque ayuda no me falta. Le tengo que pedir a los muchachos que me compren otra pasta de dientes. Esta es horrible. Quién me habrá metido en este quilombo... Sí, ya sé quién fue... Bueh, ya es hora. Una buena inspiración lo más honda que se pueda y ¡vamos! En el nombre del padre...

Federico Cahn Costa

MARÍA DE LOS REMEDIOS DE ESCALADA (1797 - 1823)

3 de febrero de 2014

Mañana lluviosa en Buenos Aires. Hace treinta y tres días que José y yo volvimos a este mundo. Dios nos envió para una gran misión en mi país. ¡Es todo tan distinto! Parece un libro de ciencia ficción. A los dos nos está costando esto de la tecnología. Nuestros tatara tatara nietos intentan enseñarnos. ¡Tienen una paciencia….! Todavía no pudimos disfrutar de una cena romántica. Si optáramos por un restaurante, José estaría firmando autógrafos y sacándose fotos todo el tiempo. Me encantaría visitar esos hermosos lugares de Palermo o de Puerto Madero. Pero, al menos por ahora, nos estamos quedando en casa. Su celular no para de sonar en los pocos minutos que dedica a la comida. ¡Insoportable! Tengo que reconocer que aunque nunca fui celosa, no puedo controlarme cuando leo los mensajes de las muchachas de los clubes de fans (¿se dice así?) en su muro del Facebook. ¡Cuánto más fácil era ser la esposa de alguien importante en el siglo XIX! Sin embargo, a pesar del sacrificio que estoy haciendo para adaptarme a esta nueva vida, me llena de orgullo ser la mujer de José. Antes también, pero ahora es diferente porque todo el mundo (todo el mundo, y no exagero) lo respeta y lo admira. Debo agradecer a Dios esta oportunidad.

María Guerra Alves

EPÍLOGO

Intenté ser Nerón y pensar qué carajo se le cruzó por el mate para quemar Roma. Después, lo pensé mejor (y por ahí fue un brote psicótico). Intenté ser en primera persona Mandela, El Che, Camilo, Caperucita - violada por el lobo-, Gala, Dalí, Eva, Perón, "la costurerita que dio el mal paso!", un gitano andaluz que amó a García Lorca en secreto, una Mata Hari que mostraba sus armas de seducción o traición… entre los muchos intentos, de pensar como... en primera persona. Debo confesar que en todos los casos (y más que no mencioné) se me ocurrieron barbaridades que jamás publicaría acá (me las guardo en mi memoria "selectiva"). Es muy bueno el hecho de pensar: "¿qué quiero escribir?". PERDÓN. ¡Me encanta SIEMPRE leerles!

Claudia Castañeda