escape texto y fotos: carlos sánchez pereyra
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La Provenza es de Van Gogh Al sur de Francia se vive como debe ser: muy bien. Eso lo sabía Van Gogh, aunque ni la Provenza logró matizar su energía. Aun así, la interrelación de ambos produjo una extensa y bella serie de pinturas que se pueden visitar in situ en este sur francés.
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l mesero me sirve cada mañana café con leche y croissants. Desde el primer día tenemos este acuerdo tácito. Él sabe que no hablo francés y yo sé que él no quiere perder tiempo tratando de entender mi mímica (tan mala que incluso creo que la desarrollo con faltas de ortografía). La vista desde la terraza del café es a pleno Boulevard Georges Clemenceau, en el centro de Arles. Cruzando la calle se encuentra el Arles de hoy, el cotidiano. Pero hacia el lado contrario se halla el centro de la ciudad donde alguna vez caminaron los romanos. Basta ir al Anfiteatro —una versión más pequeña del Coliseo de Roma, pero igualmente hermosa y antigua— para corroborarlo. El monumento se construyó en el año 80 d.C. y aún funciona con corridas de toros. Augusto y Constantino fueron parte del desarrollo de Arles en aquellos tiempos, así que la ciudad cuenta con gran cantidad de edificaciones romanas. Con la energía del croissant y el café se puede recorrer aquella ciudad de antaño y adentrarse en el Teatro Romano, o bien cruzar sin mucho esfuerzo el Obelisco —procedente de Turquía— en plena plaza central. Para quienes adoran caminar a través de la historia es posible pasar la página y seguir hacia la época medieval. Para ello, la iglesia de Saint Trophime, en la misma plaza del Obelisco, dejará sin aliento a cualquiera. Tan sólo el portal de la iglesia, en perfectas condiciones, trae de golpe la atmósfera de siglos tan lejanos como el XII. Pero si el pretexto para venir hasta aquí es seguir los pasos de Vincent Van Gogh, lo mejor será ir por un mapa a la oficina de turismo. Previo pago de un euro se otorga un plano que indica los sitios de la ciudad donde el pintor desarrolló parte de su obra. El juego resulta muy divertido: en el lugar donde se supone que se instalaba el artista a pintar hay una placa con una fotografía del cuadro en cuestión y una amena explicación en francés.
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El lugar se halla casi intacto en algunos puntos de la ruta. Es el caso del jardín del hospital de Arles o la Plaza del Forum, donde se encuentra un café que Van Gogh inmortalizó en su cuadro El café nocturno. De hecho, el establecimiento está funcionando, de manera que se puede aprovechar para cenar. También hay espacios donde eso que llamamos desarrollo ha logrado transformarlo todo. Es ahí donde se tendrá que poner en movimiento la imaginación, ya que el sitio actual no tiene nada que ver con lo que encontró el artista, como se confirma en su cuadro La noche estrellada (la versión de Arles), con un firmamento difícil de creer. Lo más conveniente es revolver todo en el viaje: caminar la ruta de Van Gogh y encontrarse con sus cuadros en
En la Provenza, además de conocer la ruta de Van Gogh, es posible revivir épocas romanas al tiempo que viajamos al medievo.
vivo; revivir las épocas romanas y comer croissants con vista a los ambientes medievales, mientras vemos a los niños del lugar recorrer las plazas con sus escandalosas patinetas. Luego de que Arles haya sido vivida —en su arte del pasado y en su arte del presente, que es vasto, sobre todo en fotografía— llega el momento de subir al coche y andar por el campo provenzal. Es necesario aclarar que las vistas de esta campiña son siempre mejores que las de cualquier folleto o artículo sobre la Provenza. Si es verano, la lavanda tiñe todo de morado; si es primavera, los árboles frutales florecen; si es otoño, los viñedos adquieren una peculiar tonalidad rojiza. Y, por supuesto, durante todo el año dominan los macizos olivos. Para continuar con historias de romanos, Nimes puede ser una muy buena escala. Aquí, en plenas calles llenas de vida cotidiana, con estudiantes que suben y bajan acompañados de su eterno bullicio juvenil, se encuentra el anfiteatro romano conocido como Les Arenes. Esta edificación, construida hace 1,900 años, es nuevamente una versión más pequeña que la de su prima Roma, aunque el entorno mismo de la ciudad y una ruta muy apetecible por el interior, la hacen única. Otro monumento romano de Nimes es la Maison Carree, un templo de proporciones perfectas y
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muy bien conservado. Para continuar con este recorrido provenzal, mezclado con historia y arte, hay que subir de nuevo al coche, perderse un poco en las carreteras con todas esas señales de tránsito tan europeas y llegar al Pont du Gard. Este acueducto fue construido hace 2,000 años para formar parte de un sistema de canales de más de 50 kilómetros de largo. El paisaje y los 275 metros de altura de la obra, considerada como Patrimonio de la Humanidad, constituyen un buen argumento para organizar un picnic muy tradicional, a base de baguettes, quesos de la región y un vino de El Luberón. A pocos kilómetros se encuentra Aviñón, la ciudad que
alguna vez quiso ser como el Vaticano. Hace 700 años, el papa Clemente V y su séquito huyeron de Roma tratando de dejar atrás riñas políticas, por lo que se establecieron en Aviñón de 1309 a 1377. Siete papas gobernaron el mundo católico desde los muros del gran Palacio de los Papas, cuyas entrañas pueden visitarse para familiarizarse aún más con la historia de este breve escape de Roma. El monumento puede disfrutarse también desde el exterior, con sus enormes murallas y su característico estilo gótico. La siguiente parada en la ruta es St-Remy de Provence. Se trata de una pequeña población con ambientes provenzales y tiendas que son por sí mismas todo un atractivo. Antes de
se trata de una ruta caprichosa. 6
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Te ofrece más información de este viaje Hospedaje En Arles:
L’Hotel Particulier Hotel boutique con un aire antiguo y un spa que incluye un baño turco. Lo mejor para disfrutar Arles con mucha clase (www.hotel-particulier.com). En Aviñón:
Hotel de la Mirande Se encuentra en el palacio de un cardenal medieval, así que la atmósfera de aquellos tiempos papales está garantizada. Además, la mayoría de las habitaciones tienen vista al Palacio de los Papas (www.la-mirande.fr). En St-Remy de Provence:
Hotel Les Ateliers de L’Image Un hotel para practicar fotografía —tiene incluso cuarto oscuro— en una de las regiones más evocadoras de Francia (www.hotelphoto.com).
Caminar por las calles e inmiscuirse en la vida medieval resulta una actividad por demás placentera. comer en alguno de los sitios gourmet de la ciudad se recomienda visitar la casa de otro personaje importante de este poblado: Nostradamus, el famoso médico y consultor astrológico de la reina Catalina de Médicis, así como médico de la corte de Carlos IX. La última escala es Les Baux de Provence, uno de los poblados más hermosos de toda Francia. Se encuentra rodeado por hileras de viñedos y olivares, y encaramado a un baou, que en provenzal no significa otra cosa que espolón rocoso. Van Gogh también caminó por estas latitudes y, desde luego, pintó con ese frenesí que todos agradecemos hoy en día. El atractivo principal de este pueblo es el castillo semiderruido que se encuentra en lo más alto y que es propiedad de la familia Grimaldi de Mónaco. Caminar por las calles del poblado, inmiscuirse en la vida medieval y recorrer las tiendas que venden todo tipo de delicias de la Provenza pueden ser actividades por demás placenteras. Finalmente, no hay que olvidar los balcones, con vistas impresionantes
Restaurantes En Aviñón:
La Vielle Fontaine. Se ubica dentro del hotel más importante de Aviñón, en el que llegó a hospedarse Napoleón. El restaurante cuenta con una estrella Michelín (www.heurope.com). En Arles: La Gueule de Loup. Un sitio para saborear platillos de la región (39 Rue des Arenes; Tel. +33 (490) 96 9669). En Les-Baux-de-provence: Oustau de Baumaniere. Restaurante de primer nivel, con dos estrellas Michelín (www.oustaudebaumaniere.com). Cultura
Las bodegas de los alrededores de Aviñón se pueden recorrer de la mano de un experto en vinos (www.avignon-wine-tour.com). Monasterio St. Paul de Mausole. Es el sitio donde Van Gogh estuvo ingresado; se puede visitar para conocer la habitación del pintor y comprar el cuadro de algún paciente actual (www.cloitresaintpaul-valetudo.com). La Camarga. Al sur de Arles se encuentra una región natural habitada por toros, caballos y flamencos (www.reserve-camargue.org). Festival de teatro. Cada julio, la ciudad de Aviñón se convierte en el mejor escenario teatral de Europa. (www.festival-avignon.com) Fête de la Transhumance. En el lunes de Pentecostés (en mayo), las ovejas son llevadas a pastar en los alrededores de St.-Remy de Provence. Curiosidades
Nimes es la ciudad donde se originó la mezclilla. Levi Strauss confeccionó su ropa en California con el tradicional serge de Nimes.
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