FEBRERO MARZO 2009

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Santa María de El Pueblito

Año IV – Número 24 – febrero-marzo del 2009


Contenido La bienaventurada Virgen María en los tiempos litúrgicos de cuaresma …………………………………………………. 1 Las fiestas de febrero ………………………………………………….. 5 San Felipe de Jesús ……………………………………………………. 7 Las fiestas de estreno del Santuario …………………………………. 9 Homilía de Don Mario de Gasperín Gasperín en el Templo de San Antonio …………………………………………………………. 11 Galería fotográfica del Nacimiento del Santuario …………………... 14 El Nacimiento del Santuario ………………………………………….. 16 Bimilenario del nacimiento del Apóstol San Pablo …………………. 18 Tomás Mejía, un militar devoto de la Virgen María en su advocación de El Pueblito …………………………………………….. 21 Crónica del Santuario …………………………………………………. 22 El Santuario de Torreciudad ………………………………………….. 26 Promoción vocacional …………………………………………………. 28

DIRECTORIO SANTA MARIA DE EL PUEBLITO, DESDE SU SANTUARIO, es una publicación bimensual de los religiosos franciscanos del Santuario de Nuestra Señora de El Pueblito, con la finalidad de compartir la fé católica y la devoción a María Santísima en su título de El Pueblito.

Portada: Imagen de Nuestra Señora de El Pueblito

Contraportada: La Piedad, del escultor Miguel Angel

Guardián de la Fraternidad: Fr. Octavio Luna Alvarez O.F.M.; Rector del Santuario y editor responsable: Fr. Hugo Córdova Padilla O.F.M.; Equipo de redacción: Fr. Leonardo Carranco González O.F.M., Fr. Carlos Abraham Avila García O.F.M., Fr. Emanuel Guerrero Ruíz O.F.M. y Fr. Félix Bárcenas Franco O.F.M. Editor: Fernando Pérez Valdez. Dirección de la publicación: Pedro Urtiaga 27, El Pueblito, Corregidora, Querétaro. Email: oficinasantuario@yahoo.com.mx

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MARIOLOGIA

La bienaventurada Virgen María en los tiempos litúrgicos de Cuaresma El Papa Pablo VI en la Exhortación Apostólica “Marialis Cultus” al presentarnos a la Virgen como modelo de la Iglesia en el ejercicio del culto describe de manera clara, precisa y profunda varias características que conforman la vocación de María en la obra de la salvación. Pablo VI dice: “María es la Virgen oyente”, que acoge con fe la Palabra de Dios”, (Lc 1,34-37). “Es la Virgen orante” aparece María en Caná, donde, manifestando al Hijo con delicada súplica una necesidad temporal, obtiene además un efecto de la gracia: que Jesús, realizando el primero de sus “signos”, confirme a sus discípulos en la fe en Él (Jn 2, 1-12). María es también la “Virgen Madre”, es decir, aquella que por “por su fe y obediencia” engendró en la tierra al mismo Hijo del Padre, sin contacto con hombre, sino cubierta por la sombra del Espíritu Santo”. Finalmente, nos dice el Papa, “María es la Virgen oferente”. En el episodio de la Presentación de Jesús en el Templo (cf. Lc 2,22-35). Y también dice, que es sobre todo el tema que nos ocupa este artículo; “Esta unión de la Madre con el Hijo en la obra de la redención alcanza su culminación en el calvario, donde Cristo “a si mismo se ofreció inmaculado a Dios” (Heb 9,14) y donde María estuvo junto a la cruz (cf. Jn 19,15) “sufriendo profundamente con su Unigénito y asociándose con ánimo materno a su sacrificio, adhiriéndose amorosamente a .

la inmolación de la Víctima por Ella engendrada” y ofreciéndola Ella misma al Padre Eterno. Para perpetuar en los siglos el Sacrificio de la cruz, el Salvador instituyó el sacrificio Eucarístico, memorial de su muerte y resurrección, y lo confió a la Iglesia su Esposa, la cual sobre todo el domingo, .

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convoca a los fieles para celebrar la Pascua del Señor hasta que Él venga: lo que cumple la Iglesia en comunión con los Santos del cielo y, en primer lugar, con la bienaventurada Virgen, de la que imita la caridad ardiente y la fe inquebrantable. (MC 20) Durante el tiempo de Cuaresma, tiempo de Conversión, Penitencia y Oración intensos, tiempo en que nuestra atención se centra en el Jesucristo .paciente, es decir, el Jesús hombre que sufre por la humanidad para redimirla por medio de su pasión, y así alcanzarle la salvación, también aparece María, participando activa y consciente en esta grandiosa obra salvífica. Así nos la presenta Pablo VI, como la Mujer que se también se inmola, por medio del dolor, con su Hijo Redentor. Así la contempla la religiosidad popular el viernes anterior a la . Semana Mayor, el día llamado “Viernes de Dolores”, por medio de la oración piadosa de la Corona Dolorosa, en donde recordamos por medio del Santo Rosario los Siete Dolores que María padeció junto con su Hijo Jesucristo, y que son tomados de la Sagrada Escritura. 1er Misterio: María acoge en la fe la profecía de Simeón (Lc 2,34-35). 2º Misterio: María huye a Egipto con Jesús y José (Mt 2,13-14) .

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3er Misterio: María busca a Jesús perdido en Jerusalén (Lc 2, 43-45) 4° Misterio: María encuentra a Jesús camino al calvario (Lc 23, 26-27) 5° Misterio: María está junto a la cruz del Hijo. (Jn 19, 25-27) 6° Misterio: María recibe en sus brazos el cuerpo muerto de Jesús (Mc 15, 4-45) 7° Misterio: María entrega al sepulcro el cuerpo de Jesús en espera de la resurrección (Jn 19, 40-42) “Y a ti, una espada traspasará tu corazón”, es la profecía del anciano Simeón dicha a María cuando José y ella presentaron al Niño en el templo. Profecía que se cumplió al pie de la letra en la vida de María al acompañar a su Hijo en los momentos más trascendentales de la obra redentora a favor de la humanidad, tal y como lo podemos contemplar en los misterios que meditamos al rezar la Corona Dolorosa. Lo anterior corresponde a la religiosidad popular, sin embargo la liturgia de la Iglesia, ¿cómo presenta a María en este tiempo de Cuaresma? ¿Qué papel desempeña María en la celebración eucarística celebrada a lo largo de este período penitencial? En el libro litúrgico llamado “Misas de la Virgen María” y que nos dice cómo La bienaventurada Virgen María ha ocupado siempre un puesto singular y eminente en la liturgia de la Iglesia” nos ofrece seis formularios de misas para .


este tiempo litúrgico de Cuaresma, que pueden ser usados en los días sábados, en que la tradición de la Iglesia hace memoria especial de María. Tan importante es el papel de la Virgen en la Iglesia que aún en este tiempo tan especial María nos acompaña y a ella nos acogemos seguros de que con ella caminaremos animados este camino de conversión. Los formularios de las seis misas llevan los siguientes títulos: 10. Santa María, discípula del Señor. 11. La Virgen María junto a la cruz del Señor (I). 12. La Virgen María junto a la cruz del Señor (II). 13. La Virgen María confiada como Madre a los discípulos. 14. La Virgen María, madre de la reconciliación. En las presentaciones que el misal hace a los diferentes formularios dice lo siguiente: “El tiempo de Cuaresma es un «camino» que los fieles recorren «entregados más intensamente a escuchar la palabra de Dios y a la oración» (SC109) y llevando la cruz con ánimo más generoso (cf. Lc 14, 27), para que, purificados interiormente, .

lleguen a una digna celebración de las fiestas pascuales. De este modo se convierten en auténticos discípulos de Cristo, que escuchan sus palabras y se esfuerzan por retenerlas (cf. Lc 8,15) y procuran estar fielmente junto a la cruz del Señor” (MVM, p. 69). “A medida que avanza el tiempo de Cuaresma, que está organizado a semejanza del camino de Jesús hacia la ciudad santa de Jerusalén, lugar de su oblación, se hace más frecuente la contemplación del misterio de la pasión de Cristo; de ahí que se haga más frecuente también, en el corazón de los fieles, el recuerdo del sufrimiento compartido de santa María Virgen, quien estuvo junto al Hijo moribundo en la cruz: como cooperadora de la redención; como nueva Eva, en la que se cumplió la profecía sobre la función salvadora de la «Mujer»; como la Sión Madre, a la que saludan todos los pueblos diciendo: «Todas mis fuentes están en ti»(Sal 86,7), ya que recibe con amor materno «a los hombres dispersos, reunidos por la muerte de Cristo» (Pf, cf. Jn 11,52); finalmente, .

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como modelo de la Iglesia, que, contemplándola como «Virgen intrépida», «guarda íntegra la fidelidad prometida al Esposo» (Pf, cf. LG 64)” (MVM p. 72). “Las palabras de Jesús al morir en la cruz «Ahí tienes a tu hijo… Ahí tienes a tu madre» (Jn 19, 26-27), la Iglesia las recibe como un testamento particular, en el cual Cristo, el Señor, «confió a todos los discípulos como hijos» a la Virgen Madre, y encomendó a los discípulos que la veneraran como Madre. De ahí que «se establece entre la Virgen y los fieles discípulos un fuerte vínculo de amor» (cf. Pf), y una y otra vez se conmemora a Jesucristo, que «nos entregó como hijos» a la Virgen Madre. Pero también la Virgen fue encomendada por Cristo al amor y a los cuidados del discípulo amado: «Éste es Juan, a quien Cristo en la cruz encomendó a su madre, la Virgen»; en la persona de Juan, Cristo hizo a todos los discípulos «herederos de su amor hacia la Madre», y éstos «la reciben como herencia preciosa del Maestro» (Pf) y escuchando los consejos de la Virgen (cf. Pf Jn 2,5), solícitos «cumplen las palabras del Maestro» (Pf). (MBVM p. 80). “El tiempo de Cuaresma tiene un carácter bautismal y penitencial a la vez (cf. SC 109). Por esto ya desde el miércoles de Ceniza resuena en la liturgia la voz del Apóstol: «En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios» (2Cor 5,20). Este texto aparece significativamente en la misa que lleva el título de La Virgen María, Madre de la reconciliación”. En la .

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reconciliación de los hombres con Dios, la Iglesia ha ido conociendo cada vez más claramente el papel de santa María Virgen. En los primeros siglos, los santos Padres, al tratar del misterio de la encarnación del Verbo, afirman con frecuencia que el seno virginal de la Madre del Señor fue el lugar donde se realizó la «paz» entre Dios y los hombres. Con esta doctrina armoniza muy bien el magisterio de los Romanos Pontífices de nuestro tiempo: la santísima Virgen, enseña Juan Pablo II, «por su maternidad divina fue hecha colaboradora de Dios en la misma obra de la reconciliación» (Exhortación apostólica postsinodal Reconciliatio et paenitencia, 35”. (MVM p. 83. Estas reflexiones que nos presenta el Misal de las Misas de la Virgen María son punto de referencia para situar en su debida importancia la persona de María en la obra reconciliadora que Jesús, el Mesías realiza para nuestra salvación, y que nosotros recordamos con profunda devoción durante el tiempo litúrgico de la Cuaresma. Concluyamos esta reflexión con la oración colecta de la Misa que evoca a María, madre de la reconciliación. Oh Dios, que por la sangre preciosa de tu Hijo reconciliaste el mundo contigo y te dignaste constituir a su madre, la Virgen María, junto a la cruz, Reconciliadora de los pecadores, concédenos, por su intercesión, alcanzar el perdón de nuestros pecados. Por Jesucristo nuestro Señor. Fr. Hugo Córdova Padilla, O.F.M.


FIESTAS TRADICIONALES

Las fiestas de febrero

realidad en cambio, si se las ve, se contempla y se viven toda su realidad quedará plasmada en el corazón.

Para la descripción de estas fiestas podemos decir: que son un lugar privilegiado de encuentro con Dios, María santísima de El Pueblito y con el prójimo, no podemos separar a uno de los otros dos, para entenderlas se necesita, sobre todo, verlas desde la óptica cristiana.

El origen de las fiestas que año con año se celebran en honor de Nuestra Madre Santísima de El Pueblito, se remonta al 18 de febrero de 1686, año en que, con la aprobación del IImo. Sr. Arzobispo de México, Dr. Don Francisco de Aguiar y Seijas, fundó la primera Cofradía de Indios en honor de Nuestra Señora de El pueblito, cofradía que “andando el tiempo llegó a ser muy numerosa y celebró con gran esplendor sus cultos a la Divina Madre” (Nuestra Señora del Pueblito. compendio histórico de su culto. Vicente Acosta. p 17. )

La naturaleza auténtica de estas celebraciones solo la concebimos viviéndolas; podemos escribir y escribir de ellas pero lo plasmado en las hojas, siempre será muy pálido reflejo de la .

Es también posible que, cuando se trasladó la venerable imagen a su templo actual, el 5 de febrero de 1736, grupos de niños y niñas bailaron frente al templo por lapso de una semana .

Estas singulares fiestas no en todos los “pueblitos” las encontramos; podemos encontrar semejantes pero de ahí a la igualdad, no es posible.

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completa, y a partir de ahí lo ha seguido haciendo hasta nuestros días. Los elementos religiosos y devocionales presentes en estas peculiares fiestas y que las convierten en celebraciones de piedad popular son: sin duda alguna, la venerable Imagen de la santísima Virgen María en su advocación de El Pueblito, los dos templos locales (la Parroquia y el Santuario), la capilla de la Santa Cruz de Justicia, las ermitas del expanteón, Santa Bárbara y La Negreta, las enrosaderas, ofrendas de flores, y arreglos de las mismas, las velaciones, tiempo de la noche pasado en oración y canto de alabanzas a Dios y veneración a la Virgen María, las danzas, las bendiciones de autos, parandas y el paseo del “buey” o animal bovino que servirá para el platillo de la comida comunitaria del día lunes, las procesiones de la cera y de los traslados de la Venerable Imagen de los

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naturales, por ultimo, los rosarios. (Revista “Santa María de El Pueblito”. edición especial p. 2.) Como podemos ver, es una riqueza enorme el tener ese amor y devoción a la Madre del verdadero Dios por quien se vive, el que esta gente desborde de gozo mariano y de profundo sentido franciscano. Esa es la verdadera riqueza de El Pueblito. Todas estas manifestaciones no tienen otro fin sino el de agradecer a Dios, principalmente, por el regalo tan magnífico que quiso hacerle a este “pedacito de tierra del estado queretano”, el de una Reina y Madre que al contemplarla cautiva a propios y extraños, a los primeros porque los ha visto nacer y crecer en su regazo de tierna Madre, a los segundos simplemente por su Ser. Fr. Carlos A. García.


SANTOS FRANCISCANOS

San Felipe de Jesús (Felipe de las Casas Martínez) Protomártir y primer santo mexicano, nació en al ciudad de México en 1572. Fue hijo de Alonso de las Casas y Antonia Martínez, quienes tuvieron otros nueve hijos. Felipe de las Casas ingresó al colegio Máximo de San Pedro y San Pablo de la Compañía de Jesús. Escogió la orden de San Francisco e ingreso en el colegio de Santa Bárbara, en Puebla. A poco, sin embargo, abandonó la clausura y sus padres, para reprimir sus inquietudes juveniles lo hicieron trabajar como platero y más tarde lo enviaron a Manila, en Filipinas, pero al ser enviado con mucho dinero lo gasto todo en placeres mundanos. En 1592, en Manila, entro al convento de santa María de los Ángeles, para pedir el hábito. Ahí fue novicio fervoroso. En esa virtud, fue admitido en la profesión solemne, que hizo en manos de Fr. Vicente Valero, guardián del convento, en 1594; cambio su nombre de Felipe de las Casas Martínez por el de Felipe de Jesús. De profeso se distinguió por su vida de oración y caridad fraterna, ejercitada preferentemente como enfermero de la comunidad. Su padre intercedió ante el Comisario General de las Indias, Fr. Pedro Pila, en el sentido de que Felipe de Jesús viniera a México a ordenarse sacerdote. En 1596, Felipe de Jesús se embarco en Cavite, en el navío precisamente .

llamado san Felipe. Lo acompañaron el Franciscano Fr. Juan, el Dominico Fr. Diego de Guevara y cuatro Agustinos. Una tempestad llevó al galeón a las costas de Urano, en Japón, donde las autoridades la detuvieron y exigieron la autorización imperial para dejarla reanudar su travesía. En 1587, en Japón, el emperador Taikosama expidió un decreto contra la religión Cristiana, por la cual se desterraba a los sacerdotes y se .

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prohibía, enseñar la doctrina y hospedar a los misioneros. Cuando el galeón san Felipe encalló en Urano, Taikosama residía en Meaco. El emperador no atendió las reiteradas solicitudes para continuar el viaje y Felipe de Jesús fue a Meaco a dar cuenta de lo ocurrido a Fr. Pedro Bautista, superior de los franciscanos, que era, además, embajador en Japón del gobernador de Filipinas. En 1596, los soldados de Taikosama ocuparon el convento franciscano de Belén y la casa de los padres jesuitas en Meaco e hicieron prisioneros a los religiosos. Felipe de Jesús se hallaba en Belén fue respetado por no pertenecer a esa comunidad; pero al ser requerido para que abandonara el sitio, expresó: “no permita Dios que mis hermanos estén presos y yo en libertad; será de mi lo que fuere de ellos”.Taikosama conforme a las leyes del imperio mando cortarles la oreja izquierda y la nariz; aunque por intercesión de un miembro de la nobleza, sólo se hizo lo primero. Después fueron expuestos ala infamia pública en ocho carretas que recorrieron las ciudades de Kyoto, Osaka, Shakay y Nagasaki. Veinticuatro de los sentenciados fueron condenados a muerte a estos se agregaron dos voluntarios; Pedro Suberigo, que al principio acompañaba a las victimas para proporcionarles comida; y Francisco, cristiano japonés que voluntariamente se confesó católico enfrente de los guardias.

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MONUMENTO A LOS MARTIRES, EN NAGASAKI, JAPON.

Los 26 sentenciados fueron muertos el 5 de febrero de 1597; cada uno de ellos fue sujetado a una cruz con argollas y cuerdas; dos de aquellas se colocaron en las muñecas, otras tantas en los pies y una en el cuello. Felipe de Jesús fue el primer crucificando: alanceado en tres partes, dos por los costados y una por el pecho. A excepción del padre comisario Pedro Bautista y el propio Felipe de Jesús, los otros 24 permanecieron durante 9 meses en la cruz, de donde fueron bajados para quemar sus cuerpos en la hoguera y esparcir sus cenizas en el mar. Fr. Diego de Guevara había logrado rescatar los restos de Pedro Bautista y Felipe de Jesús, que fueron enviados al convento de san Agustín, en Manila, en abril de 1597. ENCICLOPEDIA DE MÉXICO TOMO 4


TRADICIONES

Las fiestas de estreno del Santuario

Corría el año de 1736 y los nobles habitantes del pueblo de indios San francisco Galileo, exultaban de gozo por el estreno del palacio mariano que en honor a su santa patrona, Santa María del Pueblito, se estrenaría el día 5 de febrero de ese año. Con gran ternura recibieron la invitación de “los padrecitos” que los llamaban a unirse a ellos, y, con cantos de júbilo, flores, danzas, música, incienso y cohetes, acompañaron a su reina en el recorrido de la ermita que ocupó desde 1714 -en lo que fue el panteón- hasta su santuario que, desde ese día, orgulloso eleva sus torres al firmamento señalando el lugar de residencia de la Madre de Dios. A partir de esa fecha gloriosa en los anales del Pueblito, los católicos de este lugar esperan la llegada de las fiestas para dar gracias al Señor, por el privilegio de haberles dado en esta bendita imagen a su protectora, su amparo y su luz.

EL PASEO DEL BUEY El Pueblito estaba formado por otomíes los cuales recibieron la luz del evangelio de los humildes hijos del “poverello”, San Francisco de Asís, a principios del siglo XVII. Una vez aceptada la fe de Jesucristo, por María, amalgamaron sus propias costumbres y las adaptaron al culto mariano. Una de esas costumbres es la que se refiere a las llevadas a cabo por los jóvenes que deseaban contraer matrimonio; el joven comunicaba a sus padres y estos daban inicio a los preparativos de la boda. Señalada la fecha para el matrimonio, los familiares del novio adornaban un toro y lo sacaban a pasear por las calles con música y cohetes para anunciar la boda e invitar al pueblo.

También es oportunidad de agradecer los favores por él concedidos a través de tan gran Señora; La Virgen Santísima de El Pueblito. Participan activamente en la organización de las fiestas, las corporaciones de la 1ª y 2ª danzas, la corporación del Gran Capitán y El Gran Turco, La Corporación de Mayordomos y Tenanches, La Corporación de las Inditas y las Corporaciones de las Ceras.

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Una de las Corporaciones del Santuario es la de Mayordomos y Tenanches, quienes llevan a cabo varios actos por el cambio de mayordomía, entre otros el Paseo y bendición del buey. Lamentablemente, esta hermosa “Tradición”, -no costumbre- ha sido objeto de críticas tendenciosas de personas que sin conocer el origen ni el fondo de las tradiciones de nuestro pueblo condenan a todo un conglomerado por las culpas de unos cuantos; lo peor de esto es que culpan a los frailes franciscanos llamándolos solapadores de algo que ellos son los primeros en condenar. Algunos años, los integrantes de la Corporación, -que por cierto cambia cada año- con todo lo que esto significa, .

decidieron utilizar para el paseo animales de engorda, los cuales, por no estar acostumbrados a caminar ni al trato de la gente, propiciaron que quienes los conducían los maltratasen, provocando el “horror”, de personas ajenas a nuestra patria, que sin realizar una investigación seria y profesional condenan y critican. Quienes asisten al multicitado, “paseo del Buey”, son personas del Pueblito, pero también participan gran cantidad de personas de otros lugares que en su afán de divertirse, azuzan y provocan al toro, desatando la ira de éste y el maltrato que sufre. Ante las críticas altamente tendenciosas, solo nos resta cantar con el gran Poeta Manuel Gutiérrez Najera.

México, tierra por el bien propicio Al conquistador ofreces hospitalaria acogida, Y en pago de tantos bienes, hace tales felonías Que para no relatarlas, dejo que calle mi lira.

Deseamos sinceramente, que estas fiestas en homenaje a nuestra Madre Santísima por su traslado y estreno a su Santuario se desarrollen en un ambiente de amor, alegría y veneración. Rogelio Hernández López Cronista Municipal de Corregidora

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VISITA DE LA RELIQUIA DE SAN ANTONIO

Homilía de Don Mario de Gasperín Gasperín en el Templo de San Antonio Hermanas y Hermanos: 1. El día de ayer, el corazón franciscano de esta Cuidad episcopal se alegró con la llegada y visita de las reliquias de San Antonio de Padua, a quien se le profesa aquí especial devoción. Nos alegramos con todos los devotos y, en especial, con la venerable Orden Franciscana por este acontecimiento que se enmarca en la celebración gozosa de los 800 años de la aprobación y presencia en la Iglesia del carisma franciscano. Por ello me permito felicitar a Fray Eulalio Gómez, Ministro provincial, y en su persona a todos los hijos de San Francisco y devotos de San Antonio por tan significativo acontecimiento. 2. En el canto del “gloria”, que hace eco del que entonaron los ángeles en el portal de Belén, damos gracias a Dios “porque sólo Él es santo” y, así es en verdad. ”Santo” significa “lo otro”, lo distinto, lo que no es creatura, es decir, sólo Dios. Sólo Dios es santo. Esto lo aprendió a cantar el pueblo de Israel cuando en el Templo de Jerusalén, como nos refiere el profeta Isaías, escuchó el canto de los serafines, que ahora cantamos en la Misa, repitiendo tres veces “Santo, santo, santo es el Señor Dios del universo”. Es el Trisagio que con tanta devoción entonan nuestros Adoradores nocturnos del Santísimo Sacramento. Esa santidad se transforma en “gloria” que llena todo el universo.

3. Esa santidad de Dios es algo suyo que, sin embargo, Él quiere en alguna manera compartirla con nosotros. Lo hace, en primer lugar y de manera maravillosa, haciéndose hombre, hermano nuestro en la persona de su Hijo, misterio hermoso que estamos celebrando en la Navidad: “Hemos visto su gloria, gloria que le corresponde como Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad”. Lleno de santidad. Cuando el sacerdote pone una gota de agua en el cáliz al preparar las ofrendas, dice:”Así como esta agua se mezcla con el vino, concédenos participar de la divinidad de Aquel que .

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quiso compartir nuestra humanidad”. Compartir la divinidad del Hijo de Dios es participar de su santidad. Podemos hacerlo porque Él ya lo hizo, compartiendo nuestra humanidad. Ésta es la condescendencia divina, que jamás podremos comprender y que sólo alcanzamos a admirar y agradecer imperfectamente con las débiles fuerzas de nuestro corazón. 4. El Espíritu de Dios, a quien llamamos Espíritu Santo, es quien nos comunica esa santidad divina, quien nos asemeja a Dios. El Espíritu Santo es el agente distribuidor de esa vida divina en nosotros. Nos santifica, nos incorpora y asemeja a Dios, haciéndonos sus hijos en el Bautismo; nos sella con el sello divino del rostro de Cristo en la Confirmación; nos alimenta con el Pan santo bajado del cielo en la Santa Eucaristía y así, con todos los Sacramentos, nos va transformando en Él, nos va divinizando, nos va santificando. Todo es obra y gracia de Dios, del Espíritu santo y santificador. 5. La Iglesia de Jesucristo, su Cuerpo místico, es depositaria de esa santidad, por medio de sus Sacramentos, por medio de la Palabra divina, por medio de las Oraciones, por medio del servicio de sus Ministros, por medio de muchísimos de sus Miembros que se dejan como impregnar de esa acción misteriosa del Espíritu Santo. La Iglesia es el ámbito donde opera el Espíritu Santo. Ella es, sobre todo, el Cuerpo místico, misterioso pero real, de Cristo, el “Santo de Dios” presente entre nosotros. “Los que tienen el Espíritu de Cristo, esos son de Cristo” (S. Pablo). Ésos son los santos.

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6. La santidad de Dios se derrama en la Iglesia por medio de la acción del Espíritu Santo que hace presente a Jesucristo resucitado de muchas maneras, especialmente mediante los Sacramentos y su Palabra. Los miembros de la Iglesia que se dejan penetrar de ese influjo divino y tratan de imitar a Jesucristo, se acercan a la santidad de Dios, del tres veces santo. Por eso decía San Pablo: “Tengan en ustedes los mismos sentimientos que tuvo Jesús”. El santo es aquel que tiene en su corazón los mismos sentimientos de Cristo, que ama a Jesucristo y como Jesucristo; que piensa como Cristo, que imita a Jesucristo y que anuncia a Jesucristo.


7. Dios manifiesta su gloria participando su vida y su santidad en sus siervos, a los que Él llama y corresponden a su amor. A cada uno pone en el lugar que Él quiere, según la abundancia de su gracia, para cumplir su misión. No hay cristiano sin misión, sin tarea que cumplir. Cada santo es un reflejo de la gloria y de la santidad de Dios, manifestada en Cristo Jesús mediante su Iglesia. Todos, absolutamente todos, en la Iglesia estamos llamados a la santidad. A Fernando, después Antonio, Dios lo llamó mediante los Canónigos Regulares de San Agustín y después mediante el carisma de San Francisco, el pobrecillo de Asís. En el monasterio de Santa Cruz de Coimbra aprendió la teología, especialmente los textos de la Sagrada Escritura y las interpretaciones de los grandes Padres y Doctores de la Iglesia. Después, San Francisco supo encaminar esta teología y amor a la Sagrada Escritura enviándolo a predicar en París y en Padua, librando siempre con sabiduría y con humildad del glorioso combate de la fe. Supo maravillosamente combinar la experiencia de Dios con el amor, la piedad, la sencillez y la humildad. Hizo verdaderamente operante la Palabra de Dios por el testimonio de su vida y las buenas obras, poniendo en práctica lo que afirmaba: “La Palabra tiene fuerza cuando va acompañada de las obras”, pues la abundancia de palabras sin obras que las acompañen, es tomar en

vano el Nombre de Dios. La ciencia divina y la caridad operante fueron dones con que adornó su predicación y su vida, y que Dios recompensó con gracias extraordinarias, entre ellas el don de hacer milagros. 8. Estamos celebrando el año dedicado a San Pablo y acaba de tener lugar en Roma el Sínodo de los Obispos, cuyo tema central trató de “La Palabra de Dios en la Vida y Misión de la Iglesia”. Nuestros obispos en Aparecida nos han invitado también a renovar nuestra vida eclesial, encontrándonos con Jesucristo vivo mediante el estudio, conocimiento, meditación de la Palabra de Dios en las Sagradas Escrituras, a las que el Concilio definió como el “sustento y vigor de la Iglesia”, “fuente pura y limpia de vida espiritual”, donde debe beber y alimentarse todo ministro de la Palabra para no “volverse predicador vació, que no la escucha por dentro”, y todo cristiano para llegar a obtener “la sublime ciencia de Jesucristo” (Cf. DV, c. 6) 9. Mucho agradezco a los Rev. Padres Franciscanos el habernos acercado, mediante sus preciosas reliquias, a este heraldo del Evangelio, a San Antonio de Padua, fiel seguidor de Jesucristo e hijo predilecto de San Francisco para que, conociendo su vida e imitando su ejemplo, seamos fieles discípulos y misioneros de Jesucristo. Que así sea.

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Nacimiento del Santuario

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TRADICIONES

El Nacimiento del Santuario

El nacimiento del santuario es una bella representación que hace memoria de la Natividad del Salvador en el pesebre y hermosa tradición franciscana y popular. La popularización del Nacimiento se debe a san Francisco de Asís, Veamos lo que nos dice el primer biógrafo del Santo; Tomás de Celano: “Digno de recuerdo y de celebrarlo con piadosa memoria es lo que hizo tres años antes de su gloriosa muerte en 1223, cerca de Greccio, el día de la natividad de nuestro Señor Jesucristo. Vivía en aquella comarca un hombre, de nombre Juan, de buena fama y de mejor tenor de vida, a quién el bienaventurado Francisco amaba con amor singular, pues siendo de noble familia, y muy honorable, despreciaba la nobleza de la.

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sangre y aspiraba a la nobleza del espíritu. Unos quince días antes de la natividad del Señor, el bienaventurado Francisco le llamó, como solía hacerlo con frecuencia y le dijo: si quieres que celebremos en Greccio esta fiesta del Señor, date prisa en ir allá y prepara prontamente lo que te voy a indicar. Deseo celebrar la memoria del niño que nació en Belén y quiero contemplar de alguna manera con mis ojos lo que sufrió en su invalidez de niño, cómo fue reclinado en el pesebre y cómo fue reclinado sobre heno entre el buey y el asno. En oyendo esto el hombre bueno y fiel, corrió presto y preparó en el lugar señalado cuanto el Santo le había indicado.” ( 1C 84 ). Y a partir de ahí, los franciscanos lo extendieron por todo el mundo cristiano.


El nacimiento del santuario consta de varias escenas. La primera es la cueva con el niño en el pesebre, san José y la Santísima y un ángel acompañados del buey y el asno. La siguiente escena es la de los pastores, algunos adorando al niño y otros presenciando la escena en la que se les apareció un ángel anunciándoles la buena noticia. Al frente del nacimiento se puso la escena de la anunciación en la que el ángel Gabriel le anuncia a la Virgen María la Encarnación del Verbo con un pequeño jardín y una fuente y a un lado de la escena de la anunciación se puso dos borreguitos reales con su madre que divertían mucho a los niños, incluso a las personas mayores. El verdadero sentido del nacimiento es recordar la Encarnación de Cristo que vino a renovar la humanidad y a restablecer la armonía en toda la creación. Por esta razón se encuentra una familia integrada y rodeada de la naturaleza y también a aprender de Jesús niño su sencillez e inocencia, signo de pureza. El nacimiento fue hecho por mis hermanos novicios: Fr. Carlos, Fr. Emmanuel, Fr. Félix y un servidor, con la colaboración de algunos seglares.

Fr. Leonardo Carranco González.

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ESPECIAL

Bimilenario del Nacimiento del Apóstol San Pablo El Señor le dijo a Ananías: “Ve, que ése es mi instrumento elegido para difundir mi nombre entre paganos, reyes e israelitas. Yo le mostraré lo que tiene que sufrir en mi nombre” (hch 9,15-16). Estas palabras dichas por el Señor a Ananías, quien impusiera las manos a Pablo, señalan el programa de vida de lo que será de aquí en adelante el apostolado de Pablo; extender el evangelio de Cristo entre los gentiles en medio de sufrimientos, persecuciones, cárceles hasta llegar al martirio. El libro de los hechos de los apóstoles nos dice cómo después de haber sido bautizado y haber recobrado las fuerzas físicas por el ayuno realizado como parte del proceso de discernimiento y conversión, Pablo muy pronto se puso a proclamar en las sinagogas que Jesús era el Hijo de Dios. (Hch 9, 20). La tarea evangelizadora del apóstol nunca fue fácil, y mucho menos al principio, así lo atestigua el libro de los Hechos de los Apóstoles: Al llegar a Jerusalén, intentaba unirse a los discípulos; pero ellos le tenían miedo, porque no creían que fuera discípulo (Hch 9,26). Es admirable e impresionante la seriedad y entrega con la que Pablo asumió su misión: Saulo se quedó en Jerusalén, moviéndose libremente; anunciaba valientemente el nombre de .

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Jesús, conversaba y discutía con los judíos de lengua griega, pero estos tramaban su muerte, sus hermanos, al enterarse lo acompañaron hasta Cesarea y lo enviaron a Tarso (Hch 9, 28-30). Desde el primer momento en que Pablo decide predicar el evangelio, su vida correrá peligro, pero ningún peligro ni amenaza aminorará el entusiasmo y compromiso que adquirió como testigo de Jesucristo. Bernabé, un antiguo condiscípulo de Pablo, recién convertido al cristianismo, y discípulo de los apóstoles, en Jerusalén acudió en ayuda de Pablo conforme lo narra en los Hechos de los Apóstoles: Bernabé, haciéndose cargo de él, se lo presentó a los apóstoles y él les contó cómo había visto al Señor en el camino, como le había hablado y con qué franqueza había anunciado en Damasco el nombre de Jesús (Hch 9, 27). Pablo mismo dirá en otro pasaje, cómo a los únicos apóstoles que vio fue a Pedro y a Santiago, el pariente del .


Señor. Los breves días pasados con el apóstol Pedro y con Santiago, ciertamente que fueron decisivos para Pablo, sobre todo en lo concerniente a poder escuchar de viva voz el testimonio de aquellos que más habían conocido al Maestro, sobre todo Pedro, a quien Jesús había dejado como roca y fundamento de su Iglesia visible aquí en la tierra. Pablo también reconocerá la primacía de Pedro, su autoridad espiritual y moral sobre la Iglesia de Cristo. En un principio la obra evangelizadora de Pablo se desarrolló entre las ciudades de Tarso, Damasco, Jerusalén, Cesarea y las tierras de Siria y de Cilicia, en espera de los designios divinos sobre él. Y así llegamos al comienzo de la obra misionera de Pablo que se verá decididamente enriquecida a través de los viajes misioneros. Cuatro fueron los grandes viajes que Pablo emprendió como respuesta a la moción del Espíritu Santo. Los datos precisos los tenemos en las siguientes citas bíblicas: Primer viaje misionero de Pablo: Hch 13, 1-14,28. Segundo viaje misionero: Hch 15,3617,22. Tercer viaje misionero: Hch 17, 2318,26. Cuarto y último; Viaje de la prisión: Hch 18, 27-28,31. Resulta interesante los datos de Hch 13, 1-14,28. Un día, mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, El espíritu Santo dijo: Sepárenme a Bernabé y a Saulo para la tarea a la que los tengo destinados.

Ayunaron, oraron, e imponiéndoles las manos, los despidieron. Así, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia, de allí navegaron a Chipre y, llegados a Salamina, anunciaban la Palabra de Dios en las sinagogas judías. Y así dieron inicio los viajes evangelizadores de San Pablo. ¿Qué debemos hacer notar de éste inicio? La iniciativa viene de Dios, es el Espíritu del Señor quien los habilita para convertirse en auténticos portadores de la Buena Nueva. En medio de un ambiente litúrgico, es decir, de alabanza y oración, junto con el ayuno, entienden cuál es la voluntad del Señor, y prontos a ella, se dan a la tarea de cumplirla. Antioquia marcó definitivamente lo que sería la gran obra misionera de Pablo. Los viajes misioneros realizados por el apóstol, no solamente tuvieron como objetivo convertir a Pablo en un predicador, sino que, ante todo, al ir leyendo cada uno de los cuatro viajes misioneros, nos vamos dando cuenta de cómo cada viaje fue transformando al apóstol, y fortaleciéndolo en la fe, ya que no solamente se trataba de transmitir un mensaje verbal, sino de testimoniar con la propia vida la doctrina hablada. Esto lo podemos comprobar en la manera como se va intensificando la fuerza espiritual contenida en las palabras dichas por el apóstol, pero aún más, esto será notorio en las cartas que va escribiendo y enviando a cada una de las comunidades evangelizadas por él.

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La isla de Chipre habia sido escogida como la primera meta, desembarcaron en Salamina, la tierra de Bernabé. Allí empezaron a anunciar la Buena Noticia de la Redención en la sinagoga. Los judíos los acogieron con cordialidad y escucharon con atención el mensaje (cfr. Hch 13,4-5). Tanto Pedro como Pablo inician su anuncio enfrentándose con un mago: Pedro con Simón, el mago de Samaria (cfr. Hch 8,14ss), y Pablo con Elimas, el mago de Pafos, quien procuraba apartar al gobernador de la fe. Pablo, lleno del espíritu Santo, lo miró fijamente y le dijo: ¡Gran embustero y embaucador, hijo del Diablo y enemigo de toda justicia! ¿Cuándo acabarás de retorcer los caminos rectos de Dios? Mira, te herirá la mano de Dios y quedarás una temporada ciego sin ver el sol. Al .

instante lo invadió una niebla oscura y andaba a tientas buscando a alguien que le diera la mano. Al ver lo sucedido, el gobernador profundamente impresionado ante la enseñanza del Señor, abrazó la fe. (Hch 13, 11-12). El Evangelio no puede convivir en absoluto con formas ambiguas de falsa religiosidad, como la magia, la astrología o la quiromancia, “sucedáneos de la fe” que desvían de Cristo. Al inicio de este primer viaje misionero, Bernabé hace de “delantero” y su nombre es citado en primer lugar; pronto Pablo toma su lugar, asumiendo un rol de preeminencia en la decisión de las modalidades y de las etapas con las cuales cumplir con la misión recibida.

Slogan:

¡Ay de mí si no evangelizara! (1Cor 9,16)

Pablo sí que tomó en serio su vocación cristiana de evangelizador, así lo proclama en esta cita bíblica, de la primera carta a los Corintios. Qué enseñanza nos da el Apóstol, ojalá y que cada cristiano hiciéramos nuestras estas palabras, llegando a comprender en qué consiste la auténtica evangelización, tarea de cada bautizado. Fr. Hugo Córdova Padilla, O.F.M.

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HISTORIA

Tomás Mejía, un militar devoto de la Virgen María en su advocación de El Pueblito Generalmente, los que saben acerca de Tomás Mejía lo consideran traidor a la patria, porque, desgraciadamente, la historia oficial la escriben los que tienen el poder. Principio que Carlos Pereyra (México Falsificado.) aplica a nuestra guerra de reforma cuando escribe: “Los liberales, como vencedores, hicieron la historia y convirtieron esa historia en epopeya, atribuyéndose todo lo grande y luminoso, para dejarle la parte sombría y vil a los conservadores”. Para los que consideran traidor a Mejía, haber sido conservador fue el error de éste; pero, bien dice el Lic. Fernando Díaz Ramírez (La Vida Heroica del General Tomás Mejía. Jus. México, 1970, Pág. 28) al respecto: “Un sentimiento patriótico mal entendido, al margen de la verdad histórica, ha trazado dimensiones irreales al referirse a los bandos que contienden los diez años de la lucha, señalando como patriotas a los liberales y como traidores a los conservadores, mentira burda y absurda: en ambos lados hubo patriotas que con su conducta demostraron que sólo querían lo mejor para México”. En ambos lados hubo patriotas y, añadimos, en el lado de los liberales, dígase todo lo contrario que se quiera, no faltaron traidores, o ¿es que no son eso los liberales que ofrecieron “El Brindis del Desierto”a los americanos que despojaron a México de sus .

anteriores estados norteños? Nos dice Gabriel Rincón Frías (El General Tomás Mejía un Queretano sin pedestal, en El Heraldo de Navidad, 2001, Pág. 98, col. 1): “un grupo numeroso de liberales prominentes, ocupada ya la capital de la República por los norteamericanos, convocados por el alcalde de la ciudad, Francisco Suárez Iriarte, un rabioso liberal jacobino, no tuvo empacho ni reparo en ofrecer un espléndido banquete al general norteamericano Winfield Scott y a todo su Estado Mayor, servido en el Desierto de los Leones cercano a la capital. A él asistieron como anfitriones destacados mexicanos del partido liberal adictos a los invasores, entre los cuales estuvo D. Miguel Lerdo de Tejada que después fuera Ministro de Juárez y uno de sus más importantes consejeros. El banquete tenía como finalidad ofrecer a los americanos un brindis por su triunfo obtenido contra México” (continuará)

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CRONICA DEL SANTUARIO SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN El día ocho de diciembre nos alegramos con la Iglesia universal, recordando con cariño a nuestra Madre Celestial en el misterio concedido por Dios de carecer desde su concepción de toda mancha de pecado original y, permanecer inmaculada toda su vida. Dicho dogma fue defendido por muchos personajes santos, brillando en su defensa la Orden Franciscana y, en especial, como principal promotor el Beato Juan Duns Scoto, que expuso y comprobó con la Sagrada Escritura y los escritos de los Padres de la Iglesia cada uno de los puntos en que era atacado el dogma que ahora proclamamos verdad de nuestra fe. La Eucaristía solemne se llevó a cabo a las 7 p.m. presidida por el padre Guardián del santuario Fray Octavio Luna.

Al terminar la celebración se realizó la presentación del libro “Santuario de Nuestra Señora de El Pueblito” por su mismo autor Fernando Pérez Valdez, .

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acompañado por Fray Eulalio Hernández, Fray Hugo Córdova, rector del santuario; Fray Octavio Luna, Guardián del santuario y Jaime Septién, Director del periódico “El Observador” y su esposa. Después de una breve bienvenida y del discurso de presentación del libro, se le ofreció a la Sma. Virgen de El Pueblito el primer ejemplar de éste, colocándolo a los pies de su camarín. Acto seguido se entregó un ejemplar a los benefactores. FESTEJOS DE NAVIDAD Como cada año el quince de diciembre comenzamos con las tradicionales posadas, con las cuales nos preparamos más intensamente para la llegada del Señor, acompañamos a Santa María y a San José en su peregrinar buscando un lugar para pasar la noche, pues se veía cercano el momento en que María daría a luz. Cada día, a las seis de la tarde en la cancha del santuario, salíamos a recorrer las distintas calles por las que pasarían los peregrinos y terminaba en la cancha nuevamente. Exceptuando el día en que tocó la posada a la Mayordomía, donde fue servida después la cena para todos los asistentes. El veinticinco de diciembre celebramos la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, siendo la Concelebración Eucarística a las 10 de la noche, presidida por Fray Octavio Luna. Al final los padrinos del Niño Dios lo dieron a besar y se arrulló cantándole tiernos villancicos, después fue colocado el Niño en el pesebre del nacimiento, colocado en la capilla lateral izquierda del santuario.


VISITA DE LA RELIQUIA DE SAN ANTONIO DE PADUA

que venían custodiando la imagen, entre ellos un hermano conventual.

La noche del 30 de diciembre, alrededor de las ocho, nos reunimos en la calle Pedro Urtiaga para recibir a nuestro hermano Fray Antonio de Padua, que en una reliquia nos alegró y llenó de fervor piadoso. La reliquia, expuesta sobre la imagen de la Biblia que portaba un busto de San Antonio, fue recibida por el padre Guardián del santuario y trasladada al interior del santuario por los jóvenes de Jufra.

Terminada la celebración tuvo lugar la conferencia a cargo de Fray Octavio Luna “San Antonio y la Sma. Virgen María” exponiendo el pensamiento de San Antonio sobre la Virgen María en sus sermones. Al terminar las corporaciones, los grupos, y las asociaciones velaron al santo toda la noche.

Adentro se realizó un pequeño acto de bienvenida y se entonó el “Si quaeris miracula”, responsorio hecho a él por San Buenaventura, y se llevó a cabo la santa Misa, en la que participaron los Padres de la fraternidad y los visitantes .

Al día siguiente se celebró una solemne Eucaristía al medio día y a las cuatro de la tarde se hizo un acto devocional a San Antonio. Eran cerca de las cinco cuando se despidió la reliquia, se dio la bendición con la misma y, con cantos, salió del santuario rumbo al monasterio de hermanas clarisas en Doctor Mora.

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CELEBRACIÓN DE AÑO NUEVO A las diez de la noche, el treinta y uno de diciembre se celebró la Eucaristía para dar gracias a Dios por todos los dones concedidos durante el año 2008 y, del mismo modo ofrendarle y pedirle su bendición para el nuevo año.

CELEBRACIÓN EN EL MONUMENTO DE LA SMA. VIRGEN DE EL PUEBLITO Como es ya tradición desde hace __ años, el primero de enero nos reunimos en el santuario para salir en procesión al monumento de la Virgen de El Pueblito, ubicado en la colonia Zapata. Durante el recorrido se rezó el santo rosario, acompañado por cantos a la Madre de Dios, cuya solemnidad festejábamos. Al llegar al monumento, con cantos y vivas a nuestra Madre del Cielo, se preparó todo para celebrar la Misa, la cual presidió Fray Hugo Córdova.

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FESTIVIDAD DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR El día seis de enero se celebraron los festejos por el “día de reyes”, el cual simboliza el descubrimiento, la manifestación a Cristo a todos los pueblos del mundo. Empezó todo con la celebración de nueve de la mañana, donde se dieron cita los miembros de la corporación de la Mayordomía, junto con la persona que fue en este año la madrina del Niño Dios. Después de la celebración el Niño fue llevado a la casa de la madrina, donde se ofreció un desayuno. Más tarde afuera de la casa de la Mayordomía se ofreció una comida, como es costumbre, cosa que ven las personas de la corporación .


como un “devolverle al pueblo y a Dios todo lo que nos ha dado”.

FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR

A las cuatro de la tarde salió de la cancha del santuario la cabalgata de los Magos de oriente que salieron a recorrer las principales calles de El Pueblito. La cabalgata terminó nuevamente en el santuario, donde se celebró la Eucaristía solemne, presidida por Fray Hugo Córdova.

El dos de febrero hacemos presente el hecho de la presentación de Nuestro Señor Jesús al templo. A las siete de la tarde fue la Eucaristía que estuvo a cargo de Fray Hugo Córdova, iniciando, en la entrada del templo, con la bendición de las velas, de ahí que tome el nombre de “candelaria”, que representan a Cristo, Luz de las naciones, como lo llamó el anciano Simeón. La celebración se marcó con el tinte de la celebración de la vida consagrada, que es la dedicación total de la propia persona a Dios y, festejamos también a todas las personas llamadas a ese tipo de vida. Al finalizar la Eucaristía se bendijo una urna, de madera, que guardará la imagen del Niño Dios para su exhibición en su nuevo lugar, que es junto al altar de San Francisco.

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SANTUARIOS MARIANOS

El Santuario de Torreciudad

Quien visita los Pirineos, en el Alto Aragón, España, se queda maravillado con el esplendoroso paisaje. Dentro de este hermoso marco natural y a unos ciento cincuenta kilómetros de la ciudad de Zaragoza, nos encontramos con el imponente Santuario de Torreciudad. Construido en un macizo montañoso, a orillas del embalse de El Grado, el Santuario de Torreciudad impacta al visitante, tanto por sus dimensiones, como por la paz y ambiente de oración que se respira en él.

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Construido bajo el estilo tradicional aragonés, el Santuario de Torreciudad es un enorme edificio de ladrillo rojo, de formas sumamente armónicas que se destacan por su belleza y sobriedad. El Santuario de Torreciudad, promovido por San Josemaría Escrivá de Balaguer e inaugurado en 1975, está construido en dos plantas: en la planta alta se encuentra la nave principal, con el coro alto. Sobresalen, entre otras de sus maravillas, el impresionante retablo de alabastro, la Capilla del Santísimo y las criptas.


representa a la Virgen María con el niño en sus brazos mirando al frente. Dentro de la nave también destaca el órgano, con más de cuatro mil tubos. En la capilla del Santísimo se encuentra un Cristo en bronce dorado al fuego, esculpido por el artista italiano Pasquale Sciancalepore. En la parte inferior del Santuario se encuentran las criptas con los confesionarios y cuatro capillas. Con gran alegría descubrimos que una de esas hermosísimas y amplias capillas, en el Santuario español de Torreciudad, está dedicada a nuestra muy amada Virgen de Guadalupe. El retablo de alabastro, de dimensiones monumentales, se ubica en la parte frontal dentro del templo y contiene varias escenas de la vida de la Virgen, así como el camarín de la Virgen de Torreciudad. Es un bellísimo trabajo artístico, elaborado por el artista barcelonés Joan Mayné, que despierta en los fieles un auténtico sentimiento de recogimiento. El visitante no puede quedar menos que maravillado al contemplarlo. La imagen de la Virgen de Torreciudad es una talla románica del siglo XI, que

El numeroso grupo de peregrinos que acudimos provenientes de nuestro país, pudimos asistir en dicha capilla a la Sagrada Eucaristía. Las capillas restantes están dedicadas a la Virgen de Loreto, a la del Pilar y a La Sagrada Familia. En la parte externa, la inmensa explanada permite recibir, en ocasiones especiales, a miles de peregrinos provenientes de los más diversos confines de la tierra. Sin duda alguna, el Santuario de Torreciudad es un bello ejemplo de los Santuarios dedicados en todo el mundo a la Santísima Virgen María.

Fernando Pérez Valdez

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PROMOCION VOCACIONAL

Dios llama a cada hombre. Tarea personal es descubrir, acoger, y hacer vida esa llamada La Familia Franciscana de la Provincia de San Pedro y San pablo de Michoacán te invita a que asistas a la jornada vocacional que se llevara a cabo en el mes de abril en las Instalaciones del Seminario Franciscano, Celaya, Gto.

“VEN Y DATE LA OPORTUNIDAD DE DESCUBRIR QUE QUIERE DIOS DE TÌ” Si tienes entre 17 a 33 años y estas por terminar la preparatoria, trabajando o cursando una carrera. Te Esperamos: Iniciamos: El lunes 06 de abril a las 12:00 hrs Finalizando: Miércoles 08 de abril a las 15:00 hrs Cooperación: 200.00 pesos Mas Informes: Tel. 01 (461) 61 43994 Correo electrónico: provofran@hotmail.com vocacionfranciscana_mich@hotmail.com www.seminariofranciscano.org

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“Señora Nuestra” Salve, Madre del Pueblito, De Querétaro, salve Reina, Salve, puesta de los cielos, Señora y luz de nuestra fe. Salve, Reina de los ángeles, Faro en nuestras tempestades, Dulce cobijo cuando duele el alma, Tierno consuelo en la desesperanza. Salve, Madre poderosa, Tú que jamás nos abandonas, Ruega por todos a tu Niño, Haz que crezca nuestra fe. Dale paz a nuestro pueblo, Señora bendita. Amén. Mercedes Suárez de Quiroz. Tequisquiapan, Qro. Julio 8, 2008


Religiosos franciscanos Santuario noviciado Santa MarĂ­a de El Pueblito El Pueblito, Corregidora, Qro. www.santamariadelpueblito.org


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