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La novia de Raíza
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19 la familia nimiedad
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Los Nimiedad me hacen recordar una gloriosa película de Nikita Mijalkov titulada Pieza inconclusa para piano mecánico. Se supo que recientemente estos seres se reunieron cerca de una manigua haciendo una suerte de picnic dominical. Llevaron medio saco de carbón para garantizar la brasa, unas posticas de pollo y un pedazo de carne de puerco, pusieron una mesa para el dominó y un par de botellas de Nucay para que no fuera a decaer el ánimo. Se podría decir que algo drástico distingue a los Nimiedad de los otros: son personas viejas, a lo menos mayores de cuarenta años, que constantemente miran hacia atrás. Discuten y se enorgullecen de proezas que el propio tiempo ha hecho caducar y muchas de estas no son vistas como tales, sino más bien como bribonadas. En este sentido se distancian de aquellas reuniones de la familia rusa atrapada en el intrigante espíritu de Chejov sobre aquellos campos amarillentos por los que corrían los niños, los adolescentes y los cachorros de pequinés, todo para garantizar la continuidad de la vida inclusive en el tiempo futuro en que fueran superadas las frustraciones; frustraciones que en el caso de los Nimiedad se iban intensificando según iba siendo consumido el Nucay.
Los que conspiran a espaldas de El Gorila, solo para divertirse un poco, se han dado cuenta de cuál es su mayor debilidad: El Gorila duerme la siesta. Entonces ellos aprovechan, y en esa hora trasladan toda la información que debía controlar El Gorila. Alguien ha logrado tirarle una foto con intención de