EDITORIAL
EL ASUNTO NO TIENE REMEDIO En este suelo nuestro, el común de los mortales con un nivel aceptable de capacidad de análisis, por más que se diga lo contrario no logramos comprender que tenemos la obligación ciudadana de estar al tanto de “esas razones de los por qué” de los frustrantes aconteceres nacionales, no les damos importancia porque nuestros intereses son simples: el “primero YO”, está en la actitud arraigada en la piel de la incultura cívica…; (no somos culpables, el sistema nos deseducó en conciencia, ese era el negocio y lo lograron). Y lo disfrutamos de las ordinarieces de esas rencillas politiqueras, de la farándula y programillas sin peso, que educan en la violencia sin ni un límite, que arman en los sistemas de comunicación, por cierto, ellos, los medios, tampoco son culpables, son cómplices indirectos de la desculturización que vivimos, todo dirigido por científicos de la ingeniería política, “cocineros” que se financian, manejando, sembrando y regando con cizaña la conciencia de las masas, para manejar el poder. Y así, el sistema comunicacional va en ese riel sometiéndose a esos intereses político-económicos-ideológicos que agitan los vientos que mueven y tensan los hilos transnacionales que les nutren económicamente llenando los espacios que a la vista, (según su color) están dirigidos a distorsionar la realidad encubriéndola con la falsa verdad. Esa, es una histórica contienda entre intereses que no sólo desorientan; intereses que nos han convertido a la gran mayoría en un criadero de consumidores, (esa era la meta). Cuando suben unas monedas el ingreso mínimo de los salarios, e inmediatamente, la inconsciencia sube el valor del kilo de pan. Cuando se escucha que aumentarán la fuerza laboral con sueldos dignos, queda flotando en el ambiente la pregunta ¿qué fuerza laboral van a aumentar? Si han convertido al pueblo en una masa sin oficio; (todo no es hoyo para picarones), (¿qué “manufactura” exportamos?). Hicieron tratados de libre comercio sin respetar la mano de obra chilena, ni la producción industrial chilena, se lo robaron todo. No tenemos la dignidad de producir lo que consumimos. Éramos un país agrícola desde la Colonia, hay vino, fruta, también se llevan la tierra y dejan el hoyo…, se intentó industrializar el país, pero el sistema de mercado del cemento ha permitido destruir el suelo plano productivo, construyendo condominios de agrado y poblaciones, en tierra agrícola, hoy, somos importadores de comida (la guerra de Ucrania nos va a dejar sin harina, sin aceite, cereales, lácteos, etc. Lo que dijo el Presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura señor Cristian Allendes, da vergüenza: “ES IMPOSIBLE QUE TENGAMOS AUTONOMÍA ALIMENTARIA EN EL PAÍS”, da (Continúa en la pág. 8)
