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Cándida y Cándido
17 la novia de raíza
Las plantas de sus pies quedaban debajo de mis axilas. En medio de tanto placer se agregaron canales de energía que me estremecían los dos hemisferios, se puede describir su actitud como un frenesí. Se hundían tanto en mi carne que llegué a tener la sensación de que penetraban con su conmovedora suavidad, trastornando cualquier cálculo o idea que me haya podido formar sobre el suceso en cuestión. Así nos atrapa lo inesperado, nos permite un disfrute sin premeditar. Algo se abre de repente para que puedas almacenar la emoción, sabes que un poco o bastante sentido no están de más, es algo cierto que te está sucediendo, eres un tipo de elegido porque alguien ha decidido expulsarte de la simulación.
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