DIALOGANDO CON MI ENEMIGO

Page 1

DIALOGANDO CON MI ENEMIGO


Ilustraci贸n de portada FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES Duelo a garrotazos (fragmento)


DIALOGANDO CON MI ENEMIGO


2


CONSIGNA DEL DOMINGO 23 / MAR / 2014

DIALOGANDO CON MI ENEMIGO Les propongo imaginar un diálogo con un enemigo, o alguien que Uds incluyan en esa categoría tan relativa. Ninguno de los lectores sabrá si es real, ficcionado o inspirado en la ficción. Debe ser un diálogo. No quiero contexto, no quiero introducción. Hay que oir mientras leemos. Ya nos enteraremos de lo que ambos quieran contarnos, ya sea por lo que dicen o por cómo lo dicen. No tiene que tener final o moraleja. No se enganchen en eso.... Enjoy. Buena semana, acá y allá, o donde quiera que estén los lipeños.

Silvina Scheiner

3


4


1

Daniela De La

¿POR QUÉ? Yo - ¿Por qué me decías que conmigo vivirías? ¿Por qué llenaste mi corazón para vaciarlo de un pinchazo y beber la sangre que caía entre mis manos? El - Porque creí que así sería. Porque consideré que algún día todo cambiaría. Porque creí que eras mi amada y que serías capas de limpiar mi alma. Yo - ¿Por qué me permitiste tocar el cielo y caer sin desvelo en una tumba indecorosa? El - Porque te tejí alas para volar pero olvidé el almohadón de plumas para atajarte en la caída. Yo - ¿Por qué sanaste huecos, curaste heridas, rompiste mi coraza y te adentraste en mis sentimientos si ahora me dejas? El - Porque al verte helada, quise calentar tu corazón. Porque verte vulnerable alegra mis entrañas. Porque la luna sin la oscuridad de la noche no puede brillar. Yo - ¿Por qué entonces, ahora te marchas y dejas este invierno frío congelando mis huesos? El - Porque te curé, porque te di vida y sentimientos, porque conmigo renaciste y aprendiste a brillar. Porque gracias a mí acariciaste el cielo. Porque conmigo te desvelaste. Porque ya no me necesitas. Yo - ¿Por qué entonces mis lágrimas se caen por mis mejillas? El - Porque toqué tu corazón. Porque me extrañarás y pensarás en mí, porque tus noches y días serán largos. Porque no verás el sol y el invierno será eterno. Porque creerás despertar y te sentirás muerta. Porque reirás y estarás vacía. Porque todo te hará recordar a mí. Pero recuerda, cuando el reloj marque las 12, me habrás superado. Pensarás en mí como si fuese un viejo fantasma y continuarás tu vida. Habrás aprendido del dolor que te causé y evitarás repetirlo. Entonces, algún día, encontrarás a ese que te corresponderá. El arco iris reaparecerá en tu vida y serás sentimiento y racionalidad. Ese día, sólo ese día, podrás perdonarme.

5


2

Carmen Navajas Rodríguez de Mondelo

- Buenas tardes. - Buenas. - ¿Es usted Azrael? - Sí, ¿en qué puedo ayudarle? - Acabo de recibir una carta certificada firmada por usted, en la que me insta a presentarme en un plazo de veinte días. - Así es, ¿sabe ya su destino? - Depende. - ¿De qué depende? - Ya se lo dije a su jefe. - Vaya, no sabía nada. - Es mi operación de nariz. - Lo sabía, es usted un farsante. - Me contagié en la sauna. - ¿Leyó detenidamente el manual de instrucciones? - No lo vi necesario. - ¿Fue directo a la puerta? - Sí, de hecho me comí un trozo. - Es usted un sinvergüenza. - Sí, lo sé, mi mujer también me lo dice. - ¿Dejó algún rastro? - ¿Es usted imbécil?

6


- Por cierto, ¿su mujer también se opera? - No, ella prefiere sumergirse. - ¿Lleva calcetines blancos? - Soy más de medias negras. - Cómprese un par. También tiene que raparse de inmediato. - Tengo una costra en el cuero cabelludo. - Tendré que radiarlo. - Prefiero la silla. - Imposible, tenemos la silla rota. - ¿Cree posible una inmersión? - No, no cumple los requisitos. - Entonces, anularé mi operación de nariz. - Con esa nariz no funciona la inmersión. - No sé. Me siento joven, me gusta la vida aquí. - Lo siento, tiene de plazo veinte días. - Me conformaré con la radiación pues. - Así es mejor, confíe en mí, su efecto es inmediato.

7


3

Roberta Garibotti

ME COMPRÉ UNA BOMBACHAS NUEVAS Alejandra: Te pido por favor que no me envíes más mensajitos, ya se me pasó. No te creo más. "Que nos vamos a ir a Punta juntos, que te espere", me verseabas...Quedé acalambrada esperándote; en la puerta del cine, en la entrada del spa, adentro de tu auto, aquella tarde que se suponía bajabas con tus cosas. ¡Cagón! Eso es lo que sos. Marcos: No tuviste paciencia, no podía dejarla de un día para otro. Perder mi imperio...No entendés que la mina quería todo, todo lo que construí estos últimos años con mi esfuerzo. Alejandra: Mentiroso, timador ¿dónde está tu castillo? Alquilás un departamento en Las Cañitas, te están por embargar. Nunca te vi jugar al polo. Sos de lo peor. Y yo... ¡qué tarada ! ¡cómo te creí! Marcos : Dame una chance mi amor. Siempre te dije que eras el amor de mi vida. Alejandra: ¡Ésta! Antes de volver con vos, voy a la frontera con Bolivia a traficar droga, me drogo, y me pongo un cartel que diga retirada del sexo. Marcos: No seas así, ya estoy divorciado, libre, podemos querernos a plena luz del día. Alejandra: A oscuras eras pésimo, ¡malísimo! Jamás me llevaste a un buen hotel. "Que no tenías la tarjeta, que te olvidaste la billetera en la oficina" excusas, farsas... ¡Qué estúpida! Te acordás de todas las veces que pagué yo. Me dabas el sueldo en el estudio y yo retiraba unos mangos del sobre para pagar por tus pobrísimas artes en materia amorosa. Mirá que te adoré. Gordo, pelado, con la corona de la paleta derecha amarronada por el faso. No me importaba nada. Y vos decías que yo tenía poca teta, mucho traste... Mirate, mirate por favor en un espejo. Fuiste un capricho absurdo en mi vida. Marcos: Eras muy absorbente, me llamabas a cada rato, me volvías loco, te obsesionabas cuando iba de vacaciones con mi familia. Alejandra: ¡Cómo no me iba a obsesionar! Vos me ilusionabas con viajes juntos, paseos en barco. Nunca vi ni una foto de ese barco. Mendigué tu

8


cariño. Ves, eso no me lo perdono. Suplicarle a un tipo como vos, un poco de amor, una llamada, un mail... No dormía esperando que suene el celular. Lo estrellaba contra la pared cuando era una promo de Claro, y no vos. Lloraba y prometía apartarme, alejarme. Pero eras como una adicción, una perversa adicción a hacerme mal, a perder autoestima. Me compré bombachas nuevas, que ni siquiera estrené.

9


4

Cristian del Rosario

DIALOGO SOBRE EL ODIO - Sabes por qué somos enemigos, ¿no? ¿Te queda claro? - Porque Ud. odia todo lo que represento. - Estás equivocado, somos enemigos porque a vos te convencieron que tenemos que serlo y lo hicieron bien. En cambio a mí, no me convenció nadie, yo, sin dudarlo y de poder hacerlo, te mataría, como hice con otros como vos y mataría a tus hijos, porque al dejarlos vivos, sólo estaría creando a mis futuros verdugos. Te doy un consejo, si querés hacer las cosas bien, vos tendrías que matar a mis hijos... - Ve, somos diferentes, yo jamás mataría a sus hijos... yo, no los odio a ellos. - No te equivoques, yo nos los odio, pero de dejarlos vivos, ellos si lo harán conmigo y el ciclo se repetiría. Decime, pensá un poco, ¿por qué me odias? - Ud. quiere acabar con nuestro movimiento, que cuestiona sus supuestos valores... su moral, su vida burguesa; yo, nosotros, creemos en un estado más justo de las cosas, donde no exista un grupo con privilegios que explote a los más pobres, que abuse de los que no pueden defenderse. - Pobre pibe, te la vendieron bien, vos crees que vas acabar con la injusticia social, matando a un milico como yo, ¿vos? un chico universitario que en su puta vida vio un pobre y porque tomó sol 2 meses en Cuba, disparando a latas, se cree el nuevo Che Guevara… estás más jodido de lo que pensás. - No me venga con su discurso de... - No, para nada, te digo más, Vos tenés que agradecerme que yo exista. - ¿Ah, sí?... ¿cómo es eso?... - Te explico, yo soy un ser, digamos "siniestro"... yo mando a matar pelotudos como vos, porque de dejarlos hacer lo que quieren me cagan la vida: van a cagarme el cargo, el poder que tengo, mis hijas y mi mujer no van a poder viajar a Punta del Este todos los años, ni cenas en el Círculo Militar, ni fines de semana en la casa de Carilo, ni guita en la financiera, ni autos 0 km; en fin, me cagas la buena vida que llevo... mi vida burguesa, como dijiste, pero te aclaro que, aún matándome, no

10


eliminas eso, en mi caso, solo le aseguras a mi familia la pensión y a mí me haces quedar como un héroe. Acordate lo que dijiste, qué paradoja, haces todo esto por los que no pueden defenderse... como yo ahora ¿no? - Es distinto... - Shhh… tenés razón, me fui por las ramas... pero, tenemos tiempo, hasta las 6,¿no?; a esa hora te dijeron que me ejecutes, bueno, dejame seguir, te cuento, además de tipos como yo, hay otros, distintos a mí en la fuerza, más pendejos, que, como vos, están convencidos que son la salvación de la nación, en su caso, la reserva contra el comunismo ateo y apátrida, pibitos de 22, 23 años igual que vos, que son capaces de dar la vida porque creen que ellos van a salvar al pueblo. Te aclaro, al mismo pueblo con el que vos te llenas la boca. Mirá qué cosa, ese mismo pueblo, que vos querés salvar, y que ayudabas con esas boludeces en las villas, a los pibitos nuestros, los saludan como héroes al costado de la ruta cuando van a Tucumán. Te repito, estás jodido, con esos pibitos se te va a fruncir el culo dispararles porque, sabelo, son igual que vos y si los escuchas dicen lo mismo que vos, no se diferencian en casi nada, hasta se odian igual. Así que te repito, vos tenés que agradecerme que te tocó matarme a mí, soy el estereotipo de lo que odias, así vas a poder dormir por las noches. - Está equivocado, el pueblo cuando lo liberes de la explotación se va a dar cuenta de... - El pueblo, pibe... sí, vos le das de comer un poco de asado, cada tanto, le aseguras la guita del banco y le haces ganar un mundial de futbol… les importa tres carajos vos, yo y la lucha de clases. Otra cosa... tus jefes... saben esto que yo te digo y para seguir el circo, los hicieron volver a todos al pedo, a todos los payasos, ellos, se quedaron afuera. Al final del cuento, los hijos de puta como yo, vamos a quedar más o menos todos vivos... de los dos lados... pero los pelotudos como Vds, los pendejos... son los que menos van a sobrevivir, acordate lo que te digo, si quedas para verlo. - ¿Y que gana Ud. con decirme todo esto?... se saca la culpa de encima. - No, para nada, si bien soy un hijo de puta más, soy milico, tengo cierto honor, solo quiero que tengas el panorama claro cuando me metas la bala en la nuca y asegurarme que en ese momento el único que tenga vendado los ojos sea yo.

11


5

Caro Barba

MI PEOR ENEMIGO C - ¡No te tolero! O - No puedo evitarlo. C - Parece que lo hacés a propósito para que no pueda ver mi novela. O - No puedo evitarlo y en especial cuando llueve, me surge naturalmente. C - Sos muy soberbia. O - Soy sincera y frontal. C - Quiero que te vayas ya mismo. O - Tranquilizate porque no se puede hacer nada. C - ¡Callate! Y encima no encuentro las velas. O - Tendrías que tenerlas a mano… C - ¡No quiero escucharte! O - No te vayas a caer por favor que no quiero que me hagas responsable de tu caída también. C - Si al menos me avisaras cuando vas a venir…pero no, es mejor caer de sorpresa, ¿no? Esto es increíble… O - ¿Estás algo nerviosa o me parece a mí? C - ¿Y además tengo que escucharte? O - No te quejes que no vengo tan seguido. C - Caen dos gotas y te tengo pegada a mí. O - Por ahí no vayas, te lo advertí. C - No te escuuuucho, no te escuuuucho… O - Por ahí no… C- Ayyyyyyyyyy…

12


6

Claudia Castañeda

DURMIENDO CON LA ENEMIGA Yo - Cuando apareciste en mi vida, medio que no me avivé. Aunque ahora que lo pienso, hacías que la cabeza me explote. Ella - En realidad, te dejé otras señales, Clau… a veces solés ser medio boluda, eh! Yo - Puede ser. Igual eso no te hace tan vivaracha, querida. Sinceramente, no creo que tengas demasiados amigos. De hacer que tenga ataques de pánico por tu culpa, pasé por mi culpa de prender un cigarrillo a la lástima por vos… ¡sí sí, lástima! Ella - ¡Me hacés reír mucho! Te hacés la mina fuerte y sabés muy bien que cuando yo lo decida te digo “basta, nena”. ¡No me provoques, Clau, eh! Yo - No creo que puedas vencerme con esa sensación tremenda que, a veces, me provocás: no despertar al día siguiente, por tu influencia, es uno de tus recursos parecidos a un puñal por la espalda. Sos la “muerte lenta”. Pavada de apodo y de nombre te tocó en esta vida, señorita con nombre compuesto (Hiper Tensión) y con doble apellido de música, escultura, literatura, arquitectura, pintura, etc. más apellido de conductor patético y amarillista (Arte Rial).

13


7

Mariangeles Soules

- Nunca creí que iba a atreverme a decirte esto, pero en verdad te odio, te odio con todos mis sentidos, no hay lugar en mi corazón donde pueda siquiera caber un poco de perdón hacia tu persona. - La verdad que me da lo mismo, jamás te quise, no en realidad jamás te soporté. - No necesito que me lo recalques porque cada recuerdo que tengo vivido en tu compañía solo me trae dolor, miedo, desesperación y odio, si mucho odio. - ¡Ja, ja, ja! me divierte todo ese odio que expresas porque es mi perfecta venganza de lo que tuve que pasar por soportar tu presencia en mi vida desde el mismísimo maldito día en que te conocí. - En mi cabeza da vueltas y vueltas y no entiendo que fue lo que mi pobre padre vió en ti para enamorarse de ese modo tan egoísta que lo llevó a despreciar a sus propios hijos. - Nunca te pusiste a pensar que lo que despreciaba tu padre no era a sus hijos sino lo que ustedes representaban recordándole a la basura de tu madre. - No, no, como podés hablar así de mi madre, si ella estuviese viva jamás hubiésemos pasado por tanto dolor en nuestra niñez, no voy a permitírtelo, si es necesario matarte para que cierres la boca antes de hablar mal de mi madre lo haré y sin remordimientos, puede que así aplaque todo este rencor que siento por ti . - ¡Ah! Tu pobre madre, sí esa misma “atorranta” que se fue con un viajante dejándolos abandonados a vos y a los mellizos, a ésa es a la que tanto defendés, a esa sinvergüenza que seguramente nunca los quiso y por eso se fue con el primero que se lo propuso, de esa madre me estás hablando. Mirá querida que yo pude haber tenido muchos errores, pude haber sido dura al educarlos, pude haberlos castigado demás, si es eso lo que me reprochas, pero sabélo muy bien, que con todo eso y con todo lo que me molestaban los tres fui mejor madre que la que te parió. - Como podes decir eso si mi madre murió cuando los mellizos tenían apenas un año, voy a matarte, te juro que antes que mis pobres hermanos sepan las calumnias que estás diciendo de mi madre, voy a matarte.

14


- A esta altura de mi vida no me importa si me matas o si me muero de vieja, pasé mi puta vida criando los hijos de un viejo resentido, celoso, sucio y ustedes nunca apreciaron lo que yo hacía por la familia, pero algún día te lo tenía que decir, porque ya no podía seguir con esta verdad atragantada y sintiendo tanto desagradecimiento de parte de todos, incluso de ese viejo avaro que se acaba de morir y que sabemos estaba lleno de dinero y siempre nos hizo pasar todo tipo de necesidades. Si, te lo tenía que decir, TU SANTA MADRE ESTÁ VIVA y a ustedes los abandonó y sabé más, tiene otros hijos con el hombre que se escapó, sí, sí, no me mires así, tenés dos hermanos que no conoces y a los que la santa de tu madre crió con todo amor. Así que si querés odiar a alguien debería ser a ella y no a mí, y al mentiroso de tu padre que para no sentirse cornudo se inventó una falsa viudez. - Calláte, calláte o te mato, en serio. - Matáme si querés, pero ves este papel, acá tenés la dirección y el teléfono de tu madre, tu padre me lo dio unos minutos antes de morir.

15


8

Cecilia G贸mez Nale

I - 隆Te odio! - Yo tampoco.

16


9

María Gabriela Failletaz

- No voy a dejarte en paz. No vas a disfrutar tu libertad ni tu nueva vida. Voy a ser tu sombra. Un fantasma. No voy a permitir que seas feliz. Me voy a mudar a tu barrio y si puedo, a la misma cuadra. Cada vez que salgas a la calle vas a ver mi auto ahí estacionado. Vas a respirar el aire viciado que exhalo. Nos vamos a encontrar hasta en el chino y te voy a sonreír, así no se te borra esta sonrisa que tanto amabas. - Te voy a denunciar por acoso. ¡Psicópata! - Vas a pagar por ese egoísmo sin límites, por tu vanidad y omnipotencia, por tu incapacidad de dar afecto y por la deslealtad y la traición me dejó así, en ruinas. - ¡Sos un montruo! Te mueve un rencor implacable. - Sí. Me hundo en su fango pero te arrastro conmigo. Me aseguro de que estén bien sujetos nuestros lazos. Los que nos unían hasta la eternidad ¿te acordás? Mi nueva pareja... ¿sabes cómo se llama? Venganza. La acaricio, la alimento. Pasamos juntos noches enteras, insomnes, ideando formas de estar cerca tuyo. Somos obsesivamente tercos e ingeniosos. Tal para cual. - Ya vas a pagar por esto. Todo llega. Te odio. - Yo te amo... mi vida.

17


10

Cecilia Mosto

UN DIALOGO ASIMETRICO CON EL ENEMIGO Llegó un rato antes a la terminal y allí estaba parada cuando se atravesó frente a ella, surgiendo desde algún lado, ese tipo de mujer adulta que la sobresaltaba. Llevaba, queriendo perderlo y a los tirones a su pequeñísimo hijo que sin emitir el menor quejido trataba de correr manteniendo el paso. Su pelo taza se sacudía y su mano húmeda, contrariamente a lo que cualquiera podría suponer se aferraban a ese brazo que solo irradiaba tensión. Se aferraba a ese brazo porque, lamentablemente, era la parte del mundo que lo quería… era lo bueno. Y se aferraba con la temprana intuición de depender desde lo precario a un lastimoso vínculo. Esa imagen la transportó a su nada tierna infancia. Después de 50 años seguía escuchando la desesperación del encierro en su casa paterna. La desilusión permanente. El miedo. Los pasos. Los golpes. Los gritos. La oscuridad. La mano en la oreja. En el pelo. En el cuerpo. Todavía sentía en la piel la profunda tristeza que le producía ver tan llena de odio a su madre. Verla furiosa y estar en el medio de esa furia. Cuántos años buceando para extirpar el vector que provocaba tanto rencor. Pero entonces, sólo atinaba a ofrecerse incondicional y permanente. Se le ofrecía para conformarla. Y como siempre cuando eso era imposible se ofrecía para ser golpeada durante ese orgasmo de violencia. Entonces de forma inexorable el descontrol se anunciaba y sobrevenía el temor al dolor, que esa madre que era todo lo bueno de este mundo le proporcionaba. Escuchó el llamado de salida de su micro a Bahía Blanca y se sobresaltó, asombrándose de lo lejos, bien lejos que estaba todo aquello.

18


11

Liliana Lewinski

- ¡Fuera de aquí... foráneo... extranjero! - ¡Vete tú... extraño... advenedizo! - ¡Mis padres estaban aquí, desde añares, cuando nací y aquí mismo me crié! - A mis tíos, las autoridades de este lugar les abrieron las puertas y así... nos quedamos... Los míos estaban aquí por acuerdo formal. - Los míos, por servicios ofrecidos, realizados, comprobados y retribuidos con honores. - ¡Lo estatuido por leyes y decretos... por encima de las prebendas! - La cultura del trabajo... - La cultura... ¡y listo! - ¡Habrá combate! - ¡Te venceré! - Convoco, en mi apoyo, a mis antepasados. - Te acompañarán en tu entierro... - Las víctimas que cobraré te harán llorar... - ¡Mío es este sitio! - ¡Mío es este mundo! - ¡Vete! - ¡Márchate! - ¡Miau! - ¡Guau!

19


12

Antonio Lendínez Milla

DIÁLOGO - Estoy cansado de ese buenismo que no reconoce la parte de horrendo. Se te va la fuerza por la boca, actúa y calla. No dirás que no te doy buenos consejos. - Tengo que cambiar. Sí, de continuo me dices eso. - Salta al ruedo ya y deja de remirar tanto. Deja de ser perfecto. Haz y comienza a andar. Equivócate, mete la pata. Levántate y anda. Qué más da. Dices de no juzgar, de continuo estás haciéndolo. Calificas, defines, declaras bueno o malo. Pero, ¿quién te crees tú que eres para actuar así? - Sí, un Santo de Palo es lo que soy. - Si, querido, que vas de eso. Quítate ya el disfraz. Esa careta que te enmascara. Resalta de una vez ese sujeto. - He de comprehender eso, no te falta razón. He de responder aprendiendo a decir no. Lo haré, no te quede la menor duda. - Pues, amigo, ya estás perdiendo tiempo. A ver va la vida pensando. Actúa ya. Pensar de nada ahora, estar recordando en el pasado, o estar allá. Está dónde tienes que estar, en el aquí y lugar.

cuándo te decides. Se te sirve. Pensar es no vivir en el muy incierto más ahora, presente en este

- Lo estoy haciendo poco a poco. Por favor, no insistas otra vez más. - Estás perdiendo el tiempo. - Noto que voy avanzando, es un camino largo, me está costando la vida solucionar eso. - Amigo.., Sí, así te va a pasar como no te decidas. Pero, ¡ya!, ahora mismo. Decidirse es un instante, no es una cuestión de tiempo. Hace tiempo que lo has visto, pero no te mueves. ¡Actúa! - Tienes razón. - Si, continuamente la duda, nada es perfecto. Déjate de perfeccionismos. Siempre me dices lo mismo. Pero, te quedas quieto.

20


- No sĂŠ si eres mi enemigo. Pero me pones en el sitio dĂłnde debo de estar. Y, nunca estuve en mi lugar, lo admito. Cuando no nos matamos, concluyo, nos necesitamos. No podrĂ­amos vivir sin ver nuestra sombra e integrarla. Para vivir en este mundo se necesita entender los dos extremos.

21


13

Paula Ancery

- ¿Otra vez perdiste las chapitas de poner los espirales? ¡Me están morfando los mosquitos! - Yo no perdí nada, hace meses que no vengo por acá… Mirá, acá hay una… - ¡Con una no hacemos nada! - Pá, no tengo tiempo, vine por un ratito a avisarte algo… - ¡Esperá, que va a seguir haciendo calor y hay que prender cuatro espirales! ¡Ahora en cada caja vienen solamente dos chapitas! ¿Qué carajo hicieron con las chapitas que ya teníamos? - Dejá, acá hay otra más… Pá, tengo que contarte algo importante de veras. - ¿¡Qué hiciste!? - Tomé Stalingrado. - ¿Qué? - Stalingrado. Tomé Stalingrado. Bah, ahora se llama Volgogrado. - Y claro que se llama Volgogrado ahora, por eso no te entendía. Cuando me dijiste Stalingrado pensé que era la marca de alguna bebida… ¿Y vos tomaste Stalingrado? - Sí. - ¿Vos? - Sí, yo. Bueno, yo con una tropa de más de setecientos mil hombres. Y mujeres. - Pará, pará, ¿la misma Stalingrado que no pudieron conservar los nazis? - Sep. - Mierda con el calentamiento global.

22


- ¿Qué tiene que v…? - O serán los equipamientos ésos nuevos que hay ahora. Telas sintéticas termoaislantes, algo así seguro que tenías. - Tenemos, sí. - Claro, el frío de Rusia ya no es lo que era. Y la industria de la indumentaria tampoco. - Obvio. Y la industria armamentística tampoco. Ni la logística para no quedarnos sin víveres ni armamentos. Ni la gente… Justo una de las cosas que te quería contar es que hizo su debut la Primera Compañía de Paracaidistas Menopáusicas del Plata, popularmente conocidas como “las acaloradas”. Fue una incorporación muy interesante que hicimos con los rusos. Ellas se tiraban en paracaídas así como venían, en pantuflas y camisón de plush; cuando llegaban al suelo, arrancaban pedazos de hielo con las uñas y se los revoleaban al enemigo. Más certeras que los misiles. Después, obligaban a los prisioneros a que las apantallaran… Ahora para la próxima se van a empezar a tirar las menopáusicas rusas también, que son grandotas. Yo no entiendo cómo a nadie se le había ocurrid… - ¿Napoleón no sitió Stalingrado, o como carajos se llamara en esa época? - No, Napoleón tomó Moscú, pero también tuvo que salir rajando… - Cierto: Moscú. Y vos, ¿no tomaste Moscú? - No, pá, ¡yo recién voy por Stalingrado! - ¿Tenés Stalingrado controlada en este momento? - ¡Sí, vine para avisarte eso! - ¿Y el Ejército Rojo qué hace? ¿Se caga de risa? - Yo estoy al frente del Ejército Rojo, pá... - ¿Vos? ¿Tipo Juana de Arco? - Espero que el desenlace sea un poco mejor… - Siempre te gustó hacerte la sacrificada, a vos…

23


- ¡No, no me gusta! Escuchame: tomé Stalingrado. El ejército me responde y el pueblo me vitorea. Hasta aprendieron a cantar “olé, olé, olé, olé”, como hacen acá con el fútbol, y lo terminan con “Pasha, Pasha”, que es como si dijeran Paulita en ruso. - No empecés con tus cosas de la literatura. - ¿Qué literatura? Hasta conseguí que no me declinaran el apellido, porque en ruso los nombres y los apellidos flexionan para indicar el género, como las tenistas. Pero a mí me quedó Ancery, igual que en nuestro alfabeto. Nuestro apellido va a pasar a la histor… - ¿Qué es flexionar? No entiendo cuando me salís con esas cosas de los sustantivos. - ¿Qué sustantivos? ¡TE ESTOY DICIENDO QUE TOMÉ STALINGRADO! ¡No me va a pasar dos veces en la vida! ¡No pasa dos veces en la vida de nadie! ¡NI SIQUIERA UNA SOLA VEZ! - Y justamente, ¿te va a pasar a vos? - No me va a pasar, me pasa. No me pasa, ¡LO HICE! - Paula, yo no puedo hablar con vos. No sé por qué, pero no puedo hablar con vos. A ver, reflexioná. Pensá un poco lo que vas a decir, antes de hablar. El ejército alemán habrá durado seis meses en Stalingrado. En Leningrado duraron todavía menos. Vos, ¿cuánto hace que estás en Volgogrado? - Un mes. Y todavía me sentía culpable por no haber venido antes para avisarte. - Un mes. Todo muy lindo, el mes de la euforia, el mes que sube la espuma. Pero pensá lo que va a ser en lo más crudo del invierno. - LO MÁS CRUDO DEL INVIERNO YA PASÓ, ¿no te conté el exitazo de las menopáusicas? - ¿Y te pensás que no va a haber otro invierno? - Sí, va a haber, pero para ese entonces espero no estar en Volgogrado. La campaña sigue con un itinerario que, como entenderás, no te puedo revelar… - A mí no me vengas con “la campaña” como si fueras Patton, ni me digas lo que yo entiendo o no entiendo. Si no sabés explicar lo que te pasa de un modo racional y sin dar vueltas, eso es harina de otro

24


costal. Primero me salís con las cosas de la ortografía, y me venís con el tenis que no sé qué carajo tiene que ver, y ahora con la estrategia. Mezclás todo, y lo hacés que parezca difícil para que no se te pueda discutir nada. Lo que yo entiendo, yo te voy a decir qué entiendo: que ahora que Putin está debilitado, es muy fácil aliarse con Obama y… - ¿VOS INSINUÁS QUE YO ESTOY ALIADA CON OBAMA? - A las pruebas me remito. - ¿QUÉ PRUEBAS? - Toda la música que escuchabas cuando eras chica, todos los programas de televisión, todas las películas que veías, todo yanqui. Vos y tu hermana, las dos igual. - ¿¡Y vos no mirabas “Combate”, y toda esa mierda de…? Mirá, yo con vos no hablo, no sé con quién podés hablar vos. Me vitorean en ruso al pie de la estatua de la Madre Patria, y tengo que venir acá a escuchar que me trates de imperialista. Yo a los rusos los estoy a-yu-dan-do, sabelo. Toda tu vida te la pasaste hablando de la masa y de la plusvalía, y de la puta madre que lo parió, para insultar a tu hija el día que..., como si los rusos no fueran imperialistas. Como si hubiéramos logrado tomar Stalingrado solamente porque estábamos bien abrigados. Tenés razón, mirá, tenés razón. - ¿Qué? ¿Ya te ofendiste? - SÍ. Me vuelvo a mi patria adoptiva. - Pasá por el chino antes y comprá una caja de espirales, así consigo dos chapitas más. Pará que te doy la plata. - ¡Sostenelos con un broche de colgar la ropa! (¡SLAM!) - (Solo:) Ésta no cambia más. Nunca se le puede decir nada que no sea lo que ella pretende escuchar… ¿Y yo qué sé dónde están los broches?

25


14

Guillermina Silva D Herbil

Yo

Te odio...

El

Mmmm...

Yo ¿Por qué tengo que vivir así, sintiendo que no soy nadie, que a nadie le hago falta…? El

Aja...

Yo Te odio, porque haces que me rebaje. Porque haces que me deteste a mí misma por aceptar tanta humillación. El

Bué...

Yo Te odio porque por vos, dejé pasar mi vida casi sin vivirla, porque me olvidé de mis sueños, porque corrí siempre detrás tuyo... porque solo atendí tus necesidades. El

¡¡¡Nooooooo!!!

Yo ¡¡¡Te odio!!! porque postergué todos mis anhelos, porque no fuiste un trampolín para mi capacidad... porque me haces sentir una inútil. El

Pero... ¡¡¡mira lo que haces infeliz!!!

Yo ¡¡¡Cómo te odio!!! Me miro en el espejo y se me revuelve el estómago al ver en que me convertí... ¿no me ves? El Correte che, me tapas la pantalla... ¿no ves que van a patear un córner? Yo

26

¿Qué querés comer esta noche?


15

Ser Ros

- Mis fuerzas ya agotadas, expiran en un hálito doloroso, las heridas escurren torrentes de vida extraviándose… ¿por qué me matas? ¿qué significo yo para ser el centro de tal odio y feroz repulsión?... Hemos sido contrincantes, desde que memoria hemos adquirido, siempre enfrentados, jadeantes, y salvajemente agresivos, hemos confabulado engañando y envidiando para socavar las metas, el uno con el otro, siempre en pos de pintar de fracaso los actos de nuestro oponente. - ¿Por qué, te preguntas? tan inocente puede ser una persona, no reconoces en mis acciones un profundo odio por tu vida y la de los seres que te rodean. Lo que siento por ti es más que odio, es un placer inmenso por matarte, y sobre todo que lo hago de a poco, cuestión de prolongar tu sufrimiento. Por ello, mi combate silencioso hasta el día de hoy hace que se culmine mi objetivo de existencia, el hacerte desaparecer de la faz de la tierra y contigo todos tus insignificantes y absurdos logros. - No te comprendo, ¿qué es lo que deseas con esta victoria, cuál es tu motivo para tan aberrante cometido, qué ganas con ello, quién te ha enviado a aniquilarme? - Insensato, el motivo está en tus narices, el motivo eres tú mismo, por lo que representas, por tu alegría de vivir, por tu sentimientos y tus amores, por tu familia que te contiene y te quiere, por tu maravillosa mujer que te admira y te acompaña, quien no te merece, porque nunca diste el valor a quienes te rodean, y egoístamente has vivido, sin agradecerles el estar pendientes a tus necesidades alrededor tuyo. No mereces esta vida que se te ha dado, por ello yo te la quito, después de tantos años de incesante lucha borraré tus huellas de la faz de la tierra, para que no queden registros de tan abominable ser. - Por favor, piedad, ya no hay vuelta atrás, sólo te pido que me digas quién eres, de dónde vienes… ilumíname mis últimos momentos, por piedad, te lo suplico, por favor… - Eres despreciable, hasta en tu último aliento, no te has dado cuenta que tu lucha era infructuosa, pues conozco todas tus debilidades, y bajezas. Yo represento todo aquello que tú no quieres, y con este mandoble final, te confieso, soy Tú mismo, quien te hiere y quien te mata, y quien ha jugado en tu contra a lo largo de tu triste existencia.

27


16

María Guerra Alves

DIÁLOGO ENTRE DOS ENEMIGAS – ¿No te da vergüenza? – ¿Vergüenza de qué? – ¿Todavía lo preguntás? – Yo no hice nada. – Claro que no hiciste nada. Fui yo la que lo apoyó para que llegar a ser quien es ahora. – Él lo logró por sí mismo. – ¿Qué sabés? Si hace dos días que lo conocés. – Muchas veces la calidad del tiempo vale más que la cantidad. – ¡No me vengas con frases hechas! – Es una realidad. Tenés que admitirlo. – ¡Nena, a mí no me vas a decir qué tengo que hacer! – ¿Qué ganás con todo esto? – Abrirte los ojos, chiquita. Ya te va a tocar. La juventud se acaba. No me extrañaría que te deje por una de la mitad de tu edad. – Lo de ustedes ya estaba terminado cuando conocí a Luis. No rompí ninguna relación. – Yo quería volver. Si no hubieras aparecido vos, con esa carita de inocente… Estoy segura que lo hubiera reconquistado. – Hay daños que no se pueden reparar, por más voluntad que se tenga. – Estás equivocada. El tiempo me dará la razón. – Nunca te importó nada de él. No estabas a su lado, pero tampoco aceptaste jamás que él tenía derecho a volver a enamorarse.

28


– Ja, ja. ¿Vos te creés que él está con vos por algo más fuerte que una atracción física? – Eso que vos decís dura un par de meses. Y ya pasaron unos cuantos años… – Si sos feliz así, viviendo una mentira. – Nuestros sentimientos son de verdad. – ¡Parecés una adolescente! Y no lo digo por tu aspecto. Tenés unas pocas arrugas, pero las suficientes para mostrar que ya pasaste los cuarenta. – No estoy obsesionada por el paso del tiempo, como vos. – Yo simplemente me cuido. ¿Está mal? Claro, vos preferirías que me viera como una anciana. – Por mí sacate treinta años de encima. Con tratamientos, con cirugías, como quieras. No me afecta. Él me eligió a mí. Es lo único que cuenta. – Legalmente es mi marido. – Sí, claro, pero en la práctica soy su mujer. – Su amante, querrás decir. – No. Ninguno de los dos está engañando a nadie. – ¡Y te la das de católica! – Tengo la conciencia limpia. No dejé de ir a la iglesia por estar divorciada y tampoco voy a dejar de hacerlo ahora, por estar conviviendo con Luis. – No sos nadie para él. ¿Sabés que si se muere no te va a quedar ni una ínfima pensión? – Ya lo sé. – ¿Cuál es tu plan, entonces? – Nunca tuve ningún plan. – ¡Vamos!

29


– Pensá lo que quieras. – ¿Y si el dinero no viniera de Luis? – ¿Qué? ¡No te entiendo! – ¿Si yo te ofreciera una especie de sueldo de por vida, para que te alejaras de él? – ¡Estás totalmente loca! – Pensalo… – No tengo nada que pensar. – ¡Morite! – Y sí... Morir sería la única forma de desaparecer de la vida de Luis.

30


17

Gustavo Pedace

- Horrible encuentro a la luz de la luna, ¡orgulloso sabelotodo! - ¡Ahí estás! Quería verte. Lo del tiroteo en el colegio ese de Estados Unidos es de una hijaputez… vi un compacto del noticiero. - Sí, ya sé. Pero usted no se quedó atrás con su pontífice latinoamericano bonachón y revolucionario. Hoy me voltearon un obispo mío, el alemán de los lujos. No se hace… - Está haciendo bien las cosas. Tiene mucho para acomodar ahí, veníamos flojos en el funcionamiento de la casa matriz los últimos 100, 150 años. - Usted sabe que yo metí gente mía, comandos. - Si, lo sé, y también que vienen bastante bien con eso de la Iglesia Universal de los dedos del pie izquierdo, pero no les auguro mucho futuro. - Ahora que veo para allá, ya se lo dije, pero este lugar deberíamos reformarlo. Se cae a pedazos. - Yo ya te dije lo que me gustaría hacerle, pero tampoco pusiste mucho esmero. - Es que lo que propone sale caro, y usted insiste con que tenemos que pagar a medias, y yo no estoy de acuerdo. Con nada estoy de acuerdo. - Puedo estar de acuerdo en que es un no lugar, como se dice ahora, que no tenemos que generar falsas expectativas, ni buenas ni malas, pero tampoco los podemos hacer esperar en un lugar así. - Los que mandan acá, la mayoría digo, se viene conmigo, así que vuelvo a proponer lo que hablamos hace como 5000 años, unas mesas de ruleta por allá, unas chicas, merca… - No se puede hablar con vos. - No se puede hablar con usted. - Siempre termino mal, caliente, no te entiendo. - Y yo más, ¿sabe qué? Mire para abajo, ese avión malayo que acaba de despegar…

31


18

Mariasi Cañizal

- ¿Qué hacés acá Gutierrez? - Te tengo la frente, sino te vas a ir por el inodoro. - ¿Justo vos? ¿Y esta toalla? - Es para que no te manches la camisa idiota. Terminá de vomitar tranquilo y después me hablás, ¿querés? - ¿Me pusiste algo hijo de puta en mi copa? - ¡No! ¡De verdad, no! No te niego que tendría ganas a veces, pero esa no la pensé, che. No hubiese estado mal, eh... pero no, no se me ocurrió esta vez. Pero empecé a ver cómo sudabas frío, y que te tocabas la panza. Algo lo gozo, no te voy a negar, pero yo te necesito enterito. - Uhh, vos sos un enfermo… - No sé si enfermo, pero disfruto esta disputa con vos, ya forma parte de mis días, de mi vida. ¿Qué le voy a hacer? Es así. Mirá, lo disfruto más que cuando le gano, 6-5, 6-5, 6-5 a Monti, que se cree Federer el muy pelotudo. - ¡Ahh, vos está muy mal! - Nooo… Estoy en mi mejor momento, ¿no te digo? Vuelvo a casa con vos en mi cabeza, pensando en la última presentación que hiciste y pienso en cómo te la voy a superar con la mía. Es energizante en cierta forma. Me hace estar afilado, rápido, creativo, creo que sacás lo mejor de mí. - Correte, que me voy a lavar... Ya sé, ya sé que somos rivales y que hoy justo es el día en el que D´Alessandro nos va a ver intereactuar con los clientes de afuera y eso es clave. Pero ¿por qué me viste cuando me estaba sintiendo mal?... no lo entiendo… - ¡Porque estoy pendiente! Síiiii, estoy pendiente de vos. Sé todo de vos sorete, ¡todo! Lo que te ponés cada día, cuando estás nervioso porque vino la concheta de tu vieja y te trae problemas de cuentas de mierda que tienen en el exterior, cuando te traés algo bueno bajo el brazo, cuando te vas a ver con tu minita, cuando estás cagado por lo que yo vaya a presentar, hasta sé, y creo que no la pifio por mucho, cuando grachaste la noche anterior. - Ahh noo. ¡Estás mal en serio! ¿Todo eso me mirás? ¡Creo que nunca me pasó esto, por Dios! - Claaaaarooo. No, al señor nunca le pasó. Mirá, ya te digo, a mí me gusta, lo disfruto. Creo que te miro más a vos que a mi mujer... ¡pobre negrita! Ella que se me pone bien atorrantona a veces, como me gusta a mí, y yo vengo embalado con vos, en planear el día de mañana y ni bola

32


que le paso ¡pobre negra!, no se lo merece, es verdad. Tengo una mujer que es una joyita… y bue, es un tiempo… Los viernes me relajo... sí, sí, los viernes y el sábado, síi, ahí me tiene todo para ella, descanso, y bueno sorete, tengo que descansar de vos algunos días ¿no? Síii… - A ver ¿y qué más tenés en cuenta, genio? - ¡Uff, muchas cosas! Ahora por ejemplo, enderezate así, bien la corbatita, ésta tan linda y cara que te pusiste hoy que venía D´Alessandro, arreglate el pelito que se te ve algo desalineado y salgamos por favor. Que te necesito ahí afuera como el mejor y bien arriba. Porque a mí me gusta este desafío, pero contra alguien entero y bueno, bueno, porque yo soy el mejor y me gusta demostrarlo.

33


19

Jorge Pailhé

- Ah… ¡usted! - ¿Cómo le va, presidente? Últimamente lo noto un poco distante. - Doctor, no se haga el desentendido ¿quiere? - No, todo lo contrario. Estoy esperando una señal suya, un gesto… - No espere más. Me parece que está claro que yo soy el presidente, y el pueblo me reconoce ¿o usted no se dio cuenta? - Presidente, le voy a pedir que al menos no me falte el respeto… ¿Cómo no me voy a dar cuenta? Pero uno tiene códigos y cree que los demás debieran tenerlos también… - Todos sabemos que usted eligió en mí al mal menor ¡déjese de joder! - Usted sacó la cabeza en la campaña cuando anunció a mi ministro de economía… - Sí, es verdad. Pero yo hice bajar el cuadro, derogué las leyes del perdón, estoy intentado la transversalidad… acá usted no tiene lugar. - Todavía puede corregir el rumbo: mire que los barones del conurbano son jodidos; manejan territorio y plata. - No estoy dispuesto a transar… - Piénselo, presidente… - ¿Me está amenazando? - ¿Acaso usted a mí no? - Doctor, esta charla ya está agotada. Le voy a dar la mano con el respeto que se merece su investidura y le voy a desear suerte. Siga su camino. - ¡No sea hipócrita, presidente! Usted sabe que si a mí me va a ir bien, a usted le va a ir mal. - Adiós, doctor. - Me extraña, presidente, en política no se dice adiós, por las dudas… - Adiós, doctor.

34


20

Dicky Schefer

- Te invité a que hablemos aquí en el bar, fuera de la empresa, porque quiero que esta conversación sea informal. - ¿Qué pasó? - Te lo voy a decir lo más suavemente posible: que soy tu supervisor y me estás serruchando el piso con el directorio, y si lo seguís haciendo, te hago echar, y después te agarro a trompadas. - En primer lugar admití que me rompí el lomo trabajando bien y nunca me reconociste nada. Todos los méritos te los adjudicaste vos frente al directorio: clientes nuevos, mejores márgenes, posicionar la marca... vos no me dejás avanzar. - Y vos te aprovechás porque bien sabés que entraste gracias a tus contactos con el directorio. De manera que o parás de serrucharme el piso o te hago pelota. ¿Está claro? - ¡No! Yo voy a seguir hasta que tenga tu puesto, porque soy mejor que vos para la firma, y lo sabés. - Mejor ¿en qué? - Mejor en todo, y más te vale tomártelas vos elegantemente, antes de que yo me harte. - ¿Cómo? Vos ¿mejor? si sos un miserable aprendiz recién llegado. A ver ¿qué vas a hacer? - Mostrar como cometeás a los proveedores, cosa que puedo hacer, y con eso me sobra. Y te aviso que estoy empezando a enojarme...

35


21

Horacio Tort

Consultor de RRHH: (asomándose a la puerta de su oficina) Pase, por favor. Yo: (levantándome del sillón en la sala de espera donde lo había esperado 25 minutos) Gracias. C: (me indica con un gesto una silla en frente a su escritorio, el lo rodea, se sienta, apoya los codos en los respectivos apoya-brazos de su sillón, lo inclina un tanto hacia atrás, une la punta de los dedos de sus manos en su pecho y me mira). Yo: (me siento y lo miro con un esbozo de sonrisa). C: (pasa una eternidad, me sigue mirando en la misma posición, balanceando su sillón giratorio levemente para uno y otro lado). Yo: (lo sigo mirando, ya algo incómodo con el transcurso del tiempo, de tanto en tanto doy una ojeada a su oficina, descubro libros de psicología en un librero a mi derecha y me la veo venir… esto termina mal, pienso para mí). C: (pasa más tiempo, me sigue mirando en la misma posición). Yo: (lo sigo mirando, ahora fijamente como compitiendo a ver quién baja la mirada, pero me doy cuenta que se me empieza a notar que me estoy enculando). C: (pasa casi otro medio minuto y me sigue mirando, pero para peor, ahora con una sonrisita que yo interpreto como burlona y me doy cuenta que se pudrió todo). Yo: (acerco un poco más mi silla a su escritorio, inclino mi cuerpo hacia adelante, cruzo mis antebrazos en el borde de su escritorio y lo miro fijamente a los ojos) Escuchame una cosa, pelotudo de mierda, ¿quién carajo te crees que sos para citarme a las 9 de la mañana, recibirme 25 minutos más tarde de la hora pactada, tiempo en el cual te vi leyendo el diario porque ni te molestaste en cerrar la puerta de tu oficina, y después te quedas callado durante dos minutos mirándome con cara de forro? Si esto es una nueva técnica de entrevista, métetela en el culo junto con la propuesta laboral y los libros de psicología, porque no sé qué reacción esperabas que tenga que no sea ésta, IMBÉCIL (Levantándome). C: (con cara y voz de asustado) No, Sr. Tort, por favor discúlpeme, no lo tome así, déjeme que le cuente de esta oportunidad lab...

36


Yo: (interrumpiéndolo) Lo tomo como corresponde, la reunión terminó, adiós. (Y me retiré, aun sin trabajo, con mi dignidad a cuestas y con unas ganas de cagarlo a trompadas que ni te cuento).

37


22

Horacio Petre

MATAME QUE VIENE GENTE - Hola… - Buenas tardes, ¿se encuentra el señor Horacio Gustavo Petre? - Sí, soy yo… - Le pido me aguarde en línea un instante, le paso una llamada… - ¿? - Hola… ¿Petre? - Sí, ¿quién habla? - Soy Dios, quería charlar un par de cositas con vos… - …. - No te asustes, está todo bien viejo, no te estoy viniendo a pedir que subas todavía… Para eso falta un rato. Quería charlar con vos un par de temitas en los que te vengo agendando. - Vea, estoy trabajando ahora, no estoy para jodas, además yo soy agnós… En ese preciso momento TODOS los muebles de mi casa y las paredes y pisos se pusieron violetas, se apagaron las luces y por las rendijas de las persianas entraba una luz incandescente verdeamarillenta… Camila la gata me miró a los ojos y con la misma voz del tipo que estaba en el teléfono me dijo: - ¿Me crees ahora chabón? Mi casa volvió a la normalidad. Me cagué en las patas… del teléfono, en mi mano abatida, salía la voz nuevamente… - ¿Estás ahí Petre? Hola… ¿Me escuchás? Como un zombi, retomé el hilo de la conversación… aturdido - Juro que no entiendo… nada… - Todo bien… les pasa a todos, por eso no jodo mucho ¿viste? Tener que andar haciendo demostraciones para que te crean que sos Dios ya me tiene los gobelines inflados… Pero, vayamos al punto. Hace un tiempo que te vengo prestando especial atención con un temita particular, un tanto inquietante… Hay algo que observo en tus comentarios y 38


apreciaciones, que sinceramente me inquieta, y debo notificártelo… Ocurre que llego a la conclusión de que para vos la idea de “enemigo” es algo por demás insustancial… ¿Es así? ¿Podrías explayarte en este tema? Horacio Gustavo… ¿por favor? - Bueno… este… No sabría que decirle… - Tuteame por favor, en definitiva te hice yo, así que estamos en confianza… - Bueno, como le parezca… digo, como te parezca… En realidad lo que suelo opinar es que puede haber situaciones de enemistad… - Ajá… - En determinadas situaciones de ese tipo, en un momento dado, están los enemigos… pero esas situaciones son a la larga volátiles, por lo que no tiene mucho sentido plantear el ser enemigos como algo que tenga sentido de por sí, en sí mismo… En mi vida cotidiana, prefiero no plantearme el tema de enemigos, sino en todo caso obstáculos. Tal vez tengo obstáculos… ok, veo la manera de superarlos o sortearlos. Demasiado hincapié en el enemigo, me hace sentir como que me encadeno al problema. No sé si me explico… - Ay, Petre… vos y tu tendencia a las metáforas… ya tuve otro hijo que le daba a la matraca por ese lado… ¡Flor de quilombero! Y decime… si alguien te hace algo que te jode, te duele muchísimo… ¿no es tu enemigo? - Bueno, en el instante en que hace eso, y hasta que resuelva el tema sí, es mi enemigo si se quiere… pero ese es un mote totalmente ligado a la situación que puede, para bien o para mal, superarse… - Pero escuchame un poquito, melonazo… ¿qué es lo que te molesta tanto de la idea de enemigo? - Me molesta que muchas veces se toma como un totem fijo, y se usa como comodín para cualquier cosa… Los creyentes le achacan la culpa de todo al demonio, los nazis a las plutodemocracias-judeoaltaicobolcheviques, los comunistas al imperialismo y la avidez de lucro, los racistas a cualquiera de cualquier raza que no sea la propia, los liberales a los negros de mierda que no quieren laburar… y así cada cual tiene su alfombrita debajo de la cual meter toda la tierra propia cuando no saben dónde meterla. - Ajá… y decime vos… ¿Acaso los nazis te parecen simpáticos en algún aspecto? Los mencionás como relativizándolos… - ¡Para nada! Pero el que soportó el mayor peso de la guerra y los terminó derrotando no era mejor que ellos… - Bueno, a veces hay que elegir… - Precisamente… ¡todo es dinámico! Creo que hay situaciones de confrontación, y ahí hay que pelearla… Llegado el caso, prefiero pensar

39


que en cada encrucijada hay un adversario, y no tanta rosca mística con el motete de enemigo… El diablo por ejemplo… ¿Es tu enemigo? - ¡Jua!! En ese instante, siento la voz de Dios lejana, indiscernible, como hablándole a otro que está más lejos… Un silencio. Luego risas, y finalmente el teléfono que se cuelga. En ese momento incomprensiblemente aparezco en medio de una cancha profesional de football… las tribunas llenas de gente, no entiendo nada… Lo veo pasar a toda velocidad a Cristian del Rosario, al toque llega corriendo Horacio Tort, todo transpirado, junto con Andrea Goldberg y Cecilia Gomez Nale, todos con camisetas naranjas, y medias amarillas… Veo otros jugadores con camisetas azules, no entiendo ONE SOTO... y Horacio que me grita… - ¡Metéle pata Petre, la conchadelalora…! ¡Dale que subimos todos que Silvina está por patear un corner!!

40


23

David Haskel

- ¿Cómo dice que anda el distinguido galeno? ¿Mucho laburo che? - Eh. No me puedo quejar. Pacientes no me faltan. - Así me gusta. Y eso que ya habrás mandado al otro lado a unos cuantos vos, ¿eh? - Vos siempre tan chistoso. - ¿Y? Como me dieron los analis doc? ¿Todo bien? ¿Podés creer? Había un tipo en la oficina que hablaba así. “Los analis”, decía el loco. - No del todo, no. - ¿Escuchaste el del médico que no daba pie con bola con el diagnóstico? - No… - “No podemos encontrar todavía cuál es su problema, mi amigo, pero no se preocupe, ya muy pronto lo sabremos”. “¿Cuándo doctor?”, le dice el tipo. “Cuando hagamos la autopsia”. Ajajajaj. - Mh, te decía de los análisis. - “Doctor, doctor, todos me dicen que soy un mentiroso”. Y el médico le dice: “¡Eso sí que no se lo puedo creer!” - Alberto, oime. - Pará, pará. El último. El último chiste que te hago, te juro: ¿Sabés cuál es el mejor remedio que me recetaron en la vida? Y ojo que no fuiste vos el que me lo recetó, ¿eh? - ¡Escuchame Alberto! - Está bieeen… ¿qué te pasa? - Te quería hablar de los estudios. - ¿Qué pasa con los estudios? - Los análisis, la ecografía, la resonancia… No dieron bien.

41


- Pero qué estás diciendo, si siempre me hago controles. Y siempre me dan bien. Bueno, todos menos el último ¿no? Pero te pregunté si no podía ser un error y me dijiste que quizás sí. - Y justamente por eso te mandé a hacer toda esta batería de nuevos estudios. - ¿Y otra vez mal? - Y… - ¿Muy mal? -… - ¿Qué? ¿El hígado? - Y los riñones. - A la puta madre. ¿Y ahora qué? ¿Es operable? - Me temo que… que hay metástasis en otros órganos también. - No te puedo creer. Y yo como un boludo, pensando que era un error de los análisis y nada más. - No sé qué decirte. - No seás hijo de puta, decime algo. Decime qué hago. -… - Pará. ¿Te tengo que preguntar cuánto me queda entonces? - Y, no sé… - ¡Dejate de pelotudeces, la reputa madre! ¡Decime cuánto me queda! - Y… no mucho. Qué se yo, con suerte, tal vez un par de meses. - ¡Sos un hijo de puta! - Alberto… - Qué hijo de puta que sos. Vos y todos los médicos de mierda. Sos el enemigo. El peor enemigo, sos ¡hijo de puta! - Yo… -¡¡¡SENTATE AHÍ!!!

42


- ¿¿¿Qué??? ¿Qué hacés? - ¡¡¡Sentate ahí te digo!!! ¡O te vuelo los sesos, hijo de remil puta y la reputa que te parió! - Pe… ¿pero qué hacés con ese arma? - ¿Querés ver qué hago con este arma, sorete? ¿Querés ver cómo te reviento la cabeza? - Por favor, no me mates, Alberto, te lo ruego, por favor, tengo familia. Tengo hijos. No me mates, te lo pido por favor. - ¿Dónde está tu celular? - El… ¿el celular? Lo tengo acá, en el bolsillo de la chaqueta. - Bueno, meté la mano muy despacio y lo agarrás con dos dedos. OK, tiralo allá, en aquella banqueta. Listo. No queremos sorpresas, ¿no? Ahora vamos a hablar. Yo te debería meter un tiro, por hijo de puta, y después meterme una bala en la cabeza y listo. Me parece lo mejor. Me voy, pero al menos a uno de estos hijos de remil putas me lo llevo puesto, para que no sigan cagando gente. - Alberto, no, por favor te lo pido te lo ruego no me mates hago lo que me digas lo que quieras por favor por favor, dejame ir. - Nooo, vos de acá no te movés, papi. De acá no te vas. Vos te quedás acá, hasta el final, eso te lo puedo asegurar. En esta estamos juntos vos y yo. Esto es culpa tuya, turro. Si hubieran encontrado antes lo que tengo en vez de mirar para otro lado y recetar pastillas pedorras que no sirven para un carajo, por ahí estaba a tiempo de hacer algo. - Dejame… - Callate porque te juro por mis hijos y por mi nieto que te hago mierda. Te reviento la cabeza de un tiro. Dejame pensar. Vos a mí me vas a tener que ayudar. - Sí, sí, sí, vos decime. Lo que quieras. - Algo. Algo que me puedas dar, una inyección, algo. Yo no me voy a pasar dos meses en un hospital hecho mierda, entubado, dolorido, dando lástima a todos, alimentándome por sonda y meando en un puto papagayo para irme de ahí derecho al cementerio. No. - A ver… - Ayudame, no sé si es culpa tuya o no. Ya está, igual ya está. Y si no, me pego un tiro y listo. 43


- No, esperá. - Claro que está el seguro, tengo hace años un seguro de vida. Si me mato no lo van a pagar esos guachos. ¡Ah! Y la guita. Tengo guita guardada y Olga no sabe nada. Olga es mi mujer, ¿te acordás que te dije? - Sí. - Bueno, ¿me podés dar algo? - Eh… Es muy probable. - ¡Infeliz de mierda! ¡Te juro que te vuelo la tapa de los sesos, pelotudo y la concha de tu madre! - Sí, sí. Sí que puedo. - Pero ahora. - Sí. Tengo algo que podría provocar un paro cardíaco. - ¿El efecto, es instantáneo? - Bueno, tarda un rato. Pero te podría administrar primero una anestesia fuerte. Eso te duerme enseguida. Y después el otro. No sentirías nada. Absolutamente nada. - ¿Seguro, no? - Pero sí, hombre. - Bueno, agarrá ese recetario y anotá. En la radio esa que está arriba del ropero, al lado de mi escritorio, hay 8.000 dólares. Están hechos rollos y metidos en la parte de atrás, donde van las pilas. Además en una cuenta en Colonia, en Uruguay, puse otros 15.000. Fui con Mateo, con mi hermano. Él figura como cotitular de la cuenta. Decile a Olga que hable con él para que le traiga la guita, ¿entendiste? - Sí. En la radio sobre el ropero, 8.000. En la cuenta en Colonia con tu hermano, 15.000. - Eso. Y después la póliza del seguro está en el primer cajón del escritorio. - Listo, anotado. - Oime, ¿no te vas a mandar ninguna cagada vos, no? A ver si se te ocurre darme la anestesia y después hacerte el boludo y rajar. Mirá que te voy a buscar y te reviento. No tengo nada que perder yo.

44


- Alberto, te doy mi palabra de honor. Te lo juro por mi madre y por mis hijos. Voy a decir que cuando te di la noticia te dio un paro cardíaco. Eso pasa. Eso puede pasar. Yo mismo haré el parte de… bueno, los papeles. Igual con esos estudios tuyos, nadie va a tener la más mínima duda. - Pero acordate que antes de que me dio el paro pude hablar y te di todos los datos de la guita y del seguro. - Sí, sí. Eso dejalo por mi cuenta. - ¡Ah! Y algo más. Decile a Olga que mi último deseo fue que los 23.000 dólares esos sean para los nietos. Tengo un nietito, Tomi, de 2 añitos. Y Clara, mi hija, ahora está esperando una nena. La plata esa es para ellos. Olga que se quede con la guita del seguro. Y le queda la casa, el auto, todo, ¿qué más quiere? Igual tiene su sueldo de maestra que se lo regalan, porque vive pidiendo carpeta médica. Debe laburar dos, tres meses por año como mucho. Se la pasa en el bingo con las amigas, la pelotuda esa. - Está bien. Los dólares para los nietos. - El arma está registrada, está todo en regla. Quedate tranquilo que ahora la pongo de nuevo en el bolso. Ya me afanaron dos veces, así que me la tuve que comprar. Vos ni te enteraste que yo la tenía, ¿ok? - Ok, ok. No te preocupes por eso. - Bueno, ¿dónde me pongo? - Acá en la camilla. Abrite la camisa y recostate. No hace falta que te la saques del todo. Yo mientras preparo las cosas. - Albulín subilamina. - ¿Qué? - El remedio, eso que te dije. El mejor remedio que me recetaron. “Al bulín subí la mina”, ¿entendés? El chiste. Te lo digo porque te lo había empezado a contar. No me gusta dejar cabos sueltos. - Está bien. Bueno, ahora aflojá el brazo y respirá hondo.

45


24

Cecilia Gómez Nale

II - Señora, le aviso que me estoy yendo. - ¿A dónde…? - Me voy; no trabajo más en su casa. - ¿Cómo…? - Lo que escuchó: me voy, se acabó. - Pero usted me tiene que avisar con tiempo, así busco a alguien que la reemplace; además, supongo que de acá se irá al correo a mandarme el telegrama, ¿no? - No, señora: de acá me voy a ver al abogado que me recomendaron las chicas de la cuadra, que a varias de ellas les fue bien y le terminaron sacando toda la guita que los patrones no les habían dado ni en aportes ni en nada, por tenerlas en negro, como me tuvo a mí usted estos años. - Discúlpeme, Lali, pero… - Eulalia, a partir de ahora. - ¿…? OK, Eulalia: usted puso mil excusas para hacerse de la documentación necesaria para que pudiera blanquearla y… - Y usted me descontaba los días que necesitaba para los trámites. Y día descontado, un plato menos de comida para mis hijos. - Bueno, yo no sé para qué tienen tantos hijos si después no pueden mantenerlos… - Los hijos me los envió el Señor y… - ¡Qué Señor ni ocho cuartos! Lo que pasa es que ustedes se aparean como animales sin medir las consecuencias y traen al mundo chicos que no pueden ni mantener, y se meten en cuanto plan propone el gobierno de turno populista para poder hacerse de un manguito que nosotros, con nuestros impuestos subvencionamos y que además…

46


- Usted nunca me pagó ni un puto aporte ¿y anda quejándose de que mis hijos tengan un plan para poder estudiar? Al menos mis hijos van a la escuela y no como el señorito de la casa que se raja a fumar cuanta porquería encuentra cuando debería estar en la escuela y se mete merca en la nariz. ¿A qué usted no sabe que toma merca el nene? Porque soy yo la que le limpia el cuarto roñoso al pendejo malcriado ese. Pendejo malcriado porque usted se la pasa en lo de ese Pilates que bien se la debe culear, porque el culo lo tiene más parado desde que dice que va a hacer gimnasia y esa mierda. Por lo menos alguien se la culea, señora, porque lo que es su marido, que anda cuerneándola con la secretaria… ¿lo sabía, no? No, claro, porque usted no es capaz de meter un pantalón en el lavarropas siquiera y yo le encontré notas de la tal Mariela esa que es la secretaria y la amante. Y claro, si el padre tiene la picha como el hijo y no la usa es un desperdicio. ¿Nunca le conté de cuando su hijito, “el nene”, pedazo de pelotudo mal parido, se tomó una droga de esas que los ponen al palo a los pendejos ahora y se me apareció en el cuarto con la chota dura haciéndose el galán de telenovela? Ah, no, los chicos bien no se cogen a la mucama ¿o sí?. Eso era antes… Pero claro, usted estaba con el profesor de tenis, coqueteando, cuando le pusieron las tetas más grandes y se sacó los párpados y andaba diciendo que los moretones eran porque se había dado con la puerta del placard… Pero, no. ¿Al cirujano también se lo cogió…? Digo, porque se parece a su cuñado menor, el hermano del patrón… Yo me hice la boluda, ¿vio? Pero ese domingo a la tarde que entré en lugar del lunes y su marido estaba en el club jugando al golf y estaba su cuñado, a la mañana siguiente encontré el forro debajo de la cama. Y el señor se fue de viaje esa noche. ¿No se acuerda…? Y, no. Si fue ese mismo día que su hija, la muy puta… Y claro, tenía a quien salir, se había enfiestado con tres amigos, borracha y drogada, seguro, también, y me vino a pedir plata a mí para la pastilla del día después. Y usted escuchó todo y se tomó esas mierdas que la hacen dormir doce horas y después no se acuerda nada… Señora… Señora, ¿está bien? La veo pálida. ¿Quiere un tecito? Mire, le hago el tecito y se lo dejo en la bandeja y me voy para lo del abogado que se me hace tarde.

47


25

Cecilia Gómez Nale

III (En un semáforo en rojo) - ¡Bajá la ventanilla! ¡Bajá la ventanilla, te digo, pelotudo! (El otro conductor baja la ventanilla) - ¿Qué te pasa, macho? - ¿Te diste cuenta de la maniobra que acabás de hacer, animal? ¿Qué hacías, venías hablando por el celular como una minita, maraca? Menos mal que bajaste el vidrio y no sos un viejo de mierda, que era la otra opción, así te puedo cagar a trompadas... Decididamente, sos un pelotudo marca cañón. Cara no te falta. - Escuchame, pedazo de forro, ¿no viste la moto que me pasó por la derecha? Tuve que volantear… Esos pendejos de mierda te pasan por cualquier lado y si después los pisás, te meten una demanda como si la culpa hubiera sido tuya, pero te pasan por la derecha los muy… (El primer conductor se baja del auto, el semáforo se pone amarillo, los autos de atrás empiezan a tocar bocina). - ¿A quién le dijiste forro, vos…? (vuelve al auto) Ponete al costadito, si sos macho, dale. (Se adelanta y estaciona más adelante. El segundo conductor se estaciona detrás y ambos se bajan). - A vos… Che, tenés una goma de atrás baja, ¿te habías dado cuenta? - No… a ver. Uy, sí, tenés razón… A ver: ah, mierda, el tornillo que tiene incrustado. No llego ni a palos a una gomería así. Y yo con esta lumbalgia tener que cambiar la rueda así. Bueh… no queda otra. - Esteee… Te puedo dar una mano, si querés. Tenés rueda de repuesto, ¿no? - Sí, sí. Esperá que abro el baúl y saco toda la porquería que tengo ahí. Acá está. Y el crique… Che en ese kiosco venden café, ¿te traigo uno? - Dale, con azúcar.

48


- ¿Algo más…? - Y… un chocolatito. Qué sé yo, un Cabsha… no desayuné. - OK. Che… (yendo hacia el kiosco). Gracias.

49


26

De Raedemaeker Sanchu

* - El juego se acabó. ** - No me dejes, ¿te hice sentir bien o no? * - Si, de a ratos. Luego me mata la conciencia, por el daño que me hago a través tuyo. * - La vida sin mí no es tan divertida, he despertado, he mejorado, e inspirado en momentos de vacíos, está demás aclarar que a nadie le han importado mis acciones colaterales. ** - Pero tengo hijos, quiero mirarlos a los ojos, me siento farsante hasta con mi propia religión. No se puede ser bueno, y no se puede hablar de amor cuando uno carece de amor propio. Me hago daño y al resto también. * - Estamos mi querido en tiempos de crisis, donde las personas se alimentan compulsivamente de sustancias rápidas, porque no se bancan el ritual de la mesa puesta, esos apuros con los que se convive ¿no? Internet es llevado como un amante al lecho nupcial, para no ver a quien tenés al lado. Para concluir, son unos idiotas animales de costumbre adictos a todo ¡¡¡a todo!!! Qué mierda, me declarás como tu enemigo si seguís pegado a otras cosas. ¿Qué tal el nuevo Malbec de Bianchi que ganó el premio internacional? Contame que te nutrió de la lechuguita sembrada en aguas servidas de alguna huerta, donde se comen moscas de postre ¿Te fijaste en el tema de la leche en caja con dicha pasteurización? Sabrás lo dañinos que son los celulares, los microondas, los relojes sin agujas, los piojicidas, el Ibupirac y lo que le hace al corazón, el gas del aire acondicionado y la calefacción del auto. ¿Sabías que hay que encenderla después de quince minutos de que haya arrancado el motor? No pondrás el caldo Maggi en la sopa ¿no? La grasa que sobra en todas las carnicerías de Buenos Aires, va a un lugar cerca de tu residencia ¡¡sí!! La grasa, huesos, pellejos, sangre, todo lo que se tira, se junta, se muele, se cocina a grandes temperaturas. De ahí, sale un lindo aceite, algo refinadito que se usa para los jabones, mayonesas, chocolates y todo lo que sabe a rico, tiene el listado que te mencioné.

50


Toda esa porquería que tiene ese aroma característico, en la zona de barrios cerrados donde vivís, tiene que ver con la refinería de mierda que hace maravillosos productos de consumo. Esos que son tan costosos, imaginate los baratitos y cuidados. ** - ¿Sabes que lleva la mermelada de durazno? todooo menos durazno. * - Quiero vivir limpio de adicciones, y vos sos parte de las peores. Siento que desprecio la vida, al ponerte en mi nariz y mi boca. La inseguridad es letal, y todo lo que somos, es lo que consumimos. ¡¡¡Todo hace mal!!! ¡¡pero decime qué mierda hace bien!! ** - Abrazate a la vida y tené la valentía y la fuerza de alejarme. Cuidate mucho, pagá una obra social buena, para que te traten como a un ser humano ¡¡¡jajaja!!! ¡¡Y ni así!!... Bueno, suerte con las leyes, tan claras que los aprietan, que no falte el grito, la fuerza y las ganas, que nada te quite el habla. Te perdono y entiendo tu odio y necesidad de huir, cada uno con la propia. Buena suerte y recuerda que lo que no mata, fortalece. Que tire la primera piedra, quien no se sienta preso de algo. Y lo que te hace bien es, cerrar círculos y pagar las deudas. Ahhh, y no seas muy felíz que te tildarán de estúpido, creyente del chiquitaje que anda deambulando por ahí! Jajaja… Tu enemigo o la causa o el placer te deja a vos. Atte.

51


27

Mauricio Castello

I - ¡Hola, Nene! - ¡Hola, Papá! - ¿Cómo estás? ¿Cómo te fue? - ¡Bien, bárbaro! Estoy contento porque hoy tuvimos práctica de futbol en el club y parece que el equipo ya está. Menos mal porque falta poco para el campeonato. - Ajá, quedaste de nueve, ¿No? - No, Papá, el entrenador me puso al arco y… - ¿Cómo que te puso al arco? - Si, está bueno porque lo hago muy bien, ya me probó en todos los puestos como al resto de los chicos, ¡y ese es el mejor! - ¿Pero este tipo es pelotudo o se hace? Lo voy a llamar para que se deje de romper las pelotas con sus experimentos. ¡Mirá que le dije mil veces, eh! - ¡Papi, me atajo todo! Los chicos se recalientan porque no me pueden hacer… - ¡Cómo vas a ir al arco si sos un enano! - Voy a crecer, todo el grupo tiene siete años y somos parejos… - ¡Claro, vas a crecer y te vas a dar cuenta a los veinte que sos un fracasado al arco! Vos dejá que al arco vayan los boluditos, esos que no tienen un padre como yo que se preocupa porque les vaya bien. ¡Algún día me lo vas a agradecer! -… - ¿Tu madre dónde está? - Fue a llevar a Rocío a la pelu, dijo que volvía enseguida. - Ah, cierto, mañana tiene un casting. ¿Te das cuenta el sacrificio que hacemos con tu mamá para que ustedes tengan un futuro digno?

52


II - ¿Te gusta esta tele? - Si, está muy buena, pero… - Fijate que tiene de todo, es LED 4K la mas avanzada tecnológicamente de todas. - Se ve excelente, si… - Podés conectarla a internet, usar Skype, Youtube, Facebook, captar señales HD de aire. - En casa ya tenemos una, bastante nueva, tendrá dos años ya. - Esa ya fue, ahora se viene el Mundial y no te podés quedar afuera, te la puedo dejar en doce cuotas sin interés, además te damos tres meses bonificados de televisión digital HD. - Te acabo de decir que no solo ya tenemos sino que es nueva y anda fenómeno. - ¿A que no responde a señas y gestos como ésta? Es una nueva tecnología, reconoce hasta la voz. - ¿Me la ofrecés justo para el Mundial? ¿Sabés el quilombo que se arma en el living con gestos, señas y puteadas viendo un partido de la Selección? ¡El pobre aparato se va a volver loco! - Ok, ok. Igualmente tenemos esta otra en oferta… - ¡Pará, pará! Yo vine por una afeitadora, ¿tenés alguna para mostrarme? - Si, vení por acá… Pero… ¿Te gusta esta tele?

53


28

Diego Pascual

- No sé qué haces acá. - Sabes que siempre estoy. - Si, lamentablemente. - La idea es vos me superes. - Como si fuera tan fácil. - No sé yo no juzgo. - Frases hechas, lo único que sabes es decir: frases hechas. - Yo no estoy para decir, ni para hacer. Estoy para que vos no hagas, y funciona. - ¿Funciona? Yo que vos estaría preocupado y bastante. - No me preocupo tampoco. - No te das cuenta que ni sabía de vos y hace ya tiempo que sé que sos. - ¿Y? - ¿No te das cuenta de que te estás diluyendo de a poco? - Muy de a poco diría, qué sé yo: ¿es mucho diluirse un poco en 40 años? - Qué seguro estás. - No estoy, no soy. Yo no soy nada. Hasta que lo entiendas vamos a estar igual, unos cuantos años más tal vez. Unas varias vidas quizás. - Sabes que entiendo, pero igual no puedo. Es como si después de tanto tiempo ya me hubiera acostumbrado. - El tema es que te sobra mucha imaginación y con eso reemplazas lo mío. - Me inventé una vida decís.

54


- Diría que es un refugio para tu agonía, una infinita por como vamos. - Ahora sos poeta también. - Es tu culpa. - Si, últimamente todo es mi culpa. Hasta vos. - No sé que más decirte. - No digas nada, yo tampoco voy a decir más. Tal vez así no me pase las horas tratando y un día se logre hacer algo a pesar de vos.

55


29

María José Guzmán

- Carlos ¿por qué vivís maltratándome? ¿por qué me haces eco de tus fracasos? Diez años viviste con nosotros, te aguantamos de todo, tus desplantes, tu permanente agresividad, tu desmedida hostilidad. - Pero ¿qué decís, Julia? pará un poco, que acá la fracasada sos vos, qué eco, ni eco... - ¿Ves? con vos no se puede hablar, no querés entender lo que te pasa, por eso tuvimos que decirte que te vayas de casa. - Sí, claro, me echaste como a un perro, esta vuelta te pasaste haciéndole caso al nabo que vive con vos. - Mirá, Carlos, no pienso hacerme cargo de tu relación con Víctor, es evidente que la convivencia no daba para más. Hacías de la casa, un aguantadero. - Si pero yo soy tu hermano, y me dejaste en la calle, -Perdón, ¿en la calle...? Si vivís con mamá, es más tengo entendido, que ocupás la mejor habitación y no colaboras en nada, al igual que en nuestra casa. - Ahhh, la Señora, lava sus culpas.... pero mirala vos, Julia, todo el mundo se va a enterar de quiénes son ustedes... - Carlos, no te tengo miedo, no me llegan tus amenazas, además, no olvides que todo lo que hagas se vuelve en tu contra. - Preparate hermanita, después no digas que no te avisé. - No me obligues a denunciarte, sabés que una más y te quedás adentro. - ¡Ja! Una hermana puede ser capaz de algo semejante… - ¡Ja! Un hermano puede ser capaz de vivir hostigando, maltratando y hacer de la vida de ella un infierno. Carlos necesitas ayuda, no soy tu enemiga, - Julia, no me vengas con el librito de autoayuda, esta vuelta fuiste muy lejos no voy a parar hasta destruirte.

56


- Carlos, yo no soy tu problema, es tu mente la que no para, estรกs desquiciado, volviste a tomar esas drogas... - Callate loca, ยกojalรก te mueras! - Callate loco, y dejame descansar en paz.

57


30

Liliana Lewinski

OTRA DE ENEMIGOS (ESCONDIDOS) - Che, ¿tu hijo ya va al secundario? - Sí... - Parece serio y educadito. - Sí... - ¿Es buen alumno? - Sí... - ¿Y qué piensa hacer después? - Quiere seguir estudiando - ¡Qué bien! - Pero no hay plata.., - ¡Qué macana! - Hay soluciones.., - ¡Qué bien! ¿Cuáles? - Le ofrecen trabajar en la cocaína... - ¡No! ¡Es malo! ¡Es peligroso! - ¿Por qué si paga bien?

(No es ficción. Diálogo sostenido en La Paz en 1983)

58


31

Eugenia Galán

- Tanto sé de vos que puedo llevarte de la mano al mismo infierno sin que te des cuenta. - Es verdad, pero defiendo mi legítimo derecho de elegir tu ardiente hoguera. Me llevas, si yo voy. - Ja, ja, después lloras, me insultas y te sentís menos que una mierda. De todas tus versiones la que más me divierte es cuándo te arrodillas y juras que nunca más. Juras en vano y lo sabés. - En esa te equivocas, cuándo juro tengo fe. - ¡Mentirosa! yo sé que vos sabes y vos también, en el fondo lo sabes. - Bueno, si seguís jodiendo, te pongo adentro de un frasquito en el freezer. Posta. - No te animás. - Ponele, Pero sé quién sos y dónde vivis. Un día de estos, consciente o no, te mando a bailar a la nave del olvido. - Mucho rock, Otro día te mando yo, al infierno de los guitarristas con tus amigos que se fueron primero, - Cuidate de mí. - Naaaa, cuidate vos de mí.

59


32

María Ester Arnejo

HOGAR DULCE HOGAR (Un domingo cualquiera)

Él - Buen día Yo - Buen día Él - ¿Me querés decir qué mierda es lo que te pasa a vos? Yo - ¿Qué me pasa? El - Sí ¿Qué te pasa? Yo - ¿Dirás qué nos pasa? El - Ya estás vos con esas respuestas boludas, siempre la misma boluda. ¿Qué carajo te crees que sos? Ya estoy podrido. Yo - Yo también estoy podrida de esta vida de mierda. Este aburrimiento que me agobia. No dirás que no te le dije antes. El – ¿Y qué querés hacer? A vos te calienta la cabeza esa psiquiatra hija de puta. Esa guacha de mierda. Yo - Esa guacha me salvó la vida cuando tuve los ataques de pánico, cuando nadie sabía lo que me pasaba. Cuando no podía estar en ningún lado. Cuando creía que me moría. El - No te hagas la artista, no me jodas. Yo siempre el mismo boludo que me creí todo esos inventos. ¿Sabés lo que te hace falta vos? Yo te voy a dar lo que te hace falta. Yo - ¿Me estás amenazando? ¿Tengo que temerte? El - Pensá lo que quieras. Yo sólo te lo advierto. Yo - ¿Se puede seguir viviendo así? El - ¿Así? ¿cómo? Yo estoy igual que siempre. Vos sos la que cambiaste. No sé qué carajo tenés. Yo - No quiero vivir más así, pelando, con intereses y gustos diferentes. Siempre dependiendo de los caprichos de tu padre, de tu madre, de tu

60


hermano. Vos laburando, nosotros esperando y ellos disfrutando la vida. El - Ya salís con esas pelotudeces, ya no sabés qué decir para justificarte. Sos una desagradecida. Limpiate la boca antes de hablar de mi familia. Yo - No tengo nada que agradecer a tu familia. Ah, te pido algo, sacame el auto del garaje porque necesito el lugar para trabajar. El - El auto va a quedar ahí y ni si te ocurra tocarlo. Algún día te voy a tirar todas esas porquerías tuyas a la calle. Yo - Esas porquerías son mi trabajo. Es con lo que me gano la vida. No creas que mi vida me la regala tu familia. Y más vale que empecemos a hablar de separarnos. El - Yo ni pienso, vos sos la que rompés esta familia. Vos juraste hasta que la muerte nos separe. En la salud como en la enfermedad. Si te querés ir, andate. Vivirás en un caño porque de acá no te llevás nada. Y además te voy a denunciar por abandono. Yo – Sìiii, por favor, denunciame… sí… El - Te podés ir bien a la mierda. Me voy al campo. No vengo a comer. Yo - Al menos se fue… ¡¡¡qué alivio!!! Algún día me voy a animar. Cierro la puerta tiro la llave y no aparezco nunca más.

61


33

Diana Levinton

Estimados lipenses: gracias a la consigna de esta semana (o por culpa de la misma, todavĂ­a no lo he decidido), veo que no tengo enemigos ni logro imaginar cĂłmo es odiar, aunque tengo una peligrosa proclividad a catalogar a muchos como "insoportables", "indeseables", "malos bichos", "rayados", "boludos", "imbĂŠciles", "cretinos", "malparidos", etc. cada vez que he intentado "odiar", veo que en realidad es gente a la que envidio o le tengo miedo. Tal vez llegue a odiarlos a Uds. por haberme mostrado esta carencia. A menos que alguien se postule para darme clases de odio.

62


34

Luis Alfonso Martín Delgado

- Te dije que no lo dejaras todo para el último momento. Siempre te pasa igual. - Ya lo sé, no me des la tabarra. Esta semana he estado con demasiadas cosas en la cabeza y no he tenido un rato de tranquilidad para ponerme a escribir algo. - Bah, excusas, siempre encuentras excusas para todo. Si quieres, puedes. - ¡Déjame en paz de una vez… joder! que esto no es un colegio, ni una obligación. Escribo cuando me da la gana y cuando no me da la gana no escribo. - ¡Anda ya, que no te convences ni a ti mismo con tantas tonterías que dices… Te sientas un momento, piensas un poco y verás cómo te sale algo. Siempre te queda el recurso de inspirarte en algo que hayas leído antes… - … qué coñazo de tío… - … piensa… Discutiendo están dos mozos si a la fiesta del lugar irán por la carretera o campo traviesa irán. Discutiendo y disputando empiezan a pelear. Ya con las trancas de pino furiosos golpes se dan; ya se tiran de las barbas, ya se las quieren pelar. Ha pasado un carretero, que va cantando un cantar: «Romero, para ir a Roma, lo que importa es caminar; a Roma por todas partes, por todas partes se va».

ANTONIO MACHADO

Proverbios y cantares – LII

63


64


EDICIONES LIPE DOMINGO 30 DE MARZO DE 2014



Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.