1 minute read

La Novia de Raíza

han pretendido la inmortalidad, estos entran con su avidez de criaturas insaciables en la extravagancia o simbolismo de un padre».

Este libro podría llamarse culpa o luto, o simplemente un imprevisto que te cambia el destino, la profesión, las futuras amantes, las amistades, los lugares donde vas a vivir y otros acontecimientos de tu biografía; este libro es un gesto brusco del cuello, tan brusco que lo invaden los olores, lamentos, objetos, personas que me han tratado de contener como a un recluso. Nada puedo hacer para no escribirlo, para no reescribirlo: estará prendido del tejido que uso, interfiriendo en la película que veo. A sus páginas regresarán las pacientes de siempre. Este libro es la complejidad a la que fui destinado, tantos rostros anónimos que amé hasta la desmesura, cuerpos que rocé con inocencia.

Advertisement

El verdadero horror es, sin dudas, lo que antecede al desastre, con esa espina de cítrico he tenido que convivir: cuando niños percibimos las relaciones de los adultos a la mitad, es como estar condenados a una situación de eclipse. Hasta ahí todo puede parecer normal, lo absurdo es que no se nos prepara para la hora de abandonar el eclipse. El horror no siempre se relaciona con la demolición, en mi caso particular ha transitado por varias estaciones: sobresaltos que aportan un modo de sobrevivirlo, consuelo, endurecimiento del tramo pantanoso, pero opera el exceso de fastidio, acentuado en esas temporadas, no se llega a delimitar con claridad la línea divisoria entre realidad y sueño.

Los campos verdes creciendo en tu memoria y la mía, el grano madurándose, es un organismo que nos ata las manos, una rosa profunda en la noche. Yo in-

This article is from: